La sala se tornó
silenciosa mientras que cada uno de ellos se volvía a sus propios pensamientos.
El
silencio era
cómodo incluso con la oscuridad que les amenazaba. Cada uno de ellos había
aceptado su parte
en los juicios que vendrían.
Donghae sintió que
el pelo detrás de su cuello se erizaba mientras se daba cuenta que estaba
siendo vigilado.
Lentamente giró la cabeza en la dirección de donde sentía que venía la mirada.
Sus ojos chocaron con
los de Hyukjae.
Sintió la piel de
gallina elevarse a través de su piel ante el calor que llenaba sus ojos
profundos color
cafe. La atracción
que sintió entre ellos era fuerte, y algo como nunca había sentido. No entendía
cómo era posible, cuando
él sabía que no tenía sangre de hombre lobo en él. Donghae se dejó formar una pequeña sonrisa en
sus labios mientras pensaba acerca de cómo necesitaría tratar con cuidado esto
o inevitablemente terminaría dejándole con el corazón roto.
Hyukjae tenía un
encanto fácil a su alrededor. Era desenfadado, descarHenryente coqueto,
increíblemente
atractivo y dominante hasta la médula. Sí, pensó Donghae, éste tiene el
potencial de
romper mi corazón,
sonrisa y guiño todo al mismo tiempo desmayándome ante su bChangminza e
increíble carisma.
Su corazón cayó a
su estómago cuando una impresionante sonrisa se esparció por toda la cara de
Hyukjae. Levantó
una ceja hacia él y le guiñó el ojo, la travesura bailaba en las profundidades
de sus
ojos mientras él
sentía la sangre correr hacía su cara al mirar sus labios sensuales y sentir la
confianza
fácil que él usaba
como su camiseta favorita, derramándose de él.
Donghae finalmente
retiró los ojos de él cuando escuchó a Siwon tomar una respiración aguda.
Todas las miradas
se volvieron hacia él mientras lo veían subir sus ojos, abiertos con confusión
y
observándolos a
todos.
—Lo siento. Él me
está buscando. —Sus palabras fueron tan suaves que incluso el chisporroteo del
fuego amenazó con
ahogarlas.
—¿Te ha hablado?
—le preguntó Teukkie suavemente como para impedir asustarlo.
—No, él necesita
consuelo. Está lastimado. —Siwon instintivamente visualizó la imagen de las
fotos
en el teléfono de Donghae
en su mente y entonces imaginó acariciando su rostro. Siwon no sabía lo que sentía por él, no
lo conocía, pero lo sentía en su mente llamando a su lobo. Y su lobo se
rehusaba a negar cualquier
cosa que este joven necesitara.
—¿Hee? —buscó él
tentativamente.
Hee sintió su
cuerpo ser depositado sobre una suave superficie. Incluso con la increíble
dulzura con
la cual los brazos
lo colocaron, el dolor de sus heridas todavía recorrió su cuerpo. Se quedó sin
aliento ante el pinchazo,
y abrió los ojos al mismo tiempo. Sin pensarlo, buscó a Siwon. No
habló;
simplemente buscó
el toque de su mente, necesitando el consuelo de su fuerza
a través de su
vínculo.
Tan pronto como lo
sintió, supo que algo andaba mal. No sabía qué, pero su mente parecía confusa y
agitada. Antes de
que pudiera hablar con él, un rostro apareció a la vista mientras se inclinaba
sobre
él. Ryeowook,
recordó.
—¿Cómo te sientes?
—le preguntó.
Hee tragó saliva y
se humedeció los labios tratando de disipar la resequedad que había revestido
el
interior de su
boca.
Su voz fue ronca
cuando respondió:
—Aparte de sentir
como que un toro ha bailado el chachachá sobre mi cuerpo y luego me pasó a sus
atemorizantes
amigos para la misma experiencia alucinante, bueno, estoy simplemente bien.
