Los almuerzos en casa de mis padres eran siempre rígidos y forzados, no entendía por qué insistían en seguir haciéndolos cada semana, no podía darme cuenta por qué Donghae permitía la farsa, pero iba cada semana, incluso cuando sabía que nada iba a cambiar.
—Está molesto
porque llegas tarde. Los dos sabemos que le importa un pito si yo estoy o no.
—Mis dedos se movían cada vez más rápido mientras el auto rodaba en una
comunidad cerrada y entre filas y filas de pequeñas mansiones de galleta
cortada que habían sido construidas en las montañas.
—Eso no es cierto
y lo sabes, Hyukjae. Yo no sufro estos viajes en auto cada fin de semana, por
el simple deleite de ver tu mañana después porque tus padres me quieren hacer
huevos y tortitas cada domingo. Lo hago porque quieren verte, quieren tratar de
tener una relación contigo, no importa cuántas veces les hagas daño o les
lances basura. Se lo debo a tus padres y lo más importante se lo debo a Eunhyuk
por tratar y hacerte actuar correctamente a pesar de que Dios sabe que es casi
un trabajo de tiempo completo.
Contuve el
aliento mientras el dolor cegador que siempre venía cuando alguien mencionaba el nombre de
Eunhyuk atravesaba mi pecho. Mis dedos involuntariamente se abrieron y cerraron
alrededor de la taza de café y azoté mi cabeza para mirarlo.
—Eunhyuk no
estaría sobre mi culo tratando de hacerme ser algo que no soy. Nunca fui lo
suficientemente bueno para ellos, y nunca lo seré. Él lo entendió mejor que
nadie y trabajó horas extras para tratar de ser para ellos lo que yo nunca
podría ser.
—La única
diferencia entre tú y Eunhyuk era que él dejaba que la gente los amara a él y a
ti. —Abrió la puerta del conductor y me miró a través del espacio que nos
separaba—. Tú siempre has estado decidido a hacer que todo aquel que se
preocupe por ti lo demuestre más allá de la duda. Nunca has querido ser fácil
de amar y te haces cargo de que nadie pueda olvidarlo nunca. —Cerró la puerta
con tanta fuerza que sacudió mis dientes e hizo que mi cabeza comenzara a latir
de nuevo
Habían pasado
tres años. Tres solitarios, tristes, vacíos años desde que los hermanos Lee
pasaran de ser una trió a ser un dúo. Yo era cercano a Siwon, quien era increíble
y siempre fue mi modelo a seguir cuando se trataba de ser un tipo duro, pero
Eunhyuk era mi otra mitad, tanto en sentido figurado como literal.
Él era mi gemelo
idéntico, la luz de mi oscuridad, lo suavidad para mi dureza, la alegría de mi
angustia, el complemento perfecto para mi oh tan totalmente jodido y sin él yo
era solo la mitad de la persona que nunca sería. Habían pasado tres años desde
que lo había llamado en medio de la noche para venir a recogerme en una fiesta
de algún lameculos porque estaba demasiado borracho para conducir. Habían
pasado tres años desde que había dejado el apartamento que compartíamos para
venir a buscarme sin ninguna pregunta porque eso era precisamente lo que hacía.
Habían pasado
tres años desde que había perdido el control de su monovolumen en una lluviosa
y resbaladiza calle y se había estrellado contra la parte trasera de un semi
camión de los ochenta.
Habían pasado
tres años desde que había puesto a mi gemelo
en el suelo y mi appa me miró con lágrimas en los ojos y dijo sin
rodeos: “Debías haber sido tú”, mientras bajaban a Eunhyuk bajo tierra. Habían
pasado tres años y su nombre era suficiente para que yo cayera de rodillas,
sobre todo viniendo de la única persona en el mundo a la que Eunhyuk había
amado tanto como a mí.
Eunhyuk era todo
lo que yo no era, de corte limpio, bien vestido, interesado en la educación y
en construir un futuro seguro y la única persona en el planeta que era lo
suficientemente bueno y con clase como para cubrir toda la magnificencia que
poseía Choi Donghae. Ellos dos habían sido inseparables desde la primera vez
que lo trajo a casa cuando él tenía trece años y trataba de escapar de la
fortaleza del compuesto Choi. Insistía que eran solo amigos, que amaba a
Donghae como a un hermano, que solo quería protegerlo de su horrible y estéril
familia, pero la forma en que estaba con él estaba llena de reverencia y
cuidado.
