Donghae sintió
energía flotando dentro de Siwon mientras buscaba el vínculo del que él había
hablado.
Se sintió como un
intruso sabiendo que el vínculo entre compañeros, de lo que Teukkie había
explicado, era muy íntimo.
Su mente buscó a
través de él, encontrando la conexión que el Beta tenía con su Alfa y con la
manada, una intricada red.
Finalmente se encontró con lo que parecía un cordón de oro, fuerte y brillante.
Siguiendo su camino, casi se
retiró cuando vio en extremo cortado. Parecía roído, como una cuerda desgastada
en las puntas. Donghae
notó que la punta y varios centímetros del cordón ya no eran doradas, sino
oscuras, muertas.
Se aproximó a las
partes oscuras. Tan pronto como su conciencia lo tocó, se sintió siendo
expulsado de la mente de Siwon y
volver al presente.
Donghae estaba sin
aliento. Abrió sus ojos para ver a la cara de Siwon cubierta en sudor, su boca
apretada en dolor,
y la agonía que era tan evidente en el interior, sangraba por sus brillantes
ojos.
—Donghae —habló Hyukjae
con un bajo gruñido—, aléjate de él.
Donghae lo ignoró
y en lugar de alejarse, se movió alrededor hasta que estuvo arrodillado justo
enfrente de Siwon.
—Tu vínculo con él
ha sido cortado. Está muriendo.
Siwon cerró sus
ojos, apretándolos fuerte. Tal vez si los cerraba lo suficiente fuerte y por el
suficiente
tiempo, las
palabras del sanador no serían ciertas. Él no recordaba a Heechul; no recordaba
su esencia, su toque, o la
hermosa cara que había visto en las fotos del celular de Donghae. Pero quería
hacerlo. Quería tener la
oportunidad de conocerla de nuevo, de amarlo de nuevo.
—¿Cómo? —Su voz
sonó ronca.
—No estoy muy
seguro, pero se siente como magia. Sin embargo, no es oscura. No es como la
magia de la bruja.
—¿Qué te dijo Hee
cuando fuiste capaz de hablar con él? —preguntó Hongki.
Siwon se dio
cuenta entonces que Hongki no sabía nada de Ryeowook teniendo a Heechul. Lo
miró,
recordando la
noche en su oficina con Junjin y Hyesung. Sentados ahí, escuchándolo leer
acerca de un latente llamado Ryeowook.
No recordaba por qué le estaba diciendo acerca del latente, pero sintió que debía ser
importante.
—Me dijo que Ryeowook
y su compañero Yesung lo rescataron de la caverna.
Hongki saltó a sus
pies.
—¿¡Qué!? ¿Cómo es
eso posible?
—Tú mismo dijiste,
cuando estabas leyendo la historia sobre ellos, que sus cuerpos nunca fueron
encontrados.
Aparentemente, vivieron.
Hongki continuó
mirando a Siwon como si estuviera hablando en un idioma extranjero y estuviese
buscando desesperadamente
la traducción en su mente.
—¿Dijo dónde están
o dónde han estado por los últimos tres siglos? —Su tono era de alguna manera
sarcástico.
—No me diría nada
sobre ellos. Los estaba protegiendo.
—¿De qué?
—preguntó Donghae antes de que Hongki terminara de decir las palabras.
—No lo sé —gruñó Siwon—.
Se rehúsa a decirme. Se niega a someterse a su compañero.
Hyukjae trató de
disimular la risa que forzó su camino en su pecho con una tos, pero no tuvo
éxito.
Siwon lo miró.
—¿De qué te ríes,
cachorrito?
Hyukjae mostró esa
sonrisa detiene-corazones y guiñó un ojo a Donghae mientras le contestaba a
Siwon.
—Estos jóvenes americanos
no se someten, Beta. Tal vez quieras acostumbrarte a la idea.
—Entonces, ¿cómo
vamos a protegerles? ¿Cómo vamos a evitar que hagan cosas estúpidas?
—Bueno, tú estás
emparejado con Hee. —Donghae se río entre dientes—. Su segundo nombre cambia día a día. Los
básicos son “ninfómano”, “impetuoso”, “muy inteligente para su propio bien”,
“sabelotodo” y el
más conocido “estúpido”. Tienes
un trabajo muy difícil por delante.
—Entonces, ¿no
piensas que sea magia negra? —preguntó Siwon, cambiando de tema.
