Por
suerte, uno de los chicos en la escena había pasado por la academia conmigo y Kook,
así que pude bajar mis manos y dar un resumen de la caótica escena con bastante
rapidez. Sabía que iba a tener que pasar por otra investigación, ya que había
sido un tiro fuera de servicio, pero por suerte el bar tenía cámaras y había un
testigo viable, por lo que no estaba demasiado preocupado por las consecuencias
en esta ocasión. Me aseguré de que supieran que Kangin era una víctima y no un
sospechoso, porque si miraban sus antecedentes, elevaría más preguntas de las
que la situación requería y él ya tenía bastante con ser acusado de crímenes
que no había cometido.
Estaba
sentado en uno de los taburetes de la barra contándole los acontecimientos a
uno de los detectives y Kangin estaba sentado a mi lado contándole su versión a
otro. No sé cuándo sucedió, pero en algún momento él se había acercado y tomado
una de mis manos entre las suyas. Sus dedos se cerraron alrededor de los míos y
dejé que mis dedos se apoyaran contra el lugar donde su pulso era firme y
fuerte. Incluso si realmente era nuestro
final, estaba muy agradecido por el hecho de que no le había sucedido nada.
—Así
que, ¿algunos de ustedes conoce al joven? —El detective que estaba hablando con
Kangin miró entre nosotros mientras hacía la pregunta. Me acerqué un poco más a
Kangin para que mi costado estuviera presionado en el suyo.
—¿Qué joven?
Jared entró solo.
Kangin
suspiró.
—¿El
tiene cabello rosado?
Los
detectives compartieron una mirada.
—Más o
menos.
—Es su
novio. Su padre solía ser dueño de este bar. Jared lo tiene manipulado y
actuando como loco. Probablemente no tenía idea de que estaba planeando robar
el lugar.
—Estaba
en un auto en marcha mientras un intento de robo a mano armada se llevaba a
cabo. Va a obtener cargos como cómplice del delito.
Kangin
se puso rígido.
—No lo
hagan. Realmente dudo que entendiera lo que él estaba tramando.
Le
apreté la mano que sostenía en la mía.
—Tienen
que ponerle cargos, Kangin.
Contuvo
el aliento.
—Jesús.
Eric se va a volver loco.
Uno de
los detectives resopló.
—No
sería la primera pareja teniendo problemas por un hombre que no es el indicado.
Consíganle un buen abogado y esperen lo mejor.
Kangin
maldijo y el detective se precipitó por el resto de las preguntas mientras los
técnicos de la escena del crimen terminaban de tomar sus fotos y mediciones.
Tomó un par de horas y era casi el amanecer para el tiempo en que estuvimos
finalmente solos. Kangin parecía agotado e incluso más demacrado que cuando
entré por la puerta en lo que parecía hace una eternidad. Apoyé la cabeza en su
hombro y le pregunté:
—¿Estás
bien?
Se rio
y sonó feo y duro.
—Sí,
pero no tengo idea de cómo explicarle todo esto a Siwon o lo que voy a decirle
a Eric sobre Jian.
—Creo
que tal vez podrías preocuparte por eso después de que te tomes un segundo para
estar feliz porque nada terrible sucedió. Acabas de tener un arma de fuego
apuntando a tu cabeza, Kangin.
Volvió
la cabeza hasta que sus labios tocaron el centro de mí frente.
—Lo
sé, pero no fue tan aterrador como verlo apuntarte a ti con esa pistola.
—Es
parte de mi trabajo.
—Tu
trabajo apesta.
Me reí
un poco.
—A
veces, pero hoy me sentí tan feliz de tener que hacerlo.
Caímos
en un pesado silencio de nuevo y sabía que tenía que levantarme y caminar lejos
de él de una vez por todas. Solo no sabía si iba a ser capaz de hacerlo.
—¿Realmente
este es el final, Kangin?
Se
aclaró la garganta, luego se levantó del taburete en que estaba sentado a mi
lado. Caminó alrededor frente a mí y puso sus manos a cada lado de mi cara.
Inclinó mí cabeza hacia atrás y se inclinó para que sus labios rozaran
suavemente contra los míos.
—No lo
sé, Leeteuk. ¿Crees que puedas amarme lo suficiente para dejarme acostarme
junto a ti por el resto de nuestras vidas?
Me
alejé un poco de él y parpadeé.
—¿Qué?
