Marcado (T1)-5




La siguiente semana pasó volando. Tenía dos exámenes, tomé un turno extra en el trabajo y estaba jugando un muy complicado juego de esquivar al ex porque Sehun también iba a UD y aun cuando él tomaba cursos para prepararse para la escuela de leyes y normalmente estaba al otro lado del campus por alguna razón él parecía estar ahí cada vez que daba la vuelta. Me llamaba dos veces al día y estaba considerando cambiarme de número pero parecía demasiado lío así que solo mandaba sus llamadas a buzón de voz y me volví realmente bueno en pretender que no lo veía.
Siwon llamó dijo que Jihoon no estaba mejorando. Se rehusaba completamente a ir a ver un psicoterapeuta y ahora culpaba a Hyukjae por el hecho de que yo me rehusaba a ir Mopko el fin de semana. Según él, estaba insistiendo que de alguna manera me había lavado el cerebro y puesto en su contra. Siwon todavía no estaba cómodo dejándolo solo aun cuando Hyukjae lo estaba atormentando para que viniera y saliera con él, yo podía decir que él estaba sintiendo el familiar tirón que yo sentía al estar atrapado entre su hermano y su appá. Estaba triste de que él no fuera a estar en mi cumpleaños pero él tenía tanto de que preocuparse que no dije nada.
Tomé turno el domingo solo para evitar otro fin de semana de drama, pero el bar estaba lleno y si Hyukjae vino con sus amigos no lo vi. Aun era extraño no tenerlo discutiendo por almuerzos familiares cada domingo pero cuando mi turno terminó y no había habido nada de dolores de cabeza o acusaciones o sentimientos heridos di un suspiro de alivio que se sintió como el primero en años. Me estaba sintiendo tan despreocupado que deje que Zhoumi me convenciera de saltarme grupo de estudio e ir por comida mexicana en  cambio. Era la primera vez en mucho tiempo que me sentía como yo mismo y casi no sabía qué hacer conmigo.
Para la mañana del viernes todavía no había oído de ninguno de mis padres así que pensé que estaba libre de tiempo familiar forzado, pero había recibido un mensaje de Jihoon pidiéndome que reconsiderara el domingo por mi cumpleaños. Había contestado que iría gustosamente si Hyukjae también era invitado y no había tenido respuesta. Zhoumi estaba siendo reservado sobre lo que había planeado y me estaba poniendo nervioso. Habría sido feliz con sushi y películas de nuevo pero él seguía insistiendo que necesitábamos empezar a ampliarnos, tener una aventura, y hacer algo nuevo. Esas palabras y actitud inflexible parecían una receta para el desastre pero estaba tratando de ser positivo porque era el único tratando de ser lindo conmigo y era un asombroso amigo.
Estaba saliendo de mi clase de anatomía y enviándole un mensaje a uno de los chicos del trabajo para recordarle que él iba a tener mi turno de cierre esta noche cuando me choqué con alguien e inmediatamente retrocedí con miedo y enfado. Sehun estaba de pie frente a mí luciendo tan libre de arrugas e inmaculadamente pulcro como siempre. Su cabello oscuro parecía como si él hubiese estado pasando sus manos por el sin parar y cuando se  estiró para estabilizarme retrocedí tan rápido que casi me caigo hacia atrás sobre mi trasero.
―¿Qué estás haciendo? ―Quería que mi voz sonase indignada y hostil, pero mi voz se quebró y tuve que aclarar mi garganta para recuperar la compostura. Sus ojos buscaban los míos intensamente y me preguntaba cómo es que alguna vez lo había considerado atractivo cuando ahora solo me parecía raro.
—Uh, no estás devolviendo ninguna de mis llamadas y has sido realmente difícil de encontrar últimamente.
―Es porque no quiero verte o hablarte. Sal de mi camino.
―Donghae, espera. ―Él levantó una mano y sacó algo de su bolsillo y lo extendió hacia mí―. Sé que mañana es tu cumpleaños y solo quería darte algo para decir que lamento como he estado actuando. Estaba como loco porque pensaba que tú podrías haber seguido adelante pero tu appá me explicó que no es así entre ustedes dos. Aquí, tómalo. ―Él empujó la caja de terciopelo hacia mí y yo retrocedí como si él hubiese estado sosteniendo una serpiente viva en su mano.
