2 Días Después del
Incendio.
Era media tarde
cuando finalmente llegaron de vuelta a la mansión. Teukkie se estiró mientras
salía del Hummer. A
pesar de que estaba rígido —y hambriento— por el viaje, estaba ansioso por
empezar a indagar a través
del pasado de los Canis lupis para descubrir una manera de romper la maldición sobre Siwon y
detener a la bruja.
—Bueno, Yunho
—dijo Teukkie, alzando una ceja hacia él—, guía el camino a los archivos.
Kangin tomó la
mano de Teukkie, llevándolo con él mientras caminaban dentro de la mansión. Zhoumi los siguió
silenciosamente, aún cansado por el viaje. Atravesaron el largo pasillo donde
se encontraba la oficina de Junjin.
Cuando llegaron al final del corredor, Kangin abrió la última puerta de la
izquierda.
—Siempre me
pregunté qué había aquí —murmuró Teukkie mientras miraba a Yunho poner un
código en un teclado
numérico localizado sobre la pared justo dentro de la habitación, el cual
terminó siendo un armario… ¿o no
lo era?
—Liiiiiindo. —Teukkie
sonrió—. No me dijeron que este lugar tenía pasadizos secretos.
Yunho se encogió
de hombros.
—No preguntaste
—respondió secamente. Después de poner el código, Teukkie observó lo que
parecía ser una
pared sólida en la parte de atrás del armario deslizarse a la derecha, dejando
una
abertura que
revelaba una escalera de piedra descendente.
—Eso es bastante
retorcido. ¿Tú sabías sobre esto? —preguntó Teukkie a Zhoumi.
—Teukkie, tengo
veintisiete años, sin pareja y a pesar de que soy un dominante, no me dicen
nada
aquí. —Zhoumi le
guiñó un ojo—. Así que no. No sabía sobre esto.
—Está bien,
entonces. Bien, aprendemos algo nuevo cada día. —Teukkie divagaba mientras
seguía a
Kangin a través de
la entrada.
—Tengo el
presentimiento de que vamos a aprender algo más que eso hoy —dijo Kangin
mientras
volteaba a ver a Yunho—.
Deberías guiar el camino. Has estado aquí antes, ¿no?
Yunho asintió.
—Sí. Es fácil perderse
una vez que sales del salón principal, así que permanezcan juntos.
El grupo descendió
los escalones de piedra, los cuales bajaban en espiral. Teukkie notó los
candelabros que iluminaban el camino. El pasadizo era estrecho, con paredes de
piedra siguiendo el espiral de la escalera. El aire era rancio y frío, e
incluso con las luces, parecía hacerse más tenue entre más lejos iban.
Después de llegar
al final de la escalera, Yunho se detuvo en el centro de una habitación larga y
rectangular. A lo largo de la pared izquierda había un escritorio grande. Había
pantallas de computadoras, Teukkie contó seis en total en la pared enfrente del
escritorio, y papeles se dispersaban sobre la parte suDamor del mismo cubriendo
la mitad de un teclado y un mouse.
En todas las
paredes del cuarto había estantes llenos con libros y objetos. Había un sofá de
felpa y dos sillones mullidos directamente a la izquierda de la escalera. Al
otro lado de la habitación, en la pared más lejana, había varios arcos que
conducían a la oscuridad. Frente a los arcos había mesas redondas con sillas
alrededor de ellas.
Teukkie podía
notar que había algo sobre las mesas, pero estaba muy lejos para ver
exactamente lo que era. Pasando a Kangin y Yunho, Teukkie se movió cerca de las
mesas y descubrió lo que había sobre ellas, o en ellas mejor dicho.
Tallado en la
parte suDamor de las mesas había escenas. Cada mesa tenía un diferente tallado.
La primera era una manada de lobos corriendo juntos a través del bosque. El
artesano le había puesto tantos detalles que pudo ver donde
los lobos pateaban
la nieve detrás de ellos. Sus rostros se veían iluminados y sin preocupaciones,
sin
bordes o sombras
en sus ojos.
