La primera
semana después de haberse ido fue la peor. Me zambullí en la escuela y recogí
cada turno extra que pude en el bar y no solo porque tenía que pagarle a Donghae
una exorbitante cantidad de dinero. Tenía que mantenerme ocupado o sentía que
me rompería en pedazos.
Mis amigos
preguntaron cómo lo estaba haciendo cada día y cada día mentía diciendo que yo
estaba bien. Incluso apreté los dientes y escuché a Heechul cuando me dio los
detalles de cómo estaba yendo la gira.
Al parecer, era
incluso más popular que la banda que estaba liderando, lo que no era una
sorpresa en absoluto. Henry era un dios del rock y ahora toda Europa también lo
sabía. Me pregunté si, cuando regresara, finalmente iba a firmar con una gran
firma y lanzarse al verdadero estrellato. Merecía ser reconocido por lo
maravilloso que era.
Corrí más que
nunca en toda mi vida. Era lo único que me agotaba lo suficiente como para
poder conciliar el sueño a la noche, e incluso así me seguía despertando y
rodaba para tocar un espacio vacío en la cama. Cuando eso sucedía, daba la
vuelta y finalmente me daba por vencido, y me limitaba a salir de la cama y
cruzar el pasillo para dormir en la cama vacía de Henry, porque todavía olía a
él y hacía que mi Corazón doliera menos.
Hubo veces en
que Heechul decía algo y luego simplemente me miraba, y me daba cuenta de que
se suponía que tenía que reír o aportar a la conversación mi granito de arena,
pero ya nada me parecía gracioso. Apestaba. Me sentía vacío y hueco y eso de
alguna manera era peor que tener a alguien sabiendo cómo solía ser mi vida.
La segunda
semana fue un poco mejor. Dejé de escuchar los tristes acordes de una guitarra
y me las arreglé para permanecer en mi propia cama durante la mayor parte de la
semana. El único momento difícil fue cuando escuché a Heechul hablando con él por
teléfono y quise perseguirlo y arrebatárselo para preguntarle a él cómo estaba,
preguntarle si había encontrado alguna versión europea desagradable de mí para
ayudarlo a sanar su roto Corazón. Esa noche, no solo dormí en su habitación,
sino que también con su camiseta. Fue patético.
Tuve mil
mensajes de texto en mi teléfono que luché día tras día por no enviarle. Quería
decirle que lo extrañaba, que lo amaba y que nadie jamás sería para mí lo que
él era. En cambio, escuché tristes canciones y me repetí una y otra vez que era
lo mejor.
Para cuando la
tercera semana llegó, fingía como un profesional estar bien. Donghae ya no me
miraba mal y Heechul estaba hablando de Henry como si eso no me rasgara cada
vez que decía su nombre. Incluso había aceptado tener un par de citas de café
estrictamente platónicas con Calvin, solo para reforzar que no estaba interesado
en él y que mientras pensaba que era un tipo estupendo, mi Corazón simplemente
le pertenecía a alguien más. Él lo tomó como un grano de sal, pero siguió
llamando y mientras tenía a todos los demás buscando grietas en mi fachada de
indiferencia, decidí que no dolía mantenerlo cerca.
Estaba
acostumbrándome a la ausente sensación que llevaba sobre mí, acostumbrándome a
la idea de que así era como mi vida iba a ser desde ahora, porque no había
reemplazo para alguien como Henry. No había manera de esquivar que él era lo
que mi futuro se suponía que sea cuando el pasado decidía que no había
terminado todavía de jugar conmigo.
Me estaba
preparando para el trabajo, de pie en el baño inconscientemente viendo toda la
basura que Henry utilizaba para salir tirada alrededor, cuando ese mismo número
extraño de China que había estado llamando
desde hace semanas
apareció de nuevo
en mi teléfono.
Iba a ignorarlo, pero luego supuse que solo sería Kangin, y ya que no
había sabido de él en más de un mes, decidí que sería mejor contestar y dejarlo
registrado, o preguntar por dinero, que era lo más probable. Apoyé el teléfono
entre mi oreja y mi hombro mientras me las arreglaba con mi cabello y
respondía.
—¿Hola?
No era Kangin.
No era Silas. No era mamá. No era nadie que hubiera esperado escuchar de nuevo.
—Hola, Zhoumi.
Parpadeé un
segundo y me miré en estado de shock en mi propio reflejo en el espejo del
baño.
—¿Sr. Chengxi?
