En los seis años que duró su
matrimonio ficticio con Tim, nunca discutieron y , en raras ocasiones,
mantuvieron algún desacuerdo. Vivieron juntos como amigos educados y corteses,
y al final cuando Tim murió, un año antes que su padre, Donghae lloró por él.
Lloró la pérdida de un gran amigo, porque
marido no había tenido nunca.
Se sintió como si hubiera estado
solo toda su vida viviendo como una persona independiente, y ahora, después de
todos estos años, tenía que acudir a Lee Hyukjae.
Inspiró profundamente el aire del
mar. Hyukjae le había dicho que no tenía otra opción, pero no podía ser. Tenía
que haberla. Tendría que vender Haru, ahora que se había desecho ya de las
dudosas inversiones de su padre y que quería ver terminado Oneday, su nuevo complejo. Había tenido que luchar contra su padre
para poner en marcha aquella zona residencial para la clase media.
Le dio una patada a la arena y en
ese instante se oyó una voz a sus espaldas.
─No puede ser tan malo.
El corazón se le subió a la
garganta y se dio la vuelta para mirarlo. Estaba a unos metros de él, con las
manos metidas en los bolsillos de los vaqueros y una expresión que parecía
querer sonreír si él los hacía primero.
─¿Lo dices porque ya lo he hecho
antes? ─el viento le trajo el pelo hacia los ojos. ─ ¿Es eso?
─¿Es que fue así con Hwang? ¿Te
obligaron a casarte con él?
─Estás desesperado, mi amante de
la luna, y puedes confiar en mi.
─Decir que puedo confiar en ti
es…─algo increíble, hubiera querido decir. Una mentira─ ¿Confiar en ti para
que?
─Para mantener el acuerdo al que
lleguemos.
─¿Acuerdo? ¿Quieres decir que
firmaríamos un contrato por escrito?
─Si eso es lo que quieres.
Un acuerdo prenupcial.
─Me atarías de pies y manos. Sería
una locura por mi parte.
─Redacta tú el contrato y lo
discutiremos.
─¡Pero si tú ya has impuesto las
condiciones!
Hyukjae sonrió de medio lado.
─Eres una persona distinta sin ese
peinado engominado, mi amante de la luna.
Donghae hubiese querido echarse a
reir. Todo aquello era tan ridículo.
─Has dicho que me quieres ─dijo, y
percibió la nota de histeria de su propia voz─ Has dicho que… supongo…que
quieres decir sexualmente.
─Mmm… entre otras cosas ─respondió
riéndose con los ojos.
Donghae se enrojeció y se dio la
vuelta.
─Mis condiciones serían…, tener mi
propia cama y que tu no puedas entrar en ella. Nada de… sexo.
─¿Eso es lo que quieres? ¿Nada de
sexo? ¿Bajo ninguna ciscunstancia?
─¡Maldita sea Hyukjae.! ─exclamó,
y la risa seguía brillándole en los ojos.
─¡Vamos hombre!, ¿y que tal un
compromiso?
─Que compromiso.
El rubor de sus mejillas lo
estaban poniendo en ridículo.
─Que el matrimonio no se consumará
a no ser tú lo quieras.
─A no ser que yo… yo no querré.
¡Nunca!
─Entonces no corres ningún
peligro, ¿no?
─Estarías tirando tu dinero.
─Ése es mi problema, ¿no te
parece?. ─le desafió.
¡Todo aquello era una locura! ¡No
podía estar negociando su matrimonio con Hyukjae!
─Tengo una empresa ─dijo─, y no
pienso renunciar a ella.
Otra locura, porque cuando
volviera a casa iba a tener que poner sus acciones a la venta.
─Por supuesto.
Donghae frunció el ceño. Estaba
siendo demasiado complaciente.
─¿Me estas diciendo que después de
la ceremonia podría dar media vuelta y marcharme? ¿Qué ese sería el final de la
historia?
─No. Cuando tengas que estar en
Busan, vivirás bajo mi mismo techo.
Vivirás siempre en mi casa; en Busan y en mi apartamento en Seúl.
Donghae tragó saliva.
─Yo no…
─Eso no es negociable.
─¿Alguna otra cosa que no sea
negociable? ─preguntó, aún sabiendo que no era una locura. Tenía que haber otra
solución. Iría al pueblo a buscar un vendedor de lotería, ganaría un millón y
con ello se acabarían los problemas.
─Sí ─contestó él─ Hay más. Nada de
hablar de la naturaleza de nuestro matrimonio a la prensa. Cuando los intereses
de tu empresa y la mía lo permitan, estaremos juntos. Los dos interpretaremos nuestros respectivos
papeles y lo haremos bien. Bajo el mismo techo.
