Como quería pasar el mal
trago lo antes posible, Leeteuk llamó a su madre aquella misma noche.
En cuanto recibió la
noticia se desmayó y Boom la tuvo que reanimar. Después volvió a tomar el
teléfono y suplicó a Leeteuk que le dijera que no era verdad lo que acababa de
oír.
—Pero es que es verdad,
mamá —le dijo Leeteuk—. Me voy a casar con Kangin dentro de una semana y media
y espero que Boom y tú asistáis a la ceremonia.
—No puedes hacerlo. Te
arruinarás la vida. Por favor Leeteuk, piensa en lo que vas a hacer. Por favor,
escúchame… —Inyoung continuó ordenando, discutiendo, suplicando.
Leeteuk la escuchó, pero
no cambió de idea.
—¿Por qué vas a hacer
una cosa así?
Leeteuk recordó lo que
le había prometido a Kangin y cruzó los dedos.
—Porque lo amo y no
puedo pensar en nada más maravilloso que en pasar el resto de mi vida a su
lado.
Inyoung dio un respingo,
pero por lo menos no se volvió a desmayar.
—Me parece de un mal
gusto increíble por parte de Kangin quererse casar tan pocos días después de la
muerte de su madre.
—Creo que a Seyoung le
hubiera gustado —replicó Leeteuk—. Y ahora te tengo que dejar, mamá.
Después llamó a sus
hermanos. Zhoumi y Donghae estaban casi tan alucinados por la noticia como su
madre, pero prometieron asistir a la boda.
Tan sólo Hee, su querido hermano Hee, se lo tomó bien.
—¿Kim Kangin? ¿No me
estarás tomando el pelo?
—Ya sé que es algo
precipitado, pero necesita mi ayuda, es un hombre fantástico y además
parecemos… encajar, ¿sabes?
—El amor a veces llega
así, de repente.
Leeteuk tragó saliva.
—Sí, eso parece.
—¿Leeteuk?
—¿Sí?
—¿Estás seguro de que lo
amas?
—Sí —trató de que se
reflejara seguridad en su voz—, mucho.
—¿El sábado veinte?
—Sí, creo que será en la
iglesia, aunque tengo que llamar para ver si está libre ese día.
—Sea donde sea, Siwon y
yo estaremos allí.
A la mañana siguiente se
lo dijeron a Min. Con los ojos llenos de lágrimas dejó la tostada que se estaba
comiendo en el plato.
—¡Cariño! —Leeteuk se
levantó y se acercó a él—. No queríamos hacerte llorar.
Min abrazó a Leeteuk.
—Esta vez es porque soy
feliz —lo apretó con fuerza—. Soy muy feliz, eso es todo… —tendió el brazo
hacia Kangin, que se levantó de la silla para que le pudiera abrazar también a
él.
Los días que sucedieron Leeteuk
estuvo muy ocupado atendiendo la cafetería, cuidando de Min, ayudando a Kangin
con los últimos detalles del funeral de Seyoung y empezando a organizar la
boda, para la que tan sólo faltaba una semana.
Se hicieron los análisis
de sangre y enviaron las invitaciones a todo el mundo. La iglesia estaba libre
aquel día por lo que podrían casarse allí como Kangin quería.
Leeteuk sabía que todo
el mundo hablaba de ellos, porque hasta Sora había abierto los ojos como platos
cuando le había dado la noticia de la boda.
—Pero, ¿por qué? —le
había preguntado—, si no es para nada tu tipo.
Leeteuk le dijo lo mismo
que a su madre y hermanos.
—Porque lo amo —cada vez
le resultaba más fácil decirlo.
—¡Vaya! Esto es muy raro
—exclamó Sora, pero después sonrió—. Bueno, la verdad es que resulta un hombre
muy sexy, con ese cuerpo tan
musculoso, esos ojos negros y ese diamante en la oreja —fingió estremecerse—, y
además no lleva tatuajes como casi todos los motoristas. La verdad es que no
podría soportar a un hombre con tatuajes —volvió a estremecerse y después le
preguntó con mucho interés—. ¿Hace bien el amor?
—¡Sora, vaya pregunta!
