—¿Tus padres
saben que trabajas aquí, y qué hay de Jihoon? Me cuesta creer que alguno de los adultos que te
esfuerzas tanto por complacer a diario sepa que estás aquí medio desnudo.
Me frunció el
ceño y se sacudió mi mano de encima.
—No, mis padres
no saben porque nunca han preguntado y Jihoon sabe que trabajo en un bar deportivo
pero no sabe cómo es el uniforme y esto ni se acerca a estar medio desnudo.
Déjame en paz, Hyukjae. Mi compañero de cuarto también trabaja aquí y me está
dando una mirada que dice que llamará a las tropas. A no ser que quieras ser
echado por tres muy grandes guardias te guradarás tus manos para timismo y
cerrarás la boca. Me gusta Kyuhyun, siempre ha sido decente conmigo, pero no
tengo problema en encargarme de ti y tus amigos si me sigues molestando.
Nos miramos
hostilmente hasta que una de sus mesas lo llamó.
—Solo un fin de
semana —le frunzo el ceño mientras murmura las palabras tan bajo que casi no lo
oí.
—¿Qué?
Esos ojos me
miraban tan inescrutables que no pude sonsacarles nada.
—Solo un fin de
semana quería descansar de tener que lidiar
contigo.
Se alejó de mí y
por primera vez desde que lo conozco comprendí que quizás pasar tiempo conmigo le costaba tanto
como a mí con él.
—¿Qué? —Noté mi
tono defensivo.
—Amigo, ¿cuál es
el problema? —preguntó Jjong pero Kyuhyun y Henry parecían deseosos de saber lo
mismo.
—¿De qué estás
hablando?
Kyuhyun ocultó su
sonrisa con su vaso.
—Parecía que
querían golpearse o arrancarse la ropa y hacerlo en el medio del bar. ¿Qué con
eso? Pensé que te molestaba.
—Lo hace. Es rico
y malcriado, no coincidimos en nada, nunca lo hemos hecho.
Jjong me dio una
mirada que decía que no me creía.
—Sé lo que vi y
de ninguna manera si ese joven se te ofreciera lo rechazarías.
Quería gritarle
que estaba equivocado, tan equivocado porque antes de ser todas
las cosas que
me molestaban y me
ponían de los nervios, era de Eunhyuk y no había nada en el
cielo o el infierno que me haría olvidar eso.
Controlando mi
temperamento, me serví otra cerveza y me quedé en silencio. No me atraía
Donghae, era solo el verlo en un nuevo ambiente, verlo en algo más que sus
elegantes atuendos que costaban más de lo que yo ganaba en un mes que hacían
que la tensión entre ambos pareciera otra cosa a los demás.
Casi habíamos
terminado la segunda jarra y Donghae había dejado otra cuando un joven muy
bonito de repente apareció en la mesa. Era alto y tenía ojos del color del Jack
Daniels pero no había nada en su encantador rostro que fuera amistoso. Tenía
una boca que le quitaría el trono a
Angelina Jolie y un cuerpo para detener el tráfico con toda su gloria en un
uniforme como el de Donghae con botas que quizás lo hacían más alto que Kyuhyun
y Henry.
Henry se sentó
más erguido y Jjong, quien era de lejos el más ebrio de todos dado que había
comenzado con el tequila hacía veinte minutos, casi se cayó de su banco cuando
él se posó en la mesa entre ambos. Su mirada estaba fija en mí, por lo que le
sostuve la mirada hasta que finalmente habló. Tenía un suave acento sureño y
podía jurar que oí a Henry enamorarse ahí mismo.
—Eres Hyukjae.
—No era una pregunta, por lo que me limité a asentir.
—Soy Wang Zhoumi.
Vivo con Donghae.
No estaba seguro
de por qué eso me debía importar por lo que me quedé en silencio mientras mi
mejor amigo giraba la cabeza para mirarme. Estaba siendo algo rudo, pero estaba
algo chispeado y seguía molesto con
Donghae por lo que no me importó.
