—Así
que, para mayor claridad… —Hee se sentaba en la sala audiovisual en uno de los
mullidos sofás a la mañana siguiente. Teuk se sentó en el suelo, apoyado contra
una silla que Donghae ocupaba. Junjin y Hyesung se sentaron en el lado opuesto
a Hee en otro sofá, mientras Yunho y Siwon permanecían de pie, uno a cada lado
de la sala, apoyados contra la pared— Porque tengo una pequeñísima, diminuta
cantidad de sangre de hombre lobo en mí, ¿tengo que ir a lo que equivale
esencialmente a una danza de apareamiento y dejar que otros lobos no apareados
me olfateen?
Donghae
soltó un bufido de risa.
—Lo
siento, tuve una imagen visual.
—Genial.
—Teuk chocó su mano con Donghae.
Hee
fulminó a sus dos amigos con la mirada.
—¿Si
ustedes dos han terminado con su pequeño momento podríamos por favor centrarnos
en este próximo desastre?
—Lo
siento, Hee. No nos tomes en cuenta. Como sea, sigue volviéndote loco. —Donghae
ondeó su mano a Hee para que esta continuara.
—Gracias
—dijo Hee con total naturalidad—. Está bien. —Se volvió a mirar a Hyesung y Junjin—.
Entonces, ¿he cubierto lo básico?
Hee
no pudo evitar que su mirada derivara hacia donde Siwon estaba de pie. Cuando
sus ojos se encontraron, Hee sintió escalofríos corriendo por su cuerpo con la
intensidad de su mirada. La voz de Hyesung captó su atención una vez más.
—Recibirás
un itinerario una vez que lleguemos.
—Esta
noche en la junta de la manada —continuó Junjin por Hyesung—, te reunirás con
algunas otras parejas no acopladas que van a asistir también. Creo que tú, Teuk,
y Donghae deberían pasar algún tiempo con ellos y llegar a conocerlos. Queremos
que te sientas seguro, Hee. Nadie va a obligarte a hacer nada, y si resulta que
conoces a tu compañero no entres en pánico, ¿de acuerdo?
—Alfa
—Hee sonrió con tristeza—, ¿cuándo has escuchado que he entrado en pánico
alrededor de deliciosos hombres lobo?
Un
gruñido resonó por toda la habitación.
—Oh,
clávate un corcho en eso, B —le gruñó Hee a Siwon. Junjin ladeó la cabeza hacia
un lado mientras miraba a Hee.
—¿B?
—Sí.
Ya saben, por Beta. Aunque, me gusta porque también podría estar llamándolo por
el término técnico para una mujer prostituta y él no lo sabría. Así que en
realidad, llamarlo B funciona absolutamente a mi favor —explicó Hee con toda
seriedad.
Todos
se volvieron cuando un rápido estallido de risa llegó desde el lado derecho de
la habitación. Cuando Yunho vio que todos volvían sus ojos a él, rápidamente
empezó a toser. Alzando sus manos, finalmente se recompuso.
—Perdóneme,
Alfa. Parece que me he atragantado con algo.
—Tienes
que ser cuidadoso al tragar comentarios listillos, Yunho —se burló Hee—.
Tienden a tener un efecto de asfixia.
Yunho
le dio un guiño a Hee, quien se negaba a mirar al lobo del mal agüero en la
sala perforando actualmente un agujero en su cabeza.
Hee
miró de nuevo a Junjin.
—Bien,
entonces, la moraleja de la historia es encontrar a un compañero, no asustarme,
y tratar de evitar cualquier concurso de meadas… literalmente. —Hee guiñó a Siwon
mientras decía esto y él levantó su labio en una mueca.
—Eso
suena casi correcto —concordó Junjin—. Creo que hoy deberías hacer lo que haces
como de costumbre. Trata de no preocuparte por El Encuentro.
Hee
resopló.
—Sí,
haré justo eso.
Hanheng,
el Alfa de la manada de China, sostuvo un teléfono celular en su oreja mientras
escuchaba a su contacto.
—Va
a haber una junta de la manada esta noche anunciando El Encuentro —le dijo la
voz en el otro extremo.
—¿Los
tres estadounidenses asistirán? —preguntó Hanheng.
—Sí.
—Espero
que te hagas amigo de ellos, ganes su confianza. —Hanheng se detuvo—. Todavía
estoy trabajando en los detalles del plan, pero en cuanto lo haya resuelto
estaré en contacto. Recuerda, no debes ponerte en contacto conmigo. Yo me
pondré en contacto contigo.
