Se me hacía
tarde, lo cual no era lo mío. Pero desde que no pasaba las noches solo y Henry
hacía esa cosa para despertarme con las manos y la boca en lugares que me
hacían sonrojar solo de pensarlo, se estaba volviendo mucho más común.
No había oído
hablar de Kangin en dos días y mientras todo el mundo estaba todavía en el
borde por el intento de robo (sabía que de alguna manera estaba ligado a mi
hermano), no había visto al familiar desconocido acechando por ahí. Las cosas
solo avanzaban normalmente, y tenía una sensación de ansiedad de que mantener
las cosas con Henry en un nivel manejable
iba a ser todo un desafío. El hombre y el músico en él tenían capas
sobre capas que nunca había notado antes, y ahora que lo conocía realmente,
superaba la fantasía de él, sentí que caía en un lugar del que no tenía
intención de salir.
Todo lo que
hacía, lo hacía con una intensidad y enfoque que nunca me había dado cuenta que
poseía. Al parecer lo impulsaba una gran demanda. Su teléfono sonaba a todas
horas día y noche, y él siempre salía corriendo para corregir cualquier fallo,
o manejar alguna crisis para una banda.
Había algo
relacionado con su propia banda que lo tenía emocionado y nervioso. No quería
hablar de eso, pero por lo que había reconstruido, los otros chicos querían que él subiera a bordo
en algún tipo de gira, y se molestaron cuando él no estuvo de acuerdo. También
estaban las llamadas que lo ponían de
mal humor y
hosco durante horas
y horas, y
cuando le preguntaba por
ellas, él solo se encogía de hombros y cambiaba de tema.
Luego estaba
el hecho de que él me cantaba cada noche. No sé cómo se suponía que no debía
caer completamente enamorado de él, y detenerme de construir sueños de algo
más, cuando cada noche me quedaba dormido con esa increíble voz adormecida con
canciones sobre amor y pérdida.
Me dio
tristeza pensar que mi mamá nunca nos cantó canciones de cuna cuando nos
llevaba a la cama. Todas las buenas mamás les cantaban a sus hijos. Era otra
cosa más que había perdido, y la había encontrado en esta nueva vida que había
construido para mí.
Estaba
tratando de recordar si había terminado mi tarea y si había agarrado mi
uniforme de trabajo, cuando llegué a un punto muerto. En la base de la escalera
que conducía al edificio de Ciencias estaban dos figuras familiares, y mi
estómago cayó hasta llegar a mis pies. Calvin estaba asintiendo con la cabeza
con entusiasmo y un rubio familiar estaba usando sus manos dramáticamente en un
gesto, haciendo que Calvin tirara su cabeza hacia atrás y riera.
No era bueno
que Kangin estuviera allí, y era aún peor que él de algún modo hubiera elegido
a Calvin como alguien atado a mí. Entrecerré los ojos en mi hermano cuando él
se dio la vuelta y me vio. Él sonrió y mostró todos sus dientes, y de inmediato
supe que estaba tramando algo. Esta era su acto de chico bueno y que estaba
diseñado para ser encantador y seductor, mientras robaba a su víctima ciega o
dejaba un rastro de destrucción a su paso.
—¿Qué estás
haciendo aquí?
Traté de no
estremecerme cuando pasó un brazo alrededor de mí, y me dio lo que se suponía que era un abrazo
fraternal. Conocía a Kangin, y esta era su manera de advertirme que me portara
bien o habría consecuencias.
—Bueno, has
estado tan ocupado con la escuela, el trabajo, y todos tus amigos, que pensé en
solo venir a ver dónde ha estado gastando todo su tiempo mi hermanito. Me encontré con este
chico aquí y mencionó que eran bastante cercanos. Le dije que estaba bien que
hubiera un caballero manteniendo un ojo en ti, te mereces lo mejor.
Lo miré por el
rabillo de mi ojo y cavé mi codo en sus costillas hasta que me dejó ir.
—Te dije que
estaba ocupado. No tengo tiempo para entretenerte.