—No sé cuál es tu
problema, pero déjalo en paz. No necesita que lo molestes más así que
retrocede.
Parpadeé porque
honestamente no tenía idea de qué estaba diciendo ésta chico.
—No estoy
enredado con Donghae.
El entrecerró los
ojos y me señaló con un dedo.
—Sé exactamente
qué haces y qué no haces Chico de Tatuajes.
Adoro a Donghae. Es dulce, amable, y el mejor compañero del mundo por lo
que tienes que ir con tu acto del chico malo a otra parte, él no lo necesita…
—Parecía que iba a seguir pero algo llamó su atención y de repente sus ojos
destellaban fuego—. ¡Por Dios! No puedo creer que ese imbécil tuvo las agallas
de venir. Tengo que ir por Lou. —Se volvió y se marchó entre la multitud dejándome a medias. No tenía idea
de qué estaba hablando pero claramente algo lo había molestado por lo que miré
sobre mi hombro y mi célula protectora cobró vida.
Donghae estaba de
pie junto al bar. Se veía molesto mientras un chico en una camiseta polo blanca
lo arrinconaba contra la barra. Tenía una mano en su hombro y estaba
inclinándose hacia su cara, y lo que fuera que decía lo estaba haciendo parecer
que quería golpearlo en la entrepierna o vomitar en sus zapatos.
Nunca había visto
tal mirada de pánico en su rostro; normalmente estaba tan tranquilo e inmutable
que contra mi mejor juicio estaba poniéndome de pie. No era del tipo al que le
importaba una mierda una damisela en apuros, pero éste joven sabía que
realmente podía cuidarse solo, y si
parecía estar sufriendo, a pesar de cómo me sintiera respecto a él iba a
intervenir.
—Vuelvo
enseguida.
Dado que era alto
y tenía una buena parte de mi piel cubierta de diseños que gritaban “no te
metas conmigo” no tenía que preocuparme porque la gente saliera de mi camino.
Cuando me acerqué lo suficiente él me miró y estaba seguro de verla aliviar su
expresión. El de la polo blanca se inclinó más cerca y creo haberlo oído
decirle algo sobre lo qué parecerían las cosas cuando volviera a su casa solo
en el receso de invierno. Lo vi tensarse e intentar alejarse, pero el polo blanca
solo se movió para presionarlo con más fuerza contra la barra.
—No me importa lo
que te dijera mi appa, Sehun. Hemos terminado; no tengo interés en ir a Jeju
contigo o tu familia. Deja de llamarme y deja de molestarme.
—Nene,estamos
hechos el uno para el otro y cuando dejes de ser testarudo verás lo geniales que
podríamos ser juntos. —Odiaba a los chicos que les decían nenes a los jóvenes.
Nene era lo que usabas cuando no recordabas su nombre o solo te daba flojera
crearle un apodo propio.
Donghae luchó un
poco más y noté cómo él le miraba el atrevido atuendo.
—Déjame ir Sehun.
No quise estar así contigo cuando estábamos juntos, ten por seguro que no
quiero estarlo ahora. Déjame en paz.
El de la polo
blanca se puso rojo ante su evidente rechazo. Estaba a punto de inclinarse aún
más contra él, a punto de poner su otra mano en él cuando le tomé la muñeca y
le liberé. Oculté el cuerpo de Donghae detrás de mi brazo y lo miré.
—Perdona por
llegar tarde Nemo —Sin perder tiempo él me rodeó la cintura con el brazo y
prácticamente colapsó a mi lado. Había usado
el apodo para molestarlo hace un tiempo y sabía que lo odiaba, ahora
sonaba íntimo y personal como si tuviéramos un secreto que polo blanca no
compartía.
—No hay problema.
Aún le queda una hora a mi turno, ¿podrías quedarte hasta que acabe? —Sus ojos
me rogaban que le siguiera el juego, pero estaba demasiado ocupado
preguntándome por qué sentía que me ardía el lugar donde él estaba.
—No hay problema,
¿quién es tu amigo?