Ryeowook frunció
el ceño ante el rostro magullado del obviamente hermoso chico delante de él.
Sus palabras
indicaban que estaba con evidente dolor, pero el tono de su voz era tan
optimista.
Confundió al
sanador.
Hee, notando que Ryeowook
obviamente no había captado su sarcasmo dejó escapar un superficial
suspiro y se
apiadó de su salvador.
—Lo siento, tiendo
a tener una boca inteligente durante el dolor, la tensión o cualquier tipo de
circunstancias
completamente increíbles.
—Entonces, no lo
estás llevando bien, ¿correcto? —preguntó Ryeowook para aclarar.
—Correcto. Estoy
definitivamente no llevándolo bien.
—Voy a darte un té
de hierbas con propiedades de curación para que lo bebas. Luego, si estás listo,
trataré de
explicarte dónde estás. ¿Estaría bien eso?
Hee trató de
concentrarse en las palabras de Ryeowook aún cuando escuchaba ruido a su
alrededor,
armarios siendo
abiertos y cerrados, cosas siendo arrastradas por el piso y luego una brisa
fría
corriendo sobre él
cuando una puerta fue abierta y luego cerrada.
—Ese es Yesung, mi
compañero —explicó Ryeowook—. Está reuniendo las cosas que necesitaré para ayudarte. Tienes
una larga recuperación por delante. — Hee se dio cuenta de que Ryeowook no
estaba convencido que
efectivamente pudiera sanarlo. Esto le hizo darse cuenta de lo cercana a la
muerte que estaba en
realidad.
Ryeowook salió por
un momento y luego regresó con una taza. El humo se elevó de ella revelando el
calor del líquido.
Ryeowook suavemente colocó un brazo por debajo del cuello de Hee y lo levantó
lo
suficiente como
para que pudiera de manera segura pasar el té.
Hee escupió tan
pronto como el té golpeó su lengua.
—Sé que no es la
bebida de mejor sabor, pero de verdad necesitas tomarla. Por favor.
Hee no supo cómo
sabía que debía confiar en Ryeowook, pero algo le dijo que estaba de su lado.
Contuvo el aliento
mientras se obligaba a tragar el amargo líquido hasta que la taza estuvo vacía.
Una vez más, Ryeowook
gentilmente lo recostó. Se alejó de su vista y Hee pudo escuchar correr el
agua, gabinetes
abriéndose y cerrándose de nuevo. Oyó a Yesung susurrarle algo a su compañero y
luego un suave
ruido que sonó como un beso. El corazón de Hee dolió ante la ternura de ese
sonido.
Ryeowook volvió
otra vez, con los brazos llenos de toallas. Las colocó al final de la cama.
Cuando
desapareció de
nuevo, regresó con ropa y una manta.
—Yesung ha salido
para darte privacidad. Tenemos que limpiar tus heridas y necesito revisar tus
costillas.
Hee asintió. Sabía
que esto iba a suceder pero en serio temía moverse. Ryeowook le ayudó a
sentarse.
En lugar de
hacerle sacar su camiseta por encima de su cabeza sacó un par de tijeras y
cortó la camisa.
—Buena decisión,
sanador. —Hee sonrió.
—Tengo mis trucos
—bromeó Ryeowook en respuesta—. Aunque me temo que los pantalones no
serán tan fáciles.
—Oh, bueno, ¿qué
es un día si no se gasta retorciéndose de dolor simplemente por quitarse la
ropa?
Quiero decir, en
serio quién quiere ir por la vida sin esa experiencia.
Ryeowook se rió
entre dientes.
—Apuesto que traes
diversión a tu compañero.
—Tú podrías
llamarlo diversión; creo que él lo llama ser un dolor en el trasero.
Hee hizo una mueca
mientras se recostaba y trataba de ayudar a Ryeowook a quitarle los
pantalones. Ryeowook
colocó la manta, sólo descubriendo la parte que iba a limpiar o a revisar.