─Yo no…
─Y si llega algún niño, viviremos
en el campo. Tú puedes elegir la provincia. No pienso criar a un niño en la
ciudad. No espero tampoco que renuncies por completo a tus intereses, pero si
tenemos un niño lo criaremos los dos juntos, y no pongas esa cara, porque no
habrá divorcio si tienes un hijo mío.
“Dios mío…”
─No habrá ningún niño ─contestó
tenso.
─Podría llegar el día que me
invitases a tu cama. Apuesto a que llegará.
─No habrá niños. Yo no… ni
siquiera… En cuanto Kyuhyun haya salido del atolladero, me divorciaré.
Él sonrió y con una mano le apartó
el pelo de la cara.
─Ni los sueñes, mi amante de la
luna. Cuando avale ese pagaré, Kyuhyun me deberá el dinero a mi. ¿De verdad
crees que podrá pagármelo algún día?
─¿Pero no vas… ─se apartó
violentamente de su mano─ Creía que ibas a comprar sus acciones en SM.
─Personalmente, preferiría que ese
proyecto no se llevase a cabo. Todos los que participan en SM son mala gente,
incluido tu hermano. Pero tú no. Nunca lo fuiste, y cuando firmes nuestro
acuerdo, te prometo respetarlo como sé que tú también lo harás.
─¿De verdad crees que voy a
acceder? ─le preguntó en voz baja.
─Estás aquí, ¿no?
─Estamos hablando de ello, eso es
todo ─se estremeció─ Te advierto que soy duro negociando.
─Yo también ─contestó él con una
sonrisa─ Pero pretendo que ninguno de los dos lo lamente después.
Firmaron el contrato en la oficina
de Kim Yesung, en el edificio de Hyukjae. Kim era su abogado pero Donghae
también le habría contratado para cualquier cosa que requiriese discreción. Por
la expresión de su cara podrían estar firmando las ventas de unos terrenos en
lugar de un acuerdo que estipulaba el pago de una suma importante por la
participación de Donghae en un matrimonio.
─Lo he preparado yo mismo ─murmuró
Kim al entregarles a ambos una copia.
Donghae escondió una sonrisa
nerviosa. Sin personal que pudiera dar los detalles al público, Donghae lo
leyó. Todo lo que habían hablado estaba reflejado en los documentos. Pero él se
había imaginado un montón de otras cosas que estarían allí… y no estaban.
Levantó los ojos y miró a Hyukjae, y no habría podido decir con seguridad qué
se dijeron en aquel largo intercambio.
Si iba a echarse atrás, aquél era
el momento. Una vez hubiese firmado, ya no podría hacerlo. Quizás pudiese huir
de la ceremonia el viernes, pero aquél era el momento decisivo. Si firmaba
aquél contrato, Hyukjae esperaría que lo cumpliese hasta el final.
─Estás haciendo un mal negocio
─dijo él, y por el rabillo del ojo vio que el abogado hizo un movimiento como
si estuviese de acuerdo─ Estás deshaciéndote de un montón de dinero sin obtener
demasiado a cambio.
─Ya lo veremos ─contestó, y
apoyándose en la mesa, agarró un bolígrafo y firmó. Luego le entregó el
bolígrafo a él.
Mil preguntas se le pasaron por la
mente en aquel momento. Peguntas sin respuestas. El hombre que le ofrecía el
bolígrafo era el mismo chico con cuyos ojos se encontró y el corazón se le
detuvo. Sabía dónde iba a terminar todo aquello, igual que lo había sabido la
noche en que se encontraron en la fiesta de Ryeowook. Siempre había habido algo
en Hyukjae que anulaba su voluntad… que le hacía olvidar todas precauciones y
dejar que la tormenta decidiese su suerte.
Apartó la mirada de sus ojos. El
abogado los estaba observando. El tiempo pareció alargarse sin fin, como si
Hyukjae hubiese estado ofreciéndole aquél bolígrafo toda la vida y él haciendo
equilibrio en el borde de un precipicio. Miro el documento que tenía en la mano
y las palabras calmaron en ritmo de su respiración.
Era un acuerdo comercial, y
Hyukjae era quien estaba cometiendo el error, no él. Estaba apostando por que
decidiese un día cambiar transformar aquel matrimonio en algo real. Iba a ser
él quien tuviese que pedirle que le hiciera el amor para que hubiese algún
peligro.
