Taeheon se encontró a solas en el dormitorio de su padre. Él ladeó la
cabeza cuando oyó la música apenas perceptible saliendo de otro cuarto. Era la
canción "The Lion Sleeps Tonight."
Taeheon bufó. No había duda de que esa la forma de su padre de hacerle
saber a Taeheon donde estaban.
Él abrió la puerta del corredor y lo recorrió con la mirada para
asegurarse que su “yo” menor no anduviese cerca. No había mucha probabilidad de
que eso sucediese. Si lo recordaba correctamente, él no se aventuraba fuera
después de anochecer y aún así sólo fue una vez o dos. Él había estado
demasiado asustado para dejar que su padre lo viera. Asustado de cuánto más su
padre le odiaría si él supiese lo que podía hacer.
Dios mío, él había sido tal tonto. La misma cosa había causado que su
padre cambiara sus sentimientos hacia él había sido la cosa que le había
asustado más.
Si sólo hubiese sabido.
Taeheon bajo por el pasillo, en la dirección opuesta al cuarto de su
infancia. Él encontró la puerta de donde salía la música.
Por si acaso estaba equivocado, él llamó ligeramente a la puerta. Nadie
contestó.
Indeciso, la abrió lentamente para encontrar a un gran tigre blanco en
la cama. Él se congeló no tanto ante lo que vio como ante lo que olió. El aire
estaba espeso mezclando el olor del tigre con el de Juny.
El corazón de Taeheon martilleó ante el significado.
—¿Qué has hecho? —Él le gruñó a la bestia que estaba tendida de cara a
la pared opuesta— ¿Cómo has podido comerte a mi novio, Papá? Él era todo lo que
alguna vez he tenido.
¡Maldito seas!
Su furia rebosando, Taeheon se dirigió hacia la cama, teniendo la
intención de matar a su padre cuando cambiaba a la forma de tigre. Él cogió al
tigre, haciéndolo volverse.
La mirada fija de Taeheon se cerró en la del tigre cuyos ojos no eran
los de su padre…Ellos eran marrones.
Eran marrones como los de Juny. Y estaban grandes con el pánico.
Taeheon lo soltó y volvió a cambiar a forma humana. Asustado de lo que
él veía, él extendió la mano para tocarlo, medio esperando que fuese un truco
de alguna clase. ¿Cómo podía ser Juny un tigre? Él era humano. Completamente
humano.
—¿Cariño? —susurró él, acariciando la cara del tigre—. ¿Eres realmente
tú?
El tigre gateó más cerca de él. Acarició con la nariz su pecho desnudo
y levantó una pata para dejarla descansar sobre su cadera. Él podría sentir su
miedo mezclado con alivio.
Taeheon lo rodeó con sus brazos sosteniéndole cerca
—Está bien, —le dijo, acariciando su suave pelaje— Te tengo.
Dos segundos más tarde, Junyoung estaba tendido como un desnudo humano
en sus brazos. Taeheon lo volvió para ver esos familiares ojos marrones
mirándole.
—Estoy asustado, Taeheon—dijo, su voz temblando— ¿Qué me está
ocurriendo? —Él ahuecó su cara en sus manos.
—No lo sé. ¿Que sucedió mientras estuve fuera?
—Tu padre me metió en este cuarto y yo pensé que él me mataba.
Taeheon frunció el ceño ante sus palabras.
—¿Qué?
—Él me atacó como un tigre, luego todo se volvió negro. Cuando me
desperté, era…—volvió a cambiar a un tigre antes de que pudiese terminar de
hablar.
Su pánico se redobló.
—Está bien, Juny, —Taeheon lo reconfortó— Respira hondo e imagínate
como un humano.
Junyoung regresó a él.
—Eso es, —dijo él con una sonrisa que él realmente no sentía. Pero él
no quería asustarlo más de lo que ya estaba.— Sigue enfocándote en ser humano y
permanecerás como uno.
—Tengo que decírtelo, ser un tigre realmente apesta.
Él se rió misteriosamente de sus palabras.
—Algunas veces. Otras veces no es tan malo
—Esta no es una de esas veces.
Él sonrió mientras le acariciaba gentilmente el pelo.
—No, supongo que para ti no lo es —Él inclinó su cabeza si tratase de
sentir a su padre, pero todo que Taeheon podía sentir era a Juny—. ¿Sabes a
dónde ha ido mi padre?
