Sapphire Wolf (T4)-17




Siwon se puso de pie y lo recostó en la cama. Se agachó y lo besó una última vez como Heechul Kim. Sus siguientes besos serían como compañeros y, poco sabía él, como esposos.

Siwon sonrió para sí mismo ante el pensamiento. Era mejor mantener a su pequeño compañero
en ascuas, la diosa sabe que Hee iba a ser un constante desafío.

—Tienes dos horas para prepararte. Voy a enviar a Donghae y a Teukkie para ayudarte. Me doy
cuenta que hay poco tiempo, pero no te estreses. Lo único que me importa escuchar de tu boca es un sí. No pienses más, Heechul. —Siwon miró tan profundamente en sus ojos que Hee juró que vio su alma.

Heechul sonrió suavemente y dijo con su voz más burlona:

—Uno de estos días, bola de pelos, tú y yo vamos a bailar tango y vas a desear, aunque sea
brevemente, que haya dicho no.

Siwon se paró y rodó sus hombros, su metro ochenta y cinco se cernía sobre él. Desnudó sus
dientes, sus caninos alargados.

—Supongo que no te he dicho cuánto me gusta bailar contigo, e incluso tú deberías saber que no
hay nada más que encienda a un Alfa que su compañero desafiándolo. Así que, si alguna vez deseo
que hayas dicho no, entonces, cariño, será sólo porque es mi forma favorita de juego previo.

La boca de Hee cayó abierta ante su declaración. No se perdió la mirada petulante en sus ojos que
decía que sabía que lo había dejado sin palabras. Y hasta el momento, Siwon era la única persona,
lobo, o lo que sea, en la tierra capaz de hacerle eso. Y aquí estaba él, iba a estar unido a él por
siempre. Lo observó salir de la habitación pavoneándose, un pavo real orgulloso de haber
sorprendido a su compañero.

Teukkie y Donghae entraron solo segundos después que Siwon se fuera. Podía verlo parado en la
otra habitación. Se aseguraba de que nunca estuviera fuera de su línea de visión y aunque parte de
Hee quería poner los ojos en blanco por su proteccionismo, la otra parte disfrutaba de su atención
y cuidado.

Todavía no se había recompuesto cuando sus dos amigos se acercaron a la cama.

—Bien, tengo que saber lo que dijo para poner esa mirada en tu cara. — Las cejas de Donghae
estaban levantadas hasta su línea de cabello mientras miraba a Hee.

Eso sacó rápidamente a Hee de su estupor temporal.

—Acostúmbrate a la decepción, pequeño Donghae. Nunca repetiré lo que ese pervertido
acaba de decirme.

Teukkie rió.

—Oh, no. —Se subió a la cama, a los pies de Hee y se acostó de lado—. Si lo crees pervertido
ahora, espera hasta que el aspecto físico de su relación tenga una gran y enorme señal verde. Lo
juro, tener un vínculo mental con tu compañero es como tener dos entradas de primera fila a una
interminable película porno.

Ahora fue el turno de Donghae dejar caer la mandíbula abierta y volverse de todas las tonalidades
de rojo. Hee no pudo evitar la risa que salió forzada a pesar de su gemido de dolor después.

—¿Cómo lo sabes? Nunca has visto una porno. —Hee bufó.


—Bueno, puedo asegurarte que no es un especial después de la escuela los que pasa por la cabeza de mi compañero el noventa y cinco por ciento de las veces.

Donghae chilló.

—¿Noventa y cinco?

—Tranquilo, sanador. Creo que tienes un poco de tiempo antes de que tu lobo te reclame. —Las palabras salieron de la boca de Hee antes de poder detenerlas. Un ciervo cegado por los faros no tenía nada que envidiarle a la mirada en el rostro de Hee.

Donghae y Teukkie dijeron a la vez:

—¿Qué?

Hee dio marcha atrás tan rápido como pudo.

—No me refiero a una bola de pelos, sólo, ya sabes, un chico. Como todos son perros bien podría llamar a tu futuro hombre un lobo. Es sólo una expresión, forzado por el hábito de que estamos constantemente rodeados por bolas de pelos innaturalmente finos y demasiado apuestos para su propio bien, infestadas de pulgas. —Hee respiró hondo—. Entonces, ¿podemos volver a mí y prepararme para una de las dichas bolas de pelos?


