—Si esa tutora trata de meter algo más en mi cabeza, juro que va a explotar —se quejó Teuk.
—Te
apoyo. Estas tres horas al día están pateando mi trasero súper fino — gimió Hee
mientras se deslizaba en un asiento en el comedor—. Quiero Decir, entiendo que
tiene que condensar siete horas de la escuela en tres, pero en serio.
—Lo
sé, ¿verdad? —concordó Donghae mientras apoyaba la cabeza sobre la mesa después
de tomar asiento frente a Hee.
Teuk
se sentó al final de la larga mesa y se reclinó en la silla.
«¿Cómo estás, Angel?» Escuchó la voz de Kangin en su mente y sintió sus dedos correr por
su mejilla. Eso lo hizo temblar involuntariamente.
«Oh, ya sabes, aparte de
sentir que mi cerebro se va a convertir en papilla y supurará por mis oídos,
estoy genial». Lo escuchó reír, lo cual le hizo él
sonreír como una idiota.
—Veo
que has estado trabajando en esa cara de estreñida cuando hablas con Cujo
—bromeó Hee.
Teuk
sólo le puso los ojos en blanco a su amigo.
«Los chicos quieren salir
esta noche. ¿Te parece bien?» preguntó a Kangin.
«Seguro, ¿a qué hora? Mi
padre tiene una conferencia telefónica que iba a tener lugar esta tarde, pero
se ha pospuesto para más tarde esta noche.»
Eso
realmente hizo reír a Kangin.
«Estoy seguro de que Yunho
estará muy feliz de saber que todos ustedes lo consideran uno de los jóvenes».
Teuk
soltó una carcajada, provocando que Donghae y Hee ahora entornaran los ojos
hacia él.
—Lo
siento —murmuró.
«Entonces ¿estás bien con eso, hombre lobo?»
«Creo que siempre y cuando Yunho
esté con ustedes puedo lidiar con eso. Te amo, Leeteuk».
«Qué curioso. Precisamente
estaba pensando lo mismo de ti».
Sintió
los labios de Kangin contra los suyos. Todavía se estaba acostumbrando a ser
capaz de sentirlo aunque no estuviera con él.
—Houston,
estamos listos para despegar. —Sonrió Teuk. Hee miró a Donghae, luego otra vez
a Teuk.
—¿Fumaste
algo esta mañana y no compartiste?
Teuk
puso los ojos en blanco.
—¿De
verdad crees que tengo que fumar algo para estar feliz cuando me despierto
junto a Kangin todas las mañanas?
—De
acuerdo, punto para ti —dijo Hee, despachándolo con un movimiento de la mano.
—Entonces,
¿entiendo que estás diciendo con toda esa referencia a Houston que saldremos
esta noche? ¿Que la operación “olvidar al hombre lobo mandón” ha obtenido luz
verde? —preguntó Donghae.
Hee
se cubrió la cara y gimió al oír las palabras de Donghae.
—¿En
serio acabas de Decir eso? ¿Operación olvidar al hombre lobo mandón? ¿En serio,
Donghae?
Donghae
asintió con toda seriedad.
—Bien,
si vas a llamar a nuestra salida una operación, y sabes cómo me encantan las
operaciones, al menos hazlo bien. Es operación “olvidar al jodido hombre lobo
atractivo, taciturno y mandón” —completó Hee.
—Muy
apropiado. —Donghae chocó puños con Hee, contento de ver que su amigo estaba
recuperando su sarcástico sentido del humor.
—Bien,
chicos. Creo que tenemos que irnos y comenzar la fase uno de la operación OAJ,
HLA, TM. —Teuk intentó Decirlo con una expresión seria pero tan pronto como se
dio cuenta de que OAJ no rimaba con el resto en su pequeña abreviación perdió
la batalla. Hee y Donghae se rieron con él mientras se dirigían a las
escaleras.
—¿Cuál
es exactamente la fase uno? —Hee enarcó las cejas ante Teuk.
—La
fase uno, querido, es encontrar a tu papacito interior.
—Ahh,
lo entiendo. —Asintió Donghae—. Todo se trata de abrazar a tu zorra interior.
Hee
negó.
—Creo
que el aire es más escaso aquí porque ustedes dos claramente no están
recibiendo suficiente oxígeno para el cerebro.
—Oh,
vamos. Danos un respiro. De todos nosotros, tú eres quien ha abrazado a su
zorra interior como una forma de arte —le dijo Donghae.
