Junjin
fue el primero en romper el silencio tenso.
—¿Ves
por qué Hongki siente que es una situación peligrosa?
Siwon
no respondió al principio. Por último, se recompuso.
—¿Cuáles
son mis opciones? —Miró directamente a Hongki. Hongki respiró profundamente y
se recostó en su silla.
—Crear
una reacción intensa en Hee o dejarlo como está.
—Ninguna
de ellas es aceptable —gruñó Siwon.
Hongki
se echó a reír.
—Dejar
a un lobo dominante esperar a que alguien arroje una solución en
—Hongki
—le advirtió Junjin, entrecerrando los ojos.
—Le
pido perdón, Alfa —él se sometió—. Lo que quise decir fue, ya sea que es
aceptable o no, es lo que es.
—¿Cuáles
son tus reservas en cuanto a persuadirlo? —preguntó Hyesung. Siwon miró a Junjin.
—No
quiero un compañero.
Las
cejas de Hongki se juntaron.
—¿Qué?
Siwon
finalmente cedió por respeto, no a falta de una posición dominante. Dejó
escapar el aliento que había estado conteniendo.
—Tuve
una hermana, hace mucho tiempo. No pude protegerla. Decidí entonces que no
quiero volver a tener a otra persona confiando en mí para su seguridad.
—Pero
Junjin y yo confiamos en ti todos los días. Los otros lobos, los que entrenas,
las parejas no apareadas, todos confían en ti para protegerlos. ¿Cómo es que
tener un compañero es diferente? —cuestionó Hyesung.
—Tengo
respaldo cuando se trata de todos los que acabas de nombrar. Sabes tan bien
como yo, Hyesung, que cuando se trata de tu protección Junjin es el extremo de
todo. Si quedas desprotegido, si tu protección falla, Junjin será el único
responsable. Eso es parte de estar apareados, vinculados. Junjin solo se
considera a sí mismo responsable de tu seguridad. No quiero esa responsabilidad
de nuevo.
—¿Estás
dispuesto a pasar toda tu existencia virando más allá de la oscuridad porque
tienes miedo al fracaso? —preguntó Hongki, incapaz de ocultar su incredulidad—.
¿Dejarías pasar algo que otros consideran valioso y un honor? No solo eso, sino
que le condenarías a él a vivir con sólo la mitad de su alma. ¿En serio? ¿Eso
es lo que estás dispuesto a sacrificar?
Siwon
gruñía a Hongki cuando terminó.
—No
lo entiendes. No eres un macho de esta especie; no eres un Alfa. ¿Tienes idea
de lo que se siente al ver a la persona que amas y estabas obligado a proteger,
morir en tus brazos, porque no llegaste lo suficientemente rápido? ¿LO HACES?
—gruñó.
—Siwon.
—Junjin no levantó la voz, pero sus palabras estaban llenas de poder.
Siwon
dio marcha atrás, pero su cuerpo se estremecía de ira al oír las palabras de Hongki,
a sabiendas que eran la verdad.
—Esto
es lo que esperaré de ti, Beta. —Junjin enfrentó a Siwon, haciéndolo una orden
formal. Cualquier otra cosa no conseguiría la cooperación de él—. Vas a ser
parte de la seguridad de Hee. Si no quieres seguir con esta posibilidad, está
bien. Te sugiero que esperes a ver si él encuentra a su compañero verdadero en
El Encuentro. Si no lo hace, entonces vas a tomar parte en ver si él es tu
compañero a través de los métodos que este documento ha arrojado a la luz. No
dejarás a Hee a la suerte de ser solamente una sombra de lo que debería ser.
¿Entiendes?
Siwon
gruñó, pero asintió. Terminó formalmente:
—Como
usted dice, así será.
Siwon
dio la vuelta para marcharse, pero Junjin habló antes de que pudiera pasar por
la puerta.
—Siwon,
estás optando por esto. Si haces tanto como respirar sobre otro lobo en El Encuentro
debido a Hee, vas a sufrir las consecuencias.
—Entendido —reconoció él.
Salió
de la habitación, yéndose no sólo con más preguntas, sino con una confusión
total y absoluta.
Siwon
sabía que en el momento en que viera a otro lobo poner las manos sobre Heechul
no iba a ser capaz de controlar a su lobo, sin embargo, había acordado
estúpidamente protegerlo. Estaba haciendo la misma cosa que quería evitar. Él
era su protección. Maldita sea su Alfa y su intromisión.
Hee
se paseaba por su habitación como un animal enjaulado.
No
podía creer el ridículo que había hecho de sí mismo, pero en ese momento en
todo lo que había sido capaz de pensar era en alejarse de un cierto lobo.
