Sapphire Wolf (T4)-8




Mi amor. —Kangin acarició el rostro de Leeteuk mientras trataba de despertarlo—. Tenemos que
prepararnos.

Todos los demás ya se habían levantado y comenzado a prepararse para el viaje que cada uno tenía por delante. Kangin había dejado dormir a Leeteuk diez minutos extra, sabiendo que las emociones iban a ser intensas hoy. Iba a ser agotador.

Para su sorpresa, su compañero odia-mañanas se sentó repentinamente. Lo miró, su cabello un desastre de dormir. En lugar de una sonrisa vio el duro destello de la determinación en sus ojos.

—Sé que quieres saltar y salir corriendo por la puerta, Angel, pero no podemos ayudar a Hee o Siwon
si no cuidamos de nosotros mismos. Así que una ducha rápida, después comida. ¿De acuerdo?

—Dime que vamos a arreglar esto, Kangin. Sé que me lo dijiste anoche, pero he dormido desde
entonces. Así que por favor dime que lo encontraremos y que recuperaremos los recuerdos de él.

Kangin se puso de pie y caminó al otro lado de la cama. Tomando su mano, tiró de él para colocarlo
delante. Inclinó su barbilla de modo que estuviera mirando a los ojos que podría mirar por el resto
de la eternidad.

—Te doy mi palabra. Haré lo imposible por traer a Hee de vuelta con nosotros y restablecer a Siwon.
Ellos son tanto mi familia como la tuya y son de la manada. Protejo lo que es mío. Y aunque no soy Alfa, soy el príncipe de los Suju de Corea. Siwon y Hee son míos. ¿Está claro?

Teukkie miró a la hermosa cara de su compañero. Podía sentir el amor, la preocupación, la inflexible determinación, y la firmeza concentrados en hacer exactamente lo que dijo que haría.

—Está claro. Confío en ti.

Kangin lo atrajo hacia él, envolviéndola con sus brazos. Una mano la sostenía firmemente por la parte baja de su espalda y la otra acariciaba su nuca. Cuando sus labios se encontraron con los suyos, el mundo y todas las preocupaciones, pena, lucha y dolor se esfumaron.

Eran sólo él y Kangin. Envolvió los brazos alrededor de su cuello, pasando los dedos a través de su
cabello. Presionó su cuerpo más cerca del suyo y fue recompensado con un gruñido bajo. Después de
varios minutos, Kangin se retiró, sus labios húmedos de su beso. Sonrió cuando se dio cuenta que
estaba tan falto de respiración como él.

—Podría besarte todos los días, durante todo el día, y nunca tendría suficiente. —Aunque él había
detenido el beso, no había aflojado su abrazo.

—Estás de suerte. —Sonrió con picardía.

—¿Y eso por qué, Angel?

Teukkie se puso de puntillas y presionó su boca en la oreja de Kangin. Sintió su cuerpo tensarse.         

—Porque planeo dejar que me beses, a menudo y principalmente en la boca —le dijo con un suave
soplo de aire contra su oreja y cuello.

Teukkie comenzó a reír cuando Kangin gruñó ante sus palabras. Le encantaba que aún pudiera sacudir su jaula, adoraba tenerlo de puntillas.

«Gracias», susurró Teukkie en la mente de él.

«¿Por qué?» Kangin sinceramente no sabía por qué podía estar agradeciéndole.

«Por darme eso. Por continuar mostrándome cariño y amor, incluso con todo esto ocurriendo».

—Leeteuk, mírame. —Las palabras de Kangin fueron amables pero todavía una orden.

Hizo lo que le dijo.

—Tú siempre vas primero. Siempre. Y no eres sólo tú el que necesita sentirse amado, querido, y
necesitado. Somos lobos, el amor, el contacto, es esencial para nosotros. —Kangin besó su frente
y lo liberó—. Ve a ducharte. Me encontraré contigo abajo para el desayuno.

