Los dedos de Donghae se movieron sobre
la piel.
—Gracias.
—¿Mejor? —preguntó él.
Lo sintió asentir con la cabeza.
—Todavía frío, pero ya no me siento
helado.
—¿Puedes ponerte de pie?
—Creo que sí.
Él lo puso de pie, manteniendo un firme
agarre en caso de que estuviera más débil de lo que pensaba. El agua le dio en
la cabeza, cayendo en cascada sobre todo su cuerpo. Su pelo oscuro estaba casi
negro, y un rubor rosado comenzó a remplazar la palidez de cera que había
tenido sólo momentos atrás.
Hyukjae dio la vuelta dentro del agarre,
posicionándose de espaldas a él. Él envolvió los brazos alrededor de Donghae,
agarrando su cintura, disfrutando de la sensación contra las palmas. Su cabeza
cayó hacia atrás sobre el pecho, y mientras las gotas de agua golpeaban, él
podía ver los débiles chisporroteos azules del escudo sobre su herida.
—Ahora podemos limpiar con agua la
sangre. Date la vuelta, y te diré cuando dejar caer el escudo.
Donghae hizo lo que le pidió,
contemplándolo, esperando a que le dijera cuando actuar. Sus ojos eran tan
bonitos de cerca. Él podía ver pálidas chispas plateadas rodeando sus pupilas,
la cuales desaparecieron mientras sus ojos se dilataban.
—¿Ahora? —preguntó Donghae.
Hyukjae se obligó a poner atención donde
rociaba el agua, guiando su cabeza para que toda la sangre fuera lavada tan
rápido como fuera posible.
—Ahora.
Donghae respingó mientras el agua
caliente golpeaba su cabeza. La mayoría de la sangre se había secado, cerrando la
herida, pero algo de ésa se había abierto camino en su pelo.
—Deberíamos lavarlo, sólo para estar
seguros.
Donghae se hundió ante la idea, pero se
inclinó para alcanzar una botella de champú. Hyukjae se la arrebató de las
manos.
La verdad era que él quería. No tenía ni
idea de por qué, pero el pensamiento de servirle le daba una sensación de
profunda satisfacción. Le gustaba cuidar de su compañero.
Había pasado tanto tiempo desde que se
había preocupado de una u otra manera de alguien, de algo, que encontrar
disfrute era tan peculiar como bienvenido.
No estaba seguro de que estar a punto de
ser conectado a Donghae hubiera podido restaurar algo del hombre que él solía
ser, pero estaba dispuesto a seguir el viaje, por el tiempo que durara.
Enjabonó su pelo, siendo cuidadoso con
su herida, mientras se tomaba su tiempo, acariciando su cuero cabelludo y los
tendones apretados detrás de su cuello.
Deslizó los dedos sobre su piel,
demorándose en la tarea, mientras observaba los cambios diminutos en su
expresión para que le dijeran lo que le gustaba más. El pequeño fruncimiento
en su boca le dijo que tocaba un punto sensible, mientras la elevación de sus
cejas y el revolotear de sus párpados le dijo que lo estaba haciendo
perfectamente.
Él enjuagó la espuma, asegurándose de
que toda se fuera para que nada entrara en sus ojos. Donghae lo contempló,
abriendo la boca para decir algo. Las palabras parecieron morir en sus labios
mientras seguía mirando.
Las manos de Donghae estaban apoyadas
contra su pecho para estabilizarse a sí mismo. Comenzaron a trepar lentamente
sobre los hombros y alrededor del cuello. Sus pechos se frotaron, haciendo que
los fuertes músculos se tensaran por la necesidad de empujarle atrás contra la
pared de la ducha y sujetarlo allí mientras las manos vagaran por su cuerpo. Él
sólo podía imaginarse la sensación de sus endurecidos pezones contra las
palmas, o, mejor aún, la lengua.
No sabía lo que Donghae estaba haciendo,
pero con su cuerpo apretado contra el de él, tenía que estar sintiendo la dura
longitud de la erección contra el estómago.
El honor dictaba que retrocediera y
huyera de esta situación antes de que se olvidara del mismo.
