Sapphire Wolf (T3)- 3




—Si esa tutora trata de meter algo más en mi cabeza, juro que va a explotar —se quejó Teuk.       
—Te apoyo. Estas tres horas al día están pateando mi trasero súper fino — gimió Hee mientras se deslizaba en un asiento en el comedor—. Quiero Decir, entiendo que tiene que condensar siete horas de la escuela en tres, pero en serio.
—Lo sé, ¿verdad? —concordó Donghae mientras apoyaba la cabeza sobre la mesa después de tomar asiento frente a Hee.
Teuk se sentó al final de la larga mesa y se reclinó en la silla.
«¿Cómo estás, Angel?» Escuchó la voz de Kangin en su mente y sintió sus dedos correr por su mejilla. Eso lo hizo temblar involuntariamente.
«Oh, ya sabes, aparte de sentir que mi cerebro se va a convertir en papilla y supurará por mis oídos, estoy genial». Lo escuchó reír, lo cual le hizo él sonreír como una idiota.
—Veo que has estado trabajando en esa cara de estreñida cuando hablas con Cujo —bromeó Hee.
Teuk sólo le puso los ojos en blanco a su amigo.
«Los chicos quieren salir esta noche. ¿Te parece bien?» preguntó a Kangin.
«Seguro, ¿a qué hora? Mi padre tiene una conferencia telefónica que iba a tener lugar esta tarde, pero se ha pospuesto para más tarde esta noche.»
«Está bien. Íbamos a pedirle a Yunho que nos lleve. En cierto modo quieren que sea del tipo sólo jóvenes.»
Eso realmente hizo reír a Kangin.
«Estoy seguro de que Yunho estará muy feliz de saber que todos ustedes lo consideran uno de los jóvenes».
Teuk soltó una carcajada, provocando que Donghae y Hee ahora entornaran los ojos hacia él.
—Lo siento —murmuró.
«Entonces ¿estás bien con eso, hombre lobo?»
«Creo que siempre y cuando Yunho esté con ustedes puedo lidiar con eso. Te amo, Leeteuk». 
«Qué curioso. Precisamente estaba pensando lo mismo de ti».
Sintió los labios de Kangin contra los suyos. Todavía se estaba acostumbrando a ser capaz de sentirlo aunque no estuviera con él.
—Houston, estamos listos para despegar. —Sonrió Teuk. Hee miró a Donghae, luego otra vez a Teuk.
—¿Fumaste algo esta mañana y no compartiste?
Teuk puso los ojos en blanco.
—¿De verdad crees que tengo que fumar algo para estar feliz cuando me despierto junto a Kangin todas las mañanas?
—De acuerdo, punto para ti —dijo Hee, despachándolo con un movimiento de la mano.
—Entonces, ¿entiendo que estás diciendo con toda esa referencia a Houston que saldremos esta noche? ¿Que la operación “olvidar al hombre lobo mandón” ha obtenido luz verde? —preguntó   Donghae.
Hee se cubrió la cara y gimió al oír las palabras de Donghae.
—¿En serio acabas de Decir eso? ¿Operación olvidar al hombre lobo mandón? ¿En serio, Donghae?
Donghae asintió con toda seriedad.
—Bien, si vas a llamar a nuestra salida una operación, y sabes cómo me encantan las operaciones, al menos hazlo bien. Es operación “olvidar al jodido hombre lobo atractivo, taciturno y mandón” —completó Hee.
—Muy apropiado. —Donghae chocó puños con Hee, contento de ver que su amigo estaba recuperando su sarcástico sentido del humor.
—Bien, chicos. Creo que tenemos que irnos y comenzar la fase uno de la operación OAJ, HLA, TM. —Teuk intentó Decirlo con una expresión seria pero tan pronto como se dio cuenta de que OAJ no rimaba con el resto en su pequeña abreviación perdió la batalla. Hee y Donghae se rieron con él mientras se dirigían a las escaleras.
—¿Cuál es exactamente la fase uno? —Hee enarcó las cejas ante Teuk.            
—La fase uno, querido, es encontrar a tu papacito interior.
—Ahh, lo entiendo. —Asintió Donghae—. Todo se trata de abrazar a tu zorra interior.
Hee negó.
—Creo que el aire es más escaso aquí porque ustedes dos claramente no están recibiendo suficiente oxígeno para el cerebro.
