Donghae se acercó
a sus dos amigos y sonrió suavemente.
—Ustedes van a
estar bien. Y voy a admitir que estoy un poco celoso.
—No te preocupes,
voy a compartir mis pulgas contigo. No hay necesidad de que sea tacaño —
bromeó Hee.
Hongki, Zhoumi y Hyesung
se habían acercado y cada una abrazó a Teukkie y Hee.
—Ustedes dos van a
ser unos lobos patea traseros. —Zhoumi sonrió.
—¿Hay algún otro
tipo? —preguntó Hee, alzando una ceja.
—No en nuestra
manada —agregó Hongki.
La noche cayó
sobre la taberna y la luna claramente iluminó el cielo. Hee y Teukkie se
despidieron
mientras se
dirigían hacia la puerta con Dam, Kangin, y Siwon.
Teukkie había
hablado con su padre y él estuvo tan receptivo como habían estado Kangin y Siwon.
El
le recordó
amablemente que era mayor de edad y que era su elección. Él no había dicho nada
más,
pero su rostro se
mantuvo en una mueca permanente.
Dam les llevó a un
claro cerca de la apertura de los bosques. Ella les había dicho que estaría
encubriéndolos de
modo que la bruja no perturbaría el ritual si resultaba estar buscándolos. Lo
cual
era lo más
probable que estuviera haciendo.
Teukkie y Hee
llevaban un simple suéter, pero, gracias a la magia Fae, estaban siendo
protegidos del
frío.
Dam le indicó a Kangin
y Siwon permanecer de pie con la espalda de uno hacia la del otro para dar a
sus compañeras privacidad del otro macho. Cada chico se situó frente a su
compañero y esperó a que Dam les dijera qué
hacer a continuación. Vieron como el hada cerró los ojos. Sus labios comenzaron
a moverse con
palabras silenciosas. El aire a su alrededor comenzó a brillar, y en cada una
de sus manos apareció un gran
cuenco de agua. El agua tenía un tinte púrpura en ella.
Dam le entregó a Kangin
un cuenco y luego a Siwon el otro.
—Quítense sus
suéteres —les dijo Dam a Hee y Teukkie—. Luego, los hombres, verterán la poción
sobre su pareja. La
poción durará hasta que todo su cuerpo haya sido cubierto.
Hee se quitó el
suéter por la cabeza y, aunque era la primera vez que había estado
verdaderamente
desnudo delante de
su compañero, audazmente lo miró a los ojos.
Los labios de Siwon
se levantaron en una sonrisa torcida.
«Eres hermoso», le
dijo a través de su vínculo y sin dudarlo comenzó a verter la poción de vid de
la
pasión sobre él.
Hee había esperado
que estuviera fría, pero el agua estaba sorprendentemente cálida. Corrió por su
cabeza y por su
rostro hasta los hombros, brazos, pecho y espalda… todo el camino hasta los
pies. Su
piel se sentía
como si pequeñas agujas estuvieran pinchando por todas partes. Hee vio su piel
comenzar a brillar y sintió
algo en él empujando. Al igual que cuando había completado los Ritos de Sangre,
podía sentir su lobo,
sólo que era mucho más fuerte. El agua dejó de fluir y finalmente alzó la vista
hacia Siwon. Dam luego les dio
instrucciones para tomar la sangre de su compañero.
Siwon se acercó a Hee
y se inclinó para que fuera capaz de llegar a su cuello. Hee le dio un beso en
los labios y luego
hacia abajo por la mandíbula al mismo lugar en que lo había mordido durante su
unión. La agitación en él
era frenética y empezaba a sentirse inquieto, como si no pudiera detenerse. Sus
dientes se alargaron y su
boca se abrió.
Cuando hundió sus
dientes en la carne de Siwon, dejó escapar un gemido a medida que su dulce
sangre golpeaba su boca. Siwon
envolvió sus brazos alrededor de su pequeña cintura.
«Nunca me cansaré
de ti tomando de mí lo que necesitas», susurró sin aliento en su mente.
Hee tragó varios
tragos grandes y de alguna manera instintivamente supo cuando dar marcha atrás.
Los ojos de Siwon
estaban cerrados y los labios entreabiertos.