Yo sabía que él
le amaba y dado que Eunhyuk no podía equivocarse, Donghae se había convertido
rápidamente en un miembro honorario de mi familia y tanto como me molestaba,
era el único que realmente, realmente entendía la profundidad de mi dolor
respecto a perder a mi hermano así que sorbí el resto del café y abrí la puerta.
No me sorprendió ver una figura alta viniendo alrededor de la camioneta
mientras yo salía del deportivo.
Mi hermano era
como cinco centímetros más alto que yo y construido más en la línea de un
guerrero. Su oscuro cabello castaño estaba zumbando en un corte típico militar
y sus ojos de color, el mismo tono helado que los míos, parecían cansados
cuando forzó una sonrisa hacia mí. Dejé escapar un silbido porque su brazo
izquierdo estaba enyesado y amarrado, tenía una bota para caminar en un pie y
había una desagradable fila negra de puntos de sutura corriendo a través de una
de sus cejas y en la parte superior de la frente. La cortadora de malezas que
había atacado mi cabello se había claramente tomado una buena oportunidad en mi
hermano mayor.
—Luciendo bien,
soldado.
Él me atrajo
hacia él en un abrazo de un solo brazo y dio un respingo cuando toqué un lado
de su cuerpo, lo que indicaba claramente algunas costillas rotas o magulladas.
—Estoy casi tan
bien como me siento. Pareces un payaso saliendo de ese auto.
—Me veo como un
payaso sin importar lo que haga cuando estoy con este chico. —Él soltó una
carcajada y pasó una mano áspera por la punta del cabello.
—¿Tú y Donghae
siguen actuando como enemigos mortales?
—Más bien como
incómodos conocidos, él es tan remilgado y crítico como siempre. ¿Por qué no me
llamaste o me enviaste un correo para decirme que estabas herido? Tuve que
saberlo de él en el camino.
Juró mientras
empezamos a caminar despacio y hacer nuestro camino a la casa. Me molestaba ver
cuán deliberados eran sus movimientos y me preguntaba si se había hecho más
daño de lo que se veía por fuera.
—Estuve
inconsciente después de que la Hummer se volcó. Fuimos a un IED y fue malo.
Estuve en el hospital durante una semana con todo revuelto y cuando me desperté
tuvieron que hacerme una cirugía en el hombro, así que estuve sedado. Llamé a
appá y pensé que te dejaría saber como estaba el asunto, pero he oído que como
de costumbre no estabas disponible cuando te llamó.
Me encogí de
hombros y alargué una mano para sostenerlo mientras se tambaleaba un poco en
las escaleras de la puerta principal.
—Estaba ocupado.
—Eres terco.
—No soy demasiado
terco, estoy aquí ¿no es así? y ni siquiera sabía que estabas en casa como hasta hace quince
minutos.
—La única razón
por la que estás aquí es porque ese niño de ahí está atado y decidido a
mantener unida a esta familia sin importar si somos o no la suya. Entra ahí y
juega bonito, de lo contrario te voy a patear el culo con el brazo roto y todo.
Murmuré algunas
palabras bien escogidas y seguí a mi maltratado hermano dentro de la casa. Los
domingos eran mi día menos favorito de todos.
Cerré la puerta
del baño con un suave click y le pasé el seguro. Colapsé contra el lavabo y
corrí mis manos temblorosas sobre mi cara. Era cada vez más y más difícil cada
uno de los domingos ser el chaperon de Hyukjae a estas reuniones familiares, ya
sentía que me estaba saliendo una ulcera y si tuviese que conseguirlo
nuevamente con otro de sus desagradables compañías de bar cabezas huecas no
estoy seguro de que pudiera salir de su
apartamento sin cometer homicidio.
Me voltee para
refrescarme con un poco de agua fría. Necesitaba recomponer su cabello porque
la última cosa que quería era que Jihoon o Kangta se dieran cuenta que algo
estaba fuera de lugar e incluso drogado y adolorido, Siwon era una de las
personas más observadoras que he conocido. No se le escapaba nada cuando se
trataba de sus hermanos menores y de mí por asociación desde que técnicamente
me agrupé en la categoría de pequeño hermano sustituto.