—Venga, ¿no me irás a
decir que no lo habéis hecho aún?
—Sora, ten un poco de
dignidad. Ya tienes treinta y dos años.
—¡No me seas mojigato!
Te habrá besado por lo menos, ¿verdad?
Leeteuk le sonrió,
distante y Sora empezó a aplaudir.
—¡Lo ha hecho, lo ha
hecho! ¿Y cómo fue?
Leeteuk no pudo evitar que
una sonrisa le iluminara la cara.
—Bien.
Cuando Leeteuk comunicó
a Yoochun su decisión de casarse, él le preguntó si era feliz y él le dijo que
mucho. La verdad era que cuanto más se hacía a la idea, más feliz se sentía. Min
no tendría que irse a vivir con Hakyeong y Leeteuk volvería a formar parte de
una familia.
—Entonces, felicidades
—le había deseado él.
—Gracias. Me siento muy
afortunado de poderme casar por amor —le había dicho, siguiendo con la
representación de su papel.
Al ver a Yoochun reírse
se preguntó si no se habría pasado fingiendo.
—¿Y ya no le hacen falta
mis pantalones y mi camisa al hombre que amas?
Le hizo una mueca y le
prometió devolverle su ropa al día siguiente.
El funeral de Seyoung
tuvo lugar a las dos de la tarde del sábado trece. La iglesia estaba a rebosar
de gente y Leeteuk se sentó con Min y Kangin en el primer banco.
Hakyeong y Kangsoon
también asistieron a la ceremonia y con ellos su joven hijo Jaejoong. Había
pasado mucho tiempo desde su última visita a Kona City. Todo el mundo decía que
desde su último divorcio vivía en la costa.
No pasó desapercibido
para Leeteuk. Al fin y al cabo Kangin lo había amado, o al menos eso se decía y
además era hermoso y elegante. Por su ropa se veía que tenía dinero. Leeteuk se
sintió demasiado vulgar a su lado.
Además Leeteuk podría
haber jurado que Jaejoong no hacía más que mirar a Kangin, aunque él tenía la
vista fija en el frente. Decía la gente que había obtenido mucho dinero de sus
divorcios, porque sus maridos habían sido hombres ricos, con éxito en los
negocios, pero nunca había conseguido la verdadera felicidad. Leeteuk se
preguntó si todavía se sentiría atraído por Kangin, a pesar de lo que había
ocurrido hacía años y cómo un joven con todo ese dinero y estilo podía tener
interés en un hombre como Kangin.
Pero nadie mejor que él
para saber el atractivo especial que tenía Kangin. Tan sólo lo había besado y
ya no podía dejar de pensar en lo que pasaría cuando se casaran y compartieran
la misma cama noche tras noche. Kangin había hecho mucho más que besar a Jaejoong,
o al menos eso se decía, así que tal vez él no había podido olvidar lo que habían
compartido a pesar del paso de los años.
Leeteuk no estaba celoso,
porque no estaba enamorado de él, tan sólo lo atraía sexualmente más que ningún
otro hombre que había conocido. De todos modos se alegraba de que Jaejoong no
viviera en Kona city donde Kangin se encontraría con él quisiera o no.
El sacerdote continuaba
su homilía y de repente Leeteuk sintió que Min le apretaba el brazo. La
necesidad de contacto que notó le recordó que estaba allí para ayudar al niño a
llevar aquello lo mejor posible y tomó su mano entre las suyas.
Después del funeral
enterraron a Seyoung al lado del padre de Sungmin y luego hubo una pequeña
recepción en las dependencias de la iglesia, a la que para alivio de Leeteuk no
comparecieron ninguno de los Kwan, lo que le hizo pensar que tal vez no debería
preocuparse tanto.
Pero estaba equivocado,
porque aquella noche nada más llegar a casa Kwan Hakyeong llamó a su puerta.
—Me pregunto si me
podrías dedicar unos minutos —a pesar de que estaba tan estirada como siempre,
su voz sonaba más amable.
Leeteuk frunció el ceño
con desconfianza.
—¿Para qué?
—¿Podría entrar, por
favor?
—No creo…
—Por favor —había
súplica en su voz.