Me quedé
mirándolo hasta que se vio obligado a mirar hacia otro lado. No lo quería aquí
e independientemente de lo que él pensaba hacer con Calvin iba a parar ahora
mismo.
—Ya estoy
llegando tarde a clase. Podemos discutirlo después.
Quería a Kangin
en el primer avión de regreso a China. Calvin me tocó ligeramente el brazo y me
dio su usual sonrisa.
—Tengo algo de
tiempo libre. Puedo mostrarle a tu hermano el campus mientras estás en clase,
si quieres.
Oh diablos no,
eso era lo último que quería. Calvin era un hombre demasiado agradable para que
estuviera a solas con Kangin. Mi hermano estaba trabajando en la caza de algo y
tenía que averiguar de qué se trataba.
—No, está bien
—dije al mismo tiempo, que Kangin dijo:
—Eso es
genial.
Nos miramos el
uno al otro a los mismos ojos. Antes, todo lo que siempre quise era que Kangin
me protegiera, y cuidara de mí porque éramos familia. Quería que viera y
apreciara los sacrificios que había hecho por él. No fue hasta ahora que
entendí que la sangre no hacía a la familia y que el sacrificio no importaba.
Había tomado una mala decisión tras otra con mi hermano, pero ahora tenía mi
propia vida y mi propio camino, y él no iba a meter la pata o arrastrarme hacia
atrás.
Calvin debió
sentir la tensión entre nosotros, se aclaró la garganta y se pasó una mano por
la nuca.
—Bueno, me voy
a tomar un café. Kangin, fue un placer conocerte y si quieres, la oferta del
recorrido está abierta, pero los dejaré para que se entiendan. Zhou, tengo que
decir que es bueno verte, te ves bien.
Suspiré y
agarré el brazo de mi hermano cuando él hizo ademán de seguir a Calvin.
—Gracias. Fue
bueno verte, también.
Me aferré a Kangin
hasta que Calvin desapareció, y luego lo sacudí de modo que nosotros
estuviéramos cara a cara. Le empujé con fuerza en el centro del pecho y estuve
satisfecho al verle una mueca de dolor.
—Qué carajo.
Se frotó la
palma de la mano sobre el lugar que empujé y entrecerró los ojos en mí.
—¿Qué pasó con
todos esos modales que solías tener?
—¿Qué está
tratando de hacer, Kangin? Ya te dije que no voy a ir contigo. Si piensas que Calvin
es un peón, entonces estás equivocado. Es inteligente y está arruinado. Los
estudiantes universitarios no tienen dinero.
Él apartó su
cabello rubio de su cara y apoyó la cadera en la barandilla de la escalera. Vi
a un par de jóvenes echándole un vistazo y quería gritarles que los tipos como Kangin
eran veneno, y que deberían tener un mecanismo de defensa natural para
advertirles que se alejaran de hombres como él. Él les devolvió la sonrisa y
luego se giró hacia mí con nada más que el frío cálculo en sus ojos. Este era
el Kangin que conocía. Este era el hermano del que había luchado tan duro para
alejarme.
—Él podrá
estar arruinado, pero su familia no lo está, y ese chico está perdidamente
enamorado de ti. Cuando le dije que era tu hermano mayor, creo que tuvo que
hacer todo lo posible para no pedir tu mano en matrimonio.
Di un paso
atrás, como si me hubiera golpeado físicamente, y parpadeé.
—No es como si
existiera algo entre nosotros. Tuvimos una cosa ocasional, pero se acabó.
—Para ti, ni
siquiera de cerca para él. Ni siquiera le importa que estés saliendo con el
chico de la banda. Apuesto a que él piensa que es solo una fase. Después de
todo, ¿qué joven puede resistirse a un hombre de una banda, cierto, Zhou?
Tuve que
concentrarme en mi respiración. El hecho de que él sabía sobre Calvin era malo,
pero el hecho de que él supiera de Henry era aún peor. Sentí mis manos
enroscarse en puños apretados a los lados.
