Ahora que
los invitados llevaban varios días residiendo en Raccoon Glade y a todos les
habían presentado a Youngwoon una o incluso varias veces, ya no lo veían como a
un intruso. El simple hecho de que hubieran pasado unos días en su compañía lo
había elevado a la categoría de ser «uno de los
suyos».
Cada vez
le costaba más ir de una estancia a otra, o incluso atravesar el recibidor, sin
que algún invitado le detuviera para conversar con él. Se dio cuenta de que
había estado mucho más a gusto cuando era el «desconocido» y casi nadie se le
acercaba.
Pretendía
llegar antes al salón de baile, donde esperaba encontrar a Jungsoo, y poder
enmendar el craso error que había cometido con él en la terraza. Reacio a ser
grosero, contra lo cual luchaba con todas sus fuerzas, Youngwoon había tenido
que detenerse una y otra vez, por lo que
ya habían pasado varias horas cuando al fin pudo escapar durante el tiempo
suficiente para ir al salón de baile.
Sus ojos
se posaron en Jungsoo, que se hallaba en el otro extremo del salón, pasando por
encima de Heechul sin fijarse en él, aunque éste interpretó que Youngwoon
fingía no verlo. Sin embargo, había toda una
estela de personas entre ellos, todas decididas a detenerlo para decirle
algo. Así pues, cuando llegó hasta Jungsoo ya estaba enojado y el tono de su
saludo fue un poco malhumorado.
-No está
habituado a ser tan popular, ¿verdad?
-No es
eso. En las Tierras Altas no hablamos para oírnos como hacen estos ingleses.
Nosotros hablamos de cosas serias.
-Comprendo
-respondió, aún sonriendo-. Debe de haberle resultado difícil mantener
conversaciones del estilo de las que hemos tenido usted y yo, que en su mayoría
han sido bastante frívolas.
Youngwoon
se puso de todos los colores y se apresuró a enmendar el malentendido.
-No quería
decir..
-Youngwoon,
déjelo -le reprendió Jungsoo con suavidad-. A estas alturas ya debería saber
cuándo hablo en broma.
Él
suspiró. Jungsoo tenía razón. Tendría que haberlo sabido. Pero, por otra parte,
él esperaba una actitud más reservada por su parte después de lo que había
sucedido entre ellos en la terraza: enojo incluso. No obstante, ahora que
pensaba en ello, era casi imposible imaginarse a Jungsoo enfadado, enfadado de
verdad, alzando la voz, echando fuego por los ojos. Aquello sería todo un
espectáculo.
Youngwoon
apartó la mirada para que no se percatara de lo que estaba pasándole por la
cabeza. Por desgracia, esta vez sus ojos se posaron en Heechul y no pudo eludir
la sonrisa que le dedicó cuando se encaminó hacia él.
Youngwoon
no tardó mucho en darse cuenta de que estar con Jungsoo, que conocía a Heechul
bastante bien, le ofrecía al rubio una excusa para unirse a ellos. Eso le impulsó
a marcharse en aquel mismo instante.
-Volveré
-fue lo único que le dijo a Jungsoo.
Había
pasado más de una hora cuando consiguió volver junto a él. Se había dado cuenta
de que evitar a Heechul no funcionaría dado que él iba a estar en la casa todos
los días. Tendría que dejarle claro que él deseaba que mantuviera las
distancias, puesto que él no parecía darse por aludido cuando intentaba
ignorarlo.
-Parece
que le debo unas cuantas disculpas -le dijo a Jungsoo cuando se unió a él cerca
de la mesa de los refrigerios.
-¿Solo
unas cuantas? -respondió, enarcando una ceja-. A mí se me ocurren como mínimo
siete.
Fue el
número impar que había empleado, y su expresión grave, lo que le llevó a pensar a Youngwoon que por una vez hablaba en serio.
-Uf, ¿qué
más he hecho?
-Bueno,
una, aún no me ha pedido que baile con usted. Dos, debería disculparse por
pensar que hay algo por lo que debe disculparse, cuando no es así. Tres, no
debería mostrarse tan sorprendido cuando alguien le toma el pelo, porque podría
pensar que necesita una lección en el arte de lo absurdo y marcharse con él.
-¿Marcharse
con qué? -preguntó él exasperado, después de intentar seguir su extraño
discurso.
-Su pelo,
por descontado.
