Sapphire Wolf (T4)-24




—¿Por qué liberaría a los imbéciles en primer lugar? —se quejó Teukkie.

—Porque Dam sabe cuándo decir basta. El poder de Junjin estaba rondando por toda la casa,
amenazando con traerles sobre sus cabezas, Kangin estaba amenazando a Dam, y Siwon estaba amenazando con comerse a cada Fae que se le cruzara en su camino a partir de entonces.

Hee jadeó.

—¡No, no lo hizo!

Teuk puso sus ojos en blanco ante el pensamiento de Kangin amenazando a la poderosa Fae.

Changmin asintió.

—Cuando descubrieron que ustedes estaban bajo ataque, fue su punto de ruptura. —Se encogió de
hombros—. Todos tienen uno.

—De acuerdo, ¿cuál es el plan, Stan? —preguntó Teukkie intencionanamente, tratando de traer a
todos a bordo.

—¿Quién es Stan? —preguntaron al unísono Ryeowook, Yesung, Henry y Changmin.

Teukkie y Hee gruñeron.

—Vamos a tener que tener una clase de modismos y refranes Americanos —murmuró Hee.

Teukkie trató otra vez.

—¿Qué necesitamos hacer?

—Correcto —comenzó Henry. Señaló a la tierra y de repente apareció una gran pila de cuchillos
como los que Changmin les había entregado—. Ustedes saldrán y dejarán que la bruja los encierre.
Tomen algunos cuchillos. Cuando sus secuaces comiencen a atacar empezamos nuestro ataque. Sólo
piensen en dónde deseen que el cuchillo vaya y arrójenlo. Traten de esconderse detrás de los árboles
y manténganse fuera de su línea de visión. Mantengan al animal entre ustedes y los árboles y así
podrán volverse a rearmar. Si ella envía a los pájaros, mantenga el cuchillo en alto mientras que los
pájaros vuelan… lo matará cualquier abertura en la piel. ¿Lo entendieron? —Los miró con expectación.

Hee asintió y golpeó los puños con Teukkie.

—Activando modalidad Rambo.

Teukkie sonrió, no podía evitar entrar en el espíritu de lucha cuando Hee estaba tan ansioso.

—Hagámoslo.

Teukkie y Hee agarraron varios cuchillos y se dirigieron fuera con Yesung y Ryeowook sobre sus
talones.

Los seis estaban parados a unos seiscientos metros al frente de la abertura de la pequeña cueva.
Sus ojos se estrecharon mientras escaneaban los cielos y el bosque frente a ellos. Henry y Changmin
se movieron sigilosamente en direcciones opuestas, parecían fundirse con su entorno, mientras que
Hee y Teukkie tomaban posturas de lucha, que habían aprendido en el entrenamiento de autodefensa
durante El Encuentro. Yesung mantuvo levantada en el aire la nariz, respirando profundamente y
ladeando su cabeza como si escuchara con atención por algo. Ryeowook estaba parada en posición
recta y miraba sin miedo con un cuchillo en cada mano.

Los árboles y el entorno parecían hacerse inquietamente silenciosos mientras esperaban, esperando
a ver lo que Desdémona tuviera bajo la manga. Todavía no habían pronunciado su nombre en voz alta
aunque ella ya tenía poder sobre ellos. Ninguno de ellos parecía estar dispuesto a darle más, pronunciando su nombre al viento.

Hee miró hacia abajo. Sintió que el suelo comenzaba a temblar. El discordante que emanaba de la
tierra se movía por sus piernas y llegó a ser tan duro que sus dientes casi se sacudieron en su boca.
Miró Teukkie.

—¿GJS?

Teukkie se encogió de hombros.

—Lo que sea, no puede ser bueno.

—¿Hay algo que cause los terremotos que sea bueno, Teuk?

Antes de que Teukkie pudiera responder, sus cabezas se azotaron alrededor ante los sonidos de
impacto y grietas haciéndose más audibles. Miraron los arbustos, ramas de los árboles que colgaban
bajo y un montón de nieve ser lanzados por los aires a medida que los GJS venían corriendo hacia
ellos.

—¡NO DUDEN! —escucharon gritar a Henry mientras ellos veían destellos de luz. Entonces dos de los jabalíes fueron golpeados con lo que parecía ser una bola de fuego. Se estrellaron con los otros, y
varios cayeron mientras luchaban a su alrededor, tratando de continuar con su acometida.

