—Hace mucho
tiempo, incluso antes de que yo naciera, y antes de la gran purga de las
brujas, hubo un mal que fue desatado en el reino de las Fae. —Hyesung hizo una
pausa y miró a Changmin—. Tal vez tú deberías decirlo ya que has vivido a
través de él.
Changmin asintió,
pero no lucía contento con la idea. Llevó sus rodillas hacia su pecho y bajó la
mirada al suelo. Su rostro se veló mientras se permitía ser arrastrado al
pasado, un pasado que era mejor dejar en el olvido.
—Las Fae siempre
han sido los más poderosos de los seres sobrenaturales. Muchas veces me he
cuestionado la sabiduría de las Fae de darle a una sola raza tal supremacía. El
poder puede ser muy embriagador. Engaña al portador y seduce con la promesa de
la grandeza, todo el tiempo escondiendo la verdad detrás del brillante
exterior. El sacrificio es la parte más importante de ser el más fuerte. Los
que se niegan a hacer sacrificios, pero en su lugar utilizan el poder para
beneficio egoísta, comienzan a pudrirse en el interior. Con cada acto de
autocomplacencia o con cada elección de hacerse de la vista gorda hacia
aquellos con necesidad, un pedazo de esa persona muere. Se vuelven ciegos a sus
propios egocentrismos y están tan embriagados en la autoridad que lo único que
desean es más y harán cualquier cosa para adquirirlo. Hemos visto eso de
primera mano con Desdémona, pero ella no fue la primera.
—¡No inventes!
—Las palabras de Teukkie fueron repetidas por las otras—. ¿Las Fae fueron los
creadores de las brujas?
Changmin frunció
el ceño.
—No, solo un Fae
fue responsable. Volcan. Solo diré su nombre una vez porque los nombres son
poderosos. Él es quien creó a las brujas y hechiceros. Utilizó su propia sangre
para llenarlos con su magia, y luego los liberó de nuevo en el mundo humano.
Cegado por su necesidad de derrotar y controlar, nunca se le ocurrió que su
creación podría volverse contra él y buscar sus propios deseos. Una vez que nos
dimos cuenta de lo que estaba creando y liberando, supimos que tenía que ser
detenido. No se le podía permitir destruir el mundo humano. Así que nosotros lo
destruimos. Fue una lucha larga y sangrienta con muchas vidas perdidas. Pero al
final lo matamos.
—Si está muerto,
¿por qué este bosque sigue confinado… y es tan espeluznante? —preguntó Donghae .
—A veces la
infiltración del mal es tan profunda, tan abundante, que no puede ser
descontaminada. No había nada que pudiéramos hacer para desaparecer el mal del
interior así que tuvimos que contenerlo. De esta forma no podría buscar a
aquellos que podrían ser fácilmente persuadidos por su atractivo.
El grupo
permaneció en silencio mientras digerían la información, una vez más sorprendidos
por los acontecimientos en el mundo sobrenatural. Fue Teukkie quien finalmente
rompió el silencio.
—¿Por qué es una
gran cosa que no supiéramos acerca de esto? Quiero decir, puedo entender que
podrían estar preocupados de que otro Fae buscara el poder, pero, ¿qué tienen
que ver los lobos con eso? —Teukkie podía decir que había preguntado la
cuestión que habían esperado que nadie hiciera.
Hyesung miró a Changmin
antes de hablar.
—Creo que es
suficiente de hablar de tales cosas oscuras, por ahora, especialmente ya que
estamos sentados en el hogar de esas cosas oscuras.
Teukkie decidió
dejarlo pasar por ahora, pero solo por la mirada atormentada que se asomó a él por
detrás de la estoica actitud de Hyesung.
—Entonces, ¿cuál
es el plan? —preguntó Sora.
—Mantenerse con
vida —murmuró Zhoumi.
—Ese siempre es
uno bueno para empezar —acordó Hee.
—De acuerdo,
vamos a pensar un poco más allá de mantenerse con vida —aclaró Sora.
—¿Alguno de
ustedes es capaz de utilizar su vínculo? —preguntó Hyesung, mientras veía a cada
una de las parejas acopladas.
—Perdí contacto
con Hyukjae en algún punto cuando estuvimos rodeados de tinieblas —respondió Donghae
.
—No tengo nada,
pero eso no es nuevo —dijo Hee.
—Nada aquí
—añadió Teukkie.
