¿"Dónde has estado, jovencito"?
Junyoung se encogió de miedo ante la cólera en la voz de su padre.
—Hola, Papá, que agradable oír de ti, también.
—No empieces conmigo, Junyoung. Me han llamado de tu escuela diciéndome
que no has ido a clases en días. Van a expulsarte. En qué estás pensando
¿Tienes alguna idea de lo vergonzoso que resulta esto?
Junyoung odiada el hecho de que las lágrimas estuviesen apozándose en
sus ojos. Sobre todo, odiaba el hecho de que sus palabras realmente lo
lastimaban.
—Siento ser tal decepción, Papá. Pero tengo …
—No me importa lo que tengas. Tienes que reintegrarte a tus clases y a
tu grupo de estudio. Anan dijo que en lugar de estudiar, has estado pasando
todo tu tiempo con la chusma local. Gasto demasiado dinero en ti como para que
dejes tus responsabilidades por que algún tipo de basura barata le queden bien
un par de pantalones vaqueros. Yo desearía poder solo decidir no presentarme al
trabajo en una semana.
Y eso determinó su enfado por completo. Por todo lo que él sabía,
Junyoung podía haber tenido un accidente o estar enfermo. ¿El se había
preocupado en averiguar por que había faltado a la escuela? No.
—Lo siento, Papá, pero tengo algo más importante que hacer.
Junyoung agarró el teléfono con fuerza cuando se volvió a mirar a
Taeheon, quien lo estaba mirando con cólera en sus propios ojos.
—Me escapo con un tigre. Te llamaré en cuando pueda. —Y con eso, colgó
el teléfono y lo cerró.
Taeheon empezó a abrir la boca.
—No puedo creer que le dijeras eso.
—Oh, por favor, —dijo irritado. —Él solo pensará que eres algún
estudiante de la LSU.
Aspiró profundamente cuando consideró las repercusiones de lo que había
hecho.
—Pero empezará a llamar a los agentes del gobierno para que me
encuentren. Así que si no me llevas contigo, mi ' recuperación ' por él será
bastante pública y tus amigos sabrán bien donde encontrarme.
Él le preguntó aunque sus ojos brillaban con humor.
—Eres una embustera.
Junyoung se mordió los labios en broma.
—Sí y no. Tú necesitas a alguien que te cubra las espalda, y no creo
que confíes en muchas personas para ello.
Su mirada se oscureció.
—No confío en nadie ahí… —Luego
esos rudos ojos se suavizaron.— Exceptuándote.
Él ahuecó su cara en su palma.
Junyoung suspiró cuando él lo besaba. Dios mío, ésta era la relación
más desesperada en el planeta. El joven hijo fugitivo de un senador y un tigard
buscado por asesinato.
A pesar de sí mismo, comenzó a reírse. Taeheon se echó hacia atrás con
ceño.
—Lo siento, —le dijo, besándole ligeramente. —Solo pensaba en que esto
sería un jodido titular para Weekly World News: 'El joven hijo del prominente
Senador retrocede en el tiempo para salvar su novio Tigre. —le acarició su
mejilla cuando la completa realidad de esto le impactó. —No puedo creer que el
mundo en el que vives sea real. Sigo pensando que esto es un sueño y que me
despertaré de un momento a otro.
—Desearía por tu seguridad que esto fuese un sueño. Desearía que fuese
humano. Pero sabes que si sobrevivo a esto, no puedo quedarme contigo.
Aunque lo odiase, Junyoung sabía que él tenía razón.
—Lo sé. —Taeheon se congeló cuando oyó algo fuera de su cuarto. Ladeando
la cabeza, él escuchó atentamente.— ¿Qué va mal?.
Para su sorpresa, las ropas aparecieron en su cuerpo mientras se
levantaba lentamente de la cama. Él le hizo una seña para que guardase
silencio.
Él dio un paso más acercándose a la puerta. De la nada, un hombre
apareció en el centro del cuarto. Junyoung jadeó cuando Taeheon se volvió a
enfrentar al extraño. Como él se abalanzó, el hombre desapareció.