El hecho
de que siguiese mirándolo con tanta seriedad fue lo que hizo que sus
carcajadas, cuando estallaron, fueran tan sonoras y bruscas. Aunque, en aquel
momento, a Youngwoon le daba igual estar llamando la atención. Una vez más, Jungsoo
lo había serenado por completo, había borrado su irritación como si nunca
hubiera existido.
-Uno de
estos días le preguntaré por las otras cuatro disculpas que le debo.
-Oh, bien.
Me encanta disponer de tiempo para desarrollar mi creatividad. Puedo ser muy
pero que muy absurdo si me lo propongo, ¿sabe?
Youngwoon
le sonrió e insistió:
-Pero aun
así quiero disculparme por haberlo dejado a su suerte esta tarde, cuando
debería haberlo llevado personalmente a
casa para que se pusiera ropa seca. No hay excusa para una actitud tan
desconsiderada por mi parte. Al darme cuenta he regresado al salón de baile, pero
usted ya se había marchado.
-¿Y quién
es ahora el absurdo? Como si yo tuviera que ir a Londres a cambiarme de ropa.
Mi casa no tiene pérdida, vivo a la vuelta de la esquina, más o menos. ¿Es por
eso por lo que estaba usted tan alterado? -Cuando él enarcó la ceja, añadió-:
Mis tíos me han dicho que les ha dado esa impresión.
-Ah,
bueno, eso entre otras cosas. Con mis dos abuelos esperando que encuentre esposo
antes de que termine esta fiesta, me siento un poco presionado. Decepcionarlos
a ellos, o decepcionarme a mí si me precipito. En cualquier caso, nadie sale
ganando. A Eric me da igual decepcionarlo, pero en este asunto está con Junjin.
No obstante, lo que quiere Junjin es una estupidez, pero eso no puedes
decírselo a un viejo escocés tan obstinado como él.
-Está
usted en un buen apuro -respondió Jungsoo pensativa, frunciendo los labios-. Si
no se lo tomara tan a pecho, las cosas tal vez le resultarían mucho más
sencillas.
-Y hoy
hace un sol espléndido, por lo que veo -contestó él.
Como, de
hecho, había estado lloviendo la mayor parte del día, Jungsoo se burló con suavidad:
-No sea
tan escéptico, porque a veces funciona. En mi caso, he averiguado que si no me
obsesiono con un problema, a veces la solución se me presenta de repente. No
siempre, por supuesto, eso sería demasiado simple, pero lo bastante a menudo
como para que intente no preocuparme cuando tengo un problema. Algunos tienen la virtud de resolverse sin
que uno intervenga. Ojalá fueran todos así -remató con una sonrisa.
-Es usted
un poco joven para ser tan filosófico.
-¿Usted
cree? -dijo abriendo los ojos como platos, fingiendo inocencia-. Lo que acabo
de explicarle es de una lógica tan pueril que la mayoría de los adultos lo
olvidan en cuanto se hacen mayores.
Él se echó
a reír. Era un tesoro, aquel amigo suyo. Y esa noche estaba especialmente
encantador con su sencillo traje azul y aquella radiante mirada. Jungsoo había
mencionado el baile en broma, pero quería bailar con él, y sabía por qué.
Quería tocarlo.
Youngwoon
suspiró para sus adentros. Tenía que atajar aquella clase de pensamientos. Jungsoo
no estaba interesado en él de aquel modo, jamás le había inspirado otra cosa
que no fuera amistad. Lo consideraba un amigo. Y vaya amigo sería si se
abalanzaba sobre él a la mínima de cambio.
Iba a
espantarlo si no controlaba aquella repentina atracción que sentía. Por mucho
que quisiera robarle algún otro beso, prefería con mucho tener su amistad, la
cual, se estaba dando cuenta, le parecía de un valor incalculable.
Pero eso
no le impedía sacarlo a bailar. Ni siquiera él pensaría mal,
pues esperaba que al menos le sacara una vez. Un baile, y luego Youngwoon
volvería a pensar en encontrar esposo.
***
-¿Quiere
casarse conmigo, Jungsoo?
Él se
figuró que había esperado a que estuvieran bailando para hacerle aquella
pregunta tan desconcertante. De esa forma, no podría marcharse y dejarlo con la
palabra en la boca, que era lo que se merecía. Y Jungsoo no lo encontró
gracioso. El matrimonio no era nada que pudiera tomarse a broma, al menos no
con aquel descaro.