—¿Qué está pasando,
Kangin? ¿En serio? No estoy jugando contigo, y si no eres sincero conmigo, no
tengo ningún problema en dejar que varios muy grandes, y muy tatuado chicos
sepan que estuviste detrás del robo en mi casa. Te juro que no va a terminar en
una forma que te guste.
Él entrecerró
los ojos en mí porque odiaba ser amenazado y ser amenazado por mí era algo
inaudito.
—Te dije que
estaba en problemas.
Crucé los
brazos sobre mi pecho y traté de no temblar.
—¿Qué tipo de
problemas?
—Tomé algo que
no me pertenecía y ahora unos tipos realmente malos, y realmente enfadados lo
quieren de vuelta.
Ahora, nada
pudo parar el temblor.
Los ojos que
coincidían con los míos se dilataron con genuino miedo y sentí mi estómago
convertirse en un ladrillo de cemento.
—Digamos que
no es algo que pueda reemplazar fácilmente.
Pensé que se
refería a drogas o dinero, y eso significaba que la gente no era mala, era realmente mala. Otra vez él
estaba en una situación que lo iba a conducir a la cárcel o la tumba.
—¿Cuánto
dinero?
Él no
respondió durante mucho tiempo. Miró algo sobre mi cabeza durante unos sólidos
cinco minutos antes de dejar que su mirada se fijara nuevamente en la mía.
—Veinte mil.
Quería
vomitar. Sentí como un puñetazo en el estómago. Cerré mis ojos firmemente y me
concentré en inhalar y exhalar lentamente.
—¡Oh, Dios
mío!
—Estoy en
problemas, Zhou. Van a matarme si no hago algo.
—Así que
primero pensaste, por supuesto, llegar y arruinar todo en lo que he estado
trabajando tan duro para construir aquí. Venir para que te sacara de problemas como siempre, sin
importar lo que eso significara para mí.
—Somos
familia, tenemos que cuidarnos el uno al otro y hacer lo que sea para
sobrevivir.
Apreté los
dientes.
—Sí, solo que
esto siempre significa que tengo que cuidar de ti, Kangin. Ya he terminado. No me acuesto con nadie para
evitar que rompan tus piernas, porque
esa es la única opción. No voy a salir con chicos que son demasiado viejos para
mí, o solo están interesados en usarme para conseguir contactos. Ya no hago rayas
de coca para adormecerme y olvidar lo mal que me hacía sentir la mierda que
solía hacer. Tengo algo bueno aquí y no voy a permitir que tú o tus idiotas
decisiones lo ensucien.
—No me vas a
ayudar, pero si dormirás por ahí con cualquier tipo que sepa tocar la guitarra.
Era lo más
cercano que mi hermano, mi carne y sangre, jamás había llegado a admitir que
tenía algún tipo de idea de las cosas lamentables que había hecho con el fin de
mantenerlo en una sola pieza. Me hizo sentir peor de lo que normalmente lo hacía, me había dado
por vencida a lo largo de las decisiones verdaderamente horribles que había
hecho regularmente en aquel entonces.
Le di un
codazo nuevamente en el pecho y lo enfrenté.
—Me acuesto
con quien quiero, cuando quiero, Kangin. No tienes derecho a decir nada,
después de todo lo que he hecho por ti. Te lo diré solo una vez: Aléjate de Henry.
No es un buen tipo como Calvin. Él no es estúpido, y el acto de imbécil que has
estado haciendo no lo va a engañar.
Él saltó de la
escalera y me fulminó con la mirada.
—Oh, sí, y
¿cómo crees que todos tus elegantes nuevos amigos se van a sentir sobre el bueno Zhou? ¿Alguno de
ellos sabe lo que solías hacer por diversión, lo que utilizabas para salir
adelante? ¿Alguno de ellos sabe verdaderamente de dónde vienes, o ellos solo
ven la versión pulida y lo toman literalmente? Aunque el chico rockero esté de
acuerdo con eso, ¿qué pasa con el resto? ¿Podrían mirarte igual si el resto de
ellos supieran que no eres nada más que basura de remolque?
