Sapphire Wolf (T4)-25

Hee casi salta fuera de su piel cuando sintió los labios de Siwon en su cuello y sus brazos a su

alrededor.

—¡Mierda, hombre! Sobreviví a los estúpidos GJS y a los murciélagos, ¿y tratas de matarme de

un susto?

—Lo siento, Princesa. No podía estar parado ahí mirándote y no tocarte. Te has ido por dos días.

No sabía… —Siwon estaba gruñendo de nuevo—. Nunca más. —Fue todo con lo que pudo terminar.

Hee se volteó y envolvió sus brazos alrededor de su cuello. Miró sus brillantes ojos.

—Creo que queda establecido que no puedo hacer este tipo de truco de nuevo. ¿Algo más que

quieras decirme, cariño?

Siwon se inclinó y lo besó gentilmente. Acarició su nariz con la suya y susurró:

—Te amo.

Hee sonrió.

—Mucho mejor.

Henry aclaró su garganta y Hee miró alrededor de Siwon para ver que Kangin tenía a Teukkie en sus

brazos y Yesung a Ryeowook en los suyos. Le guiñó a Siwon y lo empujó hasta que su espalda estaba

contra la pared. Luego se volteó en sus brazos de nuevo para que su espalda estuviera contra su

pecho.

—Ahora nadie puede ver tus partes viriles —le dijo con una sonrisa.

 

Siwon rió y sacudió su cabeza. Cada una de las otras parejas asumieron posiciones similares y

finalmente todos pudieron ver las caras, pero las partes más importante del cuerpo quedaron

cubiertas.

—Ahora que los reencuentros han acabado y cada uno se ha cubierto galantemente con sus

compañeros…

Henry fue interrumpido con tres gruñidos bajos. Sostuvo sus manos en el aire y sonrió.

—Sólo bromeo. Dios, olvidé lo sensibles que son los machos Alfas —dijo, mirando a Changmin.

—¿Cuál es el plan, Siwi? —preguntó Hee.

Siwon presionó su nariz en su cabello y tomó consuelo en su esencia antes de hablar.

—Junjin nos ha pedido encontrarnos en la villa allá en la Taberna. Antes de irme, mencionó que tal

vez llamaría a las otras manadas para que nos ayuden con la bruja y Hanghen.

Teukkie se puso rígido.

—¿Va a llamar a mi papá?

Kangin lo apretó fuerte en sus brazos.

—Es probable, Angel.

Teukkie asintió, sabiendo que si Junjin estaba dispuesto a poner en peligro a las otras manadas, era

porque no había otra manera.

Changmin dio un paso hacia adelante y mantuvo sus ojos alejados de los machos como una muestra

de respeto mientras hablaba.

—Creo que los chicos necesitan descansar antes de irnos, incluso si es solo por unas horas. Henry y yo seguiremos vigilando la entrada.

Siwon asintió.

—Podemos prescindir de un par de horas para que duerman.

La cabeza de Hee cayó contra el pecho de Siwon mientras dejaba salir una lenta respiración.

—Gracias a Dios.

Con eso, los machos cambiaron de nuevo a su forma de lobo. Hee se acurrucó a su lado,

descansando su cabeza contra el cuerpo cálido de lobo de Siwon. Teukkie y Ryeowook hicieron lo

mismo y todos estuvieron dormidas en cuestión de minutos.

A medio mundo de distancia, Kangta besó a su compañera antes de abordar el jet.

—Te amo —le dijo Boa firmemente.

—También te amo, Luna. Sé que quieres venir pero necesito que te quedes aquí con la manada. —

Kangta apartó el cabello de su cara y colocó otro beso gentilmente en su frente.

—No, sólo me necesitas alejada del peligro.

Kagta rió.

—Bueno, eso también. Me mantendré en contacto —le dijo mientras tocaba su frente, indicando su

vínculo.

—Sólo mantén a Teukkie y a sus amigos a salvo.

—Tengo la sensación de que si dependiera de Kangin y de los otros machos de su manada, esos

chicos estarían encerradas con llave lo más lejos posible de la batalla.

—Sí… pero, compañero —ronroneó Boa—, ¿qué tan seguido los machos de nuestra especie ganan

una batalla de voluntad contra las parejas?

