Youngwoon
tenía razón. La decisión de Jungmo de vengarse y asumir las consecuencias era
inamovible. Además estaba enfadado con Jungsoo, convencido de que le había
ocultado a propósito la parte más importante de la situación, y no lo creyó
cuando le dijo que no sabía nada al respecto. Aquello no fue de ninguna ayuda para
hacerlo entrar en razón y le proporcionó una excusa para ignorar todo lo que Jungsoo
tuviera que decirle.
Se había
burlado cuando él había argumentado que Youngwoon era parte inocente en todo
aquello y que sería él quien acabaría saliendo perjudicado. Jungmo había dicho
que los hombres no se tomaban el compromiso del matrimonio tan en serio como
las parejas, que muchos ni siquiera se molestaban en ocultar sus infidelidades,
y los rumores que corrían respaldaban aquella suposición.
-Tendrá
amantes que le satisfagan y al joven más hermoso de toda Inglaterra como esposo,
para ser la envidia de todos -le dijo Jungmo-. Así que, ¿por qué no iba a salir
él ganando con esto? No es que quiera casarse con otro, o bien se lo habría
pedido y nada de esto habría sucedido.
Aquel
argumento había puesto el dedo en la llaga, aunque no fuera de forma
intencionada.
No
obstante, servía una vez más para recordar a Jungsoo lo ilusorias que habían
sido sus esperanzas. De todas formas, las dejó de lado, como el resto de sus
esperanzas truncadas.
-Va a
hacer de su vida un infierno. ¿Querría usted pasar el resto de su vida al lado
de Heechul?
-Yo no. Yo
lo encerraría y lo dejaría salir únicamente durante las vacaciones, y tal vez
ni siquiera entonces. Yo haría de su vida un infierno, créame, y lo haría sin
el menor remordimiento, sabiendo que se lo merece. Espero, de todo corazón, que
Kim Youngwoon sea lo bastante inteligente para hacerlo. Así que, váyase a casa,
Jungsoo. Le agradezco que haya acudido en mi ayuda, pero ahora está perdiendo
el tiempo.
Volver
abajo y tener que confirmarle la negativa a Youngwoon fue la cosa más dura que Jungsoo
había hecho en su vida. Aquella era su última esperanza y ahora todo estaba
perdido.
Pero no
parecía que Youngwoon esperara un resultado distinto, pues su rostro no se
inmutó; aunque era imposible imaginárselo aún más abatido. Sin embargo, lo tomó
en sus brazos para agradecerle que lo hubiera intentado. Y aquellos breves
instantes fueron como el cielo y el infierno para Jungsoo, saboreando el
abrazo, pero sabiendo que con toda probabilidad aquella sería la última vez que
estuvieran tan cerca.
Youngwoon
y Siwon cabalgaron junto al carruaje, acompañándolos a casa a petición de sus
tíos. Jungsoo no supo que Siwon se hallaba en la casa con Youngwoon hasta que
montó en el carruaje y se pusieron en camino. Fue entonces cuando lo oyó hablar
fuera, quejándose de un molesto dolor de cabeza.
El viaje
de regreso le pareció mucho más rápido. Jungsoo se metió en la cama antes del
amanecer, aunque faltaba menos de una hora para que aparecieran los primeros
rayos de sol. Había conseguido contener el llanto hasta entonces, pero en
cuanto apoyó la cabeza en la almohada, todas las emociones de aquella última
semana volvieron a apoderarse de él, sabiendo que probablemente Youngwoon
estaría casado antes de que ella despertara.
Levantarse
por la tarde y saber que el matrimonio de Youngwoon se había consumado por la
mañana no fue tan doloroso como esperaba. Aquello lo sorprendió. Creía que
estaría destrozado. Pero, después de
pensarlo un rato, se dio cuenta de que le daba lo mismo que se hubiera casado o
no. Como lo amaba, sufría por él, pero si Heechul no existiera, Youngwoon
tampoco podría ser suyo.
Para Jungsoo,
el peor momento había tenido lugar durante la semana, cuando el abuelo de Youngwoon
lo había advertido de cuáles eran, sus verdaderos sentimientos hacia él. Hasta
entonces, Jungsoo abrigaba una mínima esperanza de que si Youngwoon no se veía
obligado a casarse con Heechul, lo haría tal vez con él. Pero eso no había
sucedido, al menos no por los motivos adecuados. No sería nunca más que un amigo
para él; y menudo amigo, puesto que no había asistido a su boda.
