—No van a venir
—le gruñó Hanghen a Mona mientras esperaban en la cima de una colina, mirando hacia el valle
vacío.
La noche era
inusualmente tranquila y silenciosa. No había brisa, ni ramas de los árboles en
movimiento o el susurro de
las hojas. La clara y fría noche estaba iluminada por la gran luna dorada y en
la quietud era una sensación
extraña.
—Tú más que nadie
deberías saber, Hanghen, que cuando no se puede oír a los lobos —Mona se detuvo mientras miraba
hacia el campo abierto por debajo de ellos—, es cuando los lobos están
llegando.
Ella cerró los
ojos y levantó las manos al cielo en silencio mientras comenzaba a cantar:
“Tierra, agua,
viento y fuego, escuchen mi voz, abracen mi deseo. Agua, diluvia tu inundación,
viértete sobre
este valle, pronto a sumergirse con sangre”.
Nubes que no
habían estado allí momentos antes comenzaron a reunirse. Hanghen escuchó como
un
trueno comenzó a
retumbar y, de repente, el cielo se abrió y agua cayó en cascadas de lluvia
fría. Miró a través de las
gotas de agua que salpicaban contra su cara, tratando ahora de centrarse en el
campo. Un gruñido bajo
retumbó en su pecho mientras miraba a varios lobos abriéndose camino a través
de los árboles en el
campo abierto que estaba empapado y enturbiado por el inconcebible aguacero.
La risa de Mona
rompió a través de sus pensamientos.
—¿Ves? Te dije que
vendrían. Los lobos quieren jugar. Vamos a darles algunos juguetes, ¿de
acuerdo? —Ella empujó sus
brazos hacia fuera delante de ella con un potente grito.
Hanghen vio como
todas las bestias y las criaturas que había reunido comenzaron a trabajar su
camino para salir de la
selva frente a los lobos. Dio un paso adelante, dispuesto a cambiar, pero Mona
lo detuvo con una mano en el
pecho.
—Todavía no, Alfa.
Esperemos.
La lluvia fría
salpicó a Donghae, Ryeowook y Dam en la cara mientras abrían sus ojos. Dam les
había
advertido que
cuando usaba el velo al viajar podría hacerlas sentirse un poco desorientados,
y Donghae definitivamente podría dar fe de sentirse desorientado. Pero mientras
miraba hacia el campo por debajo de ellos,
se decidió que no era el medio de transporte lo que le hacía sentir de esa
manera. Vio como los lobos de
su manada y los demás comenzaron a filtrarse a través de los bosques de los
Alpes en el campo mojado.
Sus ojos se
agrandaron cuando vio a los animales, Dam había hablado de eso, aquellos que
Desdémona había tomado bajo
su control. Se movían con una rapidez antinatural y una certeza asombrosa.
Estaban fuera de sus
cabales. Estaba escrito en los gruñidos saliendo de sus rostros y el cabello
levantado sobre sus espaldas. Osos,
lobos, jabalíes, y muchos más con un objetivo en común: matar a los miembros de
su manada.
Donghae echó sus
hombros hacia atrás y se mantuvo de pie. El era un sanador gitano. Tenía el
poder y no dejaría que sus
amigos cayeran. No dejaría ganar a esta bruja.
—Dam, tenemos que
darnos prisa. —Hizo un gesto hacia el campo.
Ryeowook y Dam,
ambos detuvieron sus preparativos para mirar donde a Donghae indicó.
—Donghae, sostén
esto como te mostré antes —instruyó Dam al momento que le entregaba una
piedra blanca.
Donghae acunó la
piedra en sus manos y la sostuvo con reverencia en frente de él. Cerró los ojos
y
empezó a buscar la
magia que vivía dentro de ella, la cual era una parte de su esencia.
Ryeowook sostuvo
una piedra verde y Dam una azul y roja. Estas piedras eran las piedras de las
Fae.