Leeteuk dudó un momento,
indeciso, pero después la dejó entrar, aún sospechando que estaba cometiendo un
error.
—Por aquí —la llevó
hasta el salón y le indicó el sofá—. Siéntate.
Hakyeong se sentó en el
borde del sofá.
—No te voy a entretener
mucho.
Leeteuk también tomó
asiento en un sillón que había comprado en un rastrillo y que había tapizado él mismo.
—Muy bien. ¿De qué se
trata?
—He oído que Kangin y tú
planeáis casaros. ¿Es cierto?
—Sí, así es —le
respondió Leeteuk, muy erguida en su asiento.
Hakyeong se inclinó
hacia adelante, con los ojos brillantes, tratando de simular preocupación.
—Pero, ¿por qué?
Perteneces a una familia respetable. ¿Por qué demonios tendrías que querer
casarte con alguien como Kangin?
Leeteuk no dudó en su
respuesta.
—Amo a Kangin y él me
ama a mí. Queremos pasar la vida juntos.
La expresión preocupada
de Hakyeong se mudó en una de evidente desagrado.
—¡Eso es absurdo! No
creas ni por un momento que me trago una mentira tan ridícula.
Leeteuk le respondió con
frialdad.
—No me importa que lo
creas o no —se puso de pie—. Y tal vez haya sido un error dejarte entrar aquí.
—¿Has pensado por un
momento en la gente que te quiere? —se apresuró a decir, decidida a no
marcharse sin decir lo que pensaba—. Piensa en tu pobre madre. Seguro que Inyoung
ha enfermado con la noticia.
Leeteuk se mordió el
labio para no decir nada que pudiera lamentar más tarde.
—Mi madre está bien,
gracias. Boom y ella harán lo posible por asistir a la boda.
Hakyeong se estremeció.
—Kangin es un animal.
—Escucha, creo que será
mejor que te vayas.
Hakyeong se puso de pie.
—Escucha —le apuntaba
con el dedo, sin tratar de disimular ya que había perdido la calma—, ya sé lo
que tramáis, pero te aseguro que no va a funcionar.
—No sé de qué estás
hablando y te he pedido que te marches.
—Claro que lo sabes.
Sabes muy bien de qué estoy hablando. Kangin cree que si se casa podrá
conseguir con facilidad la custodia del pobre Sungmin y por alguna razón tú has
decidido ayudarlo.
—Te he pedido que te
marches.
Hakyeong no se movió.
—Me vas a escuchar.
—No, yo…
—Sé que quieres un
marido, toda la ciudad lo sabe, pero no debes hacer esto. No puedes degradar tu
vida con alguien como Kim Kangin. Nunca te hará feliz y además el matrimonio no
ayudará a Min. Al final lo hará más desgraciado.
Leeteuk miró a Hakyeong,
con asombro. Lo más terrible era que aquella mujer estaba segura de tener
razón.
—Te he pedido varias
veces que te marches.
—Ya me voy, pero antes
quiero que sepas que haré lo qué considere mejor para Sungmin y al final, no
importa lo caro o desagradable que sea el proceso judicial, conseguiré la
custodia del niño, porque debe ser educado en un hogar decente.
Leeteuk respiró hondo.
—¿Eso es todo?
—Sí, siempre que sepas
que este absurdo matrimonio no te va a llevar a ningún sitio.
Leeteuk se obligó a sí
mismo a sonreír.
—¿Absurdo? No es un
matrimonio absurdo. Kangin y yo nos amamos y queremos vivir juntos, por eso nos
vamos a casar. Y ahora, ¿puedo indicarte la salida?
—La puedo encontrar yo
misma.
—Muy bien. Entonces,
hazlo.
Tan pronto como oyó
cerrarse la puerta volvió a sentarse sobre el sillón, un poco tembloroso y más
decidido que nunca a que Hakyeong no pusiera las manos sobre Min.
A la mañana siguiente Leeteuk
llevó a Min a la iglesia y después lo dejó con Kangin mientras él se iba a la capital para comprarse el traje para el matrimonio.
