Último Deseo- Capítulo 14



Hyukjae sentía las furiosas emociones de Donghae pulsando a través de la Luceria. Estaba emocionado y temeroso, lleno de esperanza y negación. No era ningún tonto. Sabía que las probabilidades de sobrevivir de Eunhae eran pocas, no sólo porque tantos niños como él habían muerto a las pocas horas de su nacimiento, sino también porque si se presentaba el más mínimo signo de tendencia Saesang, estaría enjaulado o muerto.

Sus dedos le temblaban entre los suyos, y eso trajo el instinto de protección que había creído muerto hace mucho tiempo. Una cosa era saber que su trabajo consistía en mantener seguro a alguien, pero otra muy distinta era querer hacerlo. Ese deseo se había ido hace tanto tiempo, que era difícil de mantener bajo control.

No tenía ni idea de lo que le estaba pasando, ya sea que sus propias emociones se estuvieran restaurando, o si simplemente estaba tomando prestadas las de Donghae, pero cual fuera el caso, le resultaba difícil recordar su deber más allá de lo que a Donghae le importaba.


Había un potencial nido de cría de demonios no muy lejos de aquí. Ahí es donde debería haber ido, pero él no pudo controlar las ganas de hacerlo feliz, de darle la oportunidad de ver al niño que había salvado con su perspicacia.

Si Donghae no se hubiera dado cuenta de que el sol parecía alejar la mancha Saesang existente dentro de Eunhae, lo más probable es que niño ya estuviese muerto. Parecía justo dejar que lo visitara y viera con sus propios ojos cómo le iba.

Hyukjae llamó a la puerta y ésta se abrió para revelar a un hombre joven. Estaba bien afeitado, vestido con una camisa bien almidonada y una corbata floja, como si acabara de llegar del trabajo.

—¿Sí?

—Soy Lee Hyukjae. Él es Lee Donghae.

El rostro del hombre se iluminó con reconocimiento.

—Os estábamos esperando. Entren.

Dio un paso atrás para dejarles espacio y que pasaran.

—Soy Will, y esta es mi esposa, Dana.

Dana se levantó del sofá. Era joven, bonita, y llevaba puesta una sudadera arrugada y una camiseta manchada. El cansancio colgaba sobre ella, pero también tenía un aire de felicidad. Ella les ofreció una sonrisa cansada.

—Nos alegra que hayáis venido. Esperad. Iré a traer a Eunhae. Estoy segura de que estará despierto ahora.

—No lo despiertes si no lo está —dijo Donghae—. No quiero molestarlo.

Sus dedos se apretaron alrededor de Hyukjae, y él trató de enviar consuelo a través del vínculo. No sabía exactamente cómo hacerlo, o si tan siquiera era capaz de esas cosas, pero tenía que intentarlo.

Con cada minuto que pasaba, la ira crecía dentro de él. No era tan malo como lo había sido antes de su reunión con Kevin, pero sentía a Donghae arrastrarse dentro de él, inflamándose con el paso del tiempo. Por ahora era capaz de pensar claramente y ofrecer a Donghae lo que necesitaba, aunque no estaba seguro de cuánto tiempo más podría hacerlo hasta que en todo lo que pudiera pensar fuera en buscar algo para matar.

Sus días estaban contados. No quería pasar los últimos luchando contra la rabia, cuando podría pasarlos tratando de ayudar a Donghae a ver que su mundo no era tan malo. Que pertenecía a él.

—Estamos muy contentos de que Shindong decidiera permitirnos conservar a Eunhae. Ha traído tanta alegría a nuestras vidas —dijo Will.

—¿Así que no hay señales de que algo esté mal? —preguntó Donghae.

Will dudó.

—Él es... diferente a la mayoría de los niños. Como le dije a Hyukjae, está creciendo rápidamente. Come mucho, y parece que prefiere la carne a otros alimentos.

—Carne —preguntó Donghae—. Es muy joven para estar comiendo carne.

Dana entró en la sala de estar. Un niño caminaba junto a ella, tambaleándose sobre sus pies.