Representaban los
elementos, y al igual que la bruja podría basarse en los elementos que utilizan
la
magia de sangre,
las Fae podían recurrir a ellos utilizando las piedras. Las piedras llegaron
desde lo
más profundo en el
ámbito del velo. Dam trató de explicarles cómo era posible, pero Donghae
finalmente le dijo
que sólo tomaría su palabra.
Estaban de pie en
un semicírculo, frente al campo, y cerraron los ojos. Dam comenzó a cantar en
un
idioma que ella
apenas había comenzado a enseñar a Ryeowook y Donghae. Sin embargo, los dos se
unieron a su canto
y Donghae trató muy duro para mantener los ojos cerrados y el enfoque
constante.
Dam había
explicado que ella tendría que evitar ser distraída, que requeriría la magia
dirigida y
combinada de los
tres para controlar a la bruja. Y entonces comenzaron.
«Uh, cariño.
¿Estás viendo lo que estoy viendo?», le preguntó Hee a Siwon mientras salían al
campo. En su forma de lobo
podían ver a través de la oscuridad sin ningún problema, por lo que vio con
mucha claridad lo que
venía por ellos a través del campo.
«Mantente detrás
de la manda, Heechul. Ve por las presas más pequeñas. Y por el amor de todas
las
cosas por las que
vale la pena luchar, no trates de ser un maldito héroe».
«Tu confianza en
mí es asombrosa, Siwi. En serio, estoy conmovido», le gruñó Hee.
Siwon rió en
respuesta.
Haciendo lo que le
pedía, él y Teukkie comenzaron a disminuir su carrera y a retirarse a la parte
trasera de la manada. Zhoumi
y Hongki llegaron a su lado, dándoles asentimientos cortos en saludo. Cuando las cuatro lobas
empezaron a acercarse, pararon completamente cuando vieron la primera ola de
lobos reunirse con la
horda de la bruja.
Hee había visto
muchas batallas en la gran pantalla y siempre se preguntó si sería así de
brutal o peor
en la vida real. Él
decidió en ese momento que era peor. Mucho peor.
Junjin, Siwon, Kangin,
Kangta y los otros Alfas se estrellaron contra los lobos y los osos: gruñidos,
dientes chasqueando, y movimientos más rápidos de lo que el ojo podía rastrear.
Hee observó con asombro extasiado como su
compañero con patas blancas desgarró a un oso como si se tratara de un pequeño conejo. Se
abalanzó sobre la garganta del oso y con una poderosa sacudida de su cabeza, el
cuello del oso se abrió de golpe.
La sangre salpicó el pelaje de Siwon cuando el oso cayó al suelo mojado. Él no
se detuvo, pasando al
próximo rival.
En el extremo
izquierdo, Changmin y Henry, los dos Fae quienes habían salvado sus traseros
antes,
estaban peleando
usando su magia y Hee tuvo que admitir que estaba impresionada con sus
movimientos.
Ninguno de sus oponentes se acercó a ellos antes de que fueran derribados.
Teukkie se
adelantó y se puso en cuclillas, levantando sus labios en un gruñido mortal. Hee
estaba con él. Ya era hora de
patear algunos traseros malignos.
Hee y Teukkie
despegaron al mismo tiempo, con Zhoumi y Hongki cerca en sus talones. Hee se
centró en algunos
pequeños zorros que vio a lo largo del borde de la batalla, girando a la
derecha. Teukkie y las demás se
movieron con ella. Vio a Hyesung peleando con otro lobo y Hee ajustó su
dirección otra vez, moviéndose
para ayudar a su hembra Alfa.
Hee y Teukkie se
lanzaron al mismo tiempo. Hee agarró una de las patas traseras del lobo y
chasqueó sus mandíbulas, sintiendo el hueso partiéndose significativamente bajo
sus dientes.
Teukkie tenía su
boca sobre la cabeza del lobo, mordiendo con fuerza aplastante. Mientras Hee y Teukkie tenían al lobo
ocupado, Hyesung fue a matar. Agarrando la garganta del lobo, sacudió la cabeza
y le rompió el cuello.
