—¿Qué estás haciendo aquí?
Inclinó atrás la cabeza para ver a Kevin parado a unos
pasos de él, pareciendo desconcertado por la pose de Hyungsik.
—Nada.
—¿Por qué no estás con Heejin?
—¿Por qué no lo estás tú?
Kevin se sentó a su lado.
—No lo soporto. Araña como un gato. Como sea, eso nunca
te detuvo antes a ti.
Hyungsik se encogió de hombros mientras escondía sus
manos debajo de su cabeza.
—Hay más en la vida que el sexo.
Kevin le frunció el ceño.
—¿Quién eres y que has hecho con mi hermano?
Hyungsik le dio una mirada curiosa.
—No seas imbécil.
—Está bien. Te dejaré solo. Pero ahora en serio, ¿estás
bien?
—¿Cuándo he estado bien?
Kevin se rió.
—Buen punto. Sigo pensando que te viene desde que Yewoon
te empujó cuesta abajo por aquel barranco cuando eras un cachorro, eso te jodió
para toda la vida.
—Pensé que venía de ti siempre durmiendo en mi cabeza
cuando éramos cachorros. Años de falta de oxígeno por la noche pasan factura.
Kevin se río.
—Yeah, probablemente maté a las seis neuronas de tu
cerebro incluso antes de que alcanzaras la pubertad.
—Probablemente. Explica mucho, ¿no es así?
Con su expresión sobria, Kevin se puso de pie.
—Por cierto, escuché a Juhak la otra noche, estaba
hablando acerca de reemplazarnos como sus herederos.
No era la gran sorpresa dado su odio por ellos. Pero aun
así, en el pasado Juhak siempre había sido cuidadoso acerca de separar el clan
con un enfrentamiento total.
—¿Por qué?
—Porque ninguno de nosotros se ha emparejado. Piensa que
es una señal de que no podemos. Que somos genéticamente deficientes y por tanto
indignos de ser Regis.
Hyungsik sentía el calor de la ira precipitándose a
través de él. Odiaba a su padre con una pasión tan fuerte que no estaba seguro
de cómo se aguantaba de arremeter.
—En verdad deseo que me hubieras dejado retarlo. Así
vería que tan genéticamente deficiente no… soy.
—No te molestes tanto. Mira el lado bueno, al menos no
somos impotentes.
Quizás Kevin no lo era, pero Hyungsik…
—Pequeño consuelo —Hyungsik se quejó mientras se rehusaba
a pensar en Minwoo sosteniéndolo—. Probar su sangre. Como sea, al final no me
calmaría nada. —Movió su cabeza para ponerse más cómodo—. ¿Así que a quien está
buscando como nuestro reemplazo?
—A Heejun ¿quién más?
Sólo iba de mejor a mejor. ¿Por qué se molestó en
preguntar? Debió de haber sabido la respuesta.
—Estoy seguro de que Heejun no defiende nuestra causa.
—Nop.
—Un día voy a rasgar su garganta y tú no estarás ahí para
detenerme.
Kevin se congeló cuando escuchó la cruda intención en el
tono de Hyungsik. Y la angustia. Sabía que era difícil para su hermano refrenar
su furia. Que era difícil para Hyungsik retirarse y ser su subordinado o de
cualquier otra persona.
Iba en contra de todo en el código genético de Hyungsik.
Y le hacía preguntarse cómo hubiera sido Hyungsik si Kevin no hubiera cambiado
a Arcadiann durante la pubertad.
Dioses, que espantoso había sido eso, le había llevado
semanas entender que le estaba pasando a su cuerpo, y luego una vez que estuvo
seguro…
Decírselo a Hyungsik había sido lo más difícil de todo.
Incluso aunque hubieran sido hermanos de camada una parte de él había temido
que su hermano lo atacara y lo matara por eso. ¿Quién lo habría culpado? Los
Arcadiann siempre estaban atacándolos.
Y habían matado a la única mujer por la que Hyungsik se
había preocupado.