—No,
definitivamente no. Pero sí es magia. —Donghae miró a Hongki—. ¿Dijiste que esta Ryeowook es un sanador?
¿Pudo haber hecho algún tipo de magia?
—Honestamente, Donghae,
no lo sé. No sé lo suficiente sobre sanadores y la magia que invocan. —
Hongki pensó por
un momento—. Tal vez sea Fae. Si esta Dambi es lo que Junjin dice que es, tal
vez
conozca a Ryeowook,
tal vez lo haya ayudado a hacer esto.
Donghae estaba de
pie, paseándose. Hyukjae miraba cada uno de sus movimientos.
—¿Por qué Ryeowook
rompería el vínculo si es uno de los buenos? —Donghae estaba pensando en voz alta, tratando de
razonar todas las posibilidades.
—Tal vez han
estado escondiéndose —sugirió Hyukjae.
—Eso explicaría
por qué nadie ha escuchado de ellos en siglos —concordó Hongki.
Donghae continuó
caminando alrededor del fuego, su mente dando vueltas.
—Si estuvieran en
la clandestinidad, tal vez se preocuparían sobre Hee siendo capaz de decirle a Siwon cosas que tal vez
revelara su paradero. —Miró a Hongki, quien asintió en acuerdo.
—Seguramente él
entendería que hay consecuencias por romper el vínculo de verdaderos compañeros. —Hongki sacudió su
cabeza con incredulidad—. A menos que piense que no los afectará mucho, o incluso en
absoluto, ya que no han completado los Ritos de Sangre.
—Cualquiera que
sea la razón, tenemos que encontrar a este personaje Dam —resopló Donghae—.
Si lo que sentí que estaba pasando con Siwon, está pasando con Hee, ambos están en
problemas.
La cabeza de Siwon
se disparó en alto.
—¿Hee podría estar
sintiendo esto?
—Lo más probable
es que está soportando lo mismo. Tu vínculo con Hee es inusual, por lo que sé,
para un par que no está
emparejado. Ambos son tan intensos. Tenemos que tratar de movernos rápido
mañana.
Cada uno de ellos
puso sus mantas cerca del fuego. Hyukjae y Siwon acordaron tomar turnos para
mantener vigilado el lugar. Siwon tomó el primero. Sentía demasiado dolor para
poder dormir. Y sabiendo que posiblemente Heechul estaba sintiendo esto
también, se le hizo un nudo en su estómago. Su lobo estaba inquieto y enojado. Siwon
seguía teniendo la sensación que su lobo recordaba a su compañera. Si su lobo
lo hacía, ¿por qué él no?
Cualquiera que
fuera la razón, hasta que estuviera reunido con Heechul, su lobo era peligroso.
Él
era peligroso.
Hee estaba recostado en la cama, las lágrimas se deslizaban
lentamente de sus ojos. Sintió el rastro de
humedad bajar por
un lado de su cara, a través de sus orejas y sobre la almohada. No podía
explicar
por qué estaba
llorando. Era el fenomenal-Kim-Heechul, no lloraba.
Sí, bueno
piénsatelo otra vez. Al parecer estás llorando, pensó. Estaba sufriendo. Su
cuerpo estaba
adolorido, pero
siempre había sido capaz de manejar el dolor físico. Estas lágrimas eran
causadas por
algo sin nombre,
indefinido. Pensó de vuelta en las palabras de Ryeowook y de Yesung acerca de
las
consecuencias del
rompimiento del vínculo entre ella y Siwon.
Explicaron que se
habían ido y hablado con este personaje Dambi y que habían acordado en que, en
este momento, lo
mejor era que Siwon y los otros no supieran de las cosas que Hee sabía. La
respuesta natural de Hee
fue: ¿por qué diablos no? Ryeowook no estaba acostumbrado a tal grosería y
seguía dando miraditas a Hee
que parecían decir que creía que necesitaba lavar su boca con jabón.
Ryeowook le había
dicho que Dambi, quien era una poderosa Fae, dijo que tenía que ocurrir de esta
manera, el destino
consideraba que era necesario que Donghae y los otros vinieran a verlo primero,
algo acerca de que
todavía no quería que Donghae supiera acerca de los sanadores y los hombres
lobo.
Hee todavía sentía
que Ryeowook y Yesung estaban bateando para el equipo de casa, pero eso no
significaba que no
estuviera molesta con ellos interfiriendo entre él y Siwon, especialmente cuando
su compañero ni
siquiera lo recordaba.