Era cada vez más
y más difícil pasar tiempo junto a Hyukjae y no solo porque verlo me recordaba
todo lo que ya no tenía que era el problema con el que lidiaban Jihoon y
Kangta, no es que el insensible imbécil tuviera alguna simpatía con sus padres.
Mi problema venia por el hecho de que Hyukjae era complicado, imprudente,
charlatán, irreflexivo, muchas veces mal humorado y un insufrible dolor en el
trasero pero cuando lo quería también era encantador y gracioso, artísticamente
brillante y más de las veces la persona más interesante en la habitación y
había estado locamente enamorado de ambos lados de él desde que tenía trece
años.
Claro que había
querido a Eunhyuk, querido como un hermano, como el mejor amigo y consumado
protector que había sido pero quise a Hyukjae como si fuese mi misión en la
vida, como si él fuese inevitable y no importa cuántas veces se me enseñara
cuan horrible era esa idea, que mala pareja hacíamos, cuan imbécil
insensible podía ser, no podía librarme de ello y siempre
tenía el hecho que él ni siquiera pensaba en mi más que como el chofer de un
carro golpeándome en la cara rasgándome
un poco más de mi maltrecho corazón.
Mi propia familia
era tal lio que no hubiese manera de que fuera la mitad de la persona que soy
ahora sin todo lo que los Lee han hecho por mí. Eunhyuk me había tomado bajo su
ala cuando era un pre-adolescente solitario y sin amigos, Siwon había tratado
de golpear al primer chico que me hizo llorar porque yo no le gustaba, Jihoon
me había llevado a comprar ropa para los bailes de Bienvenida y la Graduación
cuando mi propio appa estaba muy ocupado
con su nuevo esposo para importarle, Kangta me había llevado a las
Universidades y me ayudo a rellenar las opciones lógicas y racionales cuando se
trató de elegir una universidad y Hyukjae, bueno Hyukjae fue un constante
recordatorio de que el dinero no te daba todo lo que deseabas y no importa cuán
perfecto trataba de ser, cuán duro había trabajado en ser todo para todo el
mundo, eso todavía no era suficiente.
Solté una
exhalación que sentí que había aguantado cerca de una hora y tome un pedazo de
Kleenex para quitar los residuos que habían corrido debajo de mis ojos por el
agua. Si no conseguía bajar rápido al comedor Jihoon iba a venirme a buscar y
no tenía una excusa razonable de porque estaba hiperventilando en el baño.
Me di una charla
en silencio recordándome que había hecho esto un millón de otros domingos y que
este no era diferente. Justo cuando estaba saliendo al pasillo mi celular sonó
y tuve que luchar contra un gruñido cuando vi que Sehun me estaba llamando de
nuevo. Mandé la llamada al buzón de voz y me pregunté por centésima vez en el
último mes por qué había gastado un segundo de mi tiempo en su pomposo trasero.
Era demasiado estirado, demasiado temperamental, demasiado superficial y
demasiado interesado en mi apellido y el hecho de que mis padres eran
adinerados más que en mí.
Ni siquiera
estaba interesado en salir con él, no estaba interesado en salir con nadie,
pero mis padres me había forzado y como siempre bajo su presión me doblegué y
terminé pasando más tiempo del que quería con él.
Me las arreglé
para tolerarlo por mucho más tiempo del que creí capaz, después de todo Sehun
estaba más interesado en sí mismo que en mí, fue hasta que comenzó a
presionarme por sexo, comenzando a ponerme incomodo agarrándome y tocando
cosas, que no quería sus manos en ningún lugar cerca. Desafortunadamente ni él
ni mis padres parecían captar el mensaje y había sido inundada con llamadas,
mensajes de texto y correos electrónicos por las últimas dos semanas. Sehun era
bastante fácil de esquivar, mi appa no tanto.
Estaba metiendo
mi teléfono de nuevo en mi bolsillo trasero cuando una sosegada voz me detuvo.
—¿Qué está
pasando contigo pequeño? ¿Me he ido por unos dieciocho meses y todo lo que
obtengo es un abrazo y un beso en la mejilla antes de que desaparezcas? ¿Dónde
están las lágrimas, la histeria de que estoy sano y salvo? ¿Qué está tramando ese complicado
cerebro tuyo?, porque puedo decir que hay algo en tu mente.
