Heechul estaba
desparramado sobre Henry y yo y él tuvo que doblar su pequeño cuerpo en la
parte trasera del auto de Henry. Él nos dio a ambos una mirada de advertencia
de que si vomitábamos en su bebé, estaríamos limpiándolo, gastado o no. Heechul
encontró eso muy divertido y se rió, se echó a reír hasta que lo oí jadear en
busca de aire.
Henry dejó
escapar un silbido y tocó el claxon cuando pasamos la enorme camioneta de Hyukjae.
Vi a Hyukjae darle la vuelta, pero de ninguna manera le disuadió de lo que
estaba haciéndole a Donghae. Él lo había presionado contra la puerta del
conductor con sus brazos alrededor de su cuello y sus piernas alrededor de su
cintura.
Heechul estaba
divagando en la parte de atrás y se había girado sobre sí mismo por lo que
estaba acostado sobre su estómago con su cara hundida contra el asiento de
cuero. Salté un poco cuando una de las manos de Henry aterrizó en mi muslo.
—Parecías
estresado cuando regresaste a la mesa. ¿Está todo bien?
Estaba en la
punta de mi lengua decirle todo, Kangin, Silas, y todo el feo y sórdido
desastre, pero puse mi mano sobre la suya y la moví más arriba por mi pierna.
—Sí, estoy
trabajando en conseguir que las cosas funcionen.
Estaba borracho,
pero no lo bastante borracho para no saber que estaba siendo deliberadamente
vago.
—¿Hacer que
las cosas funcionen para qué?
Suspiró y se
pasó de acariciar a apretar. Me estremecí un poco y me moví en mi asiento, lo
que le dio mas acceso a la parte de mi anatomia que se estaba poniendo
rápidamente dura.
—¿De verdad
quieres meterte en eso ahora
Parpadeé hacia
él y entrecerré los ojos con irritación.
—Bueno, yo
estaba empezando a preguntarme si ibas a decir algo, o simplemente me pedirías
un viaje al aeropuerto algún día.
Su pulgar
golpeó el borde de mi ropa interior y por un segundo me olvidé que estaba
intentando enojarlo, porque vi las estrellas.
—Me voy de
gira durante un par de meses.
Aspiré una bocanada
de aire a través de mis dientes cuando sentí que maniobraba dentro de mi ropa
interior. Quería mirar hacia atrás a Heechul para
asegurarme de que
todavía estaba ido,
pero tenía miedo a moverme, miedo de que dejara de
hacerme todas las cosas malas que me
estaba haciendo.
—¿Por qué es
eso tan secreto? ¿No te vas de gira todo el tiempo?
Suspiró de
nuevo y casi le di un puñetazo, porque quitó los inquisitivos dedos por
completo. Me puse atento cuando vi que estábamos estacionados en frente de la casa.
Me retorcí para ayudar a Heechul a salir del auto cuando él literalmente pasó
como una tromba sobre el respaldo del asiento y se apresuró a salir.
—¡Tengo que
hacer pis ahora mismo!
Corrió hacia
la puerta tan rápido que nadie hubiera apostado jamás que estaba cerca del coma
hace un segundo. Me reí y lo iba a seguir a casa, pero Henry se inclinó sobre
mí y cerró la puerta. Apagó el auto para que la radio se quedara en silencio, y
éramos solo él y yo en el capullo de tranquilidad del asiento delantero de su
auto.
—Me voy a
Europa. Vamos con SJM, por lo que es una especie de gran cosa. Nunca he estado
fuera durante tanto tiempo una vez antes, o ido tan lejos porque siempre estaba
tan preocupado por lo que le pasaría a mi mamá. Ahora tengo otras razones para
estar todo alterado por esto.
—¿Debido
a que estás preocupado de que
él pudiera golpearla
otra vez?
—Vamos, Zhou,
sabes que eso no es de lo que estoy hablando.