—Cierto,
muy cierto, Donghae. Soy un experto en todas las cosas de putas.
Hee
se estaba riendo tan fuerte como Teuk y Donghae cuando Siwon dio la vuelta en
la esquina. Los tres chicos se congelaron mientras Siwon siguió adelante hasta
que se detuvo frente a Hee. Por un breve momento simplemente se miraron el uno
al otro. La intensidad que fluyó entre ellos era fuerte y casi sofocante.
—Puse
tu ropa y tu maleta en tu habitación —le dijo Siwon.
Hee
dio un paso atrás, sorprendido por sus palabras. Siwon había visto la ropa en
su maleta, y por ropa se refería a su ropa interior. Sabía que su rostro debía
estar rojo brillante porque los ojos de Siwon brillaron cuando le devolvió la
mirada. Antes de que pudiera responder, él se inclinó y le susurró al oído.
—Por
favor, no permitas que tus amigos lancen tu ropa por la ventana. Tuve que
asegurarme de que los lobos que encontraron tus cosas regresaran todos los
recuerdos que tomaron; recuerdos que causarían que tu bello rostro se encienda
en diez tonos de rojo. —Hee sintió su aliento en su cuello, y él inhaló
profundamente antes de alejarse.
Teuk
una vez le había dicho que cuando un hombre lobo hacía esa treta, era porque
estaba asimilando el olor de una persona. Se estremeció ante el pensamiento y
no pudo evitar girar para ver a Siwon alejarse.
Hee
por fin notó a sus dos amigos, quienes lo miraban con la boca bien abierta.
—¿Escucharon
eso? —preguntó.
Ambos
chicos negaron, todavía incapaces de hablar, todavía atrapados en sus estados
de shock por el comportamiento de Siwon.
—Maldita
sea, ustedes dos. No sólo se queden ahí de pie. Métanse a mi habitación para
poder darles el 911. —Hee los empujó hacia la puerta de su dormitorio, todo el
tiempo tratando de averiguar lo que había tenido lugar en el pasillo.
Una
vez en la habitación, Hee cerró la puerta y se recargó contra ella. Con la
cabeza presionada hacia atrás, cerró los ojos y ralentizó su respiración. El
condenado lobo iba a darle un infarto. La frustración lo recorrió por completo.
¿Por
qué él? ¿Por qué su corazón tuvo que escoger al único hombre que nunca podría
tener?
—¿Qué
te susurró al oído, Hee? —preguntó Teuk. Hee negó, tratando de aclararse.
—Me
dijo que no dejara que mis amigos tiraran mi ropa por la ventana. — Hizo una
pausa y miró fijamente a Donghae, quien tuvo el buen sentido de parecer
avergonzado—. Porque tuvo que recuperar mi ropa, la cual llamó recuerdos, de
los lobos que al parecer la encontraron. —Se rió para sus adentros, sabiendo
que estaba una vez más del color de un betabel—. Y por el tono de su voz, al decir
recuerdos debieron de haber sido mis prendas íntimas. Entonces hizo toda esa
cosa de la olisqueada que dices que Kangin te hace.
La
cabeza de Teuk se levantó como rayo.
—¿Te
olfateó? —La alarma en su voz causó que algo de incomodidad levantara su fea
cabeza en Hee.
—Uhm,
sí. ¿Eso es un problema?
—Sólo
es tremendamente posesivo… y muy íntimo. Si Kangin ve a otro lobo olfateándome
lo desmembraría.
Hee
reflexionó sobre esto sólo brevemente antes de decidir que era hora de seguir
adelante.
—Olvidemos
todo esto. Ni siquiera quiero entrar en el hecho de que Siwon ha visto…
—Tu
ropa interior —resopló Donghae mientras interrumpía a Hee.
—Oh,
cállate, Pinocho —espetó Hee mientras se dirigía hacia el armario en busca de
ropa para la noche.
De
acuerdo, pensó, tengo que recurrir a mi zorra interior.
Se
echó a reír mientras empezaba a rebuscar. Donghae y Teuk se unieron a él en el
gran armario y comenzaron sus propias búsquedas.
—Lo
tengo —dijo mientras colgaba el traje de nuevo. Hee sacó un par de jeans Lucky
a la cadera. Después agarró un mullido
jersey profundamente colorido con un escote bajo. Tenía corte entallado para un
ajuste perfecto.