—Espera. —Teukkie se dio cuenta de que Kangin no llevaba la ropa con la que se había ido a dormir.
Llevaba un par de pantalones cargo verdes y una camiseta negra de manga larga—. ¿Dónde
conseguiste esa ropa y dónde puedo conseguir algo? —Necesitaba muchísimo salir de su conjunto
cubierto de hollín.

—El dueño fue por la gente del pueblo y consiguió que donaran ropa. Debe haber algo en el baño al
final del pasillo. Puede que no se ajuste perfectamente pero al menos está limpia.

—No me importa si son harapos o cachemira. Sólo necesito salir de estas ropas. —Levantó la vista
hacia él y sonrió—. Gracias, hombre lobo. Te veo en un rato.

Kangin le guiñó un ojo mientras salía de la habitación.


Teukkie llamó a la puerta del cuarto de baño. Sólo había uno en toda la posada y lo estaba
compartiendo con el resto de la manada.          

—Ya casi termino. —Era una familiar voz.

—Donghae, soy Teukkie. Abre.

La puerta se abrió sólo lo suficiente para que Donghae sacara la cabeza. Teukkie sintió el vapor de
la ducha caliente acariciar su cara cuando se arremolinó más allá de él.

—¿Estás solo?

Teukkie puso los ojos en blanco.

—Sí, sanador, soy sólo yo. Ahora, déjame entrar.

Donghae abrió más la puerta mientras resoplaba.

—Bueno, podías haber tenido a tu lobo contigo. No quería abrir la puerta así… —Donghae hizo un
movimiento de arriba abajo con la mano indicando su cuerpo vestido con una toalla—… y estar
como “oh, hola Kangin, ¿cómo te va, Kangin? Sólo estoy aquí parado en mi toalla pasando el rato y
haciendo mis cosas, Kangin”.

Teukkie cerró la puerta tras él y sacudió la cabeza hacia Donghae.

—Eres un pequeño gitano perturbado.

Teukkie miró alrededor, viendo rápidamente la ducha en la pared frente a la puerta. Era un sencillo
cuadrado embaldosado con un desagüe en el suelo. Una cortina de ducha azul colgaba a través de ella. Al lado de la ducha había una pequeña mesa que tenía ropa y toallas. Teukkie no pudo evitar la sonrisa que se expandió por su cara cuando comenzó a desvestirse.

Donghae le ofreció una débil sonrisa.

—Lo siento. Sólo estoy de mal humor. Estoy recibiendo vibraciones extrañas y…

—¿Qué quieres decir con vibraciones extrañas? ¿De Hee? ¿El   bosque? ¿Sobre Siwi? —interrumpió
Teukkie.

Donghae paró de cepillarse el cabello a mitad de camino. Se dio la vuelta del viejo espejo para mirar a su mejor amigo.

—¿Has acabado? ¿Vas a dejarme terminar ahora?

Teukkie levantó las manos en señal de rendición.

—Oh, hombre. Lo siento. Estoy peligrosamente cerca del furgón de los locos, ¿verdad?

—Definitivamente creo que deberías dar un par de pasos atrás. Es demasiado pronto para saltar a ese
furgón. Te aseguro que te daré el completo visto bueno cuando sea el momento.

Teukkie sonrió.

—Bien. Entonces, ¿qué estabas diciendo?

—No sé realmente cómo describirlo. Creo que Hee está a salvo, pero al mismo tiempo algo está mal.
Tendré que ver cómo está actuando Siwon, eso me ayudará a saber acerca de Hee. No se da cuenta que a pesar de que no lo recuerda, aún está conectada a él. Ellos se afectan mutuamente, lo sepan o no.

Teukkie se metió en la ducha. Donghae soltó una risa cuando escuchó a Teukkie gemir.

—Oh. Dios. Mío. Esto se siente divino. Casi tan bueno que podría ser malo, pero es tan bueno que no
te importa si es malo. ¿Me sigues?

