—Tenemos otro tema
que tratar —le dijo Hee.
—Donghae —murmuró Siwon.
—Sí, él no lo
sabe.
—Bueno, él cumple
dieciocho mañana ¿no? Parece que estará listo para saber si quiere o no.
—Teukkie y yo
hablamos de esto con Dam y coincidimos en que pensamos que es algo que
deberíamos decirle
en privado, y tú y Junjin deben hablar con Hyukjae, viendo como ha tomado interés en mi niño.
Siwon levantó una
ceja hacia su compañero.
—Tú y Teukkie decidieron
eso, ¿eh?
—Sip. Así que,
puedes que quieras ser un hom…
Siwon gruñó.
—No termines esa
oración, compañero mío.
Hee le guiñó un
ojo mientras se levantaba, saliendo de su abrazo.
—Sólo estoy
tratando de ayudarte a prepararte para lanzar la bomba sobre Hyukjae.
Siwon resopló.
—Creo que soy
perfectamente capaz de hablar con un compañero de manada sin que tú me digas
cómo ser un
hombre.
La mandíbula de Hee
cayó abierta.
—¿Por qué tenías
que decirlo? Le quita toda la diversión cuando tú lo dices. —El hizo un
puchero.
Siwon se puso de
pie mientras se reía y lo atraía hacia sus brazos.
—Ahh, mi dulce,
dulce amor. ¿Qué voy hacer con esa boca tuya?
—¿En serio me
acabas de preguntar eso, B? —Hee se apartó y le sonrió con malicia.
—Simplemente
caminé directamente a la trampa, ¿no? —preguntó tímidamente.
—Sí, mi amor, tú
solo. —lo tomó de la mano y tiró de él hacía la puerta—. Ven, vamos a dejar que
los tortolitos lo
sepan, sin saberlo, son de hecho tortolitos, o lobitos, o lo que sea.
—Donghae, querido,
necesitamos hablar —anunció Teukkie dramáticamente mientras entraba en la
habitación de Donghae
sin golpear, Hee pisándole los talones y Dam detrás de él.
—Si, Teukkie pasa.
Gracias por golpear —dijo Donghae sarcásticamente.
—Hombre, toda esta
cosa de sanador gitano te ha convertido en un hueso duro de roer, Hae. Lo
estoy aceptando. —Hee
le hizo un guiño y se tendió en la cama al lado de donde él estaba
sentado.
—Entonces, ¿cuál
es la gran noticia? —preguntó Donghae mirando a cada uno de sus amigos
deliberadamente,
luego terminó observando a Dam, quien suponía era la que tenía la información.
—Prepárate, Thelma
—murmuró Hee. Dam dio un paso adelante.
—Hay algo acerca
de los sanadores que no te he dicho. No pensé que necesitaras saberlo hasta que
tuvieras dieciocho
años, ya que en realidad no te afectaría hasta entonces.
Donghae miró a Dam
de cerca, pero no la interrumpió.
—Donghae, los
sanadores son compañeros de los Canis lupis.
La boca de Donghae
cayó abierta. Sus ojos se abrieron en estado de shock. Después de varios
momentos de abrir y cerrar
la boca, finalmente le volvió la voz.
—¿Quieres decir
que pueden?
—No, quiero decir
que lo son —dijo Dam firmemente—. Un sanador gitano siempre es un verdadero
compañero de un
Canis lupis. El vínculo no se presenta hasta que el sanador cumple los
dieciocho años y está alrededor
de dicho Canis lupis.
—Así que, ¿estás
diciendo que seré un verdadero compañero de alguien?
—Vamos, Donghae
querido, no seas obtuso. Sabemos que ha habido una cierta bola de pelos
husmeando alrededor de ti. —Teukkie
golpeó el brazo de Hee por su falta de tacto.
Hee gruñó.
—Sólo estoy
diciendo las cosas tal como son.
Donghae se levantó
bruscamente.