Zhoumi negó con
la cabeza hacia Hyesung y Changmin se encogió de hombros.
—Esto se siente
diferente a solo el vínculo siendo cerrado. —Donghae se puso de pie y empezó a caminar mientras
hablaba—. Es como si el vínculo no existiera, como si nunca hubiera estado.
Hyesung asintió.
—Estoy de
acuerdo. Todos hemos experimentado el dolor habitual de ser separados de los
hombres, pero es importante que presten atención a la intensidad del dolor. Si
comienza a empeorar, entonces eso podría significar que se trata de algo más
que solo los vínculos siendo cerrados.
—¿Qué quieres
decir con más? —preguntó Sora, mientras veía nerviosamente a Teukkie.
—Podría
significar que los vínculos están siendo eliminados.
—He decidido que
no quiero esta noticia. Rebobinemos y regresemos a los destellantes vampiros
—dijo Hee sarcásticamente pero sus palabras carecieron de su humor habitual.
—Por ahora, solo
nos queda esperar —les dijo Hyesung.
—Esperar es un
asco —se quejó Teukkie.
—No solo la
espera, Teuk, sino el esperar en un espeluznante bosque donde un sádico Fae
hambriento de poder acostumbraba convertir a niños en sus pequeños secuaces. —Hee
le sonrió dulcemente a su amigo cuando Teukkie le gruñó.
—No estás
ayudando.
—Estoy embarazado.
No se supone que sea útil.
—¿Hasta cuándo
vas a jugar esa carta de embarazado? —le preguntó Donghae .
—Uh,
probablemente hasta que ya no esté embarazado —respondió Hee, con una sonrisa
plasmada en el rostro.
—Tú estando
embarazado, apesta. —Zhoumi entró en el juego y eso trajo un suave tarareo de
risas del exhausto y agotado grupo.
***
—¿A dónde podría
haberlos llevado? —preguntó Siwon por décima vez—. Tiene que ser un lugar que
suprima el vínculo de compañeros.
—¿Qué hay de El
Limbo? —preguntó Hyukjae.
Un retumbar de
gruñidos recorrió la habitación ante la idea de las parejas en ese horrible
lugar.
—Buen intento,
pero no hay galleta para ti —dijo Dambi, mientras se materializaba en la
biblioteca donde todo mundo estaba reunido—. Ya lo he comprobado; no están ahí.
—¿Cómo lo
comprobaste? —preguntó Kangin.
—Tengo mis
conexiones —le dijo Dambi pero no ofreció ninguna otra explicación.
—¿Tal vez otro
reino? —dijo Yunho.
—No sé de ningún
reino que mantenga los vínculos entre compañeros cerrados —respondió Junjin—. Y
si lo hubiera, tendrían que estar saturados de magia negra.
—Tal vez están
aquí en el reino humano, pero Lorelle o Gura han cerrado el vínculo de alguna
manera —ofreció Henry—. Está en el poder de un Fae bloquear el vínculo, por al
menos durante un rato si saben lo que están haciendo.
—Se necesitaría
un montón de energía para hacer eso con tantos lobos — le dijo Dambi—, y para
sostenerlo se necesitaría aún más.
—Entonces, ¿qué
hacemos? —gruñó Kangin con frustración—. No tenemos nada que seguir, no hay
pistas o ideas, y no tenemos ni idea de si nuestras parejas están bien.
—Sé que estás
frustrado, Kangin. Todos lo estamos.
La voz de Junjin
era tranquila pero sus ojos brillantes mostraban la verdad de sus emociones.
Estaba tan preocupado y enojado como el resto de ellos, pero tenía que mantener
la cabeza fría por su compañero y por los hombres que estaban desesperados por
encontrar sus propias compañeros
—Wadim, quiero
que hagas lo mejor que sabes hacer. Encuentra información sobre todos los
reinos, incluso de aquellos que podrían haber sido olvidados. Dambi, únete a él
si no te importa. —Se volvió y miró a Hyukjae, Kangin y Henry—. Ustedes tres
vayan hacia el norte, vayan a pie y muévanse rápidamente. Ya está cayendo la
noche y hay un montón de cosas que salen a jugar durante ella, cosas que
podrían haber escuchado rumores de Lorelle y Gura. Reúnan toda la información
que puedan, y luego vuelvan aquí. Yesung, Yunho, Donghwa y Sihyuk, ustedes se
dirigirán al sur. Jungsoo, me imagino que si él se muestra será contigo. Así
que Siwon, Hyungsik, Alston y yo nos uniremos a ti. Nos dirigiremos hacia tu
montaña para ver si su presencia es todavía perceptible. Y si Minwoo, Kevin y Heecheol
pudieran quedarse aquí y añadir un poco más de protección, estaría muy
agradecido.
