—¿Qué van a
querer hacer los jóvenes señores esta noche? —le preguntó Kangin a Teukkie y Hee
mientras él y Siwon salían de la Sala de reuniones.
Hee miró a Teukkie
y sonrió.
—¿Estás pensando
lo mismo que yo?
—Siento la
necesidad de conseguir algo peludo. —Teukkie le guiñó un ojo a Kangin.
Kangin y Siwon
sonrieron.
—Siempre estoy
disponible para una buena caza. —Siwon le sonrió maliciosamente a Hee, con sus
caninos afilados y sus ojos brillando.
Kangin se cruzó de
brazos y miró a los dos chicos.
—Les diré qué. Les
daremos una ventaja de tres minutos. —Se volvió hacia Siwon—: ¿Estás bien con
eso?
—Oh, estoy bien.
No importa qué tan lejos esté mi chico por delante de mí, siempre voy a
encontrarlo.
—Está bien,
ustedes dos, guárdenselo para la caza.
Teukkie puso los
ojos en blanco. Se apoyó en Kangin y lo besó profundamente, sacando un gruñido
de él.
—Ese es un
incentivo para que no holgazanees.
—Holgazanee —se
burló Kangin—. Chico, tengo planes para ti. Así que no te preocupes, no habrá
ningún tipo de pérdida de tiempo.
Heey Teukkie
caminaron hacia atrás, hacia la salida, a la libertad donde podrían ser quiénes
son y lo que eran. Cada uno lanzó un beso a su compañero y luego se volvieron,
corriendo a toda velocidad.
—¿Qué tan lejos los
dejamos ir? —preguntó Kangin a Siwon, sin dejar de mirar la puerta por donde
había salido su compañero.
—Un kilómetro
como máximo. Y eso es ser generoso —respondió Siwon. Su atención se centraba
firmemente en su compañero, quien estaba estratégicamente intentando
bloquearlo. Estaba aprendiendo que cuanto más tiempo estuvieran emparejados, y
cuanto más intensa e íntima se hacía su relación, se hacía mucho más difícil
ocultar cosas de él. No era imposible, pero era difícil.
Hee saltó en su
lugar mientras intentaba tirar de sus pantalones.
—Hee, tus
zapatos, estúpido. No vas a conseguir quitarte esos pantalones sin quitarte los
zapatos.
—Oh, mierda, mi
error. Sólo quiero apresurarme. Quiero hacerlo correr por su dinero, lo que es
muy difícil de hacer.
Los dos chicos se
concentraron en desnudarse tan rápido como fuera posible y luego rebuscaron en
lo más profundo de sí mismos, convocando a sus lobos. Cada vez que cambiaban se
hacía más y más fácil. Hee le había dicho a Teukkie que casi podía sentir su
lobo justo debajo de su piel.
Una vez en forma
de lobo se adularon mutua y brevemente, Teukkie manteniendo la cabeza más baja
que Hee ya que él era la pareja Alfa de la manada China. Con un rápido aullido
alegre de Hee salieron como un fogonazo.
El frío aire de
la noche onduló a través de sus pelajes a medida que se lanzaban en el bosque
circundante. Aún había nieve en el suelo, pero era esporádica ahora y lo que
quedaba era fangoso. Trataron de evitarlo para no dejar huellas. Se estaban
haciendo bastante buenas en esquivar arbustos y ramas con el fin de no perturbar
el follaje alrededor de ellos, dejando lejos el sendero por el que habían
venido.
«¿Cómo te va,
princesa?», Hee oyó la voz de Siwon en su mente.
Hee intentó
alcanzarlo con su fino oído para tener una idea de hasta qué punto por delante
de él estaba, pero él era mucho más silencioso. Lo que realmente le tenía
nervioso.
Decidió no
responderle y hacerlo sudar un poco más al colocar un muro entre ellos. Eso
seguramente le haría correr más rápido, pero también lo volvería loco… que era
para lo que vivía. Podía sentirlo empujando contra su mente, y el esfuerzo de
bloquearlo estaba haciéndole correr más lentamente. Decidiendo que la velocidad
era más importante, lo dejó entrar.
«Eso no está
bien, Heechul».
«Lo que no es
justo, es que puedas correr más rápido que yo, ser más silencioso que yo, y
saber cómo usar tu olfato. Así que chupa esa paleta y trata de no ahogarte». Oyó
su risa y eso le hizo sonreír. Le encantaba cuando Siwon reía.