—Sí,
Alfa. —Luego, su contacto desconectó la llamada.
Hanheng
se sentó en su silla de oficina, con vistas sobre las montañas de su
territorio. Todo lo que tenía que hacer era ser paciente y dejar que su presa
venga a él. El Encuentro estaba a un mes de distancia, tenía un montón de
tiempo para finalizar el plan. Una vez que todo esté dicho y hecho, habré
derribado al Alfa más poderoso en un siglo.
Siwon
llamó a la puerta de la enfermería de la manada. Recordando las palabras de Heechul,
sonrió y esperó a que el doctor Lee lo invitara a pasar.
¿No
estaría Heechul orgulloso de mí?, pensó.
—Entre
—oyó gritar a Hongki Lee a través de la puerta.
Siwon
giró el pomo y abrió la puerta, asomando la cabeza antes de atravesarla.
—¿Es
un mal momento, Hongki?
—Siwon,
hola. —Hongki tomó sus gafas y dejó el libro que había estado estudiando—. No,
en absoluto. —le hizo un gesto para que entrara.
Siwon
cerró la puerta detrás de él y entró en el área que se usaba para tratar a su
manada. La habitación consistía en varias camas grandes de hospital a lo largo
de una de las paredes y enfrente de ellas, dos áreas de cirugía que estaban
separadas por divisiones. Hongki tenía un escritorio justo a la derecha de la
puerta con varios gabinetes detrás de él. También había una zona de laboratorio
colocada con varias máquinas, microscopios y objetos filosos de los que Siwon
prefería estar lejos.
Parte
del castigo de Hongki por su participación en el secuestro de Teuk era servir a
la manada Coreana como médico en el lugar. Junjin, gracias a las súplicas de Teuk,
había perdonado el castigo físico de Hongki, pero lo había despojado de
su carrera. El practicaba la medicina para la manada y, en retorno, la manada
le proporcionaría alojamiento, comida, lo esencial, pero hasta que Junjin decidiera,
no le pagarían y su libertad sería muy limitada.
—¿Qué
puedo hacer por ti? —le preguntó él.
Siwon
se sentó en una silla en el lado opuesto de la mesa. Una vez sentado miró
directamente a Hongki, quien rápidamente desvió la mirada.
—Necesito
saber lo que sabes acerca de los lobos latentes.
—No
sé mucho —le dijo.
—Entonces
necesito que averigües sobre ellos. Averigua si hay alguna documentación de sus
tendencias de apareamiento y los acontecimientos que han pasado a lo largo con
ellos. —Siwon se inclinó hacia delante, con los codos sobre las rodillas, las
manos juntas delante de él.
—¿Qué
está pasando, Siwon? —preguntó Hongki, su ceño fruncido en cuestión.
Él
dejó escapar un suspiro de frustración.
—Pensé
que tendría tiempo para lidiar con lo que sea que está pasando entre Heechul y
yo, pero ahora con este encuentro…
—Oh,
sí. Junjin me habló de eso —dijo él, asintiendo con la cabeza—. Él quiere que
yo vaya por si hay lesiones durante las luchas inevitables entre los machos sin
pareja.
Siwon
asintió.
—Tendremos
suerte si no hay ninguna baja, para ser honesto.
—Por
lo tanto, eso que hay entre tú y Hee… —le recordó.
—No
sé lo que es. No hay señales de apareamiento diferentes a la urgencia de mi
lobo y el cómo reacciono en su presencia —explicó Siwon.
La
frustración que él había sentido era evidente en la forma en que su cuerpo se
tensaba mientras hablaba
—No
puedo oír sus pensamientos, mis marcas no han cambiado… aún así, la idea de
otro hombre cerca de él me vuelve loco. El es en todo lo que pienso. Su esencia
se ha convertido en una parte de mí, y tengo la urgencia ridícula de asegurarme
que tiene mi olor sobre él.
Hongki
le observó mientras hablaba, sin perder de vista la forma en que sus ojos
comenzaron a brillar mientras hablaba de Hee. Algo estaba pasando, eso era
seguro.
—Todo
lo que me estás describiendo indica que has encontrado a tu compañero verdadero
—dijo Hongki—. Voy a mirar en los archivos de la manada y ver si existe alguna
documentación sobre lobos latentes. Él podría ser tu pareja y puede que
necesite algo importante para crear el vínculo, al igual que necesitó algo
traumático para sacar a la luz la genética de lobo en él. O puede que
simplemente no sea tu compañero.