—Oh, vamos. Danos un respiro. De todos nosotros, tú eres quien ha abrazado a su zorra interior como una forma de arte —le dijo Donghae.
—Cierto, muy cierto, Donghae. Soy un experto en todas las cosas de putas.
Hee se estaba riendo tan fuerte como Teuk y Donghae cuando Siwon dio la vuelta en la esquina. Los tres chicos se congelaron mientras Siwon siguió adelante hasta que se detuvo frente a Hee. Por un breve momento simplemente se miraron el uno al otro. La intensidad que fluyó entre ellos era fuerte y casi sofocante.
—Puse tu ropa y tu maleta en tu habitación —le dijo Siwon.
Hee dio un paso atrás, sorprendido por sus palabras. Siwon había visto la ropa en su maleta, y por ropa se refería a su ropa interior. Sabía que su rostro debía estar rojo brillante porque los ojos de Siwon brillaron cuando le devolvió la mirada. Antes de que pudiera responder, él se inclinó y le susurró al oído.
—Por favor, no permitas que tus amigos lancen tu ropa por la ventana. Tuve que asegurarme de que los lobos que encontraron tus cosas regresaran todos los recuerdos que tomaron; recuerdos que causarían que tu bello rostro se encienda en diez tonos de rojo. —Hee sintió su aliento en su cuello, y él inhaló profundamente antes de alejarse.
Teuk una vez le había dicho que cuando un hombre lobo hacía esa treta, era porque estaba asimilando el olor de una persona. Se estremeció ante el pensamiento y no pudo evitar girar para ver a Siwon alejarse.
Hee por fin notó a sus dos amigos, quienes lo miraban con la boca  bien abierta.
—¿Escucharon eso? —preguntó.
Ambos chicos negaron, todavía incapaces de hablar, todavía atrapados en sus estados de shock por el comportamiento de Siwon.
—Maldita sea, ustedes dos. No sólo se queden ahí de pie. Métanse a mi habitación para poder darles el 911. —Hee los empujó hacia la puerta de su dormitorio, todo el tiempo tratando de averiguar lo que había tenido lugar en el pasillo.
Una vez en la habitación, Hee cerró la puerta y se recargó contra ella. Con la cabeza presionada hacia atrás, cerró los ojos y ralentizó su respiración. El condenado lobo iba a darle un infarto. La frustración lo recorrió por completo.
¿Por qué él? ¿Por qué su corazón tuvo que escoger al único hombre que nunca podría tener?
—¿Qué te susurró al oído, Hee? —preguntó Teuk. Hee negó, tratando de aclararse.
—Me dijo que no dejara que mis amigos tiraran mi ropa por la ventana. — Hizo una pausa y miró fijamente a Donghae, quien tuvo el buen sentido de parecer avergonzado—. Porque tuvo que recuperar mi ropa, la cual llamó recuerdos, de los lobos que al parecer la encontraron. —Se rió para sus adentros, sabiendo que estaba una vez más del color de un betabel—. Y por el tono de su voz, al decir recuerdos debieron de haber sido mis prendas íntimas. Entonces hizo toda esa cosa de la olisqueada que dices que Kangin te hace.
La cabeza de Teuk se levantó como rayo.
—¿Te olfateó? —La alarma en su voz causó que algo de incomodidad levantara su fea cabeza en Hee.
—Uhm, sí. ¿Eso es un problema?
—Sólo es tremendamente posesivo… y muy íntimo. Si Kangin ve a otro lobo olfateándome lo desmembraría.
Hee reflexionó sobre esto sólo brevemente antes de decidir que era hora de seguir adelante.
—Olvidemos todo esto. Ni siquiera quiero entrar en el hecho de que Siwon  ha visto…
—Tu ropa interior —resopló Donghae mientras interrumpía a Hee.
—Oh, cállate, Pinocho —espetó Hee mientras se dirigía hacia el armario en busca de ropa para la noche.
De acuerdo, pensó, tengo que recurrir a mi zorra interior.
Se echó a reír mientras empezaba a rebuscar. Donghae y Teuk se unieron a él en el gran armario y comenzaron sus propias búsquedas.