—No, pero la próxima vez que le vea, tengo la intención de devolverle
el mordisco
—Yo le morderé por ti —Taeheon se echó hacia atrás.— ¿Cómo te sientes
ahora mismo?
—Mareado. ¿Sientes alguna vez como si fueses a vomitar cuando cambias
de forma?
—Normalmente se va rápido. Clava la mirada en algo por un minuto y tus
sentidos se aplacarán.
Él clavó los ojos en sus labios.
Taeheon no sabía que eso lo iba a encender, pero su cuerpo reaccionó
instantáneamente.
—Tenías razón —dijo—.Ayuda.
Taeheon lo besó ligeramente. Junyoung dejó escapar un profundo gemido
de su garganta mientras separaba los labios para saborear la dulzura de su
boca. Con su cuerpo endureciendo incluso más, él amablemente ahuecó su pecho en
su mano.
Él comenzó a tumbarlo de espaldas cuando alguien llamó a la puerta.
Rápidamente él los vistió ambos cuando la puerta medio se abrió para
mostrar a su padre. Vacilando en el portal, él parecía tímido.
—No sabía que habías regresado. Venía a ver a Juny. ¿Cómo lo está
haciendo?
Taeheon dejó la cama mientras sujetaba su enfado
—¿Qué le has hecho?
Él miró después de Taeheon a la cama donde Juny todavía yacía en forma
humana.
—Lo siento, Juny. Pero era lo mejor. Tú eres más fuerte ahora. Vivirás
más tiempo de lo que lo harías como un humano. Créeme, estás mucho mejor así.
Taeheon le agarró y lo golpeó ruidosamente contra la pared.
—¿Qué le has hecho?
—Le di los poderes de mi madre.
Taeheon no podía haber estado más aturdido si su padre lo hubiera
atormentado. Él aflojó la sujeción en su garganta.
—¿Que hiciste qué?
—Le di fuerza animal. Creí que para el fin de semana ya no los
necesitaría más de todas maneras, ¿vale?
Taeheon negó con la cabeza.
—Es imposible. Nadie puede entregar sus poderes.
Su padre bufó ante eso.
—Sí, pueden. No es algo que se haga a menudo. Muy pocos de nuestra
clase llegan a legar su magia. Pero puede hacerse.
Taeheon todavía no creía en eso.
—No. Conozco un Were-Hunter que se emparejó con un humano. Su pareja no
tiene poderes.
—Porque él no los compartió.
—Créame, si Kevin pudiera compartir sus poderes con su esposo, lo
haría.
El padre de Taeheon arqueó una ceja ante lo que eso se refería.
—¿Aunque eso significara debilitar los suyos?
Taeheon vaciló. No, quizás no.
—¿cómo es que nunca he oído de eso?
—No es algo que se hable en muchos círculos abiertamente. Me enteré de
eso por mi madre, quien me entregó sus poderes cuando descubrió que se estaba
muriendo de cáncer. Era joven y ella estaba aterrorizada de que Tanaka me
matara. Así que ella me hizo lo suficientemente fuerte para que pudiese hacerle
frente. Ahora le he pasado su regalo a tu novio.
Juny se puso lentamente derecho en la cama.
—¿Por qué no se los da a Taeheon?
El padre de él medio le sonrió.
—Sus poderes bastan para que él pueda mantenerse firme en contra de
alguien. Pero tú… tú siempre serías una debilidad para él. Ahora ya no lo eres.
En pocos días, te acostumbrarás a tu nueva vida y dominarás con maestría esos
poderes.
—Pero no somos compañeros, —dijo Taeheon, todavía incapaz de creer que
eso estuviese sucediendo.
—Lo seréis. Lo sé.
Taeheon negó con la cabeza.
—Juny es hijo de un senador de los Estados Unidos, Papá. ¿Cómo se
supone que debe volver a su vida ahora? —Él observó como el horror impactaba en
él.
—¿Por qué me lo dijiste? —Preguntó su padre.
—Si supiese que ibas a engañarlo para meterlo en nuestro mundo, lo
habría hecho. Pero nunca soñé en mi más descabellada imaginación que podrías
hacer esto.
Juny tocó el brazo de Taeheon cuando se unió a ellos.
—Está bien, Taeheon. Aunque para ser honesto, elegir esto hubiese sido
más agradable. El corazón de tu padre estaba en el lugar correcto. No puedes
enojarte con alguien que hace algo por que te quieren.
Taeheon rechinó los dientes.
