—¿Por qué no
hablas de dónde eres o de tu familia? No me refiero a solo a mí. Heechul dice
que apenas has dicho algo de cómo era tu vida antes de la universidad. ¿Fue
malo?
Vi las paredes
levantarse y los portones cerrarse, aunque seguíamos desnudos e íntimamente
conectados. Su boca se tensó y toda la calidez borrosa que yo había puesto en
sus ojos disminuyó. Pensé que iba a intentar alejarse de mí, por lo que cerré
mi mano alrededor de su cuello, bajo su cabello y lo mantuve en el lugar. Él me
frunció el ceño pero no intentó irse. Bajó las manos y dejó caer su cabeza, por
lo que su mejilla estuvo presionada contra la cara gruñona del ángel de la
muerte en mi pecho. Puso sus manos en mi caja torácica y le respondió a la
pared en vez de a mí.
—No fue tan
malo, pero lo fue.
—¿Qué
significa eso, Zhou? —Acaricié arriba y abajo con mi mano la curva de su
columna. No importaba donde tocara a este joven, no había lugar en que lo
sintiera más que en mi polla.
Dejó escapar
un suspiro que hizo que mi piel se endureciera.
Él estaba
describiendo a un extraño. Esa persona sonaba tan alejada de este dinámico
joven colocado sobre mí que ni siquiera podía imaginarlos en la misma
habitación, mucho menos en el mismo cuerpo.
—Ni siquiera
sé qué decir a eso. No conozco a ese joven.
Su pulgar
estaba patinando a lo largo de las costillas y frotando la piel estirada entre
cada una. Era tranquilizador; él me estaba tranquilizando, y todo lo que quería
era ser el bálsamo que apagara el fuego en mí de una vez por todas. Pude decir
por su tono, por cómo seguía sin mirarme, que no íbamos de la mano por siempre
en su mente, sin importar lo calientes que estábamos en la cama, o lo
profundamente afectados el uno por el otro.
—No, pero él
te conoce. Sabe que me haces sentir salvaje y fuera de control y que quiero que
nunca se detenga. Sabe que debido a ti siento como si estuviera dispuesto a
hacer cualquier cosa para tenerte, y a la mierda las consecuencias y lo que se
interponga en mi camino. Porque llegas a mí como nadie jamás lo ha hecho y eres
más adictivo que cualquier cosa ilegal con la que me metí en el pasado. Sobre
todo, sabe que cuando estoy contigo, todo en lo que pienso es en ti y en mí, y
lo rápido que podemos encontrar un lugar para desnudarnos, o cuánto tiempo pasará
hasta que pueda acurrucarme en tus brazos y dejar que me cantes. No pienso en
el futuro, o la escuela, o todas las cosas importantes en las que necesito
trabajar para tener una vida para mí. Podrías ser mi dueño, Henry, y no quiero
que eso pase alguna vez.
Curvé mi mano
en su culo y tiré de su muslo por lo que estaba tumbado sobre mí. Tenía que
levantarme y cuidar del negocio, pero no quería moverme. El brazo que tenía los
relojes de Dalí en él estaba envuelto
alrededor de su hombro, y una vez más no pude evitar pensar que
cada minuto que pasaba con este joven era un minuto que iba a tener para
que me durara toda la vida cuando él ya no estuviera.
—¿Y si no
importa? ¿Y si me preocupara por él tanto como me preocupo por esta versión de
ti? No quiero que me pertenezcas, Zhou, solo quiero estar contigo.
Él suspiró y
besó mi esternón.
—Ni siquiera
yo podía preocuparme por él, Henry, y no creo que fueras capaz de evitarlo.
Quise decirle
que nada de eso importaba. Quise decirle lo importante que era para mí. Que
nadie además de tío Shindong y los chicos se habían preocupado por mí antes, y
que no sabía qué hacer con él preocupándose por mí. Sentí que eso era lo
suficientemente grande para hacerme pensar que posiblemente podría enamorarme
de él y querer aferrarme a él por siempre.