La sorpresa de Donghae golpeó a través del vínculo, y una fracción de segundo más tarde, su cuerpo comenzó a tambalearse. Lo agarró por la cintura y lo atrajo hacia sí para mantenerlo en pie.

—Él es tan grande —susurró Donghae—. ¿Cómo es esto posible?

—Por favor —dijo Dana—. Ten cuidado con lo que dices. Él es inteligente y recoge las emociones de los demás con demasiada facilidad. Si estás molesto, vas a incomodarlo.

—Lo siento. Solo estaba sorprendido.

Eunhae se les quedó mirando con sus brillantes ojos azules. Hyukjae creyó ver algunas manchas negras revoloteando a través de los iris de Eunhae, pero no podía estar seguro sin mirar más de cerca.

—¿Te has asegurado de exponerlo a la luz del sol lo suficiente? —preguntó Hyukjae.

—Sí. Tal como dijo Shindong. A Eunhae le gusta, por lo que jugamos mucho afuera. Will nos ha construido un invernadero para que pudiéramos salir en el invierno, también.

Donghae miró a Dana, y luego a Eunhae. La expresión de su rostro era de asombro y ternura.

—¿Puedo cogerlo? —preguntó.

—Eso depende de Eunhae —Dana se arrodilló y le preguntó al niño—. ¿Quieres ir con el joven Donghae?

Eunhae miró a Donghae, y luego a su madre adoptiva. Él asintió con la cabeza.

Donghae dio un paso adelante, fuera de los brazos de Hyukjae. A él no le gustó que lo hubiera dejado, y tuvo que luchar contra una oleada de irritación irracional.

Donghae abrió los brazos a Eunhae, esperando ver qué haría.

Él se tambaleó hasta su abrazo, y Donghae lo cargó, sonriendo mientras lo abrazaba fuerte. Una expresión de anhelo consumió sus facciones, apenas oculta por la alegría que irradiaba de él.

—Has llegado a ser tan grande. Te he echado mucho de menos.

Eunhae se empujó hacia atrás y lo miró sombrío mientras estudiaba su rostro. Sus manos regordetas le dieron unas palmaditas en las mejillas, luego señaló a los ojos, y entonces a los suyos.

—Él se acuerda de ti —dijo Dana.

—Por supuesto que no. Era demasiado pequeño.

—No, él te está diciendo que te ha visto antes. Nos llevó un tiempo comprender sus señas con las manos, pero ahora lo hacemos muy bien.

—¿Te acuerdas de mí, Eunhae?

Los ojos de Donghae se agrandaron y se tambaleó sobre sus pies. Hyukjae corrió hacia adelante y los rodeó a ambos con los brazos para que no se cayera con el niño.

—Él... —Donghae se tambaleaba sobre sus talones, la sorpresa palideciendo su piel.

—Está bien —dijo Will—. Es parte de cómo se comunica. No tengas miedo.

—¿Qué hizo? —exigió Hyukjae, luchando por mantener la voz controlada.

—Vi un destello de la noche en que nació. Vi mi propia cara iluminada por el sol.

Dana asintió y tiró de Eunhae fuera del abrazo de Donghae, como si estuviera preocupada por su seguridad.

—Es lo que vio esa noche. Te dije que te recuerda. Parece recordar todo.

—¿Ha mostrado algún signo de que es peligroso? —preguntó Hyukjae.

Un segundo más tarde, la mente se le llenó con una imagen de él con el ceño fruncido, por encima de Donghae mientras éste sostenía al recién nacido Eunhae. Él había amenazado con matar al niño, pensando que era un demonio, pero Donghae lo había detenido.

Aquella noche, Hyukjae había sido el único peligroso. Ahora se daba cuenta de lo que tenía que haberle parecido a Eunhae, tan pequeño e indefenso. El miedo que debió tener.

—Es un buen chico —dijo Dana—. Es diferente, pero no malvado. Lo estamos llevando por el bien.

—Sé que lo hacéis —dijo Donghae. Luego miró a Eunhae—. Siempre supe que eras un buen chico desde el momento en que te vi. Vamos a estar orgullosos de ti.