Hyukjae ordenó a los músculos moverse,
pero todos ellos permanecieron quietos en el lugar, rígidos e inmovibles. Su
monstruo interior babeaba, muriéndose por una oportunidad de lograr liberarse y
tomar lo que el honor de Hyukjae dictaba que no le pertenecía.
Donghae escogería a otro hombre pronto,
y aunque odiaba la idea, al igual que su monstruo que gritaba de furia, supo
que le agradecería más adelante el no haber cedido a sus deseos
más bajos. Donghae podría llegar a ser su verdadero compañero -con el que
debería haber estado- sin culpa o remordimientos.
Antes de que él tuviera tiempo para
encontrar la fuerza para dar ese gran paso, Donghae lo besó.
El aliento de Hyukjae dejó el cuerpo en
una sorprendida ráfaga. De todas las cosas que pudo haber dicho o hecho, eso no
era algo que él hubiera esperado. Su reacción fue visceral, veloz, e
incontrolable. Todo dentro de él, ambos, hombre y monstruo, se pusieron de pie
y aplaudieron cuando cedió a su beso. Deslizó las manos a su alrededor, ahuecando
su culo y levantándolo acercándole a la boca. Le dio toquecitos con la lengua a
través de sus labios, implorando que se le dejara entrar. Donghae los abrió
para facilitárselo, ansioso por saborearle.
Su dulce suspiro de placer le inundó la
boca. Él inclinó su cabeza hacia atrás, tomando tanto de su beso como le
permitió. Su sabor se le subió a la cabeza, derritiendo los pensamientos y
preocupaciones. Todo lo que importaba ahora era su sensación en los brazos y el
aroma de su piel, caliente por la ducha.
Por primera vez que él pudiera recordar,
ambas partes de él estaban de acuerdo por completo, trabajando juntas por una
meta común.
Los dedos de Donghae zigzaguearon por
debajo de la camisa empapada. Temblaban, pero no de frío, fatiga, o algo más,
no podía decirlo. Él sabía que debería detenerse y preguntar, debería detenerse
y asegurarse de que Donghae estuviera bien, pero parecía no poder encontrar la
fuerza para apartarse de su boca suave, dulce.
Donghae tiró fuertemente de la camiseta,
haciendo un débil ruido de irritación. Le tomó un minuto aclarar lo que estaba
tratando de llevar a cabo, pero él no estaba cooperando, y la tela se aferraba
a la piel, imposibilitando la tarea.
Hyukjae se la quitó y fue directo de
regreso a besarlo. La anterior conexión en su mente volvió a la vida otra vez,
ardiendo brillante en sus pensamientos. Podía sentir su frenética necesidad,
podía sentir el vacío doloroso en su bajo vientre, y el calor en su polla.
Había un frenesí dentro de Donghae que iba más allá de la lujuria. Era más
profundo que eso, más desesperado. Apenas se aferraba a su control, al borde de
colapsar en un montón emocional de desesperación y desconfianza en sí mismo.
Había pasado por mucho, había contenido demasiada emoción. Había decidido
dejarla escapar, y él iba a ayudarlo.
Si eso es lo que necesitaba, él era
incapaz de negarse a dárselo.
En un latido, él cambió de marcha,
descartando sus buenas intenciones por otras mejores. Iba a darle todo lo que quería,
y aun más. El hecho de que fuera exactamente lo que él quería sólo hacía la
tarea mucho más dulce.
Donghae había trabajado en liberar los
botones de su camisa. Se frotó contra su pecho, y la sensación de su piel
desnuda contra la de él hizo que la columna vertebral se le iluminara con la
emoción.
Él dejó escapar un ruido que era más
monstruo que hombre y sujetó sus hombros contra la pared. Lo sujetó allí para
poder verlo plenamente, ver como el agua goteaba sobre su piel ruborizada.
Sus pezones estaban apretadamente
perlados suplicando por la boca. Ni siquiera intentó resistir, agachó la cabeza
para darle un toquecito con la lengua sobre el primer pezón, después el otro. Donghae
inhaló de golpe, y cuando él cubrió la punta con la boca y lo chupó, dejó
escapar otra vez un largo suspiro de placer.
Sus uñas se clavaron en el cuero
cabelludo, y el monstruo gruñó de aprobación.