Polo blanca me
estaba mirando y poniéndose de un peligroso tono rojo. Ni siquiera le permitió
responder a Donghae.
—Soy su novio, Oh
Sehun. ¿Quién eres tú?
Donghae se tensó
a mi lado y sentí sus dedos aferrarse a la espalda de mi camiseta.
—Sehun, este es
Lee Hyukjae, Hyukjae este es Sehun mi EX novio, solo que le cuesta entender la
parte de Ex.
—Donghae, aléjate
de él. ¿Qué estás pensando? No puedes pensar que alguien podría creerte que
pasaras de mí a alguien como él, ¿verdad? Solo míralo, es un desastre.
Era inmune a su
táctica, lo oía todo el tiempo, pero al parecer Donghae no. Bufó e hizo un movimiento como de empujar
al chico, pero envolví su espalda a mi lado e intenté calmarlo frotando su
brazo con mi mano.
—He conocido a
Hyukjae toda mi vida, Sehun. No me podría importar menos cómo se ve porque no
es la mascota de nadie y no se puede decir lo mismo de ti. No creas que puedas
venir y juzgarlo, o juzgarme, no cuando estás prácticamente acosándome e
intentando meterme en una relación manipulando a mis padres porque sabes que
les gustas. Zhoumi está aquí y puedes apostar tu trasero a que si te ve va a
llamar a Lou. A Lou no le gusta ver a sus chicos molestos, por lo que a menos
que quieras una escena a la que no puedas sobrevivir vete y no vuelvas. Es tu
decisión.
Parecía que iba a
seguir peleando, pero hubo un repentino empujón general hacia la barra que
acercó aún más a Donghae contra mí y aproveché acomodando su contextura
completamente contra mi cuerpo. Tenía unas enormes curvas y me pregunté qué
demonios había estado fumando para no haberlo notado antes.
—¿Tenemos algún
problema hermano? —él se alejó de mí lentamente y puso sus manos en mi pecho
para alejarme un poco.
—Sí, hermano lo
tenemos, pero ahora no es el momento ni el lugar y no tengo tiempo para jugar
con un peón como tú. Donghae, te veré luego, esto no ha acabado.
Me chocó el
hombro y nos envió una mirada doble mientras nos mandaba. Le di un apretón a
Donghae y le dejé dar un paso atrás, pero mantuve mis manos flojas en su
cintura. Estaba mirando a polo blanca alejarse y tratando de llamar la atención
de Kyuhyun sobre su cabeza. Donghae dejó escapar un aliento que revoloteó
contra mi garganta y un escalofrío recorrió mi piel.
—Gracias.
—No hay problema.
Ese tipo tiene que conseguir una pista —Kyuhyun finalmente levantó la vista e
incliné mi cabeza hacia la puerta donde acababa de salir polo blanca. Me dio
una leve inclinación de cabeza y le dijo algo a Jjong y Henry que los hizo
ponerse de pie. Vi el cabello del compañero de cuarto de Donghae colgando de la
puerta con una montaña de hombre. El les dio a mis amigos una mirada extraña
mientras salían por la puerta, pero no
dijo nada. Saqué mi tarjeta de mi billetera y la puse en la mano de Donghae.
Sus luminosos ojos me observaban con curiosidad.
—Cierra nuestra
cuenta, ¿quieres? Estaré de vuelta en un segundo.
Tomó la tarjeta y
retrocedió un paso. Traté de no darme cuenta de su pecho cuando cruzó los
brazos sobre ellos.
—¿A dónde vas?
—A hacer un
mandado.
—Deja a Sehun
solo, Hyukjae. Él no es como tú y Siwon. Nació para ser un político. Las
amenazas y la intimidación no significan nada para un tipo como él, olvídate de
él. La idea de que yo lo dejaría por un tipo con tatuajes y cabello purpura es suficiente golpe a su ego
para conseguir que me deje en paz por un tiempo, confía en mí. Además, voy a
hablar con el portero, Lou, si le digo que Sehun me está acosando van a echarlo
para siempre.
