Despertar
envuelto alrededor de un cuerpo caliente no era nada nuevo. Despertar envuelto
alrededor de un cuerpo con el que quería estar acurrucado, perderme una y otra
vez, y no dejarlo nunca… bueno, esta era mi primera vez.
Estábamos
frente a frente en la estrecha cama, y Leeteuk tenía la cabeza metida debajo de
mi barbilla y su aliento me hacía cosquillas en la garganta. Su brazo
descansaba sobre mis costillas y una de sus largas piernas se había situado
entre las mías. Estábamos tan estrechamente juntos como dos personas podrían
estarlo sin tener sexo, y mi erección matutina estaba más o menos insistiendo
en que me aprovechara de la situación. Palpitaba entre nosotros donde sus
caderas estaban prácticamente contra las mías. Era demasiado íntimo para mi tranquilidad.
Me
gustaba el sexo, mucho, y no era reacio a que quien compartiera la noche
conmigo pasara la noche en mi cama. Era un profesional en salirme con la mía y
distender situaciones incómodas con palabras bonitas y una sonrisa inteligente,
así que por lo general nunca tuve que preocuparme de la mañana siguiente. De
hecho, normalmente podía esperar una repetición cuando saliera el sol, pero de
alguna manera sabía que si iba por allí con Leeteuk, a la brillante luz del
día, iba a cambiar las cosas.
Ya lo
sentía en la forma en que mis manos querían quedarse en su cintura. En la forma
en que mi piel se estremeció y sintió viva donde tocaba la de él. En la forma
en que quería simplemente mirarlo en toda su belleza desnudo y ardiente
mientras se aferraba a mí.
Todo
dentro de mí se tensó, listo para atacar cuando murmuró mi nombre en sueños y
movió su cuerpo aún más cerca del mío. En serio iba a hacer que me corriera con
solo respirar sobre mí, así que suspiré y me salí de sus soñolientas manos tan
delicadamente como pude.
Necesitaba
un poco de espacio, tanto física como mentalmente. Era demasiado fácil
perderse, en el hecho de que él era lo suficientemente fuerte, lo bastante
seguro para venir en pos de lo que quería, aunque le dijera que el resultado
inevitablemente iba a ser malo. Había sido perseguido por mujeres y jóvenes antes,
a menudo porque les conduje por mis propias razones. Pero nunca había sido
perseguido y atrapado por alguien que conocía todas las reglas antes de entrar.
Había tanto amado como odiado su intrepidez. Se hizo imposible decirle que no.
No
tenía ni idea de si tenía que levantarse para el trabajo o no, así que decidí
tomar una ducha rápida y luego llamar a Kyuhyun para ver si podía rescatar su
bolsa atrapada dentro de su auto. Esa era una llamada que no estaba dispuesto a
hacer. Podía ver la salvaje preocupación que pasaría a través de nuestro grupo
de amigos cuando se hiciera claro que Leeteuk y yo habíamos pasando la noche
juntos.
Claro,
éramos adultos y no era ningún secreto que había estado detrás de mí, pero
ahora que había cruzado la línea, tomado lo que ofrecía, sería un juego
totalmente diferente a los sutiles toques y más obvias advertencias de “mejor lo
tratas bien” y “mejor que no hagas nada para lastimarlo”.
Por
supuesto no quería hacerle daño, es por eso que había evitado esta inevitable
conexión durante tanto tiempo como me fue humanamente posible. Pero ahora no
había otra opción. La línea oficial había sido cruzada y sabía que habría para
los dos, un choque en algún lugar de la línea. Esa era la forma en que las
cosas en mi mundo funcionaban y era mejor aceptarlas que ser cegado y devastado
cuando ocurriera el final.
Me
tomé un segundo para cepillarme los dientes, luego puse el agua de la ducha tan
caliente como pude y me puse debajo. Era temprano para estar levantado, pero mi
insistente mente dando vueltas y mi polla, no iban a dejar que me arrastrara de
vuelta a mi ocupada cama sin incluir una follada o una pelea. El agua fue
suficiente para despertarme completamente, mientras tragaba un gemido, me di
cuenta de que cada vez que entrara en esta ducha, iba a tener impresa para
siempre la imagen de Leeteuk mirándome.