De repente fue
arrollado por un ser muy grande y peludo.
«Te tengo».
«Demonios»,
murmuró Hee.
Siwon saltó hacia
atrás, dejándolo levantarse, y bajó la mitad delantera de su cuerpo en el
suelo, con su cola moviéndose. Él quería jugar. Hee lo rodeó con su hocico en
el aire, luciendo indiferente a sus acciones. Siwon dejó escapar un pequeño
gemido. Tan pronto como Hee estaba lo suficientemente cerca lo mordió
rápidamente en una de sus cuatro patas blancas y salió corriendo hacia la
maleza.
«¿Te gusta la persecución
no, Heechul?», bromeó Siwon.
«Juegos previos,
cariño. Juegos previos». Estaba repitiendo las palabras que antes Siwon había
utilizado con él. Estar en forma de lobo no les negaba ningún placer.
Siwon soltó un
gruñido y duplicó su velocidad.
Después de correr
tan rápido y tan fuerte como pudo, Teukkie decidió pasar de la defensa al
ataque. Pensó que sería divertido dar vuelta a las piezas al hombre lobo con
una emboscada bien colocada. Se escondió en un espeso bosque de árboles al lado
del sendero. A medida que los minutos pasaban y Kangin se acercaba, su corazón
latió más rápidamente en su pecho. Se agachó, listo para saltar.
«Sé que estas
aquí, pequeño compañero». Sintió la caricia de sus palabras en su mente. Él
estaba tratando de distraerlo. No respondió.
Cuando finalmente
lo vio entrar a la vista, estuvo momentáneamente confundido cuando él
simplemente se sentó en cuclillas y miró a su alrededor, luciendo más como un
gran perro de la granja tomando un descanso que un lobo feroz.
Una vez que se
calmó dio dos grandes pasos y empujó con fuerza con las piernas, lanzándose en
el aire. Justo antes que hubiera aterrizado en su espalda, Kangin, en un
movimiento absolutamente experto, se tiró al suelo y le dio la vuelta. Teukkie
aterrizó con un sonoro ruido sordo. Se puso en pie, sacudiéndose.
«¿Cómo supiste de
dónde venía?» Se dio la vuelta para mirar a Kangin, una vez más completamente
relajado.
«Podía oír los
latidos de tu corazón, y olerte».
«Maldita sea,
estaba contra el viento. Error de principiante», murmuró.
«En realidad
estabas mucho más lejos de lo que esperaba, y todo el zig-zag que tú y Hee hicieron
fue brillante».
Teukkie se
pavoneó bajo su alabanza y se acercó a él, frotándose contra su costado. Kangin
le lamió en el hocico y él instintivamente bajó la cabeza.
«Estoy muy
contento de poder compartir esto contigo», le dijo Kangin mientras yacían de
lado, sus cuerpos juntos.
«Yo también». La
voz de Teukkie salió en un suspiro de satisfacción.
«¿Te puedo
preguntar algo?» El tono de Kangin fue cauto.
«Cualquier cosa»,
respondió Teukkie.
«¿Echas de menos
tu hogar? ¿Eres feliz aquí conmigo, con mi familia?»
Teukkie escuchó
la preocupación en la voz de Kangin. Él podría estar en su mente cuando
quisiera y buscar la tranquilidad que necesitaba. Pero en lugar de eso decidió
preguntarle.
«Echo de menos a
mi madre. Pero tengo la oportunidad de hablar con ella en cualquier momento que
quiera». Volvió la cara hacia él. «¿Realmente echo de menos mi vida en los
Estados Unidos? No. Mi hogar está donde quiera que tú estés».
«¿Te has
preguntado alguna vez cómo sería tu vida si nunca me hubieras conocido? ¿Dónde
podrías estar, con quién podrías estar?»
«Si te refieres a
si Trent y yo hubiéramos vuelto a estar juntos, entonces la respuesta es no». Teukkie
sintió tenso a Kangin. «¿Qué pasa, hombre lobo? ¿Todavía celoso de él?»
Cuando él no
respondió de inmediato se sentó a mirarlo y de inmediato se recostó de nuevo en
la tierra ante su gruñido bajo.
«Mi padre
descubrió algo sobre Trent. Acerca de por qué terminó su relación contigo de
manera tan abrupta».
«¿Ah, sí?», Teukkie
sonó sorprendido. Estaba un poco molesto de que no le hubiera dicho esto hace
tiempo atrás.