—Mira Siwon me
patearía el trasero hasta Japón si se enterara de que algún idiota te está
dando problemas y no le digo algo, además no me gustan los chicos que creen que
pueden hacer lo que quieran a alguien porque tienen algo con los padres. Estaré
de vuelta en un segundo, solo cierra nuestra cuenta y ten la tarjeta en caso de
tener que rescatarnos a uno o todos a de la cárcel.
Pensé que era
gracioso, pero él ni siquiera esbozó una sonrisa. Solo me miraba como si me
hubiera crecido otra cabeza de repente y yo tenía que darme prisa antes de que
el idiota se fuera.
—Va a estar bien,
Donghae. En serio, yo me encargo.
Lo alejé
completamente de mí y me moví a su alrededor para seguir a los chicos por la
puerta principal. Su compañero de habitación me llamó la atención y levantó una
ceja.
—Tal vez tengas
cualidades redimidas después de todo, Lee.
Le mostré el dedo
medio porque, bueno, eso es lo que hago e hice mi camino al borde del bloque
donde Kyuhyun y los chicos estaban apoyados contra un Lexus blanco. Un muy
nervioso polo blanca caminaba de un lado a otro delante de ellos amenazando con
llamar a la policía blandiendo su iPhone y preguntar varias veces si tenían
alguna idea de quién era su padre.
Metí las manos en
los bolsillos delanteros y ladeé la cabeza hacia un lado. Pude ver por qué los
padres de Donghae estaban interesados en este hombre, lucía bien si estaban en
busca de un tipo que luciera como si Banana Republic vomitó sobre él. En
realidad tenía colores parecidos a los míos, cabello oscuro excepto el púrpura
y los picos, pero él rezumaba títulos y vanidad en una forma que solo los ricos
ociosos podían.
Era hecho a
medida para ser el esposo que tenía un artículo a su lado mientras la hermosa
pareja sonreía para las cámaras durante las elecciones, y aunque mi relación
con Donghae tendían a ser tumultuosa en el mejor de los casos, sabía que se
merecía algo mejor que lo que esta bola
de barro le estaba vendiendo.
—Oye, camiseta
polo, cálmate un minuto Solo quiero hablar contigo un segundo. —Estaba en el
medio de decirle a Kyuhyun que lo iba a demandar por esto o aquello y que su
padre era juez para que pudieran lanzarle los cargos cuando por fin se dio
cuenta que me uní a la fiesta. Bajó los brazos agitándose violentamente y me
miró.
—Yo sé quién
eres, sabes. Donghae podría pensar que es inteligente, pero tiene una foto de
ustedes tres chicos en su habitación en su mesita de noche y sus padres me han
dicho varias veces acerca de su insano apego hacia ti y tu familia. Su padre
incluso ha amenazado con dejar de pagarle la escuela si sigue mostrando tal
cuestionable juicio sobre con quién pasa el tiempo, así que este pequeño
encuentro podría sellar el trato. —Tenía que darle el crédito al arrastrado.
Por mi cuenta yo era un tipo bastante intimidante, rodeado de tipos que eran
tan grande y estaban mucho más acostumbrado a la violencia física de lo que
obviamente estaba él, el pequeño vómito se mantuvo firme—. No sé cuál es su
fascinación con un monstruo como tú, pero es el momento de que lo supere. Él
pertenece a una persona como yo, no alguien que no puede pasar por un detector
de metales sin limpiarse la cara
Kyuhyun soltó una risita y Jjong se echó a
reír. Sacudí la cabeza un poco y alcé mi boca en una sonrisa torcida.
—Creo que él
pertenece a alguien más interesado en entrar en sus pantalones que en la
billetera de su padre. Donghae es un buen chico y tiene una buena cabeza sobre
sus hombros. El hecho de que no te dejara siquiera rondar la primera base en
seis meses es bastante decir, hermano. Por los sonidos de él, habrías tenido
mejor suerte llevando a sus padres a una cita que a él. Mira, él es como de la
familia y no me gusta cuando la gente se mete con mi familia. Se trata de una
pequeña charla amistosa porque estamos en plena vía pública y me siento
generoso, la próxima vez no será público y mi generosidad tiene un límite de
tiempo. Déjalo en paz, fin de la historia.