Aspiré y me
mecí atrás sobre mis talones. Eso era exactamente lo que temía, pero esto era
un corte de kilómetros de profundidad viniendo de él. La mitad de todas esas
experiencias habían sido culpa de él, porque estaba siempre queriendo salvarlo.
La mayor parte
de las cosas que quería mantener enterradas ahora eran a causa de él. Al día de
hoy todavía no tenía pruebas concretas de que Kangin tuviera la menor idea de
las magnitud de las cosas que había hecho con el fin de mantenerlo vivo y
respirando. Y si él realmente lo sabía, como podría desafiarme al pedirme darle
aún más. Y si él no lo sabía, el hecho de que nunca haya hecho alguna pregunta
sobre ello era francamente desgarrador. Yo amaba a mi hermano, y me gustaba
pensar que en algún lugar muy dentro de él me amaba, pero no estaba seguro, y
es por eso que nunca podía confiar en él plenamente.
Saqué la capa
de indiferencia que había estado construyendo desde la última vez que vi a mí
alrededor al Inspector y me dirigí hacia las escaleras para poder ir a clase
sin tomarme la molestia de hablar más con él. Estaba enojado porque la clase
otra vez estaba ahora casi a la mitad.
—No te
importa. Lo que haga con Henry no es asunto tuyo, no tengo ninguna intención de
perder el tiempo que he invertido en dejar mi pasado. Mantente alejado de Calvin,
y mantente alejado de mí. Si puedo pensar en una manera de ayudarte con el
dinero, lo haré, pero eso es todo, Kangin. No voy a hacer esto contigo o para
ti. Creo que me mataría tener que enterrarte después de todo lo que he hecho
por ti, y merezco algo mejor que eso.
—No tengo un
montón de tiempo para que esto suceda, Zhou, así que incluso si tú no puedes
ayudar todavía tengo que encontrar algo.
—Supongo que
deberías haber pensado en eso antes de decidir saquear a un grupo de
delincuentes.
Él puso de
nuevo esa sonrisa que ponía mi piel de gallina.
—Un leopardo
no puede cambiar sus manchas, hermanito. Tal vez harías bien en recordar eso.
Lo vi alejarse
y me sentí como si el mundo estuviera cambiando bajo mis pies. Era despiadado,
era un sobreviviente y no le importaba a quien lastimaba o a quien pisaba para
conseguir lo que quería. Tenía que pensar en algo rápido o iba a desmantelar
sistemáticamente toda mi vida aquí en Seúl.
Dejé escapar
un grito de sobresalto cuando una mano se posó en mi hombro. Donghae levantó
las manos en señal de rendición y se rió de mí.
—Un poco
nervioso, ¿no?
Gemí y metí
las manos en mi cabello.
—Sí, podrías
decir eso.
Sus brillantes
ojos estaban afilados con preocupación.
—¿Está todo
bien?
El era mi mejor
amigo. Me amaba y yo sabía que no me iba a juzgar. Solo dejarlo recorrer el
camino, dejarlo tener acceso a toda la suciedad y el porquería que Kangin
traía, me congeló de forma sólida de adentro hacia afuera.
—Sí, creo que
estoy en el borde aún. Ya sabes, manteniendo ambos ojos abiertos y todo eso.
—Probablemente
es mejor prevenir que lamentar.
Asentí
distraídamente y me resigné al hecho de que iba a faltar a clase y tener que
encontrar una manera de tener en mis manos una gran cantidad de dinero muy rápido.
—¿Que ha
estado pasando con ustedes?
—Todavía
discutiendo con Hyukjae acerca de la casa. Le dije que me encantaría mudarme a
una con él, si me deja poner la mitad de la cuota inicial. Él se molestó.
Lo seguí por
las escaleras y lo dejé hablar mientras yo asentía y escuchaba con simpatía.
Nos detuvimos fuera del aula de mi próxima clase y tiré de su cabello para que
tomara un respiro.