Quise decirle
que no podía ver un lugar en mi vida o en mi cama para alguien más que para él,
y que me hacía sentir que cada canción de amor que escribí alguna vez o canté
no tenía sentido hasta que él apareció en el cuadro. Pero no lo hice, porque
sabía que él no estaba listo para escucharlo,
y yo no estaba seguro qué significaba para mí lo que estaba sintiendo.
Al igual que
mi momento tierno, iba a aferrarme a él tanto tiempo como pudiera, hasta que el
fuego se volviera demasiado caliente y me quemara vivo de adentro hacia afuera,
y él no tendría más remedio que verlo arder.
Jueves por la
noche era “noche de jovencitos” y había sido así desde que Donghae, Heechul, y
yo habíamos compartido la casa.
Algunas noches
solo nos reuníamos con una botella de vino y veíamos películas cursis, algunas
noches nos poníamos todos emperifollados e íbamos a un club, y luego había
noches como esta, cuando todo lo que queríamos era olvidarnos de lo que fuera
que había estado arrastrándose por encima de nosotros durante la semana.
Salimos con la
única intención de acabar destruidos y descuidados. Había aprendido mi lección
hace mucho tiempo y a no tomar alguna clase el viernes por la mañana, porque
las noches como ésta llevaban a terribles después-de-mañana, y no era estúpido.
Donghae había
elegido un antro de la calle trece, que estaba muy cerca de donde vivía. Heechul
y yo tomamos un taxi, porque estaba claro que esa noche no iba a ser bonita y
ambos sabíamos que no había forma de que alguno de nosotros estuviera en forma
para conducir para el tiempo que la fiesta hubiera terminado. Comenzamos con
una jarra de cerveza, y culpamos a los chicos.
Hubo un momento en que habríamos
comenzado con vino o margaritas, pero después de pasar tanto tiempo con Donghae
y Heechul, creo que fue simplemente arraigado que ahora empezáramos con una
jarra fría de Coors Light. Una jarra llevó a dos, y para el momento que la
tercera golpeó la mesa, Donghae estaba
listo para incorporar algunos tragos a la mezcla. Yo era una chico de tequila,
a Donghae le gustaba el whisky, y Heechul se pegaba al Jäger. No pasó mucho
tiempo para que la conversación se delegara a temas ridículos y para que
nuestra risa se volviera alta y ruidosa.
Los ojos de Heechul
eran enormes y Donghae tenía una mano en la boca para contener la risa. Yo
estaba mirándolo porque en la manera típica Heechul, estaba explicándonos cómo él
no podía entender cómo los tres podríamos ser amigos, teniendo en cuenta que él
tenía conocimiento de cerca y personal de las baratijas de nuestros chicos.
Levanté una ceja.
—¿Todos ellos?
Se humedeció
los labios e inclinó la cabeza hacia un lado.
—¿Qué quieres
decir?
—¿Los has
visto a todos ellos?
Donghae se
quedó sin aliento en una carcajada y empujó mi hombro.
—No le
preguntes eso.
—¿Por qué no?
—Tiene que
haber algún tipo de privilegio.
Rodé los ojos.
—Él es un
perforador corporal, no un doctor, y
tengo curiosidad.
Heechul me dio
una sonrisa traviesa, y aunque tenía que admitir que estaba muy feliz de que él
fuera el que hubiera puesto ese aro en Henry y no algún extraño cualquiera,
todavía era raro imaginarlo con sus manos cerca de esa parte de él.
Nos pidió otra
ronda y nos hizo señas para que nos inclináramos cerca. Donghae podría haber
protestado al principio, pero sabía por el brillo de sus ojos que estaba tan
curioso como yo.
—Todos ellos.