Donghae parecía como si quisiera protestar pero Teukkie rápidamente se entrometió, dándole a
Hee la mirada de “esta conversación no ha terminado todavía”.



Desdémona rara vez perdía los estribos, pero este era uno de esos raros momentos. Había sentido
la ruptura de la maldición, tan poderosa que la había golpeado en la espalda. Cuando se puso de
pie, sus ojos se arremolinaron como el mar en una tormenta y su cabello azotaba a su alrededor. Un
cachorro la había superado. Ella agarró lo primero que pudo alcanzar y lo lanzó contra la pared. Un
frasco de corazones de cabra, no era una gran pérdida, esos se vendían a montones.

Respiró profundo varias veces, tratando de recuperarse. No iba a dejar que sus emociones la
controlaran. Las emociones eran debilidad, y no había lugar para la debilidad en su corazón negro.

Alguien tenía que estar ayudando a los lobos. No había manera de que fueran más poderosos que ella,
y de ninguna manera habrían sabido qué buscar con el fin de romper la maldición, a menos que
alguien le diera un empujón en la dirección correcta.

—Así que parece que las Fae han salido de su escondite. —Una sonrisa malicioa cruzó su rostro
hermoso y cruel—. Me pregunto si recuerdan cómo jugar. Me atrevo a decir que no me van a encontrar como la presa fácil que alguna vez fui.

Mona estaba hablando en contra del viento, el cual alentaba su voluntad, su ira, y la furia que echaría
sobre aquellos que intentaron oponerse a ella

—Dambi —habló en la brisa—. ¿Crees que no sé que estás ayudando a los lobos? ¿Crees que puedes
esconderte de mí? Escúchame ahora, antigua Fae. Voy a arrancarte el corazón del pecho y darme un
festín con él mientras todavía late.

La risa que brotó de su pecho hizo que la hierba se marchitara y los animales se ocultaran de la
maldad que fluyó desde su boca hacia la noche.



—Bueno, lo primero que hay que hacer es escribir tus votos. —Teukkie le entregó a Hee un lápiz y
papel.

—¿Qué dijiste? —Hee enarcó las cejas ante Teukkie.

—¿Recuerdas que Kangin y yo recitamos los que habíamos escrito junto con los votos ceremoniales
tradicionales, ¿cierto? ¿Estabas prestando atención en absoluto en mi vinculación?

Hee trató de pensar en aquella noche y se acordó de haber estado un poco distraído por cierto
lobo taciturno.

—Podría haber estado un poco preocupado —confesó Hee, honesta y sin remordimiento.

Cuando Teukkie y Donghae simplemente la miraron fijamente mientras él sostenía la pluma y el
papel, sus ojos saltaron de una a otra.

—¿Qué?

—Empieza a escribir, solo tienes dos horas y todavía tenemos que arreglarte y embellecerte.

Hee dejó escapar un profundo suspiro y luego se quedó mirando la hoja en blanco. Votos, pensó.
¿A qué estoy haciendo voto exactamente? Hee cerró los ojos y pensó en cuando por fin había visto
el reconocimiento en los ojos de Siwon, el momento en que se había dado cuenta que lo recordaba y
él había perdido todo el control. Cada pedacito de ira, miedo, dolor, amor, alivio y la alegría que
había sacudido su cuerpo.

Ahora sabía lo que tenía que decir.



Una Hora y Cincuenta Minutos Más Tarde…


Hee se puso de pie con la ayuda de Teukkie y Donghae, y se miró en el espejo.

—No voy a salir de esta manera. —La expresión en su cara y el acero en su voz hizo muy claro que
alguien iba a tener que arrastrarlo fuera de ese baño.— ¿Ves lo delgado que estoy?

Donghae asintió

Hee se volvió a mirar en el espejo el traje negro simple que, desde el frente, era engañosamente
modesto. Pero la parte de atrás de la parte superior, Bueno decir que era transparente es poco.
Dam se lo había llevado, y cuando se lo puso, la Fae rió disimuladamente. Cuando Hee dio una vuelta
para ver por qué la mujer se reía disimuladamente, casi se ahogó. No solo era transaparente en la
espalda, sino tambien un poco por los lados, lo suficiente como para mostrar algunas de las marcas
arremolinadas que marcaban su lado derecho. Siwon iba a estar enojado. Y ese pensamiento iluminó
a Hee enseguida.