Sin pensarlo, Hee escogió uno de los GJS y lanzó un cuchillo. Sus ojos se ampliaron cuando el cuchillo se incrustó en la frente del jabalí, derribando al animal en un instante. Se deslizó de costado hasta que finalmente se detuvo. Eso pareció despertar a los demás de su shock. Yesung rugió un gruñido muy alto y gradualmente cambió a su forma de lobo, corriendo precipiadamente hacia la plaga.

Ryeowook, como Teukkie, había lanzado sus cuchillos y ya estaban corriendo a la cueva para rearmarse. Hee sonrió perversamente mientras veía a Teukkie tirar dos cuchillos uno de detrás de otro.

—¡Anotación! —gritaron ambas cuando dos jabalíes se vinieron  abajo.

Hee se dio cuenta que Changmin y Henry estaban usando su magia Fae en lugar de cuchillos. De ahí
eran de dónde venían las bolas de fuego que seguían sacando jabalí tras jabalí. No pudo evitar pensar
que sería mucho más fácil lanzar fuego a tener que seguir corriendo y conseguir más cuchillos, pero no iba a quejarse bajo las circunstancias.



Teukkie volvía de su cuarto viaje de recarga cuando todo se quedó en calma otra vez.

—¿Eso es todo? —preguntó Teukkie mientras todos veían la carnicería ante ellos. Cuerpos quemados y ensangrentados de jabalíes dispersados en el suelo. Hee se estremeció cuando vio a Yesung en su forma de lobo, lamiendo su hocico.

—Era una prueba —respondió Changmin mientras salía de las sombras del bosque.

—Vendrán más —agregó Henry.

—Está bien, sin ofender, pero ustedes como que están asustándome con las monótonas respuestas cortas —les dijo Teukkie mientras volteaba lentamente en un círculo, sus ojos saltando desde el cielo a la tierra y otra vez de regreso.

Henry se acercó a la pila de cuchillos, que se había vista reducida en la batalla. Extendió su mano y murmuró algo en voz baja y más cuchillos aparecieron.

Teukkie meneó la cabeza y resopló.

—Sería una vaca si pudiera hacer eso y conjurar panecillos cada vez que quisiera en grandes cantidades como esas.

Henry lo miró con la cabeza ladeada.

—¿A las vacas le gustan los panecillos?

Teukkie puso los ojos en blanco y soltó un fuerte suspiro, despidiéndolo con la mano.

—No importa, Legolas. Se me olvida que mi sarcasmo y mis bromas ingeniosas se desperdician en tus orejas puntiagudas.

Esta vez Henry estaba sacudiendo la cabeza, pero no tuvo la oportunidad de responder antes de que
se oscureciera el cielo alrededor de ellos. El batir de alas llenó el aire alrededor de todos ellos. El cielo por encima se tornó oscuro, haciendo lo que volaba invisible. Mientras estiraban el cuello y
entrecerraban sus ojos, tratando de penetrar la oscuridad por encima de ellos, Hee se dio cuenta de lo
que estaban escuchando.

—¡Maldita sea, esos son murciélagos!

Los murciélagos comenzaron a bombardear al grupo. Yesung saltó en el aire y arrebató a uno con sus
mandíbulas. Lo aplastó y escupió, sólo para continuar el proceso otra vez. Henry y Changmin estaban
disparando otra vez las bolas de fuego y Ryeowook, Hee, y Teukkie sostenían en el aire sus cuchillos en mano, apuñalando a todo lo que venía en su camino. Oleada tras oleada de criaturas nocturnas se
arremolinaron y se zambulleron contra el grupo. Hee, Teukkie, y Ryeowook habían formado un círculo de espalda con espalda para que ninguna de ellas se quedara con un lado vulnerable.

Hee no sabía cuánto tiempo había pasado desde el primero de los murciélagos, pero estaba
empezando realmente a enojarse. El suelo estaba haciéndose más negro, cubierto con los cuerpos de
los murciélagos muertos, que estaban matando tan rápido como podían. Sin embargo, con cada
murciélago que caía otro lo reemplazaba.

—¿Está criando a las malditas cosas? —gritó Hee.

