Donghae estaba
borracho, muy, muy borracho. También estaba vestido como algo salido de una
fantasía retro y tenía esas botas que me hacían querer babear. Había
estado malhumorado y temperamental toda la semana, mis amigos lo
habían notado, mis clientes lo habían notado, el chico con el que salí el
sábado por la noche lo notó. No podía
decir que era.
Al principio
pensé que era Siwon, estaba molesto porque
él simplemente no le diría a appá que superara su mierda. Quería que él
pasara tiempo conmigo, para tener un buen rato antes de trasladarse de regreso al desierto pero él no estaba listo a
perder la esperanza de que pudiera arreglar nuestra rota familia y yo no quería
pelear con mi hermano el maldito héroe de guerra.
Pensé que solo
necesitaba tener sexo, pero el ardiente rubio con el que fui a casa el sábado
empezó a molestarme en el auto y para el momento que llegamos a su habitación
la última cosa que quería hacer era verlo desnudo así que me escapé.
El domingo pasó y
mi humor se volvió más y más oscuro. Los chicos sugirieron ir a El Panda,
pensando que quizás lo que necesitaba era una dosis verbal besa culos para
sacarme de dejar de pensar tanto pero me negué y en lugar de eso pasé el día
pensativo y jugando Call of Duty. No tenía idea de cuál era mi problema pero
con Donghae pegado enfrente de mí estaba empezando a tener una idea.
Ahora con él
mirando hacia mí con enormes ojos y moviéndose inestablemente sabía que lo
correcto era ayudarlo y enviarlo por su
camino, pero entonces me besó y yo estaba bastante seguro que olvidé mi propio
nombre. Al principio estaba muy sorprendido para reaccionar, quiero decir había
besado cientos de veces y allí siempre había habido algo agradable al respecto,
pero Donghae pateo por la curva y fue directamente a inducir un coma.
Después que tuve
suficiente sangre por debajo de mi cinturón me di cuenta que estaba alejándose,
o mejor dicho cayéndose y sí yo era una idiota certificado porque sabía que él
estaba bebiendo y sabía que todavía era para todos los efectos el chico de mi
hermano gemelo pero nada de eso me detuvo porque también sabia dulce y picante,
se sentía mejor que nada que pudiera
recordar en toda mi vida, además su mano estaba envuelta alrededor de mi cuello y
estaba jugando con la cresta puntiaguda de mi nuevo corte de cabello y estaba
dirigiéndose justo a mi polla que estaba gritándome que hiciera algo. Así que
como un bastardo lo hice.
Lo alcé. Su
pantalón era ceñido así que no tuve problema para moverlo hacia arriba sus
pantorrillas bien torneadas para que pudiera conseguir envolver sus piernas
alrededor de mí.
Él hizo un sonido
de jadeo y quizás, posiblemente habría parado lo que estaba haciendo a su boca
si no hubiera usado su nueva posición para apretar mi dureza y para meter sus
manos debajo de mi camiseta.
De todas las
cosas que jamás había pensado sobre Donghae ninguna de ellas era, el hecho que
iba a estallar como un cohete cuando lo tocara de la manera correcta. El
siempre lucía tan indiferente tan compuesto pero ahora estaba tirando de mi
camiseta por encima de mi cabeza y haciendo algo con su lengua sobre el aro de
mi labio que estaba haciendo mis ojos dar vueltas. Sabía lógicamente que
Kyuhyun estaba probablemente solo a unos cuantos minutos por caminar por la
puerta con su compañero de piso y esto tenía que parar. No había manera que yo
fuera capaz de vivir conmigo mismo si dejaba que esto se saliera de las manos
mientras estaba borracho, así que lo solté enfrente de mi y pensé que quizás,
solo quizás incluso borracho él sería la voz de la razón.
Él solo miró
hacia mí a través de sus ojos caídos y lamió su boca muy bien trabajada por la
curiosidad de su servidor. Nada en este
planeta jamás había sido más caliente. Empezó a quitar su chaqueta y se movió
pasándome por el pasillo. Olvide que sabía dónde estaba mi habitación, que
sabía su camino en mi apartamento, que tenía una maldita llave.
