—¿Conoces a Henry
desde hace tiempo?
—Solíamos ir a
verlo tocar cuando éramos niños, cuando estaba
dentro del punk. Kyuhyun, Henry y Jjong han sido mi círculo íntimo por
un largo tiempo. A Jjong lo conocimos después cuando comenzó a trabajar en la
tienda, pero todos somos como hermanos con otros appas.
Donghae se
acomodó en el asiento de cuero y ajusté la calefacción cuando noté que estaba
frotándose la piel de gallina en sus brazos.
—Debe ser
agradable tener un montón de buenos amigos. Nunca fui de esa forma.
Lo miré por el
rabillo del ojo.
—¿A qué te
refieres?
—Soy tímido y
extraño. Nunca sé cómo solo hacer amigos así. Me molestaban un montón en la
secundaria. Eunhyuk era mi único amigo real y ahora solo Zhoumi. Tengo
dificultad en dejar a la gente acercarse, supongo que porque he visto cuan
doloroso es cuando la gente que es más cercana a ti son los que te decepcionan constantemente.
—¿Y qué sobre yo
y Siwon?
—¿Qué sobre ti?
Kyuhyun gimió
desde atrás y miré sobre mi hombro con recelo. No sonaba bien.
El hizo un
pequeño sonido de zumbido que inmediatamente partes vitales de mi anatomía
notaron.
—Siwon siempre ha
sido como un hermano grande, cuidaba de mí, me molesta, intenta mantener las
cosas que me hieren y me causan dolor a raya. Tú, bueno tú siempre fuiste algo
más, no un amigo, no un hermano, solo algo más.
—¿Es eso malo,
ese algo más?
Sentí más que vi
su encogimiento de hombros.
—Lo ha sido, y
luego a veces no lo es. —No sabía qué hacer con eso así que dejé el tema. Manejé el resto del
camino manteniendo un ojo en el camino y un ojo en Kyuhyun que estaba haciendo
sonidos cada vez más fuertes de aflicción en la parte trasera. Cuando llegamos
al apartamento miré a través de de la camioneta hacia Donghae pero estaba
doblado hacia atrás del asiento frotando la cabeza pelada de Kyuhyun y
diciéndole palabras tranquilizantes.
—Oye no sé cuánto
va a tomar llevarlo, tú puedes solo quedarte y si quieres que te lleve a casa o
lo que sea, lo haré.
El me miró sobre
su hombro y levantó una ceja.
—Hyukjae, está
bien. No es como si no supiera cómo terminas en el estado en el que estás normalmente los
domingos en la mañana. Como te dije solo tengo que trabajar el domingo
alrededor de las diez, en tanto hagas que eso ocurra estamos bien.
En una pérdida de
palabras solo lo miré durante un momento antes de que el balbuceo de Kyuhyun me
hiciera moverme.
—¿Siempre has
sido así de asombroso?
El cerró todas
las puertas detrás de nosotros y me ayudó a arrastrar a Kyuhyun por las
escaleras. Noté que no respondió mi pregunta, pero sí le consiguió a Kyuhyun un enorme vaso de agua y
buscó alrededor en mi baño hasta que encontró algunos analgésicos. Dejó ambos
en el lavamanos de mi baño en el pasillo que Kyuhyun usó y me dio una mirada
intencionada.
—Ven a buscarme
cuando hayas terminado.
Maldije en una
larga letanía en voz baja mientras ayudaba a Kyuhyun a quitarse su térmica y
jeans. Estaba contemplando el empujar su trasero en una ducha fría cuando el
tequila comenzó a tomar venganza. La cabeza tatuada desapareció dentro del
inodoro y pasé la siguiente hora asegurándome de que no se desmayara y
alternativamente metiendo líquidos por su garganta y saliendo del camino cuando
salían de vuelta. Cuando estaba finalmente seguro de que no iba a enfermarse
más lo llevé a su cama y me aseguré de que estuviera boca abajo antes de hacer una
rápida limpieza del baño y de mi mismo, y luego fui a buscar a Donghae.