—Me
gusta. —Asintió Teuk en señal de aprobación.
—Está
bien, encontrémonos aquí de nuevo en veinte minutos para la fase dos —advirtió Donghae.
—¿Me
atrevo a preguntar cuál es la fase dos? —preguntó Hee aprensivamente.
—Ha
pasado demasiado tiempo desde que hemos salido si tienes que preguntar —le dijo
Donghae—. Peinado y maquillaje, Heechul. Tenemos que tomar toda esta belleza
natural y hacerla brillar.
—¡Cieeeeeeerto,
brillar! Estoy en ello, jefe —bromeó Hee.
—Vamos!
¿En serio, Donghwa? ¿Eso es todo lo que tienes para darles a estos cachorros?
—gruñó Siwon mientras observaba a los lobos que estaba entrenando en boxeo.
Siwon
sabía que su frustración no venía realmente de las deficiencias de los lobos
sino de cierto rubio bocazas que tenía sus garras en él tan profundamente que
podía sentir la sangre bajando por su espalda. Lo triste acerca de toda la
situación: a él le gustaba. Sí, pensó, definitivamente hay algo mal en mí.
Donghwa
le gruñó a su Beta.
—Guárdatelo para
la lucha, Donghwa. No
estarías gruñéndome si no supieras
que tengo razón. —Siwon entró en el círculo de combate que estaba pintado en el
suelo del gimnasio—. Tómate un descanso por un minuto —le dijo, luego se volvió
hacia el joven lobo conocido como Stelian.
Siwon
sonrió lobunamente.
—¿Preparado
para un verdadero desafío?
Antes
de que el cachorro pudiera responder, el Beta atacó.
Siwon
enseñaba artes marciales mixtas a todos los lobos, incluso las parejas. Era
imperativo que todos ellos supieran cómo defenderse en caso de que otra manada
atacara alguna vez. Por supuesto, había pasado más de un siglo desde la última
batalla entre manadas, pero Siwon era un firme creyente en “mejor prevenir
que lamentar”.
Lanzó
una serie de golpes y patadas practicadas en el Muay Thai. Era un tipo de
kickboxing, y el arte marcial mixta predominante que enseñaba junto con el Judo
y lucha en el suelo.
Stelian
intentó contrarrestar los movimientos de Siwon, pero sin importar lo que
hiciera no pudo evitar que los golpes dieran en su objetivo. Después de sólo
cinco minutos Siwon derribó a Stelian.
No
se molestó en mantener al cachorro subyugado. Se puso de pie y retrocedió,
indicando que el combate había terminado.
Comprobó
su reloj y vio que tenía sólo veinte minutos antes de que tuviera que estar en
la reunión con Junjin y los demás Alfas.
—Eso
será todo por hoy —le dijo al lobo más joven—. Hiciste un buen trabajo. —Siwon
agarró su toalla del suelo y se dirigió de vuelta a su habitación para tomar
una ducha rápida. Mientras caminaba, su mente vagó de nuevo a donde parecía
estar siempre: Heechul.
Recordaba
caminar a través del ala de la mansión que alojaba a los machos sin pareja y
captar su aroma.
Siwon
podía admitir ahora que tal vez había sobreactuado ligeramente cuando irrumpió
en la habitación y encontró a dos machos rebuscando en su maleta. Así que, tal
vez no tenía que haber arrojado a Dragos a través de una pared. Y, sí, podía
haber evitado lanzar a Dorian justo
encima de Dragos. Pero en ese momento su lobo había tomado el control, y
todo en lo que podía pensar era en que su aroma estaba alrededor de los machos,
que estaban tocando sus cosas… cosas que sólo él debería conocer. Siwon había
pasado por alto ese pequeño dato, acerca de por qué en la tierra pensaba que
tenía derecho a conocer su ropa interior.
Había
sentido que si no tomaba sus cosas y su esencia de la habitación de ellos iba a
matar a alguien, sin lugar a dudas. Uno de aquellos cachorros habría muerto esa
noche.
Gracias
a Dios, habían sido un tanto inteligentes y se habían sometido inmediatamente.
Cuando Siwon les preguntó cómo habían conseguido las cosas de Heechul le habían
contado acerca de cómo una maleta había caído de una ventana de la mansión.
Siendo estúpidos veinteañeros, vieron lencería y simplemente tuvieron que
echarle un vistazo… estúpidos lobos jóvenes.
