Luna Negra (DH10)-5




—¿Qué estás haciendo aquí?

Inclinó atrás la cabeza para ver a Kevin parado a unos pasos de él, pareciendo desconcertado por la pose de Hyungsik.

—Nada.

—¿Por qué no estás con Heejin?

—¿Por qué no lo estás tú?

Kevin se sentó a su lado.

—No lo soporto. Araña como un gato. Como sea, eso nunca te detuvo antes a ti.

Hyungsik se encogió de hombros mientras escondía sus manos debajo de su cabeza.

—Hay más en la vida que el sexo.

Kevin le frunció el ceño.

—¿Quién eres y que has hecho con mi hermano?

Hyungsik le dio una mirada curiosa.

—No seas imbécil.

—Está bien. Te dejaré solo. Pero ahora en serio, ¿estás bien?

—¿Cuándo he estado bien?

Kevin se rió.

—Buen punto. Sigo pensando que te viene desde que Yewoon te empujó cuesta abajo por aquel barranco cuando eras un cachorro, eso te jodió para toda la vida.

—Pensé que venía de ti siempre durmiendo en mi cabeza cuando éramos cachorros. Años de falta de oxígeno por la noche pasan factura.

Kevin se río.

—Yeah, probablemente maté a las seis neuronas de tu cerebro incluso antes de que alcanzaras la pubertad.

—Probablemente. Explica mucho, ¿no es así?

Con su expresión sobria, Kevin se puso de pie.

—Por cierto, escuché a Juhak la otra noche, estaba hablando acerca de reemplazarnos como sus herederos.

No era la gran sorpresa dado su odio por ellos. Pero aun así, en el pasado Juhak siempre había sido cuidadoso acerca de separar el clan con un enfrentamiento total.

—¿Por qué?

—Porque ninguno de nosotros se ha emparejado. Piensa que es una señal de que no podemos. Que somos genéticamente deficientes y por tanto indignos de ser Regis.

Hyungsik sentía el calor de la ira precipitándose a través de él. Odiaba a su padre con una pasión tan fuerte que no estaba seguro de cómo se aguantaba de arremeter.

—En verdad deseo que me hubieras dejado retarlo. Así vería que tan genéticamente deficiente no… soy.

—No te molestes tanto. Mira el lado bueno, al menos no somos impotentes.

Quizás Kevin no lo era, pero Hyungsik…

—Pequeño consuelo —Hyungsik se quejó mientras se rehusaba a pensar en Minwoo sosteniéndolo—. Probar su sangre. Como sea, al final no me calmaría nada. —Movió su cabeza para ponerse más cómodo—. ¿Así que a quien está buscando como nuestro reemplazo?

—A Heejun ¿quién más?

Sólo iba de mejor a mejor. ¿Por qué se molestó en preguntar? Debió de haber sabido la respuesta.

—Estoy seguro de que Heejun no defiende nuestra causa.

—Nop.

—Un día voy a rasgar su garganta y tú no estarás ahí para detenerme.

Kevin se congeló cuando escuchó la cruda intención en el tono de Hyungsik. Y la angustia. Sabía que era difícil para su hermano refrenar su furia. Que era difícil para Hyungsik retirarse y ser su subordinado o de cualquier otra persona.

Iba en contra de todo en el código genético de Hyungsik. Y le hacía preguntarse cómo hubiera sido Hyungsik si Kevin no hubiera cambiado a Arcadiann durante la pubertad.

Dioses, que espantoso había sido eso, le había llevado semanas entender que le estaba pasando a su cuerpo, y luego una vez que estuvo seguro…

Decírselo a Hyungsik había sido lo más difícil de todo. Incluso aunque hubieran sido hermanos de camada una parte de él había temido que su hermano lo atacara y lo matara por eso. ¿Quién lo habría culpado? Los Arcadiann siempre estaban atacándolos.

Y habían matado a la única mujer por la que Hyungsik se había preocupado.

