—Cuando me miras así, no me importa aunque no estés escuchando.
—¿Escuchando qué? —preguntó, oyendo el zumbido aturdido en su voz.
—Dije que tengo una sorpresa para ti. ¿Quieres verla?
Contra su
voluntad, sus ojos se deslizaron abajo por su cuerpo hasta su entrepierna.
Kyuhyun dejó escapar un ladrido de risa, y alzó su barbilla con
la mano.
—Me matas, cariño. Vamos.
Kyuhyun entrelazó
sus dedos con los suyos y le condujo por un camino sinuoso entre los árboles. Salieron
a un claro, y desde ahí, pudo ver la pared de atrás del edificio principal y
una febril actividad en el área de ejercicio.
El se tensó y Kyuhyun apretó su mano.
—Nadie
aquí va a lastimarte. Es sólo que todos están ansiosos por conocer al chico nueva,
eso es todo.
Aspiró profundamente y exhaló con fuerza. No estaba acostumbrado
a estar alrededor de tantas personas, especialmente no unos tan voluminosos y
poderosos como los hombres sin camisa haciendo pesas a sólo algunos metros de
distancia.