Bueno, todos menos el hermano mayor. Solo lo he visto una vez, y me di cuenta
de que era demasiado tenso y totalmente no en ese tipo de cosas. Hyukjae tiene
la mayoría del hardware, Jjong tiene la segunda mayoría, y Henry y Kyuhyun
tienen la misma cantidad. Y déjenme decirles, que no es tarea fácil empujar una
aguja de metal a través de las partes privadas de los tipos que consideras tus
mejores amigos. Pensé que Jjong se iba a desmayar, y Kyuhyun tomó una
oscilación en mí.
Tuve que
abanicarme a mí mismo un poco con una servilleta de papel. No hace mucho
tiempo, la idea de estar con alguien que tenía tatuajes por todos lados y joyas
en sus partes privadas me habría hecho reír. Ahora que sabía lo caliente que
era, sabía que nadie iba a ser capaz de hacer lo que Henry podía hacer. No
había vuelta atrás a ser aburrido y plano, y vi por la mirada soñadora en el
rostro de Donghae que era lo mismo para él.
Tiré de nuevo
del Patrón y levanté el pequeño vaso en un saludo a Heechul.
—Bueno, en
nombre de la población de jovencitos de Seúl, te saludo y te ofrecemos nuestra
eterna gratitud. Buen trabajo, Heechul.
Eso los hizo
reír, pero Donghae asintió de acuerdo.
—Sí, gracias.
—Ustedes, jovencitos
son muy bienvenidos. Ya saben, tenía que hacer algo para ayudar a esos idiotas.
No es como si alguna vez encontraran buenos jovencitos con solo su
personalidad. Son horribles.
Donghae rió
porque no era un secreto que Hyukjae podría ser un idiota real cuando ponía su
mente en ello, pero me limité a sacudir la cabeza.
—Henry no lo
necesita. Su personalidad está muy bien. Es maravilloso.
Eso tuvo sus
dos cabezas girando en mi dirección y si hubiera estado sobrio nunca hubiera
abierto esa puerta para ellos. Donghae volvió sus brillantes ojos en mi
dirección.
—Entonces,
¿qué pasa con todo eso de todos modos?
—No pasa nada.
Somos amigos, nos gusta pasar el rato, y me preocupo por él, mucho. Solo
estamos juntos, nada más y nada menos.
Solo que era
una gran mentira. Había totalmente algo más. Henry estaba temperamental y más
retraído después de su viaje a la cárcel. Sabía que esa parte era su lucha por
llegar a un acuerdo con su madre, pero algo más estaba pasando que lo tenía
actuando en secreto y por lo bajo. Cada vez que entraba a su habitación y él
estaba en el teléfono, colgaba.
Estaba pasando
un montón de tiempo en el estudio, y parecía que la banda estaba exigiendo
mucho más de su tiempo de lo que lo
había hecho desde que lo conocí. Por lo que pude juntar, sonaba como si
estuviera pensando en volver de gira y no podía entender por qué no me decía
eso. No era como si tuviera algún lugar para opinar sobre ello, pero aun así,
sería bueno saber cuánto tiempo estaba planeando desaparecer. Por mucho que odiara
admitirlo, la idea de dormir solo
mientras él estaba en el carretera me hizo sentir enfermo del estómago.
También no
había mencionado nada de la corte. Había contratado a un abogado y habían
empujado una fecha a la corte en un par de semanas. Sabía que él estaba
preocupado por la forma que la decisión del juez podría afectar su tiempo, pero
él no parecía demasiado preocupado por la condena real. Supongo que pensaba que
tendría un tirón de orejas y algunos servicios a la comunidad, pero me
preocupaba que él nunca lo mencionara, o que ni una vez mencionara a su mamá y
papá en el escenario. Sabía que estaba lidiando con algunas cosas bastante
pesadas y quería estar allí para él, pero él no parecía inclinado a dejarme.
—¿Habló
contigo sobre por qué fue arrestado?
Asentí con la
cabeza. Sabía que Hyukjae tenía los entresijos de la verdadera razón, pero Henry
estaba diciendo a la mayoría de la gente que se metió en una pelea, así que no
sentí como que fuera mi lugar explicar su dinámica familiar a ella.