―No voy a tomar eso de ti, no voy a tomar nada de ti. Déjame en paz Sehun, hablo en serio.
―Mira Donghae honestamente no puedes creer que alguna vez podrá haber algo entre tú y ese chico. Tu appá me dijo que has estado enamorado de él por años y que él nunca siquiera te ha visto dos veces. Tú no eres su tipo, eres demasiado bueno para él y lo sabe. Solo dame otra oportunidad; podemos entendernos.
Quería golpearlo pero solo dejé que el hielo que viajaba a través de mí en sus palabras cubriera todo el enojo que se estaba empezando a formar.
―No. ―No dije nada más, solo “no”, porque no tenía que explicarme o mis sentimientos o el hecho que sabía que la mayor parte de lo que dijo sobre Hyukjae era verdad.
No era demasiado bueno para él, era solo demasiado Yo, para que él  me mirase de otra manera había aceptado eso años atrás. Retrocedí tropezando unos pocos pasos y después me di la vuelta y comencé a trotar para alejarme de él. Creo que él me llamó pero no me importó solo eché a correr. Él estaba empezando a realmente asustarme y el hecho que mi propio appa le estuviese divulgando esos íntimos detalles sobre mi vida solo me hacía querer vomitar. No podía creer que una persona que ni siquiera se molestó en tomar nota de cuanto me estaba mudando de su casa porque la universidad estaba empezando notó como me sentía por Hyukjae cuando él estaba despistado y eso solo barría mi ego como navajas. Si Sehun no terminaba con esto iba a tener que considerar cambiar mi número de teléfono y posiblemente conseguir una orden de restricción.
Cuando llegué a casa, el apartamento estaba vacío así que como un tonto me aseguré que todas las puertas estuvieran cerradas y que el cerrojo de seguridad en la puerta delantera estuviese puesto. Me escondí en mi cuarto e hice mi tarea y me sumí en la autocompasión que estaba amenazando con ahogarme.
No me consideraba una persona demasiado sociable u optimista; provenía de años siendo ignorada en casa y socialmente torpe en la escuela. Por un momento Eunhyuk había logrado sacar mi cabeza del cascarón privilegiado en el que normalmente me escondía y había pensado que cuando dejara Mopko y fuera a la universidad encontraría mi camino, solo que Eunhyuk había muerto y yo todavía estaba esforzándome por ser todo tipo de cosas para personas que simplemente no parecían apreciar mis esfuerzos. Me vestía bien. Cuidaba a Hyukjae y toleraba su horrible comportamiento porque quería que Jihoon y Kangta recordaran que él necesitaba y merecía su amor al igual que Eunhyuk lo había hecho.
Usaba un ridículo atuendo para trabajar y toleraba chicos tontos y clientes borrachos porque Zhoumi merecía un compañero sólido en el que pudiese confiar y principalmente actuaba como si interactuar con Hyukjae, observarlo abrirse camino a través de la mayor población de jóvenes de Seul no me molestara, no matara algo dentro de mí y hacer todas esas cosas día tras día estaba empezando a transformar los pequeños pedazos que eran yo realmente en un sombra.
Sabía que la razón por la cual inicialmente había accedido a salir con Sehun era porque él en un manera muy vaga me recordaba a Hyukjae. Tenía una pequeña pisca de travesura en él que simplemente pasaba mis restricciones normales. Había sabido dentro de las primeras citas que no había chispa, nunca había porque yo siempre estaba buscando algo, o más bien alguien que no estaba ahí, pero Sehun era gentil y agradable hasta que no había querido que las cosas se volvieran físicas. Seis meses era un largo tiempo para engatusar a alguien, sabía eso, pero no justificaba la obsesión bizarra que estaba mostrando ahora y era otra carga que sentía que tenía asumir.
Estaba muy listo para dejarlo ir.  Me cambié  a  unos  pantalones de ejercicio y me acurruqué en la cama para mirar Netflix, sabiendo que Zhoumi no llegaría a casa de su turno hasta las dos dejándome haciendo pucheros solo.