Parecía que
quería discutir, quería decir algo para poner a la montaña de un ser humano que
era claramente el portero del bar doblando la esquina. Miró a los chicos en el
auto y la caliente camiseta polo y negó con la cabeza.
—Basta. Ustedes
cuatro regresen, Zhoumi me dijo lo que
estaba pasando así que su cuenta
es conmigo. Tú —apuntó el carnoso dedo a Sehun—, ya no te está permitido entrar
en El Panda, considérate expulsado. Si Donghae no te quiere aquí, no me
importa cuánto llevas en tu cartera o qué clase de poder tiene tu viejo esta es
mi casa y no eres bienvenido. La próxima vez que quieras levantarte a uno de
mis chicos, pon tus manos sobre ellos, no tendrás que preocuparte por estos
porque me aseguraré de que nunca encuentren tu cuerpo, ¿entiendes?
Incluso yo no
ponía en duda que este monstruo significaba negocios, así que camiseta polo
tragó saliva y asintió con la cabeza ligeramente. Mis chicos se largaron del
auto y Kyuhyun "accidentalmente" lo empujó mientras se dirigía hacia
donde yo estaba. Sehun maldijo y subió a su auto Se apartó de la acera y nos
mostró el dedo medio mientras se metía en el tráfico. El portero me miró de
arriba abajo y movió su mirada impasible sobre nuestra colorida pandilla.
—¿Son amigos de Donghae?
Quería decir que
no eramos exactamente amigos, pero estaba mas cerca que cualquier otra
explicación,así quemeencongí dehombros y respondí:
—Por supuesto.
Él asintió con la
cabeza.
—Soy Lou. Cuido a
los chicos que trabajan aquí, Donghae y Zhoumi resultan ser dos de mis
favoritos. Son buenos chicos, trabajan duro aquí y en la escuela. Ellos no
están aquí solo para mostrar el culo y meterse en problemas y yo respeto eso.
No dejo que nadie se meta con ellos, de hecho lo tomo como algo personal cuando
alguien lo intenta.
No estaba seguro
de por qué me contaba todo esto pero, francamente, era un monstruo aterrador,
así que mantuve la boca cerrada y solo mantuve el contacto visual.
—Donghae es un
chico dulce, pero trata de hacer demasiado por sí mismo y si ese imbécil sigue
molestándolo él simplemente lo sufrirá en silencio. —Ahora él me miraba
intencionadamente por lo que levanté una ceja—. Quiero saber si hay algo que
hay que hacer con él.
—Donghae y yo no
somos exactamente tan cercanos. El no me diría
algo así. Es posible que desees tener esta conversación con su compañero
de cuarto.
—La estoy
teniendo contigo, hijo.
No estaba seguro
de cómo responder a eso, pero justo cuando estaba a punto de decir algo
sarcástico de nuevo, las puertas del bar se abrieron y los tipos de mediana
edad con camisetas salieron tambaleándose y se interpusieron entre nosotros.
Lou me dio una última mirada que yo no podía dejar de tomarlo como lo que
significa negocios y volví a entrar. Volví a mirar a mis amigos y lancé mis manos
al aire.
—Miren lo que se
pierden cuando salgo de la ciudad el domingo.
Los tres se
echaron a reír y Henry decidió que era hora de que nos moviéramos a otro bar,
así que tuve que correr y conseguir mi tarjeta de Donghae. Los chicos me dieron
cada uno diez dólares para que le diera como propina de modo que regresé a la barra donde él
estaba hablando con otro camarero, éste tenía el cabello color miel y estaba
vestido con el uniforme de porrista. Donghae se detuvo a media frase y me miró
con sus ojos estrechos, me sonrió y le entregué el dinero.
—Tú amigo el
gorila recogió nuestra cuenta pero los muchachos querían asegurarse de que te
cuides.