«Sangchul lo
amenazó si no dejaba de verte. Trent en realidad le hizo frente, pero luego Sangchul
amenazó a su familia».
«¿Cómo te
enteraste de esto?»
«Simple», le dijo
Kangin. «Le preguntamos».
«¿Él no encontró
eso un poco extraño?»
«Le expliqué que
tú y yo habíamos congeniado y salimos en un par de citas. Le dije que fuiste
honesto conmigo acerca de su relación y la repentina ruptura. Él pareció
realmente arrepentido», añadió Kangin a regañadientes. «Así que, cuando le dije
que vi a algunos chicos extraños colgando alrededor de tu lugar y quería saber
si él sabía algo, me habló de Sangchul».
Teukkie miró
hacia el bosque, perdido en sus pensamientos sobre la información que Kangin
acababa de Decirle. Era extraño darse cuenta que Trent no había querido
realmente romper con él. ¿Qué habría pasado? ¿Habrían continuado saliendo a lo
largo de su último año escolar? Escuchó un gruñido desde Kangin.
«Lo siento, no
estoy diciendo que eso es lo que deseo que hubiera sucedido. Es simplemente
extraño pensar que lo que creía no era para nada la realidad. ¿Por qué no me lo
dijiste?»
Kangin miró hacia
otro lado. Teukkie golpeó su cabeza suavemente, animándole a Decirle.
Él soltó un
resoplido fuerte.
«No quería saber
si querías que eso no hubiera sucedido, que quizás pudieras haber querido
continuar una relación con Trent», admitió Kangin.
«Eso es absurdo».
Teukkie rió. «Incluso si todavía hubiera estado con Trent cuando tú apareciste,
lo habría dejado. La atracción que sentí hacia ti era como el de dos imanes.
Cuanto más nos acercábamos entre sí más fuerte se tornaba la atracción. Nadie
me podría haber apartado de ti, Kangin. Seguramente sabes eso».
Kangin le envió
una imagen de él acariciando su rostro. Teukkie cerró los ojos y disfrutó de la
sensación física que era capaz de sentir incluso a través del vínculo. Lo
empujó para levantarse y se puso en pie. Estaba cansado de la conversación
deprimente.
«Una carrera de
vuelta». Antes de que las palabras se registraran en su mente, salió disparado
tan rápido como pudo.
Teukkie escuchó
el bajo ladrido de Kangin y empujó aún más fuerte. Durante todo el tiempo que
corrieron, Teukkie estuvo enviándole constantemente garantías de que él era el
único que podría querer o amar. Volvieron de nuevo a la mansión y vieron que la
ropa de Hee ya no estaba.
Teukkie pasó de
nuevo a su forma humana y empezó a vestirse mientras Kangin cambiaba también.
Él le miró y sonrió.
—Eso fue
divertido.
—Estoy de
acuerdo. —sonrió y tomó su mano para entrar—. ¿Y ahora qué?
—¿Qué tal un baño
caliente? —preguntó Kangin.
—Aw, eso sería
genial, cariño.
—Yo no he dicho
que fuera para ti —bromeó él y saltó fuera de su alcance cuando le dio un
manotazo.
—Te diré qué —le
dijo Kangin, caminando hacia atrás mientras hablaba—, quien llegue primero a la
habitación consigue el baño caliente.
Teukkie no
respondió, simplemente echó a correr. Kangin le dio una nalgada juguetona
cuando pasó corriendo junto a él, provocando un sonido que era curiosamente
similar al alegre aullido que emitía siendo lobo.
Después de pasar
el día anterior empacando y preparándose para la jornada por venir, Hee, Teukkie,
y Donghae pasaron la mañana hablando terminando un té caliente. Los nervios
estaban de punta y el ambiente de la mansión era tenso.
—Así que…
Duendes, ¿eh, Teuk? —Hee movió las cejas sugestivamente.
—Conociendo mi
suerte serán como los pequeños demonios azules en Harry Potter y me encontraré
colgado de un árbol por mi ropa como le pasó a Neville.
Donghae se
atragantó con el té cuando se echó a reír ante la imagen que Teukkie pintó.
—Si eso ocurre,
¿podrías pedirle a Kangin que tome una foto por favor? Eso sería tan digno de
un Tweet —bromeó Donghae.