Siwon
se había calmado de alguna manera antes de devolver la maleta a la habitación
de Heechul, pero realmente no había estado preparado para tropezar con él. Sin
embargo, tenía que Decir que verlo solo—o sin otros machos a su alrededor,
mejor dicho— calmó a su lobo inmensamente. Era otra cosa que no quería
analizar. Después de todo, ¿por qué debería él calmar a su lobo? No había
signos de apareamiento.
El
Beta dejó salir un gruñido bajo mientras entraba en su habitación y se dirigía
a la ducha.
Tenía
que dejar de pensar en él, simplemente estaba fastidiándolo. Llamó estúpidos a
los veinteañeros, pero en ese momento él los hacía parecer genios.
Siwon
entró en la oficina de Junjin. Una gran pantalla había sido instalada para la
vídeo conferencia con los demás Alfas de manada.
Junjin
estaba sentado ante su escritorio, y Kangin y Donghwa estaban sentados
directamente delante de la pantalla.
—Kangin,
¿a qué hora dijo Yunho que estaría de vuelta con los chicos? — preguntó Junjin
a su hijo.
Siwon observó
curiosamente cuando la
cabeza de Kangin
se alzó rápidamente.
—No
lo hizo —dijo a medio gruñido.
—Bueno,
¿a qué club dijeron que iban a ir? —continuó Junjin, ignorando muy obviamente
la irritación de Kangin.
—No
lo dijeron.
Siwon
olió la mentira que Kangin acababa de Decir y eso fue suficiente para decirle
que algo estaba pasando.
—Disculpa,
Alfa, pero cuando dices Yunho y los chicos, te refieres a…
Junjin
le interrumpió antes de que pudiera terminar.
—Hee,
Teuk, y Donghae, por supuesto.
Siwon
sintió a su lobo animándose y si hubiera estado en su forma de lobo el pelaje
de su cuello se habría puesto de punta.
—¿Dices
que fueron a un club?
—Sí.
Yunho dijo que habían acudido a él y le habían rogado que los llevara a una
noche de jovencitos. Algo acerca de hacer que Hee y Donghae conectaran con el…
creo que usaron las palabras “mojo coreano”, o alguna tontería así. —Junjin
puso los ojos en blanco—. Ya sabes cómo hablan esos tres. Es como una lengua
extranjera por sí sola.
Siwon
había dejado de escuchar después de las palabras “conectar”,
y antes de que se diera cuenta de lo que estaba haciendo se dirigía a la
salida.
—Siwon,
detente. —La voz de Junjin rezumó autoridad y Siwon no tuvo otra opción sino
permanecer inmóvil. Su Alfa había dado una orden y usado su poder. Siwon no
podía desobedecer.
—Alfa,
tienes que saber que esos tres van a meterse en alguna clase de problema. Son
como imanes para el caos. —Siwon trató de razonar con su Alfa. Sintió el poder
de Junjin suavizarse y fue capaz de darse la vuelta y mirar a la cara a los
demás lobos. Hizo contacto visual con Kangin y gruñó—. ¿Sabías que este era su
plan y aún así dejaste ir a tu compañero?
Kangin
soltó una risa.
—Espera
hasta que tengas un compañero, hermano, y luego me cuentas cómo lo dejas hacer
algo o no lo dejas hacer algo, y cuando lo estés compartiendo yo me reiré
mientras te sacas su zapato del trasero.
A
Siwon no le hizo gracia, y aunque entendía que ser compañeros era una alianza,
tenía que haber momentos en los que, como su protector, tenías que ponerte
firme.
—Yunho
vigilará a los chicos y los mantendrá a salvo. Tengo completa confianza en él
—le apaciguó Junjin—. Si después de la conferencia con los Alfas aún sientes la
necesidad de ir a acorralarlos entonces tienes mi bendición, y mi simpatía.
Siwon
cedió y tomó asiento en una de las sillas junto al sofá. Justo cuando se sentó
la pantalla se encendió y allí estaban cuatro hombres cada uno en su propio
cuadrado pequeño mirando hacia ellos. Siwon estuvo bastante sorprendido de ver
a Kangta Ahn, el padre de Teuk, entre ellos.
—¿Sabías
que él estaría en esto? —le susurró Siwon a Kangin. Kangin sacudió la cabeza.