Donghae tenía una sonrisa que se extendía por su cara y sus ojos arrugados mientras  respondía:

—Sí, joven príncipe lobo, te sigo. Así que, de todos modos, como iba diciendo, otra vibración que estoy recibiendo es de cierto lobo…

—Oh, hermano. ¿Estamos preparándonos para tener algunos momentos Hee?

—Sin duda un momento Hee. Él no es una opción, para nada, completamente fuera del menú. Pero
sigue sonriéndome y guiñándome el ojo. Quiero decir… Vamos. ¿Cuánto se supone que es capaz de
soportar?

—Déjame adivinar. —Teukkie habló por encima del ruido del agua de la ducha—. ¿El nombre de dicho lobo fuera-del-menú comienza por H y termina Jae?   

Donghae puso los ojos en blanco.

—¿El nombre del lobo es…?

—Sí, sí, mierda —interrumpió Donghae—. Es nuestro amable camarero del barrio. Quiero decir, ¿me
imaginas presentándoselo a mis padres? Hola mamá y papá, este es Hyukjae, es un hombre lobo y
camarero. Así que básicamente podría comerme para el almuerzo y luego servirse a sí mismo una
buena cerveza fría para tragarme mejor.

Teukkie se estaba carcajeando fuertemente cuando cerró la ducha y abrió la cortina. Agarró una toalla
y comenzó a secarse.

—Muy bueno.

—Estoy hablando en serio, Teukkie —gimoteó Donghae—. Está empezando a llegar a mí y no tengo
tiempo para cuidar un corazón roto.

—Donghae, respira profundamente, déjalo salir lentamente. —Teukkie esperó hasta que su amigo
cumplió mientras continuaba vistiéndose.—. Ahora, no nos estresemos acerca del pequeño asunto
del CHL, ¿de acuerdo?

—¿CHL? —El ceño de Donghae se frunció.

—Sí, el Camarero-Hombre-Lobo.  —Teukkie sonrió, obviamente complacido consigo mismo.

—¿Qué pasa contigo y Hee y los acrónimos? Juro que tienen un cuaderno lleno de ellos.

—Si lo tenemos, nunca lo sabrás. —Teukkie le guiñó un ojo a su moreno amigo.

Donghae miró a Teukkie de arriba abajo y luego sonrió.

—Dominas totalmente todo el estilo “me di un baño de hollín en  un incendio y ahora tengo que llevar ropa de una talla demasiado grande en colores que me arruinan por completo”.

Teukkie abrió la puerta del baño y apresuró a Donghae a salir.

—Bueno, gracias, Thelma. Aprecio el apoyo.

—Cuando quieras, Louise. Para eso estoy aquí, para indicar cuándo logras un buen aspecto, o fallas
en el intento.

—Bajemos a comer, idiota —dijo Teukkie, sacudiendo la cabeza hacia Donghae y tirando de él.

Cuando los dos chicos llegaron abajo vieron que la mayoría de la manada ya había comido y estaba
empezando a dispersarse, algunos dirigiéndose a ayudar al dueño de la posada a limpiar y otros
ocupándose de cosas que Junjin les había asignado.

Su grupo estaba todo reunido alrededor de la chimenea en la gran sala de reunión. Kangin caminó
hacia Teukkie y le tendió un plato de huevos y tocino. Y para sorpresa de Donghae, y disgusto parcial
mezclado con alegría, Hyukjae le tendió a él un plato de lo mismo.

Ambos jóvenes tomaron asiento en el sofá que los chicos habían desocupado cuando ellos llegaron.

—Muy amable de su parte unirse a nosotros, jovencitos. —Junjin se dirigió a ellos con un tono firme,
pero sus ojos contenían diversión.

—En América, J, hay esta cosa llamada llegar elegantemente tarde. Verás, es mi trabajo como tu nuero, introducirte en todas estas costumbres. —Teukkie le sonrió.

