Sapphire Wolf (T3)- 9


Hee acababa de llegar a su puerta cuando lo sintió. Alguien estaba observándolo. No había duda en su mente de quién se trataba. Se volvió y vio a Siwon de pie en el otro extremo del pasillo, mirándole.
Ninguno se movió durante varios minutos. Entonces Siwon comenzó a caminar hacia él.
Hee no sabía si entrar a su habitación, correr, o permanecer congelado y muy posiblemente desmayarse debido a la falta de oxígeno. Sus largas zancadas devoraron la distancia entre ellos más rápido de lo que hubiera creído posible y, de repente, él estaba allí, a menos de un pie de distancia.
No podía hablar. Lo único que podía hacer era mirar a esos increíbles ojos.
Siwon cerró los ojos y respiró hondo. Una vez más detectó ese pequeño bocado de canela en su aroma.
—Heechul —susurró.
—Ajá —fue todo lo que Hee pudo Decir.
La mano derecha de Siwon se estiró y apartó el largo cabello rubio de su cara.
Se inclinó hacia adelante y puso su nariz contra su cuello, justo debajo de la oreja, y volvió a respirar hondo. Hee en serio pensó que iba a desmayarse. Esto no puede estar pasando. Quería pellizcarse para asegurarse de que estaba realmente despierto.
Cuando Siwon retrocedió, vio que sus ojos estaban ahora brillando.
—No sé lo que está pasando entre nosotros, dueño de mi corazón —le dijo Siwon con voz ronca—. Te diré que me asusta.
—¿Te asusta? ¿Cómo puede algo asustarte?
Siwon rió cuando acunó suavemente su cara, su pulgar acariciando tiernamente la línea de su mandíbula.
—Hay mucho que no sabes sobre mí, Heechul, gran parte de mi pasado que ha dado forma a lo que soy hoy. —Hizo una pausa mientras lo miraba—. No puedo estar lejos de ti, y ahora nuestro condenado Alfa me ha hecho tu protector.
—Y tú no quieres ser mi protector —interrumpió Hee con un susurro.
Siwon escuchó la inseguridad en su voz, pero lo admiraba por no apartar la mirada de él cuando lo expresó.
—El problema no es que no quiero ser tu protector, es que quiero ser más.
—Oh —exhaló Hee.
—No sé cómo voy a salir de esto, este… —Siwon buscó las palabras.
—¿Festival de Machos? —ofreció Hee, lo que trajo una sonrisa de infarto de Siwon. El casi se desmayó.
Tienes que controlarte, se dijo. Heechul Kim no se desmaya. Babear, definitivamente. Mirar fijamente sin vergüenza, sin duda. Pero desmayarse está prohibido.
Decidió que su diálogo interno estaba realmente empezando a salirse de control.
—Sí, este Festival de Machos. No sé cómo voy a conseguir pasar por él sin matar a otro lobo.
—¿Hay algo que pueda hacer para ayudar?
—No toques a otro hombre. No dejes que otro hombre te toque. —Los labios de Siwon se tensaron mientras hablaba, traicionando su cuidadosamente transmitido control.
—Está bien, no tocar. Lo tengo.
Una vez más se miraron el uno al otro en silencio. Gradualmente, Siwon comenzó a inclinarse hacia él y Hee se dio cuenta que iba a besarlo. También fue entonces cuando se dio cuenta de lo desesperado que lo deseaba, anhelaba ese beso. Sus ojos empezaron a cerrarse mientras esperaba, y esperaba.
¿Qué demon…?, pensó mientras abría los ojos. Él no se había movido más cerca.
—¿Vas a besarme? —preguntó Hee audazmente.
Siwon sonrió, pero se fue tan rápido como había llegado.
—No puedo.
Hee frunció el ceño.
—¿No puedes, o no quieres?
—No es así de simple, Heechul. —Siwon comenzó a retroceder, pero Hee le agarró la mano y la llevó de nuevo a su rostro. La sostuvo junto a su mejilla y dejó que su calor se filtrara en él. Nunca había sentido nada mejor que su toque en toda su vida.
—Es así de simple. O lo haces o no. Es una elección, Siwon. Tú elección. Así que no me digas que no puedes. A menos que tus labios estén súper pegados a algún objeto. Entonces, ¿qué es?
—Creo que tienes que hablar con el doctor Lee, entonces vas a entender lo que está en juego a partir de algo tan inocente como un beso.
Observó a medida que el brillo perverso demasiado familiar llenaba los ojos de Heechul.
—¿Quién dice que tiene que ser inocente?
Siwon dio un paso atrás esta vez y él lo dejó ir.
—Duerme un poco, Heechul. Te veré mañana —le dijo con suavidad.
Después de una pequeña sonrisa, se fue.
Hee entró en su dormitorio después de ver a Siwon alejarse hasta que no podía verlo más.
—Nos vemos en el otro lado, ¿Hee? ¿En serio? —se preguntó en voz alta—. ¿Quieres que alguien te pida escribir un reporte experto sobre cómo ser eficazmente patético? Porque déjame Decirte, rubio, lo eres por todas partes.
Patético, pensó, soy un groupie y estoy hablando conmigo mismo.
—Ughh.
Rápidamente pasó a través de su rutina de prepararse para la cama, todo el tiempo recordando la sensación de la piel de Siwon sobre la suya, su aliento en su nuca. No había manera de que sobreviviera esto con su corazón intacto.
Sabía que cuando estuviera todo dicho y hecho, resultaría en un cascarón vacío si no terminaba con Siwon a su lado.
La verdadera pregunta que se encontró enfrentando después de su pequeño encuentro con la bola de pelos en el pasillo fue: ¿cómo vas a ir en la búsqueda de un compañero cuando prefieres estar tratando de convencer al que quieres perseguir de lo que le estaba abofeteando constantemente en la cara?
—Sí, buena suerte con eso —se dijo Hee.