Él debería
haber estado ofendido y avergonzado. En lugar de eso estaba enojado, y con
razón. El agua casi hirviendo, mientras se vertía sobre la parte superior de mi
cabeza y hacia abajo sobre mis hombros, se sentía bien y liberaba un poco la
tensión. Volví la cabeza y no podía decir que me sorprendiera cuando Leeteuk dio
un paso entre la ducha y yo. El agua volvió su cabello caoba casi negro y sus
cejas casi tocaban la línea del nacimiento su cabello mientras me miraba.
—¿Todo
bien?
Yo
debería preguntárselo a él. En su lugar extendí la mano y lo enjaulé entre mis
brazos y la pared de azulejos, mientras el agua caliente continuaba cayendo a
nuestro alrededor.
—Solo
estaba imaginando el sermón que estará sobre mi cabeza cuando llamemos a Kyuhyun
para conseguir meterte en tu auto.
Sus
resbaladizas manos se movieron arriba y debajo de mis costillas en una caricia
que estoy seguro que estaba diseñada para calmar, pero que hizo que mi polla se
pusiera aún más dura. No podía perderse la forma en que apuntaba directamente
hacia arriba entre los dos.
—No va
a ser peor del que estoy segura Sungmin va a darme. —Su voz era todavía suave
por el sueño y pesada con algo que no quería tratar de diseccionar.
Incliné
mi cabeza un poco hacia abajo; el agua corriendo de mi nariz, goteó a través de
sus labios entreabiertos, y le dije en voz baja:
—Deberías
escucharlo. Cualquier cosa que tenga que decir.
Iba a
besarlo, porque tenía que hacerlo. Era demasiada tentación, todo mojado y
brillante delante de mí.
—¿Escucharlo
decirme que tenga cuidado, que esté en guardia contigo, porque eres
impredecible? Me has estado diciendo lo mismo durante semanas. He escuchado las
advertencias y he decidido proceder bajo mi propio riesgo. —Levantó la cabeza
para mirarme, y creo que podría haberla amado un poco cuando parpadeó el agua
de sus ojos y me sonrió—. Pero no me lavé los dientes esta mañana y no creo que
esté dispuesto a asustarte con el aliento matutino después de que finalmente te
tengo donde quiero.
Eso me
hizo reír. No había forma de que algo como el aliento matutino pudiera
distraerme de lo asombroso que era, pero fue lindo que tuviera inseguridades
básicas como todos los demás. Él podría fácilmente ser uno de esos jóvenes que
sabía que podía salirse con la suya solo por su apariencia, así que era
refrescante y adorable que no fuera así en absoluto.
—Creo
que se necesitaría más que un aliento matutino para asustar a alguien para que
se aleje de ti, Pelirrojo. —Mi voz se puso ronca en contra de mi voluntad. Solo
acababa de hacerme querer luchar contra todas las normalmente estúpidas
tendencias que tenía.
Se rio
un poco y luego su lengua lamió mi pezón, lo que me hizo jadear, mientras sus
dedos trazaban las líneas de mis abdominales donde se tensaron y flexionaron
bajo su toque. Tenía muchas ganas de besarlo, pero antes de que pudiera
levantarlo, él estaba de rodillas frente a mí y mi polla estaba en su boca. No
había manera en el infierno en que fuera capaz de formar un pensamiento
coherente después de eso.
Mis
rodillas temblaban cuando me corrí con su nombre en mis labios una vez más. Se
puso de pie en un movimiento elegante, el agua corriendo por su cuerpo desnudo
haciéndolo ver como una especie de fantasía marina satisfecha que sabía muy
bien cuánto me había arruinado. Estaba teniendo problemas para respirar, para
conseguir que mi cabeza bajara de las nubes, cuando me dio la espalda y agarró
la botella de champú que había sobre un estante bajo la ducha.