El agua comenzó a sentirse fría sobre la
piel caliente, y los instintos protectores atravesaron la neblina de lujuria el
tiempo suficiente como para recordarle resguardarlo del frío. Él lo quería
caliente y relajado para lo que iba a hacerle, no acurrucado y tembloroso.
Hyukjae cerró la llave y le desabotonó
el pantalón. La tela mojada se aferraba a sus piernas, pero lo tuvo gloriosamente
desnudo en segundos, entonces hizo un trabajo rápido en despojarse de lo que
quedaba de su propia ropa empapada.
Lo arropó en una toalla y lo llevó hacia
el dormitorio más cercano. Donghae le besó el cuello mientras él caminaba, su
lengua deslizándose sobre la piel donde la Luceria solía descansar.
Era sensible al toque, haciendo que todo
el cuerpo se le tensara de deseo. Apenas estaba lo suficientemente cuerdo como
para arrojar hacia atrás el cobertor antes de colocarlo sobre la cama.
La mirada de Donghae vagó por el cuerpo
desnudo, sus ojos oscureciéndose de lujuria mientras descendían poco a poco
hacia la polla. Estaba más duro de lo que nunca había estado, doliéndole por la
necesidad de deslizarse dentro de él.
Un destello momentáneo de duda pasó
rápidamente a través de él, pero no podía decir si fue la de él o la de Donghae.
Estaba demasiado cerca de unirse a él, demasiado distraído por la vista de su
cuerpo glorioso, como para separar a los dos.
Donghae era tan jodidamente bello. Su
pecho tonificado. Su cintura estrecha y en su entrepierna una polla dura que
llamaba a saborearla completamente. Donghae no siempre
sería suyo, pero por ahora, en este momento, lo era, y él iba a asegurarse de
que lo supiera.
Hyukjae se deslizó sobre la cama junto a
él. La polla se rozó contra la de Donghae, y tuvo que apretar los dientes para
abstenerse de perder el control. Donghae se giró hacia él, empujando su espalda
sobre la cama. Sus brazos temblaron por el esfuerzo, pero se sostuvo sobre él,
mirando fijamente sus ojos.
—Ha pasado mucho tiempo para mí. Puede
que haya perdido práctica.
—Maldita sea, no importa —logró decir
él, su voz ronca por la lujuria no saciada. Podía garantizar que había pasado
incluso más tiempo para él, ya que no había estado con alguien desde mucho
antes de que él naciera. Ni siquiera había pensado en eso.
—Bien —dijo Donghae, y entonces le besó,
absorbiendo el labio inferior en su boca.
Si la tormenta eléctrica resultante en
su cerebro fuera alguna indicación, revelaría que Donghae no había perdido
práctica. La polla corcoveó contra su estómago, y él podría sentir la sensación
de humedad reuniéndose en la punta.
Nunca había estado más preparado en su
vida, y sin embargo no se atrevía a apresurar esto. Donghae merecía su mejor
esfuerzo, y él merecía tomarse el tiempo y disfrutar de esto tanto como
pudiera.
El monstruo quería apresurar la follada
y empujar la polla “hazlo, tómalo todo y llénalo con tu semilla”, una y otra
vez. Hyukjae le dijo a la bestia que se callara y disfrutara del paseo.
Su pierna se deslizó entre las de él, y Donghae
frotó su polla a lo largo del muslo. Él podía sentir el calor resbaladizo.
El dulce arrastrar de su carne contra la
suya envió esquirlas de corriente eléctrica por la columna vertebral, haciendo
que las pelotas se le contrajeran. Habría sido tan fácil venirse así con él,
pero no era cómo quería que fuera. Quería que Donghae acabara primero, para
poder escuchar sus gritos de placer mientras él todavía podía prestar la
atención suficiente como para esconderlos en su memoria para siempre. Si había
un sonido que quisiera recordar cuándo muriera, serían los dulces gritos de Donghae
mientras se corría.
Otra opción se le formó en la mente,
pero la desechó a un lado como imposible y egoísta. Los hombres sin espíritu no
merecían hijos, sin mencionar el hecho de que él no podía tener uno aunque
quisiera, al menos no sin ayuda de Kevin.