La noche había
caído y la casa estaba en silencio. Hee cerró los ojos y escuchó los sonidos de
la noche, calmando su mente.
Podía oír el aullido del viento afuera, el ulular ocasional de una lechuza e
incluso una sola vez el
aullido de un lobo, el cual le puso la piel de gallina. Apretó su mandíbula
mientras otra ronda de dolor
corría a través de él y su mente buscó algo, algo que ya no estaba allí.
Sintió algo en él
revolverse, algo rugir. Hee apretó su boca, negándose a dejar soltar el gruñido
que
amenazaba con
salir.
—No voy a perder
la cabeza —dijo en la oscuridad—. Estoy adolorido, sí; tengo miedo, sí. Quiero
ver a mis amigos y a mi
compañero. ¡SÍ! Pero no voy a perder la cabeza. ¡Así que recobra la compostura!
—Hee estaba rechinando
sus dientes hacia el final de sus pequeñas palabras de aliento. Soltó una
profunda respiración y
cerró los ojos. Había ganado la batalla. Esta noche. Pero la guerra no había
terminado y tenía la sensación que
esto era sólo una escaramuza en comparación a lo que se venía.
Sus ojos se
cerraron y la oscuridad se vertió sobre él. Trató de abrir los párpados, pero
estaban pesados. Se sintió ser
jalada hacia bajo, sus últimos pensamientos fueron sobre batallas, guerras y
amor.
—¿Está aún
despierto? —Una áspera voz retumbó mientras Hee comenzaba a despertar del sueño
profundo al que se
había dejado llevar finalmente la noche pasada.
—Ha pasado una
semana desde que vimos a Dam. —Ahora Ryeowook estaba hablando—. Y cada día se ve más débil, más
pálido. Hago todo lo que puedo por sus lesiones. No está funcionando. No está mejorando.
Yesung se acercó al
chico quien yacía en su cocina. Su rostro estaba pálido mientras brillaba con
sudor. Presionó su mano
en su frente y lo vio apretar los ojos de dolor. ¿Su toque le hizo daño?
—Está respondiendo
al tacto —le dijo a Ryeowook.
Ryeowook estaba
parado junto a su compañero y vio que la cara de Hee hizo una mueca. De repente
Hee se dio vuelta,
un fuerte gemido escapó de su garganta. Lanzó su cabeza a un lado de la cama,
vomitando
violentamente. Ryeowook se abalanzó y tiró del cabello de Hee fuera del camino.
—¡Yesung! Trae
algunas toallas mojadas, por favor. —El tono de Ryeowook era firme y
controlado.
Hee sintió a Ryeowook
sobarle suavemente la espalda, murmurando en alguna lengua que estaba
seguro que no era Coreano.
Finalmente las arcadas se detuvieron y fue capaz de recobrar el aliento,
pero fue demasiado
bueno como para que durase. Justo cuando Ryeowook comenzaba a ayudarlo a
apoyarse la náusea
corrió otra vez a través de él. Hee se dobló mientras algo metálico llenaba su
boca. Sus ojos se
abrieron como platos mientras veía el brillante líquido rojo caer al suelo.
Sangre.
Las entrañas de Ryeowook
se apretaron mientras veía la sangre verterse de la boca de Hee. Cerró los
ojos y puso sus
manos en el estómago de Hee mientras Yesung sostenía el cabello de Hee hacía
atrás y lo mantenía
estable. Ryeowook rebuscó en el cuerpo, buscando el origen de la enfermedad.
Podía sentir el
dolor que fluía a través de sus mismas venas. Buscó en la mente de Hee y jadeó
cuando sintió lo que Hee
había hecho. Sus venas parecían que estaban en llamas, como si la sangre que
fluía a través de ellas
estuviera hirviendo. Intentó averiguar qué era lo que lo estaba causando.
Una infección en
las heridas, alguna especie de bacteria en algún lugar, pero no encontró nada.
La
oscuridad estaba
llegando a la mente de Hee, un oscuro vacío camuflándola, y nada que Ryeowook
hiciera podía
hacer que este retrocediera.
Ryeowook retiró
sus manos y abrió los ojos. Miró a Yesung, las lágrimas rodaban por sus
mejillas.
—Ryeowook, Kiki,
¿qué pasa? —La voz de Yesung era suave mientras veía a su compañero.
Ryeowook negó.
—Se está muriendo
y es mi culpa.