—Estoy
tan perdido como tú.
Junjin
caminó alrededor de su escritorio y permaneció de pie detrás del sofá. Era el
Alfa y no se sentaría en presencia de otro Alfa, aunque fuera a través de la
pantalla de un ordenador.
—Kangta,
¿cómo estás? —preguntó Junjin al padre de Teuk.
—Estoy
bien, Junjin. Gracias por preguntar. —Kangta miró a Kangin—. Kangin, ¿cómo
están tú y tu nuevo compañero?
—Estamos
muy bien —le dijo Kangin.
Ni
Kangin, ni Junjin, ni Kangta mencionaron que el nuevo compañero de Kangin era el
hijo de Kangta.
Si
los demás Alfas no lo sabían, no era algo que pudieran usar potencialmente
contra las manadas de Kangta o Junjin. Aunque era una manera triste de vivir,
las manadas podían ser muy volátiles entre unos y otros. Los lobos eran astutos
y siempre buscaban una forma de tener la sartén por el mango.
—Me
gustaría presentar a los miembros de mi manada que están presents —dijo Junjin
a los Alfas.
Señalando
a cada lobo mientras hablaba, anunció:
—Este
es Siwon, mi Beta. —Siwon dio un simple asentimiento en reconocimiento a los
demás Alfas. No era irrespetuoso, pero tampoco estaba concediéndoles su
dominancia sobre él.
A
Decir verdad, Siwon podía ser el Alfa de su propia manada, era más que
suficientemente dominante. Pero acontecimientos de su vida y su lealtad hacia Junjin
habían configurado sus decisiones, dirigiéndolo a donde estaba ahora.
—Este
es Kangin, mi hijo y heredero —continuó Junjin—. Y este es Donghwa. Está entre
mis cuatro lobos principales.
Cuando
Junjin terminó sus presentaciones, a continuación, cada hombre en la pantalla
se presentó. Estaba Matsumoto de Japón, Hanheng
de China, Vanness de Bulgaria, y Kangta de los Estados Unidos.
Completadas
las presentaciones, Junjin y sus lobos esperaron a que uno de los cuatro Alfas
explicara por qué habían convocado una conferencia.
—Me
doy cuenta que no es una práctica común para nosotros reunirnos de esta forma, Junjin,
pero los demás Alfas y yo estamos preocupados acerca de la continuación de
nuestra especie —explicó Matsumoto—. Verás, ha pasado más de una década desde
que alguno de mis lobos ha encontrado una pareja. Ha pasado media década desde que
cualquier niño ha nacido. Nos estamos convirtiendo en una especie en extinción.
Durante
un momento, nadie habló. Luego Junjin dio un paso adelante, de brazos cruzados,
y miró a cada Alfa brevemente antes de hablar.
—Obviamente
has llegado a algún plan si se has convocado esta reunión. ¿Cuál es este plan
para ayudar a nuestra especie a sobrevivir?
Esta
vez fue Hanheng el que habló.
—Después
de discutirlo con Matsumoto decidí hacer algo de investigación en nuestros
archivos de manada y ver si había alguna documentación que pudiera ayudar.
Las
palabras de Hanheng comenzaron a tomar velocidad mientras compartía lo que
había descubierto
—Ha
habido muchas prácticas realizadas por antiguas manadas que simplemente se han
desvanecido del conocimiento. Una de esas prácticas se llamaba El Encuentro.
Hanheng
levantó lo que parecía un pergamino muy antiguo y comenzó a leer
—Yo
soy Damion, Alfa de la manada de Bulgaria. Este es el reporte de las cuatro
manadas, Japón, China, Corea, y la mía propia, Bulgaria, todas las cuales han
acordado una tregua. Los Alfas de estas cuatro manadas se han reunido esta
noche y decidido implementar una nueva tradición. Deberá escribirse en nuestros
archivos de manada como una tradición para ser seguida cada cuatro años. El decireto
es como sigue: Todos los miembros de la manada de sangre pura sin compañero
mayor de edad debe asistir a El Encuentro. El Alfa, cuatro parejas acopladas
dominantes, y su pareja deben acompañar a estos miembros de la manada. Las parejas
sin compañero pueden traer jóvenes señores o damas para ayudarles a prepararse
para El Encuentro. El mismo se llevará a cabo en los Alpes de Busan en una propiedad
que ha sido adquirida por tres Alfas de manada como regalo para ser usada por
nuestra especie en este evento. El propósito de El Encuentro es ayudar a reunir
a lobos sin compañeros de otras manadas y con suerte encontrar verdaderos
compañeros entre ellos. Está en nuestra naturaleza ser territoriales y poco
colaboradores con otras manadas, pero si no dejamos de lado estos hábitos y
ponemos el bien común de la especie en primer lugar, un día dejaremos de
existir. Este mundo seguirá adelante como si los Hombres Lobo Suju nunca
hubieran existido. Si un Alfa y sus miembros sin compañero de la manada son
invitados a unirse a El Encuentro y rehúsan, será tratado como un acto contra
la especie y ese Alfa estará sujeto a un desafío. Si es derrotado, sus miembros
de la manada serán divididos entre las otras manadas. Tenemos que estar alerta
si queremos sobrevivir. Tenemos que reconocer que las mismas cosas que con
frecuencia nos hacen más fuertes y nos mantienen a salvo tienen el potencial de
aniquilar a nuestra especie.