Pasó el caliente
paño por la cabeza de Hee limpiando un corte en su frente. Sondeó el cráneo de
Hee con sus dedos
y se detuvo cuando Hee dejó escapar un grito ahogado.
—Vamos a tener que
lavar tu cabello para quitar toda la sangre para poder asegurarme de que no
necesitas suturas.
—Ryeowook se alejó de nuevo y regresó con un gran tazón de agua y algún tipo
de jabón—. Es un
jabón limpiador, yo lo hice. Ayudará a mantener fuera la infección —explicó
ante
la mirada
interrogante de Hee.
Hee permaneció
recostada ahí con los ojos cerrados mientras le permitía a Ryeowook lavar su
cabello. No se movió
mientras continuaba soportando las pérdidas de sangre. Descubrieron que no eran necesarias las
suturas. Ryeowook explicó que las heridas de cabeza tienden a sangrar muchísimo
y a lucir peor de lo
que en realidad eran. Hee estaba sin aliento para cuando Ryeowook lo había
ayudado a deslizarse
dentro de una cálida sudadera y unos pantalones deportivos.
—Sé que estás
sufriendo, así que voy a darte más té, pero este tiene algunas propiedades para
controlar el
dolor. Debería ayudar a quitar la molestia.
—Gracias, Ryeowook.
—Hee exhaló mientras trataba de calmar su respiración y tranquilizar su
acelerado corazón.
—Para eso estoy
aquí. Sinceramente había extrañado usar mi don. Yesung jura que lo he dejado
lesionarse en
nuestras salidas para que así tuviera alguien a quién atender. —Ryeowook se rió
ante
sus propias
palabras y Hee sonrió una vez más ante el hermoso sonido.
Acabándose el té,
vio cómo Ryeowook llevaba una silla junto a la cama. Había una paz sobre él que
le recordaba a Donghae.
Los ojos de Ryeowook encontraron los de Hee sacándole de su escrutinio.
—¿Qué sabes tú de sanadores
gitanos? —preguntó Ryeowook simplemente.
—No mucho —admitió
Hee—. Me acabo de enterar de que uno de mis mejores amigos es uno.
Las cejas de Ryeowook
se levantaron en su frente y sus ojos azul cielo comenzaron definitivamente a
brillar.
—¿Un sanador gitano?
¿Aquí en Corea?
Hee asintió, pero
se contuvo cuando sintió afilados hormigueos y en su lugar respondió:
—Sí.
—¿Es él lobo
también?
—No, es de nuestra
huerta, humano americano por completo —dijo Hee inexpresivamente.
Ryeowook pensó en
la revelación durante algunos silenciosos momentos. Acerca de lo que
significaba que un
sanador gitano haya regresado a los lobos Coreanos después de tres siglos de
ausencia. No se
contaba a sí mismo dado que él y su compañero se habían efectivamente
mantenido al
margen.
—¿Dijiste que eres
un sanador? —preguntó Hee.
—Sí, lo soy. Pero
no sólo soy un sanador.
—Tus ojos brillan.
—Las palabras de Hee fueron suaves mientras reconstruía el rompecabezas—.
¡Madre de la
perla! Eres un latente, ¿no es así?
La boca de Ryeowook
tomó una ligera curva mientras sonreía ante las extrañas palabras de Hee.
—Sí, soy un
latente. Soy el último nacido en cinco siglos, tanto sanador gitano como Canis
lupis
latente.
—¿Por qué vives
aquí solo sin una manada?
—Trata de
relajarte. Esto podría tomar un tiempo. —Ryeowook se echó hacia atrás en su
silla y
cruzó una pierna
sobre la otra. Miró a nada en particular recogiendo sus pensamientos y tratando
de
decidir dónde
debería iniciar su historia—. Yesung, mi compañero era un poderoso Alfa hace
tres
siglos, de la manada
Coreana del Oeste.
—¿Coreana del
Oeste? —interrumpió Hee.
