Hee
acababa de llegar a su puerta cuando lo sintió. Alguien estaba observándolo. No
había duda en su mente de quién se trataba. Se volvió y vio a Siwon de pie en
el otro extremo del pasillo, mirándole.
Ninguno
se movió durante varios minutos. Entonces Siwon comenzó a caminar hacia él.
Hee
no sabía si entrar a su habitación, correr, o permanecer congelado y muy
posiblemente desmayarse debido a la falta de oxígeno. Sus largas zancadas
devoraron la distancia entre ellos más rápido de lo que hubiera creído posible
y, de repente, él estaba allí, a menos de un pie de distancia.
No
podía hablar. Lo único que podía hacer era mirar a esos increíbles ojos.
Siwon
cerró los ojos y respiró hondo. Una vez más detectó ese pequeño bocado de
canela en su aroma.
—Heechul
—susurró.
—Ajá
—fue todo lo que Hee pudo Decir.
La
mano derecha de Siwon se estiró y apartó el largo cabello rubio de su cara.
Se
inclinó hacia adelante y puso su nariz contra su cuello, justo debajo de la
oreja, y volvió a respirar hondo. Hee en serio pensó que iba a desmayarse. Esto
no puede estar pasando. Quería pellizcarse para asegurarse de que estaba
realmente despierto.
Cuando
Siwon retrocedió, vio que sus ojos estaban ahora brillando.
—¿Te
asusta? ¿Cómo puede algo asustarte?
Siwon
rió cuando acunó suavemente su cara, su pulgar acariciando tiernamente la línea
de su mandíbula.
—Hay
mucho que no sabes sobre mí, Heechul, gran parte de mi pasado que ha dado forma
a lo que soy hoy. —Hizo una pausa mientras lo miraba—. No puedo estar lejos de
ti, y ahora nuestro condenado Alfa me ha hecho tu protector.
—Y
tú no quieres ser mi protector —interrumpió Hee con un susurro.
Siwon
escuchó la inseguridad en su voz, pero lo admiraba por no apartar la mirada de
él cuando lo expresó.
—El
problema no es que no quiero ser tu protector, es que quiero ser más.
—Oh
—exhaló Hee.
—No
sé cómo voy a salir de esto, este… —Siwon buscó las palabras.
—¿Festival
de Machos? —ofreció Hee, lo que trajo una sonrisa de infarto de Siwon. El casi
se desmayó.
Tienes
que controlarte, se dijo. Heechul Kim no se desmaya. Babear, definitivamente.
Mirar fijamente sin vergüenza, sin duda. Pero desmayarse está prohibido.
Decidió
que su diálogo interno estaba realmente empezando a salirse de control.
—Sí,
este Festival de Machos. No sé cómo voy a conseguir pasar por él sin matar a
otro lobo.
—¿Hay
algo que pueda hacer para ayudar?
—No
toques a otro hombre. No dejes que otro hombre te toque. —Los labios de Siwon
se tensaron mientras hablaba, traicionando su cuidadosamente transmitido
control.
—Está
bien, no tocar. Lo tengo.
Una
vez más se miraron el uno al otro en silencio. Gradualmente, Siwon comenzó a
inclinarse hacia él y Hee se dio cuenta que iba a besarlo. También fue entonces
cuando se dio cuenta de lo desesperado que lo deseaba, anhelaba ese beso. Sus
ojos empezaron a cerrarse mientras esperaba, y esperaba.
¿Qué
demon…?, pensó mientras abría los ojos. Él no se había movido más cerca.
—¿Vas
a besarme? —preguntó Hee audazmente.
Siwon
sonrió, pero se fue tan rápido como había llegado.
—No
puedo.
Hee
frunció el ceño.
—¿No
puedes, o no quieres?
—No
es así de simple, Heechul. —Siwon comenzó a retroceder, pero Hee le agarró la
mano y la llevó de nuevo a su rostro. La sostuvo junto a su mejilla y dejó que
su calor se filtrara en él. Nunca había sentido nada mejor que su toque en
toda su vida.
—Es
así de simple. O lo haces o no. Es una elección, Siwon. Tú elección. Así que no
me digas que no puedes. A menos que tus labios estén súper pegados a algún
objeto. Entonces, ¿qué es?
—Creo
que tienes que hablar con el doctor Lee, entonces vas a entender lo que está en
juego a partir de algo tan inocente como un beso.
Observó
a medida que el brillo perverso demasiado familiar llenaba los ojos de Heechul.
—¿Quién
dice que tiene que ser inocente?
Siwon
dio un paso atrás esta vez y él lo dejó ir.