Los tres soltaron al lobo al mismo tiempo. Hee y Teukkie desnudaron el cuello
ante Hyesung en
sumisión y desde ese momento todos los jóvenes trabajaron en sincronía,
derribando enemigo tras
enemigo juntas en emboscada.
Hee no sabía
cuánto tiempo habían estado luchando, pero se imaginó que deberían estarse
cansado.
En cambio, estaba
tan enérgica como siempre. La adrenalina y la resistencia de su lobo eran
inspiradoras.
Justo cuando terminaron con un gran oso, se congelaron. El aguacero cesó de
repente.
Hee y Teukkie levantaron
la vista a la colina donde Dam, Ryeowook, y Donghae estaban. Un suave
resplandor
apareció a su alrededor y empezó a ponerse más brillante. Cualquier cosa que
ellos estaban haciendo, estaba
funcionando.
De repente, un
aullido sonó y Hee sabía por instinto que era su Alfa, Junjin. La compulsión a
participar en el aullido de victoria
le subió por la garganta. Con el resto de su manada levantó la cabeza hacia la
luna y dejó escapar un
aullido ensordecedor.
A medida que el
aullido cesaba, miró hacia el campo de batalla y vio que ni un solo animal
quedaba en pie al lado de la manada. Lo habían hecho. Ese
pensamiento duró dos segundos antes de que comenzara a temblar la tierra
bajo sus patas. Se movió nerviosamente y Teukkie vino y se puso más cerca de él.
Vieron con horror como
parecía como si la misma tierra cobrara vida más allá de la línea de árboles.
Pero no era la tierra, eso se
movía rápidamente por todo lugar. La manada de China había llegado. Se
abalanzaron desde una colina,
cargando hacia el valle, directamente hacia ellos. Y así, la batalla continuó.
Siwon gruñó
mientras miraba a la manada China corriendo hacia ellos. Esperó, dejó a su
enemigo correr y llegar a ellos,
aunque fuera sólo por un momento. Miró a Junjin, quien se puso de pie alto y
orgulloso, Kangin a su otro
lado, en la misma postura.
Su piel estaba
cubierta de la maligna sangre de sus enemigos, sus cuerpos tensos de la pelea. Siwon
se agachó en el
suelo, listo para lanzarse. Esperó, se mantuvo inmóvil por el perfecto momento
y cuando al primer lobo se
lanzó a sí mismo en el aire, Siwon golpeó, pasando justo por debajo de él,
pasando sus afilados caninos a
lo largo de la parte inferior vulnerable del estómago del lobo. Siwon probó la
sangre del lobo cuando
rasgó a través de la piel, carne y músculos. No se detuvo para ver si su rival
caía.
Él atravesó a lobo
tras lobo, en busca del que él quería, el que había intentado matar a su
compañero.
El que había
envenenado a sus Alfas y desafiado la ley de la manada durante siglos,
empleando a una
bruja. Por último,
a través del campo, vio a Hanghen dando vueltas mientras Kangin y Hyukjae
hacían lo mismo.
Siwon despegó a la
carrera, el Alfa era su presa. Irrumpió en su círculo, gruñendo a Kangin y Hyukjae, dejando en claro
su intención de pelear con Hanghen.
Solo.
Tan pronto como Kangin
y Hyukjae habían retrocedido, Siwon centró su atención en Hanghen. No se dio cuenta del fuerte
viento arremolinándose o la nieve comenzando a girar a su alrededor. No le dio
importancia al
brillante color naranja destellando en el bosque cuando el fuego empezó a
crepitar en el aire. Su
propósito, su intención absoluta estaba toda sobre el lobo delante de él.
Levantó su labio en una mueca y comenzó a
moverse en un círculo lento, su lobo dimensionando la competencia. Hanghen hizo una estocada que
fue pensada para intimidar, pero Siwon no se inmutó.