Hee finalmente
dejó de vomitar y Ryeowook tomó las toallas húmedas que Yesung le había traído
y
le limpió su boca
y su cara.
—¿A qué te
refieres con que se está muriendo? —le preguntó. Ryeowook miró profundamente a
los
ojos de su
compañero.
—¿Sabes cómo la
oscuridad comenzaba a consumirte antes de conocerme?
—La oscuridad
comienza a consumir a todos los machos sin su verdadera pareja —respondió él.
—Rompí su vínculo.
—¿Qué tiene que
ver con esto? —Yesung caminó alrededor de la cama de Hee. Puso sus dedos en el
mentón de su
compañero y le levantó suavemente su cabeza para poder ver sus ojos brillantes.
—Hay oscuridad en él,
consumiéndolo. La clase de oscuridad que encontré en los machos no
emparejados cada
vez que tenía que curarlos. Esto lo está matando. No hay equilibrio en él sin su
compañero y de
alguna manera cuando corté el vínculo, es como si la oscuridad en lobo, la
oscuridad
que él mantendría
a raya, de alguna manera se filtró en su cuerpo. No sé cómo describirlo.
—Suena como magia
negra. —Yesung acarició su cara suavemente viendo que el corazón de su
compañero se
rompía por la latente—. Solo nos protegías — susurró él suavemente.
La cabeza de Ryeowook
se echó con fuerza hacía atrás como si él le hubiera dado una bofetada.
—¡Es mi trabajo
protegerlo, proteger a otros! ¡Soy un SANADOR! — Ryeowook estaba temblando,
tan enfadado
consigo mismo, con el Hada, con todo. Como sanador, rompía su corazón pensar
que
había herido a
otro. Si Hee estaba pasando por esto, ¿cómo estaba sufriendo su compañero?
—Dam dijo que su
compañero había sido maldecido por la bruja. Tal vez es por eso que el vínculo
se
cortó provocando
esta reacción en él. Es posible que no tenga nada que ver contigo.
—A pesar de todo,
tú y yo sabemos que deberíamos haber arriesgado todo lo que teníamos para
devolverlo con su
compañero.
Yesung bajó sus
ojos, algo que un Alfa rara vez hacía. Ryeowook se acercó y tocó su mejilla. Él
la jaló en sus brazos.
—Si yo fuera su
compañero me mataría. —Su voz era suave y profunda— Tienes razón, amor. Si
alguien te aparta
de mí, si alguien rompiera nuestro vínculo, no sería capaz de soportarlo. —Él
dio un
paso atrás y le
levantó la barbilla una vez más—. Vamos a arreglar esto.
Ryeowook asintió una vez y miró abajo a Hee.
Sus ojos estaban cerrados y su respiración era dificultosa. Apoyó una almohada debajo para levantarle
el pecho. Tomó asiento junto a la cama y sostuvo la mano de Hee.
—Debemos hacerlo.
Siwon cayó sobre sus rodillas mientras se
doblaba del dolor. Sentía que la náusea rodaba a través de él, pero no salió nada. Su cabeza colgó y el
sudor goteó desde su frente a pesar del aire frío. Donghae,
Hongki y Hyukjae lo rodearon, pero no lo
tocaron.
—Hoy, esta es la sexta vez —habló Hongki
tranquilamente con Donghae—. Ha pasado una semana desde que empezamos. Él se pone peor cada día.
Muy pronto no va a poder caminar.
Donghae respiró profundo y exhaló a través
de sus dientes. La frustración amenazaba con abrumarlo
mientras veía que el poderoso lobo luchaba
contra un enemigo invisible.
Donghae gruñó de frustración.
—¡ARRGG! Hemos estado vagando por toda esta
maldita fría montaña durante una semana. ¿Dónde
está este hada? ¿Qué se supone que tenemos
que hacer, arrastrar un lobo enorme medio muerto a
través de las montañas gritando: “Aquí hada,
hada. Ayuda al
pobre pequeño sanador”.
Hyukjae se acercó a Donghae. Este lo miró y
gruñó. Hyukjae sonrió a medias en respuesta y le dio un
golpecito en la nariz.
—Cálmate.
La mandíbula de Donghae casi golpeó el
suelo ante la audacia de él. ¿Acaba de golpetear su nariz?
¿Calmarme? ¿Qué dem…?
—¿Calmarme? —La voz de Donghae era baja
mientras miraba al apuesto lobo.