En cambio Hyungsik lo había aceptado con calma y prometió su eterna protección. Leal como un lobo… y un hermano… hasta el final.

Era una protección que nunca dudó. Hyungsik trató de ocultárselo a Kevin, pero no era estúpido. Sabía cuántas veces su hermano se mantuvo despierto en las noches, protegiendo su secreto. Cuántas veces Hyungsik se había alejado de una lucha aun cuando hacerlo lo irritaba, de manera que Kevin no fuera cuestionado o descubierto.

Él era la debilidad de su hermano y se odiaba por eso.

—Lo siento, Hyungsik.

—¿Por qué?

Por todo. Por privarlo de sus derechos de nacimiento. Privarlo de su capacidad de desafiar a Heejun y a Juhak.

Sobre todo estaba arrepentido de que su hermano no tuviera idea del respeto que tenía por él. Pero no estaba en sus naturalezas hablar de algo así.

—Por ser la espina en tu culo que te impide desafiarlo.

Hyungsik volvió a alzar la vista hacia el cielo oscuro.

—No te preocupes por eso. Es lo que es.

Quizás, pero la verdadera pregunta era, ¿qué hubiera pasado si Kevin no hubiera estado alrededor para detenerlo? Pero como Hyungsik había dicho, era lo que era. No hubo cambios en el hecho de que él era humano y su hermano lobo.

Suspirando, se dirigió hacia su hermana.

Hyungsik no se movió hasta que Kevin se fue. Se recostó ahí escuchando los sonidos de los insectos y de los lobos mientras miraba el cielo encima de él. Los Dark-Hunters los habían advertido hoy más temprano de que había una manada enemiga de lobos Arcadianns en la ciudad y un grupo de Daimons quienes podrían estar buscando extender la duración de sus vidas comiendo un par de lobos. Sus hembras preñadas eran la principal carnada de los Daimons.

Pero Hyungsik no les temía. Se podía mantener en una lucha y compadecía al suficientemente estúpido que lo desafiara.

Si sólo su padre y Heejun consiguieran heridas en la cabeza que los hicieran más entupidos de lo normal. Oh, el combatirles…

Cerrando los ojos regresó a su forma de lobo. Esto era lo que necesitaba, la única cosa que lo confortaba.

Pero mientras se recostaba ahí, pensó en algo más que lo confortaba.

La esencia y el sabor de un joven oso etéreo.

Sácalo de tus pensamientos. Estaba prohibido como algo podría serlo, su padre lo odiaba lo suficiente. Si alguna vez averiguase que estaba excitado por un joven oso…

Convocarían una caza y él sería asesinado.



Minwoo se detuvo frente a la puerta de Carson, reuniendo coraje. Aunque había pasado un mes desde la última vez que vio a los lobos, él todavía no podía quitarse la esencia y el gusto de Hyungsik de su mente y sus pensamientos. Era como si de algún modo le hubiera marcado.

Esa era la parte más molesta de todo.

Desde entonces, ya le habían dicho tres veces “Minwoo, debes encontrar un juguete sexual”. Desafortunadamente, ninguno de los Osos le había hecho sentir nada, ni repulsión ni aversión. Estaba completamente entumecido respecto a ellos.

Con todos ellos.

¿Qué iba mal con él?

Necesitaba hablar con alguien y no podía hacerlo con nadie de su extensa familia por miedo de que se enteraran sus padres. Su madre podría matarlo, mutilarlo y eso no sería nada agradable.

Pero Minwoo quería entender que estaba mal con él. ¿Por qué no podía encontrar a un oso con quien emparejarse? Y sobre todo, ¿Por qué tenía esos pensamientos con el único hombre inaceptable del planeta?

—¿Minwoo?

Maldijo en silencio al escuchar la profunda voz de Carson al otro lado de la puerta. ¿Cómo había olvidado aquel poder? Él sabía en cualquier momento quien estaba cerca de su oficina.