Ahora le
enojaba habérsela perdido. Junjin le había dicho que aquel día Youngwoon iba a
necesitar a sus amigos más que nunca. Y no pudo evitar recordar lo abatido que
estaba la noche anterior, justo antes de que lo abrazara.
Esperaba
que al menos sus tíos hubieran asistido a la boda. Los habían invitado a los
tres. Pero, considerando la hora a la que se habían ido a dormir, era probable
que también a ellos se les hubieran pegado las sábanas. Era una lástima que Youngwoon
no hubiera podido hacer lo mismo. Jungsoo tenía la certeza de que le habría
gustado hacerlo. Pero seguro que alguien lo habría despertado. Era el día de su
boda, después de todo.
Al bajar,
un poco más tarde, comprobó que al menos uno de sus tíos estaba levantado y a
punto de ir a buscarlo, o al menos eso le sugirió Hyesung cuando dijo:
-¡Ah!
¿Estás levantado? No estaba seguro.
-Sí.
¿Habéis ido a la boda?
-Dios mío,
no. Necesitábamos dormir. Pero no me cabe la menor duda de que nos enteraremos
de todo a lo largo de este mes o en los meses próximos. Ahora mismo tienes una
visita en el salón.
Jungsoo no
estaba seguro de por qué intuía que se trataba de Heechul, tal vez porque había
sido el último en ir a visitarlo. Aunque, ¿el día de su boda? Querría
restregárselo. No, olvidaba lo que Youngwoon le había dicho anoche, que Heechul
había cambiado de opinión y ya no deseaba casarse con él. Jungsoo no terminaba
de creérselo. ¿Cómo podía alguien no querer casarse con un hombre que poseía
todas las cualidades deseables en un esposo? Pero Heechul tenía otras
prioridades y Youngwoon no las satisfacía. Entonces, habría ido para quejarse y
lamentarse del destino que le había tocado en suerte, un destino por el cual Jungsoo
habría dado cualquier cosa. No iba a tolerárselo, esta vez no. Tampoco iba a
fingir amistad, algo que no había existido desde el principio, sobre todo desde
que se había enterado de cómo le había mentido, lo había manipulado e incluso se había propuesto
hundirlo de forma deliberada. Jungsoo decidió que se limitaría a pedirle que se
fuera por donde había venido.
Resuelta a
hacerlo, se llevó un buen chasco cuando se encontró con que era Jungmo quien lo
estaba esperando en el salón. Incluso se ruborizó al reparar en los mezquinos
pensamientos que había tenido sobre Heechul. Sin embargo, ver que Jungmo
también estaba un poco violento lo tranquilizó.
No era
difícil adivinar el motivo de su azoramiento. Quizá querría explicarle por qué
se había negado a ayudar a Youngwoon; ahora debía de sentirse culpable por no
haberlo hecho. Después de todo no era malo, pero no estaba dispuesto a dejar
pasar aquella oportunidad única de tomarse la revancha con alguien que en su
opinión tanto se lo merecía. Aunque ahora ya nada importaba, porque era
demasiado tarde.
-He venido
a disculparme -empezó a decir Jungmo.
-No es
necesario.
-Sí, lo
es. Sabía que no sería capaz de hacer lo que dije anoche. Debería habérselo
dicho, o al menos insinuarle que tenía mis dudas, para que usted no se hubiera
marchado pensando lo peor de mí.
-¿De qué
está hablando? Jungmo suspiró.
-Solo
quería paladear, al menos durante unas horas, la sensación de tener en mis
manos el poder de hacer infeliz a Heechul. Y solo quería que él lo supiera,
durante un breve período de tiempo. Necesita saber que tarde o temprano tendrá
que rendir cuentas por sus horribles actos y esta era una oportunidad para
demostrárselo.
-¿Durante
un breve período de tiempo?
-Sí, tenía
la intención de visitar Raccoon Glade hoy, en mi viaje, de regreso a Londres,
para hacerle saber a Youngwoon que no está obligado a casarse con él, al menos no
para salvar la reputación de Heechul. Difundir rumores sobre la comprometedora
situación de la que fui testigo casual no me haría distinto de él. Heechul si
sería capaz de perjudicar a otros solo para obtener lo que quiere, y el día en
que empiece a comportarme así será el día en que espero que alguien me encierre
y tire la llave.