—¡Mierda! —Gruñó Taeheon.— Nos han encontrado.
La puerta se abrió un instante antes de que Kevin entrase
precipitadamente en el cuarto.
—¿Acabo de sentir una brecha?
Taeheon el miró con ironía.
—Si hablas del tigre gilipollas que estaba aquí antes que tú, sí.
Kevin maldijo.
—Chicos ya no hay tiempo.
—No puedo saltar hasta la luna llena —dijo Taeheon. Kevin le dedicó una
sonrisa taimada.
—Yeah, si puedes.
Un minuto estaban en el barco, al siguiente estaban en un cuarto
meticulosamente adornado que tenía las ventanas abiertas por dónde Junyoung
podía oír el tráfico retumbando afuera.
La cara de Taeheon estaba cenicienta cuando miraba a su alrededor como
si no pudiese creer en lo que veía.
—¿Dónde estamos? —preguntó.
Sus ojos estaban totalmente abiertos cuando se volvió a mirarle.
—En el dormitorio de mi padre.
Taeheon sintió como si hubiese quedado atrapado en una cruel pesadilla
cuando miró alrededor de una habitación que él no había visto en veinte años.
Demonios, él no recordaba como había sido. Él sólo había visto la habitación
una o dos veces en su juventud, y aun así sólo brevemente.
Él se sobresaltó cuando recordó la visión de su padre descansando
totalmente sobre el piso entre la cama y la puerta.
Quitándose de encima la imagen, Taeheon echó un vistazo alrededor. El
cuarto altamente equipado con la tecnología de los 80, hecho en azules oscuros
y verdes, con una cama de agua de tamaño real. El arte abstracto colgaba en las
paredes junto con la piel de un tigre que su padre debía haber matado. Era un
rasgo común Katagaria traer su primera presa como un recuerdo de su gesta y una
advertencia para cualquier otro animal que pudiera querer enredarse con ellos.
Por el tamaño de la piel y las marcas de heridas, Taeheon podía decir
que su padre debía de haber tenido una pelea infernal entre sus manos en aquel
momento. Pero lo importante era que su padre había sobrevivido mientras la otra
bestia había perecido.
Con el corazón latiendo rápidamente, Taeheon caminó lentamente hacia
las ventanas abiertas para ver el animado tráfico que discurría por detrás de
la cuidadosamente protegida hacienda de su padre.
—¿Esta es la casa que fue incendiada? —Preguntó Juny.
Taeheon asintió lentamente con la cabeza, preguntándose otra vez quién
había prendido el fuego y cuando.
— Tenemos que salir de aquí antes de que alguien nos vea. Mi padre
tendía a comerse a los intrusos, y no quiero demostrarle a mi tío que tenía
razón si tengo que matar a mi padre por que nos ataque por equivocación.
Junyoung negó con la cabeza en él.
—Tenemos que encontrar la prueba.
—No habrá nada aquí dentro, —dijo él simplemente. "Mi madre no era
tan estúpida.
De repente, había voces en el pasillo de fuera que parecían acercarse a
la habitación. Eran definitivamente un hombre y una mujer… Y estaban peleando.
Taeheon agarró a Juny y tiró de él a un armario sumamente grande que
parecía tener solo las ropas de su padre en él. Él brevemente consideró
emitirlos fuera de la casa con sus poderes, pero él realmente no recordaba el
trazado del lugar o el horario del personal o de sus padres, podría terminar
reapareciendo bien delante de sí mismo cuando cachorro o de su padre.
Ambos encuentros podrían ser desastrosos.
Por lo pronto, lo mejor sería quedarse aquí y esperar hasta que
tuviesen una mejor disposición de la situación. Oyó la puerta del dormitorio
abrirse y luego cerrarse de golpe.
Se congeló cuando reconoció el fiero tono de su madre. Había una ruda
fragilidad en su voz que era inconfundible aun después de todos estos años de
no estar supeditado a ella.
—¿Por qué usted me has hecho regresar de Asia, Erick? Necesito correr
en libertad por algún tiempo.