Debería estar vivito y coleando, debería tener un teléfono lleno de amigos a los que pudiera llamar para pasar un raro viernes en la noche, pero no lo tenía y eso simplemente era triste. Todo lo que necesitaba era un par de gatos y un litro de helado para completar la patética imagen. En algún momento entre mi segunda comedia romántica y comida China juré aceptar totalmente lo que Zhoumi tenía planeado para mi cumpleaños mañana porque lo que estaba haciendo ahora era triste.
Mi compañero de cuarto tenía razón, necesitaba  algo de diversión, necesitaba relajarme y sin importar que decidiera él para hacer que eso pasara yo estaba a bordo.
Me desperté la siguiente mañana con mensajes de feliz cumpleaños de Siwon y mi padre. Como siempre no había nada de mi appá y odiaba admitir que me ponía triste que Jihoon no enviase uno. Decidí preparar el desayuno. Fui sorprendido con un hermoso bouquet en la mesa de la cocina y retrocedí cuando vi de quien era la tarjeta. Realmente iba a tener que hacer algo con Sehun.
Zhoumi era un madrugador; iba a correr cada mañana sin importar cuán tarde había llegado del trabajo la noche anterior. Señaló las flores con su taza y frunció el ceño.
―Estaban en la puerta cuando volví de correr.
―Lo sé. Creo que tendré que conseguir una orden de restricción.
―¿No es tu papá juez?
Suspiré.
―Sí. ―Conseguir que Sehun desistiera podría ser más difícil de lo que pensé―. ¿Quieres que haga el desayuno?
El sacudió su oscura cabeza y sus ojos brillaron con entusiasmo.
―No, te voy a llevar a Grill y después tengo planeado el mejor día de cumpleaños en la historia de los cumpleaños.
―Yupi suena bien. ¿Qué hay en la agenda?
―Primero iremos de compras. ―Hice una mueca porque odiaba comprar. Vivía en un ridículo uniforme para trabajar y ropas de marca caras que mis padres insistían que usara porque se suponía que debía vestirme para el trabajo que quería no para el trabajo que tenía y ningún doctor aparentemente caminaba en jeans y camisetas aun cuando estaban fuera de horario. Viendo mi cara él sonrió diabólicamente―. No, no vamos a  comprar ropa de niño rico, vamos a comparar ropa para un normal joven universitario. Vamos a ir al centro comercial, vamos a ir a mi tienda favorita de segunda mano, vamos a ir a esas genial tienda vintage y tú mi amigo, no puedes gastar más de cincuenta dólares en cada cosa, así que no habrá zapatos de doscientos dólares, ni suéteres de casimir, ni pantalones a medida cocidos a mano por monjes ciegos en el Tibet o lo que sea. Solo vamos a ser dos amigos normales pasando un día gastando nuestras propinas en mierda inútil.
Oh eso sonaba divertido y algo que nunca tuve la oportunidad de hacer.
—Y después ―sus ojos se abrieron dramáticamente―, vamos a ir al salón y arreglarnos el cabello y hacernos manicura y pedicura. Uno de los chicos de mi clase de química inorgánica tiene este bonito cabello parece un brillante arcoíris, él tiene plena confianza en este sitio. Así que nos vamos a arreglar, ponernos nuestras nuevas ropas de jóvenes normal e ir a cenar a ese lugar Colombiano al que hemos estado muriendo por ir.
Todo eso sonaba maravilloso. Estaba a punto de lanzarme a él en un enorme abrazo de gratitud cuando levantó una mano.
―No he terminado. ―Desapreció dentro de su cuarto por un minuto y volvió con una tarjeta en una envoltorio azul―. Después vas a tomar este genial y muy necesario regalo de cumpleaños que te conseguí y vas a salir conmigo y, me refiero a salir, salir y te embutiré un buen trago por tu linda gargantita aun si me mata.
Abrí la tarjeta con leve inquietud. No sabía a qué se refería por salir. Dentro de la tarjeta había un  brillante presente envuelto que a primera vista parecía una tarjeta de crédito. Después que leí su dulce saludo de cumpleaños cuidadosamente saqué el papel y jadeé cuando vi lo que estaba frente a mí.