—S-s-Siwon… —La
voz de Hee era inestable, mientras miraba a su compañero en busca de ayuda.
Siwon abrió los
ojos, que habían comenzado a brillar de color ámbar. El resplandor se
intensificó a
medida que Siwon
miraba a los ojos brillantes de su compañero. Un gruñido bajo fue emitido desde
su pecho mientras
sus propios colmillos se alargaban. Entonces el lobo de Siwon empujó hacia
adelante, en busca de su
compañero.
«Compañero», oyó Hee
al lobo de Siwon retumbar en su mente.
Hee dejó escapar
un gemido suave y se alejó de Siwon. Se estremeció cuando algo profundo dentro
de él, algo primitivo, se
extendió en él.
—Hee, no luches
contra ello —oyó a Dam decir, pero su voz sonaba muy lejos.
Siwon se acercó a Hee
y volvió a gruñir. Él estaba llamándola, llamando a su compañero.
Hee cerró sus ojos
brillantes y sintió un flujo frío sobre él de pies a cabeza. Por un momento,
sintió
como si estuviera
flotando, luego aterrizó en el suelo duro. En cuatro patas.
Los ojos de Hee se
abrieron de golpe al darse cuenta. Su visión era tan clara y su audición estaba
más
amplificada: podía
oír los animales correteando, las alas de los pájaros aleteando, las voces
procedentes de la taberna, y
un latido de corazón que sonaba familiar. Sintió un codazo en el costado y
volvió la cabeza para ver a Siwon
en su enorme forma de lobo.
«Maldita sea, Siwi.
Soy un lobo». Hee se sintió aliviado de que todavía lo podía sentir en su
mente.
«Eres un lobo
hermoso. Tienes una forma de estrella blanca en tu hocico».
Siwon le dio lo
que debe haber sido la versión de lobo de una sonrisa. Hee dio un paso atrás.
«Está bien, no lo
vuelvas a hacer eso. Fue espeluznante».
Siwon rió en su
mente.
«¿Cómo te
sientes?», le preguntó mientras frotaba su cabeza contra su cuello.
«Increíble. Ni
siquiera puedo describirlo. Sólo quiero correr y matar alg… bueno, eso es un
poco
inquietante».
Un lobo negro y
uno gris más pequeño, que tenía los ojos color esmeralda que parecía que
estaban
delineados con
kohl, se detuvieron delante de ellos.
Hee se dio cuenta
que eran Kangin y Teukkie. Dio un paso hacia Teukkie y le dio un empujón, luego
se inclinó sobre sus
patas delanteras, pegando su culo al aire y moviendo la cola. Él quería jugar. Teukkie imitó su postura y
salió corriendo a la derecha cuando Hee se abalanzó. Siwon y Kangin salieron a
toda velocidad detrás
de sus compañeros, flanqueándoles a cada lado en protección.
Corrieron a través
de la nieve, esquivando debajo de arbustos y árboles caídos. Hee saboreó el
viento
soplando a través
de su piel y el aire frío en sus pulmones. La única cosa incluso más cercana a
esta
euforia era besar
a Siwon.
«Creo que voy a
tener que esforzarme más si voy a estar compitiendo contigo queriendo estar
corriendo en tu
forma de lobo en vez de besar a tu compañero», bromeó Siwon, después de haber
escuchado su
pensamiento.
«Estoy seguro que
puedes encontrar la manera de convencerme a quedarme en mi forma humana. No
puedo creer que
esté diciendo eso: forma humana. Eso es malvadamente loco».
Hee y Teukkie
corrieron hasta que jadearon del agotamiento. Dam velaba por ellos mientras se
acostumbraban a su
forma de lobo y sonreían, teniendo la esperanza en su corazón que necesitaba
desesperadamente sentir.
Hasta altas horas
de la noche, Hee y Teukkie compartieron su experiencia con Donghae y Hyukjae,
quienes compartían
la habitación con las dos parejas. Habían sacado las camas al centro de la
habitación y los
pusieron en un círculo, creando una forma de flor de modo que todos pudieran
sentarse con la cabeza
hacia el centro y hablar.