—Él lo hizo.
No fue su culpa.
Él negó con la
cabeza y el movimiento de su cabello rubio platino, llamando la atención de los
chicos en la mesa frente al bar. Habían estado echando
miradas inquisitivas hacia
nosotros toda la noche.
Normalmente no
estaba por encima usar una sonrisa bien situada para anotar una ronda libre o
dos, pero ahora, con cierto rockero en la foto, simplemente no parecía
correcto.
—Nunca fue su
culpa, créeme. He oído decir a Hyukjae eso una y otra vez.
Heechul puso
los ojos expresivos y se reclinó en su silla.
—Eso es porque
los chicos gritan sexo y pecado y un montón de diversión, y nadie los
responsabiliza por ser un manojo de idiotas la mayoría de las veces.
—Esta vez el
acto estúpido en realidad no fue culpa de Henry. Fue víctima de las
circunstancias.
Se volvió
hacia mí y traté muy duro para no retorcerme.
—Puedo oírlo
cantarte en la noche, ya sabes.
Sentí inundar
el calor en mi cara. Tenía muchas ganas de cambiar de tema, pero sabía que
probablemente no iba a ser una opción. Traté de hacer caso omiso de la
indiferencia.
—Él tiene una
voz hermosa.
—Sí, claro,
pero nunca la utilizó así antes de que empezaras a dormir en su habitación.
Apoyé una mano
en la garganta y me negué a mirarlo a los ojos.
—Ya sabes, uno
de estos días vas a tropezar con un tipo que va a darte un golpe lateral, y va
a ser nuestro turno de mirar desde arriba tu rostro con molestia y obviedad.
Donghae
levantó ambas cejas y asintió.
—Oh chico, no
puedo esperar para eso.
Heechul agitó
una de sus pequeñas manos en el aire delante de él.
—No tendrás
que apuntar nada para mí porque estoy esperando la persona perfecta.
Donghae y yo compartimos
una mirada y luego los dos lo miramos boquiabiertas. Donghae fue quien
farfulló:
—Tienes que
estar bromeando.
Heechul negó
con la cabeza.
—No, no lo
estoy.
—No hay tal
cosa como la perfección, Heechul. Mira a Calvin. Bien parecido, dulce como
podría ser, increíble futuro, todos alineados delante de él, por no hablar de
que teníamos toneladas en común y que en realidad disfrutaba mucho su compañía.
Nada de eso importa, porque él no hizo absolutamente nada por mí, y todo lo que
tiene que hacer Henry es mirarme, sonreír un poco, y estoy listo para él y hago
combustión en el impacto.
Donghae
asintió vigorosamente.
—Mi versión de
perfección trató de golpear un centímetro de mi vida y violarme. No hay tal
cosa, chico. Solo vas a ser decepcionado.
Nos despidió
con la mano y agarró su cerveza.
—Hanghen me
rompió el Corazón, roto en cien millones de pedacitos. Nunca supe que algo podría
afectarme tanto hasta que lo encontré con ese joven. Nunca iré por eso otra
vez. Estoy en la espera por el hombre que sea perfecto, sin problemas, sin
drama, y sin antecedentes de indisponibilidad emocional o inestabilidad. Tiene
que haber alguien por ahí que solo encaje a la perfección.
Él me señaló
con el dedo.
—Y Calvin
llevaba chalecos, así que claramente no era el adecuado para ti. —Apuntó el
mismo dedo a Donghae—. Y tú estabas enamorado de Hyukjae desde siempre, por lo
que incluso si todo el mundo pensaba que pantalones flojos era perfecto,
siempre supiste muy en el fondo que Hyukjae era realmente el único para ti.
Eso hizo que los
dos cayéramos en silencio, así que solo suspiré.
—Heechul, te
amamos, y sí, tienes molestamente la razón la mayor parte del tiempo, pero creo
que en este caso estás estableciendo tu estándar demasiado alto.
