—¿Dónde estamos? —preguntó Juny mientras miraba boquiabierta la
opulencia del lugar.
—Una Isla ambulante.
—Él arqueó ambas cejas.
—¿Una qué?
—Es una isla del tipo de Brigadoon. Esta aparece y se desvanece a deseo
de Phoenix
El parecía aún más confundido
—¿Y quién es Phoenix?
—Ese sería yo.
Ambos se volvieron para ver a un hombre increíblemente alto de pie
detrás de ellos. Vestido todo de blanco como el típico surfista, Phoenix tenía
el cabello marrón oscuro hasta los hombros y un profundo bronceado.
Taeheon abrió la boca cuando reconoció a Phoenix.
—¿Tú?
—¿Le conoces? —Preguntó Juny. Taeheon asintió con la cabeza.
—Es el hombre que encontré en el bosque después de que mi madre
muriese.
—¿El que te trajo a Nueva Orleans?
Junyoung estaba boquiabierto ante la indiferencia del hombre.
Como se sentó, el cuarto se llenó con personas que parecían haber
estado en medio de hacer alguna cosa. Un hombre aún sujetaba un muslo de pollo
frito entre sus labios como si estuviese en medio de la cena.
—¿Qué diablos es esto? —preguntó un hombre de pelo que rápidamente hizo
destellar ropas sobre su cuerpo desnudo.— ¿Phoenix? Estaba en medio de mi
ducha.
Phoenix parecía no arrepentirse en absoluto.
Junyoung estaba a punto de reírse hasta que su mirada cayó sobre uno de
los tigres que los habían estado siguiendo. El hombre se frunció su labio un
instante antes de que se convirtiese en tigre y se abalanzase sobre ellos.
Él se lanzó hacia Taeheon.
Justo cuando debería haberlo alcanzado, él se estrelló contra lo que
parecía ser una pared invisible. Él se cayó al suelo gritando.
—No me jodas más, estúpido matón, —expresó Phoenix con un gruñido—.
Ahora levántate, Daisaku.
El tigre se volvió humano. Su boca sangraba cuando se volvió a mirar
hacia el trono de Phoenix.
—¡Exijo justicia!
Phoenix se rió maliciosamente
—Ten cuidado con lo que deseas, podrías acabar obteniéndolo.
Junyoung intercambió una mirada totalmente confundida con Taeheon,
quien parecía entender casi tanto como lo hacía él. ¿Qué estaba pasando aquí?
—Animales, —dijo Phoenix—.
Lamento haberlos molestado. Pero parece que hay una nueva evidencia que
considerar.
—Él sabe algo, —murmuró al oído de Taeheon. Taeheon tomó su mano en la
suya y la apretó.
—¿Mew? —Phoenix se dirigió a la osa que había sido tan sucia con
ellos—. ¿Te importaría compartir con el consejo lo que me has dicho antes?
—Oui.
Daisaku gruñó como advertencia para Mew.
—Piensa en lo que tienes que perder, osa.
—Preocúpate por tu trasero, tigre, —dijo Phoenix con sarcasmo. Su
mirada se suavizó cuando volvió a mirar a la osa—. Habla, Mew. Para ser más
cliché, la verdad te concederá la libertad.
Mew recorrió con la mirada a Taeheon y Junyoung ante de que hablase
otra vez.
—Daisaku Tigarian admitió ante ambos, mi hijo y yo que él sabía que
Taeheon no se había vuelto loco. Que él y su padre lo acusaran sólo para
conseguir su dinero.
Otro hombre de pelo oscuro miró ceñudamente a Mew.
—¿Qué hay acerca de tu anterior testimonio? Dijiste que habías
presenciado su misma locura.
Mew asintió.
—Él ha sido más hostil últimamente, no mentí. Y él nos ha expuesto
innecesariamente al escrutinio de los humanos.
Daisaku se burló.
—Él está ahora mismo aquí de pie con el hijo de un senador. ¿Dime qué
clase de animal haría tal cosa? Es obvio que él está loco. Él incluso se lanzó
a la jaula de los tigres en el zoológico, dónde estaba siendo gravado por los
humanos.