No podía seguir indeciso.

A coger el toro por los cuernos…

Tomó aire y abrió la puerta, lo vio sentado frente a su escritorio con un expediente abierto escribiendo algunas notas.

Alto y musculoso, casi podría pasar por un oso. Pero Carson era un Halcón Arcadiann, con su pelo negro y sus rasgos rindiéndole homenaje a la herencia nativa americana de su padre.

Sus rasgos se ablandaron con afecto paternal al verlo, lo cual era cómico, ya que Minwoo era cien años mayor que él, aunque se viera más joven que el hombre.

—¿Pasa algo malo?

Sacudió la cabeza mientras cerraba la puerta tras él.

—¿Tienes un segundo?

—Para ti, siempre.

El le ofreció una sonrisa sincera en respuesta. Ellos habían sido amigos desde que él le había preguntado a Mama sobre fundar una clínica en su casa hace más de sesenta años. Fue la mejor decisión que tomaron. No solo era el mejor médico veterinario que alguna vez había visto, era un aliado vital y un amigo en el que todos ellos podían confiar.

Carson acercó una silla para él a su lado. Dejando su pluma, se inclinó hacia atrás y entrelazó sus dedos sobre el estómago.

—¿Qué es lo que pasa?

Minwoo se sentó y trato de poner en orden sus pensamientos y preocupaciones.

—He estado preguntándome algo.

Él arqueó una ceja, al verlo vacilar.

—¿Es un problema de género? ¿Quieres que llame a Margie? Tal vez con ella no te sientas tan avergonzado. Minwoo, sabes que como medico puedes decirme lo que sea. No puedo ser un joven o una mujer, pero entiendo el cuerpo y sus problemas.

El calor se precipitó hacia su cara. Como si fuera justo lo que necesitara… un humano para darle consejo sobre sus sentidos de animal. Margie era bastante agradable, pero no conocía nada sobre rituales de emparejamiento.

—No, no es nada de eso. Es solo que…

Quiero lanzarme sobre un lobo mientras nos revolcamos y no sé por qué.

¿Por qué era tan difícil para él?

Por qué quieres lanzarte encima a un lobo y si alguien se entera estas frito.

Era bastante cierto, pero tenía que dirigirse a Carson y averiguar si esto era un capricho de su parte o sí había algún precedente en su especie del cual no sabía. Algo para sentirse un poco más “normal”, al menos tan normal como una Were osa con poderes podría serlo.

Vamos, al objetivo. Solo dilo.

—Es relacionado a la inter especie.

Carson curvo las cejas.

—¿Tienes miedo de insultarme?

—No… al menos, espero que no.

Ni siquiera había pensando en el hecho de que Carson era mitad humano y mitad Arcadiann.

—Estoy tratando de entender cómo funciona. Quiero decir, entiendo que en tu caso tienes un padre humano y el otro Arcadiann… es casi una atracción natural entre dos personas. La mayor parte del tiempo el humano no tiene ni idea de que el otro no es humano, sobre todo ahora que la gente tiende a sentir una atracción poco natural hacia nosotros. Eso lo entiendo. Lo que me tiene un poco confundido son los gustos de los padres de Taeheon. ¿Por qué un leopardo de nieve querría a un tigre por compañero o un Katagaria a un humano?

Esa era la manera de obtener una respuesta, sin decir realmente la razón de su pregunta.

Carson consideró su respuesta cuidadosamente.

—¿Honestamente?

El asintió.

—Nadie lo sabe realmente. Hay infinidad de especulaciones acerca de algún defecto en el ADN. Tal vez un gen defectuoso, no lo sé. La misma clase de cosa que hace a un humano ansiar a compañeros inadecuados. Pero…

El miró hacia el horizonte. Genial, tenía un defecto de nacimiento.

—¿Pero?

Lo incitó a continuar, quería enterarse si había otra explicación que no tuviera que ver con que estuviera cromosómicamente dañado.