En cambio Hyungsik lo había aceptado con calma y prometió
su eterna protección. Leal como un lobo… y un hermano… hasta el final.
Era una protección que nunca dudó. Hyungsik trató de
ocultárselo a Kevin, pero no era estúpido. Sabía cuántas veces su hermano se
mantuvo despierto en las noches, protegiendo su secreto. Cuántas veces Hyungsik
se había alejado de una lucha aun cuando hacerlo lo irritaba, de manera que Kevin
no fuera cuestionado o descubierto.
Él era la debilidad de su hermano y se odiaba por eso.
—Lo siento, Hyungsik.
—¿Por qué?
Por todo. Por privarlo de sus derechos de nacimiento.
Privarlo de su capacidad de desafiar a Heejun y a Juhak.
Sobre todo estaba arrepentido de que su hermano no
tuviera idea del respeto que tenía por él. Pero no estaba en sus naturalezas
hablar de algo así.
—Por ser la espina en tu culo que te impide desafiarlo.
Hyungsik volvió a alzar la vista hacia el cielo oscuro.
—No te preocupes por eso. Es lo que es.
Quizás, pero la verdadera pregunta era, ¿qué hubiera
pasado si Kevin no hubiera estado alrededor para detenerlo? Pero como Hyungsik
había dicho, era lo que era. No hubo cambios en el hecho de que él era humano y
su hermano lobo.
Suspirando, se dirigió hacia su hermana.
Hyungsik no se movió hasta que Kevin se fue. Se recostó
ahí escuchando los sonidos de los insectos y de los lobos mientras miraba el
cielo encima de él. Los Dark-Hunters los habían advertido hoy más temprano de
que había una manada enemiga de lobos Arcadianns en la ciudad y un grupo de
Daimons quienes podrían estar buscando extender la duración de sus vidas
comiendo un par de lobos. Sus hembras preñadas eran la principal carnada de los
Daimons.
Pero Hyungsik no les temía. Se podía mantener en una
lucha y compadecía al suficientemente estúpido que lo desafiara.
Si sólo su padre y Heejun consiguieran heridas en la
cabeza que los hicieran más entupidos de lo normal. Oh, el combatirles…
Cerrando los ojos regresó a su forma de lobo. Esto era lo
que necesitaba, la única cosa que lo confortaba.
Pero mientras se recostaba ahí, pensó en algo más que lo
confortaba.
La esencia y el sabor de un joven oso etéreo.
Sácalo de tus pensamientos. Estaba prohibido como algo
podría serlo, su padre lo odiaba lo suficiente. Si alguna vez averiguase que
estaba excitado por un joven oso…
Convocarían una caza y él sería asesinado.
Minwoo se detuvo frente a la puerta de Carson, reuniendo
coraje. Aunque había pasado un mes desde la última vez que vio a los lobos, él
todavía no podía quitarse la esencia y el gusto de Hyungsik de su mente y sus
pensamientos. Era como si de algún modo le hubiera marcado.
Esa era la parte más molesta de todo.
Desde entonces, ya le habían dicho tres veces “Minwoo,
debes encontrar un juguete sexual”. Desafortunadamente, ninguno de los Osos le
había hecho sentir nada, ni repulsión ni aversión. Estaba completamente
entumecido respecto a ellos.
Con todos ellos.
¿Qué iba mal con él?
Necesitaba hablar con alguien y no podía hacerlo con
nadie de su extensa familia por miedo de que se enteraran sus padres. Su madre
podría matarlo, mutilarlo y eso no sería nada agradable.
Pero Minwoo quería entender que estaba mal con él. ¿Por
qué no podía encontrar a un oso con quien emparejarse? Y sobre todo, ¿Por qué
tenía esos pensamientos con el único hombre inaceptable del planeta?
—¿Minwoo?
Maldijo en silencio al escuchar la profunda voz de Carson
al otro lado de la puerta. ¿Cómo había olvidado aquel poder? Él sabía en
cualquier momento quien estaba cerca de su oficina.
