Hee
casi salió rodando de la cama mientras reía. Los dos chicos que los llevaron a
sus habitaciones eran divertidísimos, aunque no era completamente por ellos.
Ellos
simplemente no entendían mucho de los dichos estadounidenses que decían y
cuando repetían o trataban de utilizar la jerga americana, el resultado era muy
gracioso.
—Así
que, ¿te está gustando Corea? —le preguntó el lobo llamado Yifan.
—Bueno,
hace frío —comenzó Hee—, pero está bien. Tenemos que salir de juerga y bailar. Hyukjae
allá —Hee señaló a Hyukjae, quien estaba de pie en una esquina con los brazos
cruzados sobre el pecho, viéndose muy parecido a un mini-yo de Siwon—, nos
enganchará unas bebidas. Él incluso me deja bailar en la barra.
—Perdóname,
¿pero que es eso de salir de juerga? ¿Y cómo te enganchas a una bebida?
Hee,
Donghae, y Teuk no pudieron evitar la risa que burbujeó ante su inocente pregunta.
—Lo
siento, Yifan. No nos estamos riendo de ti —le explicó Donghae cuando él
comenzó a verse aún más confundido—. Es sólo que realmente no pensamos en cómo
nuestras palabras deben sonar tan raras para alguien que no utiliza el mismo
idioma.
Yifan
ondeó su mano, obviamente, no ofendido.
Yifan
sonrió y miró a su compañero de manada Luhan.
—Creo
que me gusta este término “enganchar”. ¿Qué te parece?
Luhan
asintió.
—Entonces,
¿sería correcto que yo diga que quiero enganchar contigo?
Eso
fue todo, incluso la fachada estoica de Hyukjae se vino abajo. La sala entera
estalló en carcajadas. Esta vez Hee cayó de la cama y aterrizó junto a Yifan,
quien le ayudó a levantarse justo cuando la puerta se abrió de golpe.
Hee
miró hacia arriba y la primera palabra que vino a su mente voló fuera de su
boca:
—¡Mierda!
Golpeó
sus manos sobre su boca, lo que sólo hizo que perdiera más el equilibrio y cayó
hacia delante, sobre el regazo de Yifan. Para nada bueno.
La
sala de repente se hundió en un silencio sepulcral.
Los
ojos de Siwon aterrizaron en Yifan y luego en Hee mientras luchaba por
enderezarse del regazo de Yifan.
Sus
ojos comenzaron a brillar y, por primera vez en mucho tiempo, su lobo ganó.
Hee
vio con completo horror como ocurrieron varias cosas a la vez. Siwon se
abalanzó sobre Yifan al momento que Kangin, Hyukjae y Yunho, quienes
aparecieron de la nada, se abalanzaron sobre Siwon. Hee sintió ser tirado hacia
atrás y cayó sobre su trasero.
—No
hemos estado aquí ni treinta minutos —dijo Teuk, sentándose a su lado.
Donghae
se empujó desde la alfombra en el otro lado de Hee.
—Vaya,
eso es impresionante.
Zhoumi
y Sooyeon, quienes habían estado sentados cerca de Hyukjae, se acercaron
también.
—Creo
que sé en dónde tengo que estar si quiero entretenimiento gratis — bromeó Zhoumi.
—Siiiiiip
—dijo Hee con un estallido en la “p”—. Sólo llámenme horario estelar, porque si
este tipo de mierda me sigue durante toda la semana, mi raiting está obligado a
dispararse.
Teuk
resopló.
—Lucy,
explícame este lío.
—Ahh,
Ricky, sólo quería darte una sorpresa —respondió Hee.
Donghae
rió con ellos. A continuación, el grupo colectivo de cinco se encogió cuando Siwon
consiguió un buen puñetazo a la cara de Yifan antes de que los otros machos
finalmente lo retiraran.
Demonios,
él es fuerte, pensó Hee.
Finalmente
Siwon se recompuso y se sacudió a los demás.
—Estoy
bien —dijo, levantando sus brazos en señal de rendición.
Yifan
limpió la sangre de su labio, sus ojos brillando ahora en un verde
espeluznante.
Yunho
se puso en medio de los lobos, sus manos tendidas entre ellos, como para
mantenerlos a raya.
Siwon
gruñó cuando Yifan continuó mirándolo a los ojos. Yifan finalmente cedió y bajó
la vista.
Hee
murmuró:
—Por
Dios Santo…
—Charlie
Brown —terminó Donghae.
Los
ojos de Siwon cayeron sobre Hee, lo cual le hizo estremecerse, sólo que no
sabía por qué, ya que no había hecho nada malo.