—Lo tengo —dijo mientras colgaba el traje de nuevo. Hee sacó un par de jeans Lucky a la cadera.  Después agarró un mullido jersey profundamente colorido con un escote bajo. Tenía corte entallado para un ajuste perfecto.
—Me gusta. —Asintió Teuk en señal de aprobación.
—Está bien, encontrémonos aquí de nuevo en veinte minutos para la fase dos —advirtió Donghae.
—¿Me atrevo a preguntar cuál es la fase dos? —preguntó Hee aprensivamente.
—Ha pasado demasiado tiempo desde que hemos salido si tienes que preguntar —le dijo Donghae—. Peinado y maquillaje, Heechul. Tenemos que tomar toda esta belleza natural y hacerla brillar.
—¡Cieeeeeeerto, brillar! Estoy en ello, jefe —bromeó Hee.


—Vamos! ¿En serio, Donghwa? ¿Eso es todo lo que tienes para darles a estos cachorros? —gruñó Siwon mientras observaba a los lobos que estaba entrenando en boxeo.
Siwon sabía que su frustración no venía realmente de las deficiencias de los lobos sino de cierto rubio bocazas que tenía sus garras en él tan profundamente que podía sentir la sangre bajando por su espalda. Lo triste acerca de toda la situación: a él le gustaba. Sí, pensó, definitivamente hay algo mal en mí.
Donghwa le gruñó a su Beta.
—Guárdatelo  para  la  lucha,  Donghwa. No  estarías  gruñéndome si no supieras que tengo razón. —Siwon entró en el círculo de combate que estaba pintado en el suelo del gimnasio—. Tómate un descanso por un minuto —le dijo, luego se volvió hacia el joven lobo conocido como Stelian.
Siwon sonrió lobunamente.
—¿Preparado para un verdadero desafío?
Antes de que el cachorro pudiera responder, el Beta atacó.
Siwon enseñaba artes marciales mixtas a todos los lobos, incluso las parejas. Era imperativo que todos ellos supieran cómo defenderse en caso de que otra manada atacara alguna vez. Por supuesto, había pasado más de un siglo desde la última batalla entre manadas, pero Siwon era un firme creyente en “mejor prevenir que  lamentar”.
Lanzó una serie de golpes y patadas practicadas en el Muay Thai. Era un tipo de kickboxing, y el arte marcial mixta predominante que enseñaba junto con el Judo y lucha en el suelo.
Stelian intentó contrarrestar los movimientos de Siwon, pero sin importar lo que hiciera no pudo evitar que los golpes dieran en su objetivo. Después de sólo cinco minutos Siwon derribó a Stelian.
No se molestó en mantener al cachorro subyugado. Se puso de pie y retrocedió, indicando que el combate había terminado.
Comprobó su reloj y vio que tenía sólo veinte minutos antes de que tuviera que estar en la reunión con Junjin y los demás Alfas.
—Eso será todo por hoy —le dijo al lobo más joven—. Hiciste un buen trabajo. —Siwon agarró su toalla del suelo y se dirigió de vuelta a su habitación para tomar una ducha rápida. Mientras caminaba, su mente vagó de nuevo a donde parecía estar siempre: Heechul.
Recordaba caminar a través del ala de la mansión que alojaba a los machos sin pareja y captar su aroma.
Siwon podía admitir ahora que tal vez había sobreactuado ligeramente cuando irrumpió en la habitación y encontró a dos machos rebuscando en su maleta. Así que, tal vez no tenía que haber arrojado a Dragos a través de una pared. Y, sí, podía haber evitado lanzar a Dorian justo             encima de Dragos. Pero en ese momento su lobo había tomado el control, y todo en lo que podía pensar era en que su aroma estaba alrededor de los machos, que estaban tocando sus cosas… cosas que sólo él debería conocer. Siwon había pasado por alto ese pequeño dato, acerca de por qué en la tierra pensaba que tenía derecho a conocer su ropa interior.
Había sentido que si no tomaba sus cosas y su esencia de la habitación de ellos iba a matar a alguien, sin lugar a dudas. Uno de aquellos cachorros habría muerto esa noche.
Gracias a Dios, habían sido un tanto inteligentes y se habían sometido inmediatamente. Cuando Siwon les preguntó cómo habían conseguido las cosas de Heechul le habían contado acerca de cómo una maleta había caído de una ventana de la mansión. Siendo estúpidos veinteañeros, vieron lencería y simplemente tuvieron que echarle un vistazo… estúpidos lobos jóvenes.