El eco esperanzador de la risa de un
niño no era para él. Pero esto -los suspiros suaves de Donghae y la sensación
de sus dedos acariciándole la piel-, esto era más de lo que él podría pedir.
Donghae se movió para cabalgarlo, y él
supo que si dejaba que se acercará lo suficiente a la polla, se olvidaría de sí
mismo y el monstruo se haría cargo. En lugar de eso, lo lanzó hacia atrás sobre
la cama y lo inmovilizó allí con el muslo mientras lo besaba.
Acarició su pecho, dejando que el pulgar
se deslizara sobre su pezón aterciopelado. Donghae arqueó su espalda y le
agarró la cabeza, empujándolo, mientras al mismo tiempo, su mente era inundada
con la imagen de su boca chupándolo.
Al menos él sabía exactamente lo que Donghae
quería. Ahora le tocaba ver si podía mostrarle lo que tenía la intención de
hacer.
Hyukjae creó una imagen de la cabeza
oscura entre sus muslos, acariciándolo con la lengua, chupándolo, mientras sus
los dedos empujaban en su entrada profundamente. Propulsó ese pensamiento a
través del enlace, y oyó un callado jadeo de deseo.
Tomó eso como una invitación, y besó un
camino hacia abajo sobre su cuerpo, lamiendo rastros calientes sobre sus
costillas y alrededor del nicho de su ombligo. Mientras más lejos iba, más
amplias sus piernas se abrían para dejarle espacio.
La carne cálida le saludó, su excitación
era casi más de lo que él podía soportar. Él captó su mirada mientras recibía
su primer probada, y entonces sus ojos se cerraron con un estremecimiento y su
cabeza cayó hacia atrás sobre la almohada.
Tan dulce, tan húmedo y duro para él, lo
llevaba a la locura sin siquiera intentarlo. Él lo intridujo en su boca, y las
caderas de Donghae sacudieron fuera de la cama.
Hyukjae lo fijó con un brazo mientras
deslizó los dedos a lo largo de sus nalgas, estimulándolo.
El deseo creció entre ellos, una cosa
necesaria, desesperada. No estaba seguro si fue su deseo o el suyo propio, pero
cualquier cosa que fuera, no era lo suficientemente fuerte para demorarlo más.
Empujó dos dedos dentro de él, sintiendo
lo apretado que estaba. Intentó ir lentamente, dándole a su cuerpo tiempo de
estirarse y ajustarse a la invasión, pero la lujuria le condujo adelante,
compeliéndolo a hacerlo culminar. Una vez que Donghae se dejara ir, se
relajaría y podría acoger la polla mucho más fácilmente. Mucho más
profundamente. Él necesitaba esa cercanía. Necesitaba todo lo
que Donghae tuviera que dar, porque las posibilidades eran, que nunca más
sentiría ese contacto.
Ese pensamiento le espoleó. Succionó su polla,
e introdujo otro dedo dentro de su cuerpo.
Los músculos de Donghae se apretaron, y
sus movimientos se fortalecieron mientras se corcoveaba contra él. Su
respiración se aceleró, y empezó hacer un suave sonido advirtiendo de su
orgasmo inminente.
Él apresuró el paso. A través del enlace,
envió el deseo por verlo venirse, por sentirla alrededor de los dedos y
saborearlo con la lengua. Eso pareció enviarlo sobre el borde y su cuerpo
comenzó a sacudirse mientras se corría. Él se quedó con él, extrayendo su
orgasmo hasta que todo lo que quedó fueron los restos ondeantes de placer
corriendo a través de su cuerpo.
Hyukjae lo lamió, acomodando su espalda
abajo. Su propio deseo estaba arañándolo, pero la satisfacción de verlo venirse
le dio la fuerza para ignorar todo eso. Lo que él no podía ignorar fue la
creciente necesidad de hacerlo de nuevo. Sólo que esta vez, Donghae iba a
culminar con su polla dentro.
Donghae temblaba de placer. El cuerpo se
le estremecía con él, hasta que estuvo seguro que emanaba por los poros.