Y Hyukjae acaba de firmar, así
que, si confiaba en su palabra, estaba a salvo. Agarró el bolígrafo y
rápidamente puso su firma debajo de la de él. Por dentro estaba temblando, pero
su pulso pareció firme.
─¿Hablarás tu con Sooman?
─preguntó
Hyukjae miró al abogado.
─Ya está arreglado ─dijo el
abogado con voz neutra─ Hace una hora hablé con su abogado.
Donghae experimentó una tremenda
sensación de alivio. Imaginarse al abogado de Sooman en su oficina de Busan lo
había atormentado.
─¿Y si hubiera cambiado de
opinión? ─le preguntó a Hyukjae. Algo brilló en los ojos de él y Donghae sintió
que el aire se le paralizaba en los pulmones. ─ ¿Habrías hecho efectivo el
pagaré de todas formas? ¿Por Kyuhyun?
Él negó con la cabeza.
─Firma la última copia para que
podamos salir de aquí.
Hyukjae ya había firmado la copia
que tenía el abogado y estaba esperando que él le entregara la que acababa de
firmar.
Lo habría ayudado de todas formas,
pero no por Kyuhyun, independientemente lo que él pensara que debía sentir
hacia su hermano. Lo estaba haciendo por él, y Donghae miró el bolígrafo que
aún tenía en la mano. Si no hubiese firmado seguiría estando en deuda con
Hyukjae, y pagarle sería imposible. Si liquidaba todos sus activos, no podría
cubrir el pagaré de Kyuhyun, y seguiría estando endeudado sin forma alguna de
pagar.
Mejor así. Un matrimonio ficticio,
pero eso era lo que él le había pedido. No es que tuviese intención de volver a
casarse; ni siquiera de enamorarse, y mucho menos de él, pero al mirarlo pensó
que había muchas cosas peores que interpretar el papel de su esposo.
Hyukjae iba vestido de traje, pero
de alguna forma conseguía llevar la formalidad con la misma gracia que él
asociaba con Hyukjae vestido con vaqueros y camiseta. Le gustaba observarlo,
hasta podía decir también que le gustaba también la forma en que le hacía
sentirse vivo y al mismo tiempo en peligro.
─Vamos a comer ─dijo Hyukjae
cuando salieron del despacho del abogado.
─Yo invito.
Él se echó a reir.
─¿Dejando claro los limites ,mi
amante de la luna?
─Es posible. ¿Por qué no has
incluido las cláusulas que suelen figurar en esos acuerdos? ¿Por qué no lo has
hecho de tal forma que si yo un día te dejo, acabe con las manos vacías?
Donghae se quedó rígido cuando él
el agarró el brazo. Entró al ascensordelante de él, y cuando las puertas se
cerraron sintió pánico.
─¿Vamos a ser enemigo durante los
próximos cincuenta años? ─le preguntó con suavidad.
Donghae se sintió acosado por su
proximidad y la garganta se le cerró. Cincuenta años. Cincuenta años con
Hyukjae.
─No vamos a ser amantes. ─susurró
─Amigos. Sería agotador vivir
juntos y pasarnos la vida enfrentados.
Ya no se reía. Estaba hablando muy
serio y con el ceño fruncido, de la misma forma que le hablaría a un oponente
en una partida de ajedrez.
─¿Vas a seguir llamándome Amante de la luna siempre?
Él se apoyó contra la pared del fondo de ascensor y se
pasó la mano por el pelo.
─Es probable.
─Tienes algo en contra de Donghae?
─Es algo que hace juego con la
forma en que llevas tu pelo hoy.
Instintivamente Donghae se tocó el
pelo.
─No pienso cambiar de peinado
cuando me haya casado contigo ─contestó. Casado. Hyukjae al otro lado de la
mesa, durmiendo en la misma casa, en el mismo apartamento. Allí, en el reducido
espacio del ascensor, se dio cuenta que vivir bajo su mismo techo iba a ponerlo
en sus manos, a pesar de lo q hubiese en ese acuerdo.
─Elegancia e inhibiciones ─dijo
Hyukjae─ Ésa es tu armadura ─su sonrisa se hizo mas se hizo mas grande y
Donghae sintió el miedo crecer en su interior─ No me malinterpretes. Es un
exterior atractivo, hasta fascinante por la perfección de la máscara ─lo miró
de arriba a abajo─ Si tu traje fuese blanco no tendría ni una mota de polvo.
Pero recuerdo como eres sin armadura, amante de la luna.
Reprimió el calor que le subía por
el cuello y evitó mirarlo a los ojos.
─Has firmado un acuerdo malo para
ti, Hyukjae. Quieres algo que no vas a conseguir. Un día liquidaré esa deuda y
nos encontraremos en la sala de un tribunal porque me divorciaré de ti en ese
momento.
