Juego del Destino (DH9)-15



Demasiado cansado y lastimado para sostenerse más, Taeheon se dirigió hacia la puerta. Cuando pasó junto a Jean Luc, el Dark Hunter lo agarró. Antes de que Taeheon pudiese reaccionar, él sintió el pinchazo de una aguja en su brazo.

Enfurecido, él gruñó y cambió, pero antes de que pudiese hacer cualquier cosa más, todo se volvió negro.

Junyoung se volvió fría ante la vista de Taeheon cayendo al suelo a los pies del Dark-Hunter.

—¿Qué le has hecho?

—Le puse un tranquilizante.

Dongjun dejó escapar un lento suspiro

—Él va a estar seriamente enfadado cuando se despierte.

—No lo dudo  —dijo Jean Luc. — Por eso sugiero que le mantengamos así durante al menos un día o dos, hasta que él puede curarse y podáis planificar al detalle que es lo que él necesita hacer.

—Sí, pero si él no escucha …

— Expongan su plan, —dijo Junyoung, — y yo me encargaré de que lo escuche.

Dongjun, quién Junyoung rápidamente aprendió que era el escéptico del grupo, se rió de él.

—No seas tan insolentemente presuntuoso, humano. Taeheon no es el tipo de bestia que tú puedas manipular.

Minwoo negó con la cabeza hacia él.

—No, Dongjun, estás equivocado. Con él, Taeheon es diferente.

Dongjun se acercó a él y tomó la mano de Junyoung en la suya. Él la giró para mirar su palma.

—Ellos no están emparejados.

Minwoo miró con ternura a Hyunsik antes de volver a mirar a Dongjun.

—No tienes que estar emparejado para cuidar profundamente de alguien. Creo que Taeheon lo escuchará.

Junyoung se mantuvo aparte con Minwoo cuando los hombres recogieron la forma de tigre de Taeheon y lo bajasen por el estrecho pasillo a un exuberante dormitorio que estaba adyacente al que le habían dado a él.

Este barco había sido convertido en un bunker. Por fuera, se parecía muy oxidado, pero dentro de él guardaba cada lujo conocido por el género humano, incluyendo una habitación con satélite que haría daría mil vueltas a la NASA.

El Dr. Lee y Jinhyuk habían determinado que un barco era el lugar más seguro para que ellos se escondiesen. Mientras estaban sobre agua, lo Were Hunters que iban tras de Taeheon no podría rastrear su olor, y siempre que él mantuviese el uso de su magia al mínimo, no podrían encontrarle de ningún modo.

Sólo esperaba que eso funcionase.

—¿Realmente piensas que hay alguna manera de que Taeheon pueda probar su inocencia? —le preguntó a Kevin cuando él cubría la forma de tigre de Taeheon con una manta.

—No lo sé. Caramba, ni siquiera estoy seguro de que no matase a sus padres. Su primo hizo un condenado buen argumento.

—Él no los mató, —dijo Minwoo firmemente—. Yo estaba allí cuando le trajeron. Él estaba demasiado traumatizado por eso. Él se sentó en una esquina durante tres sólidas semanas con sus brazos alrededor de si mismo, simplemente meciéndose de aquí para allá cada vez que él estaba en forma humana. Como tigard, leopardo, o tigre, él permanecía enroscado.

Kevin frunció el ceño.

—¿Estaba herido cuando te lo trajeron?

Junyoung vio la renuencia en la cara de Minwoo.

—Él estaba un poco arañado.

Kevin parecía escéptico.

—¿Un poco o mucho?

—De acuerdo, mucho, —admitió Minwoo a regañadientes. —Pero si hubiese estado en una pelea con dos adultos Katagaria, él habría estado más herido de lo que él lo estaba.

—A menos que él los envenenase, —dijo Dongjun—. Daisaku realmente no dijo cómo los había matado él.

—Yo todavía no me lo creo, —dijo Junyoung—. No está en él.

—Sí, y tú eres un iluso, —dijo Dongjun—. Pequeño, noticias de última hora. Con excepción de ti y el pirata, aquí todos somos animales. Y todos tenemos el instinto de un asesino.

Minwoo suspiró mientras miraba la forma inconsciente de Taeheon.

—Él lo pasó mal en la pubertad. Él no podía mantener sus formas y tenía ataques sumamente violentos por cosas sin importancia.

—¿Cómo cual? —preguntó Kevin.