—Personalmente me pregunto si no es algo que los Destinos nos hacen como la continuación de un castigo.

—¿Qué quieres decir?

—Muy bien, observa a Taeheon. Independientemente de quién sea su pareja, ya sea humana o Were-Hunter, lo más probable es que él sea estéril. En el momento en que un Katagaria, ya sea macho o pareja, se empareja con un humano, no hay posibilidad de engendrar progenie. Incluso yo como Arcadiann, tengo menos posibilidad de engendrar niños porque mi padre era humano. Pienso que es una forma en que los Destinos han encontrado para matar a nuestra especie.

Minwoo no había pensado en eso. ¿Tan crueles podrían ser realmente los tres dioses?

Entonces otra vez…

—Eso tendría sentido en un modo muy retorcido… que podría coincidir con el regalo de los Destinos.

Carson asintió.

—Exactamente. Eso explicaría por qué es tan común que nuestros compañeros no fueran de la misma especie. Tal vez por eso hay tantos Katagarias y Arcadianns juntos. Los Destinos esperan que las parejas rechacen a los hombres y luego ambos sean abandonados y estériles para el resto de sus vidas. Realmente es cruel.

—Sí, lo era.

Pero seguía sin explicar su atracción por Hyungsik.

—¿Has escuchado alguna vez de algún emparejamiento totalmente fuera de especies?

—¿A qué te refieres?

—Como en el caso de Taeheon, sus padres no eran de la misma especie pero ambos eran gatos. ¿Se ha escuchado en algún momento que por ejemplo un lobo quisiera por compañero a un halcón o a un dragón?

O en su caso, un oso.

Se aclaró la garganta antes de preguntar la parte más importante.

—¿Especialmente si uno de ellos es Arcadiann y el otro Katagaria?

Carson frunció el ceño ante la pregunta, como si fuera algo totalmente absurdo.

—No, nunca ha pasado eso. Al menos no que yo me haya enterado. Dioses, no puedo imaginar nada peor que eso. ¿Y tú?

En realidad, sí, podría señalar muchas cosas de hecho. Pero no lo diría en voz alta y arriesgar que él se lo contara a su madre.

—Horripilante al extremo.

Y él realmente lo pensaba así. ¿Cómo podía siquiera pensar en tocar a Hyungsik? Como Carson había dicho, era antinatural e incorrecto. Eso desafiaba todo lo que sabía de su gente y sus tradiciones. Todo.

Si pudiera sacarlo de su mente. Hyungsik se había adentrado en sus pensamientos como una luz que lo atraía y se había abandonado indefenso a dibujar fantasías con él. Incluso ahora, una parte de su ser quería cazar para él.

Estoy tan mal.

Cuando Minwoo se estaba levantando, sintió un latigazo de dolor en la cabeza.

Carson se inclinó hacia delante preocupado, al ver su cara de agonía.

—¿Estás bien?

Una imagen de Taeheon vino hacia él. Podía verlo afuera, rodeado por un grupo al que él odiaba.

—Taeheon está en problemas.

Carson lo miró con suspicacia.

—Está abajo limpiando mesas. ¿Cómo podría estar en problemas?

Minwoo sacudió la cabeza mientras las imágenes de él siendo golpeado le llegaban con absoluta claridad. A causa de su cercana amistad, casi podía sentir los golpes.

—No está dentro del club.

Sin una palabra más a Carson, se dirigió al callejón en la parte trasera del club donde estaban los contenedores de basura.

Tal y como lo había visto en su mente, Taeheon estaba allí, rodeado por un grupo de lobos. Era un grupo Arcadiann que llevaba más tiempo que los osos en Nueva Orleáns. Su líder, Seojoon, peleaba con su clan desde que Minwoo había llegado a la pubertad.

Todos odiaron a la pequeña idiota.