Nadie jamás le había dado un orgasmo así
antes, pero por el modo en que lo miraba, con sus oscuros ojos entornados y las
mejillas coloreadas por la lujuria, estaba convencido que iba a tratar de
dárselo otra vez.
Tendría que haber estado demasiado
cansado para preocuparse. Canalizar tanto poder esa noche lo había agotado. La
lucha contra el frío le había minado las fuerzas. Y aunque estaba débil y laxo,
ni siquiera consideraba decirle que parara y le dejara descansar.
Donghae podía sentir su necesidad
cabalgar junto a su propia y sosegada lujuria. La suya era más aguda, más
caliente, con bordes afilados que rasgaban a través de Hyukjae hasta que él no
estuvo seguro de cómo podía soportarlo. El hecho de que pudiera sentir todo eso
debería haber sido algún tipo de advertencia, pero ahora mismo, con el cuerpo
caliente y tarareando, no le importaba averiguar lo que eso significaba. Por
ahora, era suficiente saber que tenía al hombre más delicioso sobre la faz del
planeta desnudo en la cama con él, detrás de su lujuria con una ferocidad que
le impresionaba, y no iba a dejar que eso se desperdiciara.
Hyukjae avanzó lentamente sobre él,
sosteniéndole las piernas abiertas con su cuerpo. Las sábanas estaban húmedas,
pero eso era tanto culpa de él como suya.
Incluso ahora, podía sentir el
resbaladizo calor deslizarse mientras el cuerpo ansiaba ser llenado.
Donghae le agarró la cabeza y tiró de
ella hacia abajo para un beso. Cuando su boca se encontró con la suya, un pulso
de algo oscuro y peligroso se estrelló contra él a través de la Luceria. Eso
trajo consigo una marea creciente de lujuria y necesidad física, y una pizca de algo… mortal. Iluminado por una fracción de
segundo, como un relámpago, el sentimiento desapareció, y todo lo que quedó fue
el rítmico latido de su propio corazón. Era como si Hyukjae lo hubiera apartado
de él, empujándole lejos.
Y eso no le gustaba.
Lo echó hacia atrás y le miró a los
ojos.
—Déjame entrar.
—No. Tú no perteneces allí.
Pendejadas. Se sentía demasiado bien
para que él no perteneciera. Le ocultaba algo, e iba a averiguar qué era.
Agarró su polla, deslizando los dedos
sobre ella, extendiendo la resbaladiza humedad desde la base hasta la punta. La
mandíbula de Hyukjae se apretó mientras dejaba escapar una siseante maldición.
—Quiero sentir lo que sientes de nuevo.
Déjame entrar —ordenó.
Los tendones de su cuello sobresalieron,
y su cuerpo se estremeció mientras se reforzaba a si mismo sobre el de él.
—No.
Él no era la clase de hombre que
aceptaba un no por respuesta. Intensificó el agarre, y aceleró el ritmo de los
movimientos mientras alineaba sus cuerpos.
—Lo quiero. Dámelo.
Hyukjae soltó un dolorido gemido y cerró
con fuerza los ojos.
—No quiero que lo veas.
—¿Ver el qué? —No contestó, entonces
deslizó la punta de su erección contra su entrada, cubriéndolo con el húmedo calor.
—No lo hagas —dijo él ahogadamente, pero
cualquier otra cosa que iba a decir, fue tragada por un gruñido. Sus ojos se
agrandaron y Donghae sintió romperse las compuertas entre ellos.
Las emociones le aumentaron por dentro
en una mezcla caótica de cólera y lujuria, proteccionismo y soledad. Todo se
arremolinó junto hasta que no pudo distinguir una cosa de la otra.
Hyukjae soltó un sonido ahogado, pero lo
miró fijamente mientras sus caderas se lanzaban hacia delante. La polla se
deslizó varios centímetros y luego todo en lo que pudo pensar fue en el modo
que le estiraba y le llenaba. El placer físico bloqueó el resto cuando Hyukjae
comenzó a moverse.
Su poderoso cuerpo lo envolvió,
apretándolo mientras sus caderas trabajaban, meciéndolo, obligándolo a tomar
más con cada embestida. Intentó decirle que redujera la marcha, pero no había
aire para hablar, y su propio cuerpo se retorcía, luchando por acercarse aún
más a él.