La puerta de mi
habitación estaba medio abierta y él tenía mi televisión encendida. No estaba
seguro de qué iba a encontrar, la parte más sucia de mi imaginación tenía todo
tipo de interesantes escenarios dispuestos pero no me esperaba ninguno de
ellos.
Donghae tenía mi
King desmontada hasta el colchón y estaba haciendo algún tipo de trabajo de
cambiar toda la ropa de cama. Sus locos zapatos azules estaban en el centro del
suelo viéndose completamente fuera de lugar junto a mi camiseta descartada y
jeans y mientras me apoyaba en la entrada todo lo que podía hacer era observarlo.
Parecía estar teniendo algún tipo de conversación con él mismo pero estaba
murmurando demasiado bajo para escuchar lo que estaba diciendo. Esperé cinco segundos completos
para que levantara la mirada o me notara mirándolo pero nunca lo hizo, así que
pregunté:
—¿Qué estás
haciendo? —Lo que la hizo saltar como medio metro en el aire.
Puso una mano en
su pecho y tuvo la buena voluntad de lucir un poco culpable.
—Cambiando tus
sábanas.
—¿Por qué?
—Uhh… ¿Por qué?
—Sí, Donghae ¿por
qué estás cambiando mis sábanas a las casi tres en punto de la mañana?
Fue salvado de
responder cuando el celular sonó desde su bolsillo. Tuvo una breve conversación
con quien supuse que era Zhoumi y dejó el teléfono en la mesita de noche junto
a la cama. Recogió el borde de mi edredón y comenzó a alisarlo de vuelta sobre
la gran cama.
—Zhoumi consiguió
un aventón a casa, supongo que tu amigo en la banda lo recordó de El Panda y le
ofreció llevarlo.
—Eso está bien,
sin embargo Henry no es exactamente conocido por ser del tipo de un joven así
que espero que no esté leyendo nada en eso.
—Como dije Zhoumi
puede cuidar de sí mismo y honestamente tú no eres realmente conocido por eso
tampoco —movió su mano hacia la cama—, así que estaré maldito si voy a dormir o
hacer algo más en una cama que ha tenido más visitantes que DIA sin cambiar las
sábanas primero. —Su labio inferior salió y sonó levemente desafiante.
—Donghae. —Me
moví fuera de la entrada, asegurándome de cerrarla y girar el seguro en mi
camino hacia él—. Nadie ha estado en esa cama desde ti. Te dije que sabía ese
sábado que algo que era diferente estaba pasando entre nosotros.
Donghae tembló un
poco mientras me acercaba y pude ver pura vulnerabilidad en sus ojos. Era
aterrador saber cuán fácilmente podía herir a este chico y cuan
desesperadamente no quería que eso pasara.
—No sé como hacer
esto contigo, Hyukjae. Me lancé borrachamente a ti y tuve suerte de que
estuvieras dispuesto a atraparme, pero sobrio es difícil mirar esa cama y no
ver a cada chico que ha estado allí antes que yo, a veces más de uno a la vez.
El intentó
aligerarlo pero podía escuchar la genuina melancolía pintando su tono. Puse
ambas manos en su rostro e incliné su cabeza hacia atrás para que estuviéramos
frente a frente.
—No puedo cambiar
el pasado, Nemo, nada de eso. No puedo hacer que ninguno de esos jóvenes o el
hecho de que los viste los domingos por la mañana algunas veces se vaya, no
puedo traer a Eunhyuk de vuelta o volver en el tiempo y no llamarlo por un
aventón esa noche. Hay probablemente un
millón y uno de remordimientos que tengo y si van a estar entre nosotros o en
la cama entonces paremos ahora porque no voy a combatir por mi pasado cuando mi
futuro está finalmente comenzando a ser algo en lo que quiero invertir.
El levantó sus
manos y agarró mis muñecas, primero pensé que iba a alejarme pero no lo hizo.
Se inclinó hacia adelante y dejó que su frente se apoyara en el centro de mi
pecho.
—Hyukjae si esto
va mal va a ser tan, tan malo. —Su voz era solo un ronco susurro contra mi pecho.