—¿Creen que Hyukjae
es mi compañero? —El no podía creer que las palabras habían salido de su
boca y no podía
creer el alivio que se filtró en sus huesos por esa posibilidad.
—Donghae, él no ha
sido capaz de apartar sus ojos de ti en el mes pasado. Está constantemente
contigo. ¿En serio
que no habías notado su interés?
—No es que no lo
hubiera notado, sólo pensé que con todo lo que ha pasado, las emociones estaban
en lo alto y todo
eso.
—Sí, bueno, es el
“todo eso” lo que vamos a ver aquí —dijo Hee asintiendo.
—Hyukjae no sabe
esta información o no la sabía. Siwon y Junjin están hablando con él ahora.
La cabeza de Donghae
se giró ante las palabras de Dam.
—¿Le están
diciendo ahora? —Su voz se elevó mientras comenzaba a procesar la información.
A
Hyukjae le estaban
diciendo que Donghae era posiblemente su compañero. ¿Qué pasaba si esa idea lo
horrorizaba? ¿Qué
pasaba si Hyukjae realmente no pensaba en él de esa manera y había sido amable
el mes pasado porque
sus amigos habían pasado por cosas horribles?
Donghae bajó la
cabeza y cubrió su cara con sus manos. El no creía que su corazón pudiera
manejar el rechazo de Hyukjae.
No era tan fuerte y resistente como Hee o Teukkie. Ya estaba enamorado de
Hyukjae y, como
había predicho, él tenía la capacidad de romper su corazón. Ese pensamiento era
en
realidad más
doloroso que lo que había recibido de la bruja.
Mientras Donghae
se quedaba allí con sus manos en su rostro, pensamientos, preocupaciones,
temores fluyendo por su
mente, casi saltó fuera de su piel cuando, una vez más, su puerta se abrió de
golpe.
—Necesito hablar
con Donghae. —El corazón de Donghae se desplomó a su estómago cuando escuchó el sonido de su
voz. Las palabras de Hyukjae eran firmes, y no una petición.
Donghae se volvió
hacia él, la intensidad en sus ojos hizo que diera un paso atrás.
—No —le dijo mientras
daba un paso hacia él.
Hee, Teukkie y Dam
comenzaron a dirigirse a la puerta. Hee se detuvo junto a Hyukjae y lo miró a
los ojos.
—Si le haces daño
no habrá ningún lugar al que seas capaz de ir y que yo no te encuentre, y
cuando lo haga, te haré
cosas indecibles, ¿me entiendes? —Elevó las cejas en desafío.
Los ojos de Hyukjae
se agrandaron. Miró a Hee y a Donghae y luego a Teukkie.
Teukkie pasó un
brazo alrededor de los hombros de Hee, tirando de él mientras le sonreía a Hyukjae.
—Sabemos que él
está perturbado, Hyukjae. Créeme, hemos tratado de ayudarlo. Pero voy a ayudarle
a hacerte cosas indecibles
si le haces daño a nuestra niño.
Hyukjae asintió
una vez, en reconocimiento a las palabras. Cuando se cerró la puerta volvió a
mirar a
Donghae y se
acercó más. Donghae no se movió. Hyukjae levantó una mano y acunó su rostro
gentilmente. Sus
cuerpos estaban ahora a unos centímetros de distancia.
—Donghae mío. —Su
voz era un susurro acariciando su rostro—. Creo que tal vez tengamos algunas
pequeñas cosas de
qué hablar.
Donghae soltó un
bufido muy poco delicado.
—Creo que eso es
un eufemismo. ¿“Unas pequeñas cosas”, en serio?
Los labios de Hyukjae
se retorcieron ante la exasperación en su voz.
—Sí, sólo un par
de detalles. Tamaño de anillo, prefieres bóxers, calzoncillos, calzoncillos
bóxer. Ya
sabes, detalles
menores.