Phoenix miró a Juny y Taeheon con una expresión estoica.
—¿Tienes algo que decir, Juny?
—¿Cómo sabe mi nombre?
Una esquina de su boca se elevó irónicamente.
—Lo sé todo, chiquillo. Y la inmensa mayoría de eso, desearía no
saberlo… especialmente esos pensamientos de jovencito que estás teniendo acerca
de Taeheon ahora mismo. Realmente me incomodan, y realmente desearía que Siwan
dejase de pensar en Heecheol… —Phoenix hizo una mueca, luego pareció quitárselo
de encima—. Ahora habla si tienes algo que decir para refutar esas alegaciones.
Junyoung soltó la mano de Taeheon para dar un paso adelante mientras se
volvía hacia los Were-Animales que estaban en la mesa redonda.
—En cada acontecimiento de los que ustedes acusan a Taeheon, estuve
allí como testigo. Él
ni una sola vez atacó a menos que fuera en mi defensa o en la de sí
mismo. Él sólo se metió en la jaula de los tigres porque la vida de un niño
pequeño estaba corriendo peligro y él sabía que él podía salvarlo. Eso no fue
locura, fue bondad.
Una mujer rubia la desdeñó con sarcasmo.
—¿Qué sabe un humano?
Phoenix bufó.
—Oh, creo que nuestro pequeño humano sabe mucho de animales…
especialmente ahora.
Junyoung frunció el ceño. Por el tono de su voz podía decir que en
cierta forma Phoenix sabía él era en parte tigre.
Dios mío, el hombre parecía saberlo todo. Realmente daba miedo pensar
en eso. Taeheon se movió para ponerse delante de él.
—No estoy loco ni demente. No hay trelosa en mi interior. Estoy aquí
para ser juzgado con considere el Omegrion, pero sólo siempre que me prometan
que nada le ocurrirá a Juny.
Daisaku se mofó de él.
"Yo temería más por mi propia vida que por la de los humanos.
Taeheon inclinó su cabeza como si sintiese algo extraño. Él cambió de
dirección cuando algo brilló intermitentemente justo detrás de él.
Antes de que él pudiese reaccionar, un hombre agarró Juny, luego
desapareció con él.
Daisaku se rió un instante antes de que él desapareciese, también.
—¿Qué diablos? —Demandó Dongjun desde la mesa redonda.
Phoenix no reaccionó en absoluto físicamente. Él estaba sentado sobre
su trono sin emoción alguna.
—Bueno, eso fue ciertamente especial,—dijo él, su voz cargada con
sarcasmo.
—¿Vas a permitir que alguien amenace la santidad de este lugar?
—preguntó el representante chacal.
—Oh no, —dijo Phoenix. Él comprobó su reloj de pulsera.— Démosles
algunos minutos antes de enviar al tigre a terminar con esto.
—¿Dónde diablos lo llevó? —Exigió Taeheon.
Phoenix le dedicó una graciosa mirada.
—Sujete a tus caballos o, ya que eres en parte tigre, tu cola.
—¡Él no puede estar solo! —gritó Taeheon hirviendo por dentro de
cólera. Phoenix podía no preocuparle el bienestar de Juny, pero a él con toda
seguridad sí—. Tienes que enviarme a él ahora.
—Fehrista nam gaum.
Taeheon frunció el ceño ante las palabras que él no comprendió.
—¿Qué quiere decir eso?
—Para hacer una tortilla primero debes romper algunos huevos".
Junyoung estaba ligeramente desorientado cuando se encontró en un
lujoso cuarto, efusivamente adornado. Este parecía algún tipo de casa de fin de
semana con jardín de una revista. Todo altamente pulido y exquisitamente
limpio.
Trató de moverse, pero el tigre todavía lo sujetaba con fuerza desde
atrás impidiéndole escapar. De hecho, apenas podía respirar.
Cerrando sus ojos, convocó sus poderes y trató de convertirse en tigre.
No era fácil.