—Verdad, pero si
es bueno va a ser muy, muy bueno. —Cavé con mis dedos a través de su cabello y
dejó que sus manos cayeran en mis hombros. No éramos una pareja perfecta, él
era más bajo que yo y tenía que admitir
que sabía que lógicamente hacíamos un extraño par, físicamente, pero había solo
algo sobre él, algo sobre la manera en que se curvaba en contra de mí, la
manera en que suspiraba mi nombre como una oración, la manera en que olía a sol
y dulzura y todo delicioso envuelto en una mordida que hacía que nada de eso
importara y lo hacía el único que podía recordar querer sostener por más que un
breve momento de un minuto.
Comenzó a tirar
mi camiseta sobre mi cabeza y reí un
poco cuando se enojó cuando se atascó en mi puntiagudo cabello. Me hizo
una cara y la lanzó sobre su hombro al suelo. Usó un dedo para tocar la punta
delantera del halcón con clavos y levantó una ceja.
—Luces caliente
con un mohawk, Hyukjae pero debo decir que éste cabello es más problema de lo
que vale. —Trazó sus manos sobre mis costillas
y se detuvo para mirar el trabajo de arte impreso allí. En un lado había
una parca que corría desde debajo de mi axila hasta sobre mi muslo, en el otro
lado había un hermoso ángel y en medio de ellos en mi espalda había una masiva
cruz gótica que iba de omóplato a omóplato y terminaba en mi coxis,
desplazándose de hombro a hombro en un cartel elegante estaba “Eunhyuk” en
escritura negrita. Tenía más piel con tinta que sin y cuando normalmente no
pensaba sobre eso, estar desnudo junto a él en toda su pálida y perfecta piel
parecía levemente abrumador. Sus manos se movieron más abajo y antes de que
siquiera lo hubiera besado estaba jugando con mi broche del cinturón.
—Eunhyuk habría
amado esa pieza ¿sabes? Siempre solía decirme que estaba tan feliz cuando
comenzaste a tatuarte. Dijo que alguien teniendo el mismo rostro que el suyo
siempre era demasiado extraño, pero entonces comenzaste a lucir tan diferente,
estaba feliz de que fueras tú porque no había forma de que él pudiera tolerar
sentarse lo suficiente para obtener algo hecho.
Era verdad.
Eunhyuk siempre se estaba moviendo, siempre jugueteando y moviendo nunca habría
sido capaz de sentarse lo suficiente para una sesión y cada vez que había
llegado a casa con una nueva pieza que quería lucir, él había sido el primero
en verla.
Si hubiera vivido
lo suficiente para verme terminar mi aprendizaje me había prometido dejarme
dibujarle algo, era uno de esos millones de arrepentimientos de los que había
mencionado antes.
Donghae estaba
haciendo un corto trabajo en mis pantalones y tuve la repentina necesidad de
reducir la velocidad, así que lo levanté y lancé al centro de mi cama. Él rebotó
torpemente y terminó esparcido en su espalda con piernas y brazos abiertos. Me
quité las botas y dejé que mis pantalones cayeran el resto del camino, ya que
típicamente solo iba a lo natural, cuando me subí sobre él estaba desnudo y él
estaba todavía completamente vestido. Sus ojos se pusieron grandes porque puse
mis manos bajo su camiseta y bajé para plantar un montón de besos por su
garganta.
—Eres como buen
whiskey, Donghae. Te subes a la cabeza de un tipo rápido y suave. La última vez
pasamos rápidamente por un montón de cosas buenas, ¿por qué no andamos un poco
más lento esta vez? —Dejé que mis dedos rozaran sobre su pecho y sentí su
cuerpo tensarse. Dobló sus rodillas para que estuviera acunado entre ellas, encajábamos
bien. Dejó que sus manos vagaran por toda mi espalda y sentí el borde de sus
uñas enterrarse en mi piel y la presión de sus talones en la curva de mi trasero, fue asombroso.
—Tenía miedo la
última vez que si disminuíamos la velocidad para pensar, tú pararías y sentía
que moriría si tú parabas.