Estaba en la
punta de mi lengua decirle que parara, decirle que solo lo pondría en su cama y
él podía olvidar lo que sea que esto fuera, pero mientras seguía detrás de él
su chaqueta golpeó el suelo seguido por su camiseta y el pantalón que hacía
increíbles cosas a su trasero. Levanté la ropa descartada e intenté hablar
conmigo mismo desde la repisa. No podía hacer esto, no haría esto, era lo
suficientemente malo que lo haya besado como un trastornado lunático del sexo.
Necesitaba tomar el control de regreso como ayer. Este era Donghae, no algún
tonto de un bar. No alguien que pudiera patear despiadadamente fuera en la
mañana y nunca hablarle otra vez.
—Donghae. —Él se
giró y me miro sobre su hombro y creo que me desmayé por un segundo. Dejé caer
la pila de ropa en mis manos en el suelo y traté de despegar mi lengua del
paladar de mí boca.
Había visto
muchos jóvenes desnudos pero ninguno de ellos eran este joven, ninguno de ellos
se le acercaba. De alguna manera logró salir de esas botas de motociclista sin
caerse de bruces y estaba mirándome vestido en nada más que uno trozo de seda
negro, y cada buena intención, cada idea de que sería el chico bueno, que haría
lo correcto salió por la ventana.
Era todo perfecta
piel blanca, un pecho bien formado, con pezones que decían: tócame, por favor
dios toca. Tenía un cuerpo para hacer a un hombre estúpido y yo no era
inmune. Di un paso torpe hacia él después de patear la puerta cerrándola detrás
de mí. En algún lado mi conciencia estaba susurrando que solo debería ponerlo
en su cama y buscar un gigante botella de Crown para acurrucarme y una ducha
fría para hacer que mi libido regresara
a su lugar, pero nada de eso iba a pasar porque él me encontró a mitad de
camino y sus pequeñas manos fueron directo a la hebilla de mi cinturón.
—Donghae.
—Intenté otra vez. Puse mis manos sobre sus hombros para alejarlo, pero él se
presionó cerca de mí, sus manos acortando el trabajo de mi cinturón y sujetando
mis pantalones. Sus labios revolotearon sobre las rápidas pulsaciones en mi
garganta. Sus manos viajando ligeramente sobre mi pecho y a través de mis
abdominales que estaban tensos con deseo. Una de sus piernas se deslizó entre
las mías contra la evidencia de que no iba a detenerlo a pesar de saber que era
lo correcto.
—Deja de pensar
tanto. —Su voz fue toda ronca y nublada con deseo. Él era la última persona en
la tierra con la que yo debería estar contemplando hacer esto pero incluso
mientras las objeciones pasaban a través de mi niebla de lujuria usé una mano
para enredarla en su cabello mientras sellaba mi boca sobre la de él.
Besar a Donghae
era una experiencia diferente a besar a cualquier otro. Para empezar él era
realmente buena en ello. La mayoría se perdían o se confundían un poco porque
mordían mi piercing labial y el hecho de que tenía una barra de metal en el
centro de mi lengua, Donghae parecía impasible a los dos y me besaba como si
hubiera nacido para hacerlo.
Él también era
más bajo que la mayoría con los que yo normalmente me enrollaba así que había
una completa línea de aprendizaje donde yo tenía que encontrar una manera para
conseguir las mejores partes de nosotros alineadas. A él no parecía importarle
para nada que yo fuera un poco rudo, que estuviera repentinamente impaciente.
Sentía que si me daba mucho tiempo a mí mismo para darle vueltas en mi cabeza
lo que estaba haciendo vacilaría y me detendría y hombre yo realmente,
realmente, no quería detenerme porque sus manos habían encontrado su camino
dentro de mis pantalones y mi polla me mataría si empujaba el empalme ahora.
Tiró de mis jeans
bajándolos por encima de trasero y lo levanté para que estuviéramos presionados
juntos de hombros hasta muslo. Me encogí sacando el resto de los pantalones y
le di un pequeño empujón para que cayera sobre la cama desecha.
Tomó algunas
maniobras y unas cuantas malas palabras para quitarme mis botas y cuando fui
a trepar por encima de él mi cerebro hizo corto circuito porque todo lo que él
tenía puesto eran unos boxer de seda y una mirada de ensueño en su cara.
Mucho jóvenes
habían estado en esta cama, de hecho el último fin de semana había sido la
primera vez en mucho tiempo que lo había pasado solo, pero a pesar de que
estaba en una neblina de testículos apretados por el deseo sabía sin una sombra
de duda que ninguno de ellos lucía como Donghae lucía contra las oscuras
sabanas y edredón. Él deslizó una apreciativa mirada sobre mi forma desnuda, no
que nunca antes lo haya visto, pero de alguna manera ahora que estaba tumbado
encima de él, la mirada era más “házmelo” y menos “Hyukjae eres asqueroso”.
