—Fui abordado por Hanheng, y aunque en el pasado era difícil incluir manadas que estaban tan lejos, los viajes modernos obviamente han solucionado eso. Los Alfas pensaron que sería bueno que una manada americana viniera y trajera sangre nueva, por así Decirlo. Creo que la idea tiene fundamentos y vale la pena examinarla.
Antes
de que Junjin pudiera responder, Hanheng habló de nuevo.
—Pensamos,
si quieres ceder, que debido a que tu hijo encontró a su compañero en los
Estados Unidos sería pertinente para nosotros incluir a una manada americana.
Ya que conoces a Kangta Ahn, él fue el primero en el que pensamos.
—¿Ya
no hay secretos en este mundo? —farfulló Siwon. Hasta ahora, sin embargo, no
tenía realmente ninguna objeción a la idea. La persona que no quería que fuera
no era pura sangre, así que no tenía que preocuparse por ello. Gracias a la
luna, pensó.
—También
hemos decidido, ya que el compañero de Kangin no es pura sangre, que tal vez
sería conveniente incluir a los mestizos y latentes en El Encuentro. Obviamente
son verdaderos compañeros potenciales.
Y
aquí va el otro zapato, pensó Siwon.
Ahora
él tenía un problema con ello. Si éste era su Decreto, entonces Heechul sería
requerido para ir. Ya que estaba bajo el cuidado de Junjin, y tenía sangre de
lobo, básicamente haciéndolo de la manada, él sin duda tenía que acudir a El
Encuentro.
Ahora
Heechul sería requerido para estar alrededor de otros machos sin parejas. Siwon
era muy consciente del hecho de que todo este día, lo bueno y lo malo, giraba
alrededor de un bocazas, perverso y mandon rubio, y que alguien lo salvara,
porque a su lado era el único lugar donde quería estar en este momento. Las
palabras de Junjin finalmente lo trajeron de vuelta al aquí y ahora.
—Dado
que obviamente han asumido la responsabilidad de planificar todo esto ustedes
mismos sin consultarme primero —las palabras de Junjin estaban atadas con
poder; incluso los Alfas en la pantalla pudieron sentirlo y apartaron sus ojos
del Alfa coreano—, ¿han fijado también una fecha para El Encuentro?
—No
queríamos faltarte al respeto, Junjin —le dijo Matsumoto—. Estabas en los
Estados Unidos, ocupado con tus propios asuntos y no quisimos agobiarte con
esto hasta que estuvieras de vuelta con tu manada.
Junjin
ofreció un simple asentimiento en reconocimiento a sus palabras, pero continuó haciéndoles
bajar la mirada mientras esperaba una respuesta.
—La
fecha está fijada para un mes a partir de hoy —respondió Hanheng—.Será
realizado en el emplazamiento tradicional de Busan y la gran propiedad
mencionada en el Decreto ha sido renovada y ampliada a lo largo de los años.
Está ahora siendo preparada para nuestra llegada.
—Les
concederé esto —comenzó y los demás soltaron el aliento—. Pero —continuó Junjin,
su voz calmada y controlada—, si alguna otra vez hacen tales Decretos sin mi
conocimiento, sin mi aportación y sin mi visto bueno, les recordaré por qué soy
el Alfa de la manada más grande del mundo. Los respeto a todos como Alfas y
espero lo mismo de cada uno de ustedes.
—Como
tú has dicho, así será. —Cada Alfa habló en su propia lengua, reconociendo la
dominancia de Junjin.
—Estaré
en contacto a medida que el tiempo se acerque —les dijo Junjin justo antes de
apagar la pantalla, poniendo fin a la conversación. Se volvió a Siwon—. Pon a Kangta
al teléfono.
Siwon
asintió mientras sacaba su teléfono móvil y marcaba el número de Kangta Ahn. Le
tendió a Junjin el teléfono tan pronto como oyó el “hola” del otro lobo.
—Kangta,
soy Junjin. ¿Cuándo llegarás?
—Creo
que iré aproximadamente una semana antes de El Encuentro. Mi compañera quiere
reunirse con Teuk —explicó Kangta.