Tenía mis manos
bajo su camisa y él estaba haciendo pequeños sonidos de jadeo que me ponían más
duro de lo que ya estaba. Le quité la camiseta sobre su cabeza y sellé su boca
cerrada con la mía. Él no vaciló en devolverme el beso y decidí entonces que
besar a Donghae era probablemente lo más cercano al cielo de lo que iba a
llegar. Había solo la correcta cantidad de dar y tomar, solo la correcta
cantidad de lengua y dientes, justo la correcta cantidad de sin aliento que me
hacía ver estrellas y querer romper sus pantalones y seguir adelante como un
pillo.
Él no estaba bromeando
sobre gustarle la joyería en mi boca. Frotaba su lengua a través del piercing
en el labio y frotaba su labio inferior por el aro en una manera que tenía mis
ojos cerrándose y casi haciéndome olvidar que se suponía que le mostrara
que había montones de cosas buenas que
habíamos saltado la última vez.
—Ves, no creo que
hayamos pasado tiempo aquí. —Corrí mi pulgar sobre su pezón y observé cómo se
fruncía instantáneamente con mi toque—. Eres tan bonito Donghae y no creo que
siquiera conozcas la mitad de ello.
—Dejé que mi lengua corriera a través de la base de su garganta hacia abajo
hasta que tenía una cima en mi boca. Sabía tan dulce como olía y la idea de que
yo era el único que llegó a hacerle esto, Donghae era mío, solo mío lo hacía
todo aún mejor.
Murmuró mi nombre
y se arqueó mientras lo trabajaba bastante bien con mi boca en su pecho. Estaba
ondulante debajo de mí acercándome con manos codiciosas y frotando contra la
parte de mí que estaba completamente de acuerdo con él que iba a tener que ir
lento. Dejé ir la piel que estaba torturando
—Ves, cosas
buenas.
Él suspiró:
—Completamente.
—Apoyé mi peso en un codo y tracé un camino desde su garganta a su ombligo. La
tensa piel en su vientre, tembló un poco
cuando tracé un patrón alrededor. Me gustaba la manera en que mi piel tatuada
se veía en contra de la suya; también obtuve una pequeña patada por el hecho
cuando estiré mi palma en contra de su vientre, mi nombre fuera de un lado al
otro clamando lo que estaba comenzando a considerar mío propio. Dejé que mi
pulgar se enganchara bajo la parte
superior de sus pantalones y froté un patrón que lo hizo moverse de manera
atractivo contra mí.
—Hyukjae. —Había
un borde en su voz—. ¿Qué estás esperando?
—Nada. —Lo besé
de nuevo y me tomé mi tiempo con ello quería que supiera que me afectaba tanto
como yo parecía afectarle a él.
Normalmente
cuando estaba con una pareja era todo sobre gratificación instantánea, no había
construcción, sin anticipación. Quiero decir que me gustaba pensar que había
desarrollado algunos buenos movimientos con los años pero también era un
fanático de llegar a la línea final en el menor tiempo posible. No estaba allí
para crear recuerdos. Estaba allí por un orgasmo bloqueador de mente y un
minuto de paz, pero él era diferente. Con Donghae yo era diferente y esto
pasando entre nosotros era definitivamente diferente.
Entré a sus súper
ajustados pantalones y estaba sorprendido de encontrar que no se había
preocupado con nada debajo. Levanté mi cabeza y
le sonreí.
—¿A lo natural?
Él se encogió de
hombros y se movió un poco cuando mis dedos rozaron todas sus suaves y cálidas
partes.
—¿Qué? Estos
pantalones están prácticamente pintados y sin importar cuán pequeña es la ropa
interior se muestran así que nada debajo era la única opción.
—Nunca te habría
identificado con ese tipo. —Él jadeó mi nombre mientras hacía mi camino. Todo
su cuerpo se encorvó arriba contra el mío y lo tomé por la espalda para
mantenerlo allí y pegado bajo mis
atenciones. La fricción entre lo que estaba haciendo y sus pantalones
ajustados estaba haciéndolo
temblar en mis
brazos y sabía
que era solo cuestión de tiempo antes de que se
desmoronara en mis manos.— Eres siempre tan propio y contenido ¿quién sabía que
debajo había tal chico travieso?