No podía seguir indeciso.
A coger el toro por los cuernos…
Tomó aire y abrió la puerta, lo vio sentado frente a su
escritorio con un expediente abierto escribiendo algunas notas.
Alto y musculoso, casi podría pasar por un oso. Pero
Carson era un Halcón Arcadiann, con su pelo negro y sus rasgos rindiéndole
homenaje a la herencia nativa americana de su padre.
Sus rasgos se ablandaron con afecto paternal al verlo, lo
cual era cómico, ya que Minwoo era cien años mayor que él, aunque se viera más
joven que el hombre.
—¿Pasa algo malo?
Sacudió la cabeza mientras cerraba la puerta tras él.
—¿Tienes un segundo?
—Para ti, siempre.
El le ofreció una sonrisa sincera en respuesta. Ellos
habían sido amigos desde que él le había preguntado a Mama sobre fundar una
clínica en su casa hace más de sesenta años. Fue la mejor decisión que tomaron.
No solo era el mejor médico veterinario que alguna vez había visto, era un
aliado vital y un amigo en el que todos ellos podían confiar.
Carson acercó una silla para él a su lado. Dejando su
pluma, se inclinó hacia atrás y entrelazó sus dedos sobre el estómago.
—¿Qué es lo que pasa?
Minwoo se sentó y trato de poner en orden sus
pensamientos y preocupaciones.
—He estado preguntándome algo.
Él arqueó una ceja, al verlo vacilar.
—¿Es un problema de género? ¿Quieres que llame a Margie?
Tal vez con ella no te sientas tan avergonzado. Minwoo, sabes que como medico
puedes decirme lo que sea. No puedo ser un joven o una mujer, pero entiendo el cuerpo y sus problemas.
El calor se precipitó hacia su cara. Como si fuera justo
lo que necesitara… un humano para darle consejo sobre sus sentidos de animal.
Margie era bastante agradable, pero no conocía nada sobre rituales de
emparejamiento.
—No, no es nada de eso. Es solo que…
Quiero lanzarme sobre un lobo mientras nos revolcamos y
no sé por qué.
¿Por qué era tan difícil para él?
Por qué quieres lanzarte encima a un lobo y si alguien se
entera estas frito.
Era bastante cierto, pero tenía que dirigirse a Carson y
averiguar si esto era un capricho de su parte o sí había algún precedente en su
especie del cual no sabía. Algo para sentirse un poco más “normal”, al menos
tan normal como una Were osa con poderes podría serlo.
Vamos, al objetivo. Solo dilo.
—Es relacionado a la inter especie.
Carson curvo las cejas.
—¿Tienes miedo de insultarme?
—No… al menos, espero que no.
Ni siquiera había pensando en el hecho de que Carson era
mitad humano y mitad Arcadiann.
—Estoy tratando de entender cómo funciona. Quiero decir,
entiendo que en tu caso tienes un padre humano y el otro Arcadiann… es casi una
atracción natural entre dos personas. La mayor parte del tiempo el humano no
tiene ni idea de que el otro no es humano, sobre todo ahora que la gente tiende
a sentir una atracción poco natural hacia nosotros. Eso lo entiendo. Lo que me
tiene un poco confundido son los gustos de los padres de Taeheon. ¿Por qué un
leopardo de nieve querría a un tigre por compañero o un Katagaria a un humano?
Esa era la manera de obtener una respuesta, sin decir
realmente la razón de su pregunta.
Carson consideró su respuesta cuidadosamente.
—¿Honestamente?
El asintió.
—Nadie lo sabe realmente. Hay infinidad de especulaciones
acerca de algún defecto en el ADN. Tal vez un gen defectuoso, no lo sé. La
misma clase de cosa que hace a un humano ansiar a compañeros inadecuados. Pero…
El miró hacia el horizonte. Genial, tenía un defecto de
nacimiento.
—¿Pero?
Lo incitó a continuar, quería enterarse si había otra
explicación que no tuviera que ver con que estuviera cromosómicamente dañado.