Él me
besó de nuevo y esta vez puso un poco de fuerza detrás de ello. Su lengua salió
para tocar el centro de mis labios y sentí el roce de sus dientes cuando lo
dejé entrar. Me besó hasta que ninguno de nosotros podía respirar y me vi
obligada a aferrarme a él o desaparecer en la nada.
—Te
amo, Leeteuk. Te amo lo suficiente para vivir por ti, estar despierto por ti,
estar aquí en este momento, siempre y cuando tú estés conmigo. Te amo lo
suficiente como para hacerte saber cada pequeño secreto sucio que tengo y para
decirte todas las cosas terribles que he hecho y cómo esas cosas dejaron sus
marcas en mi alma. Te amo de una manera que me hace querer ser más de lo que
nunca antes he sido, pero también te amo lo suficiente para querer protegerte
de las cosas que sé que van a hacerte daño. Si me amas lo suficiente y confías
lo suficiente en mí como para dejar que te oculte esas cosas por una eternidad,
entonces tal vez tenemos una oportunidad. Sé que estoy pidiendo algo imposible,
pero esa es la única manera.
—¡Tienes
que estar bromeando! —Lo rechacé y me puse de pie—. Tú me amas, pero no me vas
a decir qué te alejó primer lugar, ¿y yo solo tengo que aceptar eso? ¿Este es
otro de tus juegos, Kangin? Porque si es así, vas a perder a lo grande.
—No
hay juegos, Pelirrojo. Solo tú, yo y un secreto con el que vas a tener que
vivir si quieres que estemos juntos. Créeme, entiendo totalmente si no puedes
hacerlo.
—¿Por
qué siempre me haces querer amarte y odiarte al mismo tiempo?
—Es
parte de mi encanto. —Una pequeña sonrisa tiró de la esquina de su boca y me
metí las manos por el cabello en señal de frustración.
—Soy
policía. No me gustan los secretos.
Él
extendió la mano y me acercó a su pecho. Estuve finalmente envuelto en el
abrazo que había estado esperando desde que salió por la puerta en casa de mi
madre.
—Lo
sé. Es por eso que esta situación entre nosotros es imposible. —Frotó su
mejilla contra la coronilla de mi cabeza y luego me dejó ir—. Estar contigo me
dio algo que nunca antes había tenido.
—¿Qué
cosa?
—Algo
para sacrificar. Nunca quise a nada ni a nadie tanto como te quiero solo para
mí, Leeteuk. Si tengo que sacrificarte por tu propio bien, entonces eso es lo
que haré.
Estaba
hablando con acertijos y todo era tan frustrante que quería gritar.
—No
creo que pueda ir por este camino contigo, Kangin.
Vi
atenuarse la luz en sus ojos pero la pequeña sonrisa en su boca nunca vaciló.
—No
creí que pudieras. Realmente te amo.
—También
te amo.
Solo
nos miramos el uno al otro, él silenciosamente rogándome que aceptara sus
términos y yo suplicándole que solo abriera la bóveda y que me hiciera saber lo
que fuera que estaba escondiendo. Era obvio que ninguno de nosotros iba a
ceder. Después de unos cinco minutos me giré sobre mis talones y me dirigí a la
puerta principal, todo el tiempo orando para que me llamara.
No lo
hizo.
Despertar
a Siwon hacia el amanecer para explicarle la locura que había caído en mi
primera noche de vuelta en el trabajo resultó ser la parte fácil. Hablar con Eric
y Minwoo sobre la participación de Jian fue mucho más difícil.
Minwoo
estaba enfocado en rescatar al chico de la cárcel tan pronto como fuera
posible, mientras Eric estaba tan furioso con él y su falta de juicio que
quería dejarlo ahí por el resto de su vida. De alguna manera finalmente se
calmaron y les di el nombre del abogado que me había ayudado el año pasado, y les
deseé suerte.
Siwon
decidió cerrar el Bar durante unos días para que pudiera reacomodarse todo y
para que yo pudiera tener un par de días para conseguir que mi cabeza
funcionara como debería. Necesitaba el tiempo más para manejar el alejarme para
siempre de Leeteuk que para procesar el tener un arma apuntando a mi cara por
segunda vez mientras trabajaba en el Bar. Sin embargo, no le dije eso a Siwon;
en lugar de eso le pregunté si podía pasarme por ahí una de estas noches.