-No sea
absurdo -le respondió-. Usted sabe perfectamente que no nos llevaríamos bien.
Ni tampoco su familia lo aprobaría. Como si hubiera necesidad de que yo lo
sacara a colación, cuando usted lo sabe a ciencia cierta.
-Si esas
son sus únicas objeciones, entonces podemos fijar una fecha para la boda.
Jungsoo
puso los ojos en blanco. Estaba bromeando. Ojalá pudiese también él tomárselo
tan a broma. Y no es que su propuesta no lo halagara de forma excepcional, si
hubiese llegado a creer que él hablaba en serio. Pero era realista. Sabía que
no era una presa tan suculenta como lo era él, aun cuando no tuviera aquel
rumor asociado a su apellido. Por otra parte, Jungsoo y el rumor Iban en el
mismo paquete y la mayoría de familias, sobre todo las que se enorgullecían de
tener antepasados sin tacha, lo excluirían como posible candidato a esposo para
sus herederos.
Y, además,
aquella misma tarde había decidido que jamás se casaría, después de llegar a la
desgarradora conclusión de que amaba a un hombre que jamás sería suyo. Casarse
con otro no sería justo para él, aun cuando fuera con Choi Siwon, quien tal vez
se lo merecía por abordar aquel tema con semejante frivolidad.
-¿Por qué
no me cree? -le preguntó Siwon cuando permaneció en silencio.
-No soy
ciego, Siwon -respondió Jungsoo incómodo.
Él ignoró
la referencia a su aspecto físico y, en cambio, dijo:
-Usted es
maravilloso, eso es lo que es. Yo no dudaría en casarme con alguien con quien
me siento a gusto, lo haría antes que con algún tonto presumido que se pasa el
día acicalándose frente al espejo.
Jungsoo se
echó a reír.
-Bueno,
tengo que admitir que los espejos y yo no nos llevamos muy bien. Pero, si le
creyera, mi respuesta tendría que ser no.
-¿Por qué?
¿Cómo
explicárselo sin explicárselo realmente? Decidió no intentarlo y cambiar de
tema.
-Mi
negativa no parece haberle afectado en absoluto, lo cual demuestra que no me
ama.
-Bueno,
no. Pero usted me gusta lo suficiente y no me cabe la menor duda de que el amor
no tardaría en surgir entre nosotros.
Jungsoo se
burló de él.
-Bien.
¿Por qué confía en que eso suceda en lugar de esperar a que tenga lugar primero
y luego proceder en un orden más natural? ¿Y por qué iba usted a querer
casarse, siendo tan joven como es, cuando no está obligado a hacerlo y el amor
brilla en este caso por su ausencia?
Él le miró
maravillado.
-¿No cree usted
que podría aprender a amarme?
-Ya que no
le he dado el menor indicio de que estoy interesado, ¿no podría usted
concluir que me interesa otra persona?
-¡Aja!
¿Vamos ahora a confesar que amamos a otro?
Jungsoo
parpadeó. Siwon parecía demasiado triunfal con aquella conclusión.
-¿De eso
se trata? Está buscando una confesión en toda regla...
-Bueno,
bueno. No diga nada que los dos lamentaremos. No, solo espero que dos personas
a las que aprecio despierten y vean lo que tienen en sus propias narices antes
de que sea demasiado tarde.
Siwon
tenía una faceta seria y Jungsoo la estaba viendo ahora. De hecho, lo hacía
mucho más atractivo que su habitual actitud bromista, pero apenas lo notó.
-¿Y qué
dos personas son esas? -preguntó Jungsoo, mirándolo con suspicacia.
-Usted,
naturalmente, y ese zoquete escocés -respondió él.
Jungsoo se
ruborizó con violencia. Dios santo, ¿cómo podía haber adivinado sus
sentimientos cuando él tan solo acababa de descubrirlos? ¿Tan evidente
resultaba por su parte? ¿Tal vez se quedaba mirando a Youngwoon durante
demasiado tiempo? ¿Lo miraba de una forma que no debía? Le avergonzaba pensar
que pudiera hacerlo. ¿O era únicamente porque había pasado mucho tiempo con Youngwoon
la otra noche y la gente se había dado cuenta? En ese caso, Siwon solo estaba
aventurando una opinión y Jungsoo no iba a darle ningún otro motivo para que
volviera a decir «ajá».