Siwon
gruñó, sin gustarle ni un poco que el doctor siquiera sugiriera que Heechul no
le pertenecía. Sí, estoy en problemas. Este encuentro iba a llegar a ser la
prueba definitiva en autocontrol para él y su lobo.
Siwon
se levantó.
—Gracias.
Realmente aprecio tu ayuda. —Antes de llegar a la puerta, se volvió y añadió—.
Y tu discreción.
Hongki
se sorprendió por completo de que el lobo dominante haya acudido a él. Eso por
sí sólo demostraba que Hee se estaba metiendo con su mente.
Se
volvió hacia su laptop y entró a la base de datos en busca de historias de las
manadas de todo el mundo. Entre los miles de archivos seguramente había algo
documentado de un estado latente. Comenzó a buscar a través de archivos,
abriendo, echando un vistazo, y cerrando, una y otra vez. Sí, pensó, esto va a
ser divertido.
Hee
y Donghae caminaron juntos a una gran sala de reuniones. La manada se iba a
reunir en cinco minutos para el anuncio de El Encuentro.
Esencialmente
no habían hecho nada en todo el día. Era sábado, así que no había clases. Hee
se había visto obligado a soportar un sinfín de garantías de parte de Donghae
que no iba a dejar su lado en el evento que consideraban como el Festival de
Machos 2010.
También
habían optado por no salir después de que Hee les hablara de la declaración de Siwon
de estar siempre con él cuando saliera de la mansión.
—¿Y
cómo respondiste? —había preguntado Donghae.
—Le
dije que el único lugar al que iría con él era al veterinario —dijo Hee
inocentemente.
—Todos
sabemos que hubo más en tu comentario que eso, Virgin. Así que adelante,
comparte el resto de lo que estoy seguro fue una declaración muy esclarecedora
para Siwon —le provocó Teuk.
—Está
bien. Agregué que estaría yendo al veterinario para que le saquen mi pie de su
trasero. No vi su rostro, pero estoy seguro de que él se sintió, como has
dicho, esclarecido.
Donghae
había estado tomando un sorbo de agua en ese preciso momento y lo arrojó por
todas partes.
—Estoy
interesado en conocer a estas otras parejas no apareadas —le dijo Hee a Donghae—.
Espero que sean geniales. ¿Sabes lo que quiero Decir?
—Si
con “geniales” quieres Decir, nada de psicópatas, celosas, perras, entonces sí,
ya sé lo que quieres Decir —replicó Donghae.
—Hombre,
Hae. Seriamente he contagiado a tu una vez dulce disposición inocente. —Hee se
rió entre dientes—. Y a propósito, Donghae querido, son perras, no pueden
evitarlo.
Donghae
miró a Hee por el rabillo del ojo.
—De
verdad te ríes de tus propios chistes. Y, por cierto, tal vez el verdadero Donghae
está finalmente saliendo a la superficie después de años de represión.
—Sí,
tú sigue diciéndote eso, Sigmund. Mientras estás en ello, por qué no nos
explicas la teoría del condicionamiento —bromeó Hee con su amigo.
—Sólo
estoy diciendo.
—Una
vez más demuestras que claramente te he influenciado. —Las cejas de Hee se
levantaron mientras miraba a Donghae—. No estoy diciendo que eso es una mala
cosa. Quiero Decir, la verdad, la mayoría de la gente se beneficiaría de la
personalidad elogiosa de Hee Kim.
Donghae
soltó un bufido.
—¿Se
hace más pesado?
—¿Qué
se hace más pesado?
—Esa
gran cabeza que cargas 24/7, 365. —Donghae le dio unas palmaditas en la espalda
a Hee—. Simplemente parece que tal vez tu cuello o espalda comenzarían a doler
en algún momento.
—Guau,
Donghae. ¡Estoy impresionado que no sólo vas por un título en psicología! Ahora
pareces estar optando al cargo de alcalde de “Creo que soy gracioso” de la
ciudad.
Donghae
se rió de Hee, pero rápidamente se detuvo mientras entraban en la sala de
reuniones. Sillas se alineaban en las paredes y también se alineaban en filas
en el centro de la habitación. La habitación no estaba llena aún, pero se
estaba llenando rápidamente mientras las personas desfilaban ante ellas.
—Supongo
que debemos enganchar algunas sillas —murmuró Hee mientras entraba en la sala, en
dirección a la lejana esquina derecha.
—¿Por
qué nos vamos a sentar aquí atrás?
—De
esta manera podemos ver toda la habitación y hacer algo de reconocimiento.