Alston inclinó la
cabeza a Junjin como una muestra de respeto.
—Estamos aquí para
ayudar, y ellos también custodiarán.
Con un renovado
sentido de propósito, los hombres salieron de la mansión, hacia la noche
venidera.
***
Gura observaba
desde la cubierta de los árboles mientras los hombres salían de la mansión. La
tensión en sus hombros y el propósito de sus zancadas le dijeron todo lo que
necesitaba saber. Lo estaban buscando.
Una sonrisa se
extendió por su rostro mientras pensaba en la búsqueda inútil que había
planeado para ellos. Una parte de él quería decirles que no se molestaran, que
no lo encontrarían. Y que tampoco necesitaban preocuparse por no saber dónde
estaban sus parejas; planeaba decirles.
Nunca serían
capaces de rescatarlos, y sintió que era una manera mucho más apropiada de
tortura, que supieran exactamente dónde estaban cautivos, y sin embargo ser
incapaces de hacer algo al respecto.
Originalmente no
había previsto molestarse con los lobos, pero eran unos entrometidos, y pensó
que era mejor lidiar con ellos ahora. De esa manera, en el futuro cuando él
estuviera listo para eliminar las especies que tenían la sangre de su compañera
en sus manos, los lobos no estarían ahí para interponerse en su camino.
Ahora todo lo que
tenía que hacer era decidir qué hacer con las parejas: en qué orden
asesinarlas, dónde asesinarlas, y con qué método. Había un montón de opciones y
toneladas de posibilidades.
Tan pronto como
los hombres desaparecieron en el bosque, se dirigió a la puerta principal de la
mansión. Sacó una hoja de papel doblada y la deslizó entre las puertas dobles. Murmuró
unas palabras y luego sonrió a sabiendas de que solo encontrarían el papel
cuando fuera el momento oportuno, cuando el juego estuviera en movimiento. Y
luego se fue, como si nunca hubiera estado ahí.
***
Dambi se paseó
inquieta por la habitación mientras Wadim hojeaba a través de documentos y
libros. El olor a humedad impregnaba el aire y solo servía para recordarles la
difícil tarea frente a ellos.
—Podrías dejar de
moverte en cualquier momento —dijo Wadim, sin apartar la vista del libro en su
regazo.
La cabeza de Dambi
giró abruptamente para mirar al historiador. Por falta de algo ingenioso que
decir le espetó:
—¿Por qué vistes
esas estúpidas camisetas?
Wadim levantó la
vista, tratando de parecer ofendido, pero perdiendo por mucho.
—Oye, no odies
las camisetas solo porque sientes que ellos han sido secuestradas por tu culpa.
Dambi lo ignoró y
leyó la camisa en voz alta.
—“En caso de
duda, mea en él”. Qué en el cielo significa eso y te juro que si levantas la
pierna en cualquier parte de esta habitación, clavaré tus patas al suelo.
—¿Alguien te ha
dicho que necesitas ayuda? Algo así como terapia en serio, años de ella con
montones de medicamentos recetados. —Se rió de sus propias palabras mientras
volvía a la búsqueda a través del libro.
—¿Qué estás
buscando? —preguntó Dambi, mientras reanudaba su caminata.
—Cualquier cosa…
—Hizo una pausa mientras pasaba la página—, algo, diablos, no sé. Pero tiene
que haber algo que nos podría dirigir en la dirección correcta. Tiene que haber
algún lugar que podría provocar que los vínculos se rompan, y ese algún lugar
estaría saturado de poder, energía oscura. Piensa Dambi —le imploró—. Tú mejor
que nadie conoces este mundo y los otros reinos. ¿Dónde podría
haberlos escondido que garantice que no fueran capaces de llegar a sus
compañeros?
Dambi se frotó la
frente en señal de frustración mientras escudriñaba a través de sus muchas
vidas, en busca de lo que describió Wadim. Cuanto más se acercaba a
averiguarlo, más rápido su mente parecía alejarla de donde sea que podría ser
una posibilidad.
—¡No tengo nada,
maldita sea! —Cerró la mano sobre una pila de papeles y una nube de polvo se
levantó en el aire.