―Zhou no puedo usar esto
La identificación tenía mi cara en ella, mi cumpleaños solo un año mayor y parecía exactamente una licencia de conducir. De hecho se parecía mucho a la que tenía en mi billetera difícilmente había alguna diferencia.
―Sí, sí puedes. Has pasado veinte años siendo el buen nene de todos, y estoy harto de verte sacrificarte por ello. La mayoría de los jóvenes de tu edad salen, se cuelan a clubes, besan chicos, tienen aventuras de una sola noche, se meten en peleas ridículas peleas llenas de drama con sus amigos, Donghae tú no haces nada de eso. Esta noche vas a tomar esa ID y salir conmigo y actuar como cualquier otro idiota de veinte años que conozco. Vamos a beber mucho, hacer tonterías y divertirnos, lo mereces. No puedo recordar la última vez que te vi reír o sonreír. Estás dejando que tu alma se marchite tratando de ser alguien que simplemente no eres y ya no puedo mantenerme al margen y dejarlo pasar.
―Cumplo veintiuno el siguiente año. ―No estoy seguro de porqué pensé que ese era un argumento válido para sus más que precisos puntos, pero por alguna razón es lo que salió de mi boca.
Zhoumi sacudió su oscura cabeza.
―¿A quién le importa? Tienes veinte hoy y estás viviendo como uno de cincuenta. ―Eso hería porque en el último viaje a Mopko Hyukjae prácticamente había dicho lo mismo. Con un suspiro recordé mi resignación anoche de solo entregarme al plan de Zhoumi, por una vez soltarme. Metí algo de cabello detrás de mis orejas y me erguí.
―Está bien.
Zhoumi levantó la mirada bajo sus cejas levantadas.
―¿Está bien?
―Sip. Hagamos esto. Que la diversion de cumpleaños y el libertinaje comience ―chilló lo suficientemente fuerte para hacer que me doliesen los oídos y corrió alrededor de la mesa para envolverme en un abrazo que me dejó sin aliento.
―Confía en mi Donghae, nunca olvidaras este día. ―El tenía razón porque para el final de la noche este cumpleaños cambiaria mi vida.
El desayuno fue fantástico y nos embutimos de lo mejor frito que para cuando llegamos al centro comercial tuve que dar unas cuantas vueltas solo para seguir moviéndome. Me probé un millón de jeans y termine comprando unos cuantos y me abastecí de aburridas y viejas camisetas. En la tienda de segunda mano tomé una chaqueta de cuero. En la tienda vintage me aloqué un poco porque me enamoré de todos los conjuntos de los cincuenta y sesenta. Me reí con Zhoumi por horas mientras nos probábamos cosa tras cosa y ya no sentía  esa enorme presión en mi pecho. Era divertido, sencillo, simple y el hecho que había olvidado cómo se sentía eso era triste.
En el salón de belleza me hicieron una manicura y pedicure, solo por placer hice que le agregaran estrellas negras. Era genial. La señorita haciéndolo tenía rastas verde brillante y un tatuaje a lo largo de su frente así que me emocioné cuando me sonrió y me dijo que le gustaba. Todos los que trabajaban en el salón de belleza tenían una vibra de rock and roll y mientras normalmente me habría sentido fuera de lugar y reservado, todos eran tan agradables y amigables que era imposible hacer algo excepto relajarse y pasar un buen rato.
El chico a cargo de mi cabello era un afroamericano grande que usaba estampado de leopardo de cabeza a pies. Su brillante calva tenía un tatuaje de un ojo en la parte trasera y dijo que mi cabello era precioso y sugirió cortarlo un poco a los lados. Estuve totalmente de acuerdo e incluso pregunte si podía hacer algo nuevo con el color. Sus oscuros ojos brillaron de emoción cuando le pregunté por algo chispeante, lo que conseguí fue mi cabello teñido rubio con una sombra de castaño por abajo y a los lados. Era increíble, diferente pero no alarmante.
Era moderno y a la moda y tan diferente a como mi cabello lucía normalmente que lo abracé de alegría en mi camino afuera. Él me devolvió el abrazo lo más probable porque le di suficiente propina para irse de viaje por el fin de semana, pero a quien le importaba, me veía increíble.