Siwon se había calmado de alguna manera antes de devolver la maleta a la habitación de Heechul, pero realmente no había estado preparado para tropezar con él. Sin embargo, tenía que Decir que verlo solo—o sin otros machos a su alrededor, mejor dicho— calmó a su lobo inmensamente. Era otra cosa que no quería analizar. Después de todo, ¿por qué debería él calmar a su lobo? No había signos de apareamiento.
El Beta dejó salir un gruñido bajo mientras entraba en su habitación y se dirigía a la ducha.
Tenía que dejar de pensar en él, simplemente estaba fastidiándolo. Llamó estúpidos a los veinteañeros, pero en ese momento él los hacía parecer genios.
Siwon entró en la oficina de Junjin. Una gran pantalla había sido instalada para la vídeo conferencia con los demás Alfas de manada.
Junjin estaba sentado ante su escritorio, y Kangin y Donghwa estaban sentados directamente delante de la pantalla.
—Kangin, ¿a qué hora dijo Yunho que estaría de vuelta con los chicos? — preguntó Junjin a su hijo.
Siwon  observó  curiosamente  cuando  la  cabeza  de  Kangin  se alzó rápidamente.                 
—No lo hizo —dijo a medio gruñido.
—Bueno, ¿a qué club dijeron que iban a ir? —continuó Junjin, ignorando muy obviamente la irritación de Kangin.
—No lo dijeron.
Siwon olió la mentira que Kangin acababa de Decir y eso fue suficiente para decirle que algo estaba pasando.
—Disculpa, Alfa, pero cuando dices Yunho y los chicos, te refieres a…
Junjin le interrumpió antes de que pudiera terminar.
—Hee, Teuk, y Donghae, por supuesto.
Siwon sintió a su lobo animándose y si hubiera estado en su forma de lobo el pelaje de su cuello se habría puesto de punta.
—¿Dices que fueron a un club?
—Sí. Yunho dijo que habían acudido a él y le habían rogado que los llevara a una noche de jovencitos. Algo acerca de hacer que Hee y Donghae conectaran con el… creo que usaron las palabras “mojo coreano”, o alguna tontería así. —Junjin puso los ojos en blanco—. Ya sabes cómo hablan esos tres. Es como una lengua extranjera por sí sola.
Siwon había dejado de escuchar después de las palabras  “conectar”,  y antes de que se diera cuenta de lo que estaba haciendo se dirigía a la salida.
—Siwon, detente. —La voz de Junjin rezumó autoridad y Siwon no tuvo otra opción sino permanecer inmóvil. Su Alfa había dado una orden y usado su poder. Siwon no podía desobedecer.
—Alfa, tienes que saber que esos tres van a meterse en alguna clase de problema. Son como imanes para el caos. —Siwon trató de razonar con su Alfa. Sintió el poder de Junjin suavizarse y fue capaz de darse la vuelta y mirar a la cara a los demás lobos. Hizo contacto visual con Kangin y gruñó—. ¿Sabías que este era su plan y aún así dejaste ir a tu compañero?
Kangin soltó una risa.   
—Espera hasta que tengas un compañero, hermano, y luego me cuentas cómo lo dejas hacer algo o no lo dejas hacer algo, y cuando lo estés compartiendo yo me reiré mientras te sacas su zapato del trasero.
A Siwon no le hizo gracia, y aunque entendía que ser compañeros era una alianza, tenía que haber momentos en los que, como su protector, tenías que ponerte firme.
—Yunho vigilará a los chicos y los mantendrá a salvo. Tengo completa confianza en él —le apaciguó Junjin—. Si después de la conferencia con los Alfas aún sientes la necesidad de ir a acorralarlos entonces tienes mi bendición, y mi simpatía.
Siwon cedió y tomó asiento en una de las sillas junto al sofá. Justo cuando se sentó la pantalla se encendió y allí estaban cuatro hombres cada uno en su propio cuadrado pequeño mirando hacia ellos. Siwon estuvo bastante sorprendido de ver a Kangta Ahn, el padre de Teuk, entre ellos.
—¿Sabías que él estaría en esto? —le susurró Siwon a Kangin. Kangin sacudió la cabeza.