—Sé que estás frustrado, lo entiendo. Sé
que estás asustado, también entiendo eso. —Hyukjae se
acercó a él y descansó su mano caliente
contra su frío rostro—. Pero no tienes que perder la cabeza
ahora mismo. No tienes ese lujo, ¿de
acuerdo? Te vas a controlar y vamos a sacar a Siwon de esto.
Encontraremos a Dam.
Donghae trató con fuerza no cerrar los ojos
y apoyar la cara en su gran mano caliente; sinceramente
lo hizo. Cuando abrió sus ojos, los de Hyukjae
estaban brillando. Mierda, pensó.
Dio un paso atrás y asintió una vez.
—Controlarme. Entendido. Ahora estoy bien,
sólo necesitaba tener un momento de pánico. Lo he
tenido, estoy listo para continuar.
Hyukjae sonrió con esa sonrisa quita
aliento.
—Excelente. —Luego caminó hacia Siwon y se
arrodilló—. ¿Cómo estás, Beta?
Siwon emitió un gruñido bajo.
—Algo anda muy mal.
—¿Puedes caminar?
Él asintió una vez y movió con dificultad
sus pies. Hongki estaba parado a su izquierda, dispuesto a
ayudar si era necesario. Finalmente se
paró, y Hyukjae y Hongki retrocedieron.
Los ojos brillantes de Siwon encontraron
los de Donghae.
—De verdad tenemos que encontrar a ese
hada.
Donghae asintió.
—Lo sé, Siwon. Y aparte de gritar a pleno
pulmón no sé qué más hacer.
—Debemos seguir caminando —dijo Hongki con
firmeza. Hyukjae asintió en acuerdo. Miró a Siwon.
—Vamos a seguir adelante hasta que
oscurezca. ¿Puedes manejarlo? — Hyukjae sabía que el reto
estimularía al Beta.
Siwon gruñó.
Hyukjae se rió entre dientes.
—Bueno. Entonces, andando. —Se volvió hacia
Donghae—. ¿Vienes, sanador?
Donghae le sacó la lengua a Hyukjae
mientras él esperaba que pasara por su lado. Él simplemente se
rió de él, haciendo que quisiera pisotear
su pie, infantilmente… tal vez.
Y aunque realmente
quería abofetearlo
por su anterior espectáculo de lobo-Alfa, había
necesitado que alguien lo despertara.
Si hubiera sido Hee, Hee lo habría
abofeteado y le hubiera dicho que se calmara. Así que puede que
tener un lobo caliente como Hyukjae
diciéndole eso en su lugar no era tan malo como pensaba.
Los cuatro siguieron un camino inexistente,
Hongki lideraba, Siwon, Donghae y Hyukjae iban en la parte trasera. Así había sido durante la semana
pasada. Mientras caminaban y el día pasaba, Donghae
comenzó a sentir que los observaban. Se
detuvo mientras alcanzaban otra larga colina.
—¿Soy yo o parece que los árboles tienen
ojos? —preguntó cansinamente.
—No, también he sentido como si
estuviéramos siendo observados. —La voz de Siwon era áspera a
causa del dolor.
Hyukjae tomó un protector paso delante de Donghae
mientras que cada uno de ellos echaba un vistazo al bosque cada vez más oscuro. El sol
comenzaba a ponerse y la temperatura seguía disminuyendo. Finalmente, después de quedarse parados
allí por varios momentos sintiendo que estaban en un punto muerto, Donghae gritó:
—¡Muéstrate! ¡Sabemos que estás ahí!
Cada uno de ellos soltó un suspiro que no
se dieron cuenta que habían estado sosteniendo. Luego
una voz salió de adelante.
—Tienes que ser uno de los sanadores más
valientes y bocazas que he conocido en mucho tiempo.
Siwon dio un paso adelante, colocándose
delante de su grupo. Hyukjae se paró al lado de él,
bloqueando a Donghae y a Hongki.
Donghae puso sus ojos en blanco, mirando
hacia Hongki. Hongki sonrió.
—Machos Alfa —murmuró y guiñó el ojo como
si eso fuera explicación suficiente; lo cual era.
Mientras todos miraban hacia delante en la
dirección en que la voz se había originado, vieron un
resplandor suave emerger de los árboles.
Hubo un destello de luz, que hizo que todos giraran sus
cabezas y cubrieran sus ojos. Entonces, sin
más, se había ido. En su lugar estaba una hermosa mujer.
