Miré a Hyukjae
salir de la cafetería y no se me escapó que también lo hicieron otros jóvenes
del lugar. Suspiré y moví la cabeza con pesar. Iba a abrir de nuevo mi
computadora cuando el joven justo enfrente de mi me llamó la atención. Era un
poco más mayor que yo, tenía el cabello de color azul océano y estaba mirándome
abiertamente con envidia. Tuve que parpadear un poco porque era yo el que
estaba acostumbrado a ver a los jóvenes salir de su cama con esa mirada. Me dio
una sonrisa tímida.
—Vas a tener las
manos llenas con ese.
Considerando que
no estaba ni al cien por cien seguro de lo que estaba haciendo no tenía ninguna
duda de que tenía razón. No era como si me hubiese pedido que fuera su novio u
honestamente hasta la fecha, solo me había pedido que saliéramos y pasáramos
tiempo juntos, no estaba definido o claro y ni siquiera sabía lo que
significaba para él. Apreciaba que me dijese que se mantendría en sus
pantalones, eso era que él era consciente de que lo que estaba pasando entre
nosotros era suficientemente importante para intentarlo y descubrirlo sin la
complicación de otros jóvenes envueltas, pero yo era plenamente consciente de
que los viejos hábitos son difíciles de matar y Hyukjae no era conocido por ser
moderado.
Dejé salir un
suspiro.
—Dímelo a mi.
La chica se rio
un poco.