-Está
usted confundido -dijo lacónicamente-. Youngwoon y yo solo somos amigos.
Siwon hizo
evidente su escepticismo con una especie de bufido. Sin embargo, el hecho de
que no hiciera comentario alguno y continuaran en silencio le obligó a dar más
explicaciones. Era evidente que seguía equivocado, al menos en lo que a Youngwoon
respectaba. Los sentimientos de Jungsoo apenas contaban pues no eran
correspondidos.
-No puedo
imaginarme de dónde ha sacado esa idea tan absurda -dijo-. Youngwoon y yo
hablamos incluso sobre su dilema de tener que escoger un esposo entre los
presentes. Yo iba a recomendarle a su hermano.
Eso debería complacerle a usted, puesto que, como dice, le aprecia.
Ahora Siwon
se echó a reír.
-El
problema es que le aprecio, por lo cual no me gustaría que anduviera con mi
hermano. Lo volvería lelo en cuestión de un mes.
Jungsoo lo
miró con el ceño fruncido.
-Tonterías.
Usted adora a su hermano. ¿Cómo no iba a hacerlo, con lo encantador que es? A
lo mejor son sus constantes bromas las que lo incitan a comportarse de una
forma que alela a la gente.
Siwon
sonrió.
-Tal vez,
pero lo dudo. Es posible que Youngwoon esté bailando ahora con él. -Se detuvo
para examinar la concurrida pista de baile en busca de la otra pareja-. Pero se
lo dice un hombre que reconocería los signos, querido. Él no está en absoluto
interesado en mi hermanito.
-Y,
dígame, ¿por qué piensa usted que él está interesado en mí de esa forma?
-Tal vez
porque lo busca cuando no está con él. Tal vez porque ya me ha mirado dos veces
con cara de pocos amigos desde que estoy bailando con usted. Tal vez porque lord
Heechul está aquí cuando no debería, pero su presencia es necesaria porque él
no podía soportar que usted no pudiera venir debido a él.
Jungsoo se
quedó mirándolo estupefacto durante unos instan es hasta que aquella última
frase cobró sentido para él.
Luego
suspiró.
-Usted ha
malinterpretado por completo las reacciones de Youngwoon. Aunque es natural,
puesto que no conoce todas las circunstancias.
-¿Que
serían?
-Básicamente,
el efecto que provoco en algunas personas. Soy consciente de ello. De hecho, lo
exploto con diligencia.
Siwon
frunció el ceño.
-¿De qué
está hablando? ¿Qué efecto?
-Sereno a
la gente, Siwon. Estén preocupados, irritados, frustrados, abatidos, etcétera,
soy capaz de hacer que lo olviden todo con un par de bromas tontas o
divertidas. Es asombroso lo bien que va reírse. En el caso de Youngwoon, desde
que ha llegado no ha tenido un momento de paz, puesto que en realidad él no
quería venir. Y sus dos abuelos lo han frustrado todavía más insistiendo en que
se case cuanto antes. Y, para serle sincero... -Ahora habló en un susurro-.
Creo que lord Eric no le cae nada bien. No me atrevería a preguntarle el
porqué, pero lo he deducido a partir de algunos de sus comentarios.
-¿Y esos
son todos sus argumentos?
Jungsoo puso
los ojos en blanco.
-Granuja,
me ha entendido a la perfección. Él siempre está enojado, o frustrado, o lo que
sea, y yo tengo el don de conseguir que se olvide un poco de sus problemas, eso
es todo. Vamos a ver, ¿no iría usted en busca de alguien que pudiera ayudarle a
olvidarse durante un rato de que a la mañana siguiente le espera la guillotina?
Al oír
aquello, Siwon se echó a reír.
-Touché.
Desde luego. Yo me lo metería en la maleta y me lo llevaría a casa.
Jungsoo
sonrió con malicia.
-Bueno, Youngwoon
no tiene que llegar a esos extremos, puesto que soy su vecino. Él sabe que
puede venir a visitarme cuando necesite animarse.
-Eso
suponiendo que él crea que va a tenerlo siempre cerca. Pero ¿y si usted se casa
y se marcha? ¿Cree que Youngwoon ha tenido eso en consideración?
-¿Por qué
iba a hacerlo, cuando es muy probable que yo siga los pasos de mis tíos y me
quede soltero?