Estaba
tan jodido. ¿Cómo había llegado a este punto? Había estado diciéndose a sí mismo
una y otra vez que él no era una opción. Podría muy bien haber tenido una
matrícula de tantas veces que lo había repetido a su corazón. Sí, bueno su
corazón estaba haciendo lo suyo, ya que no le importaba ni un tonto, verdadero,
comino que Siwon estuviera supuestamente fuera de los límites. Algo en él lo
anhelaba.
Cada
vez que estaba cerca sólo quería frotarse contra él y acurrucarse en su regazo.
Se puede decir volviéndose desquiciado, pensó Hee. Yendo de ida y vuelta se
paseó.
—Está
bien —le dijo a la habitación vacía—. El Festival de Machos 2010 es la
respuesta. Tengo que realmente, en serio, tratar de encontrar a mi compañero.
—Una vez más a su corazón no le importó ni un comino, mientras Hee seguía
diciendole que no había que ceder. Siwon es nuestro compañero, le dijo—. No,
eso no va a suceder. No te estoy escuchando. La la la la la la. —Hee enganchó
sus dedos en sus oídos, y cerró los ojos. Fue en este punto que Donghae entró
en la habitación.
—¿A
quién no estás escuchando, exactamente? —preguntó Donghae, mirando alrededor de
la habitación.
Hee
se dio la vuelta, dejando caer las manos rápidamente.
—Hola,
Hae. ¿Qué pasa? —preguntó, tratando de alcanzar la calma, pero cayendo cinco
mil pies por debajo.
—Sí.
Bueno, sobre eso… —Donghae se cruzó de brazos y luego levantó una mano para tocar su barbilla con un
dedo—. ¿Qué pasa? Hmm. Veamos, saltaste de la silla como si hubieras estado
sentado en llamas y luego abandonaste la reunión, como dije, como si las llamas
estuvieran tratando de morder tu trasero… sí, eso es más o menos lo que pasa.
Hee
se estremeció ante la imagen que Donghae dibujó.
—Está
bien, así que no fue mi mejor momento —murmuró.
—¿Eso
crees? —preguntó Donghae, sus cejas subiendo.
—No
sabes cómo fue… —La voz de Hee estaba llegando a ese punto agudo cuando
normalmente habría arrojado algo a otra persona por usarlo—. Estar allí sentado
al lado de su peluda sensualidad caliente, sus ojos haciendo esa cosa ardiente,
su voz profunda y suave, su mano estando toda muy cómoda sobre mi rodilla. Lo
digo en serio, Donghae, era saltar y correr por las colinas o arrastrarme en su
regazo jadeando como un niño hormonal desesperado.
Donghae
rió.
—¿Acabas
de decir niño hormonal desesperado?
—Cállate,
Donghae.
Levantó
las manos en señal de rendición.
—Oye,
no dispares al que señala tus metáforas tontas.
Hee
puso los ojos en blanco a su amigo a medida que se dejaba caer en el suelo,
apoyando la espalda en la cama.
—Así
que, ¿cuál es el…? —empezó Donghae a preguntar, pero se interrumpió cuando la
puerta de la habitación se abrió de golpe.
—¡Estoy
aquí! —Teuk entró corriendo al interior como un tempestuoso huracán—. Estoy
aquí —jadeó—. ¿Cuál es el plan?
Su
cabeza iba de ida y vuelta entre Hee y Donghae. Hee asintió en dirección a Teuk.
—¿Qué
demonios está mal con él? —preguntó a Donghae.
—Estoy
empezando a pensar que es el s-e-x-o —deletreó Donghae, cubriendo el lado de su
cara para que Teuk no pudiera ver, pero hablando en un susurro—. Toda la falta
de oxígeno del jadeo, las respiraciones pesadas, y lo que no está matando a las
células de su cerebro.
Hee
rompió a reír.
—Eso
sería aún más divertido si mi cerebro no estuviera tratando de llenar en lo que
no.
—¿Podríamos
por favor, abstenernos de hablar sobre mi vida sexual? — rechinó Teuk.
—No,
no habrá ninguna abstención, porque entonces querrías que hable de la atracción
que estoy tratando de ignorar con el lobo que todavía no es una opción a pesar
de que ninguno de los dos parece que puede permanecer lo más lejos posible del
otro. —Hee tomó una respiración profunda y continuó—. Si dejamos de hablar de
tu vida fantástica de sexo, entonces ustedes dos hienas, esperarán que les diga
cómo cuando estoy cerca de él siento como si la electricidad estuviera
corriendo a través de mi piel. Querrían que les explique cómo se acelera mi
corazón y mi respiración se vuelve errática cada vez que susurra en mi oído. Me
obligarían a, en contra de mi voluntad, claro está, describirles las muchas
veces que he soñado oír su voz en mi mente, ver las marcas cubrir mi piel, ver
sus marcas cambiar. Así que, al infierno con el no. Solicitud negada. No
pasará, fin de la historia. En resumen, no podemos dejar de hablar de tu vida
sexual.