—No había ninguna duda de ese tipo de voz con el familiar acento. Era la voz
que me había liberado de Wuhan. Era la voz que me había convencido de que era
mejor que todas las cosas que estaba haciendo mal.
—Estoy seguro
de que esto es una sorpresa, pero tuve que llamar para informarte sobre Kangin.
Pude ver mi
desconcierto reflejado de regreso a mí.
—¿Kangin? —Estaba
seguro de que sonaba tan confundido como me sentía, pero estaba teniendo
dificultades para sumar dos más dos.
Hubo un
suspiro en el otro extremo del teléfono.
—Sabes que yo
siempre he creído en el karma. Pensé que al ayudarte, a sacarte de ese estacionamiento
de remolques y de debajo del pulgar de tu hermano, mi universo estaría en la
alineación y por un tiempo así fue.
—¿Me ha estado
llamando por el último mes o así?
—Sí lo he
hecho. Sabía que iban a enviar a Silas tras Kangin, así que quería verificarte.
Supuse que siempre y cuando contestaras, estarías bien.
Me apoyé
en el lavabo porque mis rodillas estaban repentinamente débiles.
—¿Qué está pasando
con mi hermano, Sr. Chengxi?
Hubo otro
suspiro y ésta vez casi pude sentir su pesadez. Le debía a este hombre mi vida, pero tuve una repentina
y furtiva sospecha de que estaba a punto de pasar a la categoría de “ninguna
cosa buena sale de Wuhan”.
—Kangin no les
dio todo el libro cuando le pagaste. Había un par de páginas que faltaban y el
club de motocicletas no está feliz.
Eso era justo
como Kangin. Partiendo de que suficiente por sí solo nunca fue su estilo y que
la codicia era un motivo demasiado poderoso.
—Kangin es
cosa del pasado, Sr. Chengxi. Le di el dinero suficiente para sentarse en la
playa y disfrutar de margaritas durante todo el tiempo que quiera. No puedo
recuperar esas páginas.
—Oh, sé eso, Zhoumi,
y no tienes que preocuparte acerca de las páginas faltantes. El club ya las
recuperó y por eso es que estoy llamando.
Mi estómago se
revolvió y sentí la oscuridad comenzando a girar.
—¿Está muerto
mi hermano?
Hubo mucho
silencio en el otro extremo del teléfono y pensé que iba a desmayarme.
—No, pero es
posible que desees volver a casa, porque honestamente no sé cuánto tiempo le
queda. Está en mal estado. Está en el hospital.
Me atraganté
un poco y me hundí en el suelo. El frío de los azulejos en la parte posterior
de mis piernas trajo un poco de claridad a mi mente que giraba rápidamente.
—¿Cómo está
usted involucrado en todo esto? —Una cosa estaba clara para mí ahora, este
hombre nunca me había ayudado a salir por la pura bondad de su Corazón.
—Me gustaría
que no lo estuviera. Me gustaría haberte visto solo alejarte y nunca pensar en
ti de nuevo, pero ese no es el caso cuando se vive en un pueblo pequeño como este.
—Sr. Chengxi,
por favor, solo llegue al punto.
—Mi nombre
está en ese libro, lo ha estado durante años.
Tosí una risa
que sonaba más como un animal herido muriendo.
—¿Así que me
salvó solo para sacrificarme cuando fuera conveniente para usted?
—Tu hermano
invita a los problemas, Zhoumi. Cúlpalo a él, no a mí. Cuando decidí ayudarte,
tuvo que obtener el dinero de algún lado y no había manera de que un maestro
tuviera ese tipo de fondos alrededor. Yo apuesto, lo he hecho desde hace años,
y a veces mi suerte es mejor que otras. Estaba en una buena racha cuando te
ayudé y ahora... —Hubo una larga pausa interminable y casi lo podía sentir
luchando por qué palabras usar para minimizar el daño que esta llamada estaba
creando en la estructura de mi realidad—. Ahora toda esa suerte se ha ido y era
conseguir a Kangin y el libro o terminar en un depósito de cadáveres. Siento
mucho que te hayas visto involucrado, Zhoumi.
—¿Por qué cosa
en el mundo iba Kangin a volver a Wuhan, sabiendo lo que le esperaba allí?
Estaba tan
perdido, tan confundido, pero una cosa era obvia, esta era solo una persona más
que me había utilizado como un medio para un fin. Una persona más que no podía
ver más allá de lo que pensaban que debería ser. Al final resultó que, siendo
la única persona que sabía dónde encontrarme, la única persona en casa con una
idea de cómo se desarrollaba mi vida fuera de las montañas, había demostrado
ser una muy buena moneda de cambio como para que él no la usara.