El me devolvió la
tarjeta.
—¿Qué le hiciste
a Sehun?
—Nada. —suspiró y
yo ni siquiera traté de no mirar la forma en que se estiró su uniforme en el
pecho.
—Bueno, gracias
por intervenir. No sé cuál es su problema.
El porrista
estaba teniendo sexo conmigo con sus ojos, y mientras normalmente era un total
fanático de los jóvenes calientes haciéndome eso, apenas lo registré porque
Donghae se agachó para recoger sus bebidas y, de repente, lo único que podía
ver eran los pliegues sobre su trasero. Era bajito, así que nunca me puse a pensar que tuviera
unas piernas tan grandes, pero estaban torneadas justo y dado el tiempo
suficiente podría trabajar algunas fantasías seriamente impresionantes que
implicaran solamente a esas piernas y esas botas.
—Su problema es
que eres caliente, más rico que el infierno, tienes padres que son influyentes
y no te incomodas. No solo lo dejaste físicamente duro, sino que arruinaste sus
visiones de jugar al golf con tu padre en el club de campo y de sentarse al
lado de tu appa en la convención política. Desmantelaste todo lo que él estaba
tratando de construir.
Tomó una bandeja
llena de bebidas.
—Tengo que volver
al trabajo. ¿Crees que alguna vez podamos tener un domingo que no esté lleno de
dramas y peleas?
Me pasé una mano
por mi desordenado cabello y sacudí la cabeza con tristeza
—El domingo nunca
ha sido un gran dia para mi. te veo después Donghae.
—Adiós, Hyukjae.
Hice mi camino de
regreso de la barra pensando que probablemente era la primera vez desde que lo
había conocido cuando era solo un niño que había visto a Donghae ser Donghae y
me puso un poco nervioso cuando no tenía todos sus guardias puestas y todos sus
mecanismos de defensa activados, en su lugar parecía tan falible, tan humano
sin lugar a dudas, tan accesible y tan... alcanzable.
Conté la pila de
dinero frente a mí por quinta vez. Me estaba costando concentrarme por un par
de razones, una era que el bar se había llenado así que había tenido que
quedarme dos horas más después de mi turno así que estaba algo lento hoy, la
segunda era que había diez meseros más todos tratando de cerrar caja y el
parloteo era como un enjambre de abejas zumbando acerca de bolsos y chicos, la
tercera era que Zhoumi seguía mirándome como un halcón, buscando algo pero yo
no sabía que era y la última era que
Daesung, no dejaba de hablarme al oído sobre Hyukjae.
Daesung era un
joven de revista vivo y coleando y era lo que pasaba cuando los jóvenes malos
dejaban la secundaria y entraban al mundo real. Era soso, aburrido y hacía más
dinero que la mayoría de nosotros juntos cuando estaba programado porque su
trabajo era ser coqueto y entender cosas fáciles que difícilmente era un
problema y por alguna razón estaba muriendo por saber cada detalle que poseía
sobre Hyukjae.
Quería saber cómo
lo conocía, quería saber porqué él nunca antes había ido al bar, quería saber
cuántos años tenía, lo que hacía para vivir, si estábamos saliendo, si él tenía
novio, si le gustaban los rubios y etcétera. Era interminable, agotador, y creo
que me molestaba que otro Barbie ya se estuviera atropellando para encontrarse
con él. A pesar de que sabía que mis sentimientos por él eran una carga que
tenía que aguantar solo, no iba a poner a la zorra de mi compañero de trabajo
en bandeja así que solo seguí dando gruñonas respuestas y evadiendo todas las
preguntas personales, lo cual desafortunadamente no la detuvo de divagar sobre
cuán apuesto era.
―Quiero decir
normalmente no me gustan chicos con todos esos tatuajes y piercings, pero oh mi
Dios esos ojos, ¿Alguna vez has visto algo como eso? ¡Son como hielo, tan
lindos! Y su cuerpo, apuesto que hace ejercicio, quiero decir normalmente me
gusta un chico con abdominales pero ese aspecto alto y esbelto funciona
totalmente con su apariencia. ¿Qué tipo de jóvenes le gustan normalmente?