Hee
continuó sosteniendo su mirada y cuanto más tiempo la sostenía más enojado se
ponía. Finalmente se puso de pie, causando que Teuk y Donghae se apresuraran a
sus pies, no queriendo ser los únicos en el suelo. Kangin caminó hacia Teuk y
tomó su mano.
—Tenemos
que irnos —le dijo él con suavidad.
«¿Crees que es prudente
dejarlos en este momento?» le preguntó Teuk a
través de su vínculo.
«Definitivamente» respondió Kangin al momento que tiró de él hacia la puerta.
Cuando
nadie más hizo por seguir a Kangin y Teuk, Siwon gruñó:
—¡Todos
fuera!
De
repente, todo el mundo estaba en movimiento. Hee sonrió para sus adentros
mientras comenzaba a dirigirse hacia la puerta con todos los demás. Oyó a Zhoumi
reír detrás de él, obviamente, dándose cuenta de lo que estaba tratando de
hacer.
—¡HEECHUL!
—La voz de Siwon se envolvió a su alrededor, deteniéndolo de inmediato.
Maldito
Beta, pensó.
—Buen
intento —susurró Zhoumi mientras pasaba rápidamente delante de Hee.
—Grita
realmente fuerte si necesitas ser rescatado —le dijo Sooyeon, y luego le dio un
guiño—. Enviaremos a alguien.
—Sí,
gracias por eso, joven lobo.
La
puerta se cerró, dejando a Hee a solas con un muy grande y muy enojado lobo. Se
dio la vuelta lentamente y se dirigió hacia la ventana, casi de manera casual.
—Así
que, ¿te está gustando el clima? —preguntó, como si él no acabara de casi
desgarrar a un hombre por la mitad.
—¿Qué
parte de “no toques a otro hombre” no entró a través de esa cabeza dura tuya, Heechul?
—La voz de Siwon era profunda y baja.
Oh,
infiernos no, pensó Hee. Él no acaba de insinuar lo que creo que hizo. Se dio
la vuelta y le clavó sus ojos de hielo.
—¿Sabes
qué, Siwon? Creo que todo esto —hizo un gesto entre ellos—, es un conflicto de
intereses. Sí, cuanto más pienso en ello, más creo que es perjudicial para tu
salud que estés a cargo de mi seguridad.
—¿Un
conflicto de intereses? —repitió sarcásticamente.
—Exactamente.
En realidad, tu interés en mí ha causado que tu buen sentido se convierta en
conflictivo, o defectuoso. Espera, te tengo algo mejor que eso: tu buen sentido
ha dado a tu trasero un beso de despedida en salida a la puerta, saludándote y
sonriéndote con buenos deseos.
Siwon
permaneció de pie atónito ante la ira en su voz. ¿Por qué está enojado?, se
preguntó. Él era el que lo había encontrado en el regazo de otro lobo. Oh, eso
no era algo bueno para rememorar. Sintió que sus caninos trataban de alargarse
y respiró hondo, tirando de su lobo de regreso.
—Lo
único que sé es que estamos separados por cinco minutos y tú ya estás
acurrucado con un cachorro.
—A-acu-acurrucado
—Hee estaba tan enojado que ni siquiera podía conseguir sus palabras—. Si
abrieras tus malditos brillantes ojos y dejaras de saltar a conclusiones,
habrías visto que yo no estaba acurrucado en su regazo. Me caí de la cama y
aterricé junto a él. Tu intromisión me sorprendió y perdí el equilibrio, ahí es
cuando terminé en su regazo.
—Él
está interesado en ti —espetó Siwon.
—Por
supuesto que está interesado en mí, bolsa de pulgas. Hay todo tipo de intereses
aquí.
Hee
no pudo evitar provocarlo, era tan apestosamente fácil. Casi podía ver el vapor
que subía desde su cabeza ante sus palabras.
—No
estás ayudando, sabes.
—No
preguntaste si necesitaba ayuda, B. Irrumpiste aquí pensando lo peor de mí y
luego actuaste como un bárbaro. Entonces me acusas de tirarme a propósito a
algún tipo que ni siquiera carajos conozco. —Hee llegó al punto donde realmente
quería a Siwon fuera de su habitación.
Sus
emociones estaban en carne viva. Había estado divirtiéndose, riendo y, claro,
coqueteando un poco. Pero muy a su pesar, sin importar cuán calientes eran Yifan
y Luhan, quienes, por cierto, eran mega calientes, él no estaba interesado.
Entonces Siwon tenía que venir y ser todo, bueno, todo Siwon.