Sus ojos
oscuros eran aún más oscuros en el silencio que nos rodeaba.
—Todos los días,
espero que me digas que fue muy divertido, pero tienes mejor mierda que hacer.
Ni siquiera quiero decirte lo que pasa por mi cabeza cuando pienso en decirte
que voy a estar en la carretera durante tres meses.
Me mordí con
fuerza el labio inferior. Apoyé una mano en su hombro y usé eso y el volante
para impulsarme encima de él, por lo que estaba a horcajadas en el asiento del
conductor. Llevé las manos a ambos lados de su cara y me incliné para darle un
beso. No quería que se preocupara por
mí, de dónde estaría mi cabeza durante su ausencia. Yo quería que se
fuera de gira a hacer lo que le gustaba, por una vez, solo por sí mismo, sin
equipaje. Deslicé mi lengua contra la suya, jugué con la barra en el centro de
ella y dejé que mis dientes rozaran y mordieran su labio inferior. Le di un
beso como siempre me besaba él, como si fuera el último hombre en la tierra en
el que alguna vez pondría mi boca.
Pasé mis manos
por sus hombros y lo miré directamente a los ojos.
—¿Vas a cantar
canciones enojadas anti-amor con alguien más mientras no estás?
Tosió una
carcajada y movió sus manos para que estuvieran en mi trasero.
—No.
—¿Vas a
encontrar a alguien más para cantar viejas y cursis canciones antes de dormir?
Se tensó
porque había conseguido pasar mis manos entre nuestros cuerpos cuando nos
presionamos con tanta fuerza y para enganchar la hebilla de su cinturón. No
estaba tan seguro de tener suficiente espacio para maniobrar con esos
pantalones apretados en su trasero, pero estaba más que dispuesto a darle una oportunidad
a la vieja escuela.
—No, Zhou.
Solo he querido hacer eso por ti.
Cayó, caliente
y pesado en mis manos y debió estar listo para el espectáculo en la carretera,
porque oí el sonido de la rasgadura de tela y sentí el aire frío de la noche
golpear la piel desnuda que mi ropa interior ya no cubría en mi trasero.
—Entonces deja
de preocuparte por nadie más que tú mismo. Estaré aquí cuando vuelvas y tal vez
para entonces voy a estar listo para tener esta conversación que estás claramente
ansioso por tener. Momento a momento, ¿recuerdas?
Él gimió
cuando me incliné para besarlo de nuevo. Yo estaba cansado de hablar, cansado
de pensar. Yo solo quería tenerlo dentro de mí y no me importaba que
estuviéramos afuera en su auto, cuando había dos camas en perfecto estado a
menos de cien metros de distancia.
Tuve un tiempo
mucho más difícil ignorando al malo Zhoumi cuando él estaba todo caliente y
mojado y palpitando tan deliciosamente entre mis piernas. El encuentro con
Silas y todo lo que estaba pasando con Kangin tuvo su cierre a presión en la
caja en que tan desesperadamente los había empujado.
—Tenemos que
tener algún tipo de conversación antes, Zhoumi, y tú lo sabes.
Él estaba
justo donde lo quería, la punta y el frío anillo rozando contra las partes
necesitadas de mí. Yo estaba dispuesto a deslizarme hacia abajo, para devorarlo
y desaparecer en la sensación que solo él podía proporcionarme, cuando sus
largos dedos repentinamente cavaron dolorosamente en cada globo de mi trasero.
Levanté la cabeza para mirarlo, necesitado y frustrado porque estaba siendo
difícil. El zumbido sexual que ofrecía era mucho más embriagador que una
botella entera de tequila, y él estaba a punto de ser golpeado si no me daba lo
que quería, como lo hizo ayer.
—Henry, en
serio, esto puede esperar hasta más tarde.
Traté de
liberarme, hundirme y sentarme en él, pero tenía su agarre demasiado apretado
en mí y yo estaba atrapado entre sus duras manos y el volante.