—¿Por qué estás sonriendo como el gato de Cheshire? —le preguntó Teukkie mientras sus ojos se
estrechaban.

Hee levantó el brazo ligeramente sobre su lado derecho de modo que Teukkie pudiera ver las
marcas que se asomaban.

Teukkie puso los ojos en blanco.

—De verdad quieres que tenga un infarto, ¿cierto?

Hee se encogió de hombros.

—Se lo merece por ser un idiota antes. No puedo dejar que piense que solo porque me estoy
vinculando a él voy a ser de pronto este pequeño chico sumiso que dice: “sí, señor” y “no, señor”.
Él tiene que entender que todo seguirá siendo: “déjame abrir la puerta para ti, señor, ya que no
puedes caminar derecho porque te di una patada en los…”

—Suficiente de despotricar, Hee, lo entendimos. —Teukkie se rió entre dientes—. Él no tiene ni
idea de lo que le espera.

—Si lo hiciera, estaría deseando que su memoria nunca hubiera regresado —bromeó Hee.

El rostro de Teukkie se suavizó y la intensidad llenó sus ojos.

—¿Estás listo? —le preguntó a Hee.

Hee pensó en ello por menos de un segundo.

—He estado listo para él desde antes de que yo naciera. Fui creado para él.

Teukkie sonrió.

—Me encanta cuando tengo la oportunidad de ver estos raros destellos de la suave y romántico
que está debajo de toda esa mierda de chico ninfómano rudo.

Hee puso los ojos en blanco ante su amigo.

—Si empiezas a cantar, te juro que voy a tomar la poca energía que tengo y te daré un puñetazo
en el ojo.

Teukkie chasqueó la lengua a su amigo a medida que comenzaba a arrastrarla fuera de la habitación.

—Vaya, vaya, Heechul Kim.

—Lo sé, mi temperamento no conoce límites.

—Iba a decir que creo que estás hambriento y sexualmente frustrado, pero si quieres ir con eso,
entonces te apoyo.

Hee se detuvo en seco cuando vio a Siwon de pie al otro lado de la habitación frente a una gran
chimenea.  No se dio cuenta de Hongki, Zhoumi y Hyesung de pie a su izquierda o de Donghae y
Teukkie a su derecha. No vio a Kangin, Hyukjae o Yunho sentados en varias sillas alrededor de la
habitación, observando, esperando. Ni siquiera se dio cuenta de los dos hermosas Fae que estaban
al lado de la chimenea.

Siwon estaba allí de pie, hablando con Junjin, cuando de repente se detuvo, cerró los ojos, e inhaló
profundamente. Su cabeza dio vuelta lentamente, en línea recta hacia él, y cuando se detuvo, sus
ojos se abrieron de golpe y se reunió con su mirada.

Por un momento no existía nadie más en la habitación. Eran solamente Hee y Siwon. Ninguno de
los dos se movió. Ellos simplemente se miraron, detallándose entre sí, memorizando cada detalle
como si fuera la última vez que se verían. A medida que su mirada vagó por el cuerpo de él, observó
que llevaba un suéter con cuello en V negro que se aferraba fuertemente a sus poderosos hombros
y pecho. Las mangas estaban empujadas hacia arriba ligeramente, revelando sus antebrazos
musculosos. Llevaba pantalones grices que parecían ser hechos a medida, y zapatos negros de vestir.

Podría haber salido directo de una sesión de fotos para la revista GQ. Lo que lo hacía más atractivo
era que él no tenía idea de cuán increíblemente guapo y fuerte era.

Junjin se aclaró la garganta y rompió el momento. Hee fue repentinamente consciente de que todos
en la sala estaban mirándolo.

Comenzó a sentir sus piernas temblar, desacostumbradas a llevar su peso. Como si intuyera su
creciente cansancio, Siwon cruzó la habitación en varias zancadas grandes y envolvió un brazo
alrededor de su cintura para darle seguridad. Cuando su mano entró en contacto con la delgada tela,
Hee lo sintió tensarse y poco a poco inclinarse hacia atrás para mirar en la parte posterior de su traje.
Empezó a gruñir y, puesto que él no lo miraba a la cara, no podía estar seguro, pero se imaginó que
sus ojos estaban brillando ferozmente como el sol caliente de julio en el sur de Texas.