—Puede ordenar que vengan de todas partes. —Habló Ryeowook por encima de los aleteos de las alas.

—¿Cuánto tiempo puede durar esto? —gritó Teukkie a Changmin quien, como Henry, tenía su espalda contra un árbol y apuntaba sus manos hacia el cielo, enviando destellos de luz y bolas de fuego a los murciélagos implacablemente.

—Hasta que estemos lo suficientemente débiles para que ella nos mate — contestó honestamente
Changmin.



—Junjin, no puedes esperar más tiempo —le dijo Dam firmemente—. Debes llamar a las otras
manadas; debes recordarles lo que sucedió durante la guerra de hombres lobos. ¡Tienen que recordar
por qué una bruja no puede poner sus manos en un sanador!


Junjin se puso de pie, mirando las llamas danzantes del fuego. Aún estaba enojado con Dam por
atarlo a él y a sus lobos. Hyesung le había impedido hacer algo estúpido, pero sus lobos querían
enseñarle a esa Fae una lección: no te metes con un Alfa o con lo que le pertenezca. Hyesung le había
dicho que mirara el cuadro más grande y lo superara. Había resoplado y pensó, no por primera o ultima
vez, que los chicos americanas estaban influenciando a su pareja.

—Entonces, ¿crees que debería recurrir a ellos? —le preguntó.

—No puedes vencer a Hanghen y Desdémona sin su ayuda.

Dejó de mirar el fuego para mirar a Dam. Las vastas líneas marcadas en su rostro siempre joven
parecían estar más profundas hoy. Ella sostuvo su mirada y supo que no lo estaba retando… le estaba
implorando.

—Esta batalla sucederá bajo mis términos, donde yo escoja. —Junjin había leído la historia de las
guerras y sabía que sería un error de táctica dejar que su enemigo escogiera el lugar u hora de batalla.

—Entonces será mejor que tengas listas a tus tropas y comiences a poner a tus jugadores en posición.
—Dam sostuvo un teléfono frente a él. Junjin lo tomó de su mano y, sin vacilar, comenzó a llamar a
los Alfas de Taiwan, Japon y también de Colorado. Los llevó con rapidez a través de los acontecimientos que habían sucedido en las semanas pasadas y, con Dam ladrando en su oído, les explicó los posibles resultados si no trataban con Desdémona y Hanghen.

Después de una hora de una larga conferencia telefónica con los otros tres Alfas, se decidió que se
encontrarían dentro de tres días en la Taberna. Eso le daría a Kangta, y a los miembros de la manada
que traería, tiempo para llegar. En la Taberna harían los preparativos finales sobre dónde montar su
ataque.

Junjin se puso en contacto con Donghwa, a quien había dejado a cargo en la Taberna, y le explicó que
las otras manadas llegarían y que necesitaría ayuda del dueño para tener todo listo. Un montón de lobos estaban a punto de descender en ese pequeño edificio.

Donghae se puso de pie, cansado de mirar por la ventana del segundo piso del cuarto que había estado compartiendo con Hongki y Zhoumi. Miraba mientras la nieve caía y cubría el paisaje, el cual, a pesar de saber que no era, se veía idéntico a su mundo.

Estaba tenso y preocupado, preguntándose qué estaba pasando con sus amigos. Estaba lastimado
porque no habían confiado en él diciéndole que se iban. Por primera vez en la historia de su amistad,
Donghae se sintió excluido, como si no encajara, y dolía. Limpió las lágrimas que escaparon de sus ojos.

De repente, fuertes brazos llegaron detrás de él y lo empujaron contra un cálido y firme pecho.
Sabía que probablemente debería rehusar su consuelo, ya sabía que iba a estar consolando su
corazón roto cuando Hyukjae perdiera el interés en él, y no debería alentarlo, pero lo necesitaba. Se
volteó en sus brazos y envolvió los suyos alrededor de su cuello y apoyó su cabeza contra él. Escuchó
latir su corazón y, la lenta y calmada respiración que hacía que su pecho subiera y bajara. Algo dentro
de él se puso en contacto con el hombre, lo ansiaba, y estaba tan cansada de luchar contra eso.

—¿Por qué no me dijeron? —susurró.

—No querían ponerte en una posición en la que te vieras forzado a mentir.

Donghae echó su cabeza hacia atrás para mirar sus brillantes ojos.