Donghae estaba
resbaladizo y agitado, todas las cosas como quería que estuviera una pareja antes
de que hiciera un dulce sonido de sorpresa y abriera sus ojos hacia mí. Sus
manos se engancharon en mi cuello y me tiró hacia abajo por otro beso enloquecedor justo antes
de que lo sintiera desvanecerse.
Sonreí contra su
boca y me moví para ayudarle a quitarse sus pantalones a pesar de que se estaba
moviendo mucho más lento que yo. Una vez que estuvo desnudo como yo me tomé un
minuto para apreciar la vista porque un Donghae desnudo era algo que apreciar y
un desnudo luminosamente satisfecho Donghae era algo que artistas maestros
matarían por capturar en sus lienzos.
Se inclinó sobre
mí para sacar un condón del cajón. Me recosté en mi espalda y lo dejé subir
sobre mí. Puse mis manos detrás de mi cabeza y solo observé como rompía el
paquete con sus dientes y comenzó a alistarme. Era cuidadoso con ello y creo
que asustado de poder lastimarme, pero era algo bueno que se tomara su tiempo
porque la joyería abajo a veces dificultaba ponerse protección. Una vez que
todo estaba listo y estaba lo suficientemente duro para martillar clavos me
miró con aprensión y se apoyó en mi regazo.
—No creo saber
cómo hacerlo de esta manera.
¿Y no era eso
solo asombroso? Podía enseñarle a este hermoso, asombroso, chico patea traseros
todo sobre el sexo y todo sobre la genial mierda en medio. Me moví para que él
estuviera donde necesitaba estar y lo ayudé a descifrar cómo deslizarse y
volver a subir.
Apreté mis
dientes y dejé salir algunas maldiciones porque nada me tenía preparado para él
tratando de encontrar su ritmo. Mientras
se movía arriba y abajo, moviéndose atrás y adelante y prácticamente volviendo
mi mente papilla intenté mantener alguna pizca de control pero no tenía
utilidad. Cuando lo sentí empezar a desvanecerse lo giré sobre su espalda y
embestí dentro de él como si estuviera
intentando enterrarme en él para vivir por siempre. No pareció importarle mucho
el movimiento, sus uñas rascaron por la parte rasurada de mi cabeza y sus
pequeños dientes mordieron mi hombro. Tomó solo otra respiración antes de que lo
siguiera sobre el borde y yacer en una destruida pila sobre él. Sentí sus manos
sobre mis hombros y su voz ronca preguntar en mi oído
—¿Has sido
siempre así de asombroso?
Estaba pasando un
mal momento concentrándome en mi grupo de estudio, lo cual no era algo bueno
porque todos esperábamos soportar
nuestro propio peso.
Yo era bastante bueno con anatomía por lo que no
estaba muy preocupado en retrasarme pero no quería que nadie más quedara
retrasado porque yo no podía mantener la cabeza en el juego. Intentar encontrar
tiempo para trabajar en Hyukjae con mi ya ocupada agenda estaba resultando ser
una tarea desalentadora y frustrante.
En las últimas
dos semanas solo había conseguido exprimir dos citas de almuerzo cuando él
tenía tiempo entre los clientes, un viernes a la noche donde se acercó a la
barra con sus amigos y lo pasó conmigo hasta que me fui, y el subsecuente
sábado a la noche que claro llevó al domingo por la mañana, pero yo tenía que
trabajar por lo que el domingo fue solo un breve beso de despedida y luego
estaba dirigiéndome hacia la puerta. Hablamos por teléfono y nos mensajeamos de
ida y vuelta, pero no era suficiente para mí y ahora que yo estaba durmiendo
con él sobre una base regular no era bastante para mí, que quería más que nada
rodar por la cama con él en cada oportunidad que tuviera.
Me estaba
ruborizando por el recuerdo particularmente caliente cuando alguien tuvo que
tocarme en el hombro para llamar mi atención. Estoy seguro de que mi cara
estaba de un brillante rojo así que me aclaré la garganta y me abaniqué con el
bloc de notas que estaba usando para tomar notas.