La mandíbula de Donghae
cayó abierta ante las palabras de Hyukjae, lo que sólo hizo que el lobo en
frente de él
ampliara su sonrisa en su rostro.
—Ya te lo dije, Donghae.
Tú eres mío. Una vez que llegue ese importante detalle a tu afilada mente, el resto es juego de
niños.
Donghae no sabía
qué decir. Se quedó allí, mirando a los más bellos ojos color avellana que
había visto alguna vez, y
quiso pellizcarse para asegurarse de que estaba despierto. Él era suyo. Eso es
lo que él había dicho: era
de él. Donghae ladeó su cabeza mientras consideraba ese pensamiento. Sus ojos
se estrecharon
mientras seguía mirando el hermoso rostro de Hyukjae.
—Si soy tuyo —Hizo
una pausa y se humedeció los labios nerviosamente—, eso significa…
Hyukjae envolvió
un brazo alrededor de su cintura, Donghae jadeó cuando él envolvió la mano que
había acunado su
cara alrededor de su nuca posesivamente. Presionó su frente contra la suya y
sonrió
cuando su
respiración se aceleró.
—Eres mío, hermoso
sanador, lo que significa que yo soy tuyo —le dijo Hyukjae con firmeza.
Donghae trató de
ralentizar su respiración, pero sintiéndolo tan cerca, la intensidad y la
confianza
en sus palabras…
era todo muy abrumador.
—Oh, chico —dejó
salir finalmente.
—Oh, mi dulce Donghae,
ahora eso es un eufemismo.
Hee miró a Siwon
mientras éste hablaba con la manada China. La confianza que llevaba como el par
de jeans más cómodo
era embriagadora. Debería estar prestando atención a lo que estaba diciendo,
pero su hombre era
caliente y eso era una distracción.
«Puedo escucharte,
¿sabes?» Oyó la risa en su voz mientras él hablaba a través de su vínculo.
«Como si fuera
nuevo para ti. Sabes que babeo por ti de una manera regular». Hee puso los ojos
en
blanco cuando él lo
miró desde donde estaba. Se congeló cuando sus ojos empezaron a brillar. «Siwon, no puedes mirarme
de esa manera en público».
«¿Por qué no? Eres
mío. ¿Necesitas un recordatorio?» Levantó una ceja hacia él en desafío.
En lugar de
contestar, Hee se dio media vuelta y se alejó, sabiendo que eso lo volvería
loco. Se dirigió en línea recta a la
habitación que habían reclamado en la nueva mansión en la que la manada China,
su manada, había
establecido su residencia.
Habían pasado tan
sólo dos semanas desde la batalla, o GCBP, como él y Teukkie le estaban
llamando: Guerra Con Bolas
de Pelos. Una cosa que había aprendido, las bolas de pelos no jugaban cuando
las cosas tenían que
hacerse.
Las cosas se
habían estado moviendo rápidamente desde que se decidió que Siwon sería el
Alfa de la
manada China.
Habían decidido que un nuevo comienzo era necesario y vendieron la mansión
anterior de la manada.
Compraron una
nueva en un terreno que estaba mucho más cercano a la manada Coreana, lo cual
fue
algo por lo que Hee
presionó. Hasta ahora todos habían sido muy agradables. Un poco tímidos, pero
las vibraciones que Hee
estaba recibiendo eran de alivio. Era como si la manada China hubiera sido
privada de afecto y seguridad,
y constantemente empapada de miedo. No habían respetado a Hanghen, lo habían seguido sólo por
miedo, o por lo menos los lobos sobrevivientes lo hicieron.
Siwon había dejado
muy claro que él era su Alfa y que los protegería, que les proveería cuando lo
necesitaran, y que
les enseñaría a prosperar. Hee seguía nervioso, pero emocionado al mismo
tiempo.