—Porque yo lo
llamé y le transmití el mensaje de que si no regresaba, el club iba a ir por
ti.
Susurré un
suspiro entre dientes.
—¿Usted los
había enviado aquí?
—Es mucho
dinero, Zhoumi. Un día, tal vez lo entenderás. Yo fui quién llamó a la
ambulancia cuando terminaron con tu hermano, así que tal vez en lugar de
juzgarme, deberías darme las gracias. Después de todo, la vida que estás
viviendo ahora, sin importar cómo llegaste a ella, fue por mí. Sabía que estaba
absolutamente haciendo lo correcto cuando te salvé de esta ciudad. Sabía que
había grandeza en ti y no me equivoqué. Te has convertido en un extraordinario
joven con mucho potencial. Hace que la parte culpable de mí se sienta mejor al
saber que tuve algo de parte en eso.
—¿Kangin
volvió por mí?
Eso no tenía
ningún sentido. Mi hermano era egoísta, era arrogante y en realidad, la única
persona que le importaba era él mismo. La idea de que se hubiera sacrificado
por mi seguridad era una locura.
—Sí. Él sabía
que lo que fuera que el club le hiciera a él no se podía comparar a lo que te
habrían hecho a ti, si te pusieran las manos encima. Por si sirve de algo, tu hermano obtuvo menos de
lo que merecía y si atraviesa esto, tal vez haya aprendido una lección.
Realmente siento que haya sido de esta manera, Zhoumi. Te mereces algo mejor.
La
comunicación se cortó en el otro extremo de la línea. Dejé la mía repiqueteando
en mi mano paralizada en el suelo. Puse mi frente contra mis rodillas y me
concentré en no perder el conocimiento. Todo era mucho para asimilar. Mi hermano, el Sr. Chengxi, cómo estaban las
cosas con Henry, todo se vino abajo a mí
alrededor, como un castillo de naipes.
Los
pensamientos de cosas que debería haber hecho de otra manera comenzaron a
golpear en la cabeza, a la izquierda y a la derecha. Las decisiones que había hecho,
buenas y malas, comenzaron persiguiéndose unas a otras en un círculo tan rápido
que estaba mareada y enferma al mismo tiempo.
Oí la puerta
del baño abrirse y miré a Heechul con ojos asustados. Debí haber sido todo un
espectáculo, porque se asustó un poco cuando dijo mi nombre.
—¿Qué diablos
está pasando? Pensé que te habías caído en la ducha o algo así.
Solo lo
miraba, a este pequeño duendecillo punk-rock que amaba, y me di cuenta de que el señor Chengxi estaba
completamente equivocado. La vida que tenía ahora no tenía nada que ver con
nadie más que conmigo. Estas personas me querían por mí y me amarían a pesar de
mí. Amaban lo que fuera que les había dado, sin hacer preguntas.
Las malas
decisiones y una vida vivida imprudentemente antes de llegar a este punto, no
valían la pena el sufrimiento de una eternidad, y tratar de salvar a Henry de
mí fue estúpido. Él era la única persona que alguna vez me había importado y
que me quería solo por mí, y no por lo que podía hacer por él. Si lo hubiera
dejado, el habría amado cada parte de mí y se habría asegurado de que los dos
estuviéramos a salvo de las cosas pasadas que seguían tratando de arrastrarnos.
Parpadeé hacia
Heechul justo antes de que me golpeara para llamar mi atención.
—Tengo que ir
a casa. —Mi voz se agrietó. Creo que todas las cosas que me hicieron ser quien
era estaban empezando a filtrarse, pero ya no tenía miedo de que nadie más lo
viera. Ya no tenía miedo de verlo en el espejo cada día.
—¿Casa? ¿Casa,
como China? ¿Por qué?
—Mi hermano
está en el hospital. No suena bien.
Él se puso de
rodillas delante de mí y puso sus delgadas manos sobre las mías, donde estaban
descansando en mis rodillas.
—Oh, no.
¿Necesitas que te acompañe? ¿Quieres que llame a Donghae? Ni siquiera sabía que
tenías un hermano.
Sacudí la
cabeza y la dejé caer hacia atrás hasta que chocó contra la puerta del armario.
—No. Mi madre
se largó con algún camionero. No es como si regresará de todas maneras. No es
La Madre del Año. Solo éramos Kangin y yo, y, normalmente, en realidad solo yo,
pero se lastimó tratando de hacer algo bien por primera vez en su lamentable
vida. Ahora tengo que volver a casa y espero que él salga de esto, para que
pueda patearle el trasero y darle las
gracias, en ese orden.