Ryeowook ladeó la
cabeza, en un gesto muy parecido al de un lobo. Hee levantó las manos en señal
de rendición.
—Lo siento, lo
tengo. Sin interrupción, contengan todos los aplausos hasta el final del
espectáculo.
Ryeowook negó con
la cabeza.
—Eres muy extraño.
—No tienes ni idea
—murmuró Hee en voz baja pero mantuvo su atención en Ryeowook,
esperando a que
continuara.
—Durante siglos
las manadas Coreanas estuvieron divididas. Del Este y del Oeste. Ambas eran
gobernadas por
poderosos Alfas quienes eran sorprendentemente agradables la mayor parte del
tiempo. Tenían una
inestable alianza que se convirtió en amistad con los años. Mi bisabuela era la
sanadora gitana de
la manada del Oeste…
…La manada del
Este no tenía una sanadora y por la amistad entre los Alfas, el Alfa del Este podría
permitirle a mi
bisabuela ir y atender a sus lobos cuando fuera necesario. Ella terminó
teniendo una
aventura con un hombre
lobo, aunque ahora creo que ella era en realidad su compañera…
…A través de ese
emparejamiento una hija fue concebida y así sucesivamente hasta que yo nací. Al
principio, pensé
que yo era sólo un sanador y latente de cuarta generación. Yesung era el
historiador
de la manada. Él
no tenía razón para pensar de otra manera, así que así es como me registró.
Pero
después de las
guerras de los hombres lobo, y la muerte de mi madre, se hizo evidente que yo
era el
único sanador que
quedaba. Fue entonces cuando finalmente me dijeron quién era yo en realidad.
El finalmente
había decidido que era el momento de recordarles a los lobos su historia.
—¿El quién?
—preguntó Hee.
—Llegaremos a él
muy pronto.
Ryeowook se detuvo
momentáneamente y Hee aprovechó el silencio.
—De acuerdo,
regresa un segundo Charlie Brown, ¿qué quieres decir con que creían que tu
bisabuela
tenía un
compañero? ¿Ella no era humana?
Ryeowook asintió.
—Ella era humana.
—Antes de que Hee pudiera interrumpirlo levantó un dedo deteniéndolo—.
Pero lo más
importante es que era una sanadora gitana. — No dio más detalles simplemente
dejó
que eso penetrara.
La boca de Hee se
abrió. A pesar de que dolía horriblemente, se apoyó sobre su costado
cuidadosamente.
—Maldita sea, no
puedes estar diciendo lo que creo que estás diciendo. Pero tú lo eres, ¿cierto?
Los sanadores
gitanos pueden emparejarse con Canis lupis.
—No “pueden”
—aclaró Ryeowook—, deben.
—¿Deben? —Las
cejas de Hee se elevaron ante la declaración.
—Los sanadores son
siempre compañeros o compñaeras de los Canis lupis.
—Entonces, ¿por
qué no hay más latentes?
—Es muy difícil
para los hombres lobo procrear, hay una razón para ello, pero no entraremos en
eso ahora mismo.
Es aún más raro con los sanadores y un lobo. Un niño nacido de un sanador o
sanadora y un lobo
sólo se da cada cuatro o cinco siglos. Yo era el último sanador gitano/latente
conocido.
—De acuerdo, ¿cómo
pueden haber sanadores que no son latentes, entonces? —Desafió Hee.
—¿Cómo fue que el
compañero del príncipe de los Canis lupis Coreanos concibió y no todas las
parejas?
—Buen punto
—admitió Hee—. ¿Así que hay sanadores que han elegido estar con humanos?
—Cuando no
pudieron encontrar a su compañero o su pareja murió antes de que fueran
vinculados.
Entonces sí, algunos eligieron una vida con un humano y acabaron teniendo hijos
de esa unión
—explicó Ryeowook.