—Así que, ¿supongo que te veré en un par de días? —le preguntó Teuk a su padre a través de su teléfono celular.
—Sí. Y voy con Boa. Ella realmente quiere conocerte. ¿Estás bien con eso?
—Sí, está bien. Estaba previsto a suceder un día, ¿cierto? No hay tiempo como el presente —le dijo Teuk, su voz saliendo anormalmente alta. Se sintió nivelado mientras Kangin envolvía sus brazos a su alrededor por detrás y colocó un suave beso en su cuello.
—Gracias, Teuk. Sé que es mucho pedir. Así que te veré pronto, entonces. —Él desconectó la llamada.
Teuk dejó su teléfono celular sobre la mesita de noche.
—Bueno, esto debería ser divertido. Va a ser acogedor, un poco de conocer y saludar —le dijo a Kangin, frunciendo el ceño.
—Va a estar bien, Leeteuk, es una hacienda grande. Si tú y Boa no se llevan bien habrá un montón de lugares a los que puedes escabullirte.
Teuk se retiró de sus brazos y se volvió hacia él bruscamente.
—¿Escabullirme? No me escabullo, hombre lobo.
Kangin sonrió y le guiñó un ojo.
—Sabía que eso lo haría.
Teuk gruñó y lo derribó en la cama.
—Así que, ¿crees que si picas mi orgullo voy a ser menos propenso a evadir la confrontación que tan desesperadamente quiero evitar?
Kangin asintió.
—Eso lo resume todo.
—Qué bien me conoces ya, problemática bola de pulgas.
—Otra vez con las pulgas. —Él gruñó y le hizo cosquillas. Teuk chilló, tratando sin éxito de luchar contra él. Finalmente él cedió y la atrajo hacia sí—. Todo estará bien, Angel —susurró.
—Lo sé —concordó—, pero siempre hay una variable que no se contabiliza, dispuesto a tirar las cosas fuera de la alineación. Entonces ya no está todo bien.
—Ahh, amor. ¿De dónde proviene tal pesimismo?
—Creo que la preocupación de Hee se me está pegando. Sólo deseo que él y Siwon pesquen o corten el cebo de una vez.
—¿Pesquen o corten el cebo? No estoy familiarizado con eso —dijo Kangin, con el ceño fruncido.
—Eso significa seguir adelante con ello o superarlo. Es tan obvio que están destinados a estar juntos.
—Él no puede reclamarlo sin signos de apareamiento. Hee tiene que participar en El Encuentro —le advirtió Kangin.
—Entonces habrá un baño de sangre —dijo Teuk sombríamente—. Debido a que el primer hombre lo suficientemente valiente como para poner un dedo sobre Hee va a ver de primera mano lo que sucede cuando otro toca un compañero ajeno. Con signos o no, el lobo de Siwon ha reclamado a Hee. Y el lobo de Hee, lo poco que pueda ser, ha reclamado a Siwon, por no hablar de su corazón.
Ambos se quedaron en silencio, mientras pensaban acerca de las consecuencias que estaban seguros vendrían. Pero al igual que un tren a toda velocidad sin frenos, nada menos que un milagro podría detenerlos.