—Tú
y los tuyos son bienvenidos a quedarse aquí hasta que sea hora de ir a la
propiedad. Estoy seguro de que me darás más detalles sobre la forma en que todo
esto se produjo y por qué no me llamaste y me advertiste acerca de lo que los
demás habían estado planeando. —Las palabras de Junjin, aunque firmes, no
fueron amenazadoras o crueles.
—Hablaremos
cuando llegue. —Kangta hizo una pausa—. ¿Cuándo estás planeando decírselo a los
chicos?
—Mientras
antes mejor —respondió Junjin—. Esos tres son casi tan impetuosos como una loba
pura sangre Coreana.
—Entonces
llamaré a Teuk mañana. —Con eso, Kangta desconectó.
Junjin
se frotó la cara como si finalmente cediera y se sentó en una de las sillas
vacías.
—¿De
verdad esperan que Heechul vaya a este encuentro? —Siwon escupió las palabras
como si fuera un bicho asqueroso.
—No
tengo elección, Siwon. —Junjin miró ferozmente a su Beta—. Ya sea que tú y tu
lobo lo hayan aceptado o no, él es de la manada. No importa la cantidad de
sangre en él, tiene Canis lupis en sus venas y eso lo hace someterse a nuestras
leyes. Trata con ello de la manera que necesites. Gruñe, ten un berrinche,
permite a tu lobo cazar, acepta tu atracción hacia él… haz lo que sea que
debas, pero supéralo. ¿Queda claro?
—Cristalino
—gruñó Siwon, pero se sometió mostrando su cuello.
—Donghwa.
—Junjin se dirigió al lobo que había estado sentado silenciosamente y
observando como era su costumbre—. Necesito una lista de todos los miembros sin
compañero de la manada.
—La
tendré para ti en menos de una hora —respondió mientras se levantaba y salía de
la oficina de Junjin.
—Siwon,
organiza una reunión de manada para mañana por la noche. Nos reuniremos en la
sala audiovisual más grande a las 8 p.m.
—Hecho.
—Asintió Siwon.
De
repente, Kangin dejó de pasearse. Cerró los ojos como si se concentrara.
—¿Qué
ves, hijo? —preguntó Junjin.
Kangin
estaba captando destellos de la mente de su compañero, aunque éste estaba
tratando de bloquearlo. Aún no había aprendido que ahora que estaban emparejados
le tomaría una concentración íntegra para bloquearle. El pequeño arpía y sus
dos amigos estaban causando bastante revuelo en uno de los bares locales. Vio a
Hee en su mente. Estaba encima de la barra…
bailando. Kangin sonrió.
—¿De
qué te ríes? —gruñó Siwon, sabiendo que no iba a gustarle la respuesta.
—Creo
que es hora de acabar con su noche de jovencitos antes de que Hee se caiga de
la barra —le dijo Kangin, y aunque lo intentó no pudo esconder la risa burlona
en sus ojos mientras veía sus palabras penetrar en la mente de Siwon.
—¿Está
en una barra?
—Oh,
necesitarás algo mejor que eso, Beta. —Se rió Kangin—. Está encima de una
barra, como en bailando sobre una barra. Los clientes están bastante cautivados
con él.
Siwon
estaba fuera de su asiento y abriendo de golpe la puerta de la oficina de Junjin
antes de que Kangin terminara su frase.
—¿Tenías
que burlarte de él? —le regañó Junjin. Kangin se encogió de hombros.
—Ver
al duro y calmado Beta ser sacado de quicio es demasiado como para dejarlo
pasar, Alfa.
Junjin
trató de esconder su sonrisa mientras sacudía la cabeza a su único hijo.
—Bien.
Pero date prisa y ve con él o destrozará el maldito bar. No tengo el tiempo o
la energía para tratar con ese desastre.
—Como
digas. —Kangin le dio un guiño a su padre mientras seguía a Siwon.
«Angel, te estoy dando una
advertencia justa. Tu pequeña salida nocturna ha sido descubierta por el objeto
de tus burlas. ¿Crees que es acertado, mi amor, hostigar a un macho dominante?»