—Lo siento, ¿qué
preguntaste?
Él repitió la
pregunta y me tropecé a través de una respuesta, diciéndome que tenía que
mantenerme enfocado durante la restante hora de la sesión. Mi teléfono salió un
par de veces de mi bolsillo, pero como un buen estudiante de la universidad lo
ignoré y apreté los dientes el resto de
la porción de preguntas y respuestas de la reunión.
Tan pronto como
el tiempo terminó, reuní mis cosas y salí volando de la habitación que
estábamos usando para la reunión. Fue grosero pero ni siquiera me molesté en
despedirme de mis compañeros. Quería ver
lo que estaba en mi teléfono. A Hyukjae le encantaba enviarme sucios mensajes
de texto cuando menos lo esperaba. Me hacían quedar sin aliento y tonto y no podía
esperar para ver lo que este podría ser, solo que el nombre en mi teléfono no
era de él sino de Sehun y eso me hizo querer lanzar el pequeño aparato al
suelo.
Appá seguía
insistiendo en una reunión familiar, afortunadamente su horario estaba tan
ocupado que yo había podido evitarlo, y a Sehun por las últimas semanas, pero
por el sonido de los mensajes que él había dejado ese ya no era el caso.
—Donghae, hablé
con tu appa hoy. Le gustaría que te llevara a Mopko el sábado a la noche para
cenar en el club. Le gustaría que te quedaras la noche allí y luego haremos una
gran reunión en su casa el domingo para un brunch. Mis padres estarán presentes
junto con varias personas influyentes.
Gemí en voz alta
y me desplacé al siguiente mensaje.
—Sé que estás
dudando de pasar tiempo a solas conmigo luego de mi errático comportamiento,
pero te aseguro que mis intenciones son buenas. Todo lo que te ofrezco es un
aventón.
Definitivamente
no quería estar atrapado en un auto con Sehun por una hora y ciertamente no
quería lidiar con mi appa por un fin de
semana entero, además de que el sábado por la noche había probado ser la
única noche que realmente podía pasar con Hyukjae y estaba completamente seguro
de que no quería renunciar a eso, pero no veía que tuviera una opción. Me mordí
el labio y respondí que iba a estar allí, pero que conduciría yo. No existía
manera de que fuera a ir a Mopko sin una vía de escape. Él me contestó que eso
estaría bien y preguntó si no me importaría darle un aventón. Quise decir que
no, pero me imaginé
que no dolería
nada llevarlo y
dejarlo.
Arreglamos
encontrarnos en una panadería que estaba entre nuestras dos casas el sábado a la
mañana y estaba a punto de apartar el teléfono cuando la cara burlona de
Hyukjae me observaba desde la pantalla y no pude contener una sonrisa.
Zhoumi me
advertía cada día que tenía que ser cuidadoso. Estaba enamorado de Hyukjae;
Hyukjae no estaba enamorado de mí. Estábamos teniendo sexo, un sexo realmente
increíble, que hace que el mundo se detenga pero él nunca, jamás mencionó algo
sobre una relación o cómo se sentía, y mi compañero de cuarto estaba seguro de
que yo me encontraba de pie en el acantilado de un desamor épico tan solo
esperando a caer.
Por ahora yo
estaba tomando lo que él estaba dispuesto a dar, o sea que era más de lo que
jamás le había dado a nadie, pero en el fondo de mi mente sabía que no duraría
por siempre y que con el tiempo algo entre nosotros iba a tener que cambiar o
por lo menos ser definido en términos más claros como los que podría vivir.
—Hola tú, pensé
que ibas a trabajar hasta tarde esta noche.
—Así es. También
me estoy muriendo de hambre y preguntándome si ya has comido.
—No, acabo de
salir de mi grupo de estudio y tengo que ir a trabajar en un proyecto para mi clase de anatomía.
—¿Es algo que
puedas hacer aquí?
Metí una hebra de
cabello detrás de mí oreja y caminé con cautela en el estacionamiento
congelado.
—¿En la tienda?