Hubiera querido ver una sola
muestra de tensión en él, de ira, pero estaba relajado, escuchando
tranquilamente.
─Has de saber que pienso
divorciarme de ti ─insistió, no sin preguntarse a quien estaba intentando
convencer… a Hyukjae o a sí mismo─ Y puede que pienses que yo no aprendo, pero
tu tampoco eres muy agudo. Acabas de firmar un acuerdo prenupcial sin poner los
medios necesarios para que yo no pueda divorciarme y dejarte sin esa camisa que
llevas puesta.
Él se echó a reír.
─Tu tampoco has estado muy
brillante. ¿Por qué no has establecido una clausula de divorcio? Yo la habría
aceptado.
Donghae frunció el ceño y apretó
los puños. ¿Cómo demonios podría tratar con un hombre para el que ni siquiera
el dinero era algo serio? Por un lado, había amasado millones desde que era un
joven rufián que le robaba las manzanas a los arboles de sus padre, y por otro
acababa de firmar un acuerdo con el que se creaba una deuda que él jamás podría
pagar. Debía estar loco.
Dos horas antes, mientras Hyukjae
se ocupaba de un asunto en el piso onceavo del edificio, él había cruzado la calle
y había entrado en una biblioteca. Quería buscar en la enciclopedia el término.
No sabía muy bien porque había sentido esa inquietud, pero quizás fuese la
necesidad de encontrarle algún sentido a aquel absurdo contrato que iba a
firmar.
La enciclopedia decía que el pago
de dote era muy común en sociedades poco evolucionadas. Ésta podía funcionar en
su caso, ya que el dinero de Hyukjae sería un pago indirecto a Kyuhyun que era
su única familia. Diferentes versiones mencionaban que ese pago le garantizaba
algunos derechos al hombre como el acceso sexual a la pareja… el único derecho
que Hyukjae no había reclamado en el contrato.
También se estipulaba que en caso
de divorcio el dinero sería devuelto. Por mucho que jurase a Hyukjae que se
divorciaría de él, en realidad, no tenía ni una sola posibilidad de encontrar
dinro suficiente como para devolverle lo que había pagado por él.
Aquel matrimonio duraría lo que
Hyukjae quisiera.
La boda fue una ceremonia civil
celebrada en el ático de Hyukjae en Seúl.
Por mucho que se dijese que no iba
a sentir nada, que no tenía que preocuparse, Donghae estaba aterrorizado. El
tamaño de la deuda de Kyuhyun con Sooman lo había obsesionado por semanas, y al
final, había optado por la única salida posible.
La vida día a día con Hyukjae no
podía ser demasiado difícil. Al fin y al cabo, ¿no había interpretado ya el
mismo papel con Tim? Había asistido a comidas políticas, bailes benéficos e
incluso entrevistas para televisión. Toda la relación con Tim era mas de
hermanos que de pareja.
Un fraude. Un papel a interpretar.
Eso iba a ser su matrimonio con Hyukjae. Pero estando allí de pie, frente al
juez, con Hyukjae a su lado, sintió crecer su pánico sin saber porqué.
Quizás fuese porque Kyuhyun lo
estaba mirando con gesto de desaprobación.
Le había pedido a Hyukjae que solo
el abogado conociese la naturaleza de su matrimonio. Solo sería capaz de
interpretar aquel papel si no había nadie que pudiese dudar de él.
Especialmente Kyuhyun, que jamás debería llegar a saber el precio que había
tenido que pagar para resolver su problema.
Interpretar el papel con él había
sido particularmente difícil.
─¿Qué vas a qué? ─le preguntó él
cuando lo llamó tres días antes de la boda─ ¡No puedes casarte con Lee!
─Quiero que asistas a la ceremonia
─le dijo─ Y Hyukjae va a hacerse cargo de tu pagaré, así que has el favor de
venir y cooperar.
Kyuhyun se había quedado en
silencio un momento.
─¿Por eso te casas con él? ¿Para
poder responder de mi pagaré?
Su risa habría hecho justicia a
las mejores dotes de interpretación de cualquier actor.
─Me caso con él porque me lo ha
pedido, Hyukjae siempre ha sido especial para mi.
Le había costado mucho pronunciar
esas palabras. Hyukjae había sido su primer amor, su amor rebelde de juventud,
pero después, se había pasado años intentando odiarlo. Y ahora esta junto a él
frente al juez, haciéndole promesas cuando no estaba seguro de lo que sentía.