Jungsoo
sonrió. Se habría reído de buena gana, pero consiguió contener aquel impulso.
No quería que Jungmo supiera cuánto se alegraba por Youngwoon.
-Entonces,
¿ya se lo ha dicho a Youngwoon?
-Bueno, no
-dijo Jungmo-. Esperaba que usted me acompañara. Sospecho que estará enojado
conmigo por hacerle creer, incluso aunque solo fuera por un día, que tendría
que casarse con ese brujo.
Fue como
si el suelo hubiese desaparecido bajo sus pies y se lo hubiera tragado. Así de
duro fue el golpe para Jungsoo, sobre todo después del alivio que había sentido
momentáneamente.
-No sabía
usted que la boda era esta mañana, ¿verdad? -preguntó Jungsoo de forma casi
automática.
La palidez
de Jungmo fue respuesta suficiente, pero dijo:
-¿Cómo ha
podido ser tan pronto? ¡Hacen falta tres semanas como mínimo para obtener la
licencia!
-A menos
que se obtenga una especial y, por lo visto, lord Eric la tenía desde hace ya
tiempo. Debido a su avanzada edad, no quería perder ni un solo día en cuanto Youngwoon
se decidiera. Es comprensible que quisiera conocer a un par de nietos antes de
pasar a mejor vida. Pero, en este caso, las prisas también pretendían impedir
un escándalo. Después de todo, ellos no sabían que usted no diría nada de lo
que vio.
-Dios mío,
si hubiera sabido que había tanta prisa... Confieso que incluso pensé en
mantener la boca cerrada durante al menos una semana, pero me pareció un tiempo
excesivo para permitir que Youngwoon siguiera creyendo que tenía que casarse
con Heechul. No pensé que unas cuantas horas fueran a importar, después de todo
íbamos a pasarlas casi todas en la cama. Oh, Dios mío. No voy a poder
perdonármelo nunca.
En otras
circunstancias, Jungsoo habría intentado aliviar el malestar de Jungmo, un
impulso natural en ella, pero por primera vez no fue capaz siquiera de
intentarlo. No era la vida de Heechul la que estaba arruinada, pensara él lo
que pensase, por el hecho de que Jungmo hubiera guardado silencio. Iba a ser Youngwoon
quien tendría que sufrir las consecuencias de todo aquello.
-Tal vez
no sea demasiado tarde -añadió Jungmo, aferrándose a un clavo ardiendo.
-Están
casados. Es demasiado tarde, lo mire como lo mire.
-Sí, pero
aún hay otra forma de deshacer un matrimonio, siempre que no se hayan ido
directamente a la cama para consumarlo, y ¿por qué iban a hacerlo si ni
siquiera se gustan? Podrían obtener la anulación, lo cual sin duda es mucho más
aceptable que un divorcio.
Jungsoo no
conseguía verlo como una opción.
-¿Basada
en qué?
Jungmo
agitó la mano con impaciencia.
-¿Cómo voy
yo a saberlo? Pero estoy seguro de que podrá sugerirse algo. Tal vez los padres
de Heechul no hayan hablado con nadie sobre qué les ha parecido que renovaran
el compromiso. En ese caso, pueden decir que se oponen y que se casó sin su
permiso.
-¿Siendo
ellos los que estaban decididos a que se casaran? -le recordó Jungsoo.
-Jungsoo,
no me está ayudando con su escepticismo - se quejó Jungmo-. Al menos, tenernos
que hacerles saber que hay una opción y antes de que consumen nada, puesto que
eso descartaría esa opción de manera automática.
¿Nosotros?
Jungsoo no entendía cómo se había metido en aquel embrollo. Jungmo olvidaba que
Heechul había dicho a todo el mundo lo mucho que sus padres deseaban aquel
matrimonio, hasta el punto de no respetar sus sentimientos. Tampoco quería ser él
quien le dijera a Youngwoon que ahora tendría que vivir con Heechul solo porque
a ninguno de ellos se le había ocurrido informar a Jungmo del día de la boda,
cuando ambos podían habérselo mencionado anoche.