—Duerme
un poco, Heechul. Te veré mañana —le dijo con suavidad.
Después
de una pequeña sonrisa, se fue.
Hee
entró en su dormitorio después de ver a Siwon alejarse hasta que no podía verlo
más.
—Nos
vemos en el otro lado, ¿Hee? ¿En serio? —se preguntó en voz alta—. ¿Quieres que
alguien te pida escribir un reporte experto sobre cómo ser eficazmente patético?
Porque déjame Decirte, rubio, lo eres por todas partes.
Patético,
pensó, soy un groupie y estoy hablando conmigo mismo.
—Ughh.
Rápidamente
pasó a través de su rutina de prepararse para la cama, todo el tiempo
recordando la sensación de la piel de Siwon sobre la suya, su aliento en su
nuca. No había manera de que sobreviviera esto con su corazón intacto.
Sabía
que cuando estuviera todo dicho y hecho, resultaría en un cascarón vacío si no
terminaba con Siwon a su lado.
La
verdadera pregunta que se encontró enfrentando después de su pequeño encuentro
con la bola de pelos en el pasillo fue: ¿cómo vas a ir en la búsqueda de un
compañero cuando prefieres estar tratando de convencer al que quieres perseguir
de lo que le estaba abofeteando constantemente en la cara?
—Sí,
buena suerte con eso —se dijo Hee.
—Así
que, ¿supongo que te veré en un par de días? —le preguntó Teuk a su padre a
través de su teléfono celular.
—Sí.
Y voy con Boa. Ella realmente quiere conocerte. ¿Estás bien con eso?
—Sí,
está bien. Estaba previsto a suceder un día, ¿cierto? No hay tiempo como el
presente —le dijo Teuk, su voz saliendo anormalmente alta. Se sintió nivelado
mientras Kangin envolvía sus brazos a su alrededor por detrás y colocó un suave
beso en su cuello.
—Gracias,
Teuk. Sé que es mucho pedir. Así que te veré pronto, entonces. —Él desconectó
la llamada.
Teuk
dejó su teléfono celular sobre la mesita de noche.
—Bueno,
esto debería ser divertido. Va a ser acogedor, un poco de conocer y saludar —le
dijo a Kangin, frunciendo el ceño.
—Va
a estar bien, Leeteuk, es una hacienda grande. Si tú y Boa no se llevan bien
habrá un montón de lugares a los que puedes escabullirte.
Teuk
se retiró de sus brazos y se volvió hacia él bruscamente.
—¿Escabullirme?
No me escabullo, hombre lobo.
Kangin
sonrió y le guiñó un ojo.
—Sabía
que eso lo haría.
Teuk
gruñó y lo derribó en la cama.
—Así
que, ¿crees que si picas mi orgullo voy a ser menos propenso a evadir la
confrontación que tan desesperadamente quiero evitar?
Kangin
asintió.
—Eso
lo resume todo.
—Qué
bien me conoces ya, problemática bola de pulgas.
—Otra
vez con las pulgas. —Él gruñó y le hizo cosquillas. Teuk chilló, tratando sin
éxito de luchar contra él. Finalmente él cedió y la atrajo hacia sí—. Todo
estará bien, Angel —susurró.
—Lo
sé —concordó—, pero siempre hay una variable que no se contabiliza, dispuesto a
tirar las cosas fuera de la alineación. Entonces ya no está todo bien.
—Ahh,
amor. ¿De dónde proviene tal pesimismo?
—Creo
que la preocupación de Hee se me está pegando. Sólo deseo que él y Siwon
pesquen o corten el cebo de una vez.
—¿Pesquen
o corten el cebo? No estoy familiarizado con eso —dijo Kangin, con el ceño
fruncido.
—Eso
significa seguir adelante con ello o superarlo. Es tan obvio que están
destinados a estar juntos.
—Él
no puede reclamarlo sin signos de apareamiento. Hee tiene que participar en El
Encuentro —le advirtió Kangin.
—Entonces
habrá un baño de sangre —dijo Teuk sombríamente—. Debido a que el primer hombre
lo suficientemente valiente como para poner un dedo sobre Hee va a ver de
primera mano lo que sucede cuando otro toca un compañero ajeno. Con signos o
no, el lobo de Siwon ha reclamado a Hee. Y el lobo de Hee, lo poco que pueda
ser, ha reclamado a Siwon, por no hablar de su corazón.
Ambos
se quedaron en silencio, mientras pensaban acerca de las consecuencias que estaban
seguros vendrían. Pero al igual que un tren a toda velocidad sin frenos, nada
menos que un milagro podría detenerlos.