Parecía estar a mediados de sus veinte
años, pero la mirada cansada en sus ojos decía que era mucho
mayor y había visto más que su cuota de
pena. Era esbelto, con cabello blanco
que relucía con sus
movimientos, como si pequeñas luces
hubieran sido atadas a lo largo de cada mechón. Sus labios eran rojo y sus mejillas altas tenían un natural
rubor en ellos.
Donghae notó que de hecho tenía las orejas
puntiagudas, aunque no tan prominente como para que
sobresalieran. Su característica más
llamativa eran sus ojos. Eran de un pálido verde con un brillo muy suave.
Esta era Dambi.
—Voy a admitir que la luz brillante es un
poco ostentosa y que no es necesario, pero pensé que siendo la primera vez que conocen un Hada, bien
podría ir con todo.
Nadie dijo nada mientras miraban como uno al
Fae.
—¿Dambi? —Donghae quiso confirmar.
—La misma. —El hada sonrió dulcemente.
—Excelente —murmuró Donghae con una sonrisa
malvada mientras empezaba a dirigirse hacia el joven —. Es tan jodidamente bueno que finalmente
nos honraras con tu presencia —gruñó mientras avanzaba.
Hyukjae lo agarró por la cintura, tirando
de su espalda contra su pecho.
—Tranquilo —le susurró al oído.
—Mientras que te has estado tomándote tu
maldito dulce tiempo revelándote ante nosotros,
nuestros amigos están en problemas. ¡A
Siwon está a punto de darle un patatús y quién sabe lo que le
esté pasando a Hee! Así que por favor,
dinos. ¿Qué ha sido tan jodidamente importante que te ha
tomado una semana, ¡UNA
MALDITA SEMANA, CONTACTAR
CON NOSOTROS!
Donghae estaba jadeando y continuaba
tirando contra el agarre de Hyukjae.
Dambi caminó más de cerca, sus ojos
recorriendo a cada uno de ellos, y luego de vuelta a Donghae.
—¿Estás seguro de que eres un sanador? Eres
terriblemente temperamental.
—¡AHHH! —gritó Donghae contra el agarre de Hyukjae—.
No has visto una persona temperamental
hasta que hayas visto a Hee. Soy un
melocotón comparado con él. ¿¡Dónde diablos estabas!? ¿Por
qué te tomó tanto tiempo? ¿No lo entiendes?
Siwon está… —tartamudeó Donghae y señaló al Beta
debilitado—, y Hee está, está, bueno…
—Hee está muriendo —dijo el Hada con
naturalidad.
A mi también agarrenme antes que liquide a la tan mentada Dambi!!!!!!
ResponderEliminarHae temperamental, Hyuk si que te va a costar conquistarlo aunque pienso que ya medio enganchado anda.
Ryeo un pico tarde el arranque de buena conciencia pero más vale tarde que nunca.
Hee tu puedes sobreponerte y Siwon es fuerte por los 2
Tenganme que lo mató!!!!
ResponderEliminarAhhhhhh
Dam hijo de su madresita!!!
Una semana!!! Una jodida semana!!!
De sufrimiento...
Wook~ hasta que te das cuenta que hiciste mal al romper el vínculo de compañeros!!!!
Ahhhh
Ya quiero reencuentro Sichul!!!
Hae temperamental!!! Conoce a Hee~ !!!
Jóvenes americanos!!! Acabarán, literal, con la manada coreana...
bien wookie busca la manera de resolver esa metida de pata para que yeye y tu sean felices y pecesito controlate no es bueno gritar de mas solo aprende a dar miradas que mata y tantan
ResponderEliminarHongKi me entiende...machos alfa,esa es la respuesta...ya no me cae tan mal ahora.
ResponderEliminarEl que sí no me pasa del todo es Wook...ㄱㄱ
Entiendo lo que hizo y por qué lo hizo,pero fue tan cruel con Hee por no decirle agua va o algo,cuando Hee no le dijo más a Siwon pos respeto a ellos.
No wook....no me caes muy bien que digamos
Ahira miren a este par,casi muriendo y cada uno por su lado,tan lejos o tan cerca del otro sin saberlo...no es justo.
Ahhh,lo unico que me encanta es que no andan a ciegas,no busca que paso,si no lo que hay que hacer para solucionarlo...ya lo dije y lo repito.
Un toque en la nariz funciona en Hae....eso es lindo *0*