—Mira,
tenemos que tomar un descanso, ¿de acuerdo? Ve a buscar un Sniker y dame un
respiro.
Siwon
ladeó la cabeza hacia un lado, obviamente no entendiendo su referencia. Hee
negó con la cabeza.
—No
importa, sólo vete. ¿Eso es más claro para ti?
—¿Quieres
que me vaya? —Siwon dio un paso atrás, obviamente sorprendido por su declaración.
Sí,
bueno, eso es lo que te pasa por ser algo que rima con palo, pensó Hee con
rabia.
—¿No
puedes entenderlo a través de tu cabeza dura? —Le arrrojó las palabras a su
cara.
Siwon
sintió como si le hubiera abofeteado, y se dio cuenta de cómo sus palabras
deben haberle hecho sentir.
—Heechul…
—Dio un paso hacia él, con una voz mucho más suave. Hee levantó la mano para
mantenerlo a raya.
—Guárdatelo.
No estoy listo para escuchar cómo lamentas haberme lastimado y bla, bla, etc,
etc. ¿Está bien? Sólo quiero descansar antes de esta noche.
Hee
se acercó a la puerta, la abrió, y esperó.
Siwon
se quedó allí por un momento, todavía completamente sorprendido de que lo
estuviera botando. Finalmente él negó con la cabeza y caminó para salir. Mientras
pasaba por la puerta le oyó murmurar:
—Sería
bueno si pudieras tratar de no hacer pis en mi puerta. —Luego la cerró de
golpe. Siwon escuchó el bloqueo de la misma.
Hee
apoyó la espalda contra la puerta y se deslizó al suelo. Levantó las rodillas y
miró alrededor de la habitación. Estaba adornada elegantemente con un
candelabro y salvia. Tenía un efecto relajante… bueno, cuando no había de pie
un hombre lobo haciendo estragos en el medio de ella.
Cerró
los ojos mientras inclinaba la cabeza hacia atrás.
—Bueno,
esto ha empezado espléndidamente. Te caes en el regazo de alguien y todo se va
al infierno en un instante —le dijo a nadie en específico.
Hee
saltó cuando alguien llamó a su puerta. Puso los ojos en blanco y gruñó:
—¡Vete,
bola de pelos! ¡Te dije que ya terminé con esto!
—Hee,
es Hongki. Creo que tenemos que hablar.
Los
ojos de Hee se abrieron y se puso de pie.
—Creo
que lees mi mente.
Hanheng
respondió al golpe en la puerta de su habitación y no se sorprendió al ver a su
contacto en el otro lado.
—¿Tienes
noticias para mí?
—¿Puedo
entrar, por favor? Preferiría no ser visto en el recibidor. —Hanheng dio un
paso atrás para que pudiera entrar.
—He
decidido que si alguien nos ve simplemente los guiaré a creer que podría estar
sucediendo un vínculo entre nosotros. Eso explicará cualquier encuentro. —Cerró
la puerta detrás de él—. Ahora bien, Hee está bajo la protección de Siwon y es
grave. Hee afirma que no hay señales de apareamiento, pero Siwon actúa como si él
fuera su compañero.
—Bueno,
sólo tendrás que asegurarte de ganar la confianza de los americanos. De esa
manera cuando los guíes a su muerte nadie sospechará estando contigo.
¿Conjetura algo tu compañero?
—No.
—Bien.
—Hanheng se acercó al bar y se sirvió una copa. No le ofreció ninguna a su
invitado—. Tengo un plan para atrapar solo a Junjin. No puedo correr el riesgo
de que Kangin o Hyesung estén ahí. Estoy pensando que una vez que los chicos
estén fuera del cuadro y el compañero de Kangin esté muerto, daré la apariencia
de querer ayudar a Junjin, ganar más de su confianza. Entonces debería ser
bastante fácil sacarlo. Haría las cosas más sencillas si Hee y Siwon estuvieran
vínculados… sacas a uno, y el otro cae. Tienes que amar cómo los destinos
funcionan.
Hanheng
tomó un sorbo de su bebida y, con un asentimiento, despachó a su contacto.
—Sabes
lo que quiero que hagas. No me decepciones.
—Sí,
Alfa —respondió y se dio la vuelta para irse.
Hanheng le marcó a su Beta tan pronto como la puerta se cerró.
—Yifan,
infórmame.
—Siwon
está vinculado, no hay duda. Ningún macho reaccionaría tan enérgicamente a
menos que fuera familia o compañero.
—Hmm.