—Crees que fue sabio hacer de Siwon su protector? —le preguntó Hyesung a su compañero.
Junjin continuó mirando a la carretera mientras conducía hacia el lugar de El Encuentro. Sabía que era una apuesta riesgosa colocar a Hee al cuidado de Siwon.
—No lo sé —admitió—. Supongo que estoy tratando de obligarlo a entrar en acción. Tal vez si él ve a otros persiguiéndolo, conseguirá superar ese miedo y hará un movimiento. O podría ser sólo la muerte de algún pobre lobo.
Hyesung le observó atentamente mientras hablaba, notando las líneas tenues que corrían a lo largo de su piel. Incluso después de dos siglos, su compañero todavía estaba increíblemente guapo, pero parecía que el estrés de la vida se ponía al día con él.
—A veces los lobos dominantes tienen que ser empujados hasta el borde cuando no ceden por su cuenta. ¿Por qué crees que sea así? —El tono de Hyesung era bromista.
Los labios de Junjin se levantaron ligeramente.
—Incluso nosotros los dominantes tenemos que tener un defecto, Amor, de lo contrario, no sería justo.
Hyesung se rió y negó con la cabeza a su compañero engreído.


—Veo algo verde —anunció Donghae.
—Árboles —gritó Zhoumi, mientras Sooyeon decía
—Hierba.
—No —contestó Donghae.
—¿Cuál es el objetivo de este juego otra vez? —preguntó Zhoumi.
—Entretenimiento sin sentido —dijo Hee—. Es por lo que son conocidos los americanos.
Kangin y Siwon rieron al oír las palabras de Hee.
Junjin había planeado la asignación de conducir, por lo que Hee, Teuk, y Donghae habían sido emparejados con Zhoumi y Sooyeon, así como Siwon y Kangin. Una gran familia feliz, pensó Hee mientras miraba alrededor de la cabina de la Hummer. Estaba muy contento de que Zhoumi y Sooyeon hubieran resultado ser geniales. Habría sido una gran jodida pérdida de tiempo que resultaran ser tontos.
—¿Más adivinanzas? —preguntó Donghae.
—Creo que ya hemos tenido suficiente de Yo Veo, Hae —le dijo Teuk.
El rostro de Donghae decayó brevemente, pero se animó cuando dijo:
—Bueno, ¿qué tal si…?
Antes de que pudiera terminar, Hee lo cortó.
—¿Qué tal si discutimos los planes cuando lleguemos a este pequeño festival de “Conozcamos al Papá del Bebé”?
Todo el vehículo estalló en carcajadas ante la jerga de Hee. El se sonrojó furiosamente cuando Siwi le dedicó una sonrisa de infarto.
—¿Cómo pueden todos contenerse de hacerse pis cuando él está cerca? —preguntó Zhoumi, secándose las lágrimas que brotaron de sus ojos.
—Sin duda, es difícil —le dijo Teuk—. Y a veces es aconsejable llevar una muda de ropa si vas a estar cerca durante un periodo prolongado de tiempo.
Después de las risas y bromas, finalmente permanecieron en silencio, hasta que Kangin retomó la pregunta anterior de Hee.
—Creo que esta noche hay una gran reunión con todas las manadas para sentar las reglas básicas y el propósito detrás de El Encuentro —explicó Kangin—. Habrá un montón de parejas acopladas por todos lados y Alfas para mantener a los machos bajo control.
—Siento como si tuviera que llevar un impermeable o algo así. —Hee sólo bromeó a medias.
Zhoumi rió.
—Supongo que, ¿tienes miedo de que alguien te pida una caminata a oscuras?
Hee sonrió.
—Sabía desde el momento en que respondiste mordazmente a Junjin que me agradarías.
Siwon puso los ojos en blanco.
—Genial, ahora realmente estamos en inferioridad numérica.
—No lo olvides, chucho. —Hee le arrojó un trozo de papel arrugado pero él lo atrapó antes de que lo golpeara.
—Te gusta tentar a tu suerte, ¿verdad, Heechul? —le preguntó.
—Tentar, o simplemente darle un enorme empujón. Lo que sea que funcione. —le guiñó un ojo y luego se deslizó hacia abajo en su asiento—. Trataré de contar algunas ovejas antes de llegar allí. Tengo la sensación de que voy necesitar mi ingenio.
—Eso podría ser un problema, Hee. Tendrías que tener… —comenzó Donghae.
—Ni una palabra más, Donghae. —Las palabras de Hee fueron seguidas por las risas de lo otros chicos, y entonces el vehículo cayó en silencio.