—¿Te dijeron? —Su voz reveló el dolor que tal revelación causaría.

—No, Donghae mío, no me dijeron. Pero he estado alrededor de los tres el tiempo suficiente para
saber lo mucho que se preocupan unos por otros. Sabían que no podías ir con ellos. Creo que sabían
que Junjin te preguntaría primero y no querían que tuvieras que mentirle a tu Alfa.

—Pero, ¿no debieron dejar que yo tomara esa decisión? —Donghae se tensó sus brazos. Como si
supiera que iba a alejarse, él le agarró con más fuerza.

—Tal vez. Pero ya está hecho. No creo que tuvieran la intención de lastimarte o hacerte sentir como
si no encajaras.

—¿Cómo sabes que así es como me siento? —regresó su cabeza sobre su pecho, no quería que él
viera la vulnerabilidad en sus ojos.

—No sé realmente cómo explicarlo. —Hyukjae levantó la mano para pasarla por encima de su
cabello. Luego bajó la cabeza para hablarle directamente al oído—. Algo en tu interior me llama —
susurró suavemente—. Es como si mi alma alcanzara la tuya y, como un imán, me llevas a ti. Mi
lobo te ha reclamado y está conectado a cada respiración que das. Siento tu dolor, siento tu
desánimo, y todo en lo que puedo pensar es qué hacer para hacerte sentir mejor, a quién matar
para que nunca te sientas de esta manera de nuevo.

—Esa es una buena explicación. —Donghae sonrió contra su pecho. Apreciaba su consideración.
—¿Hyukjae?

—¿Sí?

—¿No estás preocupado sobre estos sentimientos que hay entre nosotros o por qué están ahí?
—Donghae empujó su cabeza hacia atrás para así poder mirar dentro de sus ojos cuando
respondiera.

Él quitó el cabello de su cara y sonrió.

—No, no estoy preocupado.

—¿Por qué no?

—Nada en este mundo parecer se inamovible. Hadas, hombres lobos, brujas y su existencia significa
que todo es posible. Así que, ¿por qué no podrías ser mío?

Los ojos de Hyukjae comenzaron a brillar. Donghae se estremeció cuando preguntó:

—Pero, ¿y si no lo soy?

Hyukjae lo jaló cerca de él y se inclinó solo un poco para mirar sus ojos color miel.

—Hasta que el universo me diga lo contrario, eres mío.

Donghae apoyó su cabeza contra su pecho de nuevo y trató de respirar con normalidad. Su corazón
latía rápidamente y su estómago estaba en nudos. Quería ser de Hyukjae, lo quería tanto que le daba
miedo admitirlo. Cerró sus ojos y tomó consuelo de sus brazos mientras se preocupaba por sus amigas y sus parejas, y por este tranquilo momento en esta tierra encantada, pretendió que era de Hyukjae y que él era suyo.

Dam estaba de pie justo fuera del cuarto donde Donghae y Hyukjae estaban hablando. Había venido
a comprobar a Donghae, sabiendo que estaría preocupado y enojado. Cuando Dam escuchó a Donghae preguntarle a Hyukjae sobre los sentimientos que tenían uno por el otro, estuvo curiosa de escuchar la respuesta de Hyukjae. Él parecía un espíritu muy contenido, era tan cómodo estar alrededor de él, que ponía a los demás a gusto. Era una buena pareja para el sonador.

No estaba sorprendida de escuchar a Hyukjae diciendo que no estaba preocupado sobre lo que pasaba
entre ellos. Dam imaginó que Donghae estaba confundido, por lo que sabía, sólo los Canis lupis podían emparejarse entre sí. No sabía nada sobre sanadores gitanos. No era momento para que alguno de los dos lo supiera.

Dam quería hablar con Hee para ver si Ryeowook le había divulgado esa información cuando había
estado a su cuidado, y si así era, asegurarse que Hee no dijera nada a Donghae o Hyukjae. Dam sabía
que las consecuencias serían severas si Hyukjae trataba de clamarlo como suyo antes de tiempo. Se
alejó de la puerta cuando se quedaron callados y los dejó para que se reconfortaran uno al otro como
solo ellos podían, aunque ellos no lo sabían aún.