Tenía una
expresión de asombro en su bonita cara.
—Creo que eso
es lo máximo que nunca me has dicho acerca de tu pasado, nunca.
Cerré los ojos
y dejé escapar un suspiro.
—Eso es porque
no es una historia bonita y pasé mucho tiempo pretendiendo que nunca sucedió.
Solo ahora, que está justo en mi cara y me hizo alejar al único hombre que he
amado. Pensé que Henry no era el correcto porque hizo que todas las partes
antiguas de mí quisieran liberarse y tomar el control de esta maravillosa vida
que tengo aquí. Creo que he estado castigándome por cosas que he hecho en el pasado.
Henry habría sido una recompensa y me negué a aceptarlo, porque no creí que lo
mereciera.
Él se movió
para quedar sentado con las piernas cruzadas en el suelo delante de mí. No
podía apartar la mirada, sus ojos estaban llenos de simpatía.
—Zhou, no sé
quién crees que proviene de algún tipo de historia perfecta. Hyukjae apenas
habla con sus padres, la madre de Donghae es la Malvada Bruja del Oeste y Kyuhyun
odia tanto al marido de su madre que se mudó cuando era apenas un niño. Jjong
ni siquiera sabe quiénes son sus padres, mi madre se largó antes de que pudiera
caminar y me dejó con un padre que convenientemente olvidó que era un jovencito
cada vez que pudo y todos sabemos lo mal
que el padre de Henry trata a su madre. Ninguno de nosotros está disparando
solecitos de nuestros traseros, chico, así que no sé por qué piensas que debes
sufrir solo.
Envolví mis
brazos alrededor de su cuello y dejé que me abrazara de regreso. Fue tan
agradable solo apreciar a mi amigo, el saber que él estaba simplemente allí
para mí. Todo lo demás a lo que me estaría enfrentando de regreso a casa no
parecía tan desalentador.
—Gracias, Heechul.
—Eres una gran
persona, Zhoumi, y te mereces lo mejor.
Empujé mis
manos por mi cabello y dejé que me levantara del suelo.
—Lo tenía. Lo
dejé ir.
—No fue muy
lejos. Solo llámalo.
—Tal vez
después de averiguar lo que está pasando con mi hermano, pueda hacer frente a
ese problema. Kangin realmente podría no lograrlo. —Me sorprendió tanto que la
idea me atragantó.
—Déjame ir
contigo, o llamar a Donghae. Sabes que dejaría todo y probablemente incluso
alquile un Henry privado o algo así.
Sacudí la
cabeza y me dirigí hacia mi habitación.
—No. Necesito
hacer esto solo.
—Pero Zhou, si
algo malo sucede, no deberías tener que lidiar con ello solo.
—Si algo malo
sucede, te prometo que voy a llamar a las tropas, ¿de acuerdo?
Él me miró por
un segundo, y luego me apretó el brazo.
—¿Me lo prometes?
Lo abracé de
nuevo.
—Te lo prometo.
—Está bien,
bueno, mientras que haces las maletas llamaré y te haré una reserva, y te podré
en camino, ¿de acuerdo?
—Te adoro, Heechul.
—Bueno, soy
adorable, por lo que es totalmente comprensible.
Correteó hacia
el teléfono y empecé a juntar todo lo que podía pensar en una bolsa de viaje.
Llamé al trabajo y les dije que iba a perder un par de días y llamé a Donghae para darle una rápida
actualización. Eso llevó más tiempo de lo previsto, porque exigió venir conmigo
y no fue hasta que Hyukjae luchó por quitarle el teléfono y me dijo que se
sentaría en él hasta que aterrizara, que me las arreglé para salir por la
puerta. Heechul me llevó al aeropuerto, ya que tuve la suerte de conseguir un
vuelo de inmediato.
Estar de
vuelta fue como una bofetada en la cara. Todo el mundo se acercó un poco más lento
y habló un poco más dulce y para el momento en que estuve en el auto de
alquiler camino al hospital, empecé a sentirme como si nunca me hubiera ido.
Fue un paseo
corto en auto hacia el hospital. Todo el tiempo, todo lo que podía pensar era
que Kangin tenía por lo menos que resistir hasta que llegara allí. No importaba
qué clase de idiota egoísta solía ser mi hermano, nadie merecía morir solo y
asustado. Me adelanté llamando y me enteré de que todavía estaba en la unidad de trauma y que estaba
inconsciente. Esto hizo que mi piel se levantara cuando escuché la tristeza en
la voz de la enfermera. Es evidente que no estaba en buena forma y odiaba que
él estuviera así por mi causa.
