–¿Puedo hacer algo por ti?
–Déjame que te abrace un poco más.
Al escucharlo, el corazón se le subió a la garganta. Se
quedó tumbado entre sus brazos, sintiendo el cálido aliento de él sobre la
garganta.
Kangin enterró el rostro en su pelo y aspiró el ligero aroma
que desprendía. Jamás se había sentido tan débil como en esos momentos; no
obstante, había algo en la presencia de Leeteuk que le daba fuerzas.
Has encontrado tu vía de escape.
Las palabras de Kyuhyun no dejaban de dar vueltas en su
cabeza. Cuando un Dark Hunter encontraba el modo de deshacerse de sus poderes,
podía volver a reclamar su alma. Era una opción que nunca antes había
considerado. Algo que jamás se había atrevido a soñar.
Podía volver a ser humano. De modo definitivo.
¿Pero para qué? Era lo que era. Un guerrero inmortal. Amaba
su estilo de vida. Amaba la libertad y el poder que le otorgaba.