—Personalmente me pregunto si no es algo que los Destinos
nos hacen como la continuación de un castigo.
—¿Qué quieres decir?
—Muy bien, observa a Taeheon. Independientemente de quién
sea su pareja, ya sea humana o Were-Hunter, lo más probable es que él sea
estéril. En el momento en que un Katagaria, ya sea macho o pareja, se empareja
con un humano, no hay posibilidad de engendrar progenie. Incluso yo como
Arcadiann, tengo menos posibilidad de engendrar niños porque mi padre era
humano. Pienso que es una forma en que los Destinos han encontrado para matar a
nuestra especie.
Minwoo no había pensado en eso. ¿Tan crueles podrían ser
realmente los tres dioses?
Entonces otra vez…
—Eso tendría sentido en un modo muy retorcido… que podría
coincidir con el regalo de los Destinos.
Carson asintió.
—Exactamente. Eso explicaría por qué es tan común que
nuestros compañeros no fueran de la misma especie. Tal vez por eso hay tantos
Katagarias y Arcadianns juntos. Los Destinos esperan que las parejas rechacen a
los hombres y luego ambos sean abandonados y estériles para el resto de sus
vidas. Realmente es cruel.
—Sí, lo era.
Pero seguía sin explicar su atracción por Hyungsik.
—¿Has escuchado alguna vez de algún emparejamiento
totalmente fuera de especies?
—¿A qué te refieres?
—Como en el caso de Taeheon, sus padres no eran de la
misma especie pero ambos eran gatos. ¿Se ha escuchado en algún momento que por
ejemplo un lobo quisiera por compañero a un halcón o a un dragón?
O en su caso, un oso.
Se aclaró la garganta antes de preguntar la parte más
importante.
—¿Especialmente si uno de ellos es Arcadiann y el otro
Katagaria?
Carson frunció el ceño ante la pregunta, como si fuera
algo totalmente absurdo.
—No, nunca ha pasado eso. Al menos no que yo me haya
enterado. Dioses, no puedo imaginar nada peor que eso. ¿Y tú?
En realidad, sí, podría señalar muchas cosas de hecho.
Pero no lo diría en voz alta y arriesgar que él se lo contara a su madre.
—Horripilante al extremo.
Y él realmente lo pensaba así. ¿Cómo podía siquiera
pensar en tocar a Hyungsik? Como Carson había dicho, era antinatural e
incorrecto. Eso desafiaba todo lo que sabía de su gente y sus tradiciones.
Todo.
Si pudiera sacarlo de su mente. Hyungsik se había adentrado
en sus pensamientos como una luz que lo atraía y se había abandonado indefenso
a dibujar fantasías con él. Incluso ahora, una parte de su ser quería cazar
para él.
Estoy tan mal.
Cuando Minwoo se estaba levantando, sintió un latigazo de
dolor en la cabeza.
Carson se inclinó hacia delante preocupado, al ver su
cara de agonía.
—¿Estás bien?
Una imagen de Taeheon vino hacia él. Podía verlo afuera,
rodeado por un grupo al que él odiaba.
—Taeheon está en problemas.
Carson lo miró con suspicacia.
—Está abajo limpiando mesas. ¿Cómo podría estar en
problemas?
Minwoo sacudió la cabeza mientras las imágenes de él
siendo golpeado le llegaban con absoluta claridad. A causa de su cercana
amistad, casi podía sentir los golpes.
—No está dentro del club.
Sin una palabra más a Carson, se dirigió al callejón en
la parte trasera del club donde estaban los contenedores de basura.
Tal y como lo había visto en su mente, Taeheon estaba
allí, rodeado por un grupo de lobos. Era un grupo Arcadiann que llevaba más
tiempo que los osos en Nueva Orleáns. Su líder, Seojoon, peleaba con su clan
desde que Minwoo había llegado a la pubertad.
Todos odiaron a la pequeña idiota.