—Donghae,
piensa en esto desde su punto de vista por un segundo. Este es un tipo que tiene problemas para hacer
vínculos con alguien, tiene dificultades para comprometerse a nada, y quiere
comprar una casa. Ofrecerte a pagar la mitad de esta tiene sentido lógico para
mí y para ti, porque tienes más dinero que Dios, pero para él se trata de tomar
algo que está tratando de hacer por ti, por ustedes, y hacerlo menos
importante. Además, es el dinero que proviene de tu gente, quienes lo odian, y
él no querría aceptar un maldito centavo de esas personas después de la forma
en que te han tratado. Él quiere hacer esto por ti, Donghae. ¿Por qué no iba a
cuidar de ti? Tú lo amaste incondicionalmente durante años y años. ¿No puede
ser ésta tu recompensa por eso?
Él me miró
parpadeando con sus grandes ojos y luego gimió.
—Bueno,
mierda. ¿Por qué no lo veo así?
Me eché a
reír.
—Debido a que
estás tratando de evitar ser herido. Ese chico preferiría masticar su propio
brazo que hacerte daño otra vez. Simplemente relájate y disfruta de amarse el
uno al otro.
Él levantó una
ceja hacia mí y abrió la puerta de la sala de clase. Ya había sacado su
teléfono y estaba enviando un mensaje de texto a Hyukjae. Yo realmente quería
lo mejor para ellos. Habían tenido un camino duro y merecían un descanso.
—¿De dónde
vino toda esta visión romántica de repente? ¿Acaso Henry se metió bajo tu piel
o qué?
Henry estaba
bajo más que solo mi piel. Estaba haciéndome cosas que eran francamente
aterradoras, y con Kangin avecinándose en el fondo, yo tenía que conseguir que
todo se juntara o arriesgarme a que explotara
en dolorosas piezas y pedazos a mí alrededor. Necesitaba el control, la
mano firme en mi vida que había mantenido desde que aterricé en Seúl hace años.
Tenía que recordar que yo estaba a cargo de mi destino, no Kangin y no Henry.
—Henry es muy
diferente de lo que yo realmente pensaba que era. Hay un montón allí que realmente nunca esperé o
aprecié totalmente. —No me estaba refiriendo solo a lo que estaba en sus
pantalones, tampoco.
Donghae estaba
sonriendo a lo que sea que había regresado a él en su teléfono, pero me
contestó de todos modos.
—Es muy fácil
en verdad pensar que estos chicos son solo de una forma por cómo se ven y cómo
hablan, pero una vez que te dejan entrar es un juego de pelota completamente
diferente.
Suspiré y
saqué un lápiz de mi bolso.
—Realmente me
gusta, Donghae. Quiero decir me gusta. Canta para mí en la noche y hace doler mi Corazón. La forma
en que me mira, me siento como si él estuviera tratando de separarme y ponerme
de regreso unido en una forma aún mejor.
Su boca se
abrió un poco.
—Vaya.
—Lo sé. No
estoy listo para algo de eso con él.
—¿Por qué no?
Si te hace sentir de esa manera, ¿por qué no solo saltas con ambos pies?
—Porque
entonces yo ya no estaría más en control de lo que está pasando entre nosotros.
El iba a decir
algo, pero tuvo que parar porque el profesor comenzó la clase y tuvimos que
poner atención. Mi vida se sentía de repente como si estuviera girando fuera de
control. Todo lo que quería era construirme una carretera sólida para el
futuro, de manera que nunca terminara de vuelta a donde estaba.
Ahora no solo
mi pasado estaba mirándome como un arma cargada, sino que mi futuro estaba
ligado a un tipo que no se preocupaba por
la seguridad y la estabilidad, pero me hizo sentir como si yo fuera la
única cosa en el mundo que le importaba. Era confuso y estresante, y mientras
más tiempo pasaba preocupado por ello, más pesado se sentía ese ladrillo de
cemento en mis entrañas.