Su mano rozó sobre
el tatuaje del sagrado corazón en el centro de mi pecho y arriba a lo largo de
las dos piezas de costillas gigantes que cubrían la mayor parte de mi torso.
Tenía bastante color y bastante trabajo artístico decorando mi piel y cuando
estaba desnudo tendía a ser demasiado para tomar y había sido abrumador para
algunas de mis menos aventureros compañeros de cama. Quiero decir yo no era
vanidoso o presuntuoso pero sabía que yo era algo bueno para mirar. Era alto y
tendía hacia lo delgado y en forma, iba al gimnasio varias veces a la semana
pero nada de eso realmente importaba porque él estaba mirándome como si fuera
todo lo que jamás hubiera querido y
estaba haciendo cosas raras a mi cabeza.
También había una
barra atravesada en la cabeza de mi pene que significaba que era a la vez
valiente y estúpido; porque la mitad de los jóvenes que lo veían no tenían idea
que hacer con él. Donghae se había movido suficientes veces sobre mí para saber
que estaba allí, pero a él no parecía importarle de todos modos. Pasó la yema
de su pulgar cepillando a través de la bola superior del mismo lo que me hizo
aspirar una bocanada de aire.
Me di cuenta que
estaba dejando a este chico tomar todas las decisiones, que estaba a punto de
tener sexo con él y apenas habíamos dicho una palabra, que él estaba tocándome,
volviéndome loco y yo solo lo estaba dejando. Necesitaba seguir con el programa
así que enganché mis dedos en su pequeña ropa interior y la bajé por sus
piernas. El tembló en respuesta y ahora que estaba finalmente todo desnudo
atrapado debajo de mí hubo un indicio de inquietud en su mirada cargada.
Él colocó sus
manos en cada lado de mí cabeza y me di cuenta que mi nuevo corte no era exactamente fácil para
trabajar cuando el sexo estaba involucrado. No había nada ahí arriba para
agarrar, nada ahí arriba para que pudiera correr sus dedos a través de él, todo
estaba como en pinchos y estropeados en picos hechos para intimidar aunque a él
parecía no importarle. Raspó con sus uñas a través de mi cuero cabelludo y me
dio una sonrisa torcida. No podía decir si el alcohol estaba desapareciendo o
si finalmente estaba empezando a darse cuenta que estábamos desnudos en la cama
a punto de cruzar un límite definitivo, pero un indicio del Donghae con el que
estaba acostumbrado a lidiar comenzaba a surgir.
—Tú también, no
deberías serlo pero siempre lo has sido. Recuerdo la primera vez que te vi
pensé: no puedo creer que sean gemelos. Eunhyuk era tan apuesto, siempre tan
perfecto, pero tú, Dios Hyukjae tú simplemente eras hermoso.
El hecho que
trajera el nombre de Eunhyuk mientras su mano estaba envuelta alrededor de mi
polla debió haber sido como agua fría en el momento. Pero no lo fue. Lo besé
bajo su oreja y dejé que mis dientes
arañaran su cuello. El hizo un ruido que hizo algo al centro de mi pecho
y enganchó una pierna sobre mi cadera así que con todo su calor y ya listo para
seguir estaba presionado contra mi dureza.
Parpadee por un
segundo porque sentí como si olvidara algo. El estaba envolviendo sus brazos
alrededor de mis hombros y jadeando mientras rozaba besos a través de sus
pezones arrugados y justo mientras estaba a punto de empujarme dentro un
escalofrío de aprehensión se estrelló a través de mi columna y me levanté alejándome.
—Condón. —Había
estado teniendo sexo desde que tenía catorce años y no importaba cual joven fuera
o cuan borracho estuviera nunca lo olvidaba. El hecho es que mi cabeza estaba
dando vueltas alrededor por él, tan
perdidos en lo que estábamos haciendo que casi nos pongo a los dos en un
riesgo que me asusta hasta la mierda.
—Tengo uno en mi
cartera. —Miro hacia el y parpadeo.
—Donghae quieres
hacer esto? Piénsalo, estas borracho. Vas a arrepentirte en la mañana.