—No podemos
hacer esto aquí, Zhou. No tengo nada en mí.
Bueno, eso era
malísimo. Yo estaba listo, más allá de listo y podía sentir que él lo estaba
también. Lo besé otra vez y el malo Zhoumi fuera de la caja, estaba tan cansado
de tratar de mantenerla cerrada.
—No me
importa.
Y no lo hacía,
por lo menos no en ese momento. Mañana, sin duda lo haría. Infierno, en cinco
minutos, probablemente estaría en una situación de pánico en toda regla, pero
en ese momento, yo solo lo quería. No tenía nada que ver con el tequila que
giraba alrededor de mi sangre. Bastaba con que le importaba, que estaba lo
suficientemente preocupado por mí para poner el freno cuando yo no podía
incluso cuando podía sentir lo duro que estaba, y sintiendo que estaba tan
cerca del precipicio como yo.
Todavía estaba
tratando de mantenerme a raya de él, pero era inútil. Yo estaba demasiado
adormecido y él estaba tan duro, y había algo un poco loco y un muy sexy en
conectar en el asiento delantero de su auto. No había manera de que pudiéramos
resistir durante mucho más tiempo.
Cuando sentí
la fría presión del metal sin trabas por una vez, sin la cubierta de látex,
casi me desmayé. Mis ojos parpadearon y pensé que lo oí jurar, o tal vez me
dijo que me amaba. De cualquier manera, se perdió en las sensaciones que
estaban ardiendo por mi espalda y me hacían jadear contra su garganta. Sus
manos eran lo suficientemente fuertes que iba a tener moretones, me empujó y me
tiró hacia abajo, y yo ni siquiera podía recordar qué día era.
Dije su nombre
una y otra vez porque era lo único que tenía sentido para mí en ese momento, y
le oí gruñir algo sucio e incoherente. Que iba a perder, iba a romper todo el
lugar y llevarlo conmigo, cuando de repente se movió debajo de mí y lo sentí
salir. Yo estaba demasiado ido, demasiado cerca del final para que me
importara. Me estremecí y temblé, rompiéndome sobre él y le oí gemir y susurrar
mi nombre. Cuando tuve la oportunidad de abrir mis ojos nuevamente y recuperar
el aliento, lo único que pude hacer fue mirarlo con los ojos enormes.
Me besó en la
mejilla y se movió alrededor para hacernos llegar a alguna apariencia de orden.
Todavía estaba duro, seguía presionando contra
mí como una barra de acero y
parecía que se había tragado algo amargo.
Agarré su
mandíbula con una mano temblorosa y le obligué a mirarme. Sus músculos se
contraían y esos ojos oscuros, con su halo impío hicieron un mejor trabajo
desnudándome que cualquier cosa que se había utilizado en mí antes.
—¿Por qué
hiciste eso? —Mi voz era ronca y sonaba totalmente sexual, incluso a mis
propios oídos.
Puso sus manos
en mi cintura y me movió sobre él lo suficiente para que nuestras erecciones no
se estuvieran restregando. Dejó que su cabeza cayera en el asiento y entrecerró
los ojos en mí.
—No voy a
dejar que me utilices para tomar malas decisiones que te den una excusa para
alejarte de mí, Zhou. Cuando te vayas, va a tener que ser por una razón real, y
no solo porque puedes perder el control conmigo cuando nos conectamos y eso te asusta como el infierno.
No sabía qué
decir a eso, porque a través de la hermosa bruma todavía había funcionado,
sabía que él tenía razón. En la cruda luz del día, el sexo sin protección en el
asiento delantero de un auto era exactamente el tipo de cosa que me enviaría
huyendo de él tan rápido como pudiera.
Ese era
exactamente el tipo de cosa que me gustaba pensar que había dejado muy por
detrás de mí. Yo estaba buscando una manera de conseguir un poco de espacio
entre él y el nueva yo, y la mejor manera de hacerlo era dejar que el viejo yo
por fin tuviera su mal camino con él.