Kangin
pudo sentir su sorpresa al escuchar la voz de él en su mente. Sonrió; le
encantaba sorprenderlo. Era un buen cambio de ritmo ya que él era normalmente
el sorprendido.
«Mierda. ¿Está de camino
hacia aquí?» Kangin oyó la ansiedad en su voz.
«Está pisándote los
talones, amor».
«Estás disfrutando
demasiado de todo esto, Colmillo Blanco».
«Aw. Vamos, Leeteuk, esa no
es forma de hablarle a tu compañero». Rió Kangin.
«Sólo recuerda, hombre
lobo, seguiré adelante con mi amenaza de tener esa caseta de perro que hablamos
construida para ti. Ahora, ¿cuánto tiempo?»
«Me hieres con tus
palabras, Angel».
«Kangin, no estoy jugando
contigo. ¿Cuánto tiempo hasta que la taciturna bola de pelos llegue?»
Kangin
no se molestó en decirle a Leeteuk que él y Siwon habían estado conduciendo
mientras ellos habían estado conversando. El bar estaba a sólo cinco minutos de
la mansión. Sonrió para sí mismo cuando él y Siwon se bajaron del Hummer. Siwon
había estacionado directamente detrás del auto de Yunho, bloqueando
efectivamente cualquier oportunidad para escapar.
Mientras
Kangin abría la puerta del bar, se fijó en la escena y casi pierde la
compostura.
«Estás impresionante, Angel.» Kangin observó mientras los ojos de Leeteuk, grandes como platos,
se encontraban con los suyos a través del bar. Sonrió perversamente. Levantando
las cejas, susurró en su mente: «Te
tengo.»
A
medida que Yunho se detenía en el estacionamiento del pequeño bar, lo único que
podía pensar era que Siwon y posiblemente Kangin iban a desollarlo vivo una vez
que se enteraran de que había dejado que los tres arpías le convencieran de
llevarlos fuera. No había ningún club al que los chicos pudieran ir, por lo que
habían sugerido amablemente un bar.
Sí,
pensó Yunho. Caminé directamente a la trampa.
—Esto
va a ser genial. —Teuk sonrió cuando abrió la puerta y bajó del Hummer.
—Estoy
bastante seguro de que tendré una actitud más positiva una vez que me hayan
presentado a este maravilloso amigo que se llama vodka del que he escuchado
tanto en este país —se quejó Hee.
—Definitivamente
nada de bebidas —anunció Yunho.
Los
tres chicos se detuvieron a medio paso y miraron a Yunho, el uno al otro, y
luego rompieron a reír.
Yunho
gruñó, lo cual sólo les hizo reír más. Esta era una muy mala idea, pensó Yunho
mientras abría la puerta del bar. El interior oscuro se iluminó brevemente por
la luz de la calle y el sonido desde el interior llenó la noche mientras los
chicos entraban con Yunho en la retaguardia.
Se
detuvieron y permitieron que sus ojos se acostumbraran a la oscuridad. Entonces
Hee tomó la iniciativa y se dirigió directamente a la barra. Yunho aceleró el
paso y lo encontró allí al mismo tiempo.
—Oye,
Hyukjae —se dirigió Yunho al camarero quien era también un miembro de la manada
le dijo en coreano—. Nada de alcohol para los tres mosqueteros.
Hee
se volvió hacia Yunho. Levantó una ceja y sonrió con malicia. Yunho tragó, no
le gustaba la mirada en los ojos del lobo-sin-importar-cuán-latente- estuviera.
Hee
se volvió a mirar a Hyukjae y sonrió cálidamente.
—Oye,
Hyukjae. Te he visto alrededor de la mansión, pero no creo que nos hayan
presentado formalmente. Soy Hee, y estos son mis dos mejores amigos, Teuk y Donghae.
—Los chicos sonrieron y le saludaron.
Hyukjae
les dio un guiño, haciendo que se sonrojaran. Ese guiño fue todo el ánimo que Hee
necesitó. Se inclinó más sobre la barra y batió sus pestañas al joven lobo.