—Bien, estoy
contigo. Golpéame con algo más. —Hee se recostó, sus labios estaban cerrados en
una línea apretada
mientras se movía con cuidado sobre su espalda.
—Dado que mi madre
era una sanadora, crecí alrededor de hombres lobo, pero la mayoría de mis
amigos eran de una
aldea a un par de kilómetros de distancia de la guarida de la manada. Mi madre
me mantuvo, en su
mayor parte, lejos de los machos tanto tiempo como pudo. Creo que estaba
preocupada de que
encontrara un compañero a una edad demasiado temprana…
… Cuando llegué a
la pubertad, empecé a exhibir inusuales atributos físicos que se estaban haciendo
difíciles de
ocultar a los humanos. Mis ojos, por ejemplo, adquirieron un ligero brillo.
Cuando sentiría emociones fuertes,
brillaban como los de un Canis lupis pura sangre. Tuve que tener cuidado y aprender a
controlar mis emociones. Aunque mi madre quería alejarme de los machos, yo
tenía que
aprender las
habilidades de ser un sanador…
…A medida que
continuaba creciendo empecé a ir con ella a ver a sus pacientes. Veía a Yesung
de
vez en cuando y
empecé a sentir una atracción hacia él. Cuando se lo mencioné a mi madre me
dijo
que no era el
momento. Realmente no entendí lo que quería decir hasta más tarde.
…Un día, estaba
con una de mis amigas de la aldea y vio mis ojos brillar… realmente brillar.
Tienes
que recordar que
ese era un tiempo en donde la sola mención de la brujería conseguía que te
colgaran
o quemaran.
Cualquier cosa fuera de lo normal era considerada como sospechosa. Prometió no
decírselo a nadie
pero, naturalmente, su miedo superó su lealtad hacia mí…
…Después de que le
contó a su madre lo que había visto, su madre la convenció para que me llevara
a su aldea. Yo
confiaba en ella; me dijo que tenía algo que mostrarme. Y porque confiaba en
ella, la
seguí a mi muerte.
La respiración de Hee
se detuvo al escuchar la cruda emoción en la voz de Ryeowook. Vio sus ojos
brillar pero
también la férrea determinación escrita en el rostro del sanador.
—¿Qué te hicieron?
—preguntó Hee en voz baja.
—Intentaron
quemarme en la hoguera —respondió como si nada.
—¿Qué? —La boca de
Hee se abrió y sus ojos, abiertos como platos, revelaron la indignación que
sentía ante la
revelación de Ryeowook.
—Digo intentaron
porque cuando estaban a punto de encender el fuego, él vino. Como una
enfurecida, salvaje y
magnífica tormenta. Se abrió paso entre la multitud que había venido a verme
quemarme hasta morir. Creí
que asesinaría a cada persona que estuviera ahí. Y a los que optaron por
quedarse, los masacró.
Hee escuchó,
cautivado por las palabras de Ryeowook mientras se imaginaba a Yesung yendo por él,
salvándolo.
Seguramente Siwon haría lo mismo. Mientras Ryeowook había estado hablando,
siguió
buscando la mente
de Siwon pero él le estaba bloqueando. Todavía podía sentirlo, pero no había
palabras o
imágenes o emociones. No sabía lo que estaba pasando con él, pero en el fondo
sabía que
algo estaba
enormemente mal con su lobo.
—Fue en ese
momento de intensa emoción —continuó Ryeowook—. Y extrema necesidad, que
escuché su voz en
mi cabeza. Me salvó. Y cuando me llevó de vuelta a la manada, me reclamó. Mi
madre me dijo que
había sospechado desde hace tiempo que el Alfa sería mi compañero. Yesung
estaba
completamente confundido por cómo podría haber estado en su manada por tanto
tiempo sin
que hubiera
ninguna señal de apareamiento. Nuestro vínculo sólo se solidificó después de
que casi
fui asesinado…
…Mi madre explicó
que a veces, con latentes, las señales de apareamiento sólo serán reveladas
después de un gran
evento catastrófico. Estos traumáticos eventos algunas veces sacan el lobo que
está dentro del
latente para que pueda vincularse con su pareja. Mientras más diluida esté la
sangre,
más intenso
necesita ser el cataclísmico evento.