—Tengo
que conseguir mi auto y volver a casa. Tengo que trabajar esta noche y quiero
ir a ver a Kook antes de mi turno. No tengo tiempo para un turno, pero me quedo
con un vale para una próxima ocasión. —Su idea era clara. La noche anterior
había sido todo sobre él, esta mañana fue todo acerca de mí.
—Debes
tener en cuenta que algunos juegos son siempre más divertidos cuando se juega
de a dos personas.
Una
vez terminado su baño, Leeteuk gritó a través del diminuto apartamento pidiendo
el código para desbloquear mi celular. Ni siquiera dudé en gritar los números.
Ya había pasado el punto en el que tenía algo que esconder en mi vida y nunca
había sido tan estúpido como para mantener pruebas incriminatorias en algo que
fuera tan fácil de perder como un teléfono. Lo oí hablar con quien quiera que
le estuviera pidiendo rescate, y suspiré, ya que tenía que estar de pie sobre
la alfombra del baño escurriéndome durante unos minutos antes de hacer mi
camino hacia el único armario para encontrar algo que ponerme.
Él estaba
sentado en el brazo del sillón, de nuevo en su ropa de gimnasia. Parecía tan
fresco y tan limpio, si yo no hubiera estado allí, nunca hubiera creído todas
las cosas sucias, y sexys que podía hacer con su boca.
—¿Llamaste
a Kyuhyun? —Asintió con la cabeza en respuesta a mi pregunta mientras miraba
alrededor del desaliñado apartamento que parecía cien veces peor durante el
día.
—Aquí
no es donde me hubiera imaginado que vivías.
Nunca era
donde imaginaba que iba a vivir tampoco, pero la mierda pasaba.
—Me
quedé con Heechul y Zhoumi cuando me mudé aquí por primera vez. Fue interesante
por un tiempo porque Henry se iba mucho, pero entonces Zhoumi estaba sobre mi
trasero en todo. Luego pensó que tenía algo que ver con que robaran el Bar y
supe que tenía que mudarme o nos mataríamos el uno al otro.
Froté
mis manos sobre mi cabello mojado, haciéndolo levantarse y enviando agua
bailando en todas direcciones.
—Estaba
enfermo, no podía trabajar porque tenía una pierna rota y todo tipo de otras
basuras rotas dentro de mí. Todo lo que podía hacer era cojear alrededor de la
casa y pasar el tiempo en el Internet. Soy peligroso cuando no tengo algo en lo
que enfocarme.
No
podía creer que estaba a punto de revelarle esto, no porque estuviese
preocupado acerca de cómo le haría pensar acerca de mí, sino debido a que era
un policía y estaba a punto de admitir algunas actividades honestamente
ilegales.
—Empecé
a apostar en línea. Estaba pasando el rato en sitios de Internet de póquer,
ganando y perdiendo dinero como loco. No tenía idea de cómo iba a mantenerme
ahora que estaba determinado a permanecer en el buen camino, y en ese tiempo se
sentía como una anotación fácil que no lastimaría a nadie.
Dejé
salir una risa amarga y me puse de pie mientras me observaba cuidadosamente.
—Heechul
me atrapó más de una vez y preguntó qué era lo que me traía entre manos.
Siempre simplemente cerraba la computadora o me movía antes de que pudiera ver
lo que estaba haciendo, pero creo que él sabía que no me traía nada bueno.
Ganaba lo suficiente para pagar una gran parte de mis cuentas médicas, pero en
vez de hacer eso…
Me
aseguré que me estuviera prestando atención, que realmente entendiera cuán
seriamente jodido era
—En vez
de hacer eso, aposté todo en una mano porque estaba en una buena racha. Lo
perdí todo —Ondeé una mano alrededor de la habitación estéril y la decoración
mediocre—. Creo que es por eso que lo perdí cuando Zhoumi pensó que tuve algo
que ver con el robo en el Bar. Semanas antes realmente estaba jodiendo las
cosas a la mierda, pero tan pronto como Siwon me arrojó un salvavidas, lo tomé
y me di cuenta que la única forma de dejar de ahogarme en mis propios errores
era empezar a vivir dentro de mis posibilidades reales.