—Genial,
aquí vamos con la jerga militar. ¿Fuiste un SEAL de la marina o algún oficial
de las fuerzas especiales en una vida pasada? —preguntó Donghae.
—Es
un don. Viene con tanta naturalidad que pensarías que he tenido un
entrenamiento formal. —Hee le guiñó un ojo.
—Sí,
eso es exactamente lo que yo estaba pensando. Y, por cierto, Hogwarts te aceptó
y está esperando tu llegada.
—Ja,
ja, buena esa —dijo Hee con sequedad—. Tienes mi voto… serás alcalde en muy
poco tiempo.
Donghae
puso los ojos en blanco, mientras ambos seguían viendo gente entrar y se
sentarse en la gran sala.
—¡Oooh,
oooh! —Donghae golpeó la pierna de Hee cuando vio a Teuk y Kangin—. Allí están
Simba y Nala.
—Bien
—se rió Hee, y luego gritó para llamar su atención—. ¡Oye, joven príncipe! Por
aquí.
Teuk
los vio y tiró a Kangin en su dirección.
—Oigan,
chicos, ¿por qué están sentados aquí atrás? —preguntó Teuk.
—Aquí
vamos —murmuró Donghae.
—Estamos
haciendo el reconocimiento —explicó Hee.
—Reconocimiento,
correeeecto —repitió Teuk, arqueando una ceja dubitativa.
—Oh,
cállate y siéntate.
Kangin
se rió entre dientes y se sentó al lado de Donghae, tirando de Teuk en su
regazo. Teuk le devolvió la mirada y sonrió.
—De
esta forma nos aseguramos de tener suficientes sillas para todos — explicó él
con una sonrisa.
—Oh,
cierto. Nosotros definitivamente queremos asegurarnos de que haya un montón de
asientos. —Teuk sonrió.
—Bueno,
siempre y cuando estemos siendo tan conscientes —interrumpió Hee—: Donghae,
¿por qué no vas a subir en el regazo de Yunho y yo voy —señaló mientras un
hombre pasaba junto a él—, agarrar a ese bombón y tirarme en su regazo.
Hee
sintió una mano en la nuca mientras una voz hablaba en voz baja junto a su
oído.
—Si
necesitas un regazo para sentarte, dueño de mi corazón, el mío será
el único disponible para ti.
Hee
vio como Siwon se sentaba en la silla junto a él y sintió caer su estómago en
picada cuando le guiñó un ojo.
—Será
mejor que me quede en esta silla. Tiene la tendencia a alejarse si se deja por
su cuenta. —Hee odiaba cómo su voz sonaba sin aliento y se pateó mentalmente a
sí mismo por dejar que él vea cómo le afectaba. Por la mirada de suficiencia
que se deslizó por su rostro era de hecho muy consciente de ello. Condenado hombre
lobo, pensó para sí mismo.
Donghae
miró a Teuk y sonrió, obviamente amando el juego entre Siwon y Hee.
Teuk
se inclinó y susurró al oído de Donghae.
—Le
doy dos días antes de que Siwon ponga una mano sobre él.
—Estás
siendo generoso. Yo digo menos de veinticuatro horas.
—¿Es
una apuesta? —preguntó Teuk, las cejas levantadas.
—Mejor
que lo creas —respondió Donghae. Sus labios se relajaron en una sonrisa
torcida.
Hee
se inclinó alrededor de Donghae y miró a sus dos amigos.
—¿Qué
están apostando?
—Por
Dios. ¿Es que él tiene oídos de águila o algo así?
—No,
tonto. Tú susurrando es como escucharte a ti hablando en un volumen normal,
pero con la voz ronca —Hee se encogió de hombros—. Sólo te lo aconsejo. Puedes
tomarlo y aplicarlo en tu tiempo libre.
Kangin
se rió al oír las palabras de Hee cuando Teuk le dio un codazo, lo que le hizo
toser.
—No
te rías, hombre lobo. —Teuk se volvió hacia Hee—. Gracias por esa observación,
Sherlock.
—Siempre
es un placer ayudar a un amigo en necesidad, Watson. —Hee sonrió ante la mirada
irritada de Teuk.
Donghae
puso los ojos en blanco.
—¿Habrá
alguna vez un momento en que no tenga que enviarlos a los dos a esquinas
opuestas?
—Cuando
el infierno se congele.
—Y
la gente de allí, finalmente, consiga ese vaso de agua helada que han estado
esperando —agregó Hee.
Teuk
se estiró alrededor de Donghae, con su puño cerrado en alto.
—Me
gusta esa.