Había algo sobre él que la molestaba como un pequeño roce. Él y su escuadrilla de matones esperaban para saltar sobre cualquier Were-Hunter que llegara al Empire y si era Katagarian mejor aún. No tenía ni idea de por qué eran tan agresivos, y no había ninguna excusa en su comportamiento.

Taeheon trataba de mantener su forma humana, pero el dolor de la paliza más el hecho de encontrarse en medio de su pubertad, hacía que siguiera cambiando de humano desnudo a tigre y a leopardo intermitentemente. Estaba cubierto de moretones y mordeduras.

La furia le recorrió y con sed de venganza corrió hacia los lobos.

—¿Qué estáis haciendo? ¡Fuera de aquí!

Ellos se giraron hacia él. Seojoon, que era una cabeza más alto que él y dos veces su ancho, le agarró y lo empujó contra la pared.

—No estás dentro del club niño. La protección del Empire no existe aquí afuera. No te metas en esto o saldrás lastimado.

Taeheon lanzó un gruñido, pero no representaba ningún reto para ellos. No mientras no pudiera controlar sus poderes.

Esa imagen le disgustó.

—Si esa son mis únicas opciones… escojo ser lastimado.

Le lanzó un cabezazo a Seojoon y le dio de patadas por detrás, luego corrió hacia Taeheon para ayudarlo a ponerse de pie. Algo que hubiera sido más fácil si dejara de cambiar de humano a gato grande y pesado.

—¿Puedes caminar? —le preguntó en un jadeo tratando de levantar su cuerpo.

—Lo estoy intentando.

—¿Puedes destellarte dentro del club?

Minwoo se congeló al escuchar la profunda voz de Hyungsik en su oído. Al levantar la mirada, lo vio en su forma humana. Con el corazón palpitando, hizo lo que él había preguntado, rezando para que los poderes incontrolables de Taeheon no interfirieran con su salto.

Hyungsik se giró enfrentando a los Arcadianns que lo miraron fijamente con incredulidad.

—Vaya, vaya —dijo su líder en tono satisfecho. — ¿Qué tenemos aquí? ¿Un pedazo de basura Katagaria que ha buscado refugio con los osos?

Hyungsik le ofreció su mejor sonrisa come-mierda diseñada para enfadarlo.

—No, solo un lobo que va a patear tu trasero de vuelta al agujero de donde saliste.

Seojoon se burlo de él.

—¿Y piensas hacerlo solo? ¿Para ser un animal, tienes una gran opinión de ti mismo? —Hyungsik sacudió la cabeza.

—Ah, por favor. Créeme, tratándose de un cobarde como tú que golpea a un niño para sentirse poderoso, no necesito ayuda.

Lo atacaron. Hyungsik se convirtió en lobo y atacó la garganta del líder y lo tiró al suelo. Habría atacado más, pero vio como uno de los otros sacaba un Taser. Cuando el Arcadiann disparo, Hyungsik salto lejos del camino. La descarga golpeó al líder, haciéndole soltar una maldición.

Hyungsik golpeó las piernas de otro, antes que pudieran atacarlo, Taeyang y sus hermanos estaban allí como refuerzo. No es que los necesitara pero…

Los Arcadianns se dispersaron como en un patio de recreo, intimidados ante la vista de director.

Hyungsik se manifestó en su forma humana y se burló de su huida.

—Sí, será mejor que corráis a casa con vuestra madre. Esconderos bajo su falda hasta que crezcáis un poco más y tengáis suficientes pelotas para luchar.

Taeyang agarró al que estaba todavía tirado en el suelo.

—Seojoon —le dijo, alargando su nombre en un tono mortal—. ¿Cuántas veces debemos decirte que no puedes venir aquí?

Pero era difícil agarrarlo, ya que Seojoon seguía cambiando de humano a lobo intermitentemente.

—El tigre comenzó —gruño Seojoon unos diez segundo y medio mientras fue humano. Taeyang resopló.