Ahogué una risita
y dejé que mi frente cayera en el fuerte pecho en frente de mí. Incluso
maltratado y golpeado Siwon era la clase de hombre que se interponía entre la
gente que amaba y todo lo que posiblemente podría hacerles daño. Acarició la
parte superior de mi cabeza y puso una pesada mano en la parte de atrás de mi
cuello.
―Extrañé esa
hermosa cara Donghae; no sabes qué bueno es estar en casa.
Me acerqué un
poco y pasé con cuidado un brazo en su cintura para darle un apretón y no
herirlo.
—Te extrañé
también, Siwon. Solo estoy estresado. La universidad es una locura ahora, estoy
trabajando tres o cuatro noches a la semana y mis padres no me dejan en paz por
este chico con el que acabo de romper. Sabes que amo cuando estamos todos
juntos. Pensé que a tu appá iba a darle un ataque al corazón cuando llamó para
decirme lo que te pasó. Estoy tan feliz de que estés aquí, no creo que esta
familia sería capaz de manejar que otro hijo Lee se vaya abajo.
—No probablemente
no.No puedo creer que todavía te tenga
de chofer de mi idiota hermano. —Enganché mi brazo con el de él y
comenzamos a emprender nuestro camino hacia el comedor.
—Es la única
manera de que él venga. Si tengo que faltar por la escuela o porque algo sucede
el solo los rechaza. La mitad del tiempo cuando voy al apartamento ni siquiera
sabe qué día es y tiene que luchar para salir por la puerta, hoy sería un buen
ejemplo de ello. Si me presento se siente obligado a venir conmigo no importa
con qué o quién esté en el medio de algo.
Siwon maldice por
lo bajo.
—No le mataría a
ese chico ser amable con appá y papá una vez a la semana. No necesita que tú
seas su niñero.
Me encogí de
hombros porque los dos sabíamos que todos los hermanos Lee tenían un papel.
Eunhyuk había sido el buen hijo, el estudiante de puras A, el encargado de la
función de mantener a Hyukjae fuera de la cárcel y correr cuando su gemelo se
metía en problemas de los que el mismo no podía salir. Hyukjae era el comodín,
el que vivía la vida al máximo y no se
disculpaba con los que pudiera ofender o lastimar a lo largo del camino. Siwon
era el jefe, los gemelos lo adoraban y siguieron su ejemplo en lo bueno y malo,
porque Dios sabía por la manera en que ellos lucían que había un montón y
montón de lo malo en su camino. Con Eunhyuk ausente no era una sorpresa para
nadie que Siwon se hubiera vuelto incluso más protector con su hermano restante
y yo había caído perfectamente en el papel de tratar de mantener a Hyukjae en
una especie de camino recto y estrecho.
—Es lo mínimo que
puedo hacer por Jihoon y Kangta. Ellos siempre han hecho mucho por mí y me han
pedido muy poco a cambio, aguantar la ira de Hyukjae una vez a la semana es un
sacrificio muy fácil de hacer.
Algo apareció de
repente en esos ojos que se parecían tanto a los de su hermano que a veces
dolía mirar dentro de ellos. Siwon no era ningún tonto y no sería una sorpresa
si supiera más de las cosas que mantenía guardadas que lo que dice saber.
—Simplemente no
quiero que seas el objetivo de
Hyukjae siendo Hyukjae. Appá
necesita supercar su mierda y él también . Todo el mundo es adulto ahora y la
vida es muy corta para que constantemente estes jugando al mediador entre
los dos.
Suspiré y bajé mi
voz mientras llegábamos a la entrada del comedor. La mesa estaba ya servida y todo el mundo ya
estaba en sus asientos normales. Kangta estaba en la cabeza de la mesa, Jihoon
a su derecha con un asiento vacío para mí. A la izquierda de Kangta estaba el
asiento para Siwon y Hyukjae había tomado el asiento en el extremo opuesto tan
lejos de sus padres como podía.
—Necesitan
superar el hecho de que él nunca va a ser Eunhyuk, y él necesita parar de hacer
cosas que a ellos no les gustan. Hasta que un lado ceda y aprenda como perdonar
siempre va a ser de esta manera. —Presiona un súper ligero beso en mi coronilla
y me da un pequeño apretón—. No creo que ninguno de ellos se dé cuenta de lo
afortunados que son de tenerte pequeño.
