Mi amor. —Kangin
acarició el rostro de Leeteuk mientras trataba de despertarlo—. Tenemos que
prepararnos.
Todos los demás ya
se habían levantado y comenzado a prepararse para el viaje que cada uno tenía por delante. Kangin
había dejado dormir a Leeteuk diez minutos extra, sabiendo que las emociones iban a ser
intensas hoy. Iba a ser agotador.
Para su sorpresa,
su compañero odia-mañanas se sentó repentinamente. Lo miró, su cabello un desastre de
dormir. En lugar de una sonrisa vio el duro destello de la determinación en sus
ojos.
—Sé que quieres
saltar y salir corriendo por la puerta, Angel, pero no podemos ayudar a Hee o Siwon
si no cuidamos de
nosotros mismos. Así que una ducha rápida, después comida. ¿De acuerdo?
—Dime que vamos a
arreglar esto, Kangin. Sé que me lo dijiste anoche, pero he dormido desde
entonces. Así que
por favor dime que lo encontraremos y que recuperaremos los recuerdos de él.
Kangin se puso de
pie y caminó al otro lado de la cama. Tomando su mano, tiró de él para colocarlo
delante. Inclinó
su barbilla de modo que estuviera mirando a los ojos que podría mirar por el
resto
de la eternidad.
—Te doy mi
palabra. Haré lo imposible por traer a Hee de vuelta con nosotros y restablecer
a Siwon.
Ellos son tanto mi
familia como la tuya y son de la manada. Protejo lo que es mío. Y aunque no soy
Alfa, soy el príncipe de
los Suju de Corea. Siwon y Hee son míos. ¿Está claro?
Teukkie miró a la
hermosa cara de su compañero. Podía sentir el amor, la preocupación, la
inflexible determinación, y la firmeza concentrados en hacer exactamente lo que
dijo que haría.
—Está claro.
Confío en ti.
Kangin lo atrajo
hacia él, envolviéndola con sus brazos. Una mano la sostenía firmemente por la
parte baja de su espalda
y la otra acariciaba su nuca. Cuando sus labios se encontraron con los suyos,
el mundo y todas las
preocupaciones, pena, lucha y dolor se esfumaron.
Eran sólo él y Kangin.
Envolvió los brazos alrededor de su cuello, pasando los dedos a través de su
cabello. Presionó
su cuerpo más cerca del suyo y fue recompensado con un gruñido bajo. Después de
varios minutos, Kangin
se retiró, sus labios húmedos de su beso. Sonrió cuando se dio cuenta que
estaba tan falto
de respiración como él.
—Podría besarte
todos los días, durante todo el día, y nunca tendría suficiente. —Aunque él
había
detenido el beso,
no había aflojado su abrazo.
—Estás de suerte.
—Sonrió con picardía.
—¿Y eso por qué, Angel?
Teukkie se puso de
puntillas y presionó su boca en la oreja de Kangin. Sintió su cuerpo tensarse.
—Porque planeo
dejar que me beses, a menudo y principalmente en la boca —le dijo con un suave
soplo de aire
contra su oreja y cuello.
Teukkie comenzó a
reír cuando Kangin gruñó ante sus palabras. Le encantaba que aún pudiera
sacudir su jaula, adoraba
tenerlo de puntillas.
«Gracias», susurró
Teukkie en la mente de él.
«¿Por qué?» Kangin sinceramente no sabía por qué podía estar agradeciéndole.
«Por darme eso.
Por continuar mostrándome cariño y amor, incluso con todo esto ocurriendo».
—Leeteuk, mírame.
—Las palabras de Kangin fueron amables pero todavía una orden.
Hizo lo que le
dijo.
—Tú siempre vas
primero. Siempre. Y no eres sólo tú el que necesita sentirse amado, querido, y
necesitado. Somos
lobos, el amor, el contacto, es esencial para nosotros. —Kangin besó su frente
y lo liberó—. Ve a
ducharte. Me encontraré contigo abajo para el desayuno.