A Hyukjae no le gustaba. El niño era un riesgo, o por lo menos uno desconocido. No podía permitir que Donghae se quedara aquí. Caía la noche, y ya no era seguro. Para cualquiera de ellos.

—Tenemos que irnos ahora. Está oscureciendo, y todavía tenemos trabajo que hacer.

Donghae asintió con la cabeza y se inclinó para besar a Eunhae en la mejilla. Señaló a sus ojos, y luego a los de él.

—Te veré pronto.

Salieron de la modesta casa y volvieron a salir al frío. Donghae se abrazó a sí mismo, y Hyukjae pudo sentir una tristeza melancólica irradiando de él. Quería borrarla, pero no había nada que pudiera hacer.

Una vez que estuvieron en el coche, Donghae le dijo:

—Gracias. Por traerme aquí. Es bueno saber que él está bien.

—Te hizo sentir triste.

Donghae estuvo silencioso, mientras salían del camino de entrada y regresaba a la carretera.

—Me hizo desear haber sido capaz de quedármelo. Me he perdido tanto en tan poco tiempo. Él ya está caminando. A este ritmo, estará hablando en cualquier momento. Odio no ser parte de eso, ¿sabes?

—Él te recuerda.

Donghae sonrió, sacudiendo la cabeza.

—Lo hace. Es difícil de creer, pero lo hace.

—Y recordará esta visita, también.

—Así como yo —Donghae miró por la ventanilla lateral, apoyando la cabeza contra el cristal—. No voy a dejar que Shindong me impida volver a verlo. No voy a dejar que el niño piense que no quiero ser parte de su vida.

—¿Incluso si es peligroso? No tenemos idea de lo que llegará a ser, o incluso de qué es capaz ahora.

—No me importa. Entiendo que Shindong no quiera correr el riesgo de tenerlo dentro de la SM, pero no tiene nada que decir sobre los riesgos que yo tomo por mi cuenta.

—¿Y yo qué? ¿No tengo nada que decir? —le preguntó, a sabiendas de que era una estupidez incluso esperar tales cosas.

Se volvió hacia él.

—¿Crees que es malo? —le preguntó.

—El mal no es lo que eres, sino lo que haces —tenía que ser así, o Hyukjae era un gran hipócrita por no haberse matado a sí mismo hace mucho tiempo, como él hacía con otras criaturas sin alma—. Siempre y cuando sus acciones sean buenas, entonces merece vivir.

Donghae dejó escapar un profundo suspiro.

—Él nunca va a encajar en ningún lugar, ¿verdad? Los seres humanos sabrán que no es normal, y tu gente lo rechazará debido a quién era su padre.

—Nuestra gente. Sigues olvidando que eres uno de nosotros.

—Soy como Eunhae, ¿sabes? Los dos estamos jodidos a causa de quién es nuestro padre. Él y yo vamos a tener que permanecer juntos.

Hyukjae se tragó el comentario de que él no estaba jodido, ya que aún no había aceptado su destino. Si Eunhae lo hacía sentir mejor, entonces que pensara lo que quisiera.

—¿Cómo vas a ser parte de su vida y recuperar tu antigua vida, al mismo tiempo?

—No lo sé, pero voy a encontrar una manera. Soy inteligente. Eunhae evidentemente también es inteligente. Vamos a hacer que funcione.

Al igual que él, Donghae lo quería todo. No tenía el corazón para decirle que no era posible. No podría vivir una vida humana con Eunhae, más de lo que él podría insuflar nueva vida a su alma y ser el hombre que Donghae se merecía. Ambos estaban engañándose a sí mismos, y tarde o temprano, ambos iban a tener que elegir entre lo que querían y lo que era correcto.

Estaba bastante seguro de que sabía cómo terminaría para ambos. Sólo deseaba poder vivir lo suficiente para verlo aceptar el lugar que le correspondía.



Hyungsik odiaba correr riesgos de este tipo con Minwoo. Su pareja no tenía idea de lo precioso que era. Y hasta hoy, él tampoco tenía idea de lo fácil que era que le manipularan.

Sin embargo, no podía estar enojado con él. Estaba haciendo lo que pensaba que era correcto. No podía culparlo por eso, o él moriría como un hipócrita.