Siwon empujó más rápido, sintiendo a Kangin justo detrás de él mientras corrían a través del oscuro
bosque. La nieve brillaba donde fuera que la luna se disparaba a través de las grietas de los árboles. Su respiración era uniforme y podía verla convertida en niebla cuando el calor se mezclaba con el frío. Al comenzar a salir de la taberna, había convocado a su lobo para utilizar su vista, oído y velocidad.

Habían estado corriendo por horas, y a pesar de que Siwon imaginó que debería estar cansado, no lo
estaba. Todo en lo que podía pensar era llegar a Heechul. Podría sentirla si lo alcanzaba con su mente,
pero no quería distraerlo en caso de que estuviera batallando con los esbirros de la bruja. Dam había
dicho que se aseguraría de que Heechul y los otros tuvieran ayuda y, a pesar de que aún quería comerse a la Fae por atarlo y permitir que su compañero escapara, confiaba en ella.

—¿Cómo lo llevas? —Siwon habló bajo, sabiendo que el oído de lobo de Kangin oiría sus palabras.

—Estaré mejor cuando mi compañero esté donde pertenece.

—¿Encadenado a tu lado? —le molestó Siwon, solo un poco en broma. Kangin río entre dientes.

—¿Y tú qué planeas hacerle a Hee?


Siwon gruñó.

—No lo he decidido aún, pero hasta ahora ninguna de las cosas que he pensado serían aprobadas por nuestro Alfa.

Eso provocó una carcajada de Kangin, la cual fue cortada abruptamente cuando vieron un destello de luz volar por el aire. Siwon y Kangin se detuvieron y escucharon.

—¿Escuchaste eso?

—Suena como un aleteo de alas. Bastante de ellas —contestó Kangin.

Siwon respiró hondo por la nariz. Sus ojos se abrieron de golpe y un soltó un ruidoso aullido. Se apresuró hacia adelante y Kangin estaba justo detrás de él. Los dos lobos golpearon el suelo con fuerza mientras se dirigían al sonido de batalla y al aroma de sus compañeros.



—Maldita sea, si nunca veo otro murciélago de nuevo será muy pronto — gruñó Hee mientras cortaba a otro demonio negro con alas del cielo. Sus brazos dolían por estar levantados y su cabeza se sentía con peso de plomo en su cansado cuello.

—En serio —acordó Teuk sin aliento.

Changmin y Henry estaban haciendo constantemente la cosa de la bola de fuego y seguían tan
frescos como en el momento en el que entraron a esa pequeña cueva hace casi doce horas.
Periódicamente, Ryeowook, Hee y Teukkie tomarían turnos para entrar a la cueva y reposar. Teukkie
y Hee correrían hacia ellos y chocarían la mano, bromeando sobre pasar la batuta.

Ryeowook los seguía mirando como si dejara en claro que no estaba seguro de que a Hee le hubieran
quedado algunas células cerebrales después de su terrible experiencia. Yesung continuaba peleando
en su forma de lobo, y Hee y Teuk habían hecho comentarios a Ryeowook, sobre él teniendo una increíble resistencia para su edad. Para su sorpresa, y el deleite de Hee, Ryeowook respondió con un pícaro:

—Ya sabes lo que dicen de la resistencia de un lobo en una batalla…

Teuk se había ahogado con la risa y Hee le había guiñado a Ryeowook y dijo:

—No sé lo que dicen, pero apuesto a que tiene que ver con s-e-x-o. —Había deletreado la palabra sexo en un tono cantarín. Ryeowook se había sonrojado y sonreído pero había guiñado de vuelta.

Teukkie decidió que esto era mucho más divertido para ellos porque estaban extremadamente
cansados y adoloridos, eso y que las cosas parecían más divertidas cuando no sabías si ibas a vivir para el día siguiente.

Hee estaba tomando su turno en la cueva cuando escuchó un aullido que cortó el oscuro amanecer.
Corrió hacia afuera. El conocía ese aullido, lo reconocería en cualquier parte.

Pronto estaba parado en el bosque con los otros, conteniendo su respiración. Entrecerró los ojos,
tratando de ver a su compañero a través de los árboles. Cuando un murciélago llegaba a él, era casi
costumbre levantar su brazo con el cuchillo en su mano. Luego, como un ángel vengador, Siwon en su forma de lobo atravesó los arboles con Kangin siguiéndole los talones. Ambos se lanzaron hacía los murciélagos mientras los aplastaban unos tras otros.