***
La fiesta
aún no había terminado, aunque algunos de los invitados ya estaban marchándose.
Ese fue el motivo de que la llegada de Jungsoo y Jungmo pasara inadvertida. Sin
embargo, hubo alguien que sí los vio llegar.
Choi Siwon,
muy apuesto aquel día con su traje de
etiqueta, estaba apoyado en el marco de la puerta del salón, donde se hallaban
reunidos la mayor parte de los invitados que quedaban, mirando casualmente
hacia el recibidor porque acababa de despedirse del grupo que se disponía a
partir. Tenía un vaso en la mano y los ojos algo enrojecidos, ya fuera por la
falta de sueño o por alguna copa de más; probablemente se apoyaba en el marco
de la puerta porque eso lo ayudaba a mantenerse en pie.
-Sé que a
algunas parejas les gusta llegar tarde, para que todos les vean llegar, por así
decirlo, pero esto es un poco exagerado, ¿no?
Su
observación, dicha en voz alta para que la oyeran desde el recibidor, les subió
los colores a las dos. Ni Jungmo con su ropa de viaje ni Jungsoo con un
sencillo traje y el abrigo que llevaba en sus caminatas iban vestidos de modo
adecuado para una boda, lo cual ya les incomodaba lo suficiente. Habían
preferido ganar tiempo en lugar de vestirse para la ocasión. Por lo tanto,
llamar la atención no era precisamente lo que más deseaban.
Jungsoo se
apresuró a reducir las distancias con el futuro duque para que él no tuviera
que volver a hablarles a gritos.
-Si no le
importa, no estamos aquí por la celebración, si es que puede llamarse así, sino
para intentar ofrecer una solución que tal vez permita anular este indeseado
evento. Yo creo que es una pérdida de tiempo, pero Jungmo está desesperado por
enmendar su error. Por eso estamos aquí, y no necesitamos llamar la atención,
muchas gracias.
Jungsoo
había hablado entre susurros, pero el tono era de franca reprimenda. Ante
aquello, Siwon sonrió burlón y dijo:
-Oh, me
encantan las adivinanzas. ¿Cuántas oportunidades tengo de adivinar lo que usted
quiere decir con eso?
Jungsoo lo
dejó por imposible, pues sin duda estaba bastante ebrio.
-Siguen
aquí, ¿verdad? ¿Aún no se han ido de viaje?
-Si se
refiere a los novios, claro que siguen aquí, como almas en pena. Lo último que
sé es que Heechul estaba en su habitación haciendo pucheros, y creo que Youngwoon
se ha atrincherado cerca del coñac. Si se casa hoy, está decidido a no
acordarse de nada.
Jungsoo
pensó que iba a ser Siwon quien no se acordaría de nada, y frunciendo el ceño,
preguntó:
-¿A qué se
refiere con eso de «si se casa»?
-Caramba,
pues que la ceremonia aún no se ha celebrado -respondió Siwon con naturalidad.
Jungsoo
volvió a sentir un profundo alivio, pero esta vez se refrenó. No quería
exponerse a otra decepción si estaba malinterpretando lo que acababa de oír.
-¿De veras
que aún no se han casado?
Siwon le
sonrió.
-No, de
veras que no.
Jungsoo le
devolvió la sonrisa, dejándose invadir ahora por el alivio, y se trataba de una
sensación sumamente embriagadora. Era lo último que esperaba sentir allí, y la
confusión no tardó en apoderarse de él.
-¿Y por
qué no? -le preguntó-. Creía que todos estaban de acuerdo en que cualquier
aplazamiento sería perjudicial para la reputación de Heechul.
-Desde
luego que lo sería, pero, dadas las circunstancias, esto no es un auténtico
aplazamiento. Por lo que intuyo, y no
estaba para presenciarlo, sépalo usted, Youngwoon ha dicho que Eric se enojado
mucho esta mañana al enterarse de que Jungmo no estaba dispuesto a mantener la
boca cerrada. Por eso me ha sorprendido que haya tenido una oportuna recaída
justo cuando empezaba la ceremonia esta mañana. Me parece muy acertado, si
quiere mi opinión. Han tenido que llevarlo arriba y llamar al médico.
Jungsoo
frunció el ceño.