Su padre emitió una oscura risa.
—Has estado corriendo libremente desde hace demasiado Karina demasiada.
Demasiado como para que ya sea hora de que vuelvas a casa.
—¿Por qué? —le dio un golpe bajo.
—He aprendido algunas interesantes cosas acerca de Taeheon. Como su
madre...
—No empieces con eso. Te di a tu heredero que tan estúpidamente
aceptaste. Ya no me necesitas más de mí.
Él oyó la voz de su padre hacerse más profunda.
—Necesitas ver lo que Taeheon puede hacer.
—Así que ya puede transformarse en un humano ahora, —dijo ella en un
tono aburrido, sarcástico—. Bueno, la-di-da. Ha pasado mucho tiempo desde que
empezó a cambiar. Te dije que era retrasado.
Junyoung jadeó agudamente ante esas rudas palabras. Vio el dolor en la
cara de Taeheon que él intentaba esconder y sintió la furia consumirlo.
Honestamente, quería patear la puerta y golpear a su madre por su crueldad.
¿Cómo podía decir alguien tal cosa acerca de un niño al que había dado
la vida?
—No darás más paseos fuera de aquí, Karina, —expresó su padre con un
gruñido.
Junyoung oyó la fría risa de la madre de Taeheon.
—No soy una de las personas a las que ordenas, Erick. Ni soy tu puta. No
tengo que escucharte.
—Bien. Pero solo déjame decirte, cambié mi testamento mientras te
fuiste —El silencio sepulcral reinó en
el dormitorio durante varios latidos.
—¿Qué hiciste qué? —Karina finalmente chilló en un tono que, debería
haber hecho pedazos un vaso. Como fuera, Junyoung estaba bien seguro de que sus
tímpanos nunca volverían a ser los mismos otra vez.
—Ya me oíste. —La voz del padre de Taeheon era fría y sin emoción.—
Estoy aburrido de que merodees por ahí y me lo restriegues en mi cara mientras
pago tus cuentas. Sé acerca de tu amante leopardo y sé que él regresó aquí
contigo. Bien. Establecí una residencia separada para ti en Nueva Jersey.
—¿Nueva Jersey? —gruñó ella—. ¿Estás loco?
—No, estoy meado. Si crees que me gusta el hecho que los Destinos me
condenaran a formar pareja contigo, te equivocas. Eres mi compañera por su
decreto y aún así tú no dejas que te toque. Estoy condenado al celibato
mientras tú haces de prostituta aproximadamente con cualquier varón leopardo
que se te acerca. Y todavía esperas que te mantenga. Sigue soñando, mi amor.
Sus días de vagar libre se han acabado.
—Me lo debes, —dijo Karina entre los dientes apretados con fuerza— No
pedí ser tu compañera más que pedí dar a luz a una abominación mutante. Si
fueses realmente un tigre, lo habrías matado cuando nació en lugar de impedirme
hacer lo que hay que hacer para conservar nuestras especies.
—Taeheon es mi hijo.
—Tú eres humano, —se burló Karina de un modo que hacía que llamarle
"humano" era el peor insulto que ella podía imaginar.
—Sí,—dijo su padre coléricamente,— y como humano, he hecho a Taeheon mi
heredero exclusivo. Si algo me ocurre a mí, tu futuro entero descansa en sus
manos. Así que si fuera tú, rezaría que él sea más humano que animal. Tal vez
él tendría alguna misericordia de ti. Pero no contaría con eso.
—¡Bastardo!
—Sí, y antes de que hagas trizas la casa buscando el testamento para
destruirlo, ya está archivado con la Firma Choi en Nueva Orleans.
—¡Te odio!
La respuesta de su padre fue inmediata y cargada con el mismo hiriente
sarcasmo y odio.
—El sentimiento es completamente mutuo. Ahora si usted me disculpas, me
gustaría ir a pasar algún tiempo con mi hijo. Cuando regrese a este cuarto,
espero que te hayas marchado. Permanentemente. Tay te llevará en coche a tu
casa nueva, dónde encontrarás tus nuevas chequeras y tus tarjetas de crédito
esperando allí para ti. Estás fuera de todas mis cuentas entera y eternamente.