Lo dejo ir y voy
a tomar asiento entre Jihoon y Hyukjae. Trato de no hacer una mueca cuando
Hyukjae me da una mirada entrecerrada en mi dirección, sabiendo que Siwon y yo
estábamos susurrando sobre él. Me deslizo en mi asiento y le doy una rápida
sonrisa a Kangta mientras él comienza a pasar el típicamente elaborado
desayuno-almuerzo alrededor. Estaba a punto de preguntarle a Siwon que planeaba
hacer en su tiempo libre cuando Jihoon me hizo voltear la cabeza en shock.
—¿Sería demasiado
aventurado esperar que vengas a desayunar en una camisa de botones y en un par
de pantalones que no parecieran que vinieran de la tienda de segunda mano?
Quiero decir, tu hermano tiene varios huesos rotos y estuvo en un terrible
accidente y él se las arregla para parecer más arreglado que tú, Hyukjae.
Tuve que morder
mi lengua para detenerme de no explotar contra Jihoon para que lo dejara en
paz. Mayormente porque las reuniones familiares se suponían que eran informales
y divertidas y sé muy bien que si yo me hubiese presentado con jeans y una
camiseta ni siquiera hubiese pestañado, pero porque era él lo veía como un
ataque directo.
Él tomó un par de
tocinos del plato que le había alcanzado y ni siquiera se preocupó en
responderle. En vez de eso se volteó hacia Siwon y le preguntó acerca de sus
planes mientras estuviera en casa. Quería que fuera a la ciudad por una semana
y pasara tiempo con él y Kyuhyun. Vi la boca de Jihoon tensarse por el rechazo
y las cejas de Kangta se fruncieron.
Había visto
variantes de esa misma mirada cada domingo que estábamos aquí. Me hacía doler
el pecho porque incluso en una camisa arrugada y jeans rotos Hyukjae era el
tipo de chico que hacía suyo cualquier atuendo que llevara puesto. Era lo mismo
con las cantidades masivas de tatuajes que lo cubrían y los metales que le
adornaban por aquí y por allá.
No era
cuestionable que Hyukjae era un chico apuesto, probablemente demasiado apuesto
para ser honesto, pero era complicado y la belleza que poseía estaba enterrada
y camuflada debajo de otras cosas que eran fáciles de obviar.
Su cabello cuando
estaba decorado con púrpura, verde o azul era el más grueso y brillante incluso
con cada color debajo del sol bailando en su piel, de los tres siempre era
alrededor de Hyukjae donde los jóvenes y mujeres giraban. Como el Moreno de
Starbucks de esta tarde.
—¿Y qué pasa con
tu cabello hijo? Un color realmente en la naturaleza quizás sea un buen cambio
sobre todo porque la familia está completa y somos afortunados de tener a tu
hermano de una sola pieza.
Gemí internamente
y en silencio, tomé el cuenco de frutas que Jihoon me entregó. Ahora que se
habían asociado no había manera de que fuera a permanecer callado. Normalmente
ignoraba a su appá y le disparaba sarcásticos comentarios a Kangta, pero ser
interrumpido y atacado desde ambos lados mientras estaba tratando de ponerse al
día con Siwon no iba a dejarlo pasar.
Hyukjae tenía un
mal genio en un día bueno, pero acorralarlo cuando tenía resaca y estaba siendo
civilizado de mala gana sin duda lo iba a hacer explotar. Le di a Siwon una
mirada de pánico a través de la mesa pero antes de que él pudiera interferir la
voz de Hyukjae salió literalmente como una mano a través de la cara.
—Bueno el purpura
es encontrado en toda la naturaleza así que no
sé de que hablan y en cuanto a mi
ropa supongo que somos afortunados de que
me preocupe ponerme pantalones considerando las condiciones en que Donghae me encontró
esta mañana. Ahora si terminaron de criticar cada movimiento que hago, ¿puedo
seguir mi conversación con mi hermano que no he visto en un año y que casi
vuela en mil pedazos por una bomba en el camino?
Jihoon se quedó
sin aliento y Kangta empujó la silla de la mesa. Dejé que mi cabeza cayera
hacia delante y froté entre mis ojos, un dolor de cabeza comenzaba a palpitar.