—Espera. —Teukkie
se dio cuenta de que Kangin no llevaba la ropa con la que se había ido a dormir.
Llevaba un par de
pantalones cargo verdes y una camiseta negra de manga larga—. ¿Dónde
conseguiste esa
ropa y dónde puedo conseguir algo? —Necesitaba muchísimo salir de su conjunto
cubierto de
hollín.
—El dueño fue por
la gente del pueblo y consiguió que donaran ropa. Debe haber algo en el baño al
final del pasillo.
Puede que no se ajuste perfectamente pero al menos está limpia.
—No me importa si
son harapos o cachemira. Sólo necesito salir de estas ropas. —Levantó la vista
hacia él y
sonrió—. Gracias, hombre lobo. Te veo en un rato.
Kangin le guiñó un
ojo mientras salía de la habitación.
Teukkie llamó a la
puerta del cuarto de baño. Sólo había uno en toda la posada y lo estaba
compartiendo con
el resto de la manada.
—Ya casi termino.
—Era una familiar voz.
—Donghae, soy Teukkie.
Abre.
La puerta se abrió
sólo lo suficiente para que Donghae sacara la cabeza. Teukkie sintió el vapor
de
la ducha caliente
acariciar su cara cuando se arremolinó más allá de él.
—¿Estás solo?
Teukkie puso los
ojos en blanco.
—Sí, sanador, soy
sólo yo. Ahora, déjame entrar.
Donghae abrió más
la puerta mientras resoplaba.
—Bueno, podías
haber tenido a tu lobo contigo. No quería abrir la puerta así… —Donghae hizo un
movimiento de
arriba abajo con la mano indicando su cuerpo vestido con una toalla—… y estar
como “oh, hola Kangin,
¿cómo te va, Kangin? Sólo estoy aquí parado en mi toalla pasando el rato y
haciendo mis
cosas, Kangin”.
Teukkie cerró la
puerta tras él y sacudió la cabeza hacia Donghae.
—Eres un pequeño
gitano perturbado.
Teukkie miró
alrededor, viendo rápidamente la ducha en la pared frente a la puerta. Era un
sencillo
cuadrado
embaldosado con un desagüe en el suelo. Una cortina de ducha azul colgaba a
través de ella. Al lado de la ducha
había una pequeña mesa que tenía ropa y toallas. Teukkie no pudo evitar la
sonrisa que se expandió
por su cara cuando comenzó a desvestirse.
Donghae le ofreció
una débil sonrisa.
—Lo siento. Sólo
estoy de mal humor. Estoy recibiendo vibraciones extrañas y…
—¿Qué quieres decir
con vibraciones extrañas? ¿De Hee? ¿El
bosque? ¿Sobre Siwi? —interrumpió
Teukkie.
Donghae paró de
cepillarse el cabello a mitad de camino. Se dio la vuelta del viejo espejo para
mirar a su mejor amigo.
—¿Has acabado?
¿Vas a dejarme terminar ahora?
Teukkie levantó
las manos en señal de rendición.
—Oh, hombre. Lo
siento. Estoy peligrosamente cerca del furgón de los locos, ¿verdad?
—Definitivamente
creo que deberías dar un par de pasos atrás. Es demasiado pronto para saltar a
ese
furgón. Te aseguro
que te daré el completo visto bueno cuando sea el momento.
Teukkie sonrió.
—Bien. Entonces,
¿qué estabas diciendo?
—No sé realmente
cómo describirlo. Creo que Hee está a salvo, pero al mismo tiempo algo está
mal.
Tendré que ver
cómo está actuando Siwon, eso me ayudará a saber acerca de Hee. No se da cuenta
que a pesar de que no
lo recuerda, aún está conectada a él. Ellos se afectan mutuamente, lo sepan o
no.
Teukkie se metió
en la ducha. Donghae soltó una risa cuando escuchó a Teukkie gemir.
—Oh. Dios. Mío.
Esto se siente divino. Casi tan bueno que podría ser malo, pero es tan bueno
que no
te importa si es
malo. ¿Me sigues?