—Claro que puedo. —Su padre se vio afligido.
—Pero yo no podría.
Su padre tomó a Taeheon en sus brazos y le abrazó.
Junyoung les sonrió.
—¿Así antes de que cambie a tigre otra vez, descubriste algo acerca del
asesinato de tu padre?
Taeheon asintió con la cabeza mientras él se apartaba para moverse al
lado de Junyoung.
—El brillante plan de mi madre es que ella nos mata a Papá y a mí, y
luego ella y Tanaka se dividen la hacienda. Él debe traspasarle un millón de
dólares a su cuenta antes de los asesinatos.
—Pero ella no te mató, —le recordó Junyoung— Después de que tu padre
muere...
—Saben, —dijo su padre entre los dientes apretados con fuerza—
realmente me incomoda hablar de mi muerte de esta manera
—Lo siento, —dijo Juny. El miró a Taeheon— ¿Estás seguro de que no
podemos salvarle?
—No, —dijo Taeheon—. Eso alteraría las cosas y los Destinos nos
castigarían por ello.
Su padre estuvo de acuerdo.
—Y lo más probable es que ambos terminaran muertos en algún otro
fantástico lugar unas horas después de haberme salvado. Los Destinos tienen una
extraña manera de mantener en equilibrio las cosas.
Junyoung lo sentía por Erick.
—¿Así que, cómo podemos probar que estuvieron involucrados?
—No lo sé —dijo Taeheon— El depósito no quiere decir nada. Supongo que
podría obtener una copia de eso, pero Tanaka podría mentir y decir que puso el
dinero allí por otra razón. Su argumento se basará en que mis padres están
muertos. Él dirá que yo los maté a ambos.
—Así que necesitas descubrir quién mató a tu madre y obtener pruebas de
ello.
Taeheon asintió con la cabeza.
—¿Podría haber estado Tanaka en la casa cuando ella murió?
Erick negó con la cabeza.
—No es posible
—¿Estás seguro? —Preguntó Taeheon.
—Sí. Expulsé a Tanaka de aquí hace mucho tiempo. —Erick se volvió
prudente.— ¿Qué recuerdas acerca de la noche de mi muerte? Necesito cada
detalle.
Taeheon le dedicó una mirada incómoda a Junyoung.
—Ocurrió alrededor de las diez. Lo recuerdo porque oí el reloj tocar al
mismo tiempo que algo se rompió. Tuve la sospecha de que algo iba mal, así que
dejé mi cuarto para ir al tuyo. Te encontré allí y te sujeté.
Junyoung vio el dolor en la cara del padre de Taeheon.
—Luego los oí riéndose y fui a matarlos. El amante de mamá me atacó y
me dejó fuera de combate. Cuando me desperté, la casa estaba ardiendo y escapé
cuando el piso se quemó de debajo de mí. Un bombero me sacó y yo escapé por el
bosque. Allí había un hombre que me llamó. Él dijo que él me llevaría al
Santuario.
Su padre frunció el ceño.
—¿Qué hombre?
—No lo sé. Él nunca me dijo su nombre y yo ni siquiera sé por que
confié en él, en retrospectiva. Él solo parecía ser honesto.
Junyoung consideró eso.
—¿Qué aspecto tenía?
Taeheon se encogió de hombros.
—Él se veía y olía a humano. Era realmente alto, con ojos negros y
oscuro pelo marrón.
Erick negó con la cabeza.
—No conozco a ningún humano con ese aspecto.
—¿Estás seguro? —Preguntó Taeheon.
—Sí.
—Qué extraño,—dijo Junyoung mientras lo consideraba— ¿Quién pudo ser él
entonces?
Taeheon negó con la cabeza.
—No lo sé.
Erick dejó escapar un largo suspiro, cansado.
—Muy bien entonces. No parece que haya mucho que podamos hacer hasta la
noche me matan. Le diré al banco que me tenga al corriente acerca de los
movimientos de las cuentas de tu madre. Tú quédate aquí y le enséñale a tu
novio cómo usar sus poderes.
El ceño fruncido de Taeheon aumentó.
—¿A dónde vas?
Su padre le dio a Taeheon una mirada significativa.
—Quiero ir a pasar un poco de tiempo con mi hijo a fin de que él no me
odie completamente cuando me encuentre muerto.
—No te odié, Papá.
Él sonrió tristemente.
—Gracias, Taeheon. Me alegra saberlo antes de morir.