Regresó tarde. Después
de dejar sus compras en casa se dirigió a la vivienda de Kangin para preparar
la cena, pero Kangin tenía otros planes.
—Vamos, iremos los tres
a cenar a Alvin´s Rest.
Leeteuk dejó la patata
que estaba pelando en el fregadero, y se volvió para dirigirle una sonrisa de
agradecimiento.
Alvin´s Rest. era el
mejor restaurante de Kona City. Servían carnes y mariscos en un ambiente muy
acogedor, donde no faltaban las velas y hasta una chimenea de piedra. A Leeteuk
le había gustado siempre comer allí porque la comida era buena y los camareros
muy amables. Al lado se encontraba la taberna del mismo nombre, donde Leeteuk
acostumbraba a pasar agradables veladas con sus amigos cuando la nieve cubría
las calles de la ciudad.
Kangin había reservado
una mesa en un rincón apartado y ya habían empezado a comer cuando Jaejoong
entró con un hombre al que Leeteuk no había visto nunca.
Se sentaron cerca de
ellos, a espaldas de Kangin, pero frente a Leeteuk, quien tuvo que soportar las
continuas miradas que el joven dirigía a la ancha espalda de Kangin.
—¿No está bueno el
filete? —le preguntó Kangin, al ver que no probaba bocado.
—No, está bien.
Se quedó mirándole y el
brillante que llevaba en la oreja hizo un guiño a Leeteuk, al darle la luz.
—Entonces, come.
Tomó el tenedor.
—Ya estoy comiendo.
Leeteuk se comió el
filete, pero no disfrutó de la cena. No podía dejar de preguntarse si el rubio
escondía algo en la manga de su camisa de seda.
Y no sabía lo que pasaba
por la mente de Kangin, al que parecía no importarle en absoluto que estuviera
allí. Leeteuk se preguntó hasta que punto era así. Tanta incertidumbre le
estaba llevando al borde de un ataque de nervios. Se sentía inseguro sobre los
planes que él y Kangin habían hecho. Aquella tarde se había gastado una fortuna
en el traje de boda y sus complementos, había reservado la iglesia y su salón
social para la recepción, contratado el banquete y encargado una tarta de tres
pisos.
Leeteuk estaba deseando
empezar una nueva vida con aquel hombre al que apenas conocía, encantado tanto
con encargarse de criar a Min como con compartir la cama de Kangin.
Pero, ¿y él que pensaba?
¿Estaría arrepintiéndose? Tal vez ya no quisiera perder su libertad. Tenía que
casarse con él para no perder a Min, pero tal vez fuera ésa la única razón.
Tal vez aún amara a Jaejoong
y al volverlo a ver y compararlo con Leeteuk se hubiera dado cuenta de la
enormidad del error que estaba cometiendo.
Para cuando terminaron
de cenar, Leeteuk había tomado la decisión de que él y Kangin tenían que hablar.
Y sólo quedaban seis días para la boda, así que tenía que ser pronto.
En cuanto Min se marchó
a la cama, Leeteuk se fue a buscar a Kangin. No le fue difícil encontrarlo, tan
sólo tuvo que seguir el sonido del Rock and Roll, y allí estaba, en el garaje,
ocupándose de su moto.
Al verle entrar se
limpió la grasa de las manos con un trapo y fue a quitar la música.
—¿Qué pasa?
Leeteuk luchó para
mantener la calma.
—Pensé, bueno, que
podríamos hablar.
Kangin se acercó a un
lavabo que había en el garaje y se lavó las manos.
—¿De qué? —le preguntó,
mientras se las secaba.
—Bueno, yo…
—Vamos, Leeteuk,
suéltalo —le dijo, con una media sonrisa.
—Kwan Jaejoong, o como
quiera que se haga llamar ahora.
Kangin colgó la toalla.
—¿Qué pasa con él?
—Estaba en el restaurante
esta noche.
—¿Y? —se volvió para
mirarlo.
—No hacía más que…
mirarte.
—¿Es eso problema mío?
—le preguntó, apoyado en el lavabo.
—Bueno, no, pero… —no
sabía cómo seguir y él no le estaba ayudando en absoluto.
Se apartó del lavabo.
—¿Entonces, cuál es el
problema?