Ni siquiera
tuve que preguntar dónde estaba cuando llegué allí. La enfermera de admisión
estaba obviamente esperando a ver si alguien iba a venir por el niño bonito
roto. Incluso al borde de la muerte, Kangin todavía tenía ese efecto. Me
llevaron a una habitación minúscula y casi me desmayé cuando finalmente puse
los ojos en mi hermano mayor.
Mi hermano más
grande que la vida parecía una marioneta rota. Había tubos y cables saliendo de
él por todas partes. No podía ver su rostro a causa de la gasa envuelta
alrededor de él. Tenía un ventilador en la boca y pude ver la forzada elevación
y la caída de su pecho, lo que indicaba que no estaba respirando por sí mismo.
Ambos brazos estaban enyesados y su pierna tenía algo que parecía un
instrumento de tortura medieval en él. Mal estado ni siquiera comenzaba a
cubrirlo. No parecía humano o vivo.
Tragué saliva
y me acerqué a la cama. Puse una mano sobre el yeso, en uno de ellos. Un médico
entró con una carta y se veía un poco sorprendido de verme.
—¿Es usted
familiar? Hemos tratado de ponernos en contacto con su madre, pero dijo que
estaba en otra ciudad y no volvería por unas semanas.
Me aclaré la
garganta.
—Soy su
hermano.
El médico me
miró por encima de sus gafas.
—Es posible
que desee recalcarle a su madre que la situación es muy grave. Podría desear
llegar aquí en caso de que su condición se deteriora aún más. Su cerebro estaba
sangrando. Lo pusimos en un coma inducido para ayudar con la hinchazón y para
ver si podíamos conseguir que se detenga. Es una situación crítica.
Aferré mis
manos alrededor de los barandales de la cama del hospital.
—Me quedaré
con él. Ella no va a volver.
—No se ve
bien. Incluso si se despierta, no hay garantía de que vaya a ser como era
antes. Francamente, es un milagro que haya sobrevivido tanto tiempo. Nunca he
visto una paliza así. Él debe haber puesto furiosos a gente muy mala.
Cerré los
ojos.
—Tiene un
talento especial para eso.
—La policía
está haciendo una investigación exhaustiva. Con suerte, descubrirán algo.
No lo harían. En
Wuhan las cosas no funcionan de esa manera aquí. Esto era solo buena justicia pasada
de moda, ojo por ojo y Kangin tendría suerte si sobrevivía. Me agaché y le di
un beso en su cabeza densamente vendada. Todavía tenía todas mis cosas en el
auto. No había manera en el infierno de que fuera a volver al remolque y
parecía que iba a estar aquí un rato, así que tenía que encontrar un hotel
cerca del hospital.
—Creí que ya
no teníamos nada en común, Kangin, pero parece que la protección de las
personas que amamos, incluso si casi nos mata, es un rasgo de los Wang. Realmente tenemos que ser más
inteligente que eso, hermano mayor.
Había un rubio
desnudo en la cama, al otro lado de donde yo estaba sentado en el pequeño
comedor en la habitación del hotel. Era un triste testimonio de la situación de
que yo estaba mucho más interesado en la botella de whisky delante de mí, de lo
que estaba en él. Había venido junto con uno de los chicos de SJM tras el set,
pero por alguna razón había estado sobre mí toda la noche, a pesar de que yo no
estaba ni remotamente interesado. Tal vez fue la barrera del idioma.
Era guapo, alto,
tenía mucho cabello rubio y lindos y grandes ojos azules. El problema era, que él
tenía todas esas cosas y estaba en mi cama, donde debería haber estado un
pelirrojo de piernas largas. Una parte de mí se moría por subir a su lado y
dejar que el whisky y un joven suave eliminaran el fantasma de Zhoumi por un
minuto. Desgraciadamente, una gran parte de mí sabía que era solo una solución
temporal, una solución que me haría sentir como una mierda en la mañana, y
hacer que los chicos de la banda se preocuparan por mí más de lo que ya lo
hacían.
Estar en esta
gira estaba desgastándome y no creo que estuviera escondiéndolo muy bien. Los
jóvenes, las fiestas, el alcohol y las drogas, todo era mucho para procesar,
mientras que yo estaba tratando de lidiar con un Corazón roto, y no importaba
lo que mis propios chicos me lanzaran o con lo que trataran de tentarme, no
tenía ningún atractivo.