Hanheng observaba como sus lobos acomodaban la sala de reuniones con sillas y mesas para las manadas.
La manada americana ya había llegado y estaba siendo instalada en sus habitaciones. Las otras debían llegar en cualquier momento.
Los ojos de Hanheng siguieron el movimiento alrededor de la habitación, pero su mente estaba en otra parte. No podía dejar de preguntarse si finalmente encontraría su verdadero compañero entre los que venían a El Encuentro. Dos siglos era demasiado tiempo para estar sin una pareja.
Sobre todo cuando los otros Alfas estaban todos acoplados. Él no era un Alfa débil de cualquier modo, pero era un hecho que un Alfa acoplado era un Alfa fuerte. Así que, independientemente de su propia fuerza, hasta que estuviera acoplado él no tendría ninguna oportunidad contra otro.
Hanheng fue sacado de sus pensamientos cuando las dobles puertas de la gran sala se abrieron.
Vio como entraron Junjin y su compañero. Detrás de ellos vio a su Beta y Kangin, el Príncipe de los Lobos Suju. El tamaño de ellos bloqueaba cualquier vista de quienes podrían estar detrás de ellos.
Hanheng estaba seguro de que era un movimiento táctico por parte de Junjin. Sus parejas estarían bien protegidas. Eso podría ser un problema, pero no uno insuperable, pensó.
—Caramba —susurró Teuk mientras las puertas dobles se abrían y entraban en una habitación inmensa—. ¡Mira este lugar!
—Me siento como la Bella en La Bella y la Bestia —le susurró Donghae a Hee—. Ya sabes, ¿cuándo ella entra en el gran salón de baile por primera vez?
—Bueno, estás en lo correcto en una cosa, Hae —murmuró Hee mientras él también observaba a sus alrededores—, no estamos cortos en bestias.
Hee inclinó su cabeza hacia atrás ante la provocación de Teuk y su propia boca cayó abierta al ver la altura del techo. Esa no era la única cosa que tenía sus bocas contra el suelo recién encerado. Pintado en el techo había un bosque cubierto de nieve reluciente. De alguna manera, el artista había logrado un efecto casi tridimensional, y con sólo mirarlo sentías como si estuvieras cayendo en la pintura. Entre las colinas y los árboles había lobos. Algunos corrían, otros permanecían en calma.
El tema era bastante obvio una vez que lo pensabas, se dio cuenta Hee. No había ni un único lobo solo. Cada uno estaba emparejado con otro. Y mientras miraba más tiempo podía ver que cada par era conmovedor.
Los lobos corriendo lado a lado estaban pintados de manera que sus colas se entrelazaban mientras corrían, los que estaban sentados juntos tenían a uno agazapado cerca del otro, y aquellos acostados tenían un lobo literalmente acurrucado alrededor del otro, protectoramente, abrigadoramente. Era hermoso, y el significado era claro: los lobos no estaban destinados a estar solos.
Fueron creados para un compañero.