-¿Oportuna?
¿Está usted seguro de que no ha empeorado?
Siwon se
rió.
-Bueno,
teniendo en cuenta que Youngwoon se ha ido de la lengua y me ha explicado que
sus abuelos habían estado discutiendo sobre a cuál de los dos correspondía el
honor de tener un colapso, sí, estoy seguro por completo.
-Oh
-respondió Jungsoo.
Le costaba
un poco creer que el estimado lord Eric pudiera estar de acuerdo con un ardid como
aquel y aún más que se prestara a ponerlo en práctica en persona.
Viendo la
duda en su rostro, Siwon añadió:
-No es más
que una táctica para retrasar las cosas y no durará mucho. Pero, por lo visto, Eric
piensa que si puede hablar con Jungmo podrá hacerle entrar en razón. Y, si no
es así, piensa sacar a colación unos cuantos favores que le debe su padre para
que sea él quien entre en razón. Ha enviado a alguien a Manchester para que
vaya a buscarlo, ahora que al fin se conoce su paradero. Qué bien que usted lo
haya traído.
Por
fortuna, Jungmo seguía en la entrada y no oyó nada de aquello.
-No lo he
traído yo. Ha sido él quien casi me ha traído a rastras a mí. Le atormentaba pensar que era demasiado tarde
para arreglar este embrollo e iba a sugerir una anulación.
-¿Demasiado
tarde? Anoche tuve la impresión de que estaba decidido a vengarse de Heechul. ¿Qué la ha hecho cambiar de
opinión?
-Solo
estaba decidido a que Heechul lo creyera durante un poco más de tiempo.
-No es muy
amable por su parte, considerando que Youngwoon también era víctima de su
venganza.
-Estoy de
acuerdo, pero lo comprendo, ahora que conozco un poco mejor los motivos que lo
han inducido a despreciar tanto a Heechul. Y desde el principio tenía la
intención de venir aquí hoy para asegurar que mantendría la boca cerrada. Pero
nadie se había molestado en decirle que la boda iba a celebrarse esta mañana. Hacía
sus cálculos en virtud de lo que acostumbra tardar en concederse la licencia,
por lo que pensó que tenía tiempo de sobra para impedir la boda.
Siwon
meneó la cabeza asombrado.
-Caramba,
la impresión que te haces de las personas te da a veces una patada en el cu...
bueno, los dientes, ¿verdad?
Jungsoo se
aclaró la garganta, pero aun así no pudo evitar sonreírle cuando respondió:
-Desde
luego, últimamente yo he perdido unos cuantos dientes.
Aquello
hizo que Siwon estallara en carcajadas. Por desgracia, el ruido fue muy
inapropiado en aquella atmósfera de velatorio que reinaba en la casa. Después
de todo, los invitados estaban pendientes de conocer la gravedad del colapso de
Eric, por lo que reírse, en aquellas circunstancias, llamaba de inmediato la
atención.
Siwon,
ebrio como estaba, no se dio cuenta, pero Jungsoo se ruborizó hasta las orejas
cuando todos los ojos del salón se posaron en él, censurándolo con severidad.
Se colocó a toda prisa junto a la pared, fuera del alcance de aquellas miradas.
Tuvo ganas
de darle a Siwon un puntapié por haberlo llevado a mostrarse frívolo, tanto
como para recurrir a su antigua costumbre de intentar hacerlo reír. Pero cambió
de opinión. Hacía mucho tiempo que no le apetecía hacer reír a nadie. En
realidad, haber recuperado aquella sensación era un verdadero alivio. Indicaba
que al fin estaba empezando a salir del pozo...
***
Las risas
del recibidor captaron la atención de Youngwoon. En otras circunstancias no se
habría molestado en averiguar la causa, pero esperaba una distracción, aunque
fuera pequeña. En aquel momento, cualquier cosa habría sido preferible a estar
esperando a que comenzara su boda, o al menos a estar fingiendo que lo hacía,
aun sabiendo que no empezaría, al menos no hoy.
Eric no
tenía ninguna intención de «recobrarse» hasta poder hablar con Kim Jungmo.
Había mantenido desde el principio que eso bastaría, pero, si no era así,
estaba decidido a coaccionar a su padre para que usara su autoridad con él y lo
obligara a mantener la boca cerrada. Aunque, para ambas cosas, había que
encontrar al joven, y eso no había sucedido hasta ahora.