—De acuerdo,
bien, acerca una silla y empieza a pasar páginas. Hacer un hoyo en el suelo no
va a ayudar a encontrarlas. —Su voz no fue desagradable mientras señalaba hacia
una silla al otro lado de la habitación—. Comienza con esos libros… —Señaló los
estantes detrás de ella—, y sinceramente, no sé qué decirte que busques.
Supongo que cualquier instancia de la historia donde un lugar podría haber sido
utilizado para albergar el mal.
Dambi sacó una
pila de libros y comenzó a hojear, sus ojos se movieron rápidamente a través de
las páginas sacando palabras y luego descartándolas con la misma rapidez.
—Esto va a tardar
una eternidad —resopló.
—Bueno, por una
vez en nuestras largas vidas, una eternidad no es un lujo que tenemos.
El tiempo pasó y
pareció que las horas se iban más y más rápido. Todavía no estaban más cerca de
encontrar una respuesta que cuando ambos se sentaron.
—¡Espera!
¡Espera! —gritó de repente Wadim.
Dambi se levantó
tan rápido que la pila de libros en su regazo cayó al suelo y se tropezó con
ellos tratando de llegar a él para ver por lo que estaba gritando.
—¿Encontraste
algo? ¿Qué es? ¿Qué dice? —Sus palabras salieron volando de su boca en un
rápido fulgor.
—Ah, mi error, no
importa.
Dambi vio la
sonrisita en los labios del lobo.
—Solo me jalaste
la cadena, ¿verdad?
Él se echó a reír
y tuvo que envolver sus brazos alrededor de los libros de su regazo para evitar
que se cayeran.
—Lo siento, pero
la tensión era demasiado; necesitábamos un descanso rápido.
Dambi lo golpeó
en la parte posterior de la cabeza antes de regresar a su silla.
—Te lo juro, uno
de estos días voy a tener pieles de lobo adornando toda mi casa, y me aseguraré
de que la tuya sea la que esté en la puerta de entrada para que todos te pisen
durante su entrada.
***
Era media mañana
del día siguiente cuando, grupo por grupo, los hombres regresaron a la mansión Coreana.
Junjin les dijo a todos que durmieran un poco, y cuando discutieron, les
recordó que si estuvieran delirando por el agotamiento no serían de ayuda.
Vieron la verdad en sus palabras, aunque eso no los detuvo de quejarse a su
paso.
Siwon llamó a su
manada y habló con su cuarto para ver cómo estaba todo mundo. Sentía que estaba
siendo descuidado con ellos, pero no sabía cómo cambiar eso por el momento. Su
compañero siempre vendría primero, y esperaba que ellos lo entendieran y que lo
vieran como ejemplo para los otros machos que aún tenían que encontrar a sus
parejas.
Sacó de su mente
la preocupación por su manada y sintió la desesperación del vacío dentro de él.
Luchó contra el abrumador deseo de matar a cualquier cosa y a todo el mundo. El
sentimiento de impotencia comenzaba a asfixiarlo y no sabía cómo iba a dormir
con tal agonía rabiando dentro de él.
Le dolió el
corazón en el pecho y sus músculos ardieron por el dolor que parecía estar
constantemente irradiando en todo su ser. Su cuerpo llamaba a su compañero. El
vínculo estaba cerca de desaparecer y aun así, el hombre y el lobo, todavía
sentían la intensa necesidad de estar cerca de él.
Si Heechul moría,
con vínculo de compañeros o no, él lo seguiría. No había nada en esta vida para
él sin su compañero aquí para compartirlo.
Sintió el
cansancio hacerse cargo y llevándolo contra su voluntad en un sueño profundo.
Instintivamente, lo buscó, necesitando escuchar su voz antes de que la
inconsciencia lo reclamara, y aun así ahí no había más que un vacío negro.
Pasaron dos
semanas y cada día los hombres se ponían más y más inquietos. Más de una vez Junjin
había insistido en que fueran a entrenar entre ellos para desgastar la
agitación y la adrenalina que corría a través de ellos a niveles increíbles.
Dambi y Wadim
rara vez dejaban los archivos. Cuando lo hacían, era solo para que Dambi
pudiera lanzar ataques masivos, maldiciendo a toda persona dentro de su punto
de visión por no hacer más y por descansar cuando debían estar por ahí matando
cosas para obtener más información.