Había demasiados estímulos. El cuerpo le
brillaba con la sensación. Tenía la mente llena de pensamientos y sentimientos
que no eran suyos. El placer lo bañaba con cada respiración, y con cada empuje
de él en el interior se acercaba más y más a otro clímax devastador.
Las palabras repiqueteaban a través de
la cabeza… palabras quedas y desesperadas de disculpa y pesar. No podía
entender ninguna, pero el tono en que las encadenaba estaba claro. Hyukjae se
arrepentía de lo que hacía.
Él no. Ni siquiera estaba cerca. Estaba
devastado por ello, estirado en tantas direcciones que no tenía ni idea de a
dónde iba, pero nada importaba. Lo único que le importaba era la sensación de
su cuerpo moviéndose contra el suyo, y la profunda y resonante satisfacción que
le ronroneaba en la mente.
—Está bien —jadeó—. Es bueno. Tan bueno.
Un gruñido salvaje retumbó de Hyukjae, y
alzó las caderas, posicionando su cuerpo para poder deslizarse poco a poco más
hondo.
Fue todo lo que necesitó. El cuerpo se
le contrajo y luego estalló en una explosión de placer y luz. Antes incluso de
tener tiempo de coger aire, sintió a Hyukjae tensarse y hundirse profundamente.
Su semen bombeó dentro de él, haciéndole gritar cuando lo elevó aún más alto.
Se quedó allí, suspendido en la pura sensación y la satisfacción física por lo
que parecieron horas. Entonces, por fin, la tormenta disminuyó y se relajó en
sus brazos.
Hyukjae siguió moviéndose dentro de él
con empujes lentos y estables que mandaban rápidos estremecimientos,
completamente destrozado y aún así de alguna forma restaurado.
Tras lo que había pasado, no estaba
seguro de poder sentir de nuevo un placer así en la vida. Pero ahora, con Hyukjae
todavía duro en el interior, y su poderoso cuerpo cubriendolo, tenía la
esperanza de que al menos una parte de su antigua vida fuera normal. Incluso
mejor, si lo que acababa de experimentar era una indicación.
Nunca había sido tan bueno antes, y una
parte de él se preguntaba si alguna vez sería tan bueno con otro además de Hyukjae.
Hyukjae observó dormir a Donghae. Su
piel todavía estaba sonrosada, y su labios hinchados y separados como si
esperara otro beso.
Él se mantuvo bajo control, agradecido
de que el monstruo se hubiera arrastrado de vuelta a su fría y húmeda jaula y
lo dejara malditamente solo. Hyukjae se sentía… en paz. No luchaba contra sí
mismo, o demonios o incluso contra los de su propia especie. Simplemente
existía en este lugar tranquilo donde podía oír el débil sonido de la
respiración de Donghae al compás con sus propios latidos del corazón.
Sostener a Eunhae había sido muy
parecido a esto… otorgándole una sensación de equidad que no pensaba que
existiera en el mundo. Al menos, ya no para él.
Todavía deseaba a Donghae, pero la
furiosa necesidad había sido aliviada, y ahora se contentaba con estar cerca de
él, sabiendo que estaba a salvo.
Esto no duraría. Independientemente de
la magia que había forjado con su toque, pronto se iría, y él combatiría las
fuerzas que le rodeaban y con las interiores una vez más.
Hyukjae movió el cuerpo más cerca,
cubriendo su cintura con el brazo. Donghae se dio la vuelta hacia él,
apoyándole la cara sobre el pecho y soltando un suspiro de felicidad. Hyukjae
contuvo el aliento, intentando sentir algún cambio en la Marca de Vida, algún
balanceo sutil de las ramas que le dijeran que Donghae de algún modo había
devuelto el alma a la vida.
No sabía si era posible, pero cuanto más
tiempo pasaba con él -unido a él-más optimista se volvía. Antes no le había
importado casi nada. Hacía lo que tenía que hacer bajo un supuesto sentido del
honor y el deber, operando poco más allá del pensamiento de cuál era el modo
más eficaz de salvar a sus hermanos y matar a los demonios. Como un robot, hacía
las cosas sin preocuparse, pasando de una tarea a otra sin juzgar las acciones.