Hizo exactamente como Minwoo dijo, canalizar la energía a un conjunto específico de runas grabadas en el lateral de la Piedra Centinela. Esta comenzó a brillar con un fuego azul, y una línea brillante de luz hizo erupción, ensanchándose a medida que él mantenía el enfoque en las runas.

—Continúa así —dijo Minwoo—. Sólo un segundo más —entonces lanzó su amuleto, y la nota adjunta dentro de la luz y dio un paso atrás—. Ahí. Déjalo ir.

Hyungsik lo hizo. Liberó el poder, dejando que fluyera de nuevo hacia sí mismo. Esperando que la puerta de entrada se cerrara, pero en cambio, se mantuvo abierta unos escasos quince centímetros.

Y entonces comenzó a ampliarse.

El miedo se apoderó de él, y agarró a Minwoo, poniéndolo detrás de él. Sabía lo peligrosas que eran las entradas, y aun así había dejado que permaneciera de pie junto a él mientras que lo hacía, arriesgando su vida como un idiota.

Se centró en las runas y trató de canalizar el poder en ellas.

—Ve a buscar ayuda —ordenó—. No puedo detenerlo.

Y no había manera de saber lo que podría venir a través de ella. Si Minwoo estaba en lo cierto, entonces ese lugar, esa Temprocia, era rústica, pero no terriblemente hostil. Pero si estaba equivocado, o había accedido mal a las runas, entonces no había manera de saber lo que pronto entraría en sus dominios.

Los esfuerzos de Hyungsik no parecían estar haciendo ningún bien. La apertura seguía ampliándose.

Dejó de perder el poder tratando de cerrarla y se preparó para el ataque. Momentos más tarde, varios Suju salieron corriendo del edificio principal, las espadas desenvainadas.

—Minwoo dijo que había problemas —dijo Zhoumi, que se colocó a su lado, la espada en mano.

—Tal vez. No puedo cerrar la entrada. No sé lo que puede atravesarla.

—Vamos a estar preparados para ello —dijo Zhoumi, irradiando confianza.

La voz airada de Shindong sonó detrás de él.

—¿Qué coño estás haciendo?

—No es culpa suya —dijo Minwoo—. Fue idea mía.

—¿Sí? Bueno, la próxima vez que tengas una idea, ignórala.

Hyungsik apenas controló la ira que estalló dentro de él.

—No le hables de esa manera. Fue decisión mía participar. Estamos tratando de salvar la vida de Grace.

—¿Provocando un ataque de otro mundo? Gran idea —dijo Shindong.

Había un agudo chillido, algún tipo de sonido chirriante, y un momento después apareció una figura dentro de la luz. Todo lo que podía ver era una silueta, pero parecía ser humana, y estaba sola.

La figura dio un paso adelante, y la luz se apagó, dejando al descubierto a una mujer de edad indeterminada. Estaba envuelta en capas espesas de piel, cuero y tela áspera, todo en colores apagados y naturales. El color y el movimiento de sus ojos le recordaron las ondas del viento de una tormenta. Los ojos también revelaban su origen. Esta mujer era Athanasian.

Ella se quedó inmóvil, evaluando al grupo de personas que se habían reunido. Tan pronto como su mirada se posó en Minwoo, arqueó los labios en una sonrisa de alivio. Ella abrió los brazos y Minwoo se adelantó antes de que nadie pudiera detenerlo, abrazando a la mujer.

Hyungsik se movió un paso más cerca para protegerlo, sin saber si debía tirar de Minwoo a distancia o confiar en sus instintos.

Minwoo se volvió y le ofreció una sonrisa llorosa.

—Ella es Sungha, la mujer que me crió.

Sungha cubrió la cara de Minwoo con sus manos.

—¿Estás bien, niño?

Minwoo asintió con la cabeza.

—Perfectamente. Todo salió bien, tal como dijiste que pasaría.

—Así que ¿te acuerdas? —la voz de la mujer era suave y melódica, casi hipnotizante.