El se sentó su
cabello de dos tonos cayó hacia adelante. Lucía como cada sueño sucio que haya
tenido y no podía creer que yo estuviera tratando de evitar que hiciera esto
conmigo. Sus ojos repentinamente se volvieron brillosos y sabía que iba a
llorar. Fue a arrastrarse por delante de mí fuera de la cama, pero lo atrapé en
mis brazos y lo rodé así una vez más estábamos alineados.
—No llores.
—Tú nunca me
quisiste.
Estaba
sorprendido así que solo deje caer mi boca abierta.
—Uh estoy
bastante seguro que puedes sentir la prueba de que eso no es verdad, de hecho
acabas de tener tus pequeñas manos calientes sobre él.
El sacudió su
cabeza y su sedoso cabello rozo a través de mi pecho.
—Eso no es lo que
quiero decir.
—¿Qué quieres
decir? —se movió un poco contra mí y estiró un brazo para alcanzar mi cajón en
la mesa de noche. Si hubiera sido alguien más me hubiera vuelto loco, pero este
era Donghae, cualquier cosa que estuviera en
ese cajón no lo sorprendería o asustaría, incluyendo el arma cargada que
mantenía ahí. Escuché la envoltura de celofán romperse y sentí sus manos de
regreso bajo mi cintura. No estaba seguro de recordar tener a alguien jamás
colocándome un condón, se sentía tan bien.
—Hyukjae es mi
cumpleaños, mi vida es un maldito desastre la mayoría de las veces ¿Puedes por una vez hacer esto
por mí, por favor?
¿Qué hombre con
sangre corriendo por sus venas, rechazaría un increíblemente sexy, rubio
desnudo pidiéndote que por favor se lo
hicieras? No yo, de ninguna manera, no ahora, así que lo besé de nuevo, dejé mi
lengua deslizarse contra la de él y alcé su pierna sobre mi cadera. Me gustaba pensar
que sabía lo
que estaba haciendo
en este departamento, por alguna razón con él sentía
que lo que estaba haciendo era todo nuevo.
El me besó de
regreso sobre un suave jadeo mientras empezaba a deslizarme dentro. Estaba
apretado, estaba caliente, y creo que estaba a punto de morir si no conseguía
entrar todo el camino en el próximo segundo.
Susurró mi nombre
a través de mi cuello y arqueó su espalda. Sus uñas hundiéndose en mis hombros
mientras lo levantaba un poco e intentaba empujar todo dentro. Maldije y él se
congeló, definitivamente había algo en el camino pero mi momento era demasiado
increíble y yo lo tenía demasiado excitado para detenerme así que él bruscamente
amplió sus ojos en los míos mientras su boca hacía una pequeña O de
sorprendente dolor mientras miraba abajo hacia él.
—¿Qué mierda
Donghae?
Él le dio a su
cabeza una pequeña sacudida y alzó su otra pierna alrededor de mi cadera y se
movió contra mí en una manera que me hacía decir cada mala palabra que sabía.
—No te detengas.
Hyukjae, por favor no detengas. —estaba sin aliento y era demasiado tarde para
que esa fuera una opción de todos modos. El se sentía mejor que cualquier cosa
que haya sentido en mi vida y no había ninguna manera de que fuera a parar
ahora, no al menos que quisiera caminar gracioso hasta que tuviera treinta.
Dejé que los dedos de una mano se enredaran en su cabello y apoyé mi peso con
la otra así no estaba aplastándolo y me dirigí a tener el mejor sexo de mi vida
con un jodido virgen mentiroso.
El se movió justo
de la manera que quería lo hiciera, me tocó de maneras que me despertarían en
el medio de la noche recordándolas, me besaba como si hubiera sido creado para
hacerlo exactamente de la manera que me
gustaba, emparejó mi ritmo de la manera que solo personas que habían tenido un
montón de sexo juntos normalmente lograban hacerlo y cada vez que susurraba mi
nombre o hacía un sonido sexy de satisfacción
y placer me hacía sentir tres metros más alto. No había tenido sexo
sobrio en un largo tiempo, no había tenido sexo con alguien que conociera más
que unas horas en un largo tiempo tampoco y no podía creer la diferencia que
ambas cosas hacían.
Quería que fuera
bueno para él, quería volverlo loco como lo estaba haciendo conmigo y desde que
era su primera vez quería asegurarme que
fuera lo que él tuviera que comparar con cada tipo después de mí. Nos
movimos juntos, él arqueó su espalda y puso sus manos por detrás de mi cabeza.