Kangta gruñó, entendiendo el punto de Boa.

—Tienes razón, esos tres probablemente estén liderando el ataque de batalla. Haré todo lo que sea

necesario para asegurarme de que no sufran ningún daño. Junjin me explicó lo que ha pasado desde

que nos fuimos. —Kangta le dijo a Boa lo que Junjin le contó y vio la tristeza en los ojos de su

compañera

Mientras escuchaba las luchas que Hee había soportado así como los otros. Ahora más que nunca ella

quería ir con él, pero Kangta no podría manejar tener a todas las mujeres que ama en peligro. Si al

menos podía proteger a una, eso serviría para él.

—Mantente a salvo, Ahn Kangta —le dijo firmemente.

—Sí, señora. —Le guiñó y le dio otro beso más feroz antes de abordar el avión y unirse a un selecto

grupo de miembros de su manada dentro.

—Donghae. —El cálido aliento de Hyukjae acarició su rostro y sus ojos se abrieron lentamente—,

tienes que despertar, señor gitano. Nos vamos.

Los ojos de Donghae se abrieron de golpe y se enderezó.

—¿Nos vamos? ¿Qué pasa con Teukkie y Hee?

—Junjin instruyó a Siwon y Kangin a llevar a los demás a la Taberna. Nos vamos a reunir allí.

Donghae empujó a Hyukjae hacia atrás para así poder ponerse de pie. Se había quedado dormido con

la ropa que había usado el día anterior. Se pasó los dedos por el cabello, tratando de desenredarlo, y

parpadeó varias veces para conseguir despertar del todo.

—Está bien, estoy bien. Vamos. —Donghae se dirigió a la puerta de la habitación en la que había

estado durmiendo. Hyukjae se rió entre dientes mientras lo seguía. Él lo agarró por la cintura antes de

que pudiera abrir la puerta y Donghae dejó escapar un grito de sorpresa—. Hyukjae, ¿qué estás

haciendo?

Hyukjae lo volvió entre sus brazos y lo abrazó más de cerca, aspirando su aroma. Pensó que tal vez

estaba empezando a cambiar, pero le preocupaba que fuera sólo una ilusión.

—Quiero que te quedes cerca de mí. Haz lo que te digo y no trates de ser un héroe.

Donghae soltó un bufido.

—Te das cuenta de que soy Donghae y no Hee, ¿verdad?

Hyukjae miró a sus cálidos ojos color miel.

—Sí, Donghae mío. Créeme, conozco al joven que tengo en mis brazos. También sé que cuando se

trata de tus amigos vas a hacer cualquier cosa. Simplemente te estoy pidiendo que pienses antes de

actuar, y por pensar me refiero a espera por mí.

Donghae sonrió dulcemente a Hyukjae y le dio unas palmaditas en la mejilla.

—No me di cuenta hasta ahora, pero tengo que estar de acuerdo con Hee.

Hyukjae ladeó la cabeza hacia un lado.

—¿Sobre qué?

—Es lindo cuando ustedes los hombres lobo mandones realmente creen que van a salirse con la suya.

Hyukjae soltó un gruñido que trajo una risita de Donghae. Finalmente, cedió mientras ponía los

ojos en blanco.

—Bien, no voy a hacer nada precipitado. ¿Qué tal eso?

—Mejor —le dijo mientras él lo soltaba, siguiéndole por las escaleras hasta donde los demás

esperaban.

Junjin, Hyesung, Dam, Hongki, Yunho y Zhoumi todos estaban de pie en un círculo en la sala grande.

El fuego aún ardía fuerte en la chimenea de piedra.

—Donghae, Hyukjae —los reconoció Junjin—. Es la hora. Dam nos va a ocultar. Debemos movernos

rápidamente. No habrá tiempo para parar y descansar. Donghae, si te cansas, debo insistir en que

permitas que uno de nuestros lobos te lleve en su espalda en nuestra forma de lobo.

Donghae se quedó boquiabierto. Hyukjae utilizó un dedo para empujar suavemente su barbilla

mientras se reía.

—Yo voy a llevarlo, Alfa —le dijo a Junjin. Junjin dejó escapar una sonrisa de complicidad.

—Pensé lo mismo. —Hyukjae miró inquisitivamente a su Alfa.