—Pues bien, la primera noche él estaba trabajando en la cocina, Taeyang lo sorprendió y Taeheon le cortó la garganta con el cuchillo que tenía en sus manos. Afortunadamente, Taeyang se apartó lo suficientemente rápido para que solo fuera una herida pequeña, pero si los reflejos de Taeyang hubiesen sido más lentos o si Taeyang hubiese sido humano, podía haber sido fatal.

—Eso no quiere decir que él matase a sus padres,  —dijo Hyunsik cuando se movió al lado de Minwoo.

Jean Luc hizo un ruido de desacuerdo.

—Por todos los diablos. Las personas normales no hacen eso.

Hyunsik parecía dudoso.

—No, pero alguien que hubiese sido gravemente atacado y que se viese incapaz de detenerlo, lo haría.

Dongjun no pareció comprar el argumento de Hyunsik, pero Junyoung lo hizo.

—No lo sé, Hermano, —dijo Dongjun. —Creo que proyectas lo que te sucedió sobre Taeheon.

Junyoung miró a Minwoo.

—¿Cuándo fue la última vez que Taeheon atacó a alguien sin que ellos le atacasen primero?

Minwoo no vaciló con su respuesta.

—Solo esa vez con Taeyang, pero Taeheon estaba asustado y temblaba cuando ocurrió.

Junyoung asintió con la cabeza.

—Eso es lo que pensé. Taeheon es inocente en esto. Él me dijo que sus padres se mataron el uno al otro, y le creo. Ahora solo necesitamos juntar nuestras cabezas y pensar en alguna manera de probarlo.

Junyoung se tendió sobre la cama al lado de Taeheon, quien todavía dormía en forma de gato. El había aprendido de Kevin que los Were Hunters como animales tenían completo conocimiento humano.

—Si Taeheon no le hizo daño en su forma humana, entonces no te lo hará como animal.

Ese conocimiento lo había aliviado mucho. Esto era tan extraño, sin embargo, estar tocando un enorme gato salvaje, y no tener miedo de él.

¿Cómo pudo ser este animal el hombre que él conocía? Junyoung tocó sus suaves orejas aterciopeladas. Su pelaje era increíblemente blanco, y cuando estaba en su forma "verdadera", no había franjas o lunares en ella. Él parecía un enorme, mullido gato. Como tigre, él tenía las marcas negras típicas del tigre que dividían en dos el blanco pelaje.

Movió su mano para hundirla profundamente en la peluda piel de su cuello. Era como acariciar la seda más suave que se pudiera imaginar. Podía sentir su fuerza. Esto le asustaba y extrañamente lo reconfortaba.

Sin pensarlo un segundo, hundió su cara allí y le mantuvo cerca. Pobre Taeheon había pasado por tanto. Si pudiese, le aliviaría el dolor.

¿Pero como? Todo lo que podía hacer era ofrecerle comodidad y esperar que su plan surtiese efecto. Lo último que quería era verle más lastimado. Kevin le había contado mucho acerca de la infancia de Taeheon, acerca de lo solo que había estado siempre. Era algo que entendía muy bien. Toda su vida, también, había sido un extraño. Nunca lo bastante bueno. Nunca lo qué otros querían que fuese.

Ese era un solitario lugar para vivir.

Su corazón dolía, acarició con la nariz el suave pelaje mientras le acariciaba amablemente el lado que no tenía lastimado.


Taeheon se despertó para notar la más increíble sensación de su vida. Alguien le acariciaba...

Nadie alguna vez había colocado una suave mano en su forma de animal antes. La mano en su costado era cálida, tranquilizadora. Acariciaba y alisaba su pelaje en un sensual ritmo que no tenía nada de sexual. Era reconfortante. Y significaba para él más de lo que nunca había significado nada.

Otros Were Hunters sabían que era mejor tocarle cuando estaba así. Los humanos le temían como animal.

Y sus padres… ellos nunca habían sido cariñosos. Al menos no con él.

Él supo instintivamente que era Juny que lo estaba mimando ahora. Su olor se pegaba a su pelaje y él lo adoraba.

Él también recordó lo que él había estado a punto de hacer cuando el condenado Dark-Hunter le había drogado.

Pero por el momento, el suicidio era la cosa más remota de su mente. Él solo quería quedarse aquí y sentir la fuerza delicada de la mano de Juny en su cuerpo. No había nada más como la paz que él sentía adentro. La felicidad.

Cómo deseaba que allí no hubiese nada más en el mundo que solo ellos lo dos...