Estando vinculado a Donghae, eso había
cambiado. Ahora quería cosas… cosas imposibles, hermosas. Y mientras que las
emociones le daban la capacidad de estar con él de este modo, tras la pasión,
también le hacía difícil aceptar lo que sabía le esperaba.
Podría engañarle sólo durante un tiempo.
Donghae había aprendido a tocarle los pensamientos. Casi había visto al
monstruo. Sólo era cuestión de tiempo que no pudiera protegerlo más de lo que
se escondía dentro de él… de lo que realmente era. Descubriría el alma muerta y
todo lo que habían compartido quedaría para siempre corrompido por ese
conocimiento.
No quería eso. Quería que lo recordara
con cariño, no con horror. No podía soportar la idea de que se arrepintiera de
lo que habían compartido, o que, al hacerlo, mirara a sus
hermanos con escepticismo o desconfianza. Tanto como odiaba la idea, Donghae
tenía que seguir adelante y encontrar otro compañero… uno que estuviera entero
y pudiera darle todo lo que se merecía.
Sus dedos se le deslizaron sobre la
cadera en una caricia soñolienta. La lujuria empezaba a reunirse de nuevo,
nublándole los pensamientos de cómo de fácil sería tumbarlo de espaldas y
follarlo. Todavía estaba resbaladizo por el semen. La polla se deslizaría
fácilmente. Ni siquiera se daría cuenta de lo que hacía hasta que lo tuviera
donde él quería, extendido debajo de él, tomando cada pulgada.
Eso no estaba bien. Un hombre de honor
no se aprovecharía de Donghae. Un hombre de honor se levantaría y protegería su
sueño, asegurándose de que estaba a salvo mientras conseguía el descanso que necesitaba.
Así que eso es lo que hizo. Se arrodilló
a un lado de la cama con la espada frente a él, y se dejó ir a ese estado de
meditación donde la palpitante polla ya no importaba. Si el peligro se
acercaba, él lo sabría. Pero hasta que eso pasara, se cerniría aquí, en esta
zona gris, dejando que el cuerpo se disipara en la niebla.
Aquí no existían los pensamientos.
Ninguna pena por lo que pronto perdería. Era lo más cercano a la felicidad que
iba a conseguir.
Hermosos mi eunhae echi el polvo de su vida aigooo que emocion que emocion emocionante wiiii soy feliz espero que hyukie note algunos cambios en su vida apartir de ahora comience a sentir un pedacito de su alma aigooo que emocion y el capitulo fue only eunhae asi que soy aun mas feliz gracias yota unnie nos leemos en la proxima
ResponderEliminarafdsfadsfadsadsadada YA ERA HORAA!!!!!!!!!!! y donghae al fin pudo ver un poco mas alla de hyukkie !! !!
ResponderEliminarme encanto el hecho de que hyuk no lo lastimo, si no que fue tan cariñoso con el !!!!!!!! gracias pro el mp Yotita
Ohhhhh al fin ambos dejaron de lado ka conciencia y dieron rienda suelta a sus deseos.
ResponderEliminarMientras antes HyukJae acepte que Donghae tarde o temprano conocerá a la bestia que habita en lugar de su alma las cosas entre ellos serán mejores
awwwwww
ResponderEliminarpor fin ya era hora de que se unieran mas hyuk queria que todo fuera perfecto con hae conocera a labestia de hyuk tarde o temprano ellos se necesitan y se quieren el uno al otro
enviame mp cuando actualizes
por fin mi tan esperado lemon! y que LEMON!
ResponderEliminarpues admire el autocontrol de Hyuk con ese monstruo, y pudo
disfrutar de Hae y hacerlo ver estrellitas!
no creo que Hae huya de Hyuk si ve al monstruo en su interior, ya quiero
que Hae lo descubra..quiero saber que hara!
muchas gracias por elmp!
Hermosoo!!!!!!!! <3.<3 asi he quedado despues de leerlo ahh por fin por Dios!! ahhhh me encanto por fin el eunhae se ha unido por fin *salta de felicidad, tira confeti*
ResponderEliminarGracias Gracias Unnie yota me hace feliz cada me llegan los mp ^^
saluditos!!