La siguiente mesa
era de una escena de dos lobos gigantes encerrados en una batalla. Alrededor de
ellos había otros lobos
viéndolos, esperando. Los dos lobos peleando entre sí, estaban en sus patas
traseras, cada uno tratando
de destrozar a su enemigo. Ambos conjuntos de dientes estaban desnudos y saliva goteaba de sus
hocicos. Teukkie se estremeció mientras estudiaba la mesa; casi pudo sentir la
tensión que los lobos
debieron haber sentido.
La tercera y
última mesa tenía una escena mucho más calmada. Era tan conmovedor que Teukkie
pudo sentir un tirón dentro de él, el anhelo de lo que vio. Un enorme lobo se
sentaba alto y orgulloso. Su cabeza estaba hacia abajo, viendo al lobo más
pequeño presionado contra él, y presionado contra ella, había un pequeño
cachorro. La loba miraba al orgulloso macho con asombro, mientras que la mirada
en los ojos del macho sostenía intensas emociones por los dos a su cuidado.
Teukkie estaba
maravillado por el detalle que mostraba y la cantidad de emoción de alguna
manera tallada en la cara de esos lobos.
—Es quienes somos,
quienes hemos sido, y quienes queremos y necesitamos ser. —Teukkie escuchó una
voz viniendo de los oscuros arcos. Se volteó para ver a Yunho, Kangin y Zhoumi.
Kangin caminó a donde estaba y lo puso detrás de él.
—¿Así que este es el
compañero del príncipe? —dijo la voz.
—Deja de ser
dramático y sal, Wadim. —Yunho puso sus ojos en blanco.
—Yunho, ¿acabas de
poner los ojos? —preguntó la voz, ahora nombrada Wadim.
—He estado con los
jóvenes americanos por meses. He aprendido mucho más que sólo poner los ojos en
blanco.
Teukkie y Zhoumi
rompieron en carcajadas, pero pararon abruptamente cuando una figura emergió
del arco de en medio.
Teukkie intentó
caminar alrededor de Kangin para ver mejor al hombre, pero Kangin seguía
moviéndose con él.
«Kangin». La voz
de Teukkie fue severa cuando habló con él a través de su vínculo.
«No te muevas de
mi lado», le dijo mientras cedía y le permitía moverse al lado de él.
Teukkie ladeó la
cabeza a un lado mientras miraba al nuevo macho.
—¿No eres viejo y
empolvado? —El hombre que tenía delante parecía estar en sus treinta, alto,
cabello negro y ondulado.
«¿Eso que escucho
en tu voz es admiración, Leeteuk?» Kangin obviamente había escuchado sus
pensamientos.
«Relájate, hombre
lobo. Solo tengo ojos para ti».
«Bien, odiaría
tener que encontrar un nuevo historiador». La voz de Kangin era un gruñido en
su mente.
«Nos estamos
sintiendo posesivos hoy, ¿verdad?», lo molestó.
«Compórtate».
«Últimamente
escucho mucho de eso de ti». Teukkie le dio una imagen mental de él sonriéndole
amablemente a Wadim.
De acuerdo, se dio
cuenta que quizás esa no era una de sus más grandes ideas, una vez que Kangin lo
jaló detrás de él de nuevo. Dejó escapar un fuerte resoplido pero se conformó
con pararse de puntillas y mirar sobre su hombro.
Wadim usaba una
desteñida camiseta gris. Impreso en el centro de la camiseta estaba escrito:
“Solo puedo ser amable con una persona al día. Hoy no es tu día… probablemente
mañana tampoco lo sea”. Tenía pantalón vaquero azules deslavados y deportivos
Converse negros. ¿Este era el historiador de la manada? ¿En serio?, pensó Teukkie.
Wadim río al ver
la expresión escéptica de Teukkies.
—¿Viejo y
empolvado? Eso depende sobre quién preguntes
—bromeó.