No se sintió capaz de
enfrentarse a sus ojos y miró hacia otro lado. Kangin le puso un dedo bajo la
barbilla y todas las sensaciones que había experimentado la otra noche
volvieron a reproducirse. Sintió el olor del jabón que acababa de usar y lo
encontró excitante.
Le levantó la barbilla
hasta que sus ojos se encontraron.
—Habla.
Leeteuk obligó a sus
sentidos a concentrarse en lo que realmente importaba en aquel momento: la
relación entre Jaejoong y Kangin.
—¿Estuviste enamorado de
Jaejoong?
Se encogió de hombros y
dejó caer la mano.
—Sí.
—¿Locamente enamorado?
—le preguntó angustiado, sin entender por qué lo estaba.
Volvió a encogerse de
hombros.
—Sí, seguramente lo
estuve.
—¿Y ahora?
Kangin se sentó de lado
en su moto y lo miró largamente.
—¿Ahora qué?
—¿Lo amas todavía?
Lo volvió a mirar
durante un tiempo que a Leeteuk le pareció interminable.
—Diablos, no.
Leeteuk sintió que se
quitaba un peso de encima.
—¿De verdad?
—Leeteuk, ¿por qué no me
dices lo que se te está pasando por la cabeza?
—Bueno…
—Suéltalo.
—Muy bien, supongo que
simplemente lo quiero saber todo.
—¿Todo?
—Sí.
—¿Sobre Jaejoong y yo?
—Sí, o al menos lo más
importante.
—¿No te parece que pides
demasiado?
—Por favor…
—¡Demonios!
Detrás de él estaban las
escaleras que daban a la cocina. Se inclinó a limpiarlas un poco y después se
sentó en ellas.
—Soy todo oídos.
Meneaba la cabeza, pero
en sus labios había una sonrisa, que le hizo sentirse mejor.
—De acuerdo —murmuró.
Se sujetó las rodillas
con las manos y se contempló los dedos de los pies, a la vista porque llevaba
sandalias.
—Te escucho —le dijo,
con una sonrisa.
—Lo amaba.
—Eso ya me lo habías
dicho.
—Y él me amaba a mí
—miró a lo lejos, como si pudiera ver el pasado—, o al menos eso fue lo que me
dijo y Hakyeong no podía soportarlo. Su precioso hijito era demasiado bueno
para un tipo como yo.
Leeteuk recordó el
desagradable enfrentamiento que había tenido con Hakyeong la noche anterior.
—Creo que detesto a esa
mujer. ¿Te he dicho que me hizo una visita anoche?
—¿Hakyeong? —al verle
asentir, entrecerró los ojos—. ¿Y?
—Vino otra vez con la
misma historia.
—La próxima vez no la
dejes empezar a hablar.
—No lo haré. Y ahora
sigue, decías que Hakyeong pensaba que no eras lo suficientemente bueno para su
hijo.
—Así es. Le dijo que no
podía volver a verme, así que nos veíamos a escondidas y algunas noches trepé
hasta la ventana de su habitación.
—Y una de esas noches…
—Hakyeong nos pilló.
Desnudos en la cama de Jaejoong.
—¿Pero te acusó Jaejoong
de violación?
Kangin se pasó una mano
por la boca y el mentón.
—Jaejoong tenía tanto
miedo a Hakyeong como el pobre Kangsoon. Me quería lo suficiente como para
escaparse algunas noches para estar conmigo, pero no para enfrentarse a su
madre y decirle que era mi chico. Así que cuando Hakyeong nos pilló las cosas
se pusieron muy feas enseguida. Ella empezó a gritar y a acusarme de haberme
aprovechado de su hijo. Yo también la grité y le dije que aquello no era una
violación porque yo amaba a Jaejoong y él a mí.
En sus ojos se reflejaba
la pena que le causaba recordar lo ocurrido.
—Cada vez que me acuerdo
me doy cuenta de lo patético que debía estar esperando a que Jaejoong me
apoyara.
—¿Qué hizo Hakyeong?