Donghae
estaba de pie con su mandíbula abierta, y Teuk estaba mirando a Hee como si
hubieran salido alas de su trasero.
—Bueno,
entonces, está bien —finalmente habló Donghae—. Creo que hablar de la vida
sexual de Teuk realmente ha arrojado algo de luz sobre las cosas. ¿Verdad, Teuk?
—¿Algo
de luz? Mierda, mi vida sexual ha iluminado a todo un apestoso estadio de
fútbol.
—¿Quién
sabría? —Hee se encogió de hombros inocentemente.
—¿Cuál
es el plan, Hee? —preguntó Donghae con sobriedad—. Todos sabemos que tienes
uno, asi que suéltalo.
Hee
se puso de pie y comenzó a caminar de nuevo.
—Tengo
que encontrar a mi compañero, tengo que permanecer lejos de B, y tengo que
unirlo todo junto —resopló, agitando su flequillo.
—Está
bien, operación CEU comienza ahora. —Teuk sonrió.
—¿Operación
CEU? —preguntó Hee dubitativamente.
—Um,
joven príncipe, ¿podrías elaborar el título? —indicó Donghae.
—C,
compañero, E, evitar, U, unir —explicó Teuk.
—Oooh,
CEU. Me gusta. —Donghae guiñó un ojo a Teuk.
Hee
sonrió y asintió con entusiasmo.
—Bien,
mierda. Pongamos esta operación en marcha —cedió Hee.
—¡Sí!
—dijeron Donghae y Teuk al mismo tiempo, dando palmadas.
Hee
negó con la cabeza a sus dos amigos. Leales, sí. Compasivos, a ciencia cierta.
¿Locos como cabras? Sin lugar a dudas, pensó a medida que sonreía mientras Donghae
y Teuk hablaban al mismo tiempo, consiguiendo gradualmente hablar más fuerte
mientras discutían entre sí.
Hee
decidió tratar de sacar el máximo provecho de ellos como viniera. Tenía la sensación
de que iban a tener pocos y distantes momentos entre sí una vez en El
Encuentro.
Hee,
Donghae, y Teuk pasaron las siguientes cuatro semanas aprendiendo sobre las
diferentes manadas que iban a estar presentes en El Encuentro.
Aprendieron
los nombres de los Alfas y sus parejas, si tenían una. Aprendieron sobre las
diferentes tradiciones y prácticas de las manadas. Hee encontró interesante que
aunque había algunas cosas que eran universales en el mundo Canis lupis, las
manadas eran muy individualizadas.
Ahora
quedaban dos días antes de partir hacia Busan y ellos, junto con otras tres parejas
no acopladas y ocho machos sin pareja, se encontrarían en la gran sala de
reunión de la mansión para aprender a bailar.
—No
necesito lecciones de baile —murmuró Hee en voz baja mientras permanecía de pie
con Donghae y Teuk contra la pared del fondo.
—Creo
que Junjin quiere que el baile sea clasificado apto para todo público —bromeó Teuk.
Hee
fingió indignación.
—Disculpa,
pero mi ropa permanece en su sitio.
—La
mayoría de las veces —murmuró Donghae, estallando en risa junto a Teuk.
—¡Oh,
VAMOS! ¡Fue solo una vez! —gimió Hee—. Lo juro, pierdo la ropa en una fiesta
una vez y nunca dejarán de recordármelo.
—Oooh,
ahora esto suena lo mío. —Zhoumi, el lobo que había hablado en la reunión de la
manada, llegó rebotando con otro joven—. Oye, no hemos sido presentados
formalmente. Soy Zhoumi y esta bestia es Sooyeon. —Ambos chicos mostraron
sonrisas amistosas. Aunque Sooyeon no era realmente una bestia.
—Hola,
Zhoumi. Soy Hee. Estas dos tontas son mis mejores amigos, Donghae y Teuk.
Ambos
jóvenes desnudaron sus cuellos brevemente a Teuk. Se había explicado durante
una de sus clases que, aunque Teuk no sostenía ningún poder real en este
momento, la manada debía mostrar su respeto por su lugar con muestras de
sumisión, como desnudar sus cuellos.