¿Seguro que no tiene novio? En serio Donghae quiero lamer ese aro que tiene en
la comisura de su labio, sería demasiado bueno. No puedo creer que has sido
amigo de alguien tan sexy y no has tenido un pedazo, eso va en contra de la
naturaleza.
Nunca había
conseguido nada de nadie, no es que él necesitara saberlo. Los chicos habían
tratado, había estado tentado pero cada vez que estaba a punto de cerrar el
trato mi cerebro hacía corto circuito y me recordaba que ellos no eran a quien
realmente quería y me apagaba como una luz. Levanté la mirada hacia él y
entrecerré mis ojos.
―Daesung estoy
tratando de cerrar caja, ¿Puedes esperar?
―Solo dame su
número. ―Estaba a punto de perder la paciencia y listo para empujar la pila de
dinero por su garganta cuando Zhoumi debió haber sentido la tormenta
avecinándose. Se instaló en el asiento a lado mío y apuntó al rubio con una
mirada oscura. Había algo acerca de Zhoumi que hacía que las personas le prestasen atención, lo que
sea que fuera lo amaba por ello.
―Daesung dale al
chico un descanso. No es de sus mejores amigos. Si querías invitarlo a salir
debiste haberlo hecho cuando estaba aquí.
El puso una cara
que probablemente hacía que los chicos le comprasen cosas pero me hizo rodar
mis ojos.
―Lo habría hecho
pero él estaba demasiado ocupado viendo el trasero de Donghae, es por eso que
preguntaba que estaba pasando entre ellos. Quiero decir ni siquiera te dio un
abrazo o algo cuando se fue pero se miraron el uno al otro como si estuvieran a
punto de empezar a besarse en cualquier segundo.
Sorprendido
levanté la mirada hacia Zhoumi. ¿Desde cuándo Hyukjae quien normalmente me
ignoraba, o pretendía que no existía empezó a mirar algo en mi? Él levantó una ceja.
―Si Donghae se
encuentra con él en cualquier momento en un futuro cercano estoy seguro que le
dirá que quieres su número o simplemente puede darle el tuyo si él está interesado,
ahora hablemos de algo realmente importante, ¿Qué quieres hacer por tu
cumpleaños? Solo faltan dos semanas.
Gruñí y dejé de
intentar sacar la suma total. En cambio solo le pasé el dinero a Zhoumi y
empecé a ordenar y engrapar los recibos de tarjetas de crédito lo que
necesitaba menos poder cerebral. Odiaba mis cumpleaños. Normalmente era una
pelea entre con cual padre y padrastro iba a tener una incómoda cena, eso era
si se molestaban en recordarlo, el año pasado solo recibí una tarjeta de mi papá
con una vale de mil dólares y una llamaba de mi appá con la promesa de algo
cuando tuviera tiempo, nunca había tiempo. Zhoumi había terminado llevándome a
comer sushi y fuimos a ver una estúpida comedia romántica y el día pasó a falta
de encanto y nada memorable. Aun los Lee tendían a ser discretos en mi
cumpleaños creo que les recordaba que
otro año había pasado y que Eunhyuk ya se había ido. Siwon siempre me enviaba
algo desde cualquier parte del mundo donde estuviera y para esta fecha esos
siempre eran mis regalos favoritos. Supongo que dado que iba a cumplir veinte
este año debería intentarlo y darle importancia, simplemente no quería hacerlo.
―¿Por qué no
vamos a bailar? ―Miré a Daesung como si le hubiera crecido una tercera cabeza.
Realmente no socializaba con chicos del trabajo, no porque no me gustasen, algunos eran
realmente dulces y la mayoría eran como yo y Zhoumi luchando para pagar las
cuentas y el resto de la universidad, pero normalmente eran jóvenes que les
gustaba beber, salir de fiesta, conocer chicos, salir y hacer todas las cosas
que simplemente no se mostraban en mí. No necesitaba más personas en el mundo
pensando que estaba básicamente rota así que solo evitaba esas interacciones
sociales.