Mientras Heechul hacía la cena y Ren corría alrededor golpeando ollas y
sartenes en la cocina, le escribí un cheque por cien mil dólares y le dije que
quería ser su socio de negocios.
Hubo
un momento de silencio y pude verlo debatir si quería el cheque o no cuando Heechul
se asomó a la cocina y gritó:
—Toma
el dinero, Siwon.
Eso
sacudió a Siwon fuera de lo que le estaba dando vueltas en su cabeza y tomó el
cheque y me dio la mano. Por primera vez en toda mi vida adulta había
interminables oportunidades legítimas establecidas frente a mí y casi no sabía
qué hacer con toda esa buena fortuna. La sensación de estar satisfecho y bien
establecido solo duró el tiempo que me llevó a ir a casa a un apartamento vacío
y un teléfono en silencio.
Pasaron
las semanas sin noticias o ninguna visión de Leeteuk. Volví a trabajar. Le pedí
a Wheeler que trabajara en el Nova, e incluso empecé a buscar un nuevo lugar
para vivir. Miré unos condominios y casas de la ciudad, pero con nada de eso me
sentía bien. Me tomó un minuto darme cuenta de que no quería mudarme a algo temporal.
Quería una casa, pero no quería vivir allí solo. Cuanto más tiempo pasaba, más
se solidificaba el hecho de que a veces el amor realmente no era suficiente.
Zhoumi
me llamaba una vez a la semana para comprobar cómo estaba. Era agradable que
nuestras llamadas ya no consistían en él asustado y preocupado acerca de en qué
tipo de problemas me iba a meter. Ahora solo quería asegurarse de que todavía
estaba avanzando, aún con el corazón roto. Me dijo que simplemente fuera y le
dijera la verdad a lo que respondí en repetidas ocasiones que la única persona
que se beneficiaría de ser honesto era yo.
Sí,
podría conseguir que mi chico regresara si le contaba de todas las formas en
que su mamá estaba jodida, pero separaría a madre e hijo y me negaba a poner a Leeteuk
a través de ese tipo de confusión. Él no necesitaba ser personalmente cercano
al tipo de dolor que se produciría si se daba cuenta de cuán lejos había ido la
parte más profunda de su madre. Además estaba íntimamente familiarizado con el
hecho de que una persona verdaderamente jodida podía hacer cosas muy buenas con
una segunda oportunidad, si se le daba. Tal vez Inyoung sería una de ellas. Por
amor a Leeteuk realmente esperaba que su madre aprovechara la oportunidad que
le había dado e hiciera algo con ella.
Finalmente
Zhoumi lo dejó estar y decidió centrarse en todas las cosas buenas que tenía en
su lugar. Cuando le dije que quería buscar una casa para comprar en el barrio
donde se encontraba el Bar, eso casi lo hace llorar.
—No
iba a cuestionar todo lo que decidías hacer con todo ese dinero, Kangin. Pero
tengo que decir que me hace ridículamente feliz que estés sembrando algunas
raíces con eso.
La
idea de las raíces, de algo permanente aquí en Seúl, era tan extraña. Se sentía
bien y era una manera de mostrarle a él, de probarle a cualquiera que lo
cuestionó, que estaba oficialmente despierto y haciendo de cada momento que
tenía, algo que valiera la pena contar.
—Me
aseguraré de encontrar un lugar lo suficientemente grande para que se queden tú
y Henry cuando vengan de visita.
El
resopló.
—Henry,
yo y este bebé que me acabo de enterar que estamos teniendo.
Casi
se me cae el teléfono porque lo dijo tan tranquilamente.
—¿Estas
embarazado?
Zhoumi
se rio un poco y casi podía verlo paseando de ida y vuelta mordiéndose el labio
mientras confirmaba el hecho.
—Sí.
Todavía es muy pronto, probablemente demasiado pronto para decírselo a alguien,
pero no puedo no decirlo, ¿sabes? —me estaba confesando su secreto al igual que
yo le había confesado el mío.
—Pensé
que querías esperar. —No pude evitar la alegría pura que pasó a través de mi
voz. Zhoumi iba a ser un gran appá. Tanto él como Henry merecían tener una
familia feliz y buena vida familiar después de la pesadilla de la crianza de
ambos.