Donghae tenía una
sonrisa que se extendía por su cara y sus ojos arrugados mientras respondía:
—Sí, joven
príncipe lobo, te sigo. Así que, de todos modos, como iba diciendo, otra
vibración que estoy recibiendo es de
cierto lobo…
—Oh, hermano.
¿Estamos preparándonos para tener algunos momentos Hee?
—Sin duda un
momento Hee. Él no es una opción, para nada, completamente fuera del menú. Pero
sigue sonriéndome
y guiñándome el ojo. Quiero decir… Vamos. ¿Cuánto se supone que es capaz de
soportar?
—Déjame adivinar.
—Teukkie habló por encima del ruido del agua de la ducha—. ¿El nombre de dicho lobo
fuera-del-menú comienza por H y termina Jae?
Donghae puso los
ojos en blanco.
—¿El nombre del
lobo es…?
—Sí, sí, mierda
—interrumpió Donghae—. Es nuestro amable camarero del barrio. Quiero decir, ¿me
imaginas
presentándoselo a mis padres? Hola mamá y papá, este es Hyukjae, es un hombre
lobo y
camarero. Así que
básicamente podría comerme para el almuerzo y luego servirse a sí mismo una
buena cerveza fría
para tragarme mejor.
Teukkie se estaba
carcajeando fuertemente cuando cerró la ducha y abrió la cortina. Agarró una
toalla
y comenzó a
secarse.
—Muy bueno.
—Estoy hablando en
serio, Teukkie —gimoteó Donghae—. Está empezando a llegar a mí y no tengo
tiempo para cuidar
un corazón roto.
—Donghae, respira
profundamente, déjalo salir lentamente. —Teukkie esperó hasta que su amigo
cumplió mientras
continuaba vistiéndose.—. Ahora, no nos estresemos acerca del pequeño asunto
del CHL, ¿de
acuerdo?
—¿CHL? —El ceño de
Donghae se frunció.
—Sí, el Camarero-Hombre-Lobo. —Teukkie sonrió, obviamente complacido
consigo mismo.
—¿Qué pasa contigo
y Hee y los acrónimos? Juro que tienen un cuaderno lleno de ellos.
—Si lo tenemos,
nunca lo sabrás. —Teukkie le guiñó un ojo a su moreno amigo.
Donghae miró a Teukkie
de arriba abajo y luego sonrió.
—Dominas
totalmente todo el estilo “me di un baño de hollín en un incendio y ahora tengo que llevar ropa de una talla
demasiado grande en colores que me arruinan por completo”.
Teukkie abrió la
puerta del baño y apresuró a Donghae a salir.
—Bueno, gracias,
Thelma. Aprecio el apoyo.
—Cuando quieras,
Louise. Para eso estoy aquí, para indicar cuándo logras un buen aspecto, o
fallas
en el intento.
—Bajemos a comer,
idiota —dijo Teukkie, sacudiendo la cabeza hacia Donghae y tirando de él.
Cuando los dos
chicos llegaron abajo vieron que la mayoría de la manada ya había comido y
estaba
empezando a
dispersarse, algunos dirigiéndose a ayudar al dueño de la posada a limpiar y
otros
ocupándose de
cosas que Junjin les había asignado.
Su grupo estaba
todo reunido alrededor de la chimenea en la gran sala de reunión. Kangin caminó
hacia Teukkie y le
tendió un plato de huevos y tocino. Y para sorpresa de Donghae, y disgusto
parcial
mezclado con
alegría, Hyukjae le tendió a él un plato de lo mismo.
Ambos jóvenes tomaron
asiento en el sofá que los chicos habían desocupado cuando ellos llegaron.
—Muy amable de su
parte unirse a nosotros, jovencitos. —Junjin se dirigió a ellos con un tono
firme,
pero sus ojos
contenían diversión.
—En América, J,
hay esta cosa llamada llegar elegantemente tarde. Verás, es mi trabajo como tu
nuero, introducirte en todas estas costumbres. —Teukkie le sonrió.