Una puerta se cerró un instante antes de que algo se destrozara
anímicamente. Junyoung podía oír a Karina gritando y rompiendo cosas en el
cuarto. Sonaba como si ella estuviese a punto de derribar las paredes. Entonces
Junyoung oyó el sonido de un fiero gato bramando y rechiflando.
Finalmente, se detuvo.
El silencio repentino era inquietante.
Junyoung se congeló, medio asustado de que la mujer entrara en el
armario para arañar las ropas de Erick o algo por el estilo.
Ella no hizo.
En lugar de eso, Karina hizo una llamada telefónica.
—¿Tanaka? —dijo ella en un tono casi confidencial—. Soy Karina. Ahora
te creo. Erick ha perdido completamente el juicio. Estoy de regreso en la
ciudad. ¿Hay alguna parte dónde podamos encontrarnos y podamos discutir lo que
necesitamos hacer?
Junyoung estaba aturdido por cuan racional sonaba la madre de Taeheon
al teléfono. Era difícil de creer que fuera ésta la mujer que había echado la
casa abajo algunos segundos antes.
Su pobre padre tenía que tolerar a una bestia tan volátil. Junyoung
estaba simplemente agradecido de que Taeheon no hubiese heredado la
personalidad de su madre.
Hubo una pausa breve.
—Sí, sé dónde está eso. A las tres en punto. Te veré luego. —Después
Junyoung oyó a Karina colgar el teléfono y salir del cuarto.
Junyoung recurrió a Taeheon, incapaz de creer en lo que había sucedido
en los últimos pocos minutos.
—Creo que tu madre y mi padre debían haberse casado el uno con el otro
.
No hubo huella de diversión en la cara de Taeheon.
—Lo siento, Taeheon, —dijo Junyoung, sintiéndose instantáneamente
contrito. ¿Cómo podía encontrar él gracioso el hecho de que su madre fuese una
perra cruel la cual estaba a punto de asesinar a su padre? Una canalla que
prácticamente había arruinado su vida.— Pero por lo menos sabes que tu padre te
quería.
—Eso es lo que duele, —dijo Taeheon en un susurro bajo— Eso hace que
piense que si solo él hubiese sobrevivido… Mi vida habría sido tan diferente.
Lo abrazó cuando sintió su dolor.
—Lo sé. Pasé mucho tiempo odiando a mi madre porque ella me dejó. Al
menos tu padre no lo hizo a propósito.
Los ojos de Taeheon ardieron ante eso.
—No, él no lo hizo —Él le dio una ruda mirada—. Gracias.
Junyoung estaba completamente perplejo por sus palabras.
—¿Por qué?
—Por hacerme regresar aquí. —Había una sombría determinación que ardía
brillantemente en sus ojos.— Yo estaba
feliz con dejarles que acabaran con lo que me hicieron a mi y a mis padres. Tú
tenías razón. Hay más humano en mí de lo que pensaba. Por que ahora mismo
quiero venganza, y no saldré de aquí hasta obtenerla.
—¿Así qué que hacemos?
Él apartó la mirada cuando un fiero tic empezó a aparecer en su
mandíbula.
—Lo primero, tenemos que asegurarnos de que no alteramos nada aquí en
este lapso de tiempo. Necesitamos intentar y mantenernos lejos de alguien que
nos pudiese recordar en el futuro. En segundo lugar, tenemos que asegurarnos
que no me topo conmigo mismo.
Junyoung asintió con la cabeza.
—Causaría una paradoja.
—Sí, y causaría mi total desaparición, realmente no es una buena cosa
ya sea para mí yo de ahora o el de después. Pero afortunadamente, en este
tiempo y lugar, yo estoy confinado en un dormitorio bajo el pasillo.
Él abrió la puerta del armario y miró a hurtadillas afuera, en el
dormitorio.
—Está despejado.
Junyoung le siguió de vuelta al dormitorio.