Junyoung jadeó cuando Taeheon se dio vuelta, cambiando del tigard a hombre. Esos pálidos ojos lo chamuscaron con calor.

Le tocó el corte cicatrizante en su labio inferior.

—¿Estás bien? ¿Cómo te sientes?

—Mareado. Neblinoso. Con náuseas.

Arrugó su nariz ante su honradez.

—¿Necesitas ir al baño?

Él negó con la cabeza.

—Solo necesito algunos minutos para dejar que lo último de la droga se consuma de mi sistema. Odio los tranquilizantes.

—Puedo  suponerlo.  -Le apartó  el  pelo  de  regreso  de  su  hermosa  cara. —  ¿Estaba planeando ser un estúpido?

—No tengo ninguna elección.

—Kevin dice que la tienes. Si puedes probar …

—¿Cómo? —preguntó él. Su voz sonaba tan cansada. Tan reservado y resignado a su vagabundo destino—. No hay ninguna prueba que demuestre quién mató a mi padre o a mi madre.

Junyoung se rehusó a creer en eso. Allí tenía que haber algo que hubiese quedado para ayudar a Taeheon. Algo que podría probar su inocencia.

—Dime qué sucedió.

Taeheon se quedó quieto mientras recordaba las horas de la vida de su padre. Él nunca había hablado acerca de eso con nadie antes. Pero las pesadillas todavía lo acorralaban a veces.

—Yo justamente había estado aprendiendo a cambiar de formas y no podía aguantar nada por mucho tiempo. Un momento era un humano indefenso, y al siguiente era leopardo, tigre o tigard. Mi madre estaba completamente asqueada por mí y mi apariencia. Fue por eso que nunca tuvieron más hijos. Oí por otros que ellos habían estado juntos hasta mi nacimiento. Después de eso, mi madre se rehusó a dejar a mi padre la tocarla por miedo de tener otra cosa como yo.

El corazón de Junyoung se dolía por él. No podía imaginar que sus padres le negaran por completo. Su padre podía ser juzgativo, preocupadizo o equivocarse a veces, pero él nunca había sido deliberadamente cruel.

Taeheon jugueteó con un mechón de su pelo mientras continuaba hablando.

—Mi padre rara vez me miró como un cachorro. Ellos me mantuvieron encerrado en una pequeña jaula en su casa hasta que comencé a entrar en la pubertad. Mi padre sabía que necesitaba que alguien me entrenara sobre como usar mis poderes, así es que él contrató a un primo para que viniese y me enseñara…Daisaku.

El único que había dicho Kevin había acusado a Taeheon de los asesinatos. Pero Junyoung no expresó eso en ese momento. Primero quería entender la cadena de acontecimientos.

—¿Así que fue tu primo quién te enseñó cómo usar tus poderes?

—No. Él estaba demasiado asqueado de que yo no pudiese mantener una forma sólida, así que me abandonó una semana después de que mi padre le hubiese contratado  —Taeheon dejó escapar un lento suspiro—.  Así que mi padre decidió que tendría que hacerlo él mismo. Fue la única vez en mi vida que él pasó algún tiempo conmigo. Al principio, él estaba tan furioso conmigo, tan frío, que yo intentaba salir de la forma que podía. Escapé de la habitación, o use mis poderes florecientes para emitirme en otras partes de la casa o fuera de ella. Enfadado y disgustado, él me arrastraba de regreso y trataba de enseñarme otra vez.

—¿Cómo te arrastraba de regreso?

El dolor inundó sus ojos.

—Eso no importa.

Junyoung lo conocía mejor. La rigidez de su cuerpo le decía algo diferente. Las acciones de su padre habían cortado directamente el alma de Taeheon.

—Una vez que empecé a tener algún grado de control, mi padre se calmó. Él estaba incluso comenzando a gustarme, creo. Eso fue lo que más me hirió cuando murió. Había pasado toda mi infancia a solas, sólo viendo a mi guardián que entraba una vez al día para cambiar mi comida y mi caja. De vez en cuando, mi padre entraba, clavaba en mí sus ojos que me miraban con decepción u odio, y luego salía sin decir nada. Así es que cuando él comenzó a prestarme atención, fue la cosa más increíble.

Él hizo una pausa y apartó la mirada. Podía ver que los recuerdos le dolían. Solo deseaba conocer la manera de aliviarlos.

—Ellos me trasladaron de mi jaula a un dormitorio, —dijo Taeheon quedamente—. Estaba dormido cuando oí algo caer estrepitosamente por el pasillo. Me transformé en forma humana para ver lo que era y le encontré a él en su dormitorio con la garganta abierta. Había tanta sangre y magulladuras que ni siquiera podías ver su cara.