Hanghen debe haber
visto la intención en los ojos de Siwon justo antes de hacer su propia estocada
y
chocaron en el
aire, dientes crujiendo, patas golpeando en cráneos y costillas. Se apartaron y
se
movieron en
círculos de nuevo, sangre goteando de una herida en la cabeza de Siwon donde
los caninos de Hanghen le
habían rozado. Ya había tenido suficiente de esto, quería terminar con esto
ahora.
Se movió lento y
se lanzó rápidamente, agarrando la pata delantera izquierda de Hanghen. Aplastó
sus mandíbulas,
rompiendo el hueso, y la soltó. Se lanzó una y otra vez, haciendo jugadas
rápidas, aquí y allá, rompiendo
una pierna, aplastando una costilla.
Lentamente,
debilitó al Alfa. Hanghen consiguió unos buenos golpes y Siwon goteaba debido a
cortes en el costado. Se
distrajo brevemente cuando observó la forma de lobo de Heechul en la esquina de
su ojo.
Hanghen tomó el
lapso momentáneo de su atención para lanzarse. Se las arregló para chocar
contra un lado de Siwon,
llevándolo hacia abajo.
Siwon escuchó un
gruñido penetrante y vio a Heechul saltar por encima de él en la espalda de Hanghen. Se aferró a una de
sus orejas y tiró con todas sus fuerzas, arrancando la oreja. Hanghen gruñó y
giró su cuerpo, arrojando
a Heechul violentamente de su espalda.
Siwon se puso en
pie y se volvió, rápidamente agarrando la pata trasera de Hanghen antes de que
pudiera ir tras su
compañero. Hanghen se giró y golpeó a Siwon y este lo soltó, sólo para
arremeter
desde abajo a Hanghen
y agarrarle la garganta. Siwon empujó sus dientes más profundo a través del
pelaje del lobo,
buscando la carne y el hueso. Giró enomermente la cabeza y chasqueó sus
mandíbulas al mismo tiempo,
rompiendo efectivamente el cuello del Alfa. Siwon dio otra sacudida por si
acaso, y luego dejó caer el
cuerpo sin vida de su boca. Rodó al Alfa muerto sobre su espalda y, con un
gruñido poderoso, mordió su abdomen,
destripándolo.
Siwon dejó escapar
un aullido de victoria y el campo de batalla se tornó más aún silencioso ante
el efecto de la muerte del Alfa
Chino reverberando a través de la manada China.
Uno a uno, los
lobos se agacharon, en reverencia.
Hee fue a pararse
al lado de Siwon. Él inclinó la cabeza hacia abajo y le lamió la sangre del
hocico.
«¿Ha terminado?»,
preguntó Hee tentativamente, justo en el momento que un horrendo grito desgarró
el aire.
«No del todo»,
murmuró Siwon mientras miraban a la cima de la colina.
Ahí donde
Desdémona estaba con los brazos levantados.
El cuerpo de Donghae
comenzó a temblar mientras sostenía la piedra en sus manos, la fuerza de
voluntad de
Desdémona aplastándose sobre él. Escuchó una voz en su mente susurrándole dejar
caer
la piedra, ceder,
venir a ella. Donghae apretó sus ojos cerrándolos mientras luchaba contra la
compulsión.
Sintió que sus
rodillas comenzaban a debilitarse, pero antes de que pudiera colapsar, fuertes
brazos se
envolvieron a su
alrededor. No tuvo que abrir los ojos para saber quién era.
Él continuó
luchando, empujando de vuelta.
—No vas a ganar
—le respondió al susurro, pero el mal trataba de fluir sobre su piel como marea
negra.
—Donghae, sanador
de otra tierra. Tú serás mío, tu sangre sustentará mi poder. Veré tu vida
desvanecerse de
tus ojos mientras desgarro tu corazón palpitante de tu pecho.
La voz rasgó
contra su mente mientras Donghae seguía luchando con las imágenes que la bruja
proyectaba. Sentía
humedad en su cara, lágrimas corrían por sus ojos. No se suponía que terminara
así, el mal no se suponía
que escapara.