Siwon y Hee
estaban apretados en una sola cama juntos. Él yacía de espaldas, con un brazo
detrás de
la cabeza. Hee
estaba tumbado sobre su pecho, frente a los demás, mientras que Siwon utilizaba
su
mano libre para
pasar los dedos por su cabello. Él escuchó su voz mientras se reía de él
persiguiéndolo y mordiendo sus talones. Le encantaba oírlo
tan feliz, tan libre de preocupaciones, aunque sólo fuera por este breve
momento en el tiempo.
Cuando todos se
habían quedado en silencio y uno a uno se quedaron dormidos, Siwon permaneció
aún despierto. Su
cuerpo estaba acurrucado alrededor del de Heechul, y mientras pensaba en lo que
estaba por venir, a lo
que tendría que hacer frente en cuestión de días, si no antes, él lo atrajo
hacia sí.
Su peor pesadilla
iba pasar. Su compañero estaría en la batalla, en peligro, y él podría no estar
allí para protegerlo. Por
mucho que odiara la idea, también sabía que no podía enjaularlo. No podía
evitar que viviera porque tenía
miedo de perderlo. Tenía que dejarlo luchar, tenía que dejarlo ser su propia
persona, y no sólo su
compañero.
Dos días habían
pasado desde que Hee y Teukkie habían cambiado por primera vez. En ese tiempo,
Siwon y Kangin los
llevaron afuera varias veces bajo la atenta mirada de Dam para que pudieran
seguir familiarizándose con el movimiento y los sentidos de sus lobos. Siwon y Kangin
incluso comenzaron a enseñarles la
mejor manera de atacar y cuándo era más apropiado correr y esconderse. Ni Hee
ni Teukkie se
preocupaban por la idea de esconderse. Cuando no estaban en sus formas de lobo,
Siwon y Kangin se reunían
con los otros machos, discutiendo la estrategia.
Hoy se había decidido
que mañana por la noche Junjin llamaría a Hanghen y a Desdémona. Él quería que se encontraran
bajo sus términos, en el campo de batalla de su elección.
—Conozco tu
secreto, Mona. —Hanghen sonrió hacia la bruja, pero no era una sonrisa
amistosa.
Mona se sentaba en
una de las muchas salas de estar en la mansión de la manada China. Lucía
aburrida y para nada
preocupada por la Siwilaración de Hanghen.
—¿Y qué secreto
sería ese, Alfa? —preguntó secamente mientras miraba sus uñas, haciendo parecer
que las encontraba
infinitamente más interesante que su actual compañía.
—No me estás
ayudando para que pueda obtener al sanador, lo quieres para ti misma, para tu
magia.
Hanghen estaba
parado detrás del sillón que Mona ocupaba, sus manos descansando en el respaldo
mientras se
inclinaba sobre ella.
—Hay dos sanadores.
No hay necesidad de ser tacaño, Hanghen. —La actitud de Mona era tan
hastiada que tenía
al lobo de Hanghen al borde.
—Dime tu plan,
Desdémona. Podrías al menos darme ese poco de respeto. Si quieres a uno de los
sanadores, estoy
dispuesto a compartir. Pero no podemos entrar a esto estando en desacuerdo.
—Junjin está
reuniendo a las tropas. —Mona se puso de pie y comenzó a pasearse lentamente
alrededor del
cuarto mientras hablaba—. Ha llamado a otras tres manadas para que lo ayuden.
No va
a ser una batalla
fácil.
—Si te conozco, sé
que tienes algo bajo la manga. ¿Cuál es tu ventaja? — Hanghen entrecerró los
ojos hacia la bruja.
—Tengo mi propio
ejército. —La sonrisa de Mona iluminó su cara completamente, pero no en una
manera que fuera
considerada bonita—. Los salvajes harán mi voluntad, si añadimos tu manada a la
mezcla, creo que
saldremos Vannessiosos.
—¿Los salvajes? —Hanghen
ladeó su cabeza a un lado como su considerara sus palabras—. Ah, has
llamado a las
bestias y animales del bosque.
La cara de Mona se
oscureció mientras detectaba que la juzgaba con su voz. El aire alrededor de
ella
se tornó espeso y
la sala se oscureció
—Olvidas quien
soy. Soy la última de mi especie, la más poderosa en la historia. Entérate de
esto,
Hanghen, Alfa de
la manada China: obtendré aquello que busco. No te atrevas a interponerte en mi
camino o te
destruiré.