Pero cuando Daisaku destelló en el cuarto, lo consiguió. El hombre que
lo sujetaba maldijo antes de convirtiese en tigre para atacarle. Junyoung le
lanzó una cuchillada a su garganta antes de morderle con fuerza en el cuello.
Ellos no iban a cogerlo sin pelear.
El tigre se apartó cojeando de él mientras Daisaku se abalanzaba,
agarrándolo desde atrás. Él rugió mientras trataba de morderle también, pero Daisaku
le sujetó de tal manera que no podía.
Un hombre de mediana edad se quedó sin aliento cuando entró en la
habitación. Vestido con un caro traje negro, él era el chico del póster del set
de Fortune.
Junyoung ladeó su cabeza. Era Tanaka. Lo reconoció al instante debido
al hecho de que guardaba un asombroso parecido con Erick.
—¿Lo has traído? —Preguntó Tanaka.
—No. Este es su compañero humano.
Tanaka negó con la cabeza.
—¿Cómo es eso posible?
—No me preguntes, —Daisaku dijo en un tono agravado.— Tú eres el
anciano, Papá —Él indicó dónde el otro
tigre yacía sobre el suelo, muerto y ensangrentado—. Él ya ha matado a Theo, y
estoy seguro que Taeheon lo rastreará a nosotros de un momento a otro .
Tanaka se acercó a ellos cautelosamente.
Junyoung le lanzó una dentellada a Tanaka, queriendo hacerlo trizas no
solo por lo que había hecho a Taeheon sino a Erick también. ¿Cómo podía matar
algún hombre a su propio hermano?
¿Y por qué? ¿Dinero?
Eso era ridículo y ambos el humano y el animal en él buscaban venganza
por el indebido dolor Tanaka había causado a Taeheon.
Se esforzó en regresar a la forma humana a fin de que le pudiese decir
a Tanaka exactamente lo que pensaba de él, pero su cuerpo no lo escuchaba por
el momento.
Tanaka se movió hacia él, con un deliberado intento. Él conjuró un
cuchillo de mariposa en su puño. Abriéndolo con un giro, él le dedicó una
diabólica sonrisa afectada.
—Entonces yo digo que pongamos fin a su sufrimiento y dejemos que
Taeheon lo encuentre con la garganta rajada.
—No te atrevas a tocarla.
Junyoung, así como también Tanaka y Daisaku, se congelaron ante el
sonido de una voz que estaba seguro de que nunca volvería a oír.
No podría ser… No estaba seguro de quién era el más atónito cuando Erick
apareció en el cuarto ante ellos. Con sus brazos cruzados sobre su pecho él
parecía extrañamente calmo, y todavía al mismo tiempo su cólera era tangible.
Era una extraña combinación.
—¡Tú estás muerto! —chasqueó Tanaka. Erick se rió.
—¿Parezco muerto, Hermano?
—Karina te mató.
Erick arqueó una ceja ante eso.
—Pensé que era Taeheon quien me asesinara, ¿No es eso lo que tu
clamabas?
Tanaka se alejó de Junyoung lentamente, hacia la puerta.
—Tú eres un fantasma. Tienes que serlo. Tu compañera te mató hace más
de veinte años.
—¿Lo hizo? —Erick descruzó los
brazos y lanzó una pequeña estrella japonesa al brazo de Daisaku.
Maldiciendo de dolor, Daisaku
dejó ir a Junyoung.
Su cara una máscara de malicia, Erick se volvió hacia su hermano.
—Te lo dije hace mucho tiempo, Gray, nunca te metas entre un tigre y su
compañero.
Tanaka se transformó en un tigre y se lanzó sobre Erick. Erick lo
atrapó en sus brazos y lo mantuvo muy cerca a su corazón.
Él le miró sombrío.
—Haz lo que tengas que hacer para proteger a Taeheon, Juny. Él te
necesita, —dijo, luego desapareció.
Junyoung se volvió contra Daisaku con una maraña.
Taeheon estaba lívido para el momento en que Phoenix le permitió
localizar a Juny.
Él destelló a una casa poco familiar, listo para pelear con el diablo
él mismo si hiciera falta.