Youngwoon
no se hacía ilusiones, porque, por una parte, todo el mundo decía que el padre
de Jungmo era un individuo poco dado a cooperar y, por otra, el joven estaba
decidido a no ceder. Eric confiaba demasiado en el poder que le confería su
posición para obrar milagros.
Youngwoon
era más realista y sabía que Jungmo solo tenía que contárselo a una persona,
únicamente a una, para que el rumor empezara a propagarse.
Cualquier
demora era bien recibida, aun cuando la causa fuera una patraña con la cual él
no estaba lo que se dice de acuerdo; aunque lo cierto es que no le habían
pedido su opinión. Sus abuelos, una vez
más, estaban tornando decisiones por él. Uno de aquellos días iba a dejar de
lado su intención de no herir los sentimientos de Junjin y le diría a las
claras que dejara de entrometerse en su vida.
El
problema era que Junjin seguía viéndolo como un muchacho cuando ya no lo
era. Y, queriendo a Junjin como lo quería,
su impulso era proteger sus sentimientos, no herirlo. Pero con Eric no tenía
ese impulso. Y cada vez que el viejo le «ayudaba», él se incomodaba muchísimo.
Y aquella no era la primera vez que Eric había hecho algo que obligaba a Youngwoon
a estarle agradecido.
Eric no
había puesto ninguna objeción cuando Youngwoon había roto su primer compromiso,
a diferencia de Junjin. Y Eric le había dicho con total franqueza, después de
que empezara todo aquel embrollo, que si optaba por no casarse con Heechul, él
respaldaría su decisión y haría todo lo que estuviera en sus manos para que
aquello no causara la ruina del joven. El hecho de que Eric no pudiera
garantizar que el joven saldría indemne fue la única razón que impidió a Youngwoon
aceptar esa opción, por mucho que le atrajera.
Sin
embargo, la gratitud que continuamente le imponía no cambiaba los sentimientos
de Youngwoon hacia su abuelo inglés. El hecho de que el anciano se estuviera
comportando ahora como un verdadero abuelo no excusaba su ausencia durante los
primeros veintiún años de su vida. En todo aquel tiempo, Youngwoon no le había
importado lo suficiente como para hacer el esfuerzo de conocerlo. Y ahora él tampoco iba a hacer el esfuerzo de
abrirle su corazón.
Youngwoon
dejó la copa de coñac y se dirigió al recibidor. Pretendía, beber hasta perder
el sentido, pero, por alguna razón, el coñac no le hacía ningún efecto.
Demasiadas emociones contradictorias, supuso. De repente, se alegró de seguir
sobrio al ver que Jungsoo estaba allí con Siwon. Ahora comprendía las risas de
su amigo. Jungsoo.
Jungsoo y
su don para apaciguar un corazón atormentado. Youngwoon sintió celos de que
hubiera sido Siwon y no él el receptor de su encanto, pero los alejó de su
pensamiento. Se alegraba demasiado de verlo como, para permitir que algo pudiera
amargarlo.
-Creía que
no vendría usted hoy -dijo, captando la atención Jungsoo.
Él le
dedicó una radiante sonrisa, rebosante de alegría y picardía, la clase de
sonrisa que a él tanto le gustaba, pero que no había visto desde que él renovó
su compromiso con Heechul. En aquellas circunstancias, resultaba bastante
desgarrador.
También lo
fue su rápida réplica:
-Seguimos
siendo amigos, ¿no?
-Estaba
empezando a dudarlo -dijo él con cautela, intentando disimular su confusión.
No lo
logró y su ceño le delató, pero hasta aquello hizo que Jungsoo sonriera, lo
cual le desconcertó todavía más. ¿Por qué estaba tan feliz de repente? ¿Solo
porque Siwon acababa de decirle que él aún no se había casado y le había
explicado el porqué? ¿Acaso pensaba que el ardid de Eric iba a poner fin a todo
aquello, después de que anoche hubiera fracasado en su intento de convencer a Jungmo
para que cambiara de opinión?
La gota
que colmó el vaso fue que Siwon estuviera también sonriendo, lo cual lo impulsó
a inquirir:
-Ya pueden
ir soltándolo. ¿Qué les hace comportarse como dos risueños querubines?