Junyoung estaba asombrado por la fuerza del hombre, el hecho que él
podía afrontar su muerte tan valientemente. Era increíble.
—Está siendo increíble entendiendo todo esto.
Él se mofó de eso.
—Sólo por fuera. Te lo aseguro, por dentro estoy gritando ahora mismo.
No hay nada peor que saber que vas a morir y no poder evitarlo.
—No, no me lo imagino.
Erick abrió la puerta.
—Volveré en pocas horas. Mientras tanto si necesitáis cualquier cosa,
ten a Juny avisándome por el interfono.
—De acuerdo.
Cuando su padre empezó a salir, Taeheon lo detuvo.
—Gracias, Papá.
Él palmeó a Taeheon en el brazo antes de dejarlos solos.
Taeheon suspiró con exceso.
—¿Este ha sido realmente un apestoso día, eh?
—Podrías decir que sí. Esta mañana estábamos en el 2005 en Nueva
Orleans, yo estaba mirándote preguntándome como sería tener la capacidad de
transformarse en tigre. Ahora esto fue antes de que me introdujese en el mundo
de 1981 y pudiese convertirme en un tigre. Yeah, simplemente un día como otro
cualquiera…
Junyoung se frotó los brazos cuando el verdadero horror de todo esto
penetró profundamente en su corazón.
—¿Qué va a ser de nosotros, Taeheon?
—No lo sé. Pero cualquier cosa que sea, será interesante
—Y eso es lo qué realmente, realmente me asusta.
Junyoung aprendió rápidamente que la vida como un Were-Tigre no era
fácil. En primer lugar, su apetito se cuadriplicó casi instantáneamente. Y
cuando registró la desierta cocina en busca de chocolate para comer, desde que
su nuevo metabolismo quemaría montones de calorías, Taeheon le avisó de que
estaba eternamente fuera de su menú. Aparentemente demasiado de eso podría
matarle.
Al igual que el Tylenol.
El Tylenol le traía sin cuidado, pero el chocolate… ese fue un golpe
duro. No más conejitos de Pascua para él.
Pero las buenas noticias eran que su cuerpo rápidamente se aclimató a
los cambios y en unas pocas horas pudo mantener su forma humana otra vez con
facilidad.
Taeheon le explicó que durante el día ser humano no sería un problema
para él, desde que era su “forma base”. La de él era técnicamente la del
tigard, lo cual explicaba por qué cada vez que dormía o se desmayaba él volvía
a la forma del tigard.
También aprendió que sería más fácil para él transformarse en tigre por
la noche. Ser un tigre durante el día sería un poco complicado ya que todavía
se estaba acostumbrando a sus poderes.
Hasta que los dominase, durante la luna llena su forma humana
probablemente cambiaría aun en contra de su voluntad. La atracción magnética de
la luna llena haría estragos en sus poderes, de ahí venía el mito humano del
Hombre Lobo.
Bajo la luz de una luna llena, todos los jóvenes Were Hunters estaban a
merced de sus poderes. Ellos probablemente atacarían a un humano incauto, desde
que el animal en ellos tendía a asumir el control de su raciocinio humano.
—Todo mito humano tiene alguna parte de realidad —le dijo Taeheon
cuando le enseñaba cómo controlar su habilidad para cambiar.
El cambio de una forma para otra no era dolorosa. Era el mantener esa
forma lo que suponía estrés mental y físico.
Pero cuando su cuerpo se aclimató, Junyoung comenzó a sentirse feroz.
Intenso. Todo era más vívido ahora.
Su vista. Su audición. Los olores, otra cosa de la que podría haber
pasado.
Al menos para ciertas cosas. Para otras, como la manera en la que
Taeheon olía cuando estaba cerca, no era tan malo.
Apoyó su cabeza contra el cuello de Taeheon a fin de que pudiera
inspirar el único perfume de él. Era más intoxicante un vino fino.
Y le hacía la boca agua.
Siempre tímido en la vida, ahora estaba poseído por alguna otra cosa.
Algo fiero y descabellado. Era todavía el mismo Junyoung, solo que ahora era
mucho más consciente acerca de su lugar en el mundo.
Taeheon sonrió como él amablemente acariciaba con la nariz su cuello.
—¿Sientes el tigre tirando de ti, verdad?
—¿El qué?
—La bestia que comparte tu cuerpo. Es diferente siendo humano. Crepita
dentro de ti como si fuese otra persona. Llamándote.