—Eso lo dudo. Taeheon se mantiene alejado a menos que lo provoquen. ¿En cuanto a ti? —uno parecido a Taeyang pero con cola de caballo le dijo a Hyungsik—. ¿Qué estás haciendo aquí?

Hyungsik entrecerró los ojos ante el tono del oso.

—Atrás, oso. No tengo por qué contestarte.

—Déjalo en paz, Donghyun —Gritó Minwoo acercándose a ellos—. Él me ayudó distrayéndolos mientras yo conseguía meter a Taeheon y enviaros afuera para que pelearais con Seojoon.

Hyungsik pasó con un arrogante desprecio que seguramente a Donghyun no le había causado gracia, centró su atención en Minwoo. Retuvo el aliento al verlo vestido con una simple camiseta y unos vaqueros. Su pelo rubio estaba desordenado cayendo sobre los ojos.

Cada parte de él cobro vida.

Minwoo ni siquiera se había girado a mirarlo, toda su atención estaba en Seojoon.

Donghyun se balanceó hacia él para cogerlo.

—Siéntate, hermanito.

Minwoo luchó contra su agarre.

—Qué siéntate, ni que nada. ¿Has visto lo que le hizo a Taeheon? Quiero arrancar un pedazo de su piel.

Seojoon le lanzó una mirada asqueada.

—Es un animal, como tú. No merece nada mejor que ser puesto sobre una pared.

Minwoo pateó a Seojoon, pero por cortesía de Donghyun, su pie no lo encontró de nuevo.

—¡Eres repugnante! Si tú eres el ideal de la humanidad, prefiero ser un animal —miró a Taeyang haciendo una mueca con los labios—. Tienes razón, odio a los lobos. Son la clase más repulsiva que he conocido. No entiendo por que Lycan los escogió como hijos. Pienso que deberían ser devueltos y ejecutados. ¡Perros asquerosos! ¡Todos vosotros!

Impresionado, Hyungsik sintió sus palabras como un golpe a su estomago. “Perro”, era el peor insulto que podrían decirle a un lobo. Era la comparación de un animal azotado cuya función es obedecer a su amo. Un estúpido sin poder, sin dignidad y ningún sentido.

Pero no eran las palabras que había dicho, sino el sincero odio que apoyaba a aquellas palabras, que cortaban en lo más profundo del alma.

Minwoo era igual a los demás que odiaban a su especie y eso era por lo que los lobos hacían todo lo posible por evitar otras ramas de su clase. Ahora entendía por que de todas las clases diferentes de Weres que vivían bajo el techo de los Ha, ninguno de ellos eran lobos.

Asegurándose de mantener tranquila su voz, Hyungsik dio un paso adelante.

—Para que conste, hay una diferencia muy grande entre un perro y un lobo. La principal es que nosotros no somos menos que otros. Nunca.

Minwoo se quedó helado al recordar la presencia de Hyungsik. Se congeló en los brazos de Donghyun sintiendo el pesar rasgar a través de él. ¿Cómo había podido olvidar que estaba ahí?



4 comentarios:

  1. MinWoo me parece que la c...ste y muy feo, tendrías que haber personalizado el insulto. Ahora si que Huyngsik no se va a acercar al bar por largo tiempo

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  2. TT____TT
    Osea ...nada de compañeros de diferentes especies (?)
    Ahhh~
    Y dale con Tae~ pobe tiguesito(?)
    Ahhhh
    Noooooo
    Le dijo perro! Perro!
    Que malo eres Minwoo!!!

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  3. minwoo esta bien que estes asustado por tu atracion hacia el lobo pero no te pases

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  4. Wooooo
    Prácticamente...en su cara
    Tengo una ligera sospecha de que justo esa acciòn,sea la causa de que Sik se niegue a despertar o se negaba a despertar cuando lo hirieron en la batalla donde mataron a su hermana y Kevin lo lleva con los osos.
    Si es así...ahora lo comprendo

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...