Él murmuró
algo que no escuché y traté de aligerar la conversación señalando:
—No es como
que la mayoría de los chicos van a pasar el examen con el Terrible Trío de
todos modos. Son cien veces peor que un padre con una escopeta.
Todos
estallamos en carcajadas lo que tuvo a Donghae limpiándose las lágrimas en sus
ojos.
—Aww. A los
grandes y malos artistas del tatuaje les encanta su pequeño duendecillo.
Heechul
frunció el ceño y le lanzó una servilleta de papel húmeda, lo que a su vez tuvo
a Donghae chasqueando su envoltura de la pajilla en ella. Ya que estábamos
transformándolo en un jardín de niños decidí que era hora de hacer un viaje al
baño. Optamos por un antro, así que estaba en mis botas y un pantalón de
mezclilla con una apretada camiseta negra que tenía el logo de Jack Daniels en
ella. Era bonita, pero de bajo perfil.
El cuarto de
baño era asqueroso, así que terminé el negocio lo más rápido que pude y limpié
mis manos como si me estuviera preparando para cirugía. Me apliqué una capa de
brillo de labios y traté de determinar qué tan borracho estaba tocando la punta
de la nariz con el dedo índice, cuando la puerta de la pequeña habitación
traqueteó. Salté lejos del espejo, y grité que iba a salir en un minuto, pero
eso no impidió que quien sea que fuera estuviera intentando entrar. Si hubiera
estado sobrio, probablemente habría estado mucho más asustado. Así fue, cuando
el lamentable bulto finalmente renunció a la lucha y la figura se apiñó en el
cuarto conmigo, era lo único que podía hacer para reunir un poco de emocionada
sorpresa.
Definitivamente
no había estado esperando que el extraño
merodeador que había visto en mi barrio, el hombre que estaba seguro
había tratado de maltratar a Heechul, se presentara en este cuarto de baño
asqueroso y al instante frente a mi
cara. Me agarró los hombros y me empujó contra el lavabo. Ahora que solo una
fracción de espacio nos separaba, no tuve mucha dificultad en ubicarlo.
—Silas.
Lo dije como
la gente diría la palabra cáncer, que es realmente lo que era. Silas Anderson
era todas las cosas malas de toda la gente mala, y si él era de quien mi
hermano estaba huyendo, entonces cualquier cosa que Kangin me hubiera dicho era
solo la mitad de la historia.
La razón por
la que no lo había reconocido anteriormente fue porque la vida evidentemente no
había sido amable con él desde que me fui de Wuhan. Era un año mayor que Kangin,
pero parecía que tuviera cincuenta. Su piel era gruesa y seca, con los ojos
desorbitados y hundidos, y su cabello una vez decente colgando viscoso y
aceitoso alrededor de una cara fea. Era difícil creer que en un momento dado,
este hombre había sido considerado un buen partido. También era difícil creer
que en un momento dado, no había considerado dormir con él una mala tarea, si
lo mantenía lejos de la espalda de mi hermano. Ahora, la idea hizo mi estómago
estancarse y girar mi cabeza.
—¿Dónde está
el libro, Zhou? Sé que Kangin está aquí. Sabía que el maricón no podía
resistirse a correr a ti para que puedas reparar su mierda, como siempre.
Necesito ese libro ahora.
Traté de
quitármelo de encima, pero el espacio era demasiado pequeño y fui impulsado por
la desesperación y el pánico.
—No sé de qué
estás hablando. —Mis dientes entrechocaron con fuerza cuando empezó a
sacudirme.
—No sé lo que
tu idiota hermano te dijo, pero no es cosa de poca monta con lo que tropezó. Si
no entrega el libro, estas personas no solo lo matarán, van a desatar su ira
sobre tu mamá y luego vendrán tras de ti.
Puse una mano
en su pecho y lo empujé hacia atrás lo suficiente para que pudiera moverme
hacia la puerta.
—¿De qué estás
hablando? Kangin me dijo que le debe a alguien veinte mil dólares por algo que
tomó.