Fruncí
el ceño y bajé la mirada a la punta de mis botas.
—Toda
mi vida, incluso cuando trato de ayudarme o a alguien más, lo arruino. El día
que Siwon me ofreció el trabajo en el Bar, me dije que viviría con lo que
ganara y eso es todo. No más planes de hacerme rico rápidamente. No más
tentativas de alto riesgo que quizás si o quizás no dieran resultado. Vivo aquí
porque es barato y cerca del trabajo. No tengo un auto debido a que pago mis
deudas con cualquier cosa extra que tenga por mes. Por una vez estoy viviendo
la vida que se supone que tenga en vez de hacer lo que sea que haga falta para
tratar y vivir la vida que siempre pensé que debía tener. ¿Entiendes?
Era
importante que lo hiciera. Teniendo la evidencia del tipo de hombre que
realmente era mirándole a la cara, quizás abriera sus ojos ante cuán riesgosa
podría ser esta cosa que arrastraba y tiraba entre nosotros si continuaba
persiguiéndole solo para que se pudiera sentir bien por un momento pasajero.
Se
encogió de hombros en la sudadera y se giró hacia la puerta. Al principio pensé
que estaba repelido o enojado ante mi honestidad, me dijo tranquilamente:
—Creo
que es extraño que pensaras que te convertirías automáticamente en un chico de
coro después de una vida de hacer lo que sea que quisieras. Las personas no
nacen ya sea buenas o malas, tienen que ser enseñados a cómo ser de una forma o
la otra. Nunca nadie se tomó el tiempo para enseñarte cómo ser bueno, Kangin.
Caminó
a la puerta delantera y se giró para mirarme sobre su hombro mientras la abría.
Sus ojos oscuros estaban firmes en los míos
—Quizás
tome algo de prueba y error a lo largo del camino, pero para la mayor parte
pareces estar haciéndolo bien ahora.
Lo
seguí fuera de la puerta y la cerré detrás de nosotros. Coloqué mi mano en su
espalda baja mientras bajábamos las escaleras y empezábamos a recorrer la
pequeña distancia hacia su auto, y no respondí a la leve insinuación de
esperanza que enlazaba sus últimas palabras.
Cuando
llegamos al estacionamiento del Bar, Kyuhyun ya tenía su camioneta prendida y
calentándose. No dije nada a medida que Leeteuk se alejaba de mí sin siquiera
un abrazo de despedida y fue voluntariamente al abrazo tatuado de Kyuhyun.
Se
despidió por la ventana y se fue sin decir palabra acerca de todo lo que le
había revelado o acerca del hecho de que acabábamos de follar hasta la
estupidez.
Me
moví inquieto a medida que Kyuhyun caminaba hacia mí, las preguntas
arremolinándose brillantes y claras en sus ojos de color inusual. Pensé que podía
cortarle el paso cambiando el tema antes de que empezara conmigo.
—¿Cómo
va tu compañero de crimen con el nuevo bebé? —No había visto a Hyukjae o a Donghae
desde que su más reciente miembro de la familia había llegado.
Una
sonrisa iluminó el rostro de Kyuhyun y empujó sus manos en los bolsillos de la
chaqueta que estaba usando.
—Se
está acostumbrando. Más al hecho de que ahora tiene a dos personas en el mundo
que cuidar y amar para siempre más que a nada más, creo. Hyukjae siempre ha
sido del tipo de lobo solitario, y ahora su vida simplemente tiene tantas cosas
importantes en ella que está tratando de averiguar cómo balancearlo todo.
—Lo
averiguará. —No conocía a Hyukjae de antes de que estuviera con su esposo, pero
había escuchado las historias, y ninguna de ellas era exactamente halagadora.
Si él podía darle la vuelta por un joven, no tenía dudas de que rápidamente
encontraría su posición en la paternidad.