—¿Qué hiciste?

—Me senté allí encorvado en forma humana, con mi mano en las de él. No podía moverme, no podía pensar. Nunca había visto una matanza reciente antes. Todo lo que pude hacer fue clavar los ojos en él.

—¿No sabes quién le mató?

—Lo supe, —dijo él en un tono fiero—. Oí a mi madre y a su amante. Ellos se reían de ello en otra habitación.

Junyoung tragó cuando el pánico la consumió ante el odio amargado de la voz de él. Tal vez había matado a su madre después de todo.

—Estaba tan enojado que no pensaba. Entré en el cuarto donde los dos estaban brindando con champaña. Me lancé contra mi madre, pero su amante me atrapó y me tiró al suelo. Él iba a matarme, también, pero ella le detuvo. Me enteré luego que ese había sido su plan inicial. Se suponía que ella nos mataba a mí y a mi padre a fin de que mi tío pudiera asumir el mando de Tigarian Tech. Pero ella dijo que ella no confiaba en mi tío. Si moría, ella estaba segura de que él los dejaría sin nada. Su única esperanza para conservar algo del dinero de mi padre era mantenerme drogado y controlarlo como mi guardián.

La furia se enroscó a través de Junyoung, que alguien pudiese hacer tal cosa, sin importarle su hijo. ¿Qué había estado mal con su madre?

—¿Y qué hicieron ellos?

—No estoy seguro. Yo estaba intentando usar la magia para ocultarme de su amante, la siguiente cosa que supe, fue que me desperté en un cuarto cerrado mientras la casa entera se consumía en llamas a mi alrededor.

—¿Cómo conseguiste salir?

— El piso se quemó de bajo mí. Fui cayendo escaleras abajo y un bombero me vio y pensó que yo era una mascota. Me echaron una manta por encima y me sacaron fuera antes de que la casa al completo se viera abajo. Cuando me sacaron, vi los cuerpos de mi madre, su amante y mi padre, quienes yacían sobre el césped donde los habían colocado.

Un tic palpitó rápidamente en la mandíbula de Taeheon.

—Antes de que me pudieran entregar a control animal, mordí al bombero y me escapé. Me dirigí directamente hacia los árboles y los arbustos que rodeaban la casa. Y solo continué corriendo hasta me encontré con otro hombre que me dijo que subiera al coche.

—¿Eso no fue increíblemente peligroso?

Él bufó.

—Probablemente, pero él sabía quién y lo que era yo y me dijo que mi padre lo había enviado a encargarse de mí. Realmente no pensaba claramente en el momento. Estaba herido y asustado, y no había ningún lugar al que correr. Todo lo que supe era que si él tuviese la oportunidad, mi tío me mataría también, y el hombre que vino a mí olía a humano. Mi tío odiaba a los humanos, así que creí que él era mi apuesta más segura.

Junyoung estaba asombrado por la historia de Taeheon. No podía imaginarse cuan aterrador debió ser aquella noche para él.

—¿Por qué nunca le dijiste a nadie lo que sucedió con tus padres?

Él le dio una mirada risible.

—¿Quién me creería? Los animales no matan por dinero. Ese es un crimen humano.

—Tú no eres un animal.

—Sí, Juny,  —dijo él, sus ojos quemándolo con su intensidad. — Lo soy. Nunca te engañes a ti mismo sobre eso. Hasta que tuve veinticinco años de edad, no fui sino un cachorro de tigard. La habilidad para volverme humano es un subproducto de la magia que algún rey demente forzó sobre mi gente varios siglos. Pero al final del día, tengo el corazón e instintos de un animal. Y siempre actuaré como un animal.

—Y tu llamado tío-animal mató por una razón muy humana y él ahora te está tendiendo una trampa. Creo que hay más humano en ti de lo que admites.

Él apartó la vista.

—He estado viviendo toda mi vida en The Empire. Sabía que si alguna vez lo dejaba la familia de mi padre vendría por mí. Ahora lo harán  —Taeheon centró su mirada en él. — Ellos te asesinarán para llegar a mi. ¿Lo entiendes?

Sus palabras le enviaron una oleada de miedo, aun así, se negó a acobardarse. Junyoung no sabía lo que haría o que podría ocurrir, pero no iba a huir de esto. No dejaría que lo intimidasen.

—Sí.