Miró de nuevo a Yunho
y sonrió
— Ha pasado
tiempo, viejo amigo.
Yunho asintió.
—Han sido unos
meses ocupados, pero estoy seguro que lo sabes.
—Saber es mi
trabajo, así que por favor, siéntete libre de no compartirlo.
—Wadim sacó una
silla de la primera mesa redonda y se sentó frente al grupo.
—Linda camisa
—dijo Zhoumi. Sus ojos se dispararon hacia Teukkie, quien le dio unos pulgares
en alto.
—Mi hermana.
—Wadim sonrió—. Me manda estas camisetas con diferentes frases sobre ellas.
Dice
que es para
ayudarme a mantener mi sentido del humor. Aparentemente estoy rodeado de hechos
aburridos.
—¿A qué te
referías hace rato? —preguntó Teukkie de detrás de Kangin, quien aún no lo
dejaba pasar.
—Estabas mirando
las mesas; sentiste el tirón de ellas.
Teukkie asintió
pero no habló. Sintió a Kangin enrollando un brazo alrededor de su cintura. Lo
jaló,
firmemente contra
él.
—Estas mesas
fueron talladas por las Fae. Ahora bien, las Fae nunca hacen algo sin razón.
—Wadim hizo señas hacia la
primera mesa—. Está imagen es de lo que hemos sido creados para ser. Estoy
seguro que conoces la leyenda
detrás del Canis lupis, ¿cómo la Diosa de la luna nos creó?
Teukkie asintió.
—Sí. Ella nos creó
para salvar las especies de los Lobos Suju.
—Es más profundo
que eso. —Wadim se puso de pie para mirar el tallado, sus dedos trazaban los
lobos mientras hablaba—.
La gran Luna vio que el hombre se estaba dividiendo a sí mismo. La familia ya
no era importante. Vio las guerras, el odio, y a los niños afectados por eso.
Teukkie se alejó
de Kangin y sacó una silla de la tercera mesa. Los otros siguieron su ejemplo.
Mientras continuaban
escuchando el conocimiento del historiador de la manada, era obvio para Teukkie
por qué Wadim era el
historiador. Era tan apasionado con su historia.
—Entonces miró
hacia los lobos, quienes estaban disminuyendo en número, y de regreso a los
humanos, quienes ya no se
preocupaban por ellos, y combinó sus espíritus. Tomó la naturaleza leal,
protectora y posesiva de los
lobos y tomó la inteligencia, emociones y amor de los humanos y las puso
juntas. Ella nos diseñó para ser
una manada.
…El Canis lupis,
ambos, lobo y hombre, fueron destinados a ser una familia una con la otra.
Ganamos fuerza a través de
nuestro vínculo con cada uno de nosotros. La primera mesa es lo que la Diosa
queríapara nosotros. La
segunda mesa es quienes somos hoy. Hemos atacado a nuestro semejante, dividido nuestra especie,
incluso tenido una guerra civil. Sufrimos por ir contra nuestra verdadera
naturaleza.
Wadim sacudió la
cabeza
—En cualquier
caso, la tercera mesa es quien necesitamos ser. No podemos sobrevivir sin los
niños. Pero la Diosa de la
luna ha visto sufrir a los niños humanos por las guerras y divisiones en su
especie. Su manera de asegurarse que
entendemos qué precioso es un niño es dándonos unos pocos.
…Ella nunca quiso
que olvidáramos la bendición de un niño y la esperanza que traen. La historia
revela nuestro camino,
estamos en las circunstancias en las que estamos hoy por las acciones que,
como especie
colectiva, hemos hecho. Esta tercera mesa empuja a nuestro lobo. El lobo en
nosotros
anhela por una
manada, por una familia, por el tacto, por los niños. Estas mesas creadas por
las Fae fueron diseñadas para
sacar al lobo de uno cerca de la superficie, para abrir nuestros ojos humanos,
para poder ver lo que se
necesita hacer.
Todos miraron en
silencio cuando Wadim terminó de hablar. Finalmente, Yunho habló.