Sintió un tirón
desgarrador dentro de él y dejó escapar un grito mientras empujaba de vuelta.
Un rayo
de luz atravesó la
noche y luego todo quedó en silencio. El viento se detuvo, la nieve dejó de
caer, y la silenciosa noche
se envolvió alrededor del campo de batalla aquietado.
Donghae abrió sus
ojos y trató de orientarse. Miró sobre su hombro dentro de unos profundos ojos
castaños.
—Te tengo, Donghae
mío —susurró Hyukjae en su oreja. Donghae no luchó con él, sino que se giró en
su abrazo y dejó que
su calor lo confortara.
—No se suponía que
debía terminar así, Hyukjae. Ella se escapó. Ella ganó.
—Shh, calla. Ella
no ganó. Sólo se compró un respiro, nada más. —Hyukjae le acarició el cabello
suavemente y lo
atrajo más cerca.
Dam se acercó a Donghae
con Ryeowook al lado.
—Lo has hecho
bien, joven sanador. Desdémona es fuerte. Ella volverá y tendremos que estar
listos.
—¿Qué vamos a
hacer? —preguntó Donghae mientras levantaba su cabeza del hombro de Hyukjae.
—Lo único que
podemos —dijo Dam con firmeza—. Prepararnos para lo peor, esperar lo mejor.
—Quiero que
vuelvas a la Taberna con las otras parejas —le dijo Siwon a Hee mientras le
acariciaba
el cuello.
—¿Qué vas a hacer
tú?
—Junjin y yo
tenemos que tratar con la manada China. Te haré saber lo que pasa cuando
hayamos
terminado.
Hee estrechó sus
ojos hacia él, sabiendo que algo pasaba, pero no lo iba a escupir.
—Bien. Mantén tus
secretos. Sólo recuerda.
—No escribas un
cheque que difícilmente puedes cobrar, Heechul — interrumpió Siwon a su
irritado
compañero.
Hee le dio la
espalda con un bufido y siguió a Teukkie, mientras se encontraban con Hyesung y
los otros. Junjin le había
dado a su compañero las mismas órdenes.
Siwon vio a su
compañero irse con los otros y tuvo que contenerse para no seguirla. No le
gustaba tenerlo fuera de su vista,
necesitaba asegurarse de que estaba bien después de la brutalidad que acababa
de soportar, pero
tenían que encargarse de la manada China.
Se acercó a Junjin
y ambos volvieron a su forma de lobos.
—«¿Quién es el
miembro de más alto rango en la manada China aun vivo?»
La voz de Junjin
retumbó en todo el campo. Uno a uno, los lobos Chinos se movieron hacia Junjin
y
volvieron a su
forma humana. Cuando estuvieron todos de pie frente a Junjin y Siwon, todos
ellos
se arrodillaron,
excepto un gran y oscuro hombre peludo.
—Yo era el quinto
en el rango de la manada, Alfa —respondió el lobo sin mirar a Junjin. Contempló
el suelo en su lugar.
Siwon observó el lenguaje corporal del lobo y era evidente que no era lo
suficientemente
dominante para dirigir a una manada.
El lobo se
adelantó hacia Siwon y se arrodilló, desnudando su cuello y mirándolo
brevemente a los ojos.
—Has vencido a
nuestro Alfa, tu manada derrotó a nuestros cuatro principales. Te debemos
lealtad y
nos sometemos a
ti.
La mandíbula de Siwon
cayó abierta, pero se compuso
rápidamente. Miró a Junjin, quien no lo miró
sorprendido.
—Es a la antigua.
Tú derrotaste a su Alfa, técnicamente ahora eres su Alfa —le dijo Junjin. Siwon
era
incapaz de leer las
emociones en el rostro de su Alfa.
—¿Qué piensas?
—preguntó Siwon.
—Odio perderte
como mi Beta, pero estás destinado a ser un Alfa. Y no podemos ignorar los
beneficios de tener esta fuerte
alianza.