Bien, podría ser bastante fácil de tratar con él. Si Hee desaparece
repentinamente, Siwon probablemente quedaría fuera de la ecuación. —Pensó Hanheng
en voz alta.
—¿Qué
te gustaría que hiciera, Alfa?
—Desafortunadamente
vas a, como dicen los americanos, sacrificarte por el equipo. Continúa
persiguiendo a Hee. Agitemos al Beta de Junjin un poco y mantengámoslo
distraído.
—Como
digas —respondió Yifan y terminó la llamada.
Hanheng
comprobó la hora en su reloj y vio que se estaba acercando la primera reunión.
Todavía necesitaba bañarse y cambiarse.
—Planear
la caída de una manada consume más tiempo de lo que uno podría pensar. —Se rió
entre dientes mientras se dirigía a la ducha.
Kangin
pasó su mano por la espalda de Leeteuk mientras éste yacía boca abajo en su
cama.
—¿Qué
tienes en mente, amor? —le preguntó en voz baja. Leeteuk soltó un fuerte
resoplido.
—Simplemente
no puedo creer la forma en que Siwon se descontroló ahí.
Kangin
se recostó a su lado y se apoyó en un brazo. Continuó frotando su espalda,
incapaz de evitar tocarlo ante cualquier oportunidad. Si alguien le hubiera
dicho que estar emparejado sería tan indescriptible, habría dicho que estaban
exagerando, pero a decir verdad, Leeteuk lo asombraba. Cada día se sentía más y
más bendecido de tenerlo en su vida.
—No
veo cómo puede seguir negando que él es su compañero —admitió Kangin—. Un macho
sólo respondería tan fuertemente si su pareja estuviera siendo tocada por otro.
—No
lo entiendo —le dijo Leeteuk mientras se giraba a verlo—. ¿Por qué todos
ustedes se esponjan? Fue un accidente incluso que aterrizara en el regazo del
tipo. ¿Los lobos son así de inseguros?
Kangin
se rió entre dientes.
—Te
olvidas, Angel, de que no somos humanos. Sé que es difícil de entender
verdaderamente, pero un animal vive en nosotros, es una parte de quién y qué
somos. Esa parte de nosotros siempre responderá en su propia naturaleza. Los
lobos natos son muy territoriales. Creo que porque añadimos nuestras emociones
humanas eso sólo amplifica nuestros rasgos de lobo. Yo no lo llamaría
inseguridad cuando respondemos a otro macho tocando a nuestra compañera, es más
una cuestión de protección. Tú has visto las profundidades a las que iría para
protegerte.
—Muy
familiar, sí —concordó con él con una sonrisa.
—Bueno,
es sólo que para mí tiene sentido que es mejor evitar la posibilidad de que
algo te suceda. Tú podrías efectivamente hacer eso al evitar situaciones que
abren las puertas a esas posibilidades. Si un macho no te toca, no tiene la
oportunidad de dañarte.
Leeteuk
le sonrió.
—Creo
que eso es un poco exagerado, hombre lobo.
—Podrías
creerlo, pero por eso yo soy el Alfa.
Los
ojos de Teuk se abrieron de par en par.
—¿En
serio acabas de decir eso? —Se incorporó bruscamente y lo empujó en el pecho,
poniéndolo de espaldas. Teuk se inclinó sobre él—. Retráctate — gruñó pero aun
así había un toque de humor danzando en sus ojos esmeraldas.
—Pero
soy el Alfa —le dijo Kangin, con el ceño fruncido.
—Tal
vez, pero diste a entender que debido a eso puedes llegar a darme órdenes.
Kangin
pasó el dorso de sus dedos a través de su mejilla. Teuk cerró los ojos ante la
sensación de su piel contra la suya.
—Como
Alfa, llegaré a darte órdenes.
—¿Ah,
sí? —Lo desafió con los ojos todavía cerrados, saboreando la cercanía entre
ellos.
«Así es». Kangin cambió al modo más íntimo de comunicación entre ellos.
«Y en este momento te
ordeno que beses a tu compañero».
Los
ojos de Teuk se abrieron y, sonriendo con malicia, comenzó a levantarse. Kangin
rápidamente envolvió un brazo alrededor de su cintura, atrayéndolo hacia su
pecho.
—¿A
dónde vas?
—Me
dijiste que besara a mi compañero —respondió—. Tengo que ir a buscarlo, porque
mi compañero no sería tan malditamente mandón.
—¿Malditamente
mandón? —Kangin se echó a reír. Teuk lo pinchó en el pecho.
—No
te rías de mí o te morderé.
Kangin
lo acercó más y se inclinó para susurrarle al oído:
—¿Me
lo prometes?