—Algunas cosas. Hyungsik me ayudó a restaurar lo que había perdido. Más de mi pasado vuelve a mí en pedazos, pero me acuerdo de ti. Necesitamos tu ayuda.

Sungha abrió la mano, y en ella estaba el amuleto de Minwoo y el papel arrugado en el que había escrito la nota.

—No debo quedarme mucho tiempo. El tiempo fluye más rápidamente en Temprocia, y cada momento que estoy lejos, uno de mi pueblo está en peligro.

Shindong dio un paso adelante.

—Soy Shindong, el líder de este lugar y estas personas.

—Entonces tú me llevarás a Grace —su tono era imperial, exigiendo la obediencia que le correspondía debido a su posición.

—Primero dime quién eres —dijo Shindong.

El poder parecía irradiar fuera de ella, haciéndola parecer más alta de lo que realmente era.

—Soy una sanadora. Eso es todo lo que necesitas saber.

—No, no lo es.

—Déjala ayudar —dijo Hyungsik—. Esta puede ser la única oportunidad de Grace.

La boca de Shindong se torció por la frustración, pero al final, asintió con la cabeza.

—Voy contigo.

—Bien. Puedes ser de utilidad —dijo Sungha.

—Hyungsik y Minwoo vienen con nosotros. El resto se queda aquí. Aseguraros de que nada más viene detrás de ella.

—Me ocuparé de ello —dijo Zhoumi.

Los cuatro se apresuraron a la habitación donde estaba Grace, apenas con vida. Ho estaba a un lado de la cama, pero mientras ellos entraban, se puso de pie, con la mano en la espada.

—¿Quién es?

—Mi madre —dijo Minwoo—. Está aquí para ver a Grace.

—No tu madre, niño. Solo Minha tiene ese honor. Yo simplemente tomé lo que ella sacrificó voluntariamente.

—No lo entiendo. 

—Te entregó a mí para que pudiera regresar a su mundo antes de que Trot se enterara de su desobediencia. Pero esa es otra historia para cuando haya más tiempo.

Trot de Athanasian gobernaba con autoridad absoluta. Era un hijo de puta megalómano por todo lo que contaban, y el único responsable de la muerte por inanición que sufría el pueblo de Hyungsik. Trot fue quien ordenó cerrar la puerta, cortando la fuente de sangre que los Zea necesitaban para sobrevivir, así como el que dictó la maldición como castigo a los hijos que se atrevieron a desafiarlo. Si esta mujer trabajaba contra Trot, entonces era más amiga que enemiga.

Sungha se acercó a la cama, Ho la observaba como si fuera una serpiente venenosa.

—¿Reclamas a esta mujer agonizante?

—Lo hago. Si la lastimas, me aseguraré de que lo lamentes.

Sungha le dio un guiño de satisfacción y apoyó la mano de largos dedos en la frente pálida de Grace. Ella cerró los ojos durante un momento, y cuando los abrió, no había más que un atisbo de sorpresa en su mirada.

—¿Ella hizo esto por ti?

Ho tragó saliva y asintió, la vergüenza quemaba en sus mejillas.

—¿Puedes ayudarla? —preguntó Minwoo.

—Tal vez. Si vive lo suficiente. El tiempo que le queda se puede medir en los latidos del corazón.

La voz de Ho estuvo llena de demanda:

—Entonces haz algo. Ahora. Antes de que sea demasiado tarde.

—No puedo. Por lo menos no aquí. Llevará más de una noche hacer lo que debe hacerse, y Trot se enterará de que estoy aquí una vez que el sol se levante.

—¿A quién le importa una mierda lo que ese imbécil sabe? —casi gritó Ho.

—A ti cuando él envíe a sus Guardianes aquí para eliminarme.

—Sí —dijo Minwoo—. Definitivamente no quieres meterte con esos tipos.

—Tiene razón —dijo Hyungsik—. Uno de ellos casi nos mató.

—Entonces, ¿qué podemos hacer? —preguntó Ho—. No puedes irte.

—Puedo y lo haré —dijo Sungha—. Si me voy con Grace depende de ti.

—¿Yo? —preguntó Ho.

—Lo que me pides es peligroso. Podría matarme.