—Sí,
mientras tanto solo está más malhumorado de lo habitual, lo cual por supuesto
significa que le damos tanta mierda como es posible.
Compartí
una sonrisa con él y estaba pensando que iba a ser lo suficientemente
afortunado para escapar sin obtener un sermón cuando inclinó su barbilla hacia
mí y entornó los ojos.
—¿Así
que tú y Leeteuk?
Suspiré
y me balanceé un poco hacia atrás en mis talones. Claro que no sería así de
afortunado.
—Cualquier
cosa que pienses que vas a decirme acerca de él ya me la he dicho a mí y a él.
Escogió no escuchar y estoy harto y cansado de rechazarlo.
Se rio
entre dientes lo cual me sorprendió.
—Kangin,
conozco a Leeteuk lo suficientemente para saber que va a hacer lo que sea que
malditamente quiera, no importa lo que cualquiera tenga que decirle sobre ello.
Todo lo que iba a decirte es que necesitas ser cuidadoso, porque ha estado
apagado y no actuando como él desde que su compañero resultó herido. No sé qué
le sucede, pero está siendo imprudente y cualquier cosa que esté haciendo ahora
mismo quizás solo sea una reacción a que Kook resultara herido. No quiero que
seas una víctima de su reacción exagerada. —Alzó una ceja negra hacia mí y
murmuró—: Además Kook es un tipo enorme que consigue cargar un arma legalmente
y ama a ese chico como loco. No le importará por qué termine o quién lo
termine, si Leeteuk va llorando a él con un corazón roto.
Rodé
mis hombros y levanté mi mano para frotar la parte trasera de mi cuello.
—Él y Kook…
¿ellos alguna vez…? —Esperé que la pregunta fuera obvia sin realmente
preguntarla. Kyuhyun se encogió de hombros ante mí y sacó su teléfono mientras
sonaba en su bolsillo.
—No lo
sé. Son cercanos, realmente cercanos, y sé que alegremente arrancaría la cara
de cualquiera que lo lastimara. Crecieron juntos y fueron a la Academia de
Policía juntos, pero no sé si alguna vez tuvieron una relación romántica. Leeteuk
nunca lo mencionó y Sungmin nunca ha dicho nada sobre ello, ¿pero quién sabe?
No sé cómo un chico podría ser tan cercano con un joven que se ve como Leeteuk
y no tratar por lo menos de obtener algo. —Tecleó un mensaje en el teclado y
luego alzó la vista hacia mí con una sonrisa—. Sungmin quiere que te pregunte
cuán avanzado está Heechul.
Dejé
salir una risa sobresaltada.
—¿Qué?
Sostuvo
en alto su teléfono y me enseñó el mensaje que su pareja acababa de disparar.
En efecto decía
Pregúntale a Kangin que tan avanzado está Heechul.
Sé que está embarazado ¡y apuesto a que Siwon le contó!
—No se
supone que lo diga. Siwon no quería quitarle nada de atención bebé Sik todavía.
Dile a Sungmin que tendrá que fastidiar a Heechul sobre ello. —Si Siwon no
quería la información afuera en el mundo todavía, no había manera de que fuera
a ser yo el que la filtrara.
Su
teléfono sonó de nuevo y aparentemente este no era para compartir porque su
mirada se afiló y lo vi contener una respiración acelerada.
—Está
bien, tengo que irme. Sungmin no tiene que trabajar hasta esta noche, y yo no
tengo que estar en la tienda hasta el mediodía.
Aparentemente
cualquier cosa que le había mandado lo tenía ansioso por volver a casa con él.
No podía culparlo. Kyuhyun era otro hombre afortunado en lo que se refería a
encontrar a su pareja perfecta
—Solo
recuerda que nadie quiere verlos a ti o a Leeteuk terminar heridos, así que
trata de ir con cuidado. Algo a lo que sé no estás acostumbrado.