—Crees
que fue sabio hacer de Siwon su protector? —le preguntó Hyesung a su compañero.
Junjin
continuó mirando a la carretera mientras conducía hacia el lugar de El
Encuentro. Sabía que era una apuesta riesgosa colocar a Hee al cuidado de Siwon.
—No
lo sé —admitió—. Supongo que estoy tratando de obligarlo a entrar en acción.
Tal vez si él ve a otros persiguiéndolo, conseguirá superar ese miedo y hará un
movimiento. O podría ser sólo la muerte de algún pobre lobo.
Hyesung
le observó atentamente mientras hablaba, notando las líneas tenues que corrían
a lo largo de su piel. Incluso después de dos siglos, su compañero todavía
estaba increíblemente guapo, pero parecía que el estrés de la vida se ponía al
día con él.
—A
veces los lobos dominantes tienen que ser empujados hasta el borde cuando no
ceden por su cuenta. ¿Por qué crees que sea así? —El tono de Hyesung era
bromista.
Los
labios de Junjin se levantaron ligeramente.
—Incluso
nosotros los dominantes tenemos que tener un defecto, Amor, de lo contrario, no
sería justo.
Hyesung
se rió y negó con la cabeza a su compañero engreído.
—Veo
algo verde —anunció Donghae.
—Árboles
—gritó Zhoumi, mientras Sooyeon decía
—Hierba.
—No
—contestó Donghae.
—¿Cuál
es el objetivo de este juego otra vez? —preguntó Zhoumi.
—Entretenimiento
sin sentido —dijo Hee—. Es por lo que son conocidos los americanos.
Kangin
y Siwon rieron al oír las palabras de Hee.
Junjin
había planeado la asignación de conducir, por lo que Hee, Teuk, y Donghae
habían sido emparejados con Zhoumi y Sooyeon, así como Siwon y Kangin. Una gran
familia feliz, pensó Hee mientras miraba alrededor de la cabina de la Hummer.
Estaba muy contento de que Zhoumi y Sooyeon hubieran resultado ser geniales.
Habría sido una gran jodida pérdida de tiempo que resultaran ser tontos.
—¿Más
adivinanzas? —preguntó Donghae.
—Creo
que ya hemos tenido suficiente de Yo Veo, Hae —le dijo Teuk.
El
rostro de Donghae decayó brevemente, pero se animó cuando dijo:
—Bueno,
¿qué tal si…?
Antes
de que pudiera terminar, Hee lo cortó.
—¿Qué
tal si discutimos los planes cuando lleguemos a este pequeño festival de
“Conozcamos al Papá del Bebé”?
Todo
el vehículo estalló en carcajadas ante la jerga de Hee. El se sonrojó
furiosamente cuando Siwi le dedicó una sonrisa de infarto.
—¿Cómo
pueden todos contenerse de hacerse pis cuando él está cerca? —preguntó Zhoumi,
secándose las lágrimas que brotaron de sus ojos.
—Sin
duda, es difícil —le dijo Teuk—. Y a veces es aconsejable llevar una muda de
ropa si vas a estar cerca durante un periodo prolongado de tiempo.
Después
de las risas y bromas, finalmente permanecieron en silencio, hasta que Kangin
retomó la pregunta anterior de Hee.
—Creo
que esta noche hay una gran reunión con todas las manadas para sentar las
reglas básicas y el propósito detrás de El Encuentro —explicó Kangin—. Habrá un
montón de parejas acopladas por todos lados y Alfas para mantener a los machos
bajo control.
—Siento
como si tuviera que llevar un impermeable o algo así. —Hee sólo bromeó a
medias.
Zhoumi
rió.
—Supongo
que, ¿tienes miedo de que alguien te pida una caminata a oscuras?
Hee
sonrió.
—Sabía
desde el momento en que respondiste mordazmente a Junjin que me agradarías.
Siwon
puso los ojos en blanco.
—Genial,
ahora realmente estamos en inferioridad numérica.
—No
lo olvides, chucho. —Hee le arrojó un trozo de papel arrugado pero él lo atrapó
antes de que lo golpeara.
—Te
gusta tentar a tu suerte, ¿verdad, Heechul? —le preguntó.
—Tentar,
o simplemente darle un enorme empujón. Lo que sea que funcione. —le guiñó un
ojo y luego se deslizó hacia abajo en su asiento—. Trataré de contar algunas
ovejas antes de llegar allí. Tengo la sensación de que voy necesitar mi
ingenio.
—Eso
podría ser un problema, Hee. Tendrías que tener… —comenzó Donghae.