—Se volvió hacia su hijo
y le dijo que sabía muy bien que yo lo había violado. Miré a Jaejoong, seguro
de que me iba a apoyar, pero temblaba y miraba aterrorizado a su madre. Sí,
mamá —dijo—. Me ha forzado.
Y allí estaba yo, sin
nada encima más que la sábana que me había enrollado al cuerpo cuando Hakyeong
irrumpió en la habitación. Me sentía tan herido que ni siquiera me molesté en
huir. Me quedé allí hasta que la policía vino a detenerme. Todo me importaba un
comino, lo único que quería era morirme —cerró los ojos un momento y echó la
cabeza hacia atrás. Después los abrió y miró al techo—. Pero viví —levantó la
cabeza y le miró—. Luego cuando empezaron los interrogatorios Jaejoong admitió
que su madre lo había obligado a mentir. Retiraron los cargos, pero el mal ya
estaba hecho —Kangin retiró la mirada y jugueteó con el manillar de su moto—.
Mamá estaba destrozada y mi pobre padrastro no sabía qué hacer —miró a Leeteuk—.
Mi padrastro no era un mal hombre, pero tampoco se atrevía a enfrentarse a Hakyeong,
así que pensé que sería mejor para el matrimonio de mi madre y su vida en esta
ciudad que yo desapareciera. Además me quería marchar de todos modos. Me habían
destrozado el corazón. Estaba loco por Jaejoong y él me hizo lo peor que alguien
puede hacerle a su novio. Lo único que quería era largarme, así que dejé la
ciudad y el instituto y me fui.
Leeteuk sintió lástima
de él.
—Lo siento, Kangin.
Todavía parecía tener la
mirada perdida en el pasado, pero de repente pareció volver al presente y lo
miró.
—Jaejoong ya no
significa nada para mí. Todo terminó entre nosotros.
—Pero Kangin…
—¿Qué?
—Bueno, que todavía
parece muy interesado en ti. No te ha quitado ojo esta noche en el
restaurante y tampoco dejó de mirarte durante el funeral.
Kangin se levantó de la
moto.
—¿Y qué? Puede mirar lo
que quiera. Te estoy diciendo la verdad, ya no significa nada para mí. Todo
sucedió cuando éramos unos críos y al final sólo resultó ser uno de esos jóvenes
a los que les gustan las aventuras, que trepen a su habitación por las noches.
Y si luego los descubren gritan que los han querido violar.
Compungido por su tono
de voz, Leeteuk se levantó para ponerse delante de él.
—Kangin, hablas con
tanta amargura…
Tenía otra vez la mirada
perdida, pero de repente lo miró a él y los rasgos de su rostro se suavizaron.
—Sí, tal vez hable con
amargura. Quien sabe lo que podría haber sido mi vida, si él me hubiera
apoyado, si hubiera dicho que me amaba y estaba orgulloso de mí, en vez de
gritar que lo había violado cuando su madre nos pilló. Tal vez no me habría
marchado de casa a los diecisiete años y hubiera seguido estudiando hasta
terminar por lo menos la secundaria.
Leeteuk se acercó a él,
deseoso de aplacar el dolor que le causaban sus viejas heridas, pero no se le
ocurría nada que decirle, así que le acarició el rostro con dulzura, sintiendo
la suavidad de su barba, la calidez de su piel.
y aqui me tienes loca con esta historia!!! ahhhhhhh ese Tukie sabe que se esta enamorando!! pero presiento que se va a armar un drama de los grandes!!! ahhh! perdon por no comentar el EunHae~ pero cada que leo estoy en un compu diferente al mio!!! ahhh no me odies! yo amo todos y cada uno de tus lindos Mp`s :3 ahhh I LOve ♥
ResponderEliminarPero que cuernos le pasa a esa bruja, quiera a Min como un trofeo para vengarse de lo que paso con su hijo y por que su hijo no deja de mirar a Kangin...pobre angelito sus inseguridades le están poniendo la vida a cuadros y le harán dudar de que realmente esta enamorado, ademas nadie de su familia excepto Heechul esta de acuerdo con su boda solo espero que no le haga uno de sus desplantes al mapache.