Gruñí
y me di la vuelta sin decir adiós para poder meter mi cabeza dentro del Bar y
decirle hola a Siwon y ver si podía influenciar a Minwoo en cocinar algo de
desayuno. Había estado yendo con cuidado durante meses. No había vuelta atrás
ahora que sabía cuán hermoso era todo al otro lado de la línea que Leeteuk
había cruzado deliberadamente. Ahora todo lo que podía hacer era aferrarme a
ello hasta que se desmoronara.
***
Crees
que si la situación hubiese sido al revés y el Oficial Kim hubiese sido el que
estaba en el callejón y tú el que subías por la escalera de incendios, se
estaría culpando a sí mismo tan violentamente como tú has estado haciéndolo?
Miré a
la psiquiatra del departamento y traté de no poner los ojos en blanco. Me había
estado preguntando variaciones de esta misma pregunta cada semana cuando iba a
mi cita con ella. Creo que estaba cansada de que le diera la misma respuesta,
pero no iba a cambiar.
—Kook
no habría estado distraído. Una manada de elefantes podría haber corrido por el
callejón y Kook no habría parpadeado.
La
doctora me miró por sobre el borde de sus estilizadas gafas y suspiró. Estaba
frustrada conmigo. Era obvio. Quería decirle que se uniera al club. Kook
también estaba harto de mi fiesta de autocompasión y montañas de arrepentimiento
acerca de lo que le había pasado. Me dijo directamente que me perdiera y no
volviera hasta que mi cabeza estuviera fijada correctamente.
Estaba
cansado de mí lamentándome alrededor, y había terminado con las constantes
disculpas saliendo de mi lengua. Seguía diciéndome que la mierda pasaba y que
solo necesitaba lidiar con ello. Luego me sermoneó por una hora acerca de cuán
estúpido era que intencionadamente me colocara en la cama de un criminal
conocido. No quería escuchar nada acerca de cómo estar con Kangin era lo único
que hacía que todas las malas cosas revolviéndose en mi interior se calmaran.
Él
tomaba toda mi concentración, toda mi energía, y cada pedazo de emoción que
tenía para ir al paso con él. Cambiaba tan rápidamente de encantador y coqueto
a desafiante y brutalmente honesto que si no me mantenía de puntillas me
perdería todas las pequeñas señales que se deslizaban a través de su máscara
ingeniosamente construida.
Pero
había visto suficiente, había echado una ojeada al núcleo desnudo de quién era
realmente Wang Kangin, y había descifrado algunas cosas. Una de las realidades
más importantes con la que tuve que llegar a buenos términos era que no estaba
mintiendo cuando afirmaba que era un hombre malo.
Quizás
ya no estuviera hiriendo a nadie activamente o haciendo algo para romper la
ley, pero estaba ahí acentuado y brillante cada vez que me advertía que me
alejara de él… el peligro acechaba bajo la superficie, y no demasiado alejado.
Bueno
o malo y cualquier cosa que pudiera ser en el medio, estaba fascinado por él,
atraído hacia él, fascinado de maneras en las que nunca había estado por otra
persona antes. Veía suficiente bondad en él, suficiente impulso para ser una
mejor persona y vivir una mejor vida ahora que tenía algo que perder, y debido
a esto, la amenaza de la maldad no era suficiente para mantenerme alejado. De
hecho me atraía hacía él. Me gustaba lo malo incluso si estaba empezando a
entender que él lo odiaba y que hacía que no se agradara mucho a sí mismo.
La psiquiatra
se inclinó hacia adelante en su elegante silla de piel, puso un codo en su
rodilla, y apoyó su barbilla en su mano mientras me miraba deliberadamente.
—¿Crees
que eres un buen oficial de policía, Leeteuk?
Estaba
desplomado contra su sofá de piel de requisito, pero su pregunta hizo que mi
columna chasqueara enderezándose.
—Siempre
quise ser policía.
Solo
me miró fijamente hasta que me moví incómodamente bajo su penetrante mirada.
—Eso
no es lo que pregunté. Se supone que estemos hablando acerca de ti, acerca de
por qué no puedes dormir, sobre por qué no puedes aceptar que lo que pasó en
esa llamada podría haberle pasado a cualquier par de compañeros en patrullaje.