—Estoy tan perdido como tú.
Junjin caminó alrededor de su escritorio y permaneció de pie detrás del sofá. Era el Alfa y no se sentaría en presencia de otro Alfa, aunque fuera a través de la pantalla de un ordenador.
—Kangta, ¿cómo estás? —preguntó Junjin al padre de Teuk.
—Estoy bien, Junjin. Gracias por preguntar. —Kangta miró a Kangin—. Kangin, ¿cómo están tú y tu nuevo compañero?
—Estamos muy bien —le dijo Kangin.
Ni Kangin, ni Junjin, ni Kangta mencionaron que el nuevo compañero de Kangin era el hijo de Kangta.
Si los demás Alfas no lo sabían, no era algo que pudieran usar potencialmente contra las manadas de Kangta o Junjin. Aunque era una manera triste de vivir, las manadas podían ser muy volátiles entre unos y otros. Los lobos eran astutos y siempre buscaban una forma de tener la sartén por el mango.
—Me gustaría presentar a los miembros de mi manada que están presents —dijo Junjin a los Alfas.
Señalando a cada lobo mientras hablaba, anunció:
—Este es Siwon, mi Beta. —Siwon dio un simple asentimiento en reconocimiento a los demás Alfas. No era irrespetuoso, pero tampoco estaba concediéndoles su dominancia sobre él.
A Decir verdad, Siwon podía ser el Alfa de su propia manada, era más que suficientemente dominante. Pero acontecimientos de su vida y su lealtad hacia Junjin habían configurado sus decisiones, dirigiéndolo a donde estaba ahora.
—Este es Kangin, mi hijo y heredero —continuó Junjin—. Y este es Donghwa. Está entre mis cuatro lobos principales.
Cuando Junjin terminó sus presentaciones, a continuación, cada hombre en la pantalla se presentó. Estaba Matsumoto de Japón, Hanheng de China, Vanness de Bulgaria, y Kangta de los Estados Unidos.
Completadas las presentaciones, Junjin y sus lobos esperaron a que uno de los cuatro Alfas explicara por qué habían convocado una conferencia.
—Me doy cuenta que no es una práctica común para nosotros reunirnos de esta forma, Junjin, pero los demás Alfas y yo estamos preocupados acerca de la continuación de nuestra especie —explicó Matsumoto—. Verás, ha pasado más de una década desde que alguno de mis lobos ha encontrado una pareja. Ha pasado media década desde que cualquier niño ha nacido. Nos estamos convirtiendo en una especie en extinción.
Durante un momento, nadie habló. Luego Junjin dio un paso adelante, de brazos cruzados, y miró a cada Alfa brevemente antes de hablar.
—Obviamente has llegado a algún plan si se has convocado esta reunión. ¿Cuál es este plan para ayudar a nuestra especie a sobrevivir?
Esta vez fue Hanheng el que habló.
—Después de discutirlo con Matsumoto decidí hacer algo de investigación en nuestros archivos de manada y ver si había alguna documentación que pudiera ayudar.
Las palabras de Hanheng comenzaron a tomar velocidad mientras compartía lo que había descubierto
—Ha habido muchas prácticas realizadas por antiguas manadas que simplemente se han desvanecido del conocimiento. Una de esas prácticas se llamaba El Encuentro.
Hanheng levantó lo que parecía un pergamino muy antiguo y comenzó a leer
—Yo soy Damion, Alfa de la manada de Bulgaria. Este es el reporte de las cuatro manadas, Japón, China, Corea, y la mía propia, Bulgaria, todas las cuales han acordado una tregua. Los Alfas de estas cuatro manadas se han reunido esta noche y decidido implementar una nueva tradición. Deberá escribirse en nuestros archivos de manada como una tradición para ser seguida cada cuatro años. El decireto es como sigue: Todos los miembros de la manada de sangre pura sin compañero mayor de edad debe asistir a El Encuentro. El Alfa, cuatro parejas acopladas dominantes, y su pareja deben acompañar a estos miembros de la manada. Las parejas sin compañero pueden traer jóvenes señores o damas para ayudarles a prepararse para El Encuentro. El mismo se llevará a cabo en los Alpes de Busan en una propiedad que ha sido adquirida por tres Alfas de manada como regalo para ser usada por nuestra especie en este evento. El propósito de El Encuentro es ayudar a reunir a lobos sin compañeros de otras manadas y con suerte encontrar verdaderos compañeros entre ellos. Está en nuestra naturaleza ser territoriales y poco colaboradores con otras manadas, pero si no dejamos de lado estos hábitos y ponemos el bien común de la especie en primer lugar, un día dejaremos de existir. Este mundo seguirá adelante como si los Hombres Lobo Suju nunca hubieran existido. Si un Alfa y sus miembros sin compañero de la manada son invitados a unirse a El Encuentro y rehúsan, será tratado como un acto contra la especie y ese Alfa estará sujeto a un desafío. Si es derrotado, sus miembros de la manada serán divididos entre las otras manadas. Tenemos que estar alerta si queremos sobrevivir. Tenemos que reconocer que las mismas cosas que con frecuencia nos hacen más fuertes y nos mantienen a salvo tienen el potencial de aniquilar a nuestra especie.