Henry era un
gran tipo, pero el problema era que yo no era exactamente una gran chico, y no
sabía si estaba listo para que él supiera eso. Sabía a ciencia cierta que no
estaba listo para entregarle las riendas de lo que se que fuera o no nuestra
relación.
Después de que
la clase hubo terminado, yo sabía que Donghae quería hacer una recapitulación
acerca de lo que habíamos estado hablando, pero yo necesitaba salir allí como
necesitaba un agujero en la cabeza, así que me eché a correr cuando él fue
distraído por un compañero de clase preguntándole por una asignación.
Tenía grandes
problemas a los que hacerle frente, como dónde diablos podía conseguir el
dinero para Kangin. Siendo realistas, yo sabía que podía pedirle ayuda a Donghae.
Él puede no tener esa cantidad de dinero solo por ahí, pero era la única
persona que conocía que probablemente podría estar cerca de conseguirlo. Yo tenía alrededor de cinco
mil dólares en ahorros, pero se iban rápidamente entre la escuela y la renta, y
no había manera de que fueran suficientes para mantener a Kangin respirando, si
estaba tan metido como yo pensaba o era tan malo como él estaba insinuando.
Tenía dos
clases más y tenía programado trabajar un turno de cierre, pero tenía que
ponerme en contacto con mi madre para asegurarme de que estaba bien. La llamé
dos veces, pero fue al correo de voz, y traté de no entrar en pánico. Esto me
puso la piel de gallina al pensar que Kangin pudiera ser tan imprudente y tan
desconsiderado sobre cómo sus acciones afectaban a todos a su alrededor. Había
esperado y rezado para que cuando me fui de Wuhan, estuviera dejando atrás
todas las cosas horribles que mi hermano arrastraba con él.
Donghae me
envió un texto dejándome saber, en términos muy claros, que no habíamos acabado
de hablar, y yo empecé a temer tener que trabajar mi turno con él. No estaba
seguro de qué hacer con Henry, y tratar de explicarle las cosas a él no estaba
ayudándome a averiguarlo. Estaba corriendo por el estacionamiento, porque se me
estaba haciendo tarde otra vez y tenía que ir al centro, cuando sonó mi
teléfono. Ya que mi madre finalmente me estaba llamando de nuevo, me detuve y
le contesté sin aliento:
—Hola, mamá.
—¿Por qué me
has estado llamado todo el día, Zhoumi? Estoy ocupada.
Esa era mi
madre, perpetuamente pegada a los dieciséis años de edad y golpeada. Yo no creo
que ella haya madurado emocionalmente más allá de eso.
—¿Sabías que Kangin
está a Seúl?
—Por supuesto
que sí. Te echa de menos y quería verte.
Tuve que
morderme los labios para tratar de no soltarle una grosería.
—No, mamá, él
le debe a alguna gente en casa un montón de dinero. Está aquí para que yo pueda
ayudarlo, como siempre.
—Kangin es un
buen chico, Zhou. Es bueno que ayudes a tu hermano.
Siempre era lo
mismo. Cada vez que él iba a la cárcel, cada vez que tenía matones golpeando la
puerta, cada vez que me utilizaba o a ella, siempre era un buen chico a sus
ojos y eso nunca cambiaría.
—Te preocupas
demasiado, niño. Estar en esa escuela de lujo no ha hecho nada más que hacerte
que te guste toda esa gente de aquí que solía levantarte la nariz y correr en
círculos alrededor.
Suspiré, cerré
los ojos y apreté mis dedos alrededor del teléfono.
—Las cosas
cambian.
Ella soltó un
bufido.
—No, niño, la
gente cambia. Las cosas siguen igual.
Esa era la
actitud que la iba a mantener en un remolque en Wuhan el resto de su vida. Colgué
el teléfono y estaba listo para subir al jeep y dirigirme a trabajar cuando oí
mi nombre. Donghae estaba corriendo por el estacionamiento y hablando
rápidamente por su teléfono. Tiré mis cosas en el asiento del pasajero y me di
vuelta para poder encontrarme con él a mitad de camino. Trabajábamos en el
mismo turno, así que asumí que estaba teniendo problemas con el auto o que algo
había pasado con Hyukjae e iba a salir. Para lo que no estaba preparado era
para que él agarrara mi brazo y gritara:
—¡Henry está
en la cárcel!