Había algo sobre él que la molestaba como un pequeño
roce. Él y su escuadrilla de matones esperaban para saltar sobre cualquier
Were-Hunter que llegara al Empire y si era Katagarian mejor aún. No tenía ni
idea de por qué eran tan agresivos, y no había ninguna excusa en su
comportamiento.
Taeheon trataba de mantener su forma humana, pero el
dolor de la paliza más el hecho de encontrarse en medio de su pubertad, hacía
que siguiera cambiando de humano desnudo a tigre y a leopardo
intermitentemente. Estaba cubierto de moretones y mordeduras.
La furia le recorrió y con sed de venganza corrió hacia
los lobos.
—¿Qué estáis haciendo? ¡Fuera de aquí!
Ellos se giraron hacia él. Seojoon, que era una cabeza
más alto que él y dos veces su ancho, le agarró y lo empujó contra la pared.
—No estás dentro del club niño. La protección del Empire
no existe aquí afuera. No te metas en esto o saldrás lastimado.
Taeheon lanzó un gruñido, pero no representaba ningún
reto para ellos. No mientras no pudiera controlar sus poderes.
Esa imagen le disgustó.
—Si esa son mis únicas opciones… escojo ser lastimado.
Le lanzó un cabezazo a Seojoon y le dio de patadas por
detrás, luego corrió hacia Taeheon para ayudarlo a ponerse de pie. Algo que
hubiera sido más fácil si dejara de cambiar de humano a gato grande y pesado.
—¿Puedes caminar? —le preguntó en un jadeo tratando de
levantar su cuerpo.
—Lo estoy intentando.
—¿Puedes destellarte dentro del club?
Minwoo se congeló al escuchar la profunda voz de Hyungsik
en su oído. Al levantar la mirada, lo vio en su forma humana. Con el corazón
palpitando, hizo lo que él había preguntado, rezando para que los poderes
incontrolables de Taeheon no interfirieran con su salto.
Hyungsik se giró enfrentando a los Arcadianns que lo
miraron fijamente con incredulidad.
—Vaya, vaya —dijo su líder en tono satisfecho. — ¿Qué
tenemos aquí? ¿Un pedazo de basura Katagaria que ha buscado refugio con los
osos?
Hyungsik le ofreció su mejor sonrisa come-mierda diseñada
para enfadarlo.
—No, solo un lobo que va a patear tu trasero de vuelta al
agujero de donde saliste.
Seojoon se burlo de él.
—¿Y piensas hacerlo solo? ¿Para ser un animal, tienes una
gran opinión de ti mismo? —Hyungsik sacudió la cabeza.
—Ah, por favor. Créeme, tratándose de un cobarde como tú
que golpea a un niño para sentirse poderoso, no necesito ayuda.
Lo atacaron. Hyungsik se convirtió en lobo y atacó la
garganta del líder y lo tiró al suelo. Habría atacado más, pero vio como uno de
los otros sacaba un Taser. Cuando el Arcadiann disparo, Hyungsik salto lejos
del camino. La descarga golpeó al líder, haciéndole soltar una maldición.
Hyungsik golpeó las piernas de otro, antes que pudieran
atacarlo, Taeyang y sus hermanos estaban allí como refuerzo. No es que los
necesitara pero…
Los Arcadianns se dispersaron como en un patio de recreo,
intimidados ante la vista de director.
Hyungsik se manifestó en su forma humana y se burló de su
huida.
—Sí, será mejor que corráis a casa con vuestra madre.
Esconderos bajo su falda hasta que crezcáis un poco más y tengáis suficientes
pelotas para luchar.
Taeyang agarró al que estaba todavía tirado en el suelo.
—Seojoon —le dijo, alargando su nombre en un tono
mortal—. ¿Cuántas veces debemos decirte que no puedes venir aquí?
Pero era difícil agarrarlo, ya que Seojoon seguía
cambiando de humano a lobo intermitentemente.
—El tigre comenzó —gruño Seojoon unos diez segundo y
medio mientras fue humano. Taeyang resopló.
