Sapphire Wolf (T3)- 21

Hongki bostezó mientras se sentaba en la mesa con su manada, desayunando. Había estado fuera buscando hasta las dos de la mañana. Estuvo en fase cuando salió a buscarlo, sabiendo que su lobo se podría mover mucho más rápido.

Finalmente, a más de dieciséis kilómetros de distancia de la finca, encontró la Nepeta, también conocida como hierba gatuna. Todavía trabajaba en perfeccionarlo en forma líquida, la parte más difícil era que tendría que ser bastante potente, pero también disuelta de modo que las pocas partículas de la planta no fueran visibles.

La gente tiende a sospechar cuando hay cosas flotando en sus bebidas.

Hongki captó la mirada de Hee a través de la mesa y le asintió, un movimiento sutil para que lo siguiera afuera.

Hongki esperaba en el pasillo cuando los cinco jovenes salieron, Hyukjae pisando sus talones.

Sí, esto no parece sospechoso, pensó.

—¿Qué sucede, doc? —preguntó Hee.

—Encontré la Nepeta a dieciséis kilómetros. He estado trabajando en ello toda la mañana y la única cosa en la que no estoy seguro es en su potencia para hacerlo indetectable en la bebida.

—¿Encontró algo que impedirá que los chicos sean capaces de cambiar? — Hyukjae habló bajo, para que no fuera escuchado por casualidad.

Hongki, Hee y Donghae asintieron al mismo tiempo, pero no se explicaron. Él levantó sus cejas.

—De acuuuerdo, ¿cómo averiguó eso?

Donghae miró a Hongki quien dio un movimiento casi imperceptible con su cabeza.

—Hicimos unas indagaciones y esto en cierto modo cayó en nuestros regazos —le dijo Hee vagamente.

—Ajá, sólo cayó a sus regazos. —Hyukjae los observó con recelo—. Bien, si esa es tu historia…

—Finalizada, ilustrada y corregida. —Hee le dio una asentimiento agudo— Está bien. Todos andando, gente. Doc, necesitamos sujetos de pruebas para su magia.

—Esa sería la manera más exacta de determinar si es eficaz —acordó Hongki.

Hee sonrió a Hyukjae dulcemente.

Hyukjae  miró  el  destello  en  los  ojos  de  Hee  cuando le sonrió. Comprendiendo lo que estaba pensando, levantó sus manos.

—De ninguna manera, Hee. Vamos, no puedes pedirme que haga eso. No puedo protegerlos si no puedo cambiar. No. Me opongo enérgicamente.

Hee no discutió, comprendiendo que ninguna coquetería, arrastre, empuje o soborno iba a funcionar con Hyukjae. Miró a cada miembro de su grupo, todos tratando de pensar en un lobo para probar este brebaje.

Finalmente,  Hongki habló.

—Yo lo haré. Es mi creación, debería ser quien lo pruebe.

—¿Estás seguro que quieres hacer esto, Hongki? —preguntó Donghae.

—Sí, definitivamente. Llevaré a Teuk, Donghae y Hyukjae conmigo mientras que ustedes tres ponen la carnada a su presa.

Hee sostuvo su puño en alto hacia Hongki. El entendió lo que Hee intentaba hacer y formó su propio puño, chocándolo contra el de Hee.

—Que comience esta fiesta, señores.

Hyukjae aclaró su garganta y mordazmente miró al conspirador diabólico.

—Ah, por el amor de Dios. Que comience esta fiesta, señores y hombre lobo caliente. ¿Feliz? —preguntó Hee.

—¿Crees que soy caliente? —Hyukjae sonrió abiertamente y guiñó.

—No le llegas ni a los talones a B, así que no te emociones mucho.

—Ouch. Estoy dolido, Hee. —Sonrió Hyukjae, colocando su mano en su corazón.

Hee negó y se dio vuelta hacia Sooyeon y Zhoumi.

—¿Listos?

—Totalmente. —Sonrió Zhoumi. Sooyeon dio un débil:

—Síp. —Sus cejas se levantaron mientras hacía movimientos de pompón con sus manos.

—Ese es el espíritu. —Hee se rió—. Vamos, encontremos la manada de ratas.

Yifan alzó la vista de su mesa para ver al americano rubio y a los dos jóvenes lobos Coreanos yendo hacia él.

—Este día se está poniendo bueno, chicos.

Los otros cuatro giraron en sus asientos para mirar mientras los jovenes caminaban con seguridad hacia su mesa. Ellos se detuvieron a un metro de distancia y observaron a cada uno de ellos.

—Oí que ustedes son los chicos que grabaron ese increíble vídeo. —Hee sonrió con satisfacción mientras cruzaba sus brazos en su pecho… no por casualidad.

Los ojos de Yifan vagaron al sur de su cuello antes de volver a su cara.

—Fuimos nosotros. —Yifan les guiñó—. Quisimos compartir toda esa belleza con todos.

—Aw, eso es lindo. —Hee echó un vistazo atrás a Zhoumi y   Sooyeon—.¿No es lindo eso, muchachos?