—¡Caray!,
la influencia de Hee llega más lejos de lo que pensé.
Kangin
lo miró directo a los ojos, en un silencioso desafío, retándolo a que hiciera
como le había ordenado. Teuk se acercó y se inclinó como si fuera a besarlo,
pero en su lugar lo mordió y trató de zafarse antes de que él pudiera tomar
represalias. Pero sus reflejos de hombre lobo eran más rápidos. Lo volteó sobre
su espalda y rápidamente presionó sus labios contra los suyo. Cuando se retiró,
Teuk estaba sonriendo.
—¿Qué?
—dijo él entrecerrando los ojos.
—Tú
me besaste a mí, oh gran Alfa. —Teuk se echó a reír—. Yo gano.
Kangin
gruñó.
—¿Por
qué tengo esta sensación de temor de que esto es un presagio de nuestra muy
larga vida por venir?
—Y
amarás cada minuto de ella.
Kangin
se levantó y lo jaló también.
—Lo
haré más de lo que ya lo hago, Angel. —Estuvo de acuerdo sin dudarlo—. Ahora
tenemos que estar listos y luego ir a recoger a Donghae y Hee.
—Suena
como un plan, Stan. —Sonrió Teuk.
—¿Quién
es este Stan?
Teuk
se echó a reír.
—Realmente
tenemos que trabajar en tu jerga.
—Ponte
a trabajar, mi amor.
—Entonces,
déjame ver si capto lo que estás diciendo. —Hee se sentó un poco más erguido
mientras enfrentaba a Hongki y trataba de descifrar lo que el buen doctor le
estaba contando—. De acuerdo con este Alfa de hace siglos, a fin de que las
señales de apareamiento se hagan evidentes, ¿tiene que haber algún tipo de
catalizador?
—Más
o menos —respondió Hongki.
—Huh,
¿quién lo diría? —Las cejas de Hee se elevaron mientras consideraba sus
opciones.
—El
problema es, y no sé si ha hablado contigo sobre ello, pero Siwon está reacio a
presionarlo.
—Bueno,
si por hablar te refieres a acorralarme en el pasillo y con mucho tacto decirme
que no podía besarme porque, y cito: “no es tan simple, Hee”, entonces seguro,
ha hablado conmigo. —Puso los ojos en blanco ante el recuerdo de las palabras
de Siwon.
—¿Qué
pasa con los hombres y su incapacidad para comprometerse? —se preguntó Hongki
en voz alta.
—No
sé si es tanto su incapacidad para comprometerse o sólo están asustados hasta
la muerte.
—¿Asustados
hasta la muerte? —Hongki sonrió.
—Sí,
estoy tratando de limpiar mi sucia boca.
—¿Cómo
te está yendo con eso? —bromeó Hongki.
—Es
doloroso, pero necesario. —Hee le guiñó un ojo—. Bueno, realmente no sé lo que
puedo hacer con el hombre B. No estoy diciendo que no quiero profundizar en eso
porque obviamente hay algo ahí… está prácticamente dándonos una paliza
duramente. Al mismo tiempo no puedo hacerlo a que haga algo. Maldito vándalo
terco infestado de pulgas.
Hongki
se levantó de donde estaba posado en la cama de Hee.
—Será
mejor que te alistes para esta noche. Todas tus maletas ya han sido colocadas
en tu armario y la manada pagó por alguna bonita ropa extra para que también la
uses.
—¿Cómo
supieron mi talla?
—Para
eso es para lo que están los amigos entrometidos, Hee. —Hongki sonrió mientras
se dirigía a la puerta—. Mi consejo para ti, latente: cuando un dominante no
hace lo necesario porque otras cosas en la vida lo han hecho recelosos, puede
ser necesario obligarlos a soltar sus cartas.
Hee
ladeó la cabeza hacia un lado.
—Eso
tiene potencial para el desastre escrito por todas partes, doc. — Sonrió Hee—.
¡Me gusta!
Hongki se echó a reír mientras cerraba la puerta detrás de él.
No No No
ResponderEliminarHang~ malo! Noooo
Porque!???
Ya que..ahí esta el catalizador que Hongki necesita para que Siwon reaccione!
Ay Hee...ya te llevo el que te trajo!
Al parecer Hang ayudará a que se desbloquen esas puertas que hacen que Hee y Siwon no tengas sus señales de compañeros...muy a pesar de Siwon,algo tendrá que pasar.
ResponderEliminarJusto ahora tanto Hee como Siwon me caen mal...ninguno tiene consideración con el otro....ㄱㄱ