Pero lo que encontró lo confundió por completo. Juny estaba acurrucado
desnudo en una esquina, estremeciéndose y llorando, mientras el cuerpo tigre de
Daisaku estaba tendido apartado a algunos pies de él.
Atontado y aterrado de lo que le habían obligado a hacer, Taeheon se
adelantó poco a poco a Juny hasta que pudo traerlo a sus brazos. Él lo miró con
lágrimas en sus ojos. Su intestino se anudo mientras se preparaba mentalmente
para lo peor.
—Lo maté, Taeheon, —jadeó ella—, tal como hice con el otro. Fue tan
horrible. —se limpió la boca tan fuerte
que estaba asombrado de que no se sacase la piel— No puedo quitar el sabor a
sangre de mi boca.
—¿Ellos te hicieron… estás bien?
Él asintió con la cabeza, luego sollozó aun más fuerte.
Aliviado de que ellos no lo hubiesen violado, él lo sujetó más cerca y
envió una silenciosa plegaria de agradecimiento.
—Shh, —dijo, jalándolo a su regazo y vistiéndolo. —No hiciste nada que
no tuvieses que hacer para protegerte. Allí que no hay nada malo con eso.
—Pero maté a alguien.
—Ahora eres un tigre, Juny. El animal dentro de ti es más fuerte… —hizo
una pausa mientras pensaba detenidamente en eso. No era cierto y él lo sabía—.
No. La mujer dentro de ti es lo suficientemente fuerte para saber que tenía que
hacerse. Si no los hubieses matado, te habrían matado ellos.
Junyoung dejó escapar un débil suspiro cuando recordó a Taeheon
diciéndole cuan dura era su vida. Cuan brutal. Al tiempo que había pensado que
él solo estaba siendo melodramático.
Ahora entendía.
Taeheon tenía razón, la parte animal de si mismo estaba satisfecha
incluso cuando el humano en él estaba horrorizado. Las dos partes estaban en
guerra y en paz.
Era tan extraño.
¿Cómo podía sentirse así? Esas habían sido personas, algún tipo de
ellas. Y él los había matado.
Por Taeheon y por si mismo. No, él tenía razón. Eso era autodefensa. Si
no los hubiese matado, ellos deberían haber cogido mucho más de él.
Taeheon se levantó y tiró de él para ponerlo en pie. Sus ojos estaban
oscuros con preocupación, y esto le calentaba incluso a través del dolor y el
horror.
—¿Te hiciste daño en la pelea?
—Algunos Arañazos, pero viviré
—se le quedó mirando cuando todo el acontecimiento volvió a pasar a
través de sus pensamientos y tembló—. Tu padre estuvo aquí.
Taeheon clavó los ojos en él con incredulidad.
—¿Qué?
Asintió.
—Inmediatamente después de que Daisaku me trajo aquí, tu padre vino y
agarró a su hermano. Creo que él lo llevó al pasado.
—Eso no tiene sentido. ¿Por qué?
—No lo sé. ¿Quizás para confrontarle?
Pero incluso eso no tenía sentido. Era completamente bizarro. Taeheon
dejó escapar un largo suspiro.
—No hay manera de probar mi inocencia ahora. No podemos siquiera forzar
a Daisaku o Tanaka a confesar.
—Pero están muertos. No hay nadie que te acuse.
Su mirada fija le quemó.
—Nuestra justicia no funciona de ese modo —Él subió sus manos a los labios y depositó
el más tierno de los besos en su palma.— Vamos, debemos regresar al Omegrion.
—No, —dijo, deteniéndole—. Huyamos. Podemos...
—No, Juny. Nunca he sido cobarde y yo no huiré en esto. Además, Phoenix
me puede encontrar.
La esperanza llameó dentro de él.
—Él sabe la verdad. Él dijo que lo sabía todo. Si le podemos conseguir
….
—Phoenix no interferirá con lo que los otros decidan. No está en su
naturaleza
—¿Entonces qué bien es él?
Antes de que Taeheon pudiese contestar, se encontraron en la sala del
concilio del Omegrion.