—Una tarde
Hyukjae, una maldita tarde es lo que te pedimos. —Kangta salió del comedor a
toda prisa y Jihoon no perdió ni un minuto en estallar en lágrimas. Enterró su
cara en su servilleta y yo incómodamente le di palmadas en el hombro. Le di una
mirada a Hyukjae pero él ya se había parado e ido hacia la puerta. Le di una
mirada a Siwon quien negó con la cabeza y se puso de pie pesadamente. Jihoon
subió su cabeza y miró a su hijo mayor con ojos suplicantes.
—Dile Siwon, ve y
dile que así no es como tratas a tus padres. No tiene respeto. ―Señaló con un
dedo tembloroso a la puerta―. Tienes que decirle que es inaceptable.
—Seguro appá, se
lo diré pero también te voy a decir que no tienes razón para tirarle todo así.
¿A quién le importa si quiere usar jeans y tener el cabello como un maldito
pitufo? Lo que importa es que está aquí e hizo un esfuerzo y Donghae tomó
tiempo de su vida, de su ocupada agenda para que eso pasara para ti y papá, y
esperaron exactamente tres segundos para criticarlo, ambos.
Jihoon tomó aire
pero Siwon no había terminado.
―Tú y papa
necesitan despertar. Pude haber venido a casa con la misma facilidad en una
bolsa para cadáveres que con un yeso. Ya has perdido un hijo, tienes que
aprender a apreciar a los que tienes a pesar de si estás de acuerdo con
nuestras decisiones o no. —Las lágrimas salían todavía más y ella inclinó su
cabeza en mi hombro
—Donghae ama
venir acá los domingos; deberíamos dejar de pedirle que traiga a Hyukjae porqué él claramente no
quiere venir aquí. Estoy cansado de tartar de hacerlo parte de esta familia eso
duele demasiado.
Siwon negó con la
cabeza y los dos suspiramos, él siguió a su hermano fuera del comedor mientras
yo continué dándole palmadas a Jihoon en su hombro. Él había sido bueno
conmigo, me trato como su hijo cuando mi appá no, así que estaba a punto de
decirle que venía de un lugar donde me negaba a ver a otra familia
desintegrarse por sí misma.
—Jihoon tú y Kangta
son maravillosas personas y buenos padres pero tienes que dejar de vivir del
pasado. No voy a verlos más cada domingo, al menos que encuentren como aceptar
a Hyukjae por exactamente lo que es y amarlo como sea. Extraño a Eunhyuk y es
trágico como murió, pero nunca vas a lograr que Hyukjae sea como él y no puedo
soportar ver como lo sigues tratando. Mis padres me han forzado a un molde en
el que no encajo por años y solo deseo tener un poco de voluntad para
rechazarlo de la manera en que Hyukjae lo hace. —Me paré y tuve que luchar
contra mis propias lágrimas cuando me vio con sorpresa y consternación marcada
en su rostro.
—Si Eunhyuk
estuviera aquí nada de esto estuviese pasando. Hyukjae nunca hubiese comenzado
a actuar tan terrible, tú y él estuviesen todavía felices juntos y Siwon nunca
se hubiese ido y unido a esa estúpido ejército.
Tuve que dar unos
pasos atrás porque había demasiada equivocación
en ese pensamiento que casi me derribó.
—Jihoon, Hyukjae
siempre fue un chico difícil, nunca se guio por los dictados de Kangta y tú,
Siwon estaba enlistado muchísimo antes del accidente y te he dicho un millón de
veces que Eunhyuk era mi mejor amigo, nunca tuvimos ningún otro sentimiento que
ese. Creo que necesitas considerar hablar con un profesional porque estas
escribiendo otra historia y mientras lo haces están perdiéndote un hijo genial.
—¿Realmente no
puedes creer eso? Hyukjae es tan horrible contigo como lo es conmigo y su papá.
Me mordí el labio
y froté mis sienes con más fuerza.
—Él no es
horrible; solo es más difícil de querer. Eunhyuk lo hacía fácil para ustedes,
Hyukjae nunca lo ha hecho pero el merece el esfuerzo y hasta que esta familia
no lo vea tengo mejores formas en que pasar mi tiempo. Si quisiera disputas y
amargura simplemente iría a casa. Los amo a ti y a Kangta, pero veo lo que
están haciendo con Hyukjae y no voy a ser parte de eso. Siwon estaba en lo
cierto, necesitan apreciar la familia que tienen y no pasar la vida
comparándola con la familia que perdieron. Eunhyuk era todo mi mundo Jihoon,
pero se ha ido y Hyukjae está aquí.