Siwon levantó la vista hacia la sala y anunció:

—Los machos se sentarán en el lado izquierdo.

Sin siquiera una pregunta, Hyukjae, Kangin, y Yunho tomaron asiento en el lado izquierdo de la
habitación. Siwon lo llevó al lugar donde había estado parado unos momentos antes, al lado de
la chimenea. Todo el tiempo su mano estuvo extendida ampliamente sobre su lado derecho,
cubriendo cualquier parte de su marca que podría estarse mostrando.

Para sorpresa de Junjin, Siwon le pidió ponerse de pie con su espalda a la habitación, con Hee y
Siwon en el otro lado, en lugar de Junjin de pie detrás de la pareja y frente a todos. Esto, por supuesto, hacía imposible que alguien viera su costado ya que estaba frente a la chimenea. Hee se mordió el labio y arrastró cada onza de su fuerza de voluntad para no poner los ojos en blanco.

A medida que Siwon caminaba a su alrededor, sintió sus dedos deslizarse dentro del costado de su
camisa y trazar hacia abajo, sabiendo que él estaba tocando la marca… su marca. Hee se estremeció
y casi pateó a Siwon cuando vio un lado de su boca alzarse en una media sonrisa triunfante.

Cuando finalmente estuvo parado frente a él, todo pensamiento de irritación huyó mientras miraba
a la devoción absoluta y el amor en sus ojos que le observaban fijamente. Su rostro se había suavizado, incluso el brillo de sus ojos había retrocedido ligeramente.

El ambiente se calmó cuando Junjin se giró para dirigirse a los demás.

—Siwon es un Alfa en su propio derecho. Dirigió su propia manada, era poderoso e invicto en
desafíos. Por esta razón, su Ceremonia de Vinculación será como lo sería para un Alfa en presencia
de una Fae Superior. Es la primera vez en un tiempo muy largo que tenemos el privilegio de tener a
una Fae con nosotros durante una vinculación. Debido a esto, Siwon le ha pedido a Dambi participar
en la ceremonia, lo cual solo se otorga a los Alfas.

Hee abrió la boca y empezó a hablar, pero sus labios se cerraron cuando Siwon le dirigió una mirada
que le dijo que iba en serio. El no entendía lo que estaba pasando y le preocupaba saber que la Fae
sería partícipe de algo tan especial.

Siwon podía ver el temor en Heechul y se estiró para rozar el dorso de los dedos por su mejilla.

—Confía en mí —le articuló en silencio.

—Siempre —fue su respuesta silenciosa.

Junjin dio la espalda a la habitación y miró a su Beta.

—Siwon, una vez Alfa de la manada Coreana del Oeste, has encontrado a tu verdadero compañero y
él ha aceptado tu reclamo. Como es habitual, vas a  lavar  sus  pies,  ejemplificando  tu  voluntad  de 
servirle  y  cuidar  de sus necesidades, sin importar lo simple que puedan ser. Recitarás los votos
habituales y luego tus propios votos. Durante ese tiempo, presentarás a tu compañero tu ofrenda.

Siwon asintió una vez a Junjin y llevó a Heechul a una silla. Un recipiente con agua estaba puesta
junto a la silla en el suelo, con el vapor elevándose de este. Hee pudo oler la lavanda flotando en
el aire.

Siwon sonrió.

—Para calmar —le dijo. Incluso sin su vínculo mental, comprendió la mirada interrogante en sus ojos.

Lentamente levantó el dobladillo de su pantalón para exponer sus pies y las pantorrillas. Hee se lo
quitó y lo dobló sobre su regazo, cubriendo la parte superior de sus rodillas. Se dio cuenta que le
hacía sentirse incómodo realizar tal acción en la compañía de los demás. Tan pronto como ese
pensamiento revoloteó por su mente, Hee se mordió la lengua para no reírse como un colegial.

Recordaba haber visto a Kangin lavar los pies de Teukkie en su ceremonia y pensó que era muy dulce, pero cuando Siwon agarró su pierna en la mano y con un paño escurrió agua sobre su pie, se dio cuenta de hasta qué punto era intenso e íntimo ese momento.

Él continuó lavando sus pies mientras levantaba su mirada a la de ella y hablaba.