—Ni
una palabra más, Donghae. —Las palabras de Hee fueron seguidas por las risas de
lo otros chicos, y entonces el vehículo cayó en silencio.
Hanheng
observaba como sus lobos acomodaban la sala de reuniones con sillas y mesas
para las manadas.
La
manada americana ya había llegado y estaba siendo instalada en sus
habitaciones. Las otras debían llegar en cualquier momento.
Los
ojos de Hanheng siguieron el movimiento alrededor de la habitación, pero su
mente estaba en otra parte. No podía dejar de preguntarse si finalmente encontraría
su verdadero compañero entre los que venían a El Encuentro. Dos siglos era
demasiado tiempo para estar sin una pareja.
Sobre
todo cuando los otros Alfas estaban todos acoplados. Él no era un Alfa débil de
cualquier modo, pero era un hecho que un Alfa acoplado era un Alfa fuerte. Así
que, independientemente de su propia fuerza, hasta que estuviera acoplado él no
tendría ninguna oportunidad contra otro.
Hanheng
fue sacado de sus pensamientos cuando las dobles puertas de la gran sala se
abrieron.
Vio
como entraron Junjin y su compañero. Detrás de ellos vio a su Beta y Kangin, el
Príncipe de los Lobos Suju. El tamaño de ellos bloqueaba cualquier vista de
quienes podrían estar detrás de ellos.
Hanheng
estaba seguro de que era un movimiento táctico por parte de Junjin. Sus parejas
estarían bien protegidas. Eso podría ser un problema, pero no uno insuperable,
pensó.
—Caramba
—susurró Teuk mientras las puertas dobles se abrían y entraban en una
habitación inmensa—. ¡Mira este lugar!
—Me
siento como la Bella en La Bella y la Bestia —le susurró Donghae a Hee—. Ya
sabes, ¿cuándo ella entra en el gran salón de baile por primera vez?
—Bueno,
estás en lo correcto en una cosa, Hae —murmuró Hee mientras él también
observaba a sus alrededores—, no estamos cortos en bestias.
Hee
inclinó su cabeza hacia atrás ante la provocación de Teuk y su propia boca cayó
abierta al ver la altura del techo. Esa no era la única cosa que tenía sus
bocas contra el suelo recién encerado. Pintado en el techo había un bosque
cubierto de nieve reluciente. De alguna manera, el artista había logrado un
efecto casi tridimensional, y con sólo mirarlo sentías como si estuvieras
cayendo en la pintura. Entre las colinas y los árboles había lobos. Algunos
corrían, otros permanecían en calma.
El
tema era bastante obvio una vez que lo pensabas, se dio cuenta Hee. No había ni
un único lobo solo. Cada uno estaba emparejado con otro. Y mientras miraba más
tiempo podía ver que cada par era conmovedor.
Los
lobos corriendo lado a lado estaban pintados de manera que sus colas se
entrelazaban mientras corrían, los que estaban sentados juntos tenían a uno
agazapado cerca del otro, y aquellos acostados tenían un lobo literalmente
acurrucado alrededor del otro, protectoramente, abrigadoramente. Era hermoso, y
el significado era claro: los lobos no estaban destinados a estar solos.
Fueron
creados para un compañero.
Hee
sacó los ojos de la convincente pintura cuando sintió un tirón en la manga. Se
dio la vuelta justo cuando Sooyeon estaba haciéndoles señas a todos para que
siguieran.
—Este
apuesto caballero se ofreció a enseñarnos nuestras habitaciones — les dijo Sooyeon.
Hee
miró de vuelta y vio que Junjin estaba hablando con otro hombre que parecía
estar a cargo de algo. Es probable que no fueran necesarias. Miró a Teuk y
asintió en dirección a donde Sooyeon se dirigía.
—Cuenta
conmigo. ¿Tú?
—Lidera
el camino —respondió Teuk.
Hee
no sabía si debía decir algo a Siwon, pero pensó, él tiene oído de lobo,
seguramente nos oirá salir. No sólo eso, no había manera que Kangin no vigilara
a su pequeño lobo. Así que se encogió de hombros y siguió al resto fuera de la
sala grande.
De
espaldas Hee no se dio cuenta que Siwon asintió a Hyukjae, una orden silenciosa
para mantener un ojo en los chicos hasta que él pudiera irse sin que pareciera
una falta de respeto.
—Junjin.
—Hanheng levantó la voz para hacerse oír por encima de la habitación mientras
se abría camino hacia el Alfa coreano—. Me alegra tanto que hayas podido venir.