Teuk
dio un solo movimiento de cabeza en reconocimiento a su sumisión.
—Así
que, ¿están listos para el Festival de Machos 2010? —les preguntó Hee. Zhoumi
sonrió.
—¿Festival
de Machos?
—Parecía
mucho más del siglo XXI que “El Encuentro”.
Zhoumi
dio un codazo a Mariana.
—Te
dije que serían geniales, ¿no?
Sooyeon sonrió.
—Sí,
jefe. Lo dijiste. —Miró a Hee con complicidad—. El dijo que cualquiera que
pudiera hacer de Siwon todo un manojo de nervios como tú lo haces tiene que ser
genial.
Hee
no sólo se rió de eso, se carcajeó.
—Él
hace que sea muy fácil.
Zhoumi
sonrió con él y agregó:
—Para
que lo sepas, no sé lo que hay entre ustedes dos, pero ni yo ni Sooyeon tenemos
planes para él.
Hee
se puso serio y miró a los dos jóvenes. No se le había ocurrido a él hasta ese
momento que podría haber otros en la manada que tuviera algún interés en Siwon.
Antes de que pudiera detenerse, dejó escapar un gruñido. Hee vio como los ojos
de Sooyeon y Zhoumi se abrieron de par en par y escuchó a Donghae tomar aliento
agudamente, pero antes de que pudiera volverse, un fuerte brazo rodeó su
cintura y lo apartó.
—¿Qué
demon…? —comenzó él, pero fue interrumpido cuando una mujer en la esquina más
alejada gritó:
—¡Tomen
una pareja!
Hee
se volvió bruscamente y se encontró cara a cara con Siwon.
—Hola,
Heechul. —Él sonrió sin arrepentimiento.
—Siwon,
qué bueno verte. ¿Han pasado, qué, tres semanas desde que me has agraciado con
tu presencia?
—Ahh,
sí. Acerca de eso… por favor, perdóname por mi
ausencia. He estado trabajando en
tus medidas de seguridad.
—¿Mis
qué? —preguntó Hee con cautela.
Siwon
tomó la mano izquierda de Heechul y la puso sobre su hombro, tomó su mano
derecha con la suya izquierda, y luego envolvió su brazo libre alrededor de su
cintura, atrayéndolo.
—Tus
medidas de seguridad —le dijo de nuevo, ahora mucho más cerca de su oído—. Junjin
me ha puesto a cargo de tu seguridad durante El Encuentro, así que he ido y
venido entre aquí y Busan trabajando en los problemas.
Hee
abrió la boca en asombro, pero no dijo nada más. Estaba en realidad en un
pequeño estado de shock después de no ver a Siwon durante días y días. Para
tenerlo de pronto aquí en frente de él, tan cerca, que era un poco abrumador.
Aunque no había manera en el infierno que él alguna vez lo confiese.
Bailaron
en silencio durante unos momentos antes de que Hee espetara:
—Eres
un muy buen bailarín.
Siwon
rió.
—¿No
se te ocurrió que algo que caminara en cuatro patas sería capaz de bailar el
vals?
Heechul
le sonrió. Siwon casi podía ver los pensamientos formarse en su mente.
—En
realidad, bailar el vals cuando estás en tu forma de cuatro patas, debería ser
bastante similar a hacerlo en tu forma bípeda. Sólo que, no necesitarías una
pareja porque ya tendrías un montón de piernas. —Hee no pudo evitar la risa que
burbujeó ante su propia pequeña broma. Siwon le gruñó, pero fue sólo a medias.
Sus
bromas fueron interrumpidas por otro grito.
—¡Cambio!
—Beta,
¿puedo interrumpir? —Hyukjae, el lobo del bar, estaba de pie al lado de un Hee
y Siwon ahora congelados en el sitio.
Siwon
abruptamente dejó ir a Heechul.
—Por
supuesto. —Él asintió hacia el otro lobo y se marchó sin mirar atrás. Hee vio
como Siwon se alejó y luego miró a Hyukjae.
—¿Quién
le haló los calzones? —preguntó Hee en voz alta cuando una vez más asumió la
postura de baile.
—Oh,
él sólo está un poco dolido que interrumpiera. A él no le gusta mucho compartir
sus cosas.
Hee
miró hostilmente a Hyukjae.
—Yo
no soy una de sus cosas —dijo entre dientes. Hyukjae se rió, pero lo cubrió
rápidamente con una tos.
—Por
supuesto que no lo eres.
El
resto de la lección consistió en ir cambiando periódicamente de pareja. Todo el
tiempo, Siwon mantuvo los ojos fijos en Hee y con quien sea que él estuviera
bailando.