Junyoung asintió mientras gateaba en su regazo, luego lo empujó sobre
la cama. Restregó su cara en contra de la de él, deleitándose con la sensación
de sus ásperas mejillas raspando la suavidad de las suyas propias. Su cuerpo
estaba ardiendo.
Y el animal dentro de él le deseaba ardientemente con una necesidad
nacida de la locura.
Clavó los ojos en su camisa, luego deseó que desapareciera. Desapareció
instantáneamente.
Era bueno ser un tigre mágico. Junyoung sonrió con satisfacción.
Al menos hasta que su propia camisa desaparecieron.
—¡oye!
—Se acabó el juego limpio —dijo Taeheon un instante antes de que todas
sus ropas desaparecieran.
Por primera vez en su vida, no estaba cohibido. La bestia dentro de él
no sabía nada de modestia. Sólo sabía de deseo. De hambre.
Taeheon
Y quería probarlo.
Taeheon se recostó nuevamente y observó el fuego que ardía brillante en
sus ojos marrón oscuro. Él ya estaba duro y ansiándolo cuando acarició su pecho
con su pelo. Rechinando los dientes, él tuvo que esforzarse para no asumir el
control de eso.
Pero esto era parte de que llegase a ser él misma. Junyoung necesitaba
experimentar el nuevo aspecto de sí mismo. Necesitaba llegar a un acuerdo con
el hambre del alma de un tigre.
Tenderse allí mientras lo
exploraba fue la cosa más difícil que alguna vez había tenido que hacer. Su
cuerpo suave se frotaba tortuosamente en contra el de él. Cuando le mordió la
oreja, el crujiente bello de entre sus muslos rozó contra su cadera,
recordándole su propia hambre.
Su deseo prendió fuego al suyo propio.
Taeheon rechifló cuando Junyoung recorrió su oreja con la lengua. Su
aliento en el cuello se abrasaba y causaba que corriesen escalofríos a lo largo
de su cuerpo. Había algo dentro de él que se calmaba con su contacto y todavía
le excitaba más de lo que ninguna cosa alguna vez lo había hecho.
Él corrió sus manos sobre a su suave espalda para capturar su culo en
las manos. Junyoung gimió en su oreja antes de moverse a fin de montar a
horcajadas su cuerpo. Taeheon se levantó para ahuecar su cara en las manos
mientras él profundizaba más su beso.
Todo lo que él alguna vez había querido en su vida era algo a donde
pertenecer, y con él encontró ese lugar especial. Era por eso que Junyoung
significaba tanto para él. Por qué nunca quería perderlo. Junyoung lo era todo
para él.
Y él no podría conservarlo.
Era tan injusto y todavía se negaba a dejarse pensar en ello. Por el
momento, estaban juntos y eso era todo lo que era importante para él.
Suspirando con satisfacción, él amablemente acarició con la nariz su mejilla.
Junyoung gruñó ante la vista de los músculos definidos de Taeheon
tensándose cuando se contenía guardando el control y permitiéndole a él salirse
con la suya. ¿Qué era por esa bestia que hacía que todo su cuerpo ardiese en
llamas?
Incapaz de aguantar más ya, se empaló a sí misma en él. Gruñeron al
unísono.
Taeheon levantó sus caderas, enterrándose más en éla. Junyoung se
mordió el labio en la satisfacción cuando notó el duro espesor de él dentro de
su cuerpo. No había nada mejor que la sensación de él enterrado allí mientras
hacían el amor furiosamente.
Su cuerpo vibró y ardió, exigiendo más y más de él. Mordiéndose el
labio, vio como su placer estaba reflejado en los ojos de él. Oh, sí, esto era
lo que había deseado ardientemente y no le cabía duda de que ningún hombre
podría incluso ser capaz de hacerle sentir de esa manera otra vez.
Él era todo para Junyoung.
Y ambos él y el tigre tenían la intención de conservarle. Incapaz de
soportarlo más, aceleró sus acometidas hasta que encontró la liberación que
necesitaba.
Ahh! Yo sabía que el padre de Tae no mataría a Juny~
ResponderEliminarQue interesante eso de traspasar poseres!!!
Ahhh
Noooo
El señor padre de Tae morira irremediablemente! T__T
Que dolor que dolor que pena(?)
Noooo
Ahhh a mi que me late que quién mata a la cosa de mamá de Tae y a su amante es Juny...
Ahhhh
Nooo
Ya no puede comer conejitos de chocolate...