Silas soltó
una carcajada que puso mi piel de gallina.
—De ninguna
manera. Ese imbécil se disparó con el librito negro de uno de los MC’s locales.
Tiene las cuentas con los totales debidos y el dinero adeudado a algunos y cada
persona en casi todo el maldito sur. No sé lo que pensaba que iba a hacer con
él, pero ahora tiene a todos sobre tu maldito trasero para recuperarla. Sabes
que él te venderá más rápido que un cerdo engrasado para salir de este lío, Zhou.
Solo dime donde está.
—¿Has
intentado entrar en mi casa?
Él miró a su
alrededor y sus ojos eran pequeños y salvajes.
—La pequeña
perra casi me tasó en las pelotas.
—Tienes suerte
de que no te disparó. Él no pierde el tiempo.
—Deja las
preguntas. Yo sé que él está aquí. Te he seguido durante días esperando porque
él te pidiera que hicieras todo mejor. Al igual que siempre lo hacía.
Traté de no
convulsionar con disgusto cuando sus ojos me recorrieron de pies a cabeza.
—No hago eso
para él nunca más, nada de eso. Este es su lío para limpiar. —Me aseguré de que
mi idea fuera clara—. No sé dónde está y no sé nada acerca de un libro.
Silas maldijo
y salté cuando el puño carnoso se estrelló contra el espejo sobre el lavabo
sucio, rompiéndolo en una lluvia de trozos de vidrio.
—Esto no es un
juego, Zhou. Este es un grupo de motociclistas enfadados que manejan drogas y
armas, y no tienen ningún problema en
poner a toda tu familia bajo tierra en los bosques si les conviene. Kangin
jodió al perro y estoy tratando de minimizar el daño.
—¿Siguiéndome?
¿Asustando la mierda de mi compañero de cuarto y tratando de entrar en mi casa?
Esto no es Wuhan. Nada de eso va a volar aquí.
Abrí la puerta
y miré por encima de mi hombro.
—Voy a hablar
con Kangin. Si puedo conseguir que entregue el libro se acabó, mejor asegúrate
de que no le pase nada a mi mamá. Pero lo más probable es que ya hizo algo
estúpido con él y mintió acerca de la necesidad
de veinte mil dólares para que pudiera desaparecer. Se trata de Kangin,
ya sabes de lo que es capaz.
Los ojos
gomosos de Silas bordearon sobre mí desde lo alto de la cabeza a las desgastadas puntas de mis botas.
—Tú también, Zhou,
y si piensas por un segundo que el pedazo de mierda se lo pensaría al vender tu
lindo culo a un MC, si eso significa mantener su propia piel a salvo, estás
equivocado y esa cara universidad no te enseñó una mierda.
Salí por la
puerta temblando por dentro. Había intentado tan duro evitar que el pasado
interfiriera en mi nueva vida, me había esforzado en olvidar las cosas que
había hecho y la forma en que había vivido, pero parecía que el destino estaba
obligado y decidido a tirarlo justo por mi garganta.
En ese momento, podría decir con toda honestidad
que odiaba a mi hermano, odiaba todo lo que representaba, y sin embargo todavía
estaba empeñado en encontrar la manera de que siguiera respirando. Apestaba que
no pudiera dejar que se colgara de la soga de su propia estupidez y codicia.
Cuando volví a
la mesa, no estaba en absoluto sorprendido de ver que teníamos visitantes. Donghae
estaba sentado en el regazo de Hyukjae mientras él terminaba su cerveza y Henry
se había sentado en el asiento que yo había desocupado. Todos estaban riendo de
algo que Heechul estaba diciendo, y yo sentí que mi Corazón se hundía. Esta era
la familia que siempre había querido. Estas eran las personas con que podía contar,
que me amarían por lo bueno y lo malo y
no pedían nada a cambio, y lo único que había hecho era engañarlos haciéndoles
creer que valía más de lo que en realidad he valido siempre.