—Tal como puedo hacer yo —advirtió Ho.

Shindong tomó el brazo de Ho y en voz baja dijo:

—Las amenazas no son exactamente muy útiles aquí. Qué tal si intentas un poco de respeto hacia una mujer que es probablemente más poderosa que todos nosotros juntos.

La mandíbula de Ho se tensó y escupió:

—¿Qué quieres que haga?

—¿Qué estás dispuesto a hacer?

—Cualquier cosa —dijo Ho demasiado rápido. Había algo en la manera que él dijo esto que molestó a Hyungsik, haciéndole preguntarse si su Marca de Vida todavía estaba sana como lo había estado hace unas semanas.

Sungha sonrió, pero no hubo calor allí, sólo satisfacción.

—Bueno. Quítate la camisa y arrodíllate.

Ho hizo lo que le pedía, cayendo de rodillas delante de la mujer.

—Voy a marcarte, y cuando lo haga, seré capaz de convocarte en cualquier momento y desde cualquier lugar. Comprometerás a mí tu espada y lealtad, jurando defenderme a mí y a mi pueblo en la batalla, aun a costa de tu propia vida. ¿Lo juras?

—Si —dijo Ho sin dudarlo.

Sungha puso la mano sobre su hombro. Ho siseó de dolor. Ella no le dejó retroceder, manteniéndolo en el lugar, forzando a mantener el contacto durante varios segundos. Cuando apartó la mano, había una marca de color rojo con la forma de una luna creciente.

—Eres mío ahora.

—Lo que sea —dijo Ho—. Sólo salva a Grace. Por favor.

—Lo intentaré. Tráela.

Hyungsik habló:

—No puedo desconectar las máquinas. Ella no puede respirar por sí misma.

Sungha miró Ho.

—Él va a respirar por ella.

—Antes de irte —dijo Hyungsik—. Hay algo que necesito saber. ¿Hay más parejas como Minwoo?

Los ojos plateados de Sungha se oscurecieron por el dolor.

—Las hay. Almas preciosas ocultas, perdidas en un mundo extraño.

—¿Cómo puedo encontrarlas?

Ella sacudió la cabeza, haciendo que su largo cabello plateado oscilara sobre sus caderas.

—No lo sé. Las despojé de su pasado y las envíe con los seres humanos para protegerlas. Podrías encontrarlas o no en tu camino.

—¿Diste a cada una un amuleto como el mío? —preguntó Minwoo.

—Los hijos de Hyuna y Leesam vinieron antes que tú —dijo Sungha, una tristeza pesada tirando de su boca—. No les di nada, ni siquiera sus nombres. Eso me angustió, así que cuando te envíe, lo hice con tu nombre, con la esperanza de que te diera un poco de consuelo saber que eras lo suficiente amado como para tener la más básica de las posesiones.

Minwoo aferró el brazo de Hyungsik, y pudo oír la velocidad de su pulso.

—Los recuerdo. Jugué con ellos cuando era pequeño.

—¿Tal vez puedas encontrarlos y ver que están seguros? Me gustaría mucho saber que están bien.

—Los vamos a encontrar —dijo Hyungsik.

Shindong dijo:

—Y si envías a más de tu pueblo a través de la Piedra Centinela, ellos vendrán a nosotros, estarán seguros detrás de nuestras paredes. Los protegeremos como a los nuestros.

Sungha asintió majestuosamente en gratitud.

Heechul se precipitó en la habitación, con la cara roja y su pecho jadeando por el esfuerzo. Miró a Sungha y se congeló.

—¿Es verdad? ¿Eres una sanadora?

—Lo soy.

—Tiene que venir a ver a mi hermano. Él la necesita.

—Tengo que irme. No hay más tiempo.

—Por favor. ¿Podría ver a mi hermano? Los Zea han tratado de ayudarlo, pero...

Sungha miró a Heechul, desde la suela de sus botas de combate a la parte superior de su cabeza, que estaba varios centímetros por encima de Sungha.

—¿Eres un guerrero?

—Toco mierda cuando llega la oportunidad. ¿Supone esto alguna diferencia?

