Decidieron ir a Santa Mónica,
California por qué ninguno de ellos había estado ahí, había tanta celebridad
que los periodistas no los notarían. De hecho los medios de comunicación los
alcanzaron antes de salir de Corea. Nada mas bajar de la limusina en el aeropuerto
de Incheon, se encontraron con dos periodistas, uno con una cámara y el otro
con los ojos como plato, como si acabase de conocer a uno de ellos, seguramente
a Hyukjae, ya que era noticia la mayoría del tiempo.
En los medios de comunicación
decían que sabía enfrentarse a los problemas y salir siempre ganando porque era
capaz de encontrar puntos de compromisos con los sindicatos y el gobierno
saliéndose al mismo tiempo con la suya.
─¿Señor Lee? ─le llamó el
periodista─ ¿Es cierto que ha invertido usted en el proyecto SM
Hyukjae agarró a Donghae del brazo
y se volvió del modo que quedase entre él y el periodista. No dejó de caminar,
pero sonrió.
─Hoy no quiero hablar de negocios.
Pregúntamelo cuando vuelva de mi luna de miel.
Aquella noticia consiguió
distraerlos, y el fotógrafo los enfocó.
─Solo una por favor ─dijo Hyukjae,
apretando el brazo de Donghae.
Él intentó sonreir.
─Un poco repentino, ¿no? ─insistió el reportero. El fotógrafo tenía el ceño fruncido, como si no consiguiese recordar quien era el acompañante de Lee Hyukjae.
─No demasiado ─contestó, mirando a
Donghae con una sonrisa en los labios, como si estuviese recordando algo
agradable─ Donghae y yo nos conocemos desde hace años.
─Desde el día que cumplí trece
años ─intervino él.
Era sorprendente lo natural que
había sonado su voz.
─Cho ─dio el fotógrafo─ Es usted
Cho Donghae. El proyecto de Lee se hará en la antigua finca de su familia.
─Tenemos que tomar un avión. ─dijo
Hyukjae con firmeza. ─ Nos hemos casado ésta tarde. ─añadió con una sonrisa─
Son los primeros en saberlo.
─Gracias ─contestó el periodista,
y Donghae oyó el disparo de la cámara una vez más cuando salían a la terminal.
─Yo también te lo agradezco
Hyukjae lo miró arqueando las
cejas.
─No sé cómo se habría enterado de lo
SM , pero has hecho que… has hecho que
parezcamos muy naturales.
Él se encogió de hombros.
─Tú también has ayudado con lo del
cumpleaños.
─Volverán a preguntarme por ello
si lo publican ─dijo, haciendo una mueca─ Tendré que terminar por decirles que
el hermano mayor de Kim Ryeowook me empujó a aquel charco de barro y que tú te
peleaste con él.
─Por aquí ─dijo, conduciéndolo hacía
un estrecho pasillo─ ¿Les dirás también que me echaron una semana del colegio
por pelearme?
-No le sentaría demasiado bien a tu
reputación, ¿no crees?
No pudo evitar sonreír al recordar
cómo lo había ayudado a salir de aquel charco y
había intentado después limpiarle el barro de la cara con un pañuelo de
papel mientras el hermano de Ryeowook lloraba desconsolado por que le sangraba
la nariz.
Miró hacia atrás. Los periodistas
ya no estaban. Para bien o para mal, un matrimonio con Hyukjae era ya del
dominio público. Menos mal que iban a salir del país durante unos días.
Después de la confusión que
reinaba en el aeropuerto, el avión de Hyukjae parecía un remanso de paz, con
sus paredes insonorizadas y sus asientos reclinables de cuero.
─Duérmete un rato ─le sugirió él,
cuando cerraron las puertas y el piloto se metió en la cabina─ O lee un libro.
Ha sido un día muy largo.
De ser aquel un matrimonio
verdadero, seguramente se pasaría el vuelo acurrucado a su lado. Hyukjae lo
miraría con ternura y lo besaría, y los dos estarían deseando llegar al punto
de destino y a la habitación que les aguardaba, a la cama que iban a compartir.
Donghae miró a su alrededor. Un
avión para trabajar y hacer negocios en él. Tenía una mesa en una de las
esquinas con lo que parecía un fax y un teléfono.
─Comunicación vía satélite ─dijo
Hyukjae al verlo miran el equipo.
─Así trabajas mientras vuelas
─contestó y se sentó en uno de los sillones frente a la ventana y sacó un libro
de la estantería que había al lado─ “Factores de estrés en estructuras
metálicas” ¿Y esto va a relajarme?