—Sí, Hae, eso es
exactamente lo que estaré segurísimo de pedirle. “Oye, hombre lobo, ¿puedes
sacar una buena foto de mí aquí colgando como un mismo imbécil? No, cariño, no
te preocupes por bajarme, quiero asegurarme de que Hee y Donghae consigan una
buena risa, porque eso es lo realmente esencial aquí” —despotricó Teukkie.
—¿Has tomado tus
medicamentos esta mañana? —resopló Hee mientras ponía los ojos en blanco.
—Es un asco que
no vaya a estar con ustedes —se quejó Teukkie.
—Sí, pero tú
conseguirás ver a ese pequeño número caliente, Henry —respondió Hee.
—Una vez más, Hee,
me desconciertas con tu capacidad de ver el panorama completo. —Teukkie sacudió
la cabeza ante su rubio amigo.
—Sólo estoy
tratando de mostrarte que el vaso está medio lleno. Tú te quedaste con los
grandes bombones. Quiero Decir, para un colega mayor, Junjin es un regalo para
los ojos, y todos sabemos que Kangin es digno-de-babear. Henry es sólo la
guinda del pastel.
—Hombre, me
gustaría haber grabado eso para poder amenazarte con dejar que Siwon lo escuche
—resopló Donghae.
Teukkie asintió,
de acuerdo en que cualquier munición contra Hee era siempre un bono.
«Oh, escuché
eso», dijo una voz en la cabeza de Hee. Hee se estremeció, pero no lo mencionó.
—Donghae, tú y yo
tenemos que irnos. —Hee tiró de Teukkie en un fuerte abrazo—. Cuídate, Rojo.
Sin heroísmos, ¿de acuerdo?
Teukkie asintió.
—Lo haré. Intenta
mantener tu ropa puesta en ese bar.
Hee resopló.
—No hay problema.
Estoy bajo contrato con Siwi, y Donghae es testigo.
Donghae asintió.
—Está encerrado
firmemente. No hay escapatorias.
—Donghae, ya
deberías saberlo. Hee siempre tiene una salida. Siempre —señaló Teukkie.
Donghae abrazó a Teukkie
una vez que Hee retrocedió.
Todos se
dirigieron al vestíbulo, donde los demás ya se habían reunido.
Junjin y Siwon
estaban a un lado, hablando en voz baja, mientras que los bolsos estaban siendo
cargados en los vehículos.
—¿Camionetas?
—resopló Hee—. Oye, cariño, por lo menos los Hummers eran geniales. Estos son
tan “detención juvenil, aquí venimos”.
Siwon no
exteriorizó la respuesta a eso pero Hee sintió la palmada en el trasero
dirigido a él en su mente. Seguía pensando que eso era extraño. Raro, pero sin
duda tenía potencial de extraño en la variedad adecuada.
—Sólo estoy
diciendo —murmuró Hee—. Si vamos tras los malotes entonces este definitivamente
no es el camino a seguir. Pero entonces nadie me preguntó, ¿verdad?
Donghae se paró a
un lado mientras veía a todo el mundo esperar para subir a las camionetas. Dambi
se acercó a su lado y sonrió.
—¿Estás nervioso?
—preguntó Dambi.
—En realidad no
—respondió Donghae—. ¿Cuál es el punto? No va a cambiar nada.
—Es cierto
—reconoció Dambi—, pero a veces los nervios son los que nos mantienen alerta.
—Dambi, ¿vas a
contarme más acerca de las piedras? Me sentiría más cómodo usándolas si sé más
acerca de ellas.
—Te daré más
información sobre ellas en nuestro viaje en auto —respondió Dambi.
—¿Vas con
nosotros? —preguntó Donghae, mientras sus cejas se elevaban con sorpresa.
Dambi asintió.
—Siwon, Junjin, y
yo, decidimos que me necesitas más que Ryeowook en este momento. Junjin no
quiere dos sanadores en el mismo lugar. Es demasiado arriesgado. Es por eso que
te está separando.
—Eso tiene
sentido. —Donghae asintió.
Siwon había decidido
albergar temporalmente a la manada China en una mansión ubicada de la manada de
Junjin hasta que las cosas se hubieran calmado y la manada China estuviera más
estable. El viaje desde la mansión China iba a ser una hora menos de lo que
hubiera sido desde donde estaba la mansión de la manada Coreana. Para Donghae
esto era a la vez bueno y malo. Bueno, porque obviamente, eso significaba menos
tiempo encerrado en una camioneta. Malo, porque eso significaba que llegarían
al bar mucho antes. El bar, que estaba cerca del bosque, en el que, quién sabe
qué, les aguardaba. Aunque, decidió que este viaje era mucho mejor que las diez
horas extras que Teukkie y los demás pasarían en su camino a las montañas. Eso
iba a ser delirante.