—Sí, tenemos
Wi-Fi y está tranquilo, solo mi cliente y yo. Puedes agarrar algo de comida y
luego trabajar por un par de horas hasta que yo termine. Podemos volver a mi
casa más tarde si quieres.
Era algo que
quería totalmente. Me mordí el labio y entré en mi auto.
—¿Estás seguro
que puedes trabajar conmigo por ahí?, es decir, no quiero distraerte o algo
así.
—Si bien eres
mucha distracción, Nemo, mi cliente es un detective de cincuenta años retirado
de homicidios que con mucho gusto chasquearía mi cuello si cago su trabajo. Es
un tatuaje recordatorio en honor a su hijo, el cual murió en Afganistán así que
aliméntame para que pueda hacer un buen trabajo y no me pateen el trasero.
Reí y sujeté el
teléfono entre mi hombro y oreja. Nunca había estado en la tienda de Hyukjae,
parecía como una línea de no cruzar en nuestra relación previa, pero tenía que
admitir que tenía curiosidad de ver cómo se veía el interior de un salón de
tatuajes real.
—¿Qué quieres que
te lleve?
—No importa. No
soy exigente, solo asegúrate que haya mucho de lo que sea que traigas.
—Muy bien,
todavía estoy en la escuela así que dame media hora más o menos.
—Genial. —Colgó
sin despedirse, algo que me volvía loco porque siempre lo hacía pero estaba
aprendiendo que él tenía muchas rarezas que no había notado antes. Había mucho
que estaba aprendiendo con respecto a él, cosas que me sorprendieron no
haberlas notado con los años, como el hecho
de que él era tan buen amigo.
Lo había visto
interactuar con Siwon y Eunhyuk por lo
que sabía que era confiado y amoroso con aquellos que le importaban, pero era
de la misma manera con sus chicos. Kyuhyun y Hyukjae eran casi un equipo.
Cuando uno hacía algo el otro hacía lo contrario instintivamente, vivían en
sincronía, trabajaban en sincronía y era claro de ver que se tenían el uno al
otro y de tan alto mantenimiento y complicado como era Hyukjae, tenía que
admitir que era fascinante de ver.
Se hacían reír
entre sí y se hacían enojar, Hyukjae era el detestable y Kyuhyun era el friki
del aseo. Se cuidaban mutuamente de diferente manera, Kyuhyun tendía a ser más
tranquilo y a dejar que las cosas pasaran, como el imbécil de enfrente de la
calle tomando su espacio de estacionamiento a pesar de que estaba cubierto de
nieve y frío, no le molestaba lo
suficiente para armar un escándalo, pero Hyukjae era un luchador nato, un
cabeza caliente que se negaba a dejar que algo se calmara.
El sujeto en el
lugar de Kyuhyun salió para encontrarse con que su auto había sido pintado con una
elaborada escena de un gran dinosaurio púrpura tomando la cabeza de lo que
parecía ser un pervertido Yoda sobre el capó, hecho de pintura lavable. Seguro
que se puso furioso y quiso llamar a los policías pero Kyuhyun le había hablado
de ello al señalar que pudo haberle embargado el auto lo que le costaría más
que un viaje al lavadero de autos, mostrando que los chicos se equilibraban
entre sí.
Me decidí por
comida china porque podía agarrar una decente
variedad de cosas y me encantaba el pollo sésamo. Había cola y tuve que
esperar por lo que pareció como una eternidad para conseguirlo. Fue cerca de
una hora para cuando encontré la tienda y un lugar para estacionarme que no me
llevara una hora para llegar caminando a la tienda.
Ahhhh
ResponderEliminarOh si~ van genial!
Hasta que aparece él otro y lo daña todo!!!
Nooooo no aceptes ir!!! Nooooo
Ahhhhhh
Imagínate que solo se lo menciones a Hyuk...
Eliminarespero y se sigan conociendo como pareja
ResponderEliminarUna pareja tan dispareja... es un gran reto para ambos
EliminarMe encanta que poco a poco se vayan dando estos acercamientos... aunque hay que esperar que dira Hyuk cuando Hae le diga que se va de viaje con el tonto de Sehun.
ResponderEliminarGracias por el cap ^_^