—Quiero
que nuestra especie prospere tanto como tú, Hanheng. Nuestra manada aprecia tu
invitación y por darnos la oportunidad que nuestros miembros solteros de la
manada conozcan, posiblemente, a sus verdaderos compañeros.
Siwon
sintió que su piel comenzaba a picarle a medida que Heechul estaba cada vez más
lejos de él. Estaba muy cerca de hacer caso omiso al protocolo e ir tras él,
pero eso haría que Junjin quedara mal a los ojos de otros lobos y él no haría
eso a su Alfa.
Siguió
recordándose que Hyukjae mantendría un ojo en él y no dejaría que otros lobos
se le acercaran. Aún así, su lobo estaba inquieto. Esta va a ser una semana muy
larga, pensó Siwon.
—¿A
qué hora debo hacer que mi manada baje para el encuentro de esta noche?
—preguntó Junjin a Hanheng.
—Comenzaremos
a las seis, por lo que probablemente querrás tenerlos un poco antes para
conseguir una mesa. Haré que dos de mis lobos les muestre sus habitaciones. —Hanheng
miró alrededor de Junjin en donde llos chicos habían estado de pie sólo unos
momentos antes—. Parece que los machos dominantes ya se han dado a conocer a
tus jovenes. —Él se rió entre dientes.
Siwon
gruñó, pero antes de que pudiera conseguir sonar mucho más alto Kangin le dio
un codazo fuerte en el costado. Siwon tosió. Abalanzó sus ojos sobre Kangin,
quien tuvo el descaro de guiñarle. Su compañero pelirrojo ya le estaba
contagiando algunas mañas.
Después
de que Hanheng y Junjin terminaron de hablar, Junjin se dirigió a los miembros
de la manada que se habían quedado con él.
—Sigan
a esos dos caballeros, nos van a llevar a nuestras habitaciones. — Junjin
indicó dos lobos de pie justo en frente de una gran escalera en la entrada.
Mientras
subían las escaleras, Junjin se posicionó entre Kangin y Siwon.
—Quiero
que ustedes dos y Yunho vayan y se aseguren que los chicos se mantengan fuera
de problemas hasta esta noche.
—Como
tú digas —dijeron Kangin y Siwon al mismo tiempo.
Cuando
llegaron a la cima de la escalera, la cabeza de Siwon giró bruscamente a la
derecha. Una risa alta provenía por el pasillo en esa dirección.
Le
dio un codazo a Kangin.
—Mi
apuesta es que encontraremos problemas por ese lado. —Indicó la dirección de donde
las risitas venían.
—¿Sobreviviremos
esta semana? —preguntó Kangin a Siwon con cansancio.
—¿Qué
es esta mierda de sobreviviremos? Estás emparejado, puedes ir y esconderte con
tu compañero. Yo, por otro lado, tengo que estar justo en el medio de las festividades.
—Siwon dijo la palabra como si fuera una enfermedad.
Kangin
se rió y le dio unas palmaditas en la espalda a Siwon.
—De
cualquier forma en que pueda ayudar, Beta, lo haré. Pero no te envidio cuando
se trata de ser responsable de Hee.
—No
hay duda. El es imposible.
—No
lo querrías de cualquier otra manera, ¿verdad?
—No
en mi vida —admitió Siwon descaradamente.
Justo
cuando llegaron a la puerta de la que todo el ruido venía, oyeron, por primera
vez, las risas masculinas. Siwon gruñó mientras agarraba el picaporte y abría
la puerta de golpe. Kangin estaba justo detrás de él, buscando inmediatamente
en la habitación por Teuk. No estaba tan enfadado como Siwon porque había sido
capaz de sentir a Leeteuk, y sabía que no había peligro.
Por
supuesto, el peligro no era para nada en lo que Siwon estaba preocupado, pensó Kangin.
Esto cada vez se pone mejor. Lo único que me inquieta es no saber si Han va por Hee o por Mimi
ResponderEliminarA mi que me late que va a pasar lo mismo(?) que con Tukkie~
ResponderEliminarHang quiere ser el Alfa más poderoso y para eso necesita un compañero, además de que ya está como viejo!
Ay~ Siwi! Cuándo abrirás los ojos!!! Cuando Hee esté debajo de Hang!!!
Sangre!!! XD
Já....todo por conveniencia...estoy segura que todo esto de "el encuentro" y "preservar la especie" es solo una excusa para obligar a JunJin a llevar a sus parejas y de paso a los chicos americanos...tanto tiempo y ya se aburrio de esperar.
ResponderEliminarAaawww Siwon ya le dijo yna parte de lo que quiere y siente...espero Hee no haga muchas travesuras...sino,habrá mucha sangre regada.