Hee
chocó el puño de Teuk y le guiñó un ojo.
—Lo
sé, ¿verdad? Se me acaba de ocurrir.
—Oooh,
bonito y perspicaz.
—¿Qué
puedo Decir, joven príncipe? Soy el paquete completo.
Siwon
miró a Kangin.
—¿Consigues alguna vez entender
lo que dicen?
Kangin
sonrió a su Beta.
—Ya no trato.
—Buena
idea. —Siwon asintió.
Hee
miró a Siwon, entrecerrando los ojos.
—No
se habla en lengua extranjera alrededor de los americanos.
Siwon
se inclinó hacia él, el brillo de sus ojos haciendo a Hee temblar.
—Pero
Heechul, pensé que hablabas coreano. —Miró a Donghae y Teuk—.¿No tenían ustedes
dos la impresión de que él hablaba coreano?
Teuk
y Donghae asintieron a pesar de las dagas que Hee estaba arrojando con la
mirada en su dirección.
—Esa
fue absolutamentre la impresión que teníamos, ¿cierto, Donghae? — Teuk se
volvió para mirarlo.
—Espera.
Ah sí, recuerdo claramente un bar… vodka… y estoy casi seguro de Hee hablando
en coreano con el camarero sexy. —Donghae estaba sonriendo de oreja a oreja
mientras la cara de Hee se ponía roja.
—Espero
que ustedes dos no estén apegadas a su ropa interior porque acabo de tener el impulso repentino
de hacer una fogata —gruñó Hee.
—Nota
mental: ocultar la ropa interior.
«O podrías resolver ese
problema no utilizando ninguna.» Teuk escuchó la
voz de Kangin a través de su vínculo. Su mandíbula cayó abierta y su rostro se
puso rojo brillante cuando se volvió para mirar a su compañero.
Hee
miró a Donghae.
—Parece
que Kangin tuvo una sugerencia acerca de la ropa interior del joven príncipe.
Si tuviera que conjeturar, diría que él le dijo que yo no podría quemarlas si
no lleva ninguna.
Si
Teuk podría haberse puesto más rojo lo habría hecho.
—¿Cómo?
¿Qué…? —tartamudeó Teuk mientras miraba a su rubio amigo, tratando de averiguar
cómo él sabía lo que había estado pensando Kangin.
—Es
un don, Watson. Pero en realidad se reduce a que cuando se trata de jovenes o
mujeres y ropa interior, los chicos siempre van a decir que no se mezclan.
Siwon
tosió cuando se atragantó con su risa mientras Kangin enterraba la cara en la
espalda de Teuk, sus hombros temblando. Teuk y Donghae miraron a su amigo con
la boca abierta.
—Otro
dato en el que podrían estar interesados es que cuando se trata de jovenes o
mujeres y bocas abiertas, los chicos… —Siwon se inclinó y cubrió la boca de Hee
con su mano y le advirtió con una mirada que se tragara sus palabras.
—Gracias,
Siwi. Ese suele ser mi trabajo —dijo Donghae—. Pero estaba en tal shock que no
pude hacer moverse mis extremidades.
Siwon
inclinó la cabeza.
—¿Es
por eso que siempre pareces estar tan cerca de él?
—Es
de suma importancia que todo el que está dentro de su alcance esté listo en
cualquier y todos los momentos de interceptar lo que podría venir de esa lengua
perversa.
Hee
estaba frenéticamente tratando de hablar en torno a la mano de Siwon ante el
comentario de Donghae. Siwon estaba aprendiendo rápidamente cómo funcionaba el
cerebro de Heechul, y sólo podía imaginar lo que quería expresar en lo que
respecta al comentario de Donghae sobre la lengua perversa. Él se inclinó para
susurrarle al oído.
—Voy
a destaparte la boca. Sería sabio de tu parte dejar de lado el comentario de la
lengua perversa.
Hee
lo miró por el rabillo del ojo, y después de un momento de tensión, finalmente
asintió una vez con sumisión. Siwon lentamente le descubrió la boca, listo si
era necesario cubrir de nuevo sus labios.
Entonces, en resumen... Hannie es malo!????
ResponderEliminarAhhhh Nooo
Aaaawwww
ResponderEliminarAhora que Siwon siente que puede perder a Hee...anda buscando respuesta a todo eso que siente cuando no hay señales de nada...tiene que dejarse llevar....si las marcas no aparecen,hay que hacer caso a los instintos.
Ya dije que me encanta cuando Siwon pone nervioso a Hee?....*0*
Me eeeeeéncanta