-Dios
santo, ¡qué desperdicio! -dijo él, exagerando el tono. Luego, en serio,
añadió-: Usted no piensa realmente que un rumor tan absurdo como el que le
atañe pueda impedir que alguien se case con usted si de verdad quiere hacerlo,
¿no es cierto?
-De hecho,
sé que será un impedimento, y usted lo sabe tan bien como yo, pues el objetivo
de casi todos los matrimonios es dar herederos a la familia y, si se da crédito
al rumor que llevo asociado, yo no duraré lo bastante como para concebir uno.
Esta vez Siwon
dejó escapar un bufido en toda regla.
-Usted
sabe que no tiene ninguna intención de irse al otro mundo por voluntad propia,
y cualquiera que tuviera dos dedos de frente lo sabría también. Salta a la
vista que rebosa usted buen humor y ganas de vivir. Ese cuerpecito suyo no
tiene ni un solo hueso melancólico, querido.
Él le miró
abriendo los ojos de forma desmesurada.
-Bueno,
no. No lo tiene, pero ¿de dónde ha sacado usted la idea de que alguien tenga
dos dedos de frente, aparte de nosotros dos, naturalmente?
Siwon se
rió cordial.
-Caramba,
supongo que si lo plantea de ese modo, está usted en lo cierto. Por supuesto,
si usted accediera a casarse conmigo, no a hacerlo realmente, no, solo, bueno,
fingirlo, por decirlo así, ¿cuál cree que sería la reacción de Youngwoon?
-Creo que
sería el primero en alegrarse y desearme felicidad, si cree que es eso lo que
quiero.
Siwon
chasqueó la lengua.
-No estoy
de acuerdo. Creo que descubriría lo que son los celos, si aún no sabe por qué
no puede soportar verle bailar conmigo. ¿Quiere probarlo, a ver qué sucede?
-Está
usted volviendo a mostrarse ridículo y obtuso. Los amigos pueden tenerse celos,
usted lo sabe, ¿o acaso no los ha sentido usted nunca cuando su mejor amigo le
hace menos caso que de costumbre o usted lo ve divirtiéndose con otros amigos?
Los celos no siempre entrañan amor. En absoluto. La envidia toma muchas formas
distintas.
-Sí, sí
-dijo Siwon exasperado-. Pero ¿por qué no se lo piensa, de todas formas? No
perjudicará en absoluto su reputación, ni la mía, si usted anuncia más adelante
que ha cambiado de opinión y no quiere casarse conmigo.
-Bueno,
cabe la posibilidad de que algún otro caballero de la fiesta se fije en mí y me
pida casarme con él, pero no lo hará si yo finjo estar comprometido con usted.
No es que espere que suceda nada parecido, pero si así fuera, estaría perdiendo
mi oportunidad solo por esta bobada.
Siwon
suspiró y lo sacó de la pista de baile.
-Piense en
ello, Jungsoo. Sabe que no hará daño a nadie y los resultados tal vez la
sorprendan.
¿Pensar en
ello? Jungsoo tuvo dificultades para no pensar en otra cosa durante la
siguiente hora. ¿Y si Siwon estuviera en lo cierto y Youngwoon aún no se
hubiera dado cuenta de que estaba enamorándose de él? Incluso el beso con el
cual la había obsequiado respaldaba aquella hipótesis. Luego Youngwoon se había
sentido incómodo, pero ¿por qué lo había besado si entre ellos no había otra
cosa que amistad?
Sin
embargo, cuando al fin intervino la razón, Jungsoo supo que no llevaría a cabo
la sugerencia de Siwon. Sería una mentira de tomo y lomo que solo afectaría a Youngwoon,
y no podía hacerle eso. Además, el planteamiento de Siwon parecía lógico, pero
cualquier cosa podía parecerlo si se exponía de la forma apropiada. Que
quisiera creerlo era una verdadera estupidez. jugar a «qué ocurriría si» nunca
había formado parte de su carácter realista.
Y después
de su conversación con Heechul descartó por completo la idea.
-¿Has visto
cómo intenta ponerme celoso? -le ronroneó al oído-. A mí me parece absurdo,
pero a un hombre no puedes decirle eso, ni conseguir que admita lo que está
haciendo.
El
comentario, viniendo como lo hizo de improviso, puesto que Heechul se le había
acercado por detrás, confundió durante un instante a Jungsoo. En general, no
era tan lento, pero después de haber estado pugnando con el tema de los celos
que Choi Siwon había introducido, oírlo desde un ángulo distinto logró
confundirlo durante unos segundos.