Antes de que un intercambio pudiera tener lugar, Dam interrumpió.

—Suficiente cháchara. Tenemos que irnos.

Sin decir nada más, el grupo salió de la cabaña de la Fae y hacia el velo.

Como Junjin había ordenado, se movieron rápidamente. Nadie habló. Los machos escrutaban el cielo

y el bosque a su alrededor continuamente a medida que avanzaban hacia su destino.

Donghae podía sentir la magia en el aire. Podía sentir el manto de Dam, pero en el fondo había algo

aceitoso que trataba de aferrarse a él. Donghae se lo había mencionado en voz baja a Dam y ella le

explicó que la bruja estaba buscando un sanador, por lo que su magia estaba sintonizada para

encontrar al sanador y vincularlo con la bruja. Esta era la razón por la que Donghae tenía la sensación

de que eso estaba tratando de aferrarse a él. Dam le había asegurado que el hechizo de encubrimiento

mantendría la magia de la bruja fuera.

Después de casi dieciocho horas a pie, Donghae se estaba tornando muy cansado y muy fría. Hyukjae

cambió a su forma de lobo, y sabía que Donghae debía estar más cansado de lo que aparentaba,

porque no discutió con Junjin cuando él le pidió que subiera en Hyukjae y se sostuviera firmemente.

Los otros lobos cambiaron también, y entonces su velocidad aumentó. Dam no parecía tener ningún

problema para mantenerse al día con los rápidos y ágiles cuerpos de los lobos.

Donghae cerró los ojos mientras apoyaba su cuerpo contra el lobo de Hyukjae, y se aferró

firmemente al sentir el frío viento a través de su cabello y picar sus mejillas. Trató de imaginar un

momento en que él y sus dos mejores amigos no estaban luchando por sus vidas y se dio cuenta

que había sido hace mucho tiempo.

—¿Tú quieres que yo qué? —le preguntó Hee a Siwon, con sus cejas levantadas. Luego, una

sonrisa torcida se levantó en su boca.

—Heechul, compórtate y simplemente hazlo.

Hee se reía en voz alta ahora. Se habían despertado después de unas pocas horas de sueño y

Henry y Changmin estaban creando un manto para protegerlos a medida que corrieran de vuelta

a la aldea.

—Lo siento. Es que no era en estas circunstancias que yo esperaba oír esas palabras salir de tu boca.

Siwon le gruñó.

Teukkie miró a Hee y le guiñó un ojo.

—¿Cuál fue tu respuesta?

Hee sonrió.

—Vamos, Teuk. ¿Qué otra cosa un buen pequeño compañero iba a de decirle a su hombre cuando él

le dice que se monte sobre él?

Henry, quien había estado lanzando un cuchillo en el aire cuando Hee habló, se atragantó ante sus

palabras y se cortó la mano. Ryeowook de hecho dejó escapar una carcajada con Changmin justo

detrás de él. Teukkie se acercó y golpeó los puños con Hee, riendo.

—¿De cuántas maneras crees que se lo pensó hasta decirme que iba a tener que ser transportado

en su espalda en su forma de lobo como ustedes dos? — preguntó Hee.

Siwon seguía gruñendo constantemente.

—Heechul, basta de esto. Debemos irnos.

Hee no le hizo caso cuando Teukkie le siguió el juego.

—¿Deberíamos repasar todas las posibilidades? —Changmin, Henry y Ryeowook se reían aún

cuando Kangin y Yesung se unieron a los gruñidos de Siwon.

—Bueno, tal vez no tenemos tiempo para repasar todas ellas ahora, pero me siento obligado en

esta situación extrema, cuando no sabemos si vamos a vivir o morir, compartir contigo las palabras

que mi compañero me dijo para decirme que era hora de irse. Redoble de tambores, por favor.

Siwon estaba gruñendo a su compañero, quien parecía completamente impertérrito. Changmin y

Henry tenían dos cuchillos para lanzar cada uno y los estaban rebotando en las paredes de la cueva

en un redoble de tambor.

Hee imitó la voz profunda de Siwon cuando habló:

—Heechul, despierta. Me tienes que montar.