—Eso lo dudo. Taeheon se mantiene alejado a menos que lo
provoquen. ¿En cuanto a ti? —uno parecido a Taeyang pero con cola de caballo le
dijo a Hyungsik—. ¿Qué estás haciendo aquí?
Hyungsik entrecerró los ojos ante el tono del oso.
—Atrás, oso. No tengo por qué contestarte.
—Déjalo en paz, Donghyun —Gritó Minwoo acercándose a
ellos—. Él me ayudó distrayéndolos mientras yo conseguía meter a Taeheon y
enviaros afuera para que pelearais con Seojoon.
Hyungsik pasó con un arrogante desprecio que seguramente
a Donghyun no le había causado gracia, centró su atención en Minwoo. Retuvo el
aliento al verlo vestido con una simple camiseta y unos vaqueros. Su pelo rubio
estaba desordenado cayendo sobre los ojos.
Cada parte de él cobro vida.
Minwoo ni siquiera se había girado a mirarlo, toda su
atención estaba en Seojoon.
Donghyun se balanceó hacia él para cogerlo.
—Siéntate, hermanito.
Minwoo luchó contra su agarre.
—Qué siéntate, ni que nada. ¿Has visto lo que le hizo a Taeheon?
Quiero arrancar un pedazo de su piel.
Seojoon le lanzó una mirada asqueada.
—Es un animal, como tú. No merece nada mejor que ser
puesto sobre una pared.
Minwoo pateó a Seojoon, pero por cortesía de Donghyun, su
pie no lo encontró de nuevo.
—¡Eres repugnante! Si tú eres el ideal de la humanidad,
prefiero ser un animal —miró a Taeyang haciendo una mueca con los labios—.
Tienes razón, odio a los lobos. Son la clase más repulsiva que he conocido. No
entiendo por que Lycan los escogió como hijos. Pienso que deberían ser devueltos
y ejecutados. ¡Perros asquerosos! ¡Todos vosotros!
Impresionado, Hyungsik sintió sus palabras como un golpe
a su estomago. “Perro”, era el peor insulto que podrían decirle a un lobo. Era
la comparación de un animal azotado cuya función es obedecer a su amo. Un
estúpido sin poder, sin dignidad y ningún sentido.
Pero no eran las palabras que había dicho, sino el
sincero odio que apoyaba a aquellas palabras, que cortaban en lo más profundo
del alma.
Minwoo era igual a los demás que odiaban a su especie y
eso era por lo que los lobos hacían todo lo posible por evitar otras ramas de su
clase. Ahora entendía por que de todas las clases diferentes de Weres que
vivían bajo el techo de los Ha, ninguno de ellos eran lobos.
Asegurándose de mantener tranquila su voz, Hyungsik dio
un paso adelante.
—Para que conste, hay una diferencia muy grande entre un
perro y un lobo. La principal es que nosotros no somos menos que otros. Nunca.
Minwoo se quedó helado al recordar la presencia de Hyungsik.
Se congeló en los brazos de Donghyun sintiendo el pesar rasgar a través de él.
¿Cómo había podido olvidar que estaba ahí?
MinWoo me parece que la c...ste y muy feo, tendrías que haber personalizado el insulto. Ahora si que Huyngsik no se va a acercar al bar por largo tiempo
ResponderEliminarTT____TT
ResponderEliminarOsea ...nada de compañeros de diferentes especies (?)
Ahhh~
Y dale con Tae~ pobe tiguesito(?)
Ahhhh
Noooooo
Le dijo perro! Perro!
Que malo eres Minwoo!!!
minwoo esta bien que estes asustado por tu atracion hacia el lobo pero no te pases
ResponderEliminarWooooo
ResponderEliminarPrácticamente...en su cara
Tengo una ligera sospecha de que justo esa acciòn,sea la causa de que Sik se niegue a despertar o se negaba a despertar cuando lo hirieron en la batalla donde mataron a su hermana y Kevin lo lleva con los osos.
Si es así...ahora lo comprendo