Extrañaba Seúl.
Echaba de menos a los chicos en la tienda, extrañaba a Heechul, y a pesar de
todo, yo estaba preocupado por mi madre. No había ocultado el agujero en el centro de mi ser
donde Zhoumi debería estar y pasaba sin decir que la extrañaba la mayor parte
de todo.
Sin embargo,
la verdadera razón, la verdadera cuestión que estaba evitando que subiera sobre
el rubio, era Zhoumi. No podía dejar de pensar en él, y no podía dejar de ver
todas las cosas que yo estaba sintiendo reflejadas en mí en sus ojos. Me sentía
tan solo sin él, y ni por un segundo pensaba que él iba a estar esperando por
mí cuando volviera, ni siquiera después de ese beso de despedida.
Hasta ahora,
lo mejor de Europa fue la oportunidad de ver a un montón de muy buenas bandas.
En todos los países que nos detuvimos, en
cada bar que nos paramos, había bandas desconocidas tocando. Me recordó
lo mucho que me gustaba escuchar a otras bandas tocar, me encantaba descubrir
nuevos talentos y lograrlos exhibir, mucho más de lo que me gustaba el ser
adorado y adulado, mientras estaba en el escenario. Claro que me encantaba
tocar, amaba escribir canciones e
interpretarlas, pero absolutamente no quería hacer esto para vivir.
Estar de gira,
no importa en qué lugar del mundo era, llegó a ser un lastre después de un
tiempo. Yo quería mi propia cama, de preferencia con un lindo joven chino ya en
ella, y quería una noche sin pasarla en un bar, defendiéndome de groupies y
metaleros.
No estaba
hecho para ser una estrella de rock, pero era un trabajo perfecto convertir a
otros en una. Cuando llegara a casa, iba a reconstruir el estudio y buscar
poner en marcha mi propio sello discográfico. La idea me había excitado de una
manera que el rubio desnudo solo podía soñar con hacer. Por suerte para mí, el
resto de los chicos en la banda parecían tan agotados como lo estaba yo.
Andrew
extrañaba a su novia y a su hijo, y pasaba más tiempo en Skype que lo que pasaba
en el bar. Geoneo pasaba la mayor parte de su tiempo con los chicos de SJM,
pero en realidad solo estaba feliz de estar en el viaje, y Mike a quien
observábamos todos los días, para ver que él estaba luchando con su largo
esfuerzo de sobriedad.
Estar en
carretera era duro, y por tanto tiempo y tan lejos de casa, a todos nos
preocupaba que pudiera tener un traspié. No creo que nadie estuviera pensando
en firmar con el sello y estaba contento. La banda era sólida y hubiera odiado
que nosotros nos separáramos porque queríamos cosas diferentes. Ese pensamiento
golpeaba un poco, demasiado, cerca de casa en este momento para mí.
Me puse de pie
pesadamente, borracho, pero no lo bastante borracho y miré al joven. Tenía que
ponerlo debajo de mí o sacarlo por la puerta, y mi cerebro cansado no estaba
seguro de con qué opción iba a salir, cuando mi teléfono vibró en mi bolsillo
trasero.
O____O
ResponderEliminarSanta pacha del agarradero!!!!
Ahhhh "interés cuánto vales"
Que triste que Mimi se diera cuenta que el Profesor no lo ayudo desinteresadamente...
TT_____TT
Noooo mapache idiota!!!! Ahhhh por qué carajos se quedo con esas puercas hojas!!!!!
Noooooo
Ahhhhhh
Mimi~ llama a Henry.....
Ahhhh -se va a llorar a su rincón-
Justo eso...nadie es un ángel al 100%
ResponderEliminarNadie vive en un cuento de hadas.
Nadie tiene un pasado perfecto,ni un presente alejado de problemas y mucho menos...nadie sabe si el futuro será un mundo rosa si hacemos ciertas cosas.
¿Por qué castigarse de esa manera y llevarse entre los pies a alguien que se supone ama?
No siempre hacer lo "correcto" es lo mejor...y no siempre hacer algo que no debemos trae cosas malas.
Para muestra...ahí tiene a quien lo ayuda a salir de ese lugar.
Si quiere...aún puede hacer algo. Una llamada,un simple "hola" puede hacer la diferencia...si es lo que quiere.
ah espero y kagin logre salir de esta y mimi y henry hablen un poco
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