Corrimos de regreso a la casa y me arreglé para cenar. Me puse uno de mis nuevos atuendos, pantalón de cuero negro una camisa negra complementada con la chaqueta de cuero roja que compré en la tienda de segunda mano. Rize un poco mi cabello, y me puse maquillaje en los ojos para hacerlos mas llamativos y decidí que porque se me daba la gana usaría mis asombrosas botas negras. Parecían algo que un modelo de Harley Davidson usaría, pero me encantaban y le daban a mi apariencia una determinada ventaja que estaba sintiendo después de un día de dejar al verdadero Donghae libre de su perpetua atadura. Zhoumi se puso un elegante pantalón rojo que hacía que sus largas piernas pareciesen interminables acompañado de camisa de color blanco y tenía a nuestro mesero en el restaurante prácticamente babeando en nuestra agua cada vez que se detenía a rellenar nuestros vasos. Él me hizo probar mi nueva ID ordenando una bebida, funcionó a las mil maravillas y antes que lo supiera ambos estábamos libres de dolor y divirtiéndonos rebotando de bar en bar y de club en club e incluso después de unas horas regresando a casa y pasando por unos antros. Estaba sorprendido de que ni siquiera tenía que mostrar la falsa ID en la mayoría de lugares, resulta que unos pantalones ajustado y una chaqueta de cuero funcionan igual de bien.
Me estaba riendo histéricamente de Zhoumi imitando a un chico fracasando  en  la  pista  de  baile, habíamos atraído una  justa cantidad de atención en todos los lugares en los que habíamos estado y nos habían pagado unas bebidas.
Un chico estaba tratando de decirme todo acerca de su ilustre carrera en el fútbol coreano o más bien se lo estaba diciendo a mis pecho dado que no creo que él hubiera levantado la vista. Zhoumi estaba rodando sus ojos y tratando de evitar a uno en un traje de banquero que le estaba ofreciendo hacer sus impuestos gratis si le daba su número. Era tonto y divertido, ni siquiera tenía que esforzarme por flirtear o ser encantador. Estaba más que ebrio así que conversar estaba fuera. Todo lo que hacía era sonreír y sentarme provocadoramente en el taburete del bar, dos cosas en las que aparentemente me estaba  volviendo realmente bueno. Otro Cosmopolitan que definitivamente no necesitaba apareció frente a mí y Sr. Fútbol se estaba inclinando aun más cerca a mí cuando algún sexto sentido, tal vez era mi reacción de luchar o huir estaba repentinamente empujando. Levanté mi cabeza y giré en el taburete prácticamente disparando mis rodillas al malicioso jugador de fútbol. Miré alrededor, estirando mi cuello para ver lo que hacía que mi piel repentinamente se sintiese demasiado tensa pero todo lo que veía era la habitual multitud en el bar mezclándose. El jugador de fútbol estaba tratando de volver a llamar mi atención pasando un dedo por mi brazo, supongo que se suponía que era sexy, pero ahora estaba ebrio y nervioso así que quería irme.
Quería decirle que se perdiera así podía encontrar a Zhoumi y  conseguir que alguien nos llamase un taxi pero antes de pudiera hacer cualquiera de esa cosas una cálida mano se deslizo bajo mi cabello posándose en mi cuello y una grave voz gruñó en mi oído.
―¿Cómo mierda llegaste aquí, Nemo?
Los ojos del jugador de fútbol se abrieron como platos porque bueno, Hyukjae era Hyukjae. Ya no más cabello oscuro en punta, ahora estaba afeitado en los lados y decolorado en una alarmante cresta blanca que tenía varias pulgadas de altura. Él tenía una camisa negra con un llameante cráneo en un casco vikingo y un par de jeans negros que tenían un hueco en la rodilla. Ambos brazos llenos de tatuajes estaban a la vista, también la cadena que usaba desde su billetera hasta su cinturón como sus botas negras de motociclista. Él debía lucir desaliñado y descuidado a lado del suéter con cuello V que estaba usando el futbolista, pero no lo hacía. Lucía sexy y despeinado y claramente alguien con quién no te metías porque el futbolista se alejó de la mesa apurado y desapreció en la multitud.
―¿Y qué le hiciste a tu cabello?