Dejé que me
recogiera en un abrazo que hizo a las mejores partes de nosotros alinearse de
nuevo. Yo no sabía lo que iba a hacer con él a largo plazo. Tuve una sensación
de hundimiento de que iba a terminar rompiendo su Corazón y el mío junto con
él. Ahora mismo, lo único que quería hacer era cuidar de él, así como él
siempre me cuidaba.
—Llévame
dentro, Henry. —No tuve que pedirlo dos veces.
Sabía que algo
estaba faltando antes de incluso abrir los ojos la mañana siguiente.
Normalmente, había interminables piernas enredadas con las mías y una nube de
cabello suave como una pluma, en mi cara. Esa mañana no. Estaba acurrucado
sobre su costado, de espaldas a mí. Tenía
las manos dobladas bajo su mejilla y el maquillaje todavía estaba
corrido bajo sus ojos cerrados.
Casi parecía
como si en algún momento de la noche hubiera estado llorando.
Seguro que
estaba con resaca después de la jarra de tequila que se había bebido y anoche yo no había sido muy
amable con él. Pero había algo más, algo que no podía ver, pero muy seguro que
podía sentir.
Esa era la
única forma en que había sido capaz de parar en el auto la noche anterior. Era
como si alguien se hubiera puesto físicamente entre nosotros para no poder
llegar a él. Casi me mató, eso había hecho que mi polla se tomara una fea y
desagradable venganza sobre mí, pero yo sabía, en algún nivel profundo de mi
alma, que lo único que Zhoumi necesitaba era una excusa tal que así, un simple
resbalón para encontrar una razón para alejarse.
Iba a
despertarlo, besar su hombro desnudo y tal vez algunas partes más interesantes
que la colcha le cubría, cuando mi teléfono sonó en un estallido furioso. Me
apresuré a contestar antes de que despertara a Zhoumi, pero ya era demasiado
tarde. Él gimió y se agarró la cabeza, como si eso ayudara. Para cuando
respondí, había arrastrado las mantas hasta por encima de su cara y estaba
insultándome de una manera que haría sentir orgullosos a mis chicos.
Me reí un poco
y golpeé la redonda curva de su culo bajo la pesada manta. No era como si Andrew
llamara antes del mediodía, pero toda la banda estaba corriendo a toda
velocidad para ponernos las pilas para la gira.
—¿Qué pasa?
Había un
montón de ruido de fondo, el choque de voces airadas y el sonido de sirenas
combinadas con la aterrada voz de mi guitarrista. Un escalofrío recorrió mi
espalda.
—Amigo, tienes
que llegar al estudio. Ahora.
Ya estaba de
pie y buscando en el piso un par de pantalones.
—¿Qué está pasando?
No vi a Zhoumi
sacar su cabeza fuera de las mantas, pero pude sentir sus brillantes ojos mirándome mientras me
ponía una camiseta y mis botas.
—Alguien
irrumpió: Todo ha desaparecido.
Parpadeé,
porque eso no tenía ningún sentido.
—¿Qué quieres
decir?
Probablemente
sonaba como un idiota, pero mi cabeza estaba dando vueltas en un millón de
direcciones diferentes. Todo en lo que podía pensar era en que si mi padre
estaba involucrado, ningún tribunal en la tierra iba a detenerme de matarlo de
verdad esta vez.
Zhoumi sacó
sus largas piernas de la cama y yo miré distraídamente mientras se ponía de
nuevo la ropa de la noche anterior. Solo que esta vez, se puso mi camisa con el
cráneo de vaca en él. No debería haber sido capaz de procesar que se veía súper
caliente, pero era él, así que lo hice.
—Todo. Los
instrumentos, el equipo de grabación, todo. Es como si alguien hubiera metido
un camión y limpiado el lugar. Llamé a la policía y al resto de los chicos de
la banda, pero tienes que venir aquí, ya que eres el dueño y todo está a tu nombre.