Hyukjae se echó a reír.
─Hay algunas novelas de misterio
en la estantería que tienes detrás. Y algunas revistas también.
Donghae se acercó a la estantería
y miró después a Hyukjae; se había sentado en la mesa y miraba el contenido de
si portafolio con aire de concentración.
No creía que pudiese concentrarse
en leer nada, pero escogió una novela y regresó a su asiento, lo giró para
quedar frente a la ventana con Hyukjae a su izquierda.
La cabina estaba lo bastante
insonorizada como para poder oír hasta el ruido de los papeles que hacía
Hyukjae. Cuando contestó el teléfono, también escuchó su voz. Después hubo otra
llamada, y le oyó hablar en Inglés, pero no conocía la lengua lo bastante bien
como para comprender lo que decía.
─¿Hablas inglés? ─le preguntó
cuando le oyó colgar─ Sabía que hablabas Chino, pero no Inglés.
─Y español.
─Ah…
Se resistió a la tentación de
volverse para mirarlo a los ojos.
─¿Por qué no te sueltas la corbata
y te quitas el saco?, no creo que sea cómodo para relajarse.
─Mi armadura. Pienso dejármela
puesta.
Un momento después, le sintió
volver a los papeles y él cerró los ojos. Luego se oyó subir el ruido de los
motores y Hyukjae le dijo que se abrochara el cinturón. Lo hizo sin abrir los
ojos y el avión empezó a moverse.
Iban a estar volando por varias
horas, y se preguntó como iba a ser capaz de pasar siete días en un hotel
lujoso con Hyukjae cuando sus nervios gritaban en cuanto sentían el rose de su
mano.
Tendría que fingir que era un
extraño, alguien a quien acababa de conocer, y olvidar todo lo demás. El futuro
era lo único que existía. El ruido del motor fue perdiéndose, y con la voz de
Hyukjae como telón de fondo, se perdió en una mezcla confusa de recuerdos y
fantasías.
Hyukjae colocándole el anillo en
la ceremonia… Sungmin mirándolo con desprecio… Kyuhyun tan incomodo…
Hyukjae ofreciéndole la mano y
bailando juntos por primera vez… y aún mas atrás, Hyukjae levantándolo después
que él se cayera del caballo… Hyukjae pasándole la mano por el pelo y
diciéndole cosas que no comprendía… el sonido de su voz haciéndole correr la
sangre por la venas.
─Estás hablando en sueños, amante
de la luna.
La voz de Hyukjae, el roce de su
mano, y abrió de par en par los ojos.
Debía haberse quedado dormido.
─¿Dónde estamos? ─susurró.
─Falta poco para llegar.
Su voz era suave y lo miraba con
el ceño fruncido.
─¿Por qué me miras así? ¿Qué
ocurre?
─Estabas hablando en sueños
─contestó y sintió que el cinturón de seguridad se aflojaba.
─¿Qué haces?
Sintió que le tocaba el cuello y
sintió sus labios entreabiertos. Si lo besaba en aquel momento, podía abrasarse
con la fuerza de aquellos recuerdos, así que intentó retroceder, asustado.
─¡No!
─¡Donghae por el amor de Dios!
Supongo que normalmente no duermes con una corbata ajustada a tu cuello, y no
pienso estar el resto del vieja viendo como duermes con el ceño fruncido.
─No tienes por qué mirarme
─murmuró.
─Anda, vuelve a dormir ─contestó
con una sonrisa, y Donghae cerró los ojos y su mundo quedó reducido a las manos
de Hyukjae y su voz.
Donghae fue a la fiesta de Kim
Ryeowook en parte porque tenía miedo de lo que pudiese ocurrir si se quedaba en
casa.
Habían pasado el verano en Busan.
Donghae dieciséis años y Kyuhyun dos más. Su hermano no había hecho mas que
meterse en problema durante todo el verano, colándose en bares y organizando
fiestas en la playa con el grupo de gente con el que Donghae tenía prohibido
hablar.
A Kyuhyun también le había
prohibido que saliera con ellos, pero estaba en un estado constante de
rebeldía. En Agosto, una hora después de que su padre se hubiera marchado en un
viaje a Seúl, Kyuhyun entró como una exhalación en su dormitorio.
─Me voy a la fiesta de Ryeowook
─anunció.
─A papá no le va a gustar ─le
advirtió él.