—¿Algún plan de juego?
—Seguir a mi madre. Tanaka es mi tío, y desde que se encuentran, mi
dinero dice que es ahí cuando planificaron el asesinato de mi padre.
Eso tenía completo sentido para Junyoung.
—¿Bueno, pero cómo hacemos eso?
Junyoung jadeó cuando sus ropas se transformaron en una camisa rojo
fuerte, floja y un pantalón beige. Era muy similar a algunos de los que había
visto que llevaba su madre en las viejas fotos más o menos en la época en que
él había nacido.
Taeheon sonrió abiertamente ante su confusión cuando sus ropas se
convirtiesen en un polo negro y oscuros pantalones vaqueros.
—Necesitamos parecer de este tiempo.
—¿Cómo has hecho eso?
Su sonrisa abierta se amplió.
—Es mágica.
Cuando Taeheon dio un paso hacia la puerta, esta se abrió.
El tiempo pareció detenerse cuando ambos se enfrentaron a un hombre que
era una copia exacta, sólo que mayor, de Taeheon. Vestido con un elegante traje
negro, el hombre tenía el cabello rubio corto y ensortijado. Sus ojos
electrificaban cuando él estrechó su mirada fija amenazadoramente en ellos.
Taeheon no estaba seguro de lo que él debería hacer. Él podía emitirse
a él y a Juny fuera del cuarto, a otra parte de la casa, o incluso al exterior,
pero su padre podía rastrearlos y seguirlos.
Demonios, estaban cogidos y atrapados.
Su padre oteó el aire, luego frunció el ceño ante la obvia
incredulidad.
—¿Taeheon?
Taeheon tragó tragado cuando encontró los ojos café oscuro de Juny. Las
emociones reprimidas se desgarraron a través de él. Pena, Furia, pero en el
fondo era la parte de él que había querido amar a su padre.
La parte de él que quería que su padre lo amase.
Su padre se movió más cerca de Taeheon con un semblante profundamente
ceñudo marcando su frente.
—¿Eres tú, verdad…desde el futuro?
No había necesidad para mentir. Su padre distaba mucho de ser un hombre
estúpido, y no había otra explicación para que ellos dos estuviesen en su casa.
Doble demonios. Esto iba en contra de cada regla que Taeheon conocía
acerca de viajar en el tiempo… no es que él supiese muchas. Desde que él no
practicaba el saltar, él no estaba muy al tanto de las leyes de eso.
Él aspiró profundamente antes contestar la pregunta de su padre.
—Sí.
—¿Por qué estás aquí ahora? —Su padre frunció el ceño mientras su
mirada iba de uno al otro—. ¿Quién se supone que eres tú?
Como cada segundo pasaba y nada sucedía – no le gustaría dejar de
existir – comenzó a preguntarse acerca de eso.
—¿No…Sí…Quizás? Desde que no estoy muerto ahora, no estoy muy seguro.
Si se supone que yo no estoy aquí, no debería haber muerto cuando has entrado
por la puerta?
Su padre dejó escapar un exasperado suspiro.
—¿Todavía no has aprendido a manejar tus poderes?
La furia se desbordó en su interior. ¿Cómo se atrevía su padre a
juzgarlo? Él ya no era un cachorro inexperto. Él era un adulto que era más que
capaz de encargarse de sí mismo, y él se resentía de su padre por pensar de
otra manera.
—Podría contigo, anciano, y no parpadearía o me inmutaría.
Su padre le miró con orgullo en sus ojos. Una sonrisa lenta curvó sus
labios.
—¿Pero no saltas en el tiempo?
—No, —contestó él honestamente.— Dije hace mucho tiempo que no era lo
que más me interesaba aprender.
—¿Por qué?
—Él se crió en The Empire, —dijo Juny—. Allí hay muchas personas que
quieren a Taeheon muerto.
Taeheon entrecerró sus ojos en su padre en el caso de que él no
comprendiera las palabras de Juny.
—No que haya temido alguna vez una pelea o echarme atrás en una...