Se cruzó de
brazos y se dejó caer sobre la mesa. Sabía que no conseguiría nada, así que fui
a la puerta principal. Yo no estaba sorprendido de ver a Kangta apoyado en la
encimera de la cocina, mirándome con ojos serios.
—A él no le va a
ir bien si no vienes. Eres una parte importante de esta familia.
Metí las puntas
del cabello detrás de mis orejas y le di una sonrisa triste.
―Igual que tu
hijo.
―Jihoon no es el
único que necesita recordar eso, y tienes que admitir que ese cabello es
ridículo.
Me reí de verdad
esta vez y caminé hacia él para darle un abrazo.
—El necesita
ayuda Kangta. Eunhyuk se ha ido ya hace un tiempo y todo lo que hace es
presionar a Hyukjae para que tome su lugar. Eso no va a pasar, todos lo sabemos.
Besó la parte de
arriba de mi cabeza y me alejó de él.
—No sé por qué
siempre defiendes a ese chico; tiene un temperamento fuerte y una vena salvaje.
Eres un joven inteligente, bello y debes saber cómo terminará la historia de
Hyukjae.
—Yo no creo en
pasar por delante Kangta. Ya leí todo el libro. Dile a Jihoon que me llame
cuando se calme pero voy en serio con lo de los domingos. Hasta que sea
realmente una reunión familiar no vengo. Esto simplemente duele demasiado.
—Es justo
pequeño, pero sabes que si necesitas algo estamos a una llamada.
—Lo sé.
―Sé que él no
apreciaría que pongas las manos en el fuego por él.
—Quizás no
Kangta, pero si mis manos se queman en el fuego e incluso si nadie, incluyendo
a Hyukjae puede verlo, él lo vale, lo creo y sé que Eunhyuk también pensaba
así, así que trata de recordar eso la próxima vez que él venga con el cabello
rosado.
Salí hacia la
entrada de la casa y me detuve cuando vi a los hermanos con sus cabezas
inclinadas juntas. Hyukjae lucia furioso y Siwon triste, era doloroso y sorprendente al mismo tiempo.
Hyukjae me vio primero y se alejó. Se dijeron algo el uno al otro en tonos
bajos y chocaron puños. Siwon empujó a Hyukjae en un abrazo de un solo brazo y
se encaminó hacia mí. Recibí el mismo tratamiento con la adición de un beso en
la mejilla.
—Voy a calmar los
ánimos aquí tanto como pueda durante la próxima semana y luego ir a la ciudad.
Iré contigo cuando pueda.
—Inténtalo y
convence a tu appá de conseguir ayuda Siwon, por favor.
—Te quiero
pequeño, trata y mantén a ese imbécil fuera de problemas por mí.
Le di un beso en
la mejilla en respuesta.
—Siempre lo hago.
—No sabía que era
tan malo, Donghae. Me he perdido demasiado por estar lejos.
—Las familias son
como nada más, toman trabajo, paciencia y personas deseando que funcione, estoy
muy contenta de que hayas venido a casa Siwon.
Me alejé después
de otro abrazo y le di mis llaves a Hyukjae.
—Tengo dolor de cabeza ¿puedes conducir a la ciudad?
—Normalmente nunca dejo que se acerque a mi auto, tenia pie de plomo y no tenia
en cuenta a otros conductors en la carretera, pero lo iba a lograr.
Sentía el dolor
de cabeza convirtiéndose en una migraña y lo único que quería hacer era cerrar
los ojos y meterme en una cama suave y tirar de las mantas sobre mi cabeza. Me
metí en el asiento del pasajero y me hice un ovillo.
Me Gusta esta historia suena interesante ojala pudieras actualizarla con mas frecuencia. Saludos
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarque feo que los padres intenten cambiarte solo por que ellos estan frustados y no te aceptan tal cual eres espero y de verdad los padres de mi lindo monito busque ayuda por que de verdad estan perdiendo a otro hijo en vida.
ResponderEliminarLos padres de Hyu francamente son de lo peor. A este paso van a terminar de perder a su otro hijo.. Gracias por la historia 😂
ResponderEliminarEs impresionante como uno no se da cuenta de lo que tiene y prefiere vivir en negacion... espero que pronto la familia Lee encuentre un valance... esta bien... directo al sig. cap ... gracias.
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