Todo el mundo se
aseguró de permanecer a una distancia segura de ella, pero aun así, algunos de
ellos terminaron en la línea de fuego y se encontraron esquivando mientras las
cosas dentro de su alcance salían volando en toda la habitación. Si no fuera
porque Henry y Alston utilizaban su magia para evitar que se quebraran las
cosas, Junjin se habría encontrado teniendo que reemplazar la mayoría de los
muebles en su casa.
Un mes después
del día que las parejas hubieran sido raptadas, Kangin se encontró de pie en una
de las cumbres más altas de la montaña. Su lobo había intentado forzar su
cambio pero Kangin lo rechazó. Tenía que despegar en una carrera mortal en su
forma humana para mantenerlo a raya, presionándose mientras escalaba la
montaña.
Era todo lo que
podía darle al lobo en un intento de satisfacer la pulsante necesidad de cazar.
Pero Kangin no sabía por dónde empezar, ninguno de ellos lo sabía. Ya todos
habían estado en todas partes de las montañas y todavía no habían encontrado
nada.
Habían buscado a
otros seres sobrenaturales, con la esperanza de algún fragmento de información,
pero nadie sabía nada. Era como si Gura y sus compañeros hubieran desaparecido
de la faz de la tierra.
Alston y Kevin
habían ido a otros reinos y buscaron, pero habían regresado igual, con las
manos vacías. Era enloquecedor. Pero lo peor era la absoluta sensación de
pérdida que se desató sobre él, llevándolo hasta sus rodillas. Él sabía lo que
era eso, pero no quería admitirlo. Ninguno de los machos lo quería. Era como el
elefante en la habitación que rodeaban de puntitas pero se negaban a reconocer.
Los vínculos de compañeros se estaban rompiendo. No fueron simplemente
cerrados. Estaban muriendo, día a día, hora a hora, minuto a minuto.
Lentamente sus
compañeros se alejaban más y más de sus agarres. Pronto, no sabrían si estaban
vivos o no, porque sus destinos ya no estarían vinculados entre sí.
Kangin de repente
echó atrás la cabeza y aulló, sacando toda su angustia, toda su desolación,
todo el temor detenido en su corazón, en el sonido. Segundos después, escuchó a
sus compañeros de manada contestar su llamado mientras unían sus aullidos, casi
tan dolorosos como el suyo.
No sabía cuánto
tiempo más podrían controlar a sus lobos. La necesidad de sangre era un deseo
que estaba demandando ser saciado. Kangin supuso que la única cosa que les
impedía ponerse salvajes era el conocimiento de que una vez que lo hicieran,
sin el vínculo de compañeros, no habría regreso.
—Voto para que
juguemos Sex I Spy —dijo Hee desde el lugar donde yacía sobre su espalda—.
Podemos llamarlo Spex para acortarlo —dijo con un bufido.
—Bien, ¿puedo
aclarar algo? ¿Estás diciendo que se supone que espiemos a alguien teniendo
sexo? —preguntó Donghae . Sora y Hyesung sacudieron la cabeza mientras
escuchaban las escandalosas discusiones que se habían convertido en algo
regular.
—Hee, estoy
aburrido hasta la inconsciencia, pero no estoy tan aburrido — le dijo Teukkie.
Hee rió.
—Y ustedes me
dicen pervertido. Lo que quise decir fue que si no puedes encontrar lo que la
persona espía, entonces tendrás que decir un detalle de tu vida amorosa.
—Uh. —Los ojos de
Zhoumi se movieron de Teukkie a Donghae , queriendo ver cuáles serían sus
reacciones.
—¿Por qué
haríamos eso? —preguntó Donghae .
—Porque nunca lo
hicimos antes de que nuestra vida se convirtiera en La Dama y El Peludo. —Se
puso en una posición sentada y miró al grupo—. Se supone que los adolescentes
van a citas, se besan, hacen algo y luego se lo reportan a sus amigos. Está en
el maldito manual.
—¿Hay un manual?
—preguntó Changmin.
—Por supuesto, yo
lo escribí. —Hee puso una de esas caras que decían: Tonto, ¿Qué esperabas?
—Claro que lo
hiciste. —Zhoumi rió por lo bajo.
—Tengo que
admitir que Hee tiene razón sobre lo que los adolescentes discuten detrás de la
puerta de su habitación. Sin embargo, usualmente no hay padres presentes
—señaló Sora.