—¿Estás listo
para irnos, precioso? —Donghae saltó cuando oyó la voz de Hyukjae directamente
detrás de él—. ¿Estás bien? —preguntó mientras suavemente lo volvió hacia él.
—Sí, sólo estaba
perdido en mis pensamientos. Me has sorprendido. —le sonrió.
—Dambi me ha
informado que no se me permite coquetear contigo o distraerte —le dijo mientras
levantaba las cejas en pregunta, una sonrisa juguetona se extendió por su
rostro.
Donghae se rió.
—Ella dijo que
iba a hablar conmigo más sobre las piedras Fae. Sólo quiero entender su poder
un poco más. Creo que me sentiría más cómodo usándolas si entendiera de dónde
viene el poder y cómo puedo dirigirlo. ¿Eso tiene sentido?
—Definitivamente.
Siempre es importante conocer y entender el arma que estás esgrimiendo. —Hyukjae
lo agarró de la mano y tiró de él hacia los vehículos y lo ayudó a entrar.
Kangin y Teukkie
se metieron en la camioneta que compartirían con su grupo y observaron mientras
miraba ansiosamente al otro vehículo.
—Van a estar
bien, amor —le aseguró.
—Sé que lo
estarán, pero, ¿quién va a mantenerlos fuera de problemas? —preguntó Teukkie.
—Estoy seguro que
Hyukjae y Siwon pueden manejar la situación.
Teukkie le lanzó
una mirada, con los ojos entrecerrados.
—¿De verdad, Kangin?
¿El Alfa que no puede conseguir que su compañero mantenga la ropa puesta y el
barman quien alienta este tipo de comportamiento? ¿Estas son las personas que
sugieres pueden mantenerlos a los dos fuera de problemas?
Kangin se encogió
de hombros.
—Veo tu punto.
Quizás Yunho y Dambi podrán ayudar.
Teukkie gimió y
se dejó caer en su hogar temporal por las próximas diez horas.
—Va a ser un
desastre. Ya puedo ver a Hee, bailando sobre la barra, Donghae tratando de ser
un camarero y rociando algún pobre tipo con cerveza, Siwon tratando de matar a
cada chico que mire hacia Hee, y todo el tiempo Hyukjae tratando de que Donghae
deje de perder más alcohol de lo que venden.
—¿Y dónde están
los demás en este pequeño escenario tuyo? —preguntó Kangin con una sonrisa
torcida.
—Están de pie en
la parte trasera del bar partiéndose sus traseros sobrenaturales de la risa —se
quejó Teukkie.
Kangin se echó a
reír.
—Tienes razón, Angel.
Va a ser un desastre. Voy a tener que pedirle a Yunho que grabe un vídeo de eso
en su teléfono.
—Bueno, al menos
yo no voy a ser el único filmado —murmuró, recordando los duendecillos. Kangin
lo miró con curiosidad—. Te lo diré más tarde. —negó con la cabeza mientras
ponía los ojos en blanco.
—Deja de
preocuparte, Leeteuk. Todo estará bien.
—Recordaré que
dijiste eso.
—Prometido —dijo Kangin
con una sonrisa.
Teukkie le
devolvió la sonrisa.
—Bien dicho,
hombre lobo. Bien dicho.
Kangin pasó un
brazo alrededor del hombro de Teukkie y lo estrechó contra sí mientras
esperaban que los demás abordaran la camioneta. Con un poco de suerte, para
mañana a esta hora Teukkie estaría encontrando su primer duendecillo.
Jajajajaja
ResponderEliminarAy no, por que presiento que lo que dijo Tukkie~ sucederá !!!
Tiene razón en preocuparse!!!
Oh si~ esto se va a poner bueno!
Esta bien...un poco de juego previo y diversión antes de que se le vengan las cosas encima.
ResponderEliminarTeuk...no sé si de verdad se preocupa o quisiera estar ahí para ver todas las cosas que pasaran mientras él anda del otro lado haciendo su trabajo con los duendes...eso si los dos grupos no se encuentran con algo en el camino antes de llegar a sus destinos y misiones,porque aquí puede pasar de todo.