Junjin soltó una risa.

—Oh. Bien, entonces, ¿supongo que debo agradecerte en lugar de reprenderte?

—Ahora lo estás pillando.

Todos aquellos alrededor de la habitación se rieron con la broma, pero se callaron cuando Junjin se
levantó.

—Tan pronto como todos terminen de comer saldrán en sus direcciones separadas. Hyesung y yo,
así como la mayor parte del resto de la manada nos quedaremos aquí. Este será el cuartel general, a
falta de un término mejor. Kangin, Teukkie, Zhoumi, y Yunho tomarán el vehículo que queda y se
dirigirán de vuelta a la mansión. Una vez allí, Yunho se pondrá en contacto con el historiador de la
manada y él debería al menos ser capaz de señalarles una dirección general de dónde empezar a
buscar. —Junjin hizo una pausa y pareció reunir sus pensamientos. Todo el mundo esperó en silencio, el fuego chasqueando y estallando mientras la madera se quemaba, y el viento afuera soplando contra las ventanas.

Finalmente miró a Donghae.

—Tú, Hongki, Hyukjae y Siwon se dirigirán afuera a pie.

Los ojos de Donghae se abrieron ampliamente ante esta declaración.

—¿A pie? ¿En el frío y la nieve? —chilló.

—Yo podría sacrificar un poco de calor corporal por ti si lo necesitas — bromeó Hyukjae y guiñó un
ojo. Le dio un gran placer hacerla sonrojar.

—Hyukjae. —La voz de Junjin fue una advertencia aunque no había calor verdadero  detrás  de 
ellas—.  Ahora  bien,  he  reunido  todas  las  cosas  que necesitarán para encargarse de este tiempo.
Tendrán un poco de ayuda a lo largo del camino, aunque no deberían buscarla. Simplemente dejen
que vaya a ustedes.

Se oyó un gruñido cuando Teukkie se lanzó a sí mismo hacia atrás en el sofá dramáticamente.

—J, me estás matando. Primero, tienen la oportunidad de conocer al Hada, ¿y ahora consiguen ir
a una excursión digna del Señor de los Anillos a través de la montaña? ¿Y aún así todo lo que yo
consigo es a un tipo viejo y papel quebradizo?

—Sólo recuerda que todo es por Hee y Siwon. —Donghae palmeó la pierna de su mejor amigo.

—Esa es tu única salvación. De lo contrario me estaría invitando a mí mismo a su pequeña aventura.

Dos horas, varias discusiones, y montones de quejidos mientras la manada se separaba más tarde,
Teukkie, Kangin, Yunho y Zhoumi estaban una vez más en un Hummer viajando por la larga
carretera montañosa de vuelta hacia la mansion de los Lobos Suju Coreanos. Mientras tanto,
Donghae, Hongki, Hyukjae y Siwon habían comenzado su arduo viaje a pie.

—¿Crees que lo tenemos todo? —preguntó Donghae a Hongki mientras se adentraban en el bosque
de los Alpes Transilvanos. Estaban caminando en fila india con Hongki a la cabeza, luego Donghae,
Hyukjae y Siwon en la retaguardia.

—Si no lo tenemos, lo único que nos dejamos fue un inodoro.

—En serio —añadió Hyukjae—, tenía que haber sido Hyesung quien empacara para nosotros.
Ningún macho habría pensado en todas las cosas que tenemos empaquetadas en estas bolsas que
estamos cargando sobre nuestras espaldas.

Teukkie había sugerido llevar un caballo o un burro, pero Junjin dijo que incluso si pudieran encontrar uno sería simplemente una boca más que alimentar. Así que, sin un caballo/burro de carga, los cuatro estaban en camino.

Todos se quedaron en silencio mientras caminaban. El crujido de la nieve bajo sus botas, y el ocasional pájaro o animal correteando eran los únicos sonidos.