—En este día me arrodillo ante ti, como un sirviente de mi compañero, para preguntarte si me
completarás. ¿Te entregarás a mí? ¿Calmando finalmente a la bestia en mi interior, poniendo orden
en el caos, llevando luz a donde solo ha habido oscuridad? ¿Vincularás tu vida a la mía, tu destino al
mío, y tu alma a la mía y, al hacerlo, completar el vínculo de emparejamiento?

Heechul deseó poder decir que recordaba la respuesta a los votos, pero a decir verdad, la intensidad de su voz, al amor en sus ojos, mantuvo cautiva su mente. Sus pensamientos eran lentos debido a su
enfermedad y a su cuerpo débil. Trató de recordar exactamente qué decir, pero lo único que pudo
recordar fue:

—Vincularé mi vida a la tuya, mi destino al tuyo, y mi alma a la tuya y completaré nuestro vínculo de emparejamiento. Te tomaré como mío, mi compañero y mi Alfa.

Siwon secó sus pies con cuidado y bajó la bota de su pantalón, cubriendo sus piernas. Cuando comenzó a levantarse, él puso suavemente una mano sobre su hombro.

—Estás cansado —habló en voz tan baja que solo Heechul pudo oír.

Hee le dio una leve sonrisa, pero sintió una punzada de rabia al no ser lo suficientemente fuerte
 como para estar parado en su propia ceremonia de vinculación. Siwon le guiñó un ojo, él sabía que
estaba molesto y no pudo evitar la sonrisa que se extendió por su cara.

Kangin le trajo a Siwon una silla para así poder sentarse directamente frente a Hee. Se sentó y se
inclinó hacia delante con los codos apoyados en las rodillas. Él tomó sus dos manos entre las suyas y
lo miró a los ojos.

—No soy bueno con las palabras. Y algunas palabras que uso a veces son dichas con dureza y antes
de pensar en lo que estoy diciendo.

Hee sonrió ante su confesión y esperó a que continuara.

—Pensé en lo que quiero decirte, en cómo decírtelo, y confieso que es probable que nunca lo haga
del todo bien. Pensé por lo que has pasado a través de las últimas semanas y no puedo imaginar
ninguna palabra que pueda igualarse a lo que debes haber sufrido. ¿Cómo puedo venir hasta ti con
alguna palabra que valga la pena, cuando durante tres semanas no sabía quién eras? Te dejé solo.
¿Qué clase de hombre le hace eso a su pareja? ¿Qué clase de compañero olvida a aquel que
completa su alma?

Hee apenas se estaba controlando por un hilo fino mientras veía al poderoso Siwon humillarse
delante de él y de su manada

—No puedo deshacer lo que ha sucedido. Sin importar lo que pueda darte, ser capaz de solucionar
las últimas semanas está más allá de mi capacidad. Lo único que puedo hacer es demostrarte que,
sin importar el tiempo que haga falta, todos los días por el resto de nuestra vida voy a ser un hombre,
un compañero, un amigo y un amante digno de ti.

Siwon se arrodilló frente a él y luego dejó caer los brazos a su  lado. Miró a Dam, luego a Hee.

—Tengo que darte una ofrenda para demostrar mi capacidad de proveerte tanto física como
emocionalmente, para protegerte, y… —Siwon añadió esta última parte, aunque estuviera
sobreentendido, él quería decirlo en voz alta—, para amarte. No esperaba estar haciendo nuestra
ceremonia de vinculación en el otro lado del velo. La oferta que tengo para ti no es una que sea
típica, pero por extraño que parezca, creo que es apropiada y espero que la aceptes.

…Una vez que los Ritos de Sangre se lleven a cabo, mi marca permanecerá en tu piel para siempre.
Tu marca de mordedura no permanecerá en mí. Tu aroma estará en mí, pero la Gran Luna no siente
que sea necesario que la mordida de la pareja permanezca visible. Así que, mi ofrenda para ti es que
tu marca sea quemada y grabada en la carne por encima de mi corazón.

Varias exclamaciones flotaron a través de la sala, la de Hee siendo la más fuerte. Siwon continuó
antes de que él pudiera interrumpirle.