Junjin soltó una
risa.
—Oh. Bien, entonces,
¿supongo que debo agradecerte en lugar de reprenderte?
—Ahora lo estás
pillando.
Todos aquellos
alrededor de la habitación se rieron con la broma, pero se callaron cuando Junjin
se
levantó.
—Tan pronto como
todos terminen de comer saldrán en sus direcciones separadas. Hyesung y yo,
así como la mayor
parte del resto de la manada nos quedaremos aquí. Este será el cuartel general,
a
falta de un
término mejor. Kangin, Teukkie, Zhoumi, y Yunho tomarán el vehículo que queda y
se
dirigirán de vuelta
a la mansión. Una vez allí, Yunho se pondrá en contacto con el historiador de
la
manada y él
debería al menos ser capaz de señalarles una dirección general de dónde empezar
a
buscar. —Junjin
hizo una pausa y pareció reunir sus pensamientos. Todo el mundo esperó en
silencio, el fuego
chasqueando y estallando mientras la madera se quemaba, y el viento afuera
soplando contra las ventanas.
Finalmente miró a Donghae.
—Tú, Hongki, Hyukjae
y Siwon se dirigirán afuera a pie.
Los ojos de Donghae
se abrieron ampliamente ante esta declaración.
—¿A pie? ¿En el
frío y la nieve? —chilló.
—Yo podría
sacrificar un poco de calor corporal por ti si lo necesitas — bromeó Hyukjae y
guiñó un
ojo. Le dio un
gran placer hacerla sonrojar.
—Hyukjae. —La voz
de Junjin fue una advertencia aunque no había calor verdadero detrás
de
ellas—. Ahora
bien, he reunido
todas las cosas
que necesitarán para encargarse de este tiempo.
Tendrán un poco de
ayuda a lo largo del camino, aunque no deberían buscarla. Simplemente dejen
que vaya a
ustedes.
Se oyó un gruñido
cuando Teukkie se lanzó a sí mismo hacia atrás en el sofá dramáticamente.
—J, me estás
matando. Primero, tienen la oportunidad de conocer al Hada, ¿y ahora consiguen
ir
a una excursión
digna del Señor de los Anillos a través de la montaña? ¿Y aún así todo lo que
yo
consigo es a un
tipo viejo y papel quebradizo?
—Sólo recuerda que
todo es por Hee y Siwon. —Donghae palmeó la pierna de su mejor amigo.
—Esa es tu única
salvación. De lo contrario me estaría invitando a mí mismo a su pequeña
aventura.
Dos horas, varias
discusiones, y montones de quejidos mientras la manada se separaba más tarde,
Teukkie, Kangin, Yunho
y Zhoumi estaban una vez más en un Hummer viajando por la larga
carretera montañosa
de vuelta hacia la mansion de los Lobos Suju Coreanos. Mientras tanto,
Donghae, Hongki, Hyukjae
y Siwon habían comenzado su arduo viaje a pie.
—¿Crees que lo
tenemos todo? —preguntó Donghae a Hongki mientras se adentraban en el bosque
de los Alpes
Transilvanos. Estaban caminando en fila india con Hongki a la cabeza, luego Donghae,
Hyukjae y Siwon en
la retaguardia.
—Si no lo tenemos,
lo único que nos dejamos fue un inodoro.
—En serio —añadió Hyukjae—,
tenía que haber sido Hyesung quien empacara para nosotros.
Ningún macho
habría pensado en todas las cosas que tenemos empaquetadas en estas bolsas que
estamos cargando
sobre nuestras espaldas.
Teukkie había
sugerido llevar un caballo o un burro, pero Junjin dijo que incluso si pudieran
encontrar uno sería
simplemente una boca más que alimentar. Así que, sin un caballo/burro de carga,
los cuatro estaban en camino.
Todos se quedaron
en silencio mientras caminaban. El crujido de la nieve bajo sus botas, y el
ocasional pájaro o animal
correteando eran los únicos sonidos.