Siwon entendió que
Junjin tenía que ver cómo esto podría afectar y beneficiar a su especie. Siwon
ni
siquiera había
considerado ser Alfa de una manada de nuevo. Estaba contento como Beta, incluso
si
someterse a Junjin
no siempre estaba bien con su lobo. Miró por encima a los lobos arrodillados.
Se veían rotos y perdidos.
Necesitaban un líder. Necesitaban a alguien que los cuidara correctamente,
alguien que juntara a la
manada. Siwon podía hacer eso. Y justo había tomado un compañero que era más
que capaz de ayudarlo.
—¿Hay alguno que
quiera desafiarme? —preguntó Siwon a los lobos. Uno a uno, desviaron la mirada
en sumisión.
—Yo no soy como Hanghen.
Si voy a ser su Alfa, habrá cambios, y serán drásticos. No toleraré la
división, o deslealtad. No
toleraré motines, crueldades u odios. Serán unidos, tratarán a sus compañeros
de manada así como a
los de otras manadas con respeto. Se someterán a mí y a mi compañero. Si no
pueden hacer eso, serán
desterrados de la manada. ¿Estoy siendo claro?
Ellos respondieron
al unísono:
—Como usted diga,
así será.
Siwon dio un paso
hacia el hombre de rodillas frente a él.
—¿Tu nombre?
—Drake, Alfa
—respondió el hombre rápidamente.
—Drake, esta noche
te pediré que juntes a nuestra manada. —Siwon usó la palabra “nuestra” para
establecer inmediatamente
la propiedad y hacerles saber que él se haría cargo de ellos—. Síguenos
de vuelta a la
taberna. Discutiremos en más detalle de dónde vamos desde ahí.
Él asintió una vez
y se puso de pie, girándose hacia los demás.
Siwon se volvió
hacia Junjin, confiando que Drake hiciera lo que le instruyó.
—Bueno, esto no es
exactamente lo que esperaba de cómo iba a ir mi noche.
Junjin se rió
entre dientes.
—Bien, tú estás
vivo, tu compañero está vivo, por ahora, hemos triunfado. Podría haber sido peor.
—No quiero
celebrar todavía. Tengo que decirle a mi compañero que acaba de convertirse en joven
Alfa de una manada
rota. —Siwon se giró con Junjin, dirigiéndose hacia el bosque y la taberna.
—Creo que para
ahora deberías saber que a Hee le gusta los desafíos… se nutre de ellos. Se
emparejó
contigo, después
de todo. —Junjin cambió antes de que Siwon pudiera responder y Siwon siguió su
ejemplo.
—¿Como estas? —le
preguntó Siwon a Hee mientras yacían en su cama. Habían pasado dos días desde la batalla, desde
que Siwon había dejado caer en el regazo de Hee que acababan de heredar una
manada. Lo habían
hecho volver a la mansión de la manada Coreana y en unos pocos días se
dirigirían a la sede de la
manada China para discutir los cambios que se avecinaban.
—Es un montón de
cosas que digerir, Siwi —le dijo Hee mientras trazaba las marcas de su pecho
desnudo.
—Puedo entender
eso. ¿Estás molesto?
—No. Aprensivo,
inseguro, en algún lugar entre flipar y reír, sí. —Hee le sonrió a pesar de sus
palabras—. Sé que hemos
hablado de por qué hacemos esto. Sé que es lo mejor, pero que sea lo mejor no
significa que sea fácil. De
hecho, los dos en general no son amigos.
Siwon le sonrió y
lo atrajo hacia él. Le beso la parte superior de la cabeza.
O.o
ResponderEliminarAy~ Hannie se murió!
Que triste...tenia la esperanza de que se rectificará y se emparejará con Mimi~.
TT___TT
Pero bueno..
Ahhhh Hee joven alfa!!!!
Wau~
Hay por Dios que bueno que acabaron con el maldito de hangen. Ahora sólo falta que recuperen fuerza y persigan a la maldita bruja que ya se la sentenció a Hae.
ResponderEliminarGracias por el capitulo me gusta mucho