—¿Qué
puedo decir? Me casé con un hombre muy persuasivo y hay algo acerca de esos
pantalones ajustados que hace que sea imposible decirle que no. —suspiró
feliz—. Y había algo diferente después de que regresé de China. Era como si
todas las cosas malas de allí se hubieran ido. No había más telarañas, no más
resentimiento o el “qué pasaría si”. Fue simplemente como si todo se hubiera
ido. Quiero tener una familia con el hombre que me amó lo suficiente para que
no tuviera más remedio que amar cada parte de mí mismo, con todos sus defectos.
—Sé
exactamente lo que quieres decir. —Me reí a carcajadas y le dije—: Vas a estar
embarazado en la boda de Heechul y Siwon.
Finalmente
habían decidido hacer la boda en San Valentín del próximo año. Siwon no podría
haber estado más feliz de que su pequeña bola de fuego finalmente fuera a estar
legalmente unido a él por el resto de su vida.
—Sí,
bueno, Heechul estaba súper embarazado en la boda de Donghae y Hyukjae, y al
paso que vamos todos, siempre hay alguien que va a estar embarazado o
casándose. —El no estaba equivocado. Había oído rumores de que Kyuhyun le había
comprado un anillo de compromiso a Sungmin, y Jjong había mencionado más de una
vez que Key estaba no muy sutilmente dando a entender que estaba listo para
comenzar con la porción de bebés que necesitaba su relación. Esa era mucha
felicidad y muchos futuros contrayéndose a mí alrededor, e incluso si no podía
tenerlo en mi propia vida, estaba muy contento de estar alrededor para dar
testimonio de ello en la vida de aquellos que amaba.
—Felicidades,
Zhou. Estoy muy feliz por ti y tu guitarrista.
—Gracias.
Estoy muerto de miedo, pero me imagino que si Hyukjae pudo hacerlo yo también
puedo. —Me reí, recordando el aspecto de terror absoluto en el rostro de Hyukjae
cuando no podía arreglar lo que estaba mal con su pequeño.
—Estarás
bien. Voy a estar absolutamente seguro de que la nueva casa tenga espacio para
ustedes y un bebé.
Charlamos
un poco más de tiempo. Creo que necesitaba desesperadamente hablar con alguien
sobre el bebé, además de con Henry. No podía conseguir suficiente con escuchar
la emoción nerviosa en su voz.
Quería
que fuera verdadera y plenamente feliz. Era solo una manera más en la que toda
mi vida se sentía casi completa por saber que él estaba allí. El estaba feliz y
donde siempre debió estar. Mi interior se retorcía un poco por saber que yo
nunca iba a conseguir eso con Leeteuk.
Fue el
siguiente fin de semana, cuando finalmente encontré mi casa de ensueño. Estaba
un poco más lejos del Bar de lo que inicialmente quería. Era totalmente una casa
familiar. Grande y en expansión con un patio enorme que tenía una terraza, una
bañera de hidromasaje, y una valla de privacidad. Tenía una impresionante
cocina hecha para un chef, lo que era hilarante teniendo en cuenta que no era
propietario de una sola olla o sartén, y venía equipada con más habitaciones de
las que un hombre soltero y sin familia alguna vez podría necesitar. Pero me
encantó. Se sentía bien, y la idea de tener que comprar una cortadora de césped
para cuidar la hierba que era toda mía, de alguna manera me atraía en un nivel
más profundo de lo que lo hacía cualquiera de los otros lugares que había
mirado más cerca de la ciudad.
Entré
en mi turno en el Bar un poco aturdido. No podía creer que acababa de comprar
una casa. Por primera vez desde que empecé a trabajar para Siwon, necesitaba
una copa antes de mi turno en lugar de tomar una cuando todo había terminado.
Dixie gritó de alegría por mí y Big Boss solo me dio un solemne asentimiento de
cabeza, que asumí era su sello de aprobación de tipo duro.
Minwoo
no estaba realmente hablando mucho desde la debacle con Jian y Jared, pero se
las arregló para darme una sonrisa y un abrazo. Me dijo que Eric estaría muy
orgulloso una vez que se enterara, y tuve que admitir que me gustaba poner al
rudo ex infante de marina orgulloso de mí. Era lo más parecido a una figura
paterna que había tenido, por lo que cualquier tipo de aprobación de parte de
él era siempre bienvenida.
El
turno pasó volando. Sobre todo porque estaba pensando en lo diferente que
parecía mi vida mientras la primavera cambiaba felizmente a verano en
comparación con el año pasado.