Metí mi mano
libre por el cabello y agarré mis llaves. Zhoumi me las arrebató de la mano y
sacudió la cabeza. El me musitó:
—Conduciré yo.
—Y me empujó hacia la puerta. Por suerte, Heechul aún estaba fuera de combate,
ya que no tenía ni el tiempo ni las ganas de explicar por qué estábamos
saliendo apresurados de la casa como si mi cama estuviera en llamas.
—Dile a la
policía que todo el edificio tiene alarma y también hay cámaras de seguridad,
si eso ayuda.
Vi a Zhoumi
echarme un vistazo por el rabillo del ojo que no pude leer, pero estaba
demasiado ocupado contando la pérdida total del equipo en mi cabeza. Solo los
instrumentos eran cerca de veinte mil dólares, pero el equipo de grabación y
todo el equipo principal que se llevaron junto con este, fácilmente triplicaba
ese número. Ni siquiera quería empezar a pensar en tratar de reemplazar todo, escatimando lo que
tendríamos que sustituir con el fin de salir de gira.
La idea hizo
hervir mi sangre y rayas rojas parpadearon ante mis ojos. Si se trataba de mi
padre, entonces no había nada en el mundo que fuera a detenerme de quemar todo
su mundo hasta los cimientos y bailar sobre los huesos desnudos y sangrientos
de nuestra relación.
Oí a Andrew
repetir la información que acababa de darle y oí a alguien cerca, en el fondo,
maldiciendo largo y fuerte.
—La policía
quiere saber si todo estaba asegurado.
Solté un
bufido y tiré de mi cabello en señal de frustración.
—Por supuesto
que lo está. Incluso los metaleros necesitan seguro.
Eso sacó una
risa de él y suspiré porque yo estaba repentinamente exhausto.
—No importa.
Vamos a tener que reemplazar todas nuestras cosas, por lo menos para hacer la
gira.
—Podemos
utilizar el equipo de reserva si es necesario.
—No. Estamos
comprometidos con la gira, comprometidos a hacer un sólido acto de apertura
para hacer de SJM un nombre en todo el mundo, yo no voy a defraudar a su lider.
Solo vamos a conseguir nueva mierda.
—¿Podemos
afrontarlo?
—Probablemente
no, pero es lo que hay. Te veo en un minuto.
Miré a Zhoumi
y me di cuenta de que estaba mordiendo su labio inferior algo ferozmente. Debió
haberme atrapado estudiándolo, porque me miró y forzó una sonrisa que no me
creí ni por un segundo. Volvió a ser todo humo y sombras, y el Zhoumi que yo
estaba empezando a conocer, del que estaba bastante seguro me estaba enamorando,
se había ido y en su lugar estaba este joven que me estaba mirando como si
fuéramos simplemente extraños.
—No tienes que
quedarte. Solo llévame y conseguiré que alguno de los chicos me traiga de
vuelta cuando haya terminado con la policía.
Él no dijo
nada, pero noté que sus manos apretaban el volante y hubiera dado cualquier
cosa por saber lo que estaba pasando dentro de esa excesivamente complicada
mente suya.
—Apuesto un
millón de dólares a que mi padre está detrás de esto. Él está enojado de que
tengamos que ir a la Corte que no me rindiera y le diera lo que quería. Esta es
probablemente su forma de vengarse de mí y por primera vez es muy eficaz.
—¿Tienes
cámaras de seguridad? —La pregunta sonaba tensa.
—Sí. Ese
equipo es caro y los instrumentos son de lo mejor, además de que a veces tengo
equipos de otras bandas que almacenan allí, así que siempre trato de mantenerlo
seguro. ¿Por qué?
No me miraba, pero su boca estaba estirada en un
gesto que parecía algún lugar tranquilo y aislado, así podría obligarlo a
hablar conmigo, pero eso no era realista. El se encogió de hombros y siguió
mordiendo su labio.