Estaba borracho, la verdad es que probablemente no era el mejor estado para pelear con Hyukjae después de conseguir un descanso de dos semanas de él, pero me gustaba mi cabello y él no iba a llover sobres mis vibras de cumpleaños, especialmente dado que él claramente ni siquiera sabía que día era. Me solté de su agarre y me tomé la agria bebida de un solo trago.
―¿Qué estás haciendo aquí?
Él me levantó una ceja y tomó el mismo lugar que el futbolista había desocupado, bajando la mirada hacia mi torso.
―Este bar está a la vuelta de la tienda. Kyuhyun y yo venimos todo el tiempo después del trabajo. Acabo de finalizar con un cliente. Sé que piden ID en la puerta, ¿Cómo entraste?
Moví con fastidio mi cabeza como llo sobre mi hombre como había visto a innumerables jóvenes hacer, solo que yo prácticamente me caí de mi taburete de repente la última bebida me estaba dejando saber cuan mala había sido  tomarla de un trago. Agarré el borde de la barra y Hyukjae se estiró para estabilizarme. Sentía que mi piel quemaba donde él agarraba mi brazo. Definitivamente debería haber escuchado a mi reacción de huir un minuto atrás. Puse una mano sobre mi frente estaba caliente y repentinamente húmeda y pegajosa.
―Debo irme
Traté de ponerme de pie pero el cuarto empezó a girar. Involuntariamente agarraba los bíceps de Hyukjae para enderezarme sabía que habría acabado sobre mi cara de otra manera. Hacía mucho calor, mucho ruido y si no salía a conseguir algo de aire fresco estaba muy seguro de que iba a vomitar en todos lados.
―¿Quién condujo? ―La voz de Hyukjae estaba viniendo de lejos y olía realmente bien. Con un suspiro me incline hacia él y enterré mi nariz en su  garganta―. En serio Donghae ¿Cómo llegaste aquí?
―Zhoumi y yo tomamos un taxi.
―¿Dónde está?
―Con un banquero. Debo ir a casa. ―Sentí como mis alcohólicas piernas empezaban a tambalearse y su pesado brazo alrededor de mi cintura me tenía fijado a su pecho. Era agradable. Sin molestarme en pensar en ello envolví mis brazos alrededor de su cuello. Él se sentía tan bien como sabía que lo hacía.
―Su compañero está correteando en algún lado; quiero ver si puedes agarrarlo. Lo voy a llevar a nuestro lugar. ―No estaba seguro de con quien estaba hablando pero una voz familiar murmuró una respuesta afirmativa y la siguiente cosa que supe era que estaba siendo medio arrastrado medio cargado hacia la puerta delantera del bar. El frío aire de enero me hizo lanzar mi cabeza hacia atrás mientras Hyukjae me movía hacia su costado y me aseguraba con un brazo alrededor de mis hombros. Enganché un brazo alrededor de su esbelta cintura y me acurruqué a su lado. Sabía lógicamente que el vodka me estaba haciendo actuar como loco, pero no podía pararlo.
―Estamos a solo tres cuadras de mi casa. Verteré un galón de café por tu garganta, empujare unas papas o un burrito congelado dentro de tu boca y te meteré en un taxi. Estás aun más pálido de lo normal y si tratas de meterte en un auto ahora vas a vomitar en todos lados. ¿Por qué estás borracho y vestido todo sexy esta noche de todas formas?
Temblé un poco cuando sentí una corriente fria. Voltee mi fría nariz hacia sus costillas e inhalé. Olía como el antiséptico de la tienda, como los cigarrillos de Kyuhyun, como el producto para el cabello en su cresta y bajo todo eso el caliente olor a tierra que era puro Hyukjae. En ocho años nunca había estado así de cerca a él por tanto tiempo. Era suficiente para enloquecer a mi necesitado sistema lleno de alcohol.
―¿Crees que luzco sexy? ―Esa parecía la parte importante de la conversación. Nos detuvimos en una señal de alto y él bajó la mirada hacia  mí
Con clara exasperación en sus  ojos.
―Donghae, cada hombre en el bar te estaba rodeando como si fueras un anzuelo en el agua durante una semana de tiburones. Sabes que luces bien, lo que pienso que no debería importar. Lo que debería importar es ¿por qué estás de repente actuando, vistiendo y luciendo como una persona diferente? ¿Qué está pasando contigo?