La pequeña cueva estalló en carcajadas. Yesung y Kangin, incluso en forma de lobo, estaban dejando

escapar resoplidos a través de sus hocicos. Ryeowook y Teukkie se estaban limpiando las lágrimas de

sus ojos y Changmin se estaba sosteniendo su estómago mientras se inclinaba por la cintura.

Siwon se sentó en cuclillas y miró al grupo, esperándolos recuperar su compostura. Miró a su

compañero, quien, a pesar de que se trataba de una broma de su propia creación, se sonrojaba de un

hermoso color rojo.

—¿Podemos irnos ahora? —le preguntó con sequedad.

Hee le guiñó el ojo e hizo un gesto hacia la entrada de la cueva.

—Cuando quieras, bola de pelos.

Siwon resopló y esperó a que se subiera sobre su espalda. Ryeowook y Teukkie siguieron el ejemplo.

Sin decir una palabra, los lobos y su preciosa carga salieron de la cueva con los dos Fae junto a ellos.

Todos se agacharon, esperando ser apedreados por los murciélagos, pero no pasó nada. Hee miró

hacia el cielo despejado y entrecerró los ojos del sol brillante.

—Supongo que se dio por vencida —murmuró.

—No. —Changmin negó con la cabeza—, ella se está reagrupando. Volverá. — Y con eso, se pusieron en marcha.

Los lobos corrieron a toda velocidad, sus compañeros aferrándose fuertemente a su pelaje, y el

encubrimiento de las Fae constantemente sobre ellos a medida que avanzaban.

Hee no sabía cuánto tiempo habían estado corriendo cuando, de la nada, de repente fueron

rodeados por otros seis lobos, un Donghae de aspecto cansado, y Dambi de aspecto feroz. El

rostro de Donghae se iluminó como Navidad cuando vio a Teukkie y Hee sosteniéndose firmemente

a sus lobos en una sola pieza.

El grupo nunca rompió en calma a medida que se reunían, sino que continuaron corriendo bajo el

manto proporcionado por las Fae hasta que llegaron a la Taberna. Todos los machos menos Yesung

trotaron dentro de la puerta de la Taberna que estaba sostenida abierta por Donghwa y se dirigieron

a encontrar ropa para colocarse una vez que cambiaran.

—Tú y Yesung pueden venir con nosotros a la sala de reuniones en la parte de atrás. —Hee les hizo

señas para que la siguiera a medida que Teukkie, Donghae, y los otros se adelantaban.

Una vez en la sala de reuniones, acurrucados alrededor de la gran chimenea de piedra, Donghae

abrazó a Hee y Teukkie ferozmente.

—Quiero que ustedes dos sepan que estoy muy enfadado con ustedes, pero tan feliz de que estén

bien que estoy dispuesto a pasarlo por alto. —Donghae trató de parecer molesto pero no pudo

lograrlo. Estaba muy contento de ver a sus dos amigos.

—Sentimos no habértelo dicho, Hae. —Teukkie llevó a Donghae en otro abrazo mientras hablaba—.

No queríamos que tuvieras que mentir.

—Lo sé.

Teukkie retiró.

—¿En serio?

—Sí. —Donghae asintió.

—¿Cómo? —preguntó Hee.

—Un pajarito me lo dijo. —Donghae les guiñó un ojo.

—¿Este pequeño pajarito resulta servir vodka para ganarse la vida? —Hee le sonrió a su amiga de

manera dulce.

—Tal veeeeez. —Donghae sonrió.

La habitación, que poco a poco se había llenando de miembros de la manada los cuales los chicos

no habían visto en semanas, de repente se quedó en silencio.

Junjin y Hyesung entraron en la habitación con Siwon, Kangin, Hyukjae, Yunho, Dambi, Henry,

y Changmin todos a cuestas. Donghwa cerró las puertas, dejando por fuera cualquier oído

indiscreto.

Cuando Junjin se dirigió a la parte delantera de la habitación con su compañera a su lado, Siwon

se acercó a Hee, envolviendo sus brazos a su alrededor y llevándolo más cerca. Kangin hizo lo

mismo con Teukkie y Hyukjae se situó junto a Donghae y le guiñó un ojo, lo que provocó un rubor

rosado en sus mejillas calientes.

—Ryeowook —Junjin lo miró y a Yesung—, si gustas llevar a Yesung, Dam le conseguirá un poco de

ropa para que él se vista. Entonces podemos discutir las acciones necesarias que sucederán a

continuación.