—Gracias por eso,
Wadim. Es importante que recordemos por qué estamos aquí.
—Bueno, estoy
seguro que no vinieron por una lección de historia sobre la Diosa de la luna y
nuestra
especie. ¿En qué
puedo ayudarlos?
—¿No te contactó Junjin?
—pregunto Kangin, sus cejas fruncidas.
—No, no he
escuchado nada de nuestro Alfa.
Yunho miró
cauteloso.
—Junjin me dijo
que llamaría a Wadim para decirle que veníamos.
Kangin encontró
los ojos de Wadim.
—¿Ha venido
alguien a verte hoy?
Wadim lo pensó por
unos minutos, tratando de recordar, pero su mente estaba nublada y sus
pensamientos fuera
de su alcance.
—No lo recuerdo.
Ni siquiera recuerdo qué he hecho hoy. —Justo cuando las palabras salieron de
su boca, Kangin, Yunho
y Zhoumi salieron disparados hacia los arcos.
Zhoumi jadeó.
—¿Eso es humo?
Luego, todos
estuvieron de pie y corriendo en dirección al olor ahumado. A unos quince
metros del
pasillo, el humo
comenzó a rodearlos.
—Wadim, ve a
buscar unas mantas, ¡y apúrate! —gritó Kangin.
Wadim salió en
dirección a su cuarto. Un minuto después, llegó a la gran sala de archivos y
vio
montones de
pergaminos, papel y libros sobre el piso, las llamas estaban llegando hacia
ellos. Le tiró
una manta a Kangin,
una a Yunho y tomó la que quedaba. Cuando cubrió el fuego con ella, pisoteó tan fuerte como pudo, Yunho
y Kangin siguieron su ejemplo.
Teukkie y Zhoumi
miraban con horror.
—Esto no es para
nada bueno —murmuró Teukkie.
—Creo que es lo
que ustedes los americanos llaman un eufemismo —dijo Zhoumi incapaz de despegar sus ojos de la
escena frente a ellos.
—Del siglo —añadió
Teukkie. Comenzó a toser por el humo, el cual llenó el cuarto mientras el fuego
se extinguía.
Kangin se inclinó
contra los estantes detrás de él. Su respiración era laboriosa y su pecho se
apretaba
mientras trataba
de succionar el poco aire limpio que quedaba en la habitación.
—Esto tiene que
ser obra de esa bruja.
La cabeza de Wadim
se alzó de golpe.
—¿Bruja? —preguntó
con horror.
A última hora en
la noche ese día, los dos grupos habían decidido ponerse en camino, Hyesung se
paró en la ventana del
dormitorio que él y Junjin compartían en la taberna. Sus ojos observaban la
noche. El cielo estaba
despejado y las estrellas salpicaban la oscuridad. La luna era creciente, lo
que despedía un resplandor
misterioso.
No sabía por qué,
pero se sentía como si pudiera empujar a su manada solo por voluntad, y que si
quitaba los ojos
de esta vista por un segundo, todo fallaría. Escuchó la puerta detrás de él
abrirse y
cerrarse
suavemente. Fuertes brazos se envolvieron alrededor de su cintura desde atrás y
dejó caer y
reposar su cabeza
en el fuerte pecho de su compañero.
—Siento tu
resolución, Amor. —El aliento de Junjin susurró suavemente sobre su cabello.
—Siento que si me
alejo, o dejo de pensar sobre ellos por incluso solo un pequeño segundo, sus
pies
vacilaran y su
coraje fallará. ¿Qué tan vanidoso es eso?
Junjin se rió
entre dientes.
—Mi amor, eres un
Alfa. Está en tu naturaleza controlar y proteger. Date un descanso. Hemos
mandando a los que
más aman a Hee y Siwi. Ellos continuarán hasta que todo esté bien de nuevo. No
dudo de ellos.
Hyesung sabía que
él tenía razón, pero no hacía menos difícil sentarse y esperar escuchar de
ellos. Para escuchar si
estaban a salvo y cerca de encontrar a Hee y restaurar a Siwon.