La oscura
mirada de Henry encontró la mía y traté de forzar una sonrisa. Había muchas
preguntas brillando en esas oscuras profundidades. Deseaba que tan solo pudiera
responder a una sola de ellas. Me detuve a su lado y le sonreí de verdad cuando
su mano se enroscó alrededor de mi cadera.
—¿Qué está pasando?
—Pasábamos el rato
con Hyukjae cuando Donghae llamó en un SOS. Pensé que, ya que estaba cerca,
podía sacarlos a ustedes dos cabezas de chorlito y llevarte a casa, así no
tendrías que esperar un taxi.
Era dulce, él
era dulce, y tan ridículamente caliente. Hombre, oh hombre, él estaba tan
caliente. Su cabello negro estaba por todo el lugar, como él pretendía, y tenía
una camiseta de manga larga y apretada con un pentagrama y un cráneo de vaca en
ella. Estoy seguro de que se trataba de alguna banda de la que nunca había oído
hablar, pero se veía bien en él, casi tan bueno como los pintados sobre los
jeans negros que le gustaba usar y que estaban metidos en la parte superior de
sus botas de combate.
Me
gustaba todo sobre él, desde los anillos
de plata en todos los dedos hasta los picos en la parte superior de cada oreja.
Tenía el aspecto de una estrella de rock y yo sabía de primera mano que las
habilidades se extendían mucho más allá del escenario. Lamí mis labios y sentí
sus dedos presionar aún más fuerte en la suave piel en mi cadera.
—Bueno, eso
fue muy amable de tu parte.
No quería
pensar en Kangin, o Silas, o mi madre. Todo lo que quería hacer era llegar a un
lugar a solas con él y dejarlo hacer que me olvide de todo. Podría quedarme
dormido con él cantando en mi oído, y fingir que todo iba a estar bien.
Hyukjae rió y
levantó una de sus cejas oscuras. Las barras le hacían parecer malvado y
siniestro, y no tenía problemas para ver por qué Donghae había sido suyo por tanto tiempo.
—No tienes que
darnos las gracias. Es totalmente para nuestro beneficio que ya estén todos
alcoholizados y listos para los negocios. Le dije a Henry en el camino que la
noche de jovencitos es una de mis noches favoritas de la semana. Donghae vuelve
siempre listo para jugar.
Donghae jadeó
indignado y le dio un golpe en el antebrazo. Los chicos compartieron una risa y
no pude evitar sonreír cuando él se volvió rosa caliente bajo el escrutinio.
Jugar con Henry, borracho o sobrio, sonaba como un conjunto mucho más divertido
que pasar el rato en el bar, así que traté de llamar su atención e indicarle
que en cualquier momento que él estuviera
listo, yo lo estaría también. Heechul ordenó una ronda más de tragos y
para cuando los terminamos, era mucho más allá de la hora de irse.
Ahhhh
ResponderEliminarAlguien que patee en las bolas a Kangin!!!!
Ahhhh cómo carajos es tan idiota(?) ????
Ahhhh Mimi!!!!ahhhhh
No esperaba esa reaccion de Henry al pasado de Mimi,esperaba MAS drama jeje
ResponderEliminarHee sera mejor que no digas nada por que el pez por su boca muere, asi que mejor no hables de hombres perfectos por que lo que te va a traer santa definitivamente no es lo que le pediste en la carta en navidad 😋
el pasado ya llego y con todo
ResponderEliminarBueno...algo es algo,Henry ya sabe algo del pasado del Mimi...eso ayuda un poco.
ResponderEliminarLo malo es que ya no solo es Kangin quien lo está molestando,también este tipo y los otros si es que no se resuelve esto.
Quizás Kangin quiere el dinero para irse lejos.
Porque no creo que sea para pagar la "seguridad" de su hermano,si el mismo llega a envadir su espacio y el presenta que se ha creado.
Y luego Henry no le dice nada...no es que al decirlo sus problemas se vayan a resolver,pero se puede buscar una solución....aaaahhhh