─No va a saberlo. Además, no tiene
ningún derecho a decirme a donde puedo y no puedo ir,a quien puedo ver ─se dio
una vuelta por la habitación y de pronto dijo─ sería mejor que vinieras tú
también.
─De eso nada.
Kim Ryeowook había sido amigo de
Donghae hasta el año anterior, cuando había empezado a salir con Yesung, el
cabecilla del grupo con el que tenía prohibido hablar.
─Tienes que venir. Sabes bien que
la bruja no va a darme las llaves del auto. ¿Cómo demonios voy a salir de aquí?
La bruja era el ama de llaves de
su padre, una llamada suya haría aparecer a su padre hecho una furia si Kyuhyun
o él e metían en algo que a ella le pareciesen problemas.
A Donghae le hubiera encantado
averiguar qué se hacía en una de esas fiestas, pero no tenía el valor
suficiente como para desafiar a su padre.
─No pienso ir. Voy a ver una
película en la tele
Kyuhyun frunció el ceño.
─Entonces , dame tus llaves.
─¡Estas loco! Si vuelves a meterte
en lios… la bruja se dará cuenta de que el coche no está y llamará a papá…
─imágenes horribles se aparecieron ante sus ojos. Una fiesta, y por supuesto,
con bebida ─ ¿Y si te para la policía?
Seis meses antes, le habían
quitado el permiso para conducir, y estaba en libertad condicional después de
una tercera detención, por conducir bajo los efectos del alcohol, y ello
gracias a que su padre había contratado a uno de los mejores abogados de la
zona para que no condenasen a Kyuhyun. No podía creer que estuviese lo bastante
loco como para conducir con la amenaza de la violación de su condicional.
─Si no fueses tan cobarde, no
habría problema ─le gritó desde la puerta─ Dile a la bruja que vas a quedarte a
dormir en la casa de una amiga y llévate el coche ─sugirió con la sonrisa cuyo
encanto le había metido tantas veces en problemas.
─¿Quedarme a dormir? ¡Yo no pienso
quedarme fuera toda la noche!
Su hermano se acercó a él con una
sonrisa de victoria.
─Claro que no, pero volverás
demasiado tarde como para que la bruja le parezca bien. Si se lo dices, te dirá
que vuelvas a las once, y entre que vamos y volvemos, será por lo menos la una.
Estar fuera de casa más tarde de
la media noche tenía un atractivo que le puso nervioso.
─Pero, entonces, no voy a poder
volver a casa. ¿Qué voy a hacer?
─Nos quedaremos en el barco, y
podrás aparecer tan contento antes de la hora de comer.
─No. No pienso hacerlo.
Él suspiró.
─Muy Bien ─dijo él, y dio media
vuelta. Por el rabillo del ojo vio sus llaves en su escritorio, pero Donghae lo
alcanzó antes de que él pudiese ponerle la mano encima.
─Sé dónde está la bruja guarda el
otro juego de llaves –le advirtió
─¿Te vas a llevar mi coche? No
puedes, Kyuhyun… si te descubren…
─¿Y de qué otra manera puedo
llegar hasta allí?
─¿No puedes ir con alguien?
─Ya se han ido. Si el viejo no
hubiese tardado tanto en marcharse, me habría ido con el hermano de Ryeowook,
pero… ─se encogió de hombros─… demasiado tarde.
Donghae se imaginó lo que iba a
ocurrir en las veinticuatro horas siguientes. Kyuhyun se llevarías las llaves y
la ama de llaves haría esa llamada. Entonces la policía le detendría, y tal
como andaba Kyuhyun últimamente, habría estado bebiendo. Y si la bronca que
había escuchado al otro lado de la puerta era cierta, aquella vez Kyuhyun iría
a la cárcel.
─Está bien ─accedió, y su
nerviosismo desapareció como si una vez tomada la decisión, no tuviese sentido
tener miedo─ Tengo que cambiarme. No puedo llevar esto a la fiesta.
─Kyuhyun abrió la puerta de su
armario y saco unos pantalones negros de seda y camisa negra a juego. Solo los
había usado una vez, y sabía que con ese atuendo sabía que no iba a pasar
desapercibido.
─Será mejor que te vayas, ─le dijo
a Kyuhyun─ si salimos juntos, pensaran que estamos tramando algo, te recogeré
en la puerta de fuera.
Bajo la apariencia de
tranquilidad, estaba asustado. Aquella iba a ser la segunda vez que se
aventuraba a asistir a un lugar prohibido.