Estuvo increíble!!!! ya por fin se pudieron conocer!!! estaba genial me emocione mucho!!! también espero que ya Hyuk no pienese que no tiene futuro con Hae siendo que el también lo quiere!! me da curiosidad que pasara cuando descubra la bestia de Hyuk
ResponderEliminarGracias por el mp esperare el proximo
Rox Andres
hola unnie, hasta que por fin paso lo que tenia que pasar, se entregaron mutuamente, hyuk se abrio un poco mas a hae y estuvo a punde ver el monstruo de su interior pero yo creo que ni la criatura quizo que hae lo descubriera y dejo a hyuk hacerle el amor como queria, como él deseaba y fue una entrega mutua y total.
ResponderEliminarespero que a partir de aqui algo cambie para hyuk, que haya alguna esperanza para que recupere su alma.
hasta el prximo unnie.
hola
ResponderEliminaromg por fin este par se unió de la forma que querían hacer desde que se conocieron, y que unión tan llena de pasión y toda la cosa jaja
fue triste el pensamiento de hyuk de que quería tener un hijo y no puede, pero yo sé que con hae todo es posible él lo sanara completamente y si siguen así también se embarazara de el -bueno mejor que no lo deje como nuevo porque después la unión se corta y no quiero eso-
hae al fin pudo saber algo de lo que le oculta hyuk pero aun no es suficiente y seguro después sabrá más, solo espero que no se asuste con el monstruo y ayude a que hyuk deje de pensar tan mal de sí mismo y renazca su alma tururu he dicho jeje
fue un capi tan asdfajhfdcbjagcja (traducción=genial)
te agradezco por el mp
cuídate mucho
kisses
*0* fue tan bello
ResponderEliminarno pudieron aguantar más,ninguno de los dos,era la necesidad que tenian de estar juntos.Amo cuando los dos se ponen en su plan de no ceder.
Pobre hyuk,no quiere,pero tenia la esperanza de que esa union le hubiera regresado el alma.......pero tranquilo,que ya veras.
arrojarse a ese mundo,no me gusta,pero si es algo que lo mantiene en paz y a ese monstruo lejos,pues que medite,aunque ahora,el monstruo esta cansado.
aaaaaaaa no me esperaba lemon,lo juro,fue lindo,hae provocador *0*
siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii ............. por fin por fin estos dos tuvieron su momento y fue genial, espero que hyuk pueda ser. salvado no quiero que lo separen de hae
ResponderEliminaramo esta pareja es tan única
gracias por el mp en hato
esperaré tu siguiente actu
saludos ^^
Hermoso y tan triste por fin juntos, como uno, amandose, no lo dejes fuera hyukkie, dejalo contigo te ama, se enamoro de ti y tu de el aunque no lo admitas que genial, Yota me encanta gracias por tu MP, sigue asi amiga eres la mejor.
ResponderEliminarMe super encanto al fin el esperado lemon fuen tan lindo espero que aiga mas momentos como estos espero que hae y mi monito hermoso puedan estar juntos por siempre espero y hae tenga un baby
ResponderEliminarGracias YOTA por el MP nos leemos en la siguiente actualisacion te cuidas mucho kiss kiss
Att Eidenelf
Asombroso!!
ResponderEliminarAl fin se entregaron un cuerpo a cuerpo XDD
Increíble pero Hyuk aun le oculta algo y eso no es bueno.
Que pasara ahora?! esto estuvo muy interesante.
Gracias por el aviso, espero el siguiente.
Un saludo, que estés bien :D
rosaliehale
ResponderEliminarOh dios!! Estaba leyendo y no podia creer lo que leia, el lemon me agarro desprevenida (y eso fue lo mejor), me encanto, todo fue casi perfecto, solo falto que Hyuk le diera un voto de confianza a Hae y le permitiera ver lo que hay dentro de el. Pero como dicen "todo a su tiempo" y cuando llegue ese momento, se que Hae al ser una especie de genio en eso de la magia, lo ayudara a "reestablecer" su alma si se le puede llamar asi.
Me encanto el capitulo, gracias por actualizar =)