Sin
embargo, se arrepintió de haberle preguntado a quién se refería acto seguido,
porque para entonces las ideas ya se le habían aclarado lo bastante como para
conocer la respuesta. Y Jungsoo habría preferido, con toda su alma, evitar la
conversación que mantuvieron a continuación.
-Caramba,
a Youngwoon, por descontado -dijo Heechul. Luego añadió, con cierta sorpresa-:
Pareces asombrado.
Jungsoo no
lo estaba, pero al parecer Heechul esperaba que lo estuviera y prosiguió como
si él hubiera mostrado sorpresa.
-¿No me
digas que pensabas que se muestra tan atento contigo porque le interesas de
verdad? -Aquí añadió una risita-. Querido, pensaba que tú lo sabrías mejor que
nadie.
-No he
pensado nada de eso -respondió Jungsoo en un tono más defensivo de lo que le
habría gustado-. Youngwoon y yo solo somos amigos.
-Tú tal
vez lo creas, pero eso solo demuestra lo ingenuo que eres. Te lo aseguro, solo
está fingiendo, para que yo me fije en él.
Aquello le
dolió y Jungsoo se preguntó si no había sido esa la intención de Heechul. Es
posible que no fuera un buen candidato a esposo, pero quería creer que sí era
digno de amistad. No obstante, Heechul estaba insinuando que Youngwoon no se
habría hecho amigo suyo de no haber tenido una segunda intención.
-La
amistad no tiene por qué darte celos, Heechul, ¿verdad?
-Desde luego
que no -respondió su amigo algo impaciente-. Pero él espera que yo lo interprete como algo más, ¿o es que aún no
sabes de qué estoy hablando?
-No,
supongo que no -dijo Jungsoo en tono irónico-. Pensaba que estabas hablando de
celos.
Heechul se
ruborizó, pero estaba firmemente decidido a decir lo que tenía que decir y
volvió al ataque.
-Solo
estaba intentando evitar que sufrieras en vano, querido, por si
malinterpretabas la atención que Youngwoon te está prodigando. Pero si tú solo
piensas que se trata de amistad, entonces no sufrirás cuando él se case
conmigo.
-No, claro
que no -se vio obligado a decir Jungsoo. Aunque habría querido añadir «solo
siento lástima por él», consiguió contenerse.
-Bien
-respondió Heechul, y luego añadió, con expresión pensativa-: Supongo que
también debería advertir a Choi Donghae. Está haciendo lo mismo con él, por si
no te has dado cuenta. Y él, al menos; puede pensar que su interés es genuino,
más que fingido por mi causa.
Jungsoo ya
estaba empezando a cansarse de los sutiles insultos de Heechul, que a decir
verdad no eran muy sutiles para nadie que tuviera un mínimo de inteligencia.
Ahora ya estaba familiarizado con sus tácticas, pero que las usara de una forma
tan descarada con él, como si fuera demasiado tonto o demasiado confiado para
darse cuenta de que le estaba insultando de forma deliberada...
-Soy consciente
de mis defectos -dijo Jungsoo con rigidez-. También sé que Choi Donghae no
tiene ninguno. Con todos mis respetos, Heechul, el interés de Youngwoon por Donghae
podría ser genuino.
Heechul se
echó a reír, una risa áspera y soberbia.
-Desde
luego, pero no lo es.
-Eso tú no
puedes saberlo a ciencia cierta -apuntó Jungsoo.
Heechul se
limitó a hacer un gesto de desdén y dijo:
-Eres tan
ingenuo, pero, claro, tú no estuviste en la posada el otro día para ver cuánto
lamenta Youngwoon haber roto nuestro compromiso. Se notaba en todo lo que decía
y hacía. Estoy seguro de que en breve rectificará. Solo que primero tiene que
curar su orgullo herido, por aquellos desafortunados insultos míos, y
castigarme antes de que podamos hacer las paces. Y el estúpido ha decidido que
con ponerme celoso bastará. No está funcionando, pero mientras él lo crea,
estará satisfecho, supongo.
A Jungsoo
se le estaba haciendo un nudo en la garganta y cada vez le costaba más hablar.
-Entonces,
¿piensas que Youngwoon va volver a pedirte que te cases con él?