Hee puso los ojos
en blanco.
—Sí, tengo
asientos de primera fila para ese espectáculo.
Ryeowook, una vez
más miró a Hee con desconcierto.
—¿Qué significa
eso?
—¿Ya ves que te he
dicho que yo también tengo un compañero?
—Sí.
—Pues no hubieron
señales de apareamiento hasta que estuve cerca de ser asesinado. Nada. Había
sólo dos razones
por las que nos convencimos de que éramos pareja. La primera, mis exámenes de
sangre regresaron
como inhumanos, y la segunda, la indescriptible atracción que sentíamos el uno
hacia el otro.
Ryeowook le
sonrió, con el entendimiento grabado en su rostro.
—Le tomó esa
crisis a tu lobo para surgir, difícil de creer, lo sé, pero tienes sangre Canis
lupis, lo que
significa que
tienes un lobo dentro también. Sólo que está escondido en lo profundo. ¿Qué
señal de
apareamiento
apareció?
—Podemos escuchar
los pensamientos del otro. —La sonrisa de Hee iluminó la habitación mientras
recordaba cuando
escuchó la voz de Siwon en su mente por primera vez—. No creo que jamás haya
deseado tanto algo
como escuchar su voz en mi cabeza. —Una sola lágrima escapó de su ojo e hizo
camino por su
limpia y suave mejilla. Quería escucharla de nuevo. Necesitaba escucharla. Pero
él no
lo dejaba entrar.
Se limpió la lágrima y miró a los ojos de Ryeowook que estaban brillando
suavemente—.
Entonces, ¿qué pasó después de que te reclamó?
—Fue un poco
inestable al principio. Los machos Alfa son extremadamente posesivos y pueden
ser
bastante intensos sobre
sus parejas. Él no quería apresurar las cosas, pero todo en él le decía que
completara el
vínculo y los Ritos de Sangre. Después de pasar algo más de tiempo con Yesung,
estuvo claro para mí que
lo amaba. Que fui hecho para amarlo. Hemos estado vinculados desde hace más de tres siglos.
Hay EUNHAE en puerta y eso me hace muy muy muy muy muy feliz!!!!!!!.
ResponderEliminarSiwon quiere recuperar a su compañero!!!!!!!.
El historiador de la manada, no había un grupo que debía
buscarlo?????
Ahhhh
ResponderEliminarParen el tren!!!
Ahhh
Hae~ no está buscando un hada(?)
Ahhhh
Ataca el EunHae~
Ay ño! Yo quiero mas Sichul!!!
Siwonshis busca a Hee~
Seguramente él pateará tu peludo trasero por no recordarlo!!!
JÁ...jodido alfa que tiene la manada china...escudandose detras de una bruja porque él no tiene el valor de enfrentar a otro alfa....pufff.
ResponderEliminarJoder...dos maldiciones,si el hecho de que no hubiera señales de ser compañeros...Hee desaparece,y ahora le añadimos que Siwon a olvidado a Hee...no sé que más les puede pasar a este par...aunque no puedo decir mucho,seguro todavia falta algo...y es algo grande.
Wook y Yesung cuidando de Hee,al menos no esta solo. Y ahora Wook le cuenta que fue/es un latente,y le confirma lo que hongki encontro...debe pasar algo muy fuerte para que las señales aparezcan,cosa que ya comprobaron.
Eish....los dos estaban reacios para aceptarse y cuando lo hacen...llega el cobarde de la manada china y su bruja a empeorarlo,pero supongo (y citare al dark hunter shindong) "así debe pasar"...como dice Junjin...aún falta más.
Ooóoooooh Hyuk y Hae *0*