—Oh Dios mío,
Hyukjae. —él estaba cerca; podía sentir los pequeños temblores a lo largo de mi
polla. No había manera de que fuera a arruinar esto así que lo toqué de una
manera que estaba garantizado hacerlo romperse y fui recompensado con enormes
ojos y un jadeo de rendición.
Estaba súper
aliviado porque yo no iba a durar mucho tiempo. Enterré mi nariz en su cuello y lo seguí por el borde.
Para el momento en que había terminado mis brazos estaban temblando y estaba
respirando como si hubiera corrido una maratón. Me deslicé fuera de él y rodé
sobre mi lado listo para que el arrepentimiento y desesperación se instalaran
sobre mí, sus ojos habían caído cerrados así que me paré para ir al baño y
limpiarme.
Tomé un par de
sudaderas y agarré una toalla limpia para él. Cuando regresé a la habitación
estaba enrollado en su lado con su mejilla descansando sobre sus manos
dobladas, se veía como alguien de dieciséis años. El constante aumento y caída
en su pecho indicaba que estaba dormido así que lo limpie lo mejor que pude sin
despertarlo y me acomode en la cama cerca de él. Crucé mis brazos bajo mi
cabeza y miré a mi techo.
¿Qué demonios he
hecho? ¿Y qué demonios Eunhyuk había estado haciendo con él todos esos años si
no había estado durmiendo con él? ellos siempre habían asegurado que eran solo
amigos pero nadie les había creído. El amor que se tenían el uno al otro, la
actitud protectora, la camaradería que compartían a menudo me volvía celoso y
ahora no sabía qué demonios pensar.
Donghae había
sido un joven que siempre entró en la categoría de jóvenes con los que no puedo
o debo tener sexo la mayor parte de mí vida pero ahora yo había fastidiado eso
hasta hacerlo trizas y no sabía qué hacer sobre ello.
Él no era solo un
joven al que nunca podía llamar otra vez, que podía empujar fuera de la puerta
la mañana siguiente y no tenía ni una pista sobre qué hacer al respecto. Agrega
el hecho de que fue probablemente el más intenso, mejor sexo en mi vida y
sentía que estaba perdiendo el control. No debería sentirme de esa manera con
Donghae; él no debería ser el que sacudiera mi mundo como nunca antes había
sido sacudido. Francamente me extrañaba que él fuera mejor y estuviera
encantado por la tinta y perforaciones que la mayoría de los jóvenes que traía
a casa. Ahora tenía un enredo sobre mis manos y el joven equivocado en mi cama
y no tenía ni idea que hacer al respecto.
Me quedé dormido
un poco después que el sol empezara a salir así que cuando desperté al sonido
de mi teléfono la primera cosa que hice fue mirar al otro lado de la cama.
Todas las cosas de la noche anterior chocaron contra mi cabeza. Donghae se
había ido. La pila de ropa que dejé anoche sobre el suelo estaba doblada
cuidadosamente sobre el final de la cama y nada de sus lindas cosas quedaba.
Gemí y lancé un brazo sobre mis ojos mientras respondía la llamada.
—¿Qué? —Algo se
arrugo bajo mi cadera mientras me movía y mi hermano se reía en mi oreja.
—¿Interrumpí
algo?
En una pieza de
papel para boceto que tenía por ahí para dibujar diseños para mis clientes él
había escrito en su limpia escritura:
¡El mejor regalo
de cumpleaños jamás! Gracias.
oh que para despues de esa noche ya quiero saber
ResponderEliminarAhhhhhhh!!!!!
ResponderEliminarOh que genial!!!
Yo quiero un regalo de cumpleaños de esos!!!
Que jodida cosa tan perfecta!!!
Jajajajajaja ese Hae ~ se fue dejando al otro solo! Jajajajaja que genial!!!
Ahora que pasará después de esto, realmente esto esta buenisimo me encanta ya quiero seguir leyendo!!!
ResponderEliminarAhora que pasará después de esto, realmente esto esta buenisimo me encanta ya quiero seguir leyendo!!!
ResponderEliminarOMG!!! 💓
ResponderEliminarAhora las cosas si se van a poner buenas entre estos dos.
Espero que no sea muy tormentoso el proceso de aceptar sus sentimientos
Si, realmente fue un gran cumpleaños kkk
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