Siwon estaba
perdido en sus pensamientos. Después de que Heechul lo hubiera bloqueado, y
había
tenido algún
tiempo para calmarse, había ido a Junjin.
Le hizo saber que Heechul
dijo que las personas que la habían rescatado eran Yesung y Ryeowook:
un Alfa y su
compañero que se creía que habían muerto hace tres siglos. Junjin estaba
sorprendido,
pero no
completamente conmocionado. Le había dicho a Siwon que a la luz de las
circunstancias de
Hee, ir a ver a Dam
era el mejor curso de acción para Donghae.
Cuando se había
despertado esta mañana supo que algo iba mal. No podía sentirla en absoluto. No
era como cuando Heechul
había bloqueado su mente; incluso entonces aún podía sentirla pero ahora
no había nada.
Había decidido que
tal vez estaba inconsciente, y aunque odiaba la idea, era un pensamiento mejor
que otras
posibilidades. No se lo había mencionado a nadie porque no se imaginaba que
hubiera algo
que se pudiera
hacer acerca de ello. Cuanto más tiempo pasaba sin su presencia más débil
comenzaba
a sentirse, y la
oscuridad arrastrándose en su mente y alma se intensificaba. Ahora estaba
pensando
que tal vez habría
sido una buena idea mencionárselo a Junjin. Si iba a peor, decidió, hablaría
con
Donghae y Hongki.
Lee Hongki no
podía creer dónde estaba, o lo que estaba haciendo. Si alguien hubiera venido a
él un
año antes y dicho:
“Oye, el año que viene estarás en Corea haciendo senderismo a través del bosque
en busca de un
hada”, le habría dicho que dejara de esnifar aquellos bolígrafos permanentes.
Pero
aquí estaba, en Corea,
haciendo senderismo en el frío glacial buscando un hada.
Había sabido que
las Fae existían en el pasado. A Hongki le gustaba conservar al menos un poco
de su historia y la
historia de otros seres sobrenaturales. Sin embargo, no había sido tan
diligente en los
últimos años y no
sabía que las Fae eran aún una parte de este mundo. Era increíble.
No había duda de
que lamentaba lo que le había hecho a Teukkie, pero al mismo tiempo estaba tan
contento de que
estuviera aquí, capaz de ayudar a su propia especie.
Donghae estaba
intentando concentrarse en dónde plantaba su pie en la nieve para evitar
tropezar,
pero su mente
continuaba preguntándose por el lobo demasiado-caliente-para-su-propio-bien
caminando detrás
de él. No entendía el dolor en su interior cuando lo miraba. Lo que podía
entender
era su atracción
por él: era jodidamente lamible. Donghae sonrió ante las palabras que había
escuchado a Hee usar tantas
veces antes. Hee, ahí es donde su mente debería estar. Y lo estaba, pero
también estaba en Hyukjae.
¿Ves, Hee? Te
necesito, pensó Donghae. Tú me dirías que me recompusiera, y si ocurre que soy
manoseado en el
proceso, entonces qué suerte la mía. Donghae dejó salir una carcajada ante eso.
Era exactamente lo
que diría Hee. Donghae echó los hombros hacia atrás y se irguió un poco más.
Lo que sea que
estuviera pasando o no entre él y Hyukjae aún estaría ahí una vez que Hee
estuviera a
salvo en casa.
Junjin lo había
enviado para encontrar respuestas acerca de cómo ayudar a Hee. Lo había
apartado a
un lado antes de
que se fueran y le había explicado todo acerca de Hee y Ryeowook y su
compañero.
Él sentía
firmemente que Dambi tendría respuestas y sería capaz de ayudarles. La
respuesta de él
fue:
—¿Y si no las
tiene?
Junjin había
fruncido el ceño ante su pregunta, luego una traviesa sonrisa se había dibujado
en su
atractivo rostro
mientras le decía:
—Si te hace pasar
un mal rato, lo cual tienes que esperar, simplemente pregúntale si podría por
favor
al menos
asegurarse de que el polvo de hadas golpee sus traseros, junto con la puerta,
cuando salgan.