—Solo
preguntaba. No me di cuenta de cuánto valía todo esto.
Dejé escapar
un largo suspiro y empujé la parte inferior de mis manos en las cuencas de mis
ojos.
—No es solo
una afición, una banda con la que toco los fines de semana. Es mi trabajo, mi
vida, Zhou. Por supuesto que tomé medidas para protegerlo.
Caímos en un
silencio tenso. Yo no sabía qué decirle y estaba demasiado envuelto en el
remolino de todas las cosas desagradables debajo de mi piel, que no quería
atacar y hacer lo que fuera que estaba pasando peor. Cuando nos detuvimos
frente al estudio, el edificio estaba lleno de autos de policía y todos los
chicos de la banda estaban delante, viéndose tan enojados como frustrados. Puse
la mano en la manija de la puerta y me estremecí cuando su suave mano se posó
en mi brazo antes de que pudiera salir del Jeep. Esos ojos eran tan duros y
supe antes de que dijera cualquier cosa que lo que fuera que me esperaba en ese
estudio no iba a ser ni de lejos tan devastador como lo que él iba a decir a
continuación.
—Lo siento
mucho, Henry. Sea esto o no, no puedo hacerlo. Esto… Simplemente esto ya no
está funcionando para mí. No se siente más como una cosa de momento a momento y
no puedo manejarlo.
Podría haberlo
hecho fácil para él, solo dejándolo ir. Después de todo, no estábamos en una
relación, pero me estaba sintiendo agresivo y dividido y él tenía el maldito
tiempo mal cronometrado como para sacar esto ahora. Entrecerré mis ojos hacia él
y sacudí su mano de encima.
—Sí, claro, Zhou.
Debes estar preocupado por el simple hecho de que yo puedo conseguir que te corras y un imbécil
en chaleco no puede.
Vi su mueca y
susurró mi nombre como si lo hubiera golpeado.
Levanté una
mano y empujé la puerta abriéndola.
—No. No me des
cualquier razón que sea que te arreglaste para conseguir después de anoche,
porque sea lo que sea, los dos sabemos la verdadera razón, el verdadero
problema es que tú ni siquiera consideraste la idea de dejarme entrar. Eso es
solo una mierda porque podría haberme enamorado de ti. Demonios, probablemente
ya lo hice. Tengo mierdas de que ocuparme, así que supongo que nos veremos.
Él no volvió a
decir mi nombre y yo no miré hacia atrás, pero estaba segurísimo de que sentí
grandes cantidades de placer al cerrar la puerta detrás de mí con la fuerza
suficiente para hacer que toda la máquina rodara en su chasis. Andrew y Geoneo
se acercaron a mí y yo me negué a mirar por encima de mi hombro cuando se
retiró del estacionamiento.
Había un
agujero en mi pecho que Zhoumi había dejado atrás. Su rechazo creaba un lugar
muy abierto para toda esa emoción encendida y ardiente que trataba tan duro de
controlar para que escapara. La ironía era que la única persona que había
ofrecido algún alivio al calor, y algún escape de las llamas, era la persona que
había arrancado y liberado todo. Lo abrió y lo dejó abierto, para que todo el
horrible veneno fluyera hacia el mundo.
Pasamos horas
tratando de poner en una lista todo el equipo perdido para la policía. Sacaron
las cintas de seguridad y les dije que no se sorprendieran si la imagen del
ladrón era la de mi padre. Les dije que quería cualquier cargo que ellos
pudieran conseguir para presionar contra él. El resto de la banda estaba
estresado y estaban sacudiendo mis nervios ya desgastados, así que los ahuyenté
con una promesa de encargarme de todo mientras esperaba al perito de seguros.
Apestaba tener
tiempo para dar vuelta a las cosas una y otra vez en mi cabeza. Había sabido
que el trato con Zhoumi no era algo permanente, pero todavía me sentía como si él
hubiera arrancado mi Corazón fuera de mi
pecho y me lo hubiera entregado de nuevo después de decidir que no tenía ningún
uso para él.