Este
año, mi familia estaba feliz, saludable y en crecimiento. No necesitaba
preguntarme si Siwon confiaba en mí o preocuparme por mantener mi nariz limpia.
Ambas cosas eran solo una parte de cada uno de mis días ahora. Tenía una casa,
un trabajo que era a la vez gratificante y emocionante, con todo tipo de
potencial. Es muy posible que el cambio más grande fue que ya no me preocupara
acerca de si me había ganado todas las cosas buenas en mis manos o no.
Sin
importar si había cambiado lo suficiente o renunciado lo suficiente para ser
digno de toda esta buena fortuna, era mía y no iba a desperdiciarlo o alejarlo
como había estado haciendo antes. No iba a sentar mi culo en una celda de nuevo
tratando de arrepentirme.
El
otro gran cambio fue, por supuesto, el hecho de que solo un joven importaba. El
era el único que quería. El único que no podía sacar de mi mente. El único con el
que soñaba, con el que me obsesionaba. El único joven que alguna vez había
amado y no había un reemplazo para él en cualquier momento cercano. Otros
podían ir y venir, con el tiempo, pero Leeteuk siempre tendría mi corazón, y yo
sabía que no había ninguna manera de recuperarlo arrebatándoselo. Probablemente
estaba más seguro en sus manos de todos modos. Nunca había cuidado muy bien de
él cuando estaba en mi poder.
Dixie
me gritó que tenía que tomar una llamada y desapareció alrededor de una hora
antes de que fuera hora de cerrar el bar. El nuevo chico estaba manejando el
negocio como un viejo profesional y me di cuenta que mi tiempo detrás de la
barra se iba a reducir drásticamente. Me gustaba atender la barra. Me gustaba
el flujo y la libertad. Me gustaba escuchar los problemas y dramas de otras
personas. Siempre me hacía sentir como que mi propia historia no era tan
inusual. No había estado bromeando cuando le dije a Zhoumi que el pago por la
granja era suficiente dinero para mí, no solo para entrar en el negocio de la
rehabilitación con Siwon, sino también para que buscara comprar mi propio bar.
Me gustaba el salto que había traído a Siwon de vuelta a la vida, pero también
me gustaba el ambiente reservado y exclusivo del lugar al que había traído a Leeteuk.
Había un montón de opciones y de repente quería sacar provecho de todas ellas.
Dixie
volvió a entrar en el bar riendo y sonriendo. Big Boss le preguntó si había
estado hablando con un chico, a lo que ella se limitó a poner los ojos en
blanco y le dijo que se metiera en sus asuntos. No sabía qué estaba pasando
entre los dos que no fuera un montón de idas y vueltas, pero me imaginé que, o
bien lo averiguaban o no lo harían. Dixie era un amor blando y suave. Big Boss
era como si estuviera hecho de hierro y hormigón. Eran una combinación extraña,
pero yo había visto cosas más raras funcionar y llegar a vivir felices para
siempre después, así que simplemente mantuve la boca cerrada mientras cerrábamos
el bar.
Para
el momento en que me metí en el Nova para conducir las pocas cuadras hasta mi
apartamento de mierda, estaba agotado. La realidad de lo rápido que estaba
cambiando mi vida, el hecho de que todo se estaba moviendo en la dirección
correcta, pero que lo hacía solo, me rasgó por la mitad. Estaba orgulloso de mí
mismo por hacer tantos pasos correctos, pero todavía me sentía roto por el
hecho de que ninguno de esos pasos me llevaba en la dirección de la persona que
quería.
Metí
la llave en la puerta muy consciente de que mi tiempo de volver a casa en este
agujero de mierda de apartamento estaba muy cerca de su fin. Me reí cuando me
di cuenta que iba a tener que secuestrar a una de las parejas y llevarle
conmigo a comprar todos los caros muebles para toda una casa. Yo no poseía lo
suficiente para llenar incluso una de las habitaciones en el lugar que ahora
era mío.
Me
tomó un segundo reconocer que no estaba solo una vez que la puerta estuvo
cerrada. Todas las luces estaban apagadas como las había dejado, excepto la luz
en el cuarto de baño que estaba encendida y lanzando un tenue rayo de luz sobre
la cama, que estaba muy ocupada. Lancé mis llaves en la mesa y caminé hacia la
cama. Mis ojos se clavaron en el par de ojos que me estaban observando cuidadosamente.