Cuando Hanheng terminó de leer, cada uno de los lobos simplemente miraba fijamente, estupefactos. De todas las cosas sobre las que esta reunión podía haber sido, ésta no había sido siquiera registrada en su lista de posibilidades. El propio Junjin nunca había oído hablar de tal decreto en su larga vida.
Podía apreciar el hecho de que era definitivamente un modo de encontrar a su otra mitad para aquellos que no tenían compañero, pero era también un riesgo  poner  a  tantos  machos  sin  pareja  juntos.  Sólo  por  esa  razón comprendió la importancia de tener parejas dominantes acopladas allí.             
—¿Estás diciéndonos que quieres implementar este Decreto ahora, en estos tiempos? —preguntó Junjin incrédulo, pero continuó antes de que otro pudiera responder—. Caballeros, no vivimos en una época donde a las parejas se les dice qué hacer. Vivimos en el siglo XXI con jovenes y mujeres liberales.
—Junjin, sabemos que este concepto es extraño y un tanto anticuado, pero nosotros no somos humanos. —Era ahora Vanness, el Alfa de Bulgaria, quien tomó la palabra—. Puede que vivamos en su mundo pero no, podemos vivir como ellos. Somos una especie creada para la manada, para la familia. Nuestros machos, especialmente los dominantes, no tienen el lujo como los humanos de salir con quienquiera que quieran durante tanto tiempo como quieran. Necesitan la luz y la paz que una verdadera pareja les traerá. Necesitan que la oscuridad que reside en el interior de su lobo sea mantenida a raya. ¿Qué mejor manera de ayudarnos a nosotros mismos que reunirlos?
—Supongo que si lo planteamos de modo que sea visto como en beneficio de nuestra especie, tal vez los que no tienen compañero lo aceptarán y lo verán desde una perspectiva positiva —concedió Junjin, sabiendo que si estos Alfas habían puesto su mente en hacer esto entonces había poco que pudiera hacer para detenerlo sin traer una guerra a su puerta.
Junjin notó que Kangta no había tomado la palabra.
—Kangta, ¿qué tienes que decir con respecto a este método?
—Fui abordado por Hanheng, y aunque en el pasado era difícil incluir manadas que estaban tan lejos, los viajes modernos obviamente han solucionado eso. Los Alfas pensaron que sería bueno que una manada americana viniera y trajera sangre nueva, por así Decirlo. Creo que la idea tiene fundamentos y vale la pena examinarla.
Antes de que Junjin pudiera responder, Hanheng habló de nuevo.
—Pensamos, si quieres ceder, que debido a que tu hijo encontró a su compañero en los Estados Unidos sería pertinente para nosotros incluir a una manada americana. Ya que conoces a Kangta Ahn, él fue el primero en el que pensamos.


2 comentarios:

  1. Ay!!! Hee!!!
    Apareció Hang!!!
    !HangChul!???
    !SiChul!???
    Ay Siwi~ te la van a poner peluda!!!

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  2. Amo cuando Siwon logra poner nervioso a Hee....es que Hee no tiene para donde correr y esconderse....tiene metido a Siwon en las venas.

    Ooooooooh ya salio el peine,evento planeado por las otras manadas,a Jin no le va a quedar otra que aceptar...y ma dar a sus lobos solteros...y se tiene que hacer oficial la condición de Hee.

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...