—Así
que, hemos estado esperando una noche de fiesta para, ya sabes, relajarse.
¿Seguramente puedes ayudar a un jovencito?
Hyukjae
sonrió ampliamente, luego miró a Yunho quien estaba diligentemente tratando de
mirar al lobo en sumisión. En gran medida para diversión de Hee, Hyukjae le
guiñó un ojo a Yunho.
—No
creo que una pequeña bebida vaya a doler mucho, Yunho.
—Tenemos
dieciocho años, después de todo —intervino Hee. Donghae levantó la mano.
—Bueno,
yo no…
Hee
golpeó su mano hacia abajo antes de que pudiera terminar.
—Donghae
es mayor y odia ser agrupado con nosotros.—encubrió mientras miraba a Donghae
fulminante, desafiándolo a contradecirlo.
Donghae
miró a Teuk, quien simplemente se encogió de hombros. Hee se volvió hacia Hyukjae,
otra vez sonriente.
—¿Un
trago entonces, amor? —preguntó en casi impecable coreano.
Yunho
se quedó en silencio sorprendido, al igual que Donghae y Teuk. Hyukjae se
recuperó más rápido y sirvió tres tragos de vodka. Se volvió y miró a Yunho.
—Tienes
las manos llenas, hermano — le dijo Hyukjae en coreano con una sonrisa.
Una
vez que cada uno de los chicos tomó un vaso de chupito, los chocaron entre sí.
—Este
va por los lobos coreanos ardientes. —Hee le dio un guiño al camarero, y luego
bebió el trago. Los tres chicos tosieron cuando el vodka les quemó las
gargantas.
Hyukjae
se rió entre dientes.
—Se
hace más fácil con cada vaso —les dijo mientras les vertía otro. Yunho gruñó
con frustración.
—Maldita
sea, es mejor que me des uno de esos. Cuando Kangin y Siwon me despellejen
quiero estar un poco sedado.
Hyukjae
se rió de nuevo.
—Todo
irá bien, viejo. Ellos sólo quieren tener un poco de diversión, y aquí están a
salvo. Todo el mundo aquí sabe que él —asintió en dirección a Teuk—, es el
compañero del Príncipe. Nadie se va a meter con ellos.
—No
me preocupa que alguien se meta con ellos, Hyukjae.
Hyukjae
vio como Hee enganchó su iPhone a los altavoces de su equipo de sonido al otro
lado de la barra y manipuló el volumen. A medida que la música se vertía empezó
a bailar alrededor de la sala.
Vio
cómo su cuerpo se balanceaba al ritmo perfecto de la música, todos en la sala
quedaron hipnotizados por el bello rubio.
Hyukjae
miró a Yunho de nuevo.
—Vas
a necesitar otro de estos —le dijo mientras le servía otro trago. Luego se sirvió
uno para sí cuando los chicos comenzaron a bailar alrededor de la sala,
escogiendo diferentes hombres para bailar.
Yunho
observó con atención a las chicas. Aunque Hyukjae tenía razón en que todos los
clientes del bar sabían quiénes eran esos chicos y ninguno se atrevería a
intentar cualquier cosa, él todavía iba a pasar por un infierno.
Una
hora y media más tarde, Yunho vio con horror absoluto cómo Hee bailaba en la
barra alguna canción sobre extraterrestres.
Donghae
rió y aplaudió.
—Ese
es su tema principal —gritó por encima del ruido.
—¿Qué?
—gritó Teuk en respuesta.
—¿Recuerdas
que te conté de él emborrachándose con aquel enfermero en el hospital de modo
que yo pudiera ir a verte en la UCI? —preguntó Donghae.
—Sí,
¿qué pasa con eso? ¿Era realmente necesario?