-Eh, un
momento. No estoy en absoluto de acuerdo con esa descripción... -empezó a decir
Siwon con indignación, pero Jungsoo lo interrumpió con sus risas.
-A mí lo
de querubines me gusta -dijo en tono confidencial-. Me imagino con alas,
revoloteando de aquí para allá y disparando flechas de felicidad al primero que
pase.
Siwon puso
los ojos en blanco. Youngwoon gruñó. En aquel punto, Jungsoo ya se
desternillaba de risa.
Pero se
apiadó de Youngwoon y explicó:
-Tengo
buenas noticias, noticias excelentes, de hecho. Las noticias más maravillosas
del mundo.
-Pero, antes de revelárselas, -se mordió el labio inferior y confesó-: Aunque pensándolo bien, también podrían ser malas.
-¿Malas?
-Bueno,
que tenga que ponerse otra vez a buscar esposo podría considerarse una mala
noticia, viendo lo poco que a usted le divirtió la primera vez.
Youngwoon
suspiró, averiguando al fin de qué estaba hablando.
-Lo que Eric
está intentando no es garantía de nada.
-No, no.
Esa no es mi noticia, sino la suya. La mía es que Jungmo nos dio una falsa
impresión anoche. Lo hizo de manera intencionada, aunque ahora se arrepiente
muchísimo. Pero lo cierto es que no tenía intención de permitir que usted
tuviera que casarse con Heechul por culpa suya.
Youngwoon
no acababa de creerse que ya no estaba ligado a Heechul. Sin embargo, vio a Jungmo
en la puerta principal, restregándose las manos y con aspecto de estar
esperando su fusilamiento.
-Sea suave
con él -le susurró Jungsoo, siguiendo su mirada-. El cree que usted está ya
casado y se castiga por su tardanza. Pensaba que Heechul, casándose con usted,
había conseguido lo que quería, que había vuelto a ganar. Pero cuando usted le
dijo que él no quería este matrimonio, bueno, quiso que sufriera un poco más,
dejándolo creer que no tendría más remedio que casarse.
-Y que yo
sufriera.
-No, usted
no. Pensaba que no sería grave para usted, puesto que planeaba salvarlo antes
de que la boda se celebrara. Él no sabía que la ceremonia era tan pronto.
Pensaba que tenía tiempo de sobra para acudir en su rescate, por decirlo así,
que con decírselo hoy, de regreso a Londres, bastaría.
-Entonces,
¿por qué ha venido, si cree que la boda ya se ha celebrado?
-Para
intentar arreglarlo sugiriendo una anulación. A mí no me parecía que fuera a
servir de nada, y tal vez no lo habría hecho. Después de todo, los padres de Heechul
estaban demasiado complacidos en tenerlo como yerno. Aunque ahora ya no
importa, gracias a la táctica de Eric. Se acabó, Youngwoon.
Youngwoon
tuvo que oírle decir aquello para hacerse plenamente a la idea. Su primer
impulso fue abrazarlo, y eso fue lo que hizo. Que se echara a reír y lo
abrazara también casi le supuso un alivio mayor que la confirmación de que no
tenía que casarse con Heechul, pues su reciente frialdad hacia él había
contribuido de modo sustancial a su tristeza.
Pero no
pudo saborear su alivio, ni la alegría exquisita de tener a Jungsoo en sus
brazos durante unos maravillosos segundos. La voz de Heechul, procedente de las
escaleras, fue como un jarro de agua fría destinado a separarlos, y lo hizo.
-Al menos
podrías fingir que eres un caballero y esperar hasta que concluya esta farsa
antes de demostrar tus verdaderos sentimientos - dijo con sumo desdén-. Pero
supongo que no cabe esperar buenos modales de alguien que hasta hace poco no
sabía lo que era la civilización.
Que bueno. Que aún no se han casado.
ResponderEliminarpor otro lado. Si la. Continuación de esta historia es un SiChul, no se como le hará Siwon para meterse con Heechul, es una víbora total.
Esa es mi gran duda, hee se merece unas buenas nalgadas
EliminarUuf! Ya me actualice con este fic! Hahaha
ResponderEliminarEsta buenisiimo!!!! Me ecanta!!
Hee es....!!!!
😊