—Necesitas
descansar. Ambos lo necesitamos. Ven. —Junjin lo jaló hacia su cama y se acostó
a su lado
— Duerme.
Confía en que tu manada es fuerte.
Hyesung se sumió
en el sonido de la gentil voz de su compañero cantando suavemente. Sonrió a sí
mismo ante el
pensamiento acerca de cómo los otros machos lo molestarían si supieran que le
cantaba a su compañero
para dormir.
Donghae y Hongki
reunieron ramitas mientras Siwon y Hyukjae rompieron ramas de árboles para
construir una
fogata. Donghae no podía recordar un momento en el que tuviese tanto frío. Una
vez
que el fuego
estuvo ardiendo, los cuatro se sentaron juntos tan cerca como pudieron. Cada
uno estaba
envuelto en capas
y capas de ropa, gorros, bufandas,
guantes y mantas.
Siwon pasó la
cecina y el pan que el dueño de la taberna les había proporcionado. Proteína,
carbohidratos y
agua. Sorprendentemente, Donghae sabía por su clase de salud de décimo grado
que el cuerpo podría
sostenerse incluso de menos si lo necesitaba.
—¿Cómo vamos a
saber que llegamos a donde se supone que debemos llegar? —preguntó Hongki a
nadie en
particular.
—Junjin dijo que ella nos encontraría. Que sólo necesitábamos llegar lejos en las montañas y
eventualmente Dambi
se daría a conocer. —Donghae miró a cada uno de sus amigos, sus
compañeros de
manada, tan raro como sonara, se sentía bien.
Todos
permanecieron callados mientras terminaban su comida y bebida, todos mirando
las rojas,
amarillas y
naranjas flamas que danzaban enfrente de ellos. El silencio fue roto cuando Donghae
se
volteó hacia Siwon.
—Sé que es una
cosa privada entre compañeros, pero cómo le está yendo a Hee. ¿Se ha comunicado
contigo?
Los tres vieron
como Siwon se tensaba visiblemente. Su cara hizo una mueca, casi como si le
doliera.
—Yo… —comenzó Siwon,
pero se detuvo. Agachó la cabeza brevemente para quitarse la sensación de que algo estaba
mal—. No puedo sentirlo. Cuando trato de contactarlo, es como si el vínculo que
nos une hubiera sido
cortado.
Donghae sacudió su
cabeza.
—¿Por qué no
habías dicho nada?
Siwon gruñó por la
acusación en la voz del sanador.
—Y exactamente,
¿qué es lo que hubieras hecho?
Hyukjae dejó salir
un bajo gruñido y se movió para sentarse entre Siwon y Donghae.
—Sé que eres mi
Beta, pero no le hablarás a él de esa manera.
—Hyukjae —la voz
de Donghae fue suave—, está lastimado, no entiende. No seas tan duro con él.
Hyukjae se volteó
y miró los ojos color miel de Donghae, los cuales estaban llenos de dulzura y
entendimiento.
—Entiendo que está
lastimado. Pero tú eres un sanador y eres mío y te tengo que proteger.
Donghae tomó un
fuerte respiro.
—¿Tuyo?
Hyukjae cerró sus
ojos por un momento, maldiciéndose por el desliz.
—Eres de la
manada. Pero yo estoy aquí, soy de la manada, y te protegeré incluso de uno de
los
nuestros.
Donghae puso su mano
suavemente sobre su hombro.
—Gracias. Siwon no
va a lastimarme. Necesito ver si puedo averiguar lo que está pasando.
Hyukjae asintió
pero se quedó donde estaba.
—Ahm, Hyukjae. —Donghae
alzó sus cejas al guapísimo, pero aun así exasperante, lobo frente a él—.Eso significa que
necesito estar cerca de Siwon.
Cuando Hyukjae no
se movió, Donghae se puso de pie con un resoplido y murmuró:
—Hee tenía razón.