Ryeowook había
sido más que un socorro ayudando a Hee a conocer a las otras parejas y que las
cosas se asentaran. Todavía
seguía en el aire quién sería el Beta de Siwon y cuál sanador vendría a su
manada. Tantas decisiones
a tomar, tantas cosas difíciles por delante. Pero mientras caminaba por el
largo pasillo hacia la
habitación que Siwon y él habían reclamado, en lo único en lo que podía pensar
era en su compañero y lo
mucho que necesitaba estar en sus brazos.
Casi había llegado
a la puerta cuando un fuerte brazo lo levantó de sus pies. Dejó salir una risa
sin aliento mientras Siwon
abría la puerta y la cerraba de golpe detrás de él. Lo arrojó sobre su cama
tamaño king y soltó un gruñido
bajo cuando rebotó sobre sus manos y rodillas, listo para saltar.
—Heechul —gruñó en
señal de advertencia.
—¿Sí, Alfa? —Las
palabras de Hee gotearon dulzura.
—No me hagas que
te persiga.
—¡Ahh! Pero amas
cazar.
Él se movió
lentamente hacia la cama y Hee vio algo en sus ojos que le hizo detenerse.
—Esta noche no,
cariño. Esta noche te necesito en este momento.
Hee caminó sobre
sus rodillas hasta el borde de la cama, reuniéndose con él ahí. Él envolvió sus
brazos alrededor de su
cintura y lo abrazó fuerte.
—Lo único que
tienes que hacer es decirme. Lo que sea que necesites, Siwi, es tuyo. —Hee se
inclinó hacia delante y lo
besó suavemente en los labios. Podía ver la preocupación en las líneas de su
cara y el estrés que tensaba
sus músculos.
—Sólo te necesito
a ti, Heechul. Siempre a ti. —Lo besó posesiva y firmemente haciéndole saber
que
Heechul era suyo y
que él era de Heechul.
«Todo tuyo, mi
amor», susurró Hee en su mente.
—Gracias, Heechul.
Gracias por amarme.
Hee se retiró
hacia atrás, sorprendido por sus palabras.
—Como si fuera una
pena —bromeó, y luego se puso seria—. Eres lo mejor que me ha pasado, Siwi.
Nunca lo dudes.
Nunca dudes de mi amor por ti.
—No tienes ni idea
de lo mucho que significas para mí. Cuánta alegría has traído a mi vida. —Se
apartó de él y se
dirigió a la mesita de noche. Abriendo un cajón, miró por encima de su hombro—.
Tengo algo para
ti.
Hee sonrió.
—¿Para mí?
—preguntó alegremente.
Él asintió. Sacó
una pequeña caja de terciopelo blanco. La respiración de Hee se detuvo.
—No estaba
exactamente preparado cuando nos vínculamos y nos casamos, así que no tenía
esto
para dártelo.
Llevas mis marcas en tu piel, cargas mi mordida en tu hermoso cuello. Ahora te
pediría
que llevaras una
cosa más para demostrarle al mundo que eres mío.
—Siwon, soy como
un espectacular anuncio andante para ti, mi dulce bola de pelos. —No podía
ocultar su emoción ante la
vista de la cajita.
Él se sentó en la
cama y lo atrajo a su regazo.
—Esto es para ti,
mi amado —susurró mientras le entregaba la caja.
Hee contuvo la
respiración mientras levantaba la tapa, las bisagras estaban rígidas por lo
nuevo. Dejó
salir un gemido
ante su vista. Lo miró a los ojos y, para su sorpresa, estaban húmedos por las
lágrimas contenidas. Las
suyas no fueron tan tímidas ya que rodaban por su mejilla.
—Gracias, es
perfecto. —Su voz fue suave mientras sacaba el anillo de su amortiguado lugar
de descanso. Él le quitó el
anillo y poco a poco lo deslizó en su dedo anular izquierdo. Hee lo alejó para
examinarlo. Se enroscaba en su
dedo como una vid, con todos los puntos coincidentes de las marcas en su piel.