Cuando
Hanheng terminó de leer, cada uno de los lobos simplemente miraba fijamente,
estupefactos. De todas las cosas sobre las que esta reunión podía haber sido,
ésta no había sido siquiera registrada en su lista de posibilidades. El propio Junjin
nunca había oído hablar de tal decreto en su larga vida.
Podía
apreciar el hecho de que era definitivamente un modo de encontrar a su otra
mitad para aquellos que no tenían compañero, pero era también un riesgo poner
a tantos machos
sin pareja juntos.
Sólo por esa
razón comprendió la importancia de tener parejas dominantes acopladas allí.
—¿Estás
diciéndonos que quieres implementar este Decreto ahora, en estos tiempos?
—preguntó Junjin incrédulo, pero continuó antes de que otro pudiera responder—.
Caballeros, no vivimos en una época donde a las parejas se les dice qué hacer.
Vivimos en el siglo XXI con jovenes y mujeres liberales.
—Junjin,
sabemos que este concepto es extraño y un tanto anticuado, pero nosotros no
somos humanos. —Era ahora Vanness, el Alfa de Bulgaria, quien tomó la palabra—.
Puede que vivamos en su mundo pero no, podemos vivir como ellos. Somos una
especie creada para la manada, para la familia. Nuestros machos, especialmente
los dominantes, no tienen el lujo como los humanos de salir con quienquiera que
quieran durante tanto tiempo como quieran. Necesitan la luz y la paz que una
verdadera pareja les traerá. Necesitan que la oscuridad que reside en el
interior de su lobo sea mantenida a raya. ¿Qué mejor manera de ayudarnos a
nosotros mismos que reunirlos?
—Supongo
que si lo planteamos de modo que sea visto como en beneficio de nuestra
especie, tal vez los que no tienen compañero lo aceptarán y lo verán desde una
perspectiva positiva —concedió Junjin, sabiendo que si estos Alfas habían
puesto su mente en hacer esto entonces había poco que pudiera hacer para
detenerlo sin traer una guerra a su puerta.
Junjin
notó que Kangta no había tomado la palabra.
—Kangta,
¿qué tienes que decir con respecto a este método?
—Fui
abordado por Hanheng, y aunque en el pasado era difícil incluir manadas que
estaban tan lejos, los viajes modernos obviamente han solucionado eso. Los
Alfas pensaron que sería bueno que una manada americana viniera y trajera
sangre nueva, por así Decirlo. Creo que la idea tiene fundamentos y vale la
pena examinarla.
Antes
de que Junjin pudiera responder, Hanheng habló de nuevo.
—Pensamos,
si quieres ceder, que debido a que tu hijo encontró a su compañero en los
Estados Unidos sería pertinente para nosotros incluir a una manada americana.
Ya que conoces a Kangta Ahn, él fue el primero en el que pensamos.
Ay!!! Hee!!!
ResponderEliminarApareció Hang!!!
!HangChul!???
!SiChul!???
Ay Siwi~ te la van a poner peluda!!!
Amo cuando Siwon logra poner nervioso a Hee....es que Hee no tiene para donde correr y esconderse....tiene metido a Siwon en las venas.
ResponderEliminarOoooooooh ya salio el peine,evento planeado por las otras manadas,a Jin no le va a quedar otra que aceptar...y ma dar a sus lobos solteros...y se tiene que hacer oficial la condición de Hee.