No podría olvidar el pasado
Y Kyuhyun tampoco. Los dos hombres
se habían encontrado en la puerta del apartamento de Hyukjae como enemigos. Se
habían mirado el uno al otro largamente y, al final fue Kyuhyun quien abrió los
ojos. No entendía porque Hyukjae sentía tan ira contra Kyuhyun cuando debería
ser al revés. La reacción de Kyuhyun tampoco había tenido sentido. Apartar la mirada…
─¿Quieres que intercambiemos
anillo en la ceremonia? ─le había preguntado Hyukjae el miércoles. Habían ido a
comprar los anillos.
─No ─había contestado─ Eres tu
quien me compra.
Hasta ese momento había creído que
nada podía hacer temblar su determinación, pero sus ojos emitieron un destello
peligroso y le vio apretar los dientes de modo que por un cuarto de hora
Donghae no le dijo ni una palabra.
Hyukjae lo quería; pretendía que
al final terminase por unirse a él emocionalmente además de legalmente. Poco a
poco, durante aquella semana, había llegado a la conclusión de que su deseo de
casarse con él era mas que una resurrección de lo que había sentido al
acercarse a él en el salón de Ryeowook todos aquellos años atrás.
Era algo mas oscuro, y ni podía evitar
pensar que tenía algo que ver con el pasado, con el odio de su padre hacia
Hyukjae y el accidente de Kyuhyun. Con la tensión evidente de Kyuhyun al
presenciar la ceremonia y el hermano de Hyukjae mirándolo con desaprobación.
Donghae miró el anillo de Hyukjae
acababa de ponerle en el dedo. Si al menos pudiese comprender cómo lo ocurrido
en el pasado podía encajar con el presente. Hyukjae robándole las manzanas de
su padre. Hyukjae y su padre enfrentándose cuando Hyukjae solo tenía diecisiete
años y su padre les pilló a los dos hablando cuando él solo tenía catorce. Se
habían odiado desde el primer momento.
El decreto de su padre había sido
volviese a ver a Lee Hyukjae. Y después el ultimo verano. Amor y traición.
Después del accidente, Donghae se
había marchado de Corea y Hyukjae de Busan. Los años habían pasado después, y
él estaba al parecer decidido a conseguir lo que no había podido alcanzar
entonces. No tenía sentido, porque había sido Hyukjae quien lo había alejado,
pero debía ser así.
Hyukjae había comprado las
propiedades de su padre en Busan; luego, aquel comentario el dia de su funeral,
como si supiera ya de antemano que iba a llegar un momento en el que necesitase
su ayuda. Y por último, cuando había acudido a él, había tomado aquella decisión
demasiado rápido; en cuestión de minutos, le había hecho la oferta de
matrimonio.
Besos
Hola!!! gracias por el cap me intriga lo que paso con Kyu y hyuk nos leemos el siguiente año, FELIZ NAVIDAD Y QUE TENGAS UN EXCELENTE INICIO DE AÑO!! BYE.
ResponderEliminarPor que eres a si!????
ResponderEliminarPor que no me amas!!!!???
TT______TT
Qué hizo Kyu!????
Él debió de hacerle algo a Hyuk!????
Ahhhhh
Ya se cazaron!!!!!!!
Wi~
Pues que bien...ya ninguno tiene nada que perder...Hae puede salvar a su hermano...Hyuk consigue tener a Hae,Kyu se libera de la deuda...todos obtuvieron lo que quisieron.
ResponderEliminarHan enmarañado la cida de Hae...un día tendrá su recompensa...lo sé.
Mmmm algo no encaja en lo que Hae cree que pasó, pues por lo que se ve lo que sea que haya sucedido piensa que toda la culpa es de Hyuk, pero la actitud de kyu me hace pensar que talvez fue al revés, como quiera ya tendremos que esperar para el próximo capítulo,para saber un poco más que pasó. Igual se te decea feliz Navidad, y feliz año nuevo, que disfrutes de estas fechas al lado de tus seres queridos, y a empezar el año con todo.
ResponderEliminarMmmm algo no encaja en lo que Hae cree que pasó, pues por lo que se ve lo que sea que haya sucedido piensa que toda la culpa es de Hyuk, pero la actitud de kyu me hace pensar que talvez fue al revés, como quiera ya tendremos que esperar para el próximo capítulo,para saber un poco más que pasó. Igual se te decea feliz Navidad, y feliz año nuevo, que disfrutes de estas fechas al lado de tus seres queridos, y a empezar el año con todo.
ResponderEliminarbueno espero y la relacion empieze algo suave por que sino el fuego va a ser abrazador
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