La primera vez también había sido por Kyuhyun, y esa vez lo habían
pillado, no tenía intención de que volviese a suceder.
Bajó al piso inferior y buscó al
ama de llaves, que estaba viendo televisión en su habitación.
─Me voy a ir a dormir a casa de Zhoumi
─le anunció.
─Muy bien, querido. ¿Has hablado
ya con él?
─Ahora iba a llamarlo ─dijo y lo
llamó con el ama de llaves escuchando─ ¿Puedo quedarme a dormir?
Luego lo llamaría desde afuera
para explicarle.
El engaño funcionó como si
deliberadamente lo hubiese planeado para ir a la fiesta. Cuando se vistió
sintió una tremenda excitación. Había echado de menos a Ryeowook, y quizás
Kyuhyun tuviera razón. Su padre tenía la idea arcaica de que su estatus social
y su dinero les obligaba a vivir una vida restrictiva que él elegía en su lugar.
No es que estuviera dispuesto rebelarse abiertamente, pero con el coche ya en
marcha y Kyuhyun haciéndole señas desde la puerta, pensó que quizás, a partir
de aquella noche, fuese a ser un poco más osado.
Con mucho cuidado, por supuesto.
Después de recoger a Kyuhyun,
pararon en una cabina de donde llamaron a Zhoumi para aclarar todo.
─Mis padre no están en casa ─dijo
Zhoumi─ Así que pásatelo bien y ven a dormir aquí después de la fiesta.
─¿Quieres venir?
─¡Es un aguafiestas ¡ ─le gritó
Kyuhyun desde el coche─ ¡No lo invites!
Pero Zhoumi y su novio irían a
cine esa noche y prometió avisar en casa por si su ama de llaves llamaba.
─Ya es hora de que te diviertas un
poco ─dijo y la determinación de Donghae creció.
─Déjame conducir ─dijo Kyuhyun.
─De eso nada. Si vamos a ir, seré
yo quien conduzca.
Cuando aparcaron frente a la casa
de Ryeowook, se oía y la música
─Sus padre no pueden estar ahí
─dijo Donghae.
Kyuhyun se echó a reír.
Dentro, la música era más fuerte.
─¿Vas a quedarte conmigo, verdad?
─le preguntó a Kyuhyun quien echó a reír.
Por supuesto, no se quedó.
Donghae evitó a un chico que se
acercó nada más verlo. Miró a su alrededor. Iba a ser una noche muy larga. Vio
a Kyuhyun con una botella de cerveza en la mano y alguien gritó
─¡EH! ¡Aquí está Dany con mas
bebidas!
Tenía las llaves del coche en su
pantalón y cuando alquien subió más a la música decidió que se marcharía
pronto. Además, el chico que casi se había abalanzado sobre él al entrar,
parecía dispuesto a intentarlo una segunda vez.
La puerta de la calle volvió a
abrirse, y al mirar, se quedó sin respiración. Entonces supo por que había
venido a esa fiesta. No por Kyuhyun, sino por Hyukjae podía aparecer.
Lee Hyukjae llevaba tres años
siendo su amigo en secreto. Lo había
defendido dl hermano mayor de Ryeowook el primer día que se encontraron en el
colegio, y un año después, lo recogió cuando se cayó del caballo y los dos se
quedaron hablando bajo el manzano.
Un mes después su padre los pilló
hablando en una calle del pueblo y le advirtió que se mantuviese alejado de él.
Hyukjae no se había tomado la
advertencia muy en serio, porque cada vez que se cruzaban, seguía parándose a
charlar con él. Unos meses antes, se había parado al verlo sentado en un banco
del parque, sin saber lo mal que sentía él ese día, pero habían hablado de como
el velero que había en el puerto estaba aprovechando el viento, y como el padre
de Hyukjae se había roto la pierna en un accidente en el puerto. Después le
había sonreído de esa forma tan especial y le había preguntado si querría salir
con él. Habían pasado dos años desde la advertencia de su padre.
─No ─le había contestado─ No
puedo, lo siento ─añadió con una sonrisilla nerviosa.
Hyukjae sonrió también y le dijo
que pensaba volver a intentarlo en otra ocasión. Donghae no podía salir con él,
pero aquello le alegró el dia y los sueños de aquella noche.