—Bueno,
tengo que admitir que no fue nuestro mejor plan, pero ese no es el punto. —Donghae
lo descartó con la mano—. Lo que estoy tratando de explicar es que después
de la pequeña
escapada de Hee, lo encontré
en la ducha
de la habitación del hospital,
cantando a todo pulmón bastante ebria esta canción y reemplazó la mayoría de
las palabras con términos de hombre lobo. Fue jodidamente hilarante. ¿La mejor
parte? —Hizo una pausa, con las cejas levantadas—. ¡Siwon lo escuchó hacerlo!
—¡Cállate!
—Teuk dio una palmada a su amiga en el brazo.
—¿No
te dije esa parte? —preguntó Donghae.
—Um,
no. Creo que me acordaría de eso. Recuerdo que me dijiste que salió del baño
desnudo, y tuviste que dar a Siwon una mano.
—Oh,
hombre. Ahora eso no tiene precio. No sé lo que estaba diciendo pero se estaba
volviendo loco. —Las palabras de Donghae fueron cayendo a medida que dejaba
escapar un pequeño suspiro—. Colega, qué buenos tiempos.
Ambos
chicos vieron como Hee siguió con su algarabía. Los chicos de todo el bar le
animaban. Nadie lo tocó, sobre todo con Yunho lanzándoles dagas con la mirada. Hyukjae
le entregaba a Hee un vaso de chupito de vez en cuando, pero estaba tan ido en
ese momento que ni siquiera se daba cuenta que sólo le estaba sirviendo soda.
La
cabeza de Donghae se alzó de golpe cuando escuchó a Teuk maldecir.
—¿Qué?
¿Qué pasa? —preguntó Donghae, preocupado mientras veía el pánico llenar los
ojos de Teuk.
—Él
está en camino.
Teuk
y Donghae se giraron para mirar a Hee quien ahora estaba arrastrándose como un
gato a través de la barra, su camisa a punto de estar peligrosamente abierta.
La
cabeza de Teuk giró bruscamente al sentir el poder de su compañero llenar la
habitación, y justo detrás de él estaba un muy grande y muy enojado Siwon. Teuk
miró de nuevo a Hee. Mierda, pensó. Él entró justo cuando uno de los clientes
ebrios tuvo el valor suficiente para meter un billete de cinco dólares en el
bolsillo trasero de sus pantalones. Para su crédito, lo hizo con tanto cuidado
que su mano nunca se puso en contacto con su cuerpo.
Bastante
impresionante, pensó Teuk. Pero fue abruptamente sacado de sus pensamientos
cuando la habitación ruidosa de repente se hundió en el silencio. Bueno, a
excepción de un borracho y cantarin Heechul Kim.
—Oh,
cielos. Aquí vamos —murmuró Donghae en voz baja.
—Puedes
ser mi chico, nene eres el… —Siwon intervino directamente en frente de Hee,
empujando con eficacia a los otros hombres fuera del camino e interrumpiéndolo
antes de que pudiera continuar.
Hee
miró a su alrededor, dándose cuenta por primera vez que la música se había
detenido. Le devolvió la mirada a Siwon, luego miró por encima a sus dos amigos.
Una gran sonrisa se extendió por su rostro cuando vio a Donghae y Teuk.
—¡Holaaaaa!
—Los saludó como si no los hubiera visto en toda la noche.
Siwon
tomó su mano.
—Heechul,
es hora de irse. Ahora. —Siwon esperó a que comenzara a bajar de la barra.
Cuando sólo se le quedó mirando, dejó escapar un gruñido—. Heechul, no me
empujes en estos momentos. Vamos.
—No estoy listo para irme —dijo simplemente mientras
retorcía la muñeca de su agarre—. Además, Hyuk aquí tiene otro trago para mí
¿no es así, “amorcito”? —Hee se rió cuando los ojos de Hyukjae se agrandaron.
Se alejó de la barra cuando los ojos brillantes de Siwon cayeron sobre él.
Hyukjae
levantó las manos.
—Beta,
le he estado dando soda desde hace un tiempo —trató de razonar. Siwon gruñó,
pero se volvió hacia Donghae y Teuk.
—¿Cuándo
en el jodido infierno aprendió coreano?
Donghae y Teuk se encogieron de
hombros.