Malditas bolas de pelos tercos y mandones.
Hongki río
mientras los ojos de Hyukjae se abrían de par en par ante el amable sanador
mostrando las
garras.
Donghae tomó
asiento al lado de Siwon.
—¿Puedo tocarte?
Un gruñido bajo
provino del otro lado del fuego.
—Hyukjae —le
advirtió Hongki. Hyukjae no lo tomó en cuenta, pero paró de gruñir.
Siwon asintió a Donghae
para hacerle saber que estaba bien. Donghae puso su mano sobre su pecho y
cerró sus ojos. Se
sintió tan ignorante cuando intentó usar este tan mencionado “don”. No entendía
cómo funcionaba.
Todo lo que podía hacer era abrir su mente y dejar que cualquier magia que
pareciera estar
dentro de él hiciera su trabajo.
Donghae sintió
energía flotando dentro de Siwon mientras buscaba el vínculo del que él había
hablado. Se sintió como un
intruso sabiendo que el vínculo entre compañeros, de lo que Teukkie había
explicado, era muy íntimo.
Su mente buscó a
través de él, encontrando la conexión que el Beta tenía con su Alfa y con la
manada, una intricada red.
Finalmente se encontró con lo que parecía un cordón de oro, fuerte y brillante.
Siguiendo su camino, casi se
retiró cuando vio en extremo cortado. Parecía roído, como una cuerda desgastada
en las puntas. Donghae
notó que la punta y varios centímetros del cordón ya no eran doradas, sino
oscuras, muertas.
Ay~ bruja hp~
ResponderEliminarTambién va a quemar la casa principal!???
O.o
Ahhh
Hyukkie~ ataca mono lobo (?)
Ese pez gitano es tuyo!!!!
Pobre Siwonshis ~ su hilo esta negro! T___T
Wokkie malo!!! Eso no se hace... A ver! Quiero ver que te lo hagan a ti! Pa que llores!
Con una jodedera....es que en serio,nunca puede faltar el drama,nunca hay alguien que nos quita esa felicidad que soboreamos por un momento...ya no se puede confiar en nadie.
ResponderEliminarPrimero el jodido disque alfa chino,que al parecer toda su vida ha sido un cobarde de maaaaarca,tiempo teniendo a una bruja trabajando para el....puff,y ni así ha conseguido nada 😒
Me va a dar mucha risa cuando sea traicionado por su bruja.
Tan bonito que habiamos sentido cuando Siwon puro recuperar su vínculo con Hee,a pesar de que no lo recuerda,su vínculo permanecia y BANG.....tenia que venir Wook a romperlo así sin mas...joder. y,es que entiendo que deben protegerse pero,eso fue traición,el mismo Hee le pregunto si podía y qué podia decirle a Siwon...llega wook así nadamas corta su enlace con Siwon...puff,justo ahora wook no me simpatiza...quizás xuando mate a la bruja
Por otro lado,es lindo saber que Siwon podrá tener contacto con su antigua manada...^^
Unos buscando al historiador y otros a una hada,los dos para una misma causa.
Por un momento pense que Teuk que tendremos cachorros principes *0*
En temas de lobos...siempre va a disgustarme el hecho de que los ukes se molestan con los semes en cuanto a posesividad se trata....o sea,ya les dijeron que posesividad es su segundo nombre,que significan todo para ellos y siempre se molestan cuando muestran actitud así. Me gustaria una historia de lobos que,en el momento que se saben compañeros y se crea un lazo entre ellos...a los ukes les pase lo mismo que a los semes,que tengan el mismo sentido de protección y posesividad de ellos para que vean su sentir...aaarrrggg...ukes....ㄱㄱ
Oh...Hyuk y su amabilidad porque Hae caiga en blandito😏
Aunque nos quiten la felicidad...al menos se dan cuenta de lo que pasa...ya sabemos que fueron malditos,Hee esta bien,el vinculo sigue ahí aunque el servicio este suspendido...se sabe el problema y estan en busca de solución...bien👍