Mona se volteó
sobre sus talones, y con su capa ondeando tras ella, salió de la mansión, sin
darle
tiempo a Hanghen
para pensarlo mejor.
La cabeza de Teukkie
descansó sobre el regazo de Kangin mientras se sentaban en el sillón frente a
la
fogata que siempre
estaba encendida en la sala de reuniones de la taberna. El edificio estaba en
silencio mientras todos se
acomodaban para tratar de dormir un poco.
—Así que, es la
víspera de la batalla —murmuró Teuk suavemente.
—¿Asumo que es
alguna línea de una película? —preguntó Kangin. Teukkie rió.
—El Señor de los
Anillos. Eowyn le dice a Aragon que no puede dejarlos en la víspera de la
batalla
cuando va en busca
de los muertos malditos quienes le deben servicio a su linaje.
—He visto El Señor
de los Anillos, Angel.
—Sí, pero no la
has visto cientos de veces como yo y mis chicos.
Era el turno de Kangin
de reír mientras trazaba sus suaves labios con sus dedos. Luego sus ojos se
pusieron serios.
—Necesito que seas
inteligente mañana, Leeteuk —le dijo firmemente—. No necesito que seas un héroe o valiente. Necesito que seas inteligente, que
luches inteligentemente. ¿Puedes hacer eso por mí?
—Puedo si tú
puedes —contrarrestó.
—¿Cómo se sintió
estar en tu forma de lobo? —le preguntó Kangin mientras acariciaba su mejilla
gentilmente.
Teukkie dejó salir
un profundo suspiro.
—Fue increíble. En
verdad increíble, Kangin.
Kangin soltó una
risita por el asombro en su voz.
—Tu color es un
hermoso gris y tus ojos lucen como si estuvieran llenos de rímel… o delineador.
Lo
que sea que
ustedes usan —dijo Kangin.
Teukkie sonrió
ante eso, luego preguntó:
—¿Te hubiera
molestado que nunca hubiera sido capaz de cambiar?
Kangin miró hacia
sus ojos.
—Nunca esperé que
fueras capaz de hacerlo, Leeteuk, y estaba bien con eso. El hecho de que puedas
es sólo un extra.
Me encanta que podamos compartir esa parte de nuestra vida juntos, pero no
habría
disminuido lo que
somos como compañeros si no hubiera sido posible.
—Gracias —susurró Teukkie.
Kangin llevó su
cara hacia la de él para poder besarlo. Lo que comenzó gentilmente se convirtió
en un espectáculo feroz
de pasión. Kangin los volteó para que Teuk estuviera sobre su espalda y su
cuerpo sobre el de él. Lo
besó de nuevo mientras su mano derecha empujaba el dobladillo de su camisa. Su mano se envolvió
alrededor de su cintura, el contacto piel a piel los confortó a ambos.
Teukkie abrió sus
ojos y escuchó un gruñido retumbar de Kangin.
—Tus ojos están
brillando, mi amor —susurró Kangin—. Es extremadamente sexy.
Teukkie le sonrió
a su compañero y mordió su labio inferior.
—¿No crees que
necesitamos ir a un lugar más privado?
Kangin sonrió con
picardía.
—No hay nadie aquí
con nosotros y las puertas están cerradas. ¿Qué podría ser más privado?
Teukkie resopló
ante las imágenes que Kangin mandó a su mente. Kangin elevó sus cejas en un
gesto
interrogativo. En
respuesta, Teukkie tomó su camisa y él se movió un poco para que pudiera
sacarla
de su cabeza. Pasó
sus dedos a través de las marcas que cubrían su lado derecho. Kangin presionó
su
mano contra su
pecho y le dejó sentir el latido de su corazón.
—Sólo late por ti.
—La sinceridad en su voz penetró el mejor juicio de Teukkie y cedió ante los
deseos de su compañero.
Ninguno de ellos sabía lo que el mañana traería. No sabían si sería la última
noche en la que estarían
en los brazos del otro.
Kangin tiró de la
camisa de Teukkie mientras sus labios se alzaban ligeramente.
—Joven Kim, está
muy vestido para lo que tengo planeado.