—El
ha estado haciendo toda esa cosa del coreano desde que llegamos aquí. Tu
conjetura es tan buena como la nuestra —le dijo Donghae.
—El
está de pie —comenzó Hee cuando saltó de la barra, tropezando contra un hombre
lobo, quien tuvo la desafortunada suerte de estar demasiado cerca del chico
borracho—, aquí mismo. —Tropezó de nuevo—. Quiero Decir, aquí. El, yo, estoy
parado aquí mismo.
Siwon
lo apartó del lobo con el que había tropezado.
—Sí,
todos podemos ver lo bien que estás de pie allí.
La
cabeza de Hee se alzó de golpe ante sus palabras.
—Ouch
—murmuró Teuk.
—Hmm,
no una buena elección —susurró Donghae. Kangin gruñó a su compañero y su amigo.
—¿Podrían
dejar de empujarlo? —Habló igual en voz baja que ellos. Hee apartándose de Siwon
trajo la atención de nuevo a ellos.
—¿Qué
quiere Decir eso, tú, tú, te refieres…? —gruñó Hee por lo bajo mientras se
esforzaba por pensar a través de la bruma del alcohol—. Lobo estúpido —terminó.
Siwon
dio un paso más cerca de él.
—¿Lobo
estúpido? Realmente, cariño, ¿eso es todo lo que tienes?
Hee
lo fulminó con la mirada, la frustración de los últimos dos meses alzándose en
sus pensamientos inducidos por el alcohol.
—¡Oh,
cielos, estamos en problemas! —murmuró Teuk en voz baja.
Hee
apartó la mirada de Siwon. Sus ojos recorrieron la zona a su alrededor hasta
que cayeron en lo que buscaban. Sonrió dulcemente mientras cautelosamente
rodeaba a Siwon, quien lo observaban con ojos cautelosos. Hee se inclinó sobre
la barra y enganchó la pistola de soda junto a Hyukjae, quien estaba tratando
muy duro en verse invisible.
—Heechul
—le advirtió Siwon.
—Oh,
Siwi, ¿qué te preocupa? ¿No será que tienes miedo de que un pequeño lobo
latente en mí pueda patear tu mandón, gruñón, antipático y buen trasero? —apuntó
la boquilla hacia él.
—Esto
no va a terminar bien. —Donghae se estremeció. Teuk asintió en un acuerdo
silencioso.
—Heechul
—gruñó Siwon su nombre mientras trataba de quitarle la pistola de soda de su
mano—. No te avergüences a ti mismo. Vamos a terminarlo por esta noche.
Hee
estaba tratando de averiguar en dónde estaba el gatillo, pero poco a poco,
peligrosamente notó sus palabras.
—¿Avergonzarme?
¿Me estás tomando el pelo? —Arrojó la pistola de soda en la barra y se dirigió
a sus dos amigos—. Me largo. ¿Ustedes dos vienen?
Sin
esperar, Hee se dirigió a la salida. A pesar del alcohol en su organismo estaba
echando humo, y a decir verdad, el alcohol probablemente no estaba ayudando a
contener su temperamento.
Podía
sentir los ojos de Siwon en él mientras se alejaba y sabía que el
enfrentamiento no había terminado. No, él definitivamente tenía más por decirle, pero no era el único que tenía
palabras por soltar. Sonrió para sus adentros. Si Siwon quiere bailar, pensó,
entonces, bailaremos. Ya veremos si se sabe los pasos y puede seguir el ritmo.
Ay Siwi~
ResponderEliminarSi Hee va a la reunión... La cosa no va a terminar bien(?)
GfdhyvvrtyjjakkKzlzkznBvBz
Ya salió a escena Hyukkie~
Ahhh Eunhae!!!!!
Jajajajajajajajajajajaj XD
A Siwonshis le van a salir canas verdes!!!
Yo también quiero saber por qué kangt no le aviso nada a Junjin...obvio a nadie le ha gustado esto,ayudara a las manadas pero para eso también tienen que mandar asus lobos solteros...entre ellos Hee.
ResponderEliminarHee y Siwon en una guerra de palabras....a ver quien queda de pie al final.