Y estaba ahí, en la fiesta de
Ryeowook. Se había quedado en la puerta, mirando a su alrededor como para ver
quien estaba, lo que le dio a Donghae tiempos para ver como los jeans se le
ajustaban como si estuvieran hechos a su medida. Tenía el ceño fruncido, y
Donghae aterrorizado, pensó que quizás diese media vuelta y se marchase.
Entonces sus miradas se
encontraron.
Una pareja perdida en ardoroso
abrazo baila entre Hyukjae y él, cuando volvió a verlo, estaba ya en mitad de
la habitación. Alguien lo llamó por su nombre, pero él no se volvió a mirar,
sino que siguió avanzando hacía él.
─Amante de la luna, será mejor que
bailes conmigo ─le dijo, ofreciéndole una mano. Se quedaron los dos de pie,
mirándose─ Ya era hora de que hiciéramos algo con esto ─dijo, y lo condujo
hacia las puertas abiertas que daban al jardín.
Donghae no habló hasta que no estuvieron en la playa.
─Has dicho que íbamos a bailar ─le
dijo entonces. Aún seguía llevándolo de la mano y recorrió con la mirada el
largo de su brazo. Sabía que trabajaba con su padre en la aserrería durante el
verano, y se preguntó si sería ese trabajo lo que le hubiera dado músculos como
aquellos. Los brazos de su hermano parecían delgados y frágiles en comparación.
─No íbamos a bailar ahí adentro
─dijo─ Era una jungla.
Allí fuera había luz de luna y la
música suavizada por la distancia.
─¿Por qué me llamas amante de la
luna?
Él sonrió y, bajo aquella luz, su
rastro pareció mayor.
─Donghae suena a alguien que
siempre lleva trajes y sale en las columnas de sociedad. ─dijo.
Donghae frunció el ceño. El mes
anterior había salido en las páginas de sociedad cuando había ido de traje al
cumpleaños de alguien en el club.
─Donghae también significa mar, el
mar donde se refleja la luna ─añadió, rozándole la mejilla─ Prefiero pensar en
ti como amante de la luna.
─ ¿Piensas en mi? ─murmuró.
Seguía dándole la mano, y Donghae
recordó como en la fiesta del club un chico lo había sorprendido detrás del bar
y le había robado un beso, y se preguntó si Hyukjae se pretendía besarlo
también. Si lo hacía no iba a retirarse como lo había en aquella fiesta.
─Mi padre no quiere que hable
contigo.
─Sí, ya lo sé. ¿ Y tu siempre
eliges a los amigos que tu padre quiere que tengas?
─No siempre ─contestó. Hasta
aquella noche había sido así, pero a partir de aquel momento, iba a cambiar.
Hyukjae le ofreció los brazos y
Donghae apoyó una mano en su hombro y otra en la de él. Sus brazos eran al
mismo tiempo fuertes y suaves. No intentó pegarse como hacían otros chicos,
pero cuando empezaron a moverse sobre la arena, se dio cuenta que él mismo se
había acurrucado a Hyukjae.
Magia. La luz de la luna, Hyukjae
y música. Cerró los ojos.
─¿Puedo desordenar tu cabello?
Donghae lo miró sin dejar de
moverse lentamente al ritmo de la música.
─Quiero besarte, pero cuando lo
haga quiero ver la luz de la luna reflejada en él.
Se quedó inmóvil mientras Hyukjae
se deshacía su engominado peinado, mientras murmuraba algo que no pudo
comprender antes de acercarse y besarlo en los labios.
QUE COMPLICADO ES EL AMOR ESPERO Y HABLEN ENTRE ELLOS
ResponderEliminarTodo más o menos bien...hasta que los recuerdos del pasado llegan a su mente.
ResponderEliminarQue difícil...y peor aún que Hae sigan si saber y que Hyuk siga sin querer hablar del pasado...así no llegaran a ninguna parte.
Vaya joyota de hermano qye tiene Hae...quizás ese comportamiento de Kyu para con Hae y el hecho de que quizás lo ha metido en muuuuchos problemas,sea por lo que Hyuk no da un peso por él...eso y si le sumamos más cosas,comprensible el enojo de Hyuk.
Si no hablan...no llegaremos a ningún lado.
Hola!! falta de comunicación es lo que les pasa pero tendrán que enfrentar el pasado en algún momento, y espero que se aclaren las cosas gracias por el cap espero el siguiente bye.
ResponderEliminarMe encanta *W* Siento que Kyu le miente a Min en muchas cosas y Hyuk solo trata de protejerlo amo los eunhae Muchas gracias
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