Junyoung tragó ante la mirada nada divertida en la cara Phoenix cuando
clavó directamente los ojos en él. ¿Seguramente no había oído lo que había
dicho a Taeheon… verdad?
—Sí, —dijo él misteriosamente—.
Lo hice, y me pregunto cada jodido día exactamente lo que tú te has preguntado.
¿Qué tan bueno soy? La respuesta es simple. No hay nada bueno acerca de mí y me
gusta de ese modo. Me enorgullezco de ello, de hecho.
Phoenix era un hombre realmente extraño. Y todavía, él parecía
enfadado.
Junyoung pasó la mirada alrededor de la sala a los miembros del
consejo, todos los se quedaron con la mirada fija, no en ellos, sino en las
puertas. Siguió sus miradas y luego se quedó sin aliento.
Taeheon frunció el ceño hasta que él miró para donde todos tenían
clavada la mirada. Se quedó boquiabierto.
Él parpadeó, tratando de aclarar su visión. Pero todavía veía lo que no
podía ser. ¿"Papá"?
El padre de Taeheon sonrió y asintió.
Taeheon dio un paso indeciso adelante, entonces se detuvo a si mismo.
Esto no era real. No podía serlo.
Su padre cruzó la distancia para atraer a Taeheon en un abrazo. Él solo
se quedó allí en estado de shock, incapaz de devolver el abrazo. Taeheon miró a
Juny, quien parecía estar igual de confundido, luego a Phoenix, quien
simplemente se veía estoico.
Temiendo que fuese un truco, Taeheon apartó al hombre que se parecía a
su padre.
—¿Qué diablos es esto? exigió Taeheon.
—Tu padre no murió, —dijo Phoenix insípidamente. Él se levantó de su
trono para acercarse a ellos.— Fue un infierno de una noche. Fue una pena que
te desmayases y te perdieses los fuegos artificiales.
Taeheon negó con la cabeza.
—Le toqué. Vi su cuerpo. Él estaba muerto. Asesinado.
—Tú viste el cuerpo de Tanaka,
—explicó el padre de Taeheon.
Phoenix agitó su mano y sobre la lejana pared aparecieron unas
imágenes. Taeheon no podía respirar mientras veía a su padre y a su tío
peleando como tigres. Con un movimiento rudo, el padre de Taeheon abrió de un
corte la garganta de su hermano.
Tanaka salió cojeando y murió en el piso donde Taeheon recordó
encontrar a su padre. Dos segundos más tarde, el tigre se convirtió en un
hombre.
—¿No pensaste alguna vez que era extraño que el cadáver pareciese
humano? —le preguntó Phoenix—. ¿Según sé, no debería ser tu padre un tigre como
“cadáver”?
Los ojos de Taeheon se ensancharon. Era verdad. Él debería haber
pensado en eso por el mismo, pero en el trauma resultante nunca se le había
ocurrido. Ni aún cuando volvía a pensar sobre ello. No es que él acostumbrase a
hacer hincapié en esa noche.
—No lo entiendo.
Su padre colocó una mano en el hombro de Taeheon.
—Mi hermano era Arcadio, como nuestra madre. Y él odiaba eso acerca de
él mismo. Igual que tú, él ocultaba lo que él era del mundo. Él nunca aprendió
a llegar a un acuerdo con eso. Es por lo que yo no confiaba en él. Él tenía
todo el poder de un tigre y todos los celos y el odio de un humano.
—Ya te dije que esos bastardos estaban tras el dinero.
Taeheon miró ceñudo a Im Siwan, quien le daba al concilio una sonrisa
afectada de “Ya te lo dije” desde su asiento en la mesa.
El padre de Taeheon se aclaró la garganta, concentrando la atención de
vuelta a él.
—Mientras tú y Juny estaban fuera, comencé a que pensar acerca de lo
que los dos me habían dicho acerca de la
noche en que me encontraste. Y recordé que tú dijiste que era humano. Me di
cuenta de que no era yo el que viste. No podía haber sido. Soy un tigre y
habría sido tigre incluso muerto.