Dam se acercó a Ryeowook y tomó la mano de su amigo de mucho tiempo. Yesung llevó su gran

cuerpo de lobo junto a Ryeowook y siguieron a Dam hacía fuera. Tan pronto como las puertas se

cerraron de nuevo Siwon habló.

—¿Las demás manadas están en camino?

—Sí —respondió Junjin—. He llamado a Matsumoto, Vanness, y Kangta. Deberían llegar mañana o al día siguiente. —Respiró hondo y entonces se dirigió al resto de su manada—. Para aquellos de ustedes que han estado sosteniendo el fuerte, por decirlo así, voy a compartir con ustedes lo que ha estado sucediendo. Después voy a hacerles saber quiénes se quedarán y quiénes volverán a la mansión de la manada. No habrán argumentos sobre esto.

—Sí, Alfa —dijo la habitación al unísono.

Junjin hizo un breve resumen de todo lo que había tenido lugar, dejando de lado los detalles de la terrible experiencia de Hee, los cuales no sentía que fuera de interés de toda la manada. Él no entró en detalle con respecto a lo que Dam y él habían hablado de Desdémona queriendo a un sanador, porque él sentía que eso no era necesario ser discutido por el momento. Una vez hubo terminado, dio órdenes a Donghwa y Kyuhyun de quién quería que se quedara y luchara, y quién quería que volviera a casa. A medida que Donghwa y Kyuhyun comenzaron a reunir aquellos que se iban, Dam, Ryeowook, y Yesung se unieron una vez más a los demás en la sala de reuniones.

—Dam me explicó por qué los ha mantenido escondidos todos estos siglos —les dijo Junjin cuando se acercaron—. Es un honor conocerte, Yesung, ex Alfa, y Ryeowook, sanador.

Yesung asintió una vez y Ryeowook le dio una pequeña sonrisa a Junjin y luego una más grande a Hyesung.

El se reunió a Junjin y los abrazó a los dos.

—Por mucho que me encantaría que nos sentáramos y recordemos el pasado, simplemente hay

demasiado en juego y por lo tanto debemos seguir adelante. —Junjin hizo una pausa y miró más

allá de Ryeowook y Yesung—. Donghae — llamó a su sanador—, por favor, únete a nosotros aquí.

Donghae miró a Hee y Teukkie, quienes asintieron a que vaya. Hyukjae se acercó a su lado y

tomó su mano.

—Te tengo, Donghae mío —susurró mientras lo llevaba hasta el frente. Donghae miró hacia atrás

para encontrar a Teukkie y Hee con una sonrisa de oreja a oreja. El sólo se encogió de hombros

hacía ellos.

Hyukjae llevó a Donghae hasta estar delante de él, pero no se alejó. Junjin elevó una sola ceja.

Hyukjae simplemente sonrió, mostrando el hoyuelo en su mejilla derecha, y le guiñó un ojo. Junjin

sacudió la cabeza con una ligera sonrisa y dirigió su atención a Donghae.

—Donghae, él es Ryeowook. —Junjin indicó al antiguo sanador—. Dam me dice que necesita hablar

con ustedes dos a solas. Ella también tiene que poner un manto más fuerte sobre ustedes dos

debido a que su magia curativa combinada es como un faro para la bruja.

Ryeowook se acercó y abrazó a Donghae.

—Es un honor conocerte.

Donghae miró a Ryeowook cuando él lo soltó del abrazo.

—¿Me estás tomando el pelo? Sólo soy un chico de 17 años. Debes tener siglos de experiencia como

sanador. Te aseguro que el honor es mío.

Dam se llevó a las dos damas junto con ella mientras murmuraba sobre su hombro:

—Ustedes dos deberían estar honrados de pasar tiempo conmigo. Ahora bien, traigan sus dulces

naturalezas y vengan conmigo. Tenemos que planificar la desaparición  de una  puta…  quiero  decir,

bruja.

Hee se rió al ver a Donghae y Ryeowook seguir a Dam fuera de la habitación.

—Hombre, esa hada es mi tipo de chica.

—¿Qué, una bocazas? —gruñó Siwon mientras la acercaba con más fuerza a él.

—¿No lo sabes tú?