Al principio
pensé que era una broma. Después de todo, yo lo había dejado acurrucado y
satisfecho esta mañana de camino a clase. No podía entender cómo se había
encontrado a sí mismo en suficientes problemas para ser arrestado entre
entonces y ahora. Me reí un poco.
—Tienes que
estar bromeando.
Él negó con la
cabeza, el cabello rubio volando en todas direcciones.
—No. Heechul
me acaba de llamar. Los tres chicos acaban de salir de la tienda. Supongo que
él llamó a Jjong para que lo sacara, pero todos se fueron. Dijo que tuvo que amenazar a Kyuhyun
con daños corporales para conseguir que le dijera lo que estaba pasando. Heechul
trató de llamarte, pero fue al buzón de voz.
Miré a la
pantalla de mi teléfono y en verdad tenía dos llamadas perdidas de él, mientras
había estado hablando
con mi mamá. Solo parpadeé estúpidamente, mientras traté
de reconstruir lo que estaba
sucediéndole a mi vida una vez ordenada.
—¿Por qué está
en la cárcel?
—Él no pudo
decirlo. Los chicos dejaron todo a la mitad de las citas y él estaba luchando por cambiar las fechas y
mantener la fortaleza. ¿Quieres que te lleve a la comisaría? Te ves un poco
pálido.
Yo no sabía lo
que quería hacer. Quería huir a un lugar donde Kangin estuviera de regreso en China,
a un lugar donde yo me apasionaba de Henry
en silencio y fingía que podía tener una relación con Calvin que
funcionara. Sacudí la cabeza y me volví hacia el jeep.
—Si él me
quería allí, me habría llamado y no a Jjong. Tengo que ir a trabajar.
—¿Zhoumi?
—Pude escuchar la pregunta en su voz, pero solo levanté una mano. Necesitaba un
poco de sentido de normalidad, una especie de patrón al que yo estaba
acostumbrado, de nuevo por un segundo.
—Ahora no, Donghae.
Voy a hablar con él cuando llegue a casa. No sé lo que está pasando, pero si
fue lo suficientemente malo para conseguir que lo detuvieran, es probable que
los chicos sean una mejor opción para él en este momento de lo que yo lo soy.
Él me frunció
el ceño, y por primera vez desde que nos conocimos cuando éramos estudiantes de
primer año, pude verlo en verdad juzgándome y encontrándome en falta.
—No sé si
estoy de acuerdo con eso, Zhou.
Solo sacudí la
cabeza hacia él.
—Bueno, no es
cosa tuya. Te veré en el trabajo.
Vi su punto en
su ceño confundido mientras salía del estacionamiento y me dirigía hacia el
bar. Mi mente estaba dando vueltas en un millón de direcciones diferentes y yo
estaba teniendo un momento muy difícil para poner todos mis pensamientos en sus
cajas asignadas. Estaba preocupado por Kangin,
preocupado por Henry, y tal vez, más importante que cualquiera de esas cosas,
estaba preocupado por mí mismo.
Podía sentir
el control deslizándose, sentir las paredes que había erigido para evitar que
estas mismas cosas sucedieran, comenzar a desmoronarse, y yo estaba
sosteniéndolo todo junto por solo la cubierta de mis dientes. Quién era y quién
quería ser estaba siendo desgarrado en partes separadas, y el yo que quedara
vulnerable y en carne viva. No tenía ni idea de cómo coser todo de nuevo junto,
o incluso si lo quería.
uf eso estuvo cruel pobre ya no sabe que hacer espero y habla con henry
ResponderEliminarTodo comienza a caer en la vida de Mimi, pero es algo que ya sabiamos, por que la verdad tarde o temprano sale a la luz
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