Quería fruncirle el ceño pero eso parecía demasiado difícil especialmente dado que su camiseta se levantó en su espalda y mi brazo estaba rozando contra su agradable y caliente piel. Me tropecé fuera del bordillo mientras pasábamos por otra cuadra y una casa victoriana apareció. Él tiró de mí más cerca y ni siquiera traté de ocultar el suave suspiro que salió de mí.
―Todos piensan que debo actuar de cierta manera, tú, mis padres, tus padres, en el trabajo, Sehun. Todos siempre quieren que sea así, que haga eso, que me comporte bien, que sea obediente y estoy harto de eso. Tal vez solo por una vez quiero actuar como yo quiero, sentirme como quiero sentirme sin que alguien me juzgue y espere algo de mí.
Él estaba en silencio mientras subíamos los escalones delanteros hacia el apartamento. Tal vez estaba tratando de traducir mi borracho discurso porque incluso yo podía escuchar que estaba pronunciando todo mal entre mis dientes castañeando. Él abrió la puerta y cerró con llave. Hacía calor adentro así que me quité mi chaqueta y pasé mi temblorosa mano por mi cabello. Giré mi borrosa visión hacia él y casi me tragué mi lengua. Él estaba apoyado contra la puerta observándome con ojos caídos. Él no me estaba lanzando comentarios sarcásticos, o ignorándome solo me estaba observando. Exhalé y sentí la acidez de jugo de arándanos en mi lengua.
Caminé con paso vacilante hacia él. Me puse de puntillas para alcanzar su oído mientras ponía una mano sobre su hombro y una en la puerta a lado de su cabeza. Esperaba que él se alejara, que gentilmente me empujara a un lado pero él descruzó sus brazos y colocó sus manos en cada lado de mi cintura.
―Es mi cumpleaños Hyukjae.
Esos oscuros ojos brillaron por un segundo y su boca se torció hacia abajo. El aro en un costado de su labio destelló en su ceño fruncido.
―Mierda, lo siento Donghae. No tenia idea.
Me encogí de hombros y me moví un paso más cerca de él.
―Está bien, ni mi propia familia lo recuerda.
Me presionaba tan cerca a él que mi pecho estaba contra el suyo y podía decir que la cercanía lo estaba afectando. Si no hubiera tenido que concentrarme en mi equilibrio dado que estaba de puntillas podría haber sonreído ante eso. Todo  lo que siempre quise en mi vida era afectarlo, hacer que sienta algo, otra cosa que simple tolerancia hacia mí
―Sé lo que puedes hacer por mí para que este cumpleaños sea oficialmente el mejor de todos. ―Quería sonar seguro, sonar sexy y seductor pero estoy bastante seguro que solo soné cachondo y borracho. No me importaba. Estaba aquí, el verdadero yo, el que lo quería tan desesperadamente y siempre lo había hecho y ahora no había forma de que le pusiera de vuelta en la jaula. No pensé, no razoné solo usé el agarre que tenía en él para levantarme aun más y plantar mi boca firmemente sobre la suya. El aro en su labio era sorprendentemente frío contra el mío; el resto de él era innegablemente caliente y duro. Era todo lo que siempre quise y aun cuando  él no me devolvió el beso aun lo clasifiqué como el mejor regalo de cumpleaños. Quería asentarme sobre mis pies cuando algo cambió, algo cambió y Hyukjae pasó del dócil receptor a algo enteramente diferente.



6 comentarios:

  1. oh pecesito si seduce a ese mono

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  2. La pregunta de siempre porque lo dejas allí!!! Ojala llegué pronto el próximo cap.

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  3. Yo toda emocionada leyendo el capitulo, y se termina en lo mejor!! Ya quiero leer la continuación.

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  5. Me alegroo tanto e que por fin algo le salga bien a Hae, se lo merece!!!
    Que buen cumpleaños el que tendra

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  6. OMG!!! De esto es de lo que estaba hablando... ya viene por lo que todo el mundo espera que pase desde el primer cap.... gracias por esta historia ...:D

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...