Teukkie rió
fuertemente mientras lo ayudaba a desvestirse y luego le permitió desvestirle.
Pasaron la
noche en una
taberna sin electricidad, la única luz y calor viniendo de una chimenea de
piedra, en una
habitación donde
horas antes una guerra había sido planeada. Pasaron la noche disfrutando del
amor
y pasión que
sentían el uno por el otro, como otras veces desde que se habían emparejado. Kangin
vertió su corazón
en amarlo completamente, apagando todo lo demás y dejándole saber que cuando
él lo sostenía,
cuando estaba en sus brazos desnudo y vulnerable, era la más hermosa y preciosa
parte
de su vida.
—Siwon, ¿a dónde
me llevas? —murmuró Hee mientras era jalado con él por su mano.
—Es una sorpresa.
Mientras el día
llegaba a su final y todos iban a sus habitaciones, Hee había hecho lo mismo. Siwon
lo había detenido
justo cuando comenzaba a subir las escaleras. Había sonreído con la rara
sonrisa
reservada sólo
para él y le había pedido ir con él. Habían salido por la puerta principal de
la taberna y
volteado a la
izquierda, yendo hacia la calle cubierta de nieve de la pequeña villa.
Finalmente, justo al
borde de la villa,
Siwon lo llevó en dirección de una pequeña casa de campo. Era diminuta, y muy
linda.
—Todo lo que estoy
diciendo es que realmente deberíamos considerar la compra de acciones de
Frontline. Quiero decir,
tiene sentido. Piensa en cuán peludos nos ponemos cuando nos convertimos.
El potencial de
las pulgas es astronómico.
Hee estaba yendo y
viniendo mientras estaban sentados en la habitación del segundo piso que
compartían en la
taberna. Hee y Teukkie estaban tendidos a través de una cama, mientras que Donghae estaba boca abajo
apoyado en los codos en una adyacente.
—Hee, diré esto
muy lento para que me entiendas —comenzó Teukkie, pero fue interrumpido por
Donghae.
—No, no lo hagas
con calma. Eso no ayudará. Lo que hay que hacer es añadir una referencia sexual
y
algunas malas
palabras. Entonces lo entenderá absolutamente.
—Bien dicho, Vern.
—Teukkie dio a Donghae un golpe de puño y volvió de nuevo a Hee—. Escucha,
zorra-obsesionada-con
las pulgas. Primero que nada, aquí no hay pulgas. Segundo, a Siwon no le
gustaría rodar en
las hojas contigo si olieras a Frontline.
—Deja ir lo de las
pulgas, Hee, abraza una actitud pulgosa. Maldita sea.
Donghae estaba a
punto caerse de risa. Hee se sentó allí, mirando a Teukkie con la cabeza
inclinada hacia un lado.
—Bueno, está bien
entonces, Teuk. Dime cómo te sientes realmente. Y, en serio, no te contengas
por mí. —Hee puso los ojos
en blanco.
—¿Ves? Te dije que
lo conseguirías —dijo Donghae entre risitas.
—Teukkie, Hee y Donghae
—gritó Junjin desde abajo—. Sala de
reuniones, ahora.
Los tres chicos se
levantaron de un salto y corrieron escaleras abajo. Hee sacó su teléfono y vio
que ya era tarde y
oscurecería pronto.
Cuando entraron en
la sala de reuniones, los chicos vieron a Kangin, Siwon y Hyukjae de pie detrás
de tres sillas vacías
cerca de donde Junjin estaba de pie. Caminaron rápidamente a las sillas y se
sentaron.
Hee sintió el
aliento de Siwon en su cuello mientras él se inclinaba para susurrarle al oído:
—Es casi la hora.
Un escalofrío rodó
a través de él al pensar que dentro de un par de horas estarían en un campo,
luchando por sus
vidas y las vidas de Donghae y Ryeowook. Pensando en Ryeowook, Hee se dio
cuenta que no lo había
visto mucho en los últimos días. Donghae había mencionado un par de veces que Dam tenía que estudiar
hechizos, por lo que no se les permitía hablar con ellos. La profunda voz de Junjin
lo sacó de sus
pensamientos.