Taeheon dejó escapar un débil pero determinado suspiro

—Tengo que enfrentarlos.

—Y ese es el animal en ti hablando. Enfréntate a ellos y lucha a muerte. — Junyoung esperaba que pudiese disuadirlo de matarse tan innecesariamente. —Solo por un minuto, Taeheon, y piensa como un humano. ¿Cuál es la mejor forma de vengarse de alguien que es codicioso?

—Los matas.

Junyoung puso sus ojos en blanco cuando dejó caer su mano a su pecho desnudo

—No, los empobreces. Les quitas todo el dinero que tanto significa para ellos y los encierras.

Él se mofó.

—Yo más bien los mataba.

Junyoung entrecerró sus ojos en él. Para su sorpresa, Taeheon le sonrió.

—De acuerdo, digamos que por un minuto te escucho. ¿Qué sugieres que haga ?

—Kevin dijo que nosotros podíamos regresar en el tiempo a …

—¿Nosotros?

—Nosotros, —dijo firmemente. — Es el único lugar donde no me andarán buscando. Si me quedo aquí, tú no tendrás ninguna forma de asegurarte de que estoy bien y yo no tendré ninguna manera de asegurarme de que estás bien. Si regresamos juntos, podemos encontrar algo que implique a su tío en los asesinatos.

El chochín apretó con fuerza sus dientes y le dedicó una escéptica sonrisa.

—Va a ser peligroso.

—Ellos ya han intentado asesinarnos. ¿Qué podría ser peligroso más que eso ?

Por su cara Junyoung podía decir le concedía ese punto.

—Nunca he tratado de llevar alguien a través del tiempo antes. ¿Qué pasa si lo fastidio?

—Kevin jura que no lo harás.

—Kevin no tiene nada que perder con esto. Yo sí.

—Confío en ti.

Taeheon dejó escapar un profundo suspiro ante lo que a eso se refería. Nadie le había dado su confianza antes. Y él no podía creer que Junyoung se la diese a él ahora, cuándo tenía tanto que perder.

Dios, si él tuviese algo de cerebro, él lo dejaría aquí para que Jean Luc lo protegiera, y aún así Taeheon sabía que tenía razón. Él no tenía forma de saber si Junyoung estaba a salvo o no. Él estaba tan preocupado por su seguridad que no podría centrarse y hacer lo que debía para probar su inocencia.

Él bajó la mirada a su mano sobre su pecho. El era humano. Frágil. Y aún así tuvo una fuerza dentro que lo aturdía. Él había estado solo toda su vida… ¿No sería bonito tener alguien a su lado, solo por esta vez?

Taeheon dejó escapar un cansado suspiro mientras un profundo deseo ardía a través de él. Honestamente, no quería vivir sin Junyoung. Ni siquiera por un minuto.

—De acuerdo, Juny. Lo intentaremos a tu manera, pero si no surte efecto …

—Entonces puedes matarlos a tu manera…

Taeheon jaló su cara hacia si, intentando besarlo. Pero tan pronto como sus labios se tocados, el teléfono móvil de Junyoung comenzó a sonar.

Junyoung gruñó irritado mientras se echó hacia atrás. Normalmente lo ignoraría, pero ésta era una llamada que tenía que coger.

—Es mi padre, —explicó— Aguarda un segundo.

¿"Dónde has estado, jovencito"?

Junyoung se encogió de miedo ante la cólera en la voz de su padre.

—Hola, Papá, que agradable oír de ti, también.

—No empieces conmigo, Junyoung. Me han llamado de tu escuela diciéndome que no has ido a clases en días. Van a expulsarte. En qué estás pensando ¿Tienes alguna idea de lo vergonzoso que resulta esto?

Junyoung odiada el hecho de que las lágrimas estuviesen apozándose en sus ojos. Sobre todo, odiaba el hecho de que sus palabras realmente lo lastimaban.



2 comentarios:

  1. Ahhhh!!!!
    Nooooo
    Ahí la historia!!!
    Ahhh si! Que genial que puedan viajar y escudriñar lo sucedido!!!
    Que triste la niñez, pubertad, adolescencia y adultes joven de Tae~ solo como un cachorrito enjaulado y después su padre...ay~
    TT____TT
    Ahhh Noooo Juny~

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  2. LA VERDAD A VECES LOS ADULTOS NO SON MAS TONTOS POR QUE NO PUEDEN COMO UN NIÑO VA A MATAR A DOS PERSONAS QUE LO SUPERABAN A PESO Y TAMAÑO

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...