Siwon había
obtenido un anillo de platino hecho de una réplica a las marcas en su piel,
marcas que
encajarían juntas
como una pieza de rompecabezas, completando el diseño de la manera en que Siwon completaba a Hee y
la forma en que Hee lo completaba a él
—No sé lo que
depara el futuro, Siwi. Sé que va a ser duro y peligroso y lleno de toneladas
de
comentarios listillos
a través de tu servidor. Pero siempre y cuando me soportes, siempre y cuando
estés aquí conmigo,
podré manejarlo.
Siwon sonrió a su
bocazas, siempre directa, y aún así ferozmente leal compañero.
—No hay nada en
esta vida o en la próxima que me pueda apartar de tu lado. —Los labios de Siwon
estaban tan cerca
a los suyos que se rozaron cuando habló—. Te amo, Heechul.
Hee cerró los ojos
mientras dejaba que sus palabras se vertieran sobre y a través de él. Presionó
sus
labios a los de él
y dejó que sus acciones hablaran por él.
Su vida juntos
acaba de empezar y el mundo de los Canis lupis estaba cambiando. Hee había
vencido a la muerte y el destino exigiría un precio; un poderoso Alfa había
sido derrotado y uno nuevo instaurado; una malvada bruja estaba suelta con una
venganza en sus manos; la historia estaba filtrando un camino a través de las
polvorientas grietas del tiempo, cuyo resultado era un misterio aún por venir.
Se estaban preparando para lo peor, tal como Dam había dicho… prepararse para
lo peor, esperando lo mejor.
Pero esta noche,
esta noche el mundo podía esperar. Esta noche era para ellos. Un tiempo para
olvidar los temores y preocupaciones, y para recordar que habían caminado a
través de la oscuridad y no los había derrotado. Habían salido de la oscuridad
juntos, emergiendo por completo en el otro lado.
Saber que no es el comieron perdices y fueron felices deja un sabor extraño en la boca, no por el hecho que esten juntos al contrario si no porque después de todo lo que pasaron para acoplarse y estar juntos, sino por el hecho de saber que la bruja resentida anda suelta y seguro viene a traer más problemas.
ResponderEliminarHABEMUS EUNHAE EN LA PROXIMA TEMPORADA Y ESO ME HACE MUY MUY MUY MUY FELIZ
-llora-
ResponderEliminarTT_____TT
Que cosa mas perfecta!!!!
Fue por mucho! Una excelente adaptación!!!!
Aparte de una temporada de Sichul, me diste este donde estaban las tres parejas!
Fue hermoso! Lo ame!
Me encantó!!!!
Hee tiene la lengua más afilada del mundo! Excelente!!!!
Ahhhhhh
Ahora quiero bebés! Muchos bebés!!!!
Dame bebés del Sichul, Kangteuk y del Eunhae!!!! Porfis! Porfis!!!
Ahhhhh!
-esta enamorada- Gracias!
Me hiciste inmensamente feliz!!!!
Muchos abrazos para ti!
Bueno
ResponderEliminarNo se eliminó ala bruja,pero al menos se han reducido el número de enemigos...ahora la manada china en manos de Siwon y Hee,se tiene a un aliado más y un enemigo menos...eso es lo bueno.
Supongo que la bruja se queda para darle emoción a l a temporada del EunHae...por que supongo que la hay.
La bruja pudo ganar...por algo eligió irse...algo planea o tiene planeado la deeeeesgraciada.
Al menos por ahora están bien...el KangTeuk dandose amor.
El SiChul acoplándose a su "nueva" vida como alfa y joven alfa
Y mi tierno EunHae...me encanto la reacción de Hyuk al saber que Hae estaba casi destinado para él...o él para Hae
Hae tan emocionado al saber de ese pequeño detalle,con miedo a que Hyuk no lo quisiera...pequeño bebé,si Hyuk solo estaba esperando una oportunidad para ser suyo.
Y los detalles que tienen que discutir (/.\)
Un poquito de felicidad para todos antes del regreso del mal