—¿Cómo te va por
ahí, ojos marrones? —Donghae fue sacado de sus pensamientos por el sonido de
la profunda y
juguetona voz detrás.
Hongki había
parado unos metros más adelante y estaba tomando un trago de agua. Donghae se
dio la
vuelta para mirar
a Hyukjae. Deseó poder decir que su corazón no tartamudeó cuando él sonrió y le
guiñó un ojo, pero
sería un mentiroso.
Donghae era muchas
cosas: cobarde, tímido, torpe, pero no un mentiroso. Así que, sí, su corazón
tartamudeó y sus
palmas estaban tan sudorosas como un cerdo.
—Estoy bien.
Bueno, en realidad sólo estoy intentando con mucho esfuerzo no caerme de culo.
—
Donghae se puso
una mano sobre la boca justo cuando la palabra “culo” se le escapó. Sabía que
su
cara se estaba
volviendo rojo brillante por el calor ardiendo en ella—. Lo siento, eh, Hee me
ha
contagiado. Bueno,
esa es la excusa que estoy usando de todos modos.
Hyukjae soltó una
risa.
—Bueno, no
intentes evitar caerte sobre ese precioso trasero por mí. Haré mi misión
asegurarme de
que sea yo donde
aterrizas. —La sonrisa de Hyukjae era preciosa y tan enorme que un hoyuelo
apareció en su
mejilla derecha. Donghae tuvo que reírse ante su coqueteo y arrogancia.
—¿Funciona esa
línea con todos? —bromeó en respuesta mientras se daba la vuelta para continuar
siguiendo a Hongki
ahora moviéndose.
—No lo sé, no me
importa. Sólo hay un joven con el que me importa que funcione. —La cabeza de
Donghae se giró
con voluntad propia ante el sonido de la voz de Hyukjae. Toda la picardía se
había
ido, la arrogante
sonrisa sólo un recuerdo. Sus ojos se posaron en un dominante Canis lupis que
había encontrado
su presa. La respiración de Donghae se aceleró como si se diera cuenta de lo
serio
que estaba. Hyukjae
lo empujó amablemente hacia delante pero no dijo nada más.
Hyukjae vio cómo Donghae
se daba la vuelta en la dirección en la que estaban yendo. Sus palabras
obviamente habían
dado en el blanco. No había tenido la intención de asustarlo pero su lobo
estaba
empujándolo a
dejar perfectamente claro que estaba
reclamándolo. Hyukjae estaba de acuerdo con
su lobo, pero no
entendía cómo era posible cuando Donghae era cien por ciento humano.
Lo observó mientras
sus ojos vagaban por el paisaje de su tierra natal, las preguntas llenándolos. Él
sonrió cuando un
conejo se escabulló a través de su camino, luego jadeó cuando un halcón agarró
a
la criatura con sus
garras, precipitándose hacia arriba en el frío aire quebradizo. Y cuando Donghae
se dio la vuelta
para mirarlo con ojos brillantes, la tristeza de ver a un pequeño inocente
tomado en
el círculo de la
vida, supo que podría derribar montañas para quitar esa tristeza de su cara.
Humano
o no, Donghae era
suyo.
Final con de declaración de propiedad. Mi EUNHAEDEPENDENCIA goza de una etapa de felicidad infinita.
ResponderEliminarPobre Siwi siente que hay algo mal en Hee y no lo expresa, esperemos que pronto vaya aclarandose el panorama
Tukkie y Hae pueden darse por perdidos!
ResponderEliminarHee los corrompió (?) del todo!
Jajajajaja
Hae~ humano o no, es gitano(?)
Y debe tener un perro...digo lobo con él!!!
Asdgfa
Dónde esta Hee!??!!
siempre que leo algo que incluya a hae y mi lindo monito soy feliz como lombriz y mas si viene acompañado con yewook mas
ResponderEliminarsiempre que leo algo que incluya a hae y mi lindo monito soy feliz como lombriz y mas si viene acompañado con yewook mas
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