—Momentos
desesperados, señora P, momentos desesperados. —Hee miró de persona a persona,
notando sus caras en blanco. Finalmente, resopló—: Bien, jugaremos algo más.
—¿Tienes algo que
no incluya sexo, insinuaciones sexuales, desnudos y similares? —preguntó Hongki.
Teukkie y Donghae
rieron mientras miraban a Hongki con
sonrisas. Hee levantó un dedo.
—Espera, déjame
pensarlo. —Juntó sus labios mientras inclinaba su cabeza de un lado a otro.
Luego rascó su cabeza y golpeó sus labios con su dedo. De repente, se sentó
erguido—. Oh, espera, lo tengo… —Pausó mientras sostenía sus manos en alto como
para que los demás detuvieran lo que estaban haciendo. Igual de rápido, sus
hombros cayeron hacia atrás—. Falsa alarma. No tengo nada.
Hongki sacudió la
cabeza a Hee con una pequeña sonrisa mientras que los demás dejaban salir risitas
que casi no llegaron a sus ojos. Ninguna de sus risas lo hacía, ya no.
No tenían idea de
cuántos días o semanas habían pasado. Era muy difícil saber la hora en el
oscuro bosque donde no había luz solar. No había cambios en la luz para indicar
qué tan temprano o tarde era. Sus relojes y teléfonos no servían. Habían dejado
de trabajar en el minuto en el que habían entrado en el reino de las Fae, o
mejor dicho, el bosque oscuro. Así que solo se quedaban sentados, algunas veces
de pie, otras caminaban alrededor, o dormían. Hablaban sobre todo y nada. Hee
continuaba usando el humor como un mecanismo de supervivencia, a pesar de que
había casi tantos chistes como lágrimas.
Habían comenzado
a estar hambrientos y sedientos, y justo cuando el dolor del hambre se estaba
poniendo insoportable, la comida aparecería. La primera vez que sucedió, casi
se habían orinado encima con la repentina aparición, pero después de olerla y
tomar pequeños mordiscos, decidieron que era segura y se habían saciado. Había
habido pan, fruta, sándwiches de pavo y agua para beber. Hongki había insistido
en que Hee comiera y bebiera primero, y todos habían estado de acuerdo. Después
de una pequeña protesta, él finalmente cedió. Tenían la intención de juzgar el
paso del tiempo con la aparición de la comida, pero no sirvió de nada; su
aparición era esporádica.
—Santa mierda,
estoy casi tan aburrido como adolorido —gruñó Hee mientras se acostaba sobre su
espalda, mirando el oscuro cielo. Se habían rendido con cualquier juego y
recurrido solo a sentarse.
—¿Creen que
alguna vez Gura va a mostrar su rostro? —preguntó Teukkie a nadie en
particular.
—Eventualmente
—respondió Hyesung—. Es meticuloso y parece inclinarse a la idea de su presa
con bastante entusiasmo. Creo que disfruta el valor del encuentro.
—Aunque aprecio
tu evaluación de nuestro secuestrador. Solo iré con que es un imbécil con
problemas fraternales —dijo Donghae .
Hee rió y le dio
a Donghae unos pulgares en alto.
—El cautiverio
está de acuerdo contigo, Donghae . Te vuelves más crítico cada día, u hora, o
cualquiera que sea la cantidad de tiempo que haya pasado.
—Mi Hee interior
parece ser desencadenado por estar sumergido en lugares fantasmagóricos y
malvados, donde somos alimentados como animales y forzados a cavar pozos para
hacer pipí.
—No vamos a estar
aquí por siempre —dijo Sora confiadamente. Ella había estado tratando de ser
tan positiva como fuera posible y era tan implacable como su difícil
situación—. Saben que sus compañeros se están volviendo locos tratando de encontrarlos,
y tengo la sensación de que nada tiene oportunidad contra ellos cuando se
refiere a tener a sus parejas de vuelta.
—Tan asombrosos
como son, mamá, siguen siendo humanos. —Teukkie se detuvo—. Bueno, más o menos,
pero tú entiendes.
—¿Cómo encuentran
su alojamiento? —dijo una voz masculina desde la oscuridad.
Ahhhhh
ResponderEliminarComo que llevan en ese horrible lugar un mes!!!
Dambi, que!?? Tiene aserrin en la cabeza o que!!????
Ella es una fae, que no estudio su historia en la escuela fae(?)
Ahhhhh
Y el embarazo de Hee~ es de elefante o que(?)