Hee miró con asombro la forma fuerte de su compañero moviéndose con tal agilidad para ser tan
grande. Decidiendo que estarían allí afuera peleando con esos estúpidos murciélagos por siempre, silbó. Cuando todos miraron en su dirección, hizo señas hacia la cueva. Iba a estar muy apretado, pero tendrían que hacerlo.

—Ven, bola de pelos. Necesitamos hablar —le dijo a Siwon mientras se encaminaba a la cueva, seguido por Teukkie y Ryeowook.

Los tres lobos trotaron dentro y Henry y Changmin cerraron la marcha. Conjuraron alguna clase de
escudo de fuego en la entrada de la cueva para evitar que los murciélagos entraran.

—Oye, eso es jodidamente práctico. —Teuk señaló el escudo.

—Ser Fae tiene sus ventajas. —Henry le guiñó un ojo. Kangin le gruñó y caminó para estar entre Teuk y el Fae.

—Relájate, hombre lobo —le dijo Teuk en voz alta—. Él está de nuestro lado, y él y Changmin nos han salvado el pellejo, así que no lo amenaces.

«¿Estás lastimado?», le preguntó Kangin gentilmente mientras seguía mirando al macho desconocido.

«Estoy bien. Sólo cansado. Henry también está bien. Él sólo es coqueto».

«Bueno, entonces debería enseñarle a no serlo», gruñó Kangin.

Teukkie puso los ojos en blanco a su compañero y jaló su cola con fuerza.
Kangin volteó la cabeza y le gruñó. Levantó sus manos en rendición.

«Compórtate si no quieres que te jale la cola». Lo fulminó con la mirada.

Hee se sentó en el piso, su cuerpo dolía por todas partes. Siwon llegó cerca y se sentó justo frente a él. En su forma de lobo, sentado, su cabeza era más alta que la suya incluso sentándose en sus cuartos
traseros. Sus ojos se encontraron y levantó su labio en una mueca.

«Nunca me dejarás de nuevo», le dijo a través de su vínculo.

Hee se inclinó y envolvió sus brazos alrededor de él. Siwon dejó escapar un gruñido bajo en su pecho.

«Lo siento, Siwi, de verdad. Estoy tan cansado. ¿Puedes cambiar de forma para que me abraces?»

«No hay nada que amaría más que abrazarte, pero no tengo ropa que ponerme cuando cambie.
Necesitamos discutir lo que Junjin nos ha pedido hacer».

Hee soltó su cuello y se sentó erguido. Miró a cada lobo y luego a los otros.

—Bien, entiendo que estarán desnudos cuando cambien. Así que nosotros, los jóvenes, vamos a
mirar a otro lado mientras hablamos porque, francamente, estoy muy cansado para repetir todo lo
que Siwon me diga y estoy seguro que Ryeowook y Teukkie están igual de cansados. ¿Estamos todos
de acuerdo?

Todos asintieron y cada lobo dejó salir ruidos como de lobos. Ryeowook, Teuk y Él se pararon y
miraron la parte de atrás de la cueva mientras los hombres cambiaban.




2 comentarios:

  1. Asddghdjshgdhjff
    Madre mía!!!!
    Hae!!!!
    Ahhhhhh
    Oh si!
    El pecesito tendrá Lobo que le menee la cola (?)
    Jajajajajaja como Tukkie que jala el suyo de la colita, literal!!!
    Jajajajajajajajjaa
    Quiero saber que se estaba imaginando Siwonshis, para hacerle a Hee!!!?????
    Ahhhhhh
    Genial!
    Ahhhhhh

    ResponderEliminar
  2. Al final de cuentas...los lobos también tuvieron que ir para traer de regreso a las parejas,al menos estas alcanzaron estar de regreso,no en el velo,pero sí más cerca de el.
    Teuk y Hee tuvieron una provada de su propio chocolate,si las parejas no dan explicaciones...los lobos tampoco...ahora saben un poquito de lo que kangin y siwon sintieron cuando sabian de su partida sin decirles.
    A mi me desesperan...pero ellos asi se entienden y así se gustan *0*
    Aaaaahhhh ya quiero saber lo que Hae y Wook tienen que hacer para matar a la bruja...quiero ver el poder de dos sanadores juntos *0*

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...