Hee sacó los ojos de la convincente pintura cuando sintió un tirón en la manga. Se dio la vuelta justo cuando Sooyeon estaba haciéndoles señas a todos para que siguieran.
—Este apuesto caballero se ofreció a enseñarnos nuestras habitaciones — les dijo Sooyeon.
Hee miró de vuelta y vio que Junjin estaba hablando con otro hombre que parecía estar a cargo de algo. Es probable que no fueran necesarias. Miró a Teuk y asintió en dirección a donde Sooyeon se dirigía.
—Cuenta conmigo. ¿Tú?
—Lidera el camino —respondió Teuk.
Hee no sabía si debía decir algo a Siwon, pero pensó, él tiene oído de lobo, seguramente nos oirá salir. No sólo eso, no había manera que Kangin no vigilara a su pequeño lobo. Así que se encogió de hombros y siguió al resto fuera de la sala grande.
De espaldas Hee no se dio cuenta que Siwon asintió a Hyukjae, una orden silenciosa para mantener un ojo en los chicos hasta que él pudiera irse sin que pareciera una falta de respeto.
—Junjin. —Hanheng levantó la voz para hacerse oír por encima de la habitación mientras se abría camino hacia el Alfa coreano—. Me alegra tanto que hayas podido venir.
—Quiero que nuestra especie prospere tanto como tú, Hanheng. Nuestra manada aprecia tu invitación y por darnos la oportunidad que nuestros miembros solteros de la manada conozcan, posiblemente, a sus verdaderos compañeros.
Siwon sintió que su piel comenzaba a picarle a medida que Heechul estaba cada vez más lejos de él. Estaba muy cerca de hacer caso omiso al protocolo e ir tras él, pero eso haría que Junjin quedara mal a los ojos de otros lobos y él no haría eso a su Alfa.
Siguió recordándose que Hyukjae mantendría un ojo en él y no dejaría que otros lobos se le acercaran. Aún así, su lobo estaba inquieto. Esta va a ser una semana muy larga, pensó Siwon.
—¿A qué hora debo hacer que mi manada baje para el encuentro de esta noche? —preguntó Junjin a Hanheng.
—Comenzaremos a las seis, por lo que probablemente querrás tenerlos un poco antes para conseguir una mesa. Haré que dos de mis lobos les muestre sus habitaciones. —Hanheng miró alrededor de Junjin en donde llos chicos habían estado de pie sólo unos momentos antes—. Parece que los machos dominantes ya se han dado a conocer a tus jovenes. —Él se rió entre dientes.
Siwon gruñó, pero antes de que pudiera conseguir sonar mucho más alto Kangin le dio un codazo fuerte en el costado. Siwon tosió. Abalanzó sus ojos sobre Kangin, quien tuvo el descaro de guiñarle. Su compañero pelirrojo ya le estaba contagiando algunas mañas.
Después de que Hanheng y Junjin terminaron de hablar, Junjin se dirigió a los miembros de la manada que se habían quedado con él.
—Sigan a esos dos caballeros, nos van a llevar a nuestras habitaciones. — Junjin indicó dos lobos de pie justo en frente de una gran escalera en la entrada.
Mientras subían las escaleras, Junjin se posicionó entre Kangin y Siwon.
—Quiero que ustedes dos y Yunho vayan y se aseguren que los chicos se mantengan fuera de problemas hasta esta noche.
—Como tú digas —dijeron Kangin y Siwon al mismo tiempo.
Cuando llegaron a la cima de la escalera, la cabeza de Siwon giró bruscamente a la derecha. Una risa alta provenía por el pasillo en esa dirección.
Le dio un codazo a Kangin.
—Mi apuesta es que encontraremos problemas por ese lado. —Indicó la dirección de donde las risitas venían.
—¿Sobreviviremos esta semana? —preguntó Kangin a Siwon con cansancio.
—¿Qué es esta mierda de sobreviviremos? Estás emparejado, puedes ir y esconderte con tu compañero. Yo, por otro lado, tengo que estar justo en el medio de las festividades. —Siwon dijo la palabra como si fuera una enfermedad.
Kangin se rió y le dio unas palmaditas en la espalda a Siwon.
—De cualquier forma en que pueda ayudar, Beta, lo haré. Pero no te envidio cuando se trata de ser responsable de Hee.
—No hay duda. El es imposible.
—No lo querrías de cualquier otra manera, ¿verdad?
—No en mi vida —admitió Siwon descaradamente.
Justo cuando llegaron a la puerta de la que todo el ruido venía, oyeron, por primera vez, las risas masculinas. Siwon gruñó mientras agarraba el picaporte y abría la puerta de golpe. Kangin estaba justo detrás de él, buscando inmediatamente en la habitación por Teuk. No estaba tan enfadado como Siwon porque había sido capaz de sentir a Leeteuk, y sabía que no había peligro.
Por supuesto, el peligro no era para nada en lo que Siwon estaba preocupado, pensó Kangin.


3 comentarios:

  1. Esto cada vez se pone mejor. Lo único que me inquieta es no saber si Han va por Hee o por Mimi

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  2. A mi que me late que va a pasar lo mismo(?) que con Tukkie~
    Hang quiere ser el Alfa más poderoso y para eso necesita un compañero, además de que ya está como viejo!
    Ay~ Siwi! Cuándo abrirás los ojos!!! Cuando Hee esté debajo de Hang!!!
    Sangre!!! XD

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  3. Já....todo por conveniencia...estoy segura que todo esto de "el encuentro" y "preservar la especie" es solo una excusa para obligar a JunJin a llevar a sus parejas y de paso a los chicos americanos...tanto tiempo y ya se aburrio de esperar.
    Aaawww Siwon ya le dijo yna parte de lo que quiere y siente...espero Hee no haga muchas travesuras...sino,habrá mucha sangre regada.

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...