—¿Reclamas a tu hermano?

Heechul frunció el ceño, mirando alrededor de la sala en busca de orientación.

—¿Reclamarlo?

—¿Es tuyo? ¿Está bajo tu poder?

—Sí. Me ocupo de ello.

Sungha miró a Shindong.

—¿Qué mal le ocurre a ese hombre?

Hyungsik habló antes de que Shindong pudiera.

—Henry fue secuestrado cuando tenía ocho años. Fue alimentado con sangre Saesang durante diez años. Se hizo violento. Ninguno de nosotros ha sido capaz de filtrar la mancha de su sangre.

—¿Lo has intentado? —preguntó Sungha.

—Muchos de nosotros lo hemos hecho. Estuvo con ellos durante mucho tiempo. Eso… lo cambió.

Heechul cerró los ojos en agonía.

—Debería haber escuchado a Wook. Debí haberlo encontrado antes de que fuera demasiado tarde.

Sungha miró a Shindong.

—Voy a llevarme a ese niño.

Shindong parecía contar en silencio antes de responder, como si tratara de controlar el mal genio.

—¿Estás preguntando o afirmando?

—Lo estoy ratificando. Tráelo a la puerta.

—¿Tienes que llevártelo? —preguntó Heechul—. Es tan frágil.

—Entonces no va a sobrevivir a lo que debo hacer para limpiarlo. Tal vez no debería molestarme.

—No —se apresuró a decir Heechul—. No quise decir eso. Él es fuerte. Pero su mente está turbada. Estoy preocupado de que vaya a alguna parte sin mí.

—No tengo tiempo para esto. Me voy ahora, con o sin tu hermano.

—Con él. Por favor. Cueste lo que cueste.

Sungha estudió a Heechul durante un largo rato.

—Quítate la camisa y arrodíllate.


16 comentarios:

  1. SungHa deja re reclamar Sujus nos vas a dejar sin muchachos.
    Henry se puede curar!!!!! dios quiera que eso pase lo mismo que para Grace, aunque Ho me da miedo.
    EunHae si que crece rápidamente, se acuerda de Hae y de Hyuk (justo no con los mejores recuerdos)

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  2. me encantoooo!! omo Sungha es de temer! me gusta su actitud, y porque anda reclamando a los sujus? ok entiendo, pero Siwon no se pondra feliz.. espero que pueda curar a Henry!
    muchas gracias por el mp!
    saludos

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  3. OMG Shitttt, esto va de miedo, diablos que bien que hay una respuesta, para ellos solo espero que aguanten lo suficiente y nuestro hermoso Hae y Hyuk, espero que puedan estar juntos se lo merecen diablos se aman tanto y no se lo dicen por miedo, sufren por esa causa que tontos somos los humanos a veces sufrimos por amor y por callar. Gracias por el MP

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  4. ah!! llega a curar y se los lleva!!
    ahhh que dira siwon de que heechul por curar a henry de su juramento a sungha?!!
    ah siepre m kedo con ganas de mas con intriga y con muchas preguntas...
    hyukjae debes sanr tu alma quitate ese anillo y unete con hae!!
    eunhae es bueno verdad? no morira, odia a hyukie?
    ahh
    esperare el otro capitulo con ansias
    bye unnie :)

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    1. te cuento que aún no losé...en el libro que sigue no sale nada de él, no sé si en el que sale este año salga

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  5. Eunhae ya casi camina? Como si tuviera 1 año wooo q rápido, esa mujer solo a ido a conseguir guerreros! Jeje ojala y d verdad grave y henry se puedan salvar... Hyuk tienes q proteger a hae!

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  6. EunHae!!!!! Auuuu!! Cosita bella! Ya me lo imaginó >..<!
    SungHa reclama sujus por montón! A ese paso reclamará a media SM XD Jujuu~~ Mas parejas para los ZeA!! Y...y...Henry!! Se va a curar cierto? T.T y regresará sin esa cosa fea en su sangre, aaah! ya muero por saber que mas sigue!!
    Espero la próxima actualización lo mas tranquila que pueda!
    Nos leemos pronto!! Saludos!!