Siwon estaba perdido en sus pensamientos. Después de que Heechul lo hubiera bloqueado, y había
tenido algún tiempo para calmarse, había ido a Junjin.

Le hizo saber que Heechul dijo que las personas que la habían rescatado eran Yesung y Ryeowook:
un Alfa y su compañero que se creía que habían muerto hace tres siglos. Junjin estaba sorprendido,
pero no completamente conmocionado. Le había dicho a Siwon que a la luz de las circunstancias de
Hee, ir a ver a Dam era el mejor curso de acción para Donghae.

Cuando se había despertado esta mañana supo que algo iba mal. No podía sentirla en absoluto. No
era como cuando Heechul había bloqueado su mente; incluso entonces aún podía sentirla pero ahora
no había nada.

Había decidido que tal vez estaba inconsciente, y aunque odiaba la idea, era un pensamiento mejor
que otras posibilidades. No se lo había mencionado a nadie porque no se imaginaba que hubiera algo
que se pudiera hacer acerca de ello. Cuanto más tiempo pasaba sin su presencia más débil comenzaba
a sentirse, y la oscuridad arrastrándose en su mente y alma se intensificaba. Ahora estaba pensando
que tal vez habría sido una buena idea mencionárselo a Junjin. Si iba a peor, decidió, hablaría con
Donghae y Hongki.


Lee Hongki no podía creer dónde estaba, o lo que estaba haciendo. Si alguien hubiera venido a él un
año antes y dicho: “Oye, el año que viene estarás en Corea haciendo senderismo a través del bosque
en busca de un hada”, le habría dicho que dejara de esnifar aquellos bolígrafos permanentes. Pero
aquí estaba, en Corea, haciendo senderismo en el frío glacial buscando un hada.

Había sabido que las Fae existían en el pasado. A Hongki le gustaba conservar al menos un poco de su historia y la historia de otros seres sobrenaturales. Sin embargo, no había sido tan diligente en los
últimos años y no sabía que las Fae eran aún una parte de este mundo. Era increíble.

No había duda de que lamentaba lo que le había hecho a Teukkie, pero al mismo tiempo estaba tan
contento de que estuviera aquí, capaz de ayudar a su propia especie.


Donghae estaba intentando concentrarse en dónde plantaba su pie en la nieve para evitar tropezar,
pero su mente continuaba preguntándose por el lobo demasiado-caliente-para-su-propio-bien
caminando detrás de él. No entendía el dolor en su interior cuando lo miraba. Lo que podía entender
era su atracción por él: era jodidamente lamible. Donghae sonrió ante las palabras que había escuchado a Hee usar tantas veces antes. Hee, ahí es donde su mente debería estar. Y lo estaba, pero también estaba en Hyukjae.

¿Ves, Hee? Te necesito, pensó Donghae. Tú me dirías que me recompusiera, y si ocurre que soy
manoseado en el proceso, entonces qué suerte la mía. Donghae dejó salir una carcajada ante eso.
Era exactamente lo que diría Hee. Donghae echó los hombros hacia atrás y se irguió un poco más.

Lo que sea que estuviera pasando o no entre él y Hyukjae aún estaría ahí una vez que Hee estuviera a
salvo en casa.

Junjin lo había enviado para encontrar respuestas acerca de cómo ayudar a Hee. Lo había apartado a
un lado antes de que se fueran y le había explicado todo acerca de Hee y Ryeowook y su compañero.
Él sentía firmemente que Dambi tendría respuestas y sería capaz de ayudarles. La respuesta de él
fue:

—¿Y si no las tiene?

Junjin había fruncido el ceño ante su pregunta, luego una traviesa sonrisa se había dibujado en su
atractivo rostro mientras le decía:

—Si te hace pasar un mal rato, lo cual tienes que esperar, simplemente pregúntale si podría por favor
al menos asegurarse de que el polvo de hadas golpee sus traseros, junto con la puerta, cuando salgan.