—Pero tú me diste tus poderes, —dijo Juny, confundido.
Erick negó con la cabeza.
—Te di los poderes que mi madre me confirió. Yo mantuve los míos
propios. —Sus ojos se volvieron angustiosos cuando miró a Taeheon.— Supe que Karina había debido haber visto a Tanaka,
y su cara debió quedar tan desfigurada por el asesinato que asumió que era yo,
ya que nunca había dejado a mi hermano entrar a mi casa, a menos que lo trajese
yo mismo para pelear. Me mantuve intentando pensar de porqué lo había hecho y
cuando.
Su mirada se aguzó cuando apretó su mano en el hombro de Taeheon.
—Entonces se me ocurrió. Si Tanaka estaba vivo para acusarte antes de
que tú regresases, entonces yo debí haberlo traído de regreso en el tiempo para
asesinarle después de que tú te marcharas.
Taeheon miró a Junyoung.
—¿Estás siguiendo esto?
—No realmente, pero de una forma extraña, creo que lo tengo. —Junyoung
miró a su padre.— ¿Si tú mataste a Tanaka, entonces quién mató a Karina?
El padre de Taeheon aspiró profundamente.
—Yo lo hice. Supongo, que todavía pensaba que iba a morir esa noche,
así que después de que ellos te encerraron, confronté a ella y su amante.
Peleamos, y durante eso, su amante calló en la chimenea. Él esparció los
carbones por el cuarto al salir y eso le prendió fuego a la casa antes de que
él muriese. Karina y yo bajamos peleando. Para cuando la maté, había llamas en
todas partes y asumí que eso quería decir que iba a morir en el incendio. Me
desmayé, y cuando me desperté, estaba en un refugio animal.
Taeheon quedó completamente aturdido por la revelación. ¿Su padre había
estado vivo todos estos años?
—¿Por qué no me dijiste nunca?
—Porque él sabía que tú tenías que crecer sin él. —Dijo Junyoung quedamente—. De otra manera
todo cambiaría.
Erick asintió.
—Tú no habrías regresado a advertirme sobre mi muerte, y si no hubieses
hecho eso, yo habría muerto, como tú lo harías. No habría cambiado mi
testamento y habrías entrado en la custodia de Tanaka.
Phoenix se movió para permanecer al lado de ellos.
—Eso es verdad. . tenía que suceder.
Taeheon todavía no podía creérselo. ¿Cómo se suponía que iba a ser todo
esto?
—¿Dónde has estado escondido todos estos años? —le preguntó él a su
padre.
Él le sonrió con timidez
—Llevando la compañía detrás de los escenarios como si fuese un humano.
Es por qué lo que nadie alguna vez te molestó mientras estabas en The
Empire —Él le guiñó el ojo a Taeheon—
¿Realmente no pensarás que iba a dejar las cosas en manos humanas, verdad? Pero
yo realmente aprecio los consejos que vosotros dos me disteis. World Wide Web.
Tenías razón, es un infierno de cosa.
Junyoung estaba completamente aturdido por todo esto. Erick continuó.
—Tengo que decir que no fue difícil dar el salto a la Corporación
Microsoft después de lo que dijiste, pero estoy demasiado condenadamente
agradecido de estar vivo como para fastidiar a los Destinos sobre eso. Ser el
Segundo-Puesto, es mejor que estar muerto.
O.o
ResponderEliminarOMG
Ahhhhhh
-rueda como loca, literal-
Ahhhhh !!!!
Excelente!!!
Lo ame!
Me encanto!!! Súper el capítulo!
Dios! Que emoción!!!
Ahhhh
Juny! Eric! Es mi héroe!!!!
Ahhhhh
Wooooooooooow
ResponderEliminarPero que genial
Aparte de que el padre de Tae no murio,él de alguna manera cuido de su hijo.
Todo esta aclarado y ahora Tae y Jun pueden estar juntos...eso si el padre de Jun no hace algo.
Cuando Erick dijo que desperto en un refugio animal....por un momento pense que al final habia terminado en el zoologico....xD