-Sé que lo
hará. No sé por qué los hombres creen que tienen que tomarse la revancha cuando
alguien hiere su orgullo, pero así es, y Youngwoon no es distinto. Pero solo es
cuestión de tiempo, Jungsoo, que volvamos a estar prometidos.
-¿Estás
seguro de que no eres tú el que abriga falsas esperanzas?
Jungsoo no
podía creer que hubiera dicho aquello. Después de todo, estaba hablando con Kim
Heechul, el joven rey del año, el joven más bello y deseable que había sido presentado
en sociedad desde hacía una década, tal vez siglos. Por ese motivo, no le
sorprendió que Heechul se ofendiera.
Su
temeridad le valió una mirada de reprobación y una tensa respuesta:
-Deberías
saber lo que es que te persigan para saber de qué hablo. Pero ¿cómo
explicárselo a alguien que no sabe lo que es eso? Bueno, en primer lugar está
el apasionado beso que me dio en la posada antes de marcharse totalmente fuera
de sí. Estoy seguro de que él no quería revelar sus sentimientos de aquella
forma tan espectacular, pero sencillamente no pudo contenerse. Y tiene suerte
de que nadie lo viera, o me habría puesto a mí en un compromiso y se habría
visto obligado a casarse conmigo. Yo no deseo eso más de lo que pueda quererlo
él, así que no se lo he contado a nadie salvo a ti, puesto que eres tan obtuso
que me obligas a mencionártelo.
La
turbación de Jungsoo fue la causa del enojo que estaba empezando a sentir y, al
no estar muy familiarizado con aquella emoción, dijo sin pensar:
-Puedes
ahorrarte la lección. Te lo aseguro, puedo seguir viviendo felizmente en la
luna sin saber de qué hablas.
-Ni
pensarlo -ronroneó Heechul-. No es ningún inconveniente para mí, querido. Puedo
añadir que estoy sorprendiendo una y otra vez a Youngwoon mirándome cuando
piensa que no me doy cuenta.
-Eso no
quiere decir nada...
-No he
terminado -espetó Heechul; luego tosió y prosiguió con su falso tono dulce-:
Eso, unido al beso que me dio sin mi consentimiento, es de hecho todo lo que se
necesita para definir sus verdaderos sentimientos hacia mí. Y además está su
campaña para darme celos. ¿Comprendes ahora por qué sé que quiere recuperarme?
Rompió nuestro compromiso cegado por la ira. No es que lo culpe, cuando eso era
lo que yo quería conseguir en ese momento. Él lo lamenta, pero su orgullo no le
permite rectificar de inmediato. De ahí que, entretanto, finja.
-Yo diría
que el único que finge aquí, Heechul, eres tú con respecto a nuestra amistad. Y
si hay alguien a quien habría que advertir es a ti. Youngwoon también me ha
besado a mí, pero yo no he dado por sentado que signifique nada. También me han
dicho que me mira, pero yo no soy tan tonto como para pensar que eso tampoco
signifique nada. Su interés por Choi Donghae es probablemente genuino, y si
alguien tiene que ser un esposo ideal para él ese es Choi Donghae. Yo no te
caigo bien. Lo has dejado más claro que el agua, así que en el futuro ahórrame
estas charlas «amistosas». De hecho, Heechul, quiero que te mantengas alejado
de mí, te lo agradecería.
Yo creo que con esas ultimas palabras, el pecesito dejo más que claro sus desdén por el gatito roñoso...
ResponderEliminarBueno...dos cosas.
ResponderEliminar1.- me orgullese que Teuk por fin se le haya plantado a Hee y haberle dicho unas cuantas,porque se merece muchas,pero algo es algo.
Y 2.- dios...pero a quien fue a decirle lo del beso que le dio Kangin...error,gran error.
A hee se le está yendo la olla,ese egocentrismo,vanidad,ese amor propio que lo tiene cegado,dios...ya le invento chisme a Siwon,ahora viene con Teuk y le dice ese pack de mentiras y suposisiones estúpidas...dios,que pesar.
A ver que rumor le inventa a Teuk ahora,que para eso se pinta solo.
Como me gustaría que Kangin le plantará cara a Hee en lugar de andarle huyendo,y le dijera lo que Siwon sabe,que Hee solo está ahí por Teuk...que ganas.
Siwon el cupido...su estrategía podria funcionar,solo que Teuk no quiere.
Y cómo,si cada uno está suponiendo por el otro,sacando sus propias conclusiones...erroneas,así monse puede.