Momento a
momento, mi culo, esto era más que eso, siempre lo había sido y nunca debí dejar
que me distrajera de tener esa conversación en el auto la noche anterior. No
estaba seguro de por qué su cambio había aparecido tan de repente, todo lo que
sabía era que dolía y me sentía como si se hubiera alejado más de mí de lo que
nunca lo había estado.
No era justo
para ninguno de nosotros. Había habido mucha tensión, tanta atracción, que
debería haber sabido desde el principio que el sexo nunca iba a funcionar entre
nosotros. Pero algo me decía que si hace todos esos meses, yo hubiera aceptado
su oferta, no estaría en este lío ahora. Si lo hubiera tenido cuando esas
defensas estaban bajas, habría una posibilidad de haber conseguido bajar la
pared antes de que él la construyera de nuevo. Ahora era demasiado tarde y yo
solo iba a tener que centrarme en arreglar el desorden actual y actuar como si
otro joven que me importaba tanto no había tomado algo más en la vida, además
de mí.
Para el
momento en que el perito apareció finalmente, me había llevado a mí mismo a un
estado de furia vibrante. Estaba bastante seguro de que el hombre estaba
aterrorizado de entrar en el edificio vacío conmigo, pero teniendo en cuenta
que era su trabajo, no tenía otra opción.
Todo lo que
quedaba de mi reluciente y brillante equipo era una maraña de inútiles cables
negros y la silla giratoria. Me senté en la cabina. Las fotos de la banda y los
carteles utilizados para decorar las paredes colgaban desordenadamente y una
solitaria lata de cerveza estaba de costado, goteando en el suelo. El estudio
estaba vacío, hueco y parecía un basurero, reflejaba totalmente cómo me estaba sintiendo por dentro.
Después de
mandar por correo un montón de fotos que tenía de los instrumentos y el equipo
de grabación en mi teléfono al perito, no pudo escapar de las vibraciones
asesinas que yo estaba lanzando lo suficientemente rápido, poco a poco iba y
venía en el escueto y vacío espacio mientras frotaba mis sienes. Todo lo que
podía ver era el paisaje estéril y lo único que podía sentir era el lugar en el
interior que estaba caliente y humeando de una
manera peligrosa.
Antes de que
supiera lo que pasó, algo en el centro de mí se desató. Era como cuando había
visto a mamá con el ojo negro, solo que esta vez era mi futuro el que estaba
roto y maltrecho. Era la única cosa que alguna vez había querido que
incondicionalmente me hubiera amado de vuelta y también había caído en las
manos de un agresor desconocido.
Dejé escapar
un grito que rebotó en las paredes y tomé el único mobiliario que quedaba en el
lugar y lo lancé a través del cristal que rodeaba el área de grabación. Un
millón de fragmentos cayeron en cascada
por todo el suelo y tintinearon contra mis oídos. Saqué
todas las demás fotografías de las paredes, arranqué los carteles y volví a
abrir todas las heridas en todos y cada uno los nudillos, hasta que la sangre
goteó de la punta de cada dedo.
Pateé la lata
por el suelo, derramando cerveza rancia en todas direcciones, rompí todos los
cables y los enchufes de la pared y los lancé en una pila en el suelo. Hice un
desastre. Para el momento en que había terminado estaba jadeando y sudando, y
la ira que quemaba en mi interior había disminuido a un nivel manejable. Quería
golpear algo, desgarrar a alguien, así que puse mis manos en mis rodillas y me
incliné para recuperar el aliento antes de que el calor quemara mi visión hasta
volverla negra.
Estoy 99.9% segura que fue KangIn y Mimi se siente tan mal que por eso dejo a Henry, me da miedo lo que hara Mimi por esto
ResponderEliminaro dios que feo para ambos que eso los esta alejando espero y encuentre pronto el regreso
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