ResponderEliminarGracias por tu MP y ya sabes te leo en el siguiente capitulo
Dinna Rex
Aigooo que hermosos se van a casar por min y ya se estan contando cosas y queriendose ashhh ya llego el suripanto de jaejoon a hacer competencia desleal pero ya el toro es de mi patico y no se hable mas jajaj unnie gracias x compartir nos leemos en la pro
ResponderEliminarJaejoong es un cobarde mira que acusar a la persona que amas solo por no llevarle la contraria a su mamá, pues si quiere que mire pero que no se acerque a Kangin. Y su madre es de lo peor, mira que ir a amenazar a Leeteuk, menos mal que la puso en su sitio.
ResponderEliminarMe gusta los planes de boda, ya quiero saber que tal sale.
Nos leemos en el siguiente cap. Gracias por el Mp
Saludos ^^
Y lo beso..........ay si por favor,que lo bese seria lo mas bonito *0*
ResponderEliminarLa desilución al recordar,y el cambio al volver al presente. Desde cuando kangin gusta de leeteuk?
savemos que teuk apenas empezo,pero kangin?
todos felices por la boda,bueno,unos no tanto,pero todo esta casi listo.
aaaaaa que nervios,compartir cama con una persona que apenas has empezado a conocer en verdad
booodaaaaaaaa
aish,esa vieja,lo que no come le hace dañoㄲ
Actualiza pronto porfavor!!!esta bien weno!!!
ResponderEliminarMe encanto ahora todo mundo esta encontra de que se casen era de suponerse y todo es por culpa de vieja y su hijo que es un cobarde yo creo que teukie ya le dieron celos espero y no se arrepienta de casarse con kagin tan lindo min se puso todo feliz con la noticia
ResponderEliminarGracias YOTA por el MP nos leemos en la siguiente actualisacion te cuidas mucho kiss kiss
Att Eidenelf
ahhh pobre mapachito ha sufrido mucho, pero se que teuk le ayudara a sanar las heridas del pasado, teuk se esta enmaorando o ya lo esta aceptando ^^
ResponderEliminarme quede con ganas de mas!!! esta muy bueno muy bueno!!!!
gracias por el mp
saluditos!!
Omo pobre kagin estupido lo decepciono mucho y ahora esta dolido, ¿lo habra dejado de amar? y si se ofrece a el que hará?, espero que no le haga daño a Leeteuk, se van a enamorar a teukkie ya le gusta y mucho aunque sea por el bien de Min algo de atracción hay, eso espero....jejje muy bueno Yota, gracias por el MP
ResponderEliminarpobre kangin ser traicionado de esa manera por la persona que amas .... fue muy cruel ....... pero ahora teuk estará con el y le ayudara a curar esas heridas
ResponderEliminarme encanta esta historia
gracias por el mp
esperaré tu siguiente actu
saludos ^^
Aghh que feo lo que le hizo Jae a Kangin, fue muy cobarde.
ResponderEliminarKangin tiene todo el derecho de sentir un poco de amargura por lo sucedido, y es obvio pensar que ya no siente nada por Jae, es que uien va sentir algo por alguien cuando ese alguien no te apoyo cunado lo9 necesitabas.
Yo creo que Leeteuk tiene la autoestima un poco baja, no tiene confianza en si mismo pero me alegra que decidiera hablar con Kangin sobre el asunto y no guardarselo como lo hacen la mayoria.
Muchas gracias por el mp =)
gracias por el mp.....este tu fic cada vez me interesa mucho mas..ahora se viene la boda...pienso qye teuky esta celoso por el ex de kangin...se le nota a leguas...espero actualicces pronto como siempre espero tu mp
ResponderEliminarahhh pobre kangin debió sufrir mucho por lo que sucedió es que no me imagino que tu suegra te pille te acuse violación y que supuesto amor de tu vida te de una patada es una mentada!1 pero la verdad es que las madres si dan mucho miedo jaja
ResponderEliminarpor otro lado es obvio que Teuk esta celoso por que apareció el ex y parece muy interesado en el mapache además de que la bruja , su madre espero que el pobre no colapse antes de la boda déjenlos ser felices que quiero lemon de estos dos jajaa ok me controlo gracias por MP
atte jangaara