—Entonces,
¿cómo te sientes acerca de todo este asunto de El Encuentro? —le preguntó Zhoumi
a Hee.
Cuando
terminó la clase de baile, los cinco jóvenes se habían ido en busca de té
caliente y ahora estaban reunidos alrededor de la mesa del comedor.
—Honestamente…
—Hee hizo una pausa mientras tomaba un sorbo de su té—, estoy un poco ansioso
de participar. Es algo que tiene mi mente fuera de sí, me gustaría Decir cosas
desagradables, pero qué me condenen si él no es la bola de pelos más deliciosa
de este lado del mundo.
—El
chico está realmente mal —le dijo Teuk a Zhoumi y Sooyeon.
—Siwon
es muy sexy, de eso no hay duda —concordó Zhoumi.
La
cabeza de Hee giró bruscamente y un gruñido vino de algún lugar dentro de él. Zhoumi
levantó las manos en señal de rendición.
—Oye,
no voy a infringir en tu lobo. —él mostró su cuello a Hee y algo dentro de él
se instaló. Se estaba volviendo raro.
Hee
negó con la cabeza, tratando de despejar la niebla que llenaba su mente.
—Lamento
eso. No sé qué fue eso, pero fue, caramba, no sé qué.
Sooyeon habló por primera vez.
—Eras
tú reclamando lo que es tuyo.
—Pero
no hay señales de apareamiento.
—Aquí
vamos —soltó Donghae. Teuk asintió en acuerdo.
—Una
vez que le dan cuerda es como ver el conejito de Energizer. Es mejor que se
pongan cómodos.
—¿Y
si todavía no han aparecido porque tus genes están latentes? —ofreció Sooyeon.
Hee
apoyó los codos en la mesa y luego puso su rostro entre las manos.
—He
pensado en eso. Pero en serio, han pasado varios meses desde que nos conocimos
y en esos varios meses estuve en un accidente automovilístico con quemaduras,
descubrí que tenía sangre de hombre lobo, nos mudamos a un nuevo país, ah, y
cumplí los dieciocho años. Se podría pensar que algo allí activaría, bueno,
algo.
—Pero
lo hizo —le dijo Sooyeon—. Se activó el interés en ambas partes, ¿no es así?
Hee
pensó en sus palabras.
—¿Cuándo
comenzaste a notar realmente a Siwon? —preguntó Zhoumi.
—Después
que desperté del coma. Él vino a mi habitación para ver cómo estaba. Lo cual
era extraño, por Decir lo menos. Recuerdo que pensé: “guau, eso es delicioso”.
Donghae
rió.
—Él
prácticamente tuvo que usar un babero alrededor de él por lo mucho que babeaba.
—Donghae,
¿cómo están esas próximas elecciones para alcalde? . Teuk se quedó perplejo.
—¿Qué?
Donghae
negó con la cabeza.
—Ni
te molestes. Está falta de neuronas últimamente porque han sido fritas por la
sobrecarga hormonal.
Hee
puso los ojos en blanco e hizo una señal en “L” con los dedos mientras
pronunciaba: “Lo que sea”.
Sooyeon comprobó su reloj.
—Bueno,
se está haciendo tarde, así que supongo que deberíamos irnos. Búsquennos en el
Festival de Machos y vamos a pasar el rato. Nosotros los marginados debemos permanecer
juntos.
Hee
sonrió.
—Suena
como un plan. Fue realmente genial conocerlos a ambos.
Donghae
y Teuk chillaron en acuerdo y se despidieron a medida que los otros dos chicos
se iban del comedor.
—Creo
que deberíamos dar por terminada la noche —dijo Teuk, derribando lo último de
su té —. Un día menos antes de que nos dirijamos a Busan.
Los tres chicos enjuagaron sus tazas y se dirigieron a sus habitaciones.
Ay no...Siwon si es malo...si bueno, tiene un trauma pero que lo supere! Hee es mas importante, y ahora que se sospecha que Hang es malo...después que no ande llorando(?)
ResponderEliminarEstupido Siwon.....no lo quiere con él,pero tampoco lo quiere lejos de él...le concedo que tenga miedo,pero como dice Hongki,tener pareja es lo mejor que puede pasarle a los lobos...un honor que no todo logran tener...aparte,como puede dejar a Hee en la deriva si es que es su compañero....pufff.
ResponderEliminarAaawww bailaron...*0*
Ame cuando Hee le "dijo" lo que sentia y queria con Siwon.
Se reclaman mutumente pero no quieren dar su brazo a torcer....par de tontos.