—Esa es la verdad, —insertó Juny—. Juro que él es medio pez beta. Él
habría luchado con su propio reflejo para probar un punto.
Taeheon ignoró su interrupción.
—Pero asimismo, no soy estúpido y yo nunca he querido ponerle las cosas
fáciles a alguien. Especialmente no a mis enemigos.
No hubo mala interpretación en el orgullo en la cara de su padre.
—Buen chico. Me alegra saber que no te han matado todavía.
—Y no van a hacerlo.
Su padre miró a Juny.
—¿Es tu compañero?
Taeheon tomó su mano en la suya y la apretó mientras Juny le observaba
impacientemente por esa respuesta.
—No exactamente… pero estamos trabajando en ello.
Su padre se rió hasta que él inhalase por la nariz el aire otra vez. Él
inclinó la cabeza con curiosidad.
—Él es humano.
Taeheon lo envolvió con su brazos para protegerlo.
—¿Tienes un problema con eso?
—De ningún modo, —su padre dijo firmemente. Sinceramente—. Mi madre era
humana, también.
Taeheon boqueó, dejando saber a Juny que su padre justamente le acababa
de revelar un secreto.
—¿Perdón?
Su padre se movió a echar el cerrojo a la puerta del dormitorio como si
temiese que alguien les escuchase sin intención.
— Me has oído bien. No es algo que alguna vez hablamos fuera de la
familia inmediata, pero sí. Mi madre era un tigre Arcadia —Su cara se dulcificó— Infierno de mujer era
ella, llena de fuego y espíritu. Yo deseé a los dioses que me hubiesen
emparejado con una humana, al contrario de la perra con la que te crié.
Junyoung sintió a Taeheon tensarse a su alrededor, pero no estaba
seguro de por qué. Le frotó el brazo para ofrecerle su soporte. El pobre chico
estaba teniendo un día infernal.
Pero entonces, ellos habían regresado allí por respuestas. Aun las
duras.
—Quiero que sepas que no lo lamento, —dijo su padre, extendiendo la
mano para tocar el hombro de Taeheon—.Nunca lo hice —Y luego su cara bien
parecida se volvió triste y nostálgica.
—Deduzco por tu presencia aquí que yo no estoy por ahí en tu futuro.
Taeheon apoyó su cabeza contra la de Junyoung. Su tensión aumentó antes
de que contestara.
—No.
Su padre se sobresaltó mientras dejaba caer su mano y decía suspirando.
—¿Yo hice… hice algo bueno por ti al final?
Taeheon no contestó a la pregunta. En lugar de eso él preguntó,
—¿Qué día es hoy?
—5 de Agosto de 1981.
Junyoung jadeó cuando la fecha cayó como si un escalofrío bajase por su
columna vertebral.
—¿Qué? —preguntaron los dos.
—Naceré en el mediodía de mañana, —dijo Junyoung incrédulamente—. ¿Es
algún tipo de corazonada, verdad?
El padre de Taeheon dijo con un bufido.
—No en nuestro mundo. Te acostumbras a cada rareza.
Taeheon aspiró profundamente mientras él continuaba sosteniendolo
cerca.
—Tres días a partir de ahora, yo estaré en la parte de atrás de un
coche con matrícula de Nueva Orleans.
Su padre abrió su boca como quien dice algo, luego volvió a cerrarla.
Las emociones pasaron a través de su cara mientras la realidad de su muerte
inminente le golpeó.
Junyoung no podía imaginar nada peor que saber simplemente qué tan
limitado era tu futuro. Todos los lamentos. Todas las preocupaciones. Su pobre
padre.
Él suspiró con exceso.
—Voy a dar por supuesto que no soy el que te envía allí.
Ups..... papá apareció de improvisto. Espero que pueda ayudarlos y así todo se resuelva para bien
ResponderEliminarO.o
ResponderEliminarBueno...el padre de Junnie es un B@-%€&# ahhhh
Nooooo
Su padre lo amaba...amaba a Tae~
Ahhhhh al otro día nacerá Junnie~
Qué va a pasar????