Estaba
desnudo. Sentado sobre sus rodillas y mirándome como si tuviera todas las respuestas. No fue hasta
que mis rodillas tocaban el borde del colchón, que me di cuenta que alrededor
de sus delgadas muñecas unas brillantes esposas metálicas tenían sus manos
unidas en frente de él. Mi corazón empezó a acelerarse y tuve que parpadear
varias veces para asegurarme de que no estaba soñando.
Nos
miramos el uno al otro por un momento muy largo. Necesitaba preguntarle por qué
estaba aquí después de tanto tiempo. Necesitaba saber qué significaba todo
esto. Era tan hermoso. Agarré la cadena que mantenía las
esposas juntas y le di un pequeño tirón para atraerlo más cerca de mí. Se
arrastró hacia mí sin decir una palabra.
—Hoy
te compré una casa. —La verdad de esa afirmación sonó firme en mi voz. Su
boca se abrió en un grito ahogado de sorpresa.
—¿De
qué estás hablando? —Tiré de nuevo de las esposas hasta que tuve sus brazos lo
suficientemente altos como para enlazarlos alrededor de mi cuello. Todos sus
afelpadas y desnudas curvas se presionaron contra mí y finalmente sentí que
terminé. Él era lo que necesitaba para ser un hombre completo. Del todo.
—Compré
una casa hoy. Pero te necesito para hacerla un hogar, Leeteuk. —Incliné mí
frente hacia abajo para que descansara contra la suya. No debería haber
estado vertiendo mi corazón en él hasta que supiera por qué estaba aquí,
si esto era tan real para él como lo era para mí. Me mataría si se iba de
nuevo—. ¿Qué pasa con las esposas Pelirrojo?
El
metal alrededor de sus muñecas estaba duro y frío alrededor de mi cuello.
—Bueno,
tenía esta brillante idea para demostrarte que confiaba en ti, que te necesito
más de lo que necesito la verdad. Me imaginé que si me desnudaba y esposaba a
mí mismo a la cama no solo ilustraría que confío en que
haces lo correcto para mí, sino que también cumpliría una de las fantasías que
has estado lanzando sobre nosotros desde el principio. Solo se me olvidó que no
tenías una cabecera, y mucho menos una de esas en la que pudiera unir estas.
—Nadie
tiene una cabecera hecha para las esposas en el mundo real.
Leeteuk puso los ojos en blanco y una sonrisa tiró de su boca. Estaba perdido. No iba a
dejarlo ir de nuevo, incluso si él quería que lo hiciera, pero necesitaba
saber por qué estaba de repente aquí, así que le dije:
»Tenemos
que hablar acerca de tu cambio de opinión, Leeteuk.
El levantó una de sus bruñidas cejas hacia mí y sus ojos oscuros brillaron con
alegría.
—Lo
sé. Pero estoy desnudo. Tengo unas esposas y realmente te extrañé, Kangin.
—Giró un poco su cabeza para poder tocar mis labios con los suyos—. Además me
compraste una casa. Creo que tengo que darte las gracias de una manera que
siempre recordaras.
Mi
mejor juicio me dijo que averiguara a dónde se dirigía esto, que le recordara
que tenía un importante secreto que nunca iba a ser capaz de decirle, pero él me besó de nuevo. Cada instinto depredador que tuve alguna vez, volvió a rugir
a la vida con la necesidad de reclamar, poseer, marcar, y adueñarme de él para siempre como mío. El sentido común nunca había sido mi punto fuerte de
todos modos.
Lo tumbé de espaldas en la cama con un gruñido.
Sera que pueden vivir con ese secreto a cuestas, no lo se espero que si gracias por el cap bye .
ResponderEliminarUno más, un cap más y acaba todo, (TT)
ResponderEliminarAaawww😢😢😢😢😢😢😢
ResponderEliminarMe dolió la sonrisa de Kangin cuando Teuk le dijo que no podía ir en ese camino con él💔
Al parecer esa herencia le dejo muy buena cuenta en el banco,algo más a la lista de cosas buenas para Kangun,aunque esta haya sido a causa de la muerte de un padre que no conoció😕
Ah...cuando le dice que le compró una casa,me emocioné como si fuera para mi,ya no necesita buscar a nadie más,Teuk la amueblará.
Pero madre mia,que recibimiento que le da...que se note que lo extraño y que le cumplirá su fantasia🙊🙊🙊🙊🙊