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  7. me imagine a eunhae con hae y vi una imagen hermosa de un niño con razgos de hyuk y hae y creeme que era hermoso. pero entonces en que se va a convertir una vez que deje de crecer, como dijo su madre adoptiva ellos lo estan llevando por buen camino, sera bueno o abra algo que lo hara balancearse hacia el otro lado. yo creo que si hae lo sigue ayudando sera alguien bueno.
    ahora si hyuk siente algo que él penso estaba muerto deberia darle una oportunidad a esos sentimientos.

    y sungha, ayuda a los suju, cada vez se hacen menos y los demonios mas, no, no eso no debe pasar.

    unni gracias por eñ mp hasta el proximo.

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  8. ame este capitulo que sera eunhae era hermoso ese niño que sus padres adoptivos lo cuiden bien y hae no quiere separarse de eunhae quiere hacer una vida junto con el que sungha ayude a henry y a grace para que los salve
    enviame mp cuando actualizes

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  9. ohhhhhh........ que capítulo intenso .....la primera parte con ese encuentro de hae y hyuk con eunhae fue hermoso, y después la aparición de sungha que llega para ayudar a grace y henry fue muy impresionante, marcará también a hee?? que será de toda esta situación ??
    gracias por el mp
    saludos y cuídate

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  10. Donghae tienes más ganas de unirse a Hyuk,hyuk tambien,pero a el lo detiene el no querer atar a hae a su alma,que se supone esta muerta. Yesung deberia de ayudar a Hyuk y decirle lo que paso cuando se quito el anillo y se unio a wook,pero bueno,esto ahora no se puede.
    EunHae quiere a Hae,pero a hyuk seguro le tiene temor,al parecer no vio la amenaza de que hyuk queria matarlo,pero si vio la expresion que este tenia.

    Bah.......tan bonita forma de ayudar tienen estos....llevandose promesas y juramentos¬¬

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  11. Omo omo me encanto eunhae ya casi camina que lindo momento paso hae con eunhae se acuerda de el y a mi monito hermoso no le agrada mucho asi que henry se puede curar y hee va ser todo para que sea asi espero que no vaya a tener problemas con siwon
    Gracias YOTA por el MP nos leemos en la siguiente actualisacion te cuidas mucho kiss kiss
    Att Eidenelf

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  12. Sungha eso no le gustara a Siwooon... Hee es de el xDD
    con que eunhae recuerda todoo >< me recuerda a la niña de Bella, Ness?? (crepusculo) lol ... ya quieroo saber más!!! como reaccionara Henry >o<

    Nos vemos!~

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  13. rosaliehale:
    Por dios esta mujer esta reclamando a medio mundo, va a dejar a la SM sin centinelas, pero ya enserio, ojala y ella cure tanto a Grace como a Henry ya que en la SM no hay nadie que pueda hacerlo. Pero yo pienso que el que deberia hacerse responsable de Henry es Zhoumi no Heechul, o me equivoco??.
    Ya quiero que Hae termine de entender que ya na no es un humano normal, jamas lo fue, ni siquiera antes de ser secuestrado, porque desde que nacio su destino era ser lo que es ahora, siempre ha sido la pareja destinada de un suju (Hyuk).
    Muchas gracias por el mp =)

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  14. Oh mi dios!!
    Es algo extraño lo de EunHae ahh pero la escena se me hizo tierna XDD
    Hey como quisiera más sobre la raza ZE:A :3
    No se porque siento que hay algo malo en los reclamos de la tipa :O
    Reclama a Hanry y luego a Hee y entonces que pasa con Siwon
    Oh dios y cuando se entere Wook que pasara....
    Gracias por el aviso.
    Un saludo, que estes bien :D

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  15. Oh dios!!
    Es algo raro lo de EunHae, pero fue tierna la escena.
    Me encantaría leer más sobre los ZE:A
    Es un alivio que lograran traer una sanadora, pero hay algo en ella
    que me hace dudar, con esos reclamos,
    que pasara con Siwon y Wook cuando se enteren...?!!
    Gracias por el aviso.
    Un saludo, que estés bien :D

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...