—Mi esperanza es que verás por esta ofrenda que voy a soportar lo que sea necesario para
asegurar que sigas conmigo, completo, seguro, protegido. Espero que esto demuestre que quiero
que el mundo conozca el nombre de la increíble persona que sostiene mi corazón en sus manos.
La sangre nacida de esta ofrenda es mi promesa de que con el sudor de mi frente, la carne de mi
cuerpo y la sangre de mi vida siempre proveeré para ti en cualquier forma que pueda necesitarse.
¿Aceptas mi oferta, compañero? ¿Me aceptas?

Hee se quedó sin habla. No quería que Siwon sufriera. No quería ver su hermosa piel estropeada
por culpa de él, pero sabía que si se negaba, sería un duro golpe en su orgullo que nunca podría ser
restaurado. Si Siwon podía hacer esto, entonces él también.

Los ojos de Hee se clavaron en los suyos cuando habló:

—Sí, acepto tu ofrenda.

Siwon dejó escapar el aliento que había estado conteniendo.

—Sí que sabes cómo mantener a un hombre en suspenso, amor.

Hee estaba demasiado nervioso como para responder con un comentario sabelotodo. Heechul vio
como Dam sacó una daga de la chimenea, donde la hoja había estado en las brasas. ¿Cómo se había
perdido eso? Hee se negó a apartar la mirada de los ojos de Siwon mientras Dam comenzaba:

—Siwon. —La voz de Dam era fuerte, y la magia que ella normalmente mantenía atenuada latía a
través de la sala—. ¿Estás dispuesto a aceptar las marcas que esta daga ponga en tu carne? ¿Entiendes completamente que estas marcas son permanentes y no sanaran de la forma en que otras lesiones
infligidas a tu especie lo hacen? ¿Eres consciente de que viertes tu sangre bajo el poder de las hadas?

—Lo hago, y lo estoy.

Con su afirmación, Dam presionó la daga en su pecho. Los ojos de Hee, contra su voluntad, miraron
hacia abajo para observar. Su boca se abrió mientras observaba la carne siendo cortada y quemada por la daga inmóvil.

Cuando Dam la alejó para ponerla de nuevo en el fuego, una pequeña y perfecta H estaba en su piel.
Unos momentos más tarde, Dam puso la daga junto a la H, y una vez más ardió en su piel y sin moverse, cortó y quemó una E al lado de la H. Esto continuó letra tras letra. Siwon nunca se movió, nunca hizo un sonido mientras la sangre corría por su pecho y abdomen. No hubo, por suerte, mucha sangre, ya que la piel no era solo cortada sino también quemada. Aun así, ver a su preciosa sangre derramada por él hizo a Hee marearse. Cuando la última letra fue terminada, Dam colocó la daga hacia abajo y le entregó a Hee una toalla fría y húmeda.




3 comentarios:

  1. Sólo puedo decir Ah!!!!!!!.
    Que palabras más románticas dejiste Siwon creo que cualquiera que recibiera semejante declaración estaría más que dispuesta a vincularse con vos.

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  2. O.o
    Se vincularon!!!!
    Ahhhh
    Sichul forever!!!
    Ahhhh
    Hee!!!!
    Siwonshis, no era mas fácil y menos deloroso un tatuaje!!!!???
    A estos lobos si les gusta el dolor!!!

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  3. Condesaré mi crimen y diré que,mentalmente... le dí a Hee un par de zapes...y bien dados.
    Por dios...cómo se le ocurre si quiera pensar en dejar a Siwon teniendo en cuenta todo...TODO por lo que han pasado...no solo el mismo Hee,sino el propio Siwon.
    Teuk y Hae ayudaron mucho...y más que Siwon estuviera con un ojo y un oido en Hee...muy bien.
    Y esa explicación del por qué no debería dejarlo...convincente.
    No tanto como ver a Siwon parado junto a la chimenea esperando por él........*0*
    Esas palabras...Siwon estaba dejando todo por decirle a Hee lo grande que es su amor por él...y ese regalo. Ser marcado,nada más y nada menos que con su marca,su nombre...y que dolor ver lo que le hacian...pero esa era una satisfacción que seguro Siwon no cambiaría...fue su decisión, su regalos...no podía decir que no.
    Más pruebas de su amor no puede haber
    Y que bueno que la bruja no hizo nada en ese momento,porque si no...me meto a ver como al fic y la dejo calva...y espero que no pase nada en la segunda parte....por su bien.

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...