―Uh yo no bailo.
Zhoumi le frunció
el ceño al rubio.
―¿Además quien te
invitó?
Él pestañeó exageradamente y arrugó la nariz
—Pensé que talvez
dado que es tu cumpleaños el Sr. Alto, oscuro y Tatuado estaría alrededor. Les
estoy diciendo jovencitos estoy en la etapa cuatro de lujuria y no puede ser curada.
Zhoumi y yo nos
miramos y volví a engrapar.
―No, mi
cumpleaños no es la gran cosa así que Hyukjae no estará alrededor. Me gusta
mantenerlo sencillo.
―Quieres decir
aburrido.
No era amigo de
Daesung, de hecho ni siquiera me agradaba así
que estaba a punto de decirle que se metiera por donde el sol no le daba
lo cual era totalmente opuesto a mí, pero Zhoumi siguió hablando como si
Daesung ni quiera estuviese ahí.
―Vamos Donghae,
hagamos algo divertido. Sabes que tus padres solo te van a estresar y solo se
cumple veinte una vez en la vida. Debería ser algo divertido y emocionante. ―El
tenía un brillo en sus ojos y sabía que estaba tramando algo de lo que sería
difícil disuadirlo. Metí las pilas de papel en una mochila y tomé el dinero que
Zhoumi me pasó e hice mi cálculo. Siempre hacíamos dinero, pero por alguna
razón hoy día había sido productivo.
―Hablamos de ello
después, ¿Sí? Solo quiero encontrar a Lou para que nos acompañe afuera en caso
de que Sehun decida volver a aparecer e irme a casa.
―¿Crees que lo
hará?
El enganchó su
brazo con el mío y nos dirigimos a la entrada principal.
―¿Crees que él
tendría las agallas para hacer eso? Quiero decir Hyukjae y sus amigos parecían
bastantes decididos en hacerlo entender que mejor se fuera y Lou le dijo que se
largara o iba a llamar a la policía.
―No lo sé, Zhou.
Está actuando como loco. Nunca habría pensado que se aparecería y estaría todo
mañoso y en mi cara. Ya no sé qué está pasando. Quiero decir no es como si
hubiéramos tenido un gran romance y lo dejara con el corazón roto. Éramos
tibios en nuestros mejores días. Hyukjae piensa que está avergonzado porque lo
deje simple y sencillamente.
―Él probablemente
tiene razón.
Hice una mueca
mientras Lou nos acompañaba a mi auto. Nos despedimos y nos dirigimos a casa.
Estaba esforzándome por tomar decisiones que fueran lo mejor para todos, quería
que Hyukjae tuviera el amor y apoyo de su familia, quería que Jihoon
consiguiera ayuda y dejara de denigrar a su hijo, quería que Sehun superará su
problema y continuara y principalmente solo quería que todos los demás
estuvieran bien así podía dejar de sentirme tan responsable por ello.
Ahhhhhhh
ResponderEliminarQue tensión sexual tan grande!!!
Todos a su alrededor lo notan menos ellos!!!
Que ya se coman eso y ya!!!
Ahhh
Pescadito si hablarás con la verdad y le digeras al mono Sexoso que de los gemelos, él siempre ha sido tu preferido!!! Las cosas serían diferentes!!
oh monito ya era tiempo que observaras al pecesito y henry ve tras de zhoumi
ResponderEliminarEsperemos el día de la fiesta que allí empezará todo
ResponderEliminarWaaaaauuuu al parecer los únicos que no se dan cuenta de la atracción sexual que hay entre ellos es la pareja 👫 principal de nuestra historia. Gracias por el capitulo en verdad estoy disfrutando mucho el leerla aunque al inicio estaba medio pérdida
ResponderEliminarLo dije... lo bueno esta por venir... ahora si se prendio la mecha... algo no me cuadra con ese ex pero espero que no se le ocurra algo loco... gracias por el cap.
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