Pero todo lo que escucho de ti es, Kook esto, Kook dijo eso, Kook hizo esto… al
escucharlo de ti, tu compañero dirige el espectáculo y tú solo lo sigues. Eso
no es lo que hace a un buen oficial de policía, y definitivamente no es
suficiente para un talentoso joven brillante como tú. ¿Alguna vez has
considerado qué pasa si Kook no tiene el permiso médico para regresar? ¿Está tu
prometedor futuro acabado solo porque el suyo está en duda?
Jadeé
involuntariamente y apreté con fuerza mis ojos. Ese era mi peor miedo. ¿Cómo
podía continuar si yo era la razón por la que Kook quizás no sería capaz de
regresar a su trabajo de ensueño? Sentí mis manos curvarse en puños mientras le
susurraba:
—No
puedo contestar eso.
Ella
suspiró de nuevo y forcé a que se abrieran mis ojos justo mientras se estaba
sentando otra vez en su silla.
—Necesitas
hacerlo. Si solo estás yendo a través de las operaciones porque esto no es lo
que realmente quieres hacer, entonces corres el riesgo de no solo ponerte a ti
en peligro sino también a quien sea que esté afuera en las calles contigo.
Necesitas descifrar si ser un policía es lo que se supone que seas o si solo
estás viviendo el sueño de Jongkook con él, en vez de tener el tuyo propio.
Atravesar la academia toma dedicación y perseverancia, así que sé que una parte
de ti realmente quiere estar en la fuerza, pero este es un trabajo peligroso
que requiere todo de ti.
Siento
ardientes lágrimas calientes empezar a quemar en la parte posterior de mis
ojos. Muerdo la mismísima punta de mi lengua para mantenerlas a raya.
Aparentemente la parte de sentirse bien en la terapia había terminado y ahora
era momento de la charla real. Realmente quería llamar a la mujer por algunos
nombres inmaduros y levantarme y salir del consultorio, pero no podía hacer eso
si quería mantener mi trabajo… lo cual quería… ¿cierto?
—No
voy a poner a nadie más en riesgo. —Mi voz sonó rota.
—No
puedes predecir eso. Todo lo que puedes hacer es salir y hacer tu trabajo, usar
tu mejor juicio, y confiar en tu entrenamiento y en tus compañeros oficiales
para mantenerte a salvo. Lo cual es exactamente lo que hiciste la noche en que
el Oficial Kim resultó herido. He visto tu chaqueta, Leeteuk. Puedo responder
la pregunta por ti… —Alzó una ceja ante mí—. Sí. Sí, eres un buen policía. Un
muy buen policía, y sí, el margen de error en tu trabajo es minúsculo, pero los
errores pasan. Si no puedes aceptar eso, entonces este no es el trabajo para
ti.
Afortunadamente
la vi bajar la vista al elegante reloj en su muñeca indicando que la hora había
terminado.
—La
próxima semana realmente necesitamos abordar por qué no puedes dormir. Esas
bolsas bajo tus ojos te hacen ver como si un criminal hubiera tenido un golpe
de suerte.
Genial;
no solamente era un desastre mentalmente, sino que también me veía como la
mierda. Solo asentí distraídamente y arrastré mi trasero fuera de su consultorio.
La
noche que pasé con Kangin en su apartamento fue lo que más había tenido de
sueño en más de un mes. Fueron solo algunas horas y estaba agotado por el sexo
realmente intenso. Aun así, el sueño me había dejado solo, haciendo que la
ansiedad que estaba arrastrándose a lo largo de mis entrañas tomara un asiento
trasero a todas las exhilarantes y complicadas cosas que me hacía sentir.
Lo dicho...este par están súper cargados.
ResponderEliminarSu pasado y su presente los detiene y ni idea tienen de qué pasará al siguiente minuto.
Todos esperaban que Kangin sucumbiera a los encantos de Teuk,ya lo hizo,ahora solo a esperar que no haya corazones rotos😕