—Mi ubicación y la
de los otros Alfas, junto con la ayuda de nuestros Betas, está a quince
kilómetros de aquí, en un valle
entre las montañas. Iremos en nuestras formas de lobo. Dam, Donghae, y Ryeowook vendrán por
separado. Dam y yo hemos discutido el hecho de que Desdémona sabrá que estamos llegando tan
pronto como cambiemos y empecemos a correr a través de los Alpes. No me hago
ilusiones de que la
tomaremos por sorpresa. Todos ustedes deben esperar que utilice cualquier cosa
que pueda contra nosotros.
El clima, animales bajo su mando, y la manada China. Me gustaría poder decirles
que vayan allí y
luchen con honor, pero Hanghen ha demostrado que no tiene honor y Desdémona es
una bruja, malvada hasta la médula. Ellos lucharán sucio y así debemos hacerlo
nosotros.
Hee resopló.
—No te preocupes,
Alfa. No tengo ningún problema en tirar un poco de tierra a los ojos de mi
oponente.
—O patadas en sus
partes bajas —añadió Teukkie.
Junjin de hecho
sonrió a las dos mujeres.
—Bien. Espero que
ustedes utilicen todos sus recursos. Permanezcan juntos, no dejen que nos
separen. —Miró a Dam, que
estaba de pie en el fondo de la sala—. ¿Fuiste capaz de obtener la ayuda que solicitamos?
Dam asintió.
—Changmin y Henry
estarán con nosotros. Eso es todo lo que el consejo permitirá.
Junjin entrecerró
los ojos, obviamente, no satisfecho con su respuesta.
—Entonces, eso
tendrá que ser suficiente. —Miró a su alrededor una vez más. Sus ojos se
posaron sobre cada uno de los
Alfas, un silencioso agradecimiento por su ayuda. Luego, dando un paso hacia la
puerta con la mano de Hyesung
en la suya, gruñó—: Vamos.
Todos siguieron a Junjin
y su compañero fuera de la taberna y al aire frío de la noche.
Hee y Teukkie se
quedaron en silencio, observando a su manada y a los otros comenzando a
cambiar, mientras caminaban
hacia el bosque.
Kangta se detuvo
junto a Teukkie y tiró de él en un abrazo.
—Pelea sucio
—espetó en su cabello.
Teukkie lo apretó
firmemente y asintió. Cuando se apartó y lo miró, pudo ver la emoción
detrás de sus ojos verdes.
—Lo lograremos,
papá. —El trató de tomarle el pelo y aligerar el momento, pero le apretó el
brazo al
mismo tiempo,
haciéndole saber que entendía. No quería que nada le pasara a él tampoco.
Miró a Kangin y Siwon,
que estaban junto a los chicos. Kangta asintió una vez y luego se echó a correr rápido y
progresivamente comenzó a cambiar.
—Hombre, yo quiero
ser capaz de hacer eso. —Hee suspiró dramáticamente. Los chicos, los nuevos
cambiantes, aún
tenían que desnudarse y concentrarse cuando lo hacían.
—Vamos a hacer
esto, jovencitos —les dijo Siwon mientras él y Kangin les daban la espalda de
modo que Hee y Teukkie
pudieran desnudarse.
Una vez que los
chicos estaban en sus formas de lobo, Siwon y Kangin cambiaron y, después de
acariciar a sus compañeros
brevemente, se fueron detrás del resto de su manada.
Mientras corrían
por el bosque, el aire frío azotaba a través de su piel a medida que se
disparaban a
través de los
árboles y arbustos. Incluso con los muchos lobos que corrían a través de los
Alpes esta noche, el bosque estaba
en silencio.
O.o
ResponderEliminarJajajajajaja
Hee y su trauma con las pulgas!
Nunca nunca los va a superar!
Me encanta!!!
Ahhhh
Jodido Hannie!!! Abre los putos ojos! Chino marica!
Ahhhhh la bruja no te traerá nada bueno!!!!
Ahhhhhh
A la batalla!!!!
Go go go
Que bueno que los chicos ya se pueden transformar en lobo. Aunque el que más sufre es Hee con la cosa de las pulgas...
ResponderEliminarEspero que todo salga bien y los chicos no salgan heridos.
Gracias por el cap ^_^