—¿Cómo te va por ahí, ojos marrones? —Donghae fue sacado de sus pensamientos por el sonido de
la profunda y juguetona voz detrás.

Hongki había parado unos metros más adelante y estaba tomando un trago de agua. Donghae se dio la
vuelta para mirar a Hyukjae. Deseó poder decir que su corazón no tartamudeó cuando él sonrió y le
guiñó un ojo, pero sería un mentiroso.

Donghae era muchas cosas: cobarde, tímido, torpe, pero no un mentiroso. Así que, sí, su corazón
tartamudeó y sus palmas estaban tan sudorosas como un cerdo.

—Estoy bien. Bueno, en realidad sólo estoy intentando con mucho esfuerzo no caerme de culo. —
Donghae se puso una mano sobre la boca justo cuando la palabra “culo” se le escapó. Sabía que su
cara se estaba volviendo rojo brillante por el calor ardiendo en ella—. Lo siento, eh, Hee me ha
contagiado. Bueno, esa es la excusa que estoy usando de todos modos.

Hyukjae soltó una risa.

—Bueno, no intentes evitar caerte sobre ese precioso trasero por mí. Haré mi misión asegurarme de
que sea yo donde aterrizas. —La sonrisa de Hyukjae era preciosa y tan enorme que un hoyuelo
apareció en su mejilla derecha. Donghae tuvo que reírse ante su coqueteo y arrogancia.

—¿Funciona esa línea con todos? —bromeó en respuesta mientras se daba la vuelta para continuar
siguiendo a Hongki ahora moviéndose.

—No lo sé, no me importa. Sólo hay un joven con el que me importa que funcione. —La cabeza de
Donghae se giró con voluntad propia ante el sonido de la voz de Hyukjae. Toda la picardía se había
ido, la arrogante sonrisa sólo un recuerdo. Sus ojos se posaron en un dominante Canis lupis que
había encontrado su presa. La respiración de Donghae se aceleró como si se diera cuenta de lo serio
que estaba. Hyukjae lo empujó amablemente hacia delante pero no dijo nada más.


Hyukjae vio cómo Donghae se daba la vuelta en la dirección en la que estaban yendo. Sus palabras
obviamente habían dado en el blanco. No había tenido la intención de asustarlo pero su lobo estaba
empujándolo a dejar  perfectamente claro que estaba reclamándolo. Hyukjae estaba de acuerdo con
su lobo, pero no entendía cómo era posible cuando Donghae era cien por ciento humano.

Lo observó mientras sus ojos vagaban por el paisaje de su tierra natal, las preguntas llenándolos. Él
sonrió cuando un conejo se escabulló a través de su camino, luego jadeó cuando un halcón agarró a
la criatura con sus garras, precipitándose hacia arriba en el frío aire quebradizo. Y cuando Donghae
se dio la vuelta para mirarlo con ojos brillantes, la tristeza de ver a un pequeño inocente tomado en
el círculo de la vida, supo que podría derribar montañas para quitar esa tristeza de su cara. Humano
o no, Donghae era suyo.




4 comentarios:

  1. Final con de declaración de propiedad. Mi EUNHAEDEPENDENCIA goza de una etapa de felicidad infinita.
    Pobre Siwi siente que hay algo mal en Hee y no lo expresa, esperemos que pronto vaya aclarandose el panorama

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  2. Tukkie y Hae pueden darse por perdidos!
    Hee los corrompió (?) del todo!
    Jajajajaja
    Hae~ humano o no, es gitano(?)
    Y debe tener un perro...digo lobo con él!!!
    Asdgfa
    Dónde esta Hee!??!!

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  3. siempre que leo algo que incluya a hae y mi lindo monito soy feliz como lombriz y mas si viene acompañado con yewook mas

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  4. siempre que leo algo que incluya a hae y mi lindo monito soy feliz como lombriz y mas si viene acompañado con yewook mas

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...