—Muy lindo. —Zhoumi levantó una ceja hacia los lobos. Sooyeon asintió silenciosamente con una sonrisa dulce.

—¿Hay algo que podamos hacer para ustedes, jovencitos? —habló Luhan, llamando su atención.

—De hecho, vinimos para invitarlos a un partido amistoso de naipes mañana por la noche. Habrá refrescos.

Yifan se inclinó atrás en su asiento y dobló sus brazos. Descaradamente observó a Hee, comenzando por sus pies, yendo por todo el camino hacia la cumbre de su cabeza rubia.

—¿Quién más estará allí, hermoso?

—Ustedes, los cinco sementales y nosotros. —Hee se señaló a él y los dos jovenes con él.

Yifan levantó sus cejas mientras una sonrisa se deslizaba por su cara.

—¿Y qué tipo de naipes se jugarán?

Hee se inclinó adelante, descansando su mano en la mesa para así poder susurrar de cerca.

—La clase que rima con lip stroker. —Guiñó y luego se enderezó mientras observaba al cerebro de Yifan deducir lo que le acababa de Decir—. Si quieren jugar estén en el gimnasio mañana en la noche a las diez en punto. Es nuestro pequeño secreto, si sabes a lo que me refiero.

Yifan miró mientras él se alejaba balanceando sus caderas muy atractivamente. Oyó que varios de sus compañeros de manada silbaban por lo bajo.

—¿Así que, vamos? —preguntó Luhan a su Beta.

—Como si alguna vez renunciaría al strip póker con unos jóvenes tan bellos. —Yifan puso sus ojos en blanco—. Sí, vamos —reiteró cuando Kris y Tao le miraron sin expresión.

—¡Strip póker! —anunció de repente Kris.

—Shhh.

—Cierra la boca, idiota. —Yifan y Luhan le detuvieron.

—No me di cuenta que era eso de lo que él estaba hablando  —siguió Kris

—¿Qué más rimaría con lip stroker? —preguntó Yifan a su compañero de manada, con su voz llena de exasperación—. Ustedes cuatro mantengan cerrado el hocico —les advirtió—. No quiero que ningún otro macho descubra esto. Esos jóvenes lobos son nuestros.

—Eso salió bien —dijo Hee con entusiasmo. Sintió que su teléfono vibraba y lo sacó del bolsillo trasero de sus jeans ajustados.

Siwon txt: Buenos días, hermoso

Hee sabía que la sonrisa que se extendía por su rostro probablemente parecía ridícula, pero no le importó. Siwon pensaba que él era hermoso y estaba pensando en él. Lo único que podría hacerlo más lindo era que él estuviera allí para decírselo en persona.

Hee txt: Buenos días a ti

—¿Crees que se aparecerán? —la voz de Zhoumi trajo a Hee al presente.

—Cariño, sus ojos estuvieron sobre nosotros todo el tiempo. Estarán allí.—Miró a su teléfono mientras decía—: Dirijámonos a la oficina de Hongki y veamos cómo van las cosas.

Siwon le había mandado un nuevo mensaje.

Siwon txt: ¿Qué vas a hacer hoy?

Hee sabía que Siwon no quería que participara en ninguna de las actividades que estaban previstas, pero Junjin no podría justificar que no estuviera allí. Así que tenía que responder esto con cuidado… si no podía ser honesto sólo tenía que desviar su atención.

Hee txt: Tejer cestas

Llegaron a la oficina de Hongki y abrió la puerta sin llamar. Hyukjae, Teuk y Donghae ya estaban allí, sentados y mirando a El doctor.

—Entonces, ¿cómo les va, chicos? —preguntó Hee cuidadosamente.

—Estamos esperando —susurró Teuk.

Hee vio a cada uno de ellos y luego a Zhoumi y Sooyeon.

—¿Esperando qué?

—Para ver si él cambia —le respondió Donghae.

—¿Por qué susurramos? —preguntó Zhoumi.

—No lo sé. Simplemente me pareció que no deberíamos ser ruidosos o hacer movimientos bruscos —respondió Teuk distraídamente.

Hyukjae puso sus ojos en blanco y miró a Hee.

—Han pasado quince minutos y hasta ahora no ha entrado en fase. — Habló en un tono regular.

—¿Cuánto bebió, doc? —preguntó Hee.

—Coloqué un tercio de taza en 8 onzas de líquido. Hasta ahora sólo me siento atrapado. Como si mi piel sólo estuviera atascada. En realidad no sé cómo describirlo.

Los otros lobos de raza pura en la sala se estremecieron ante la descripción de Hongki.

—Así que, ¿sólo nos sentamos y esperamos? —preguntó Zhoumi.

—Más o menos. —Hyukjae asintió.

—¿A qué hora es la actividad grupal que se supone que vamos a hacer hoy?

—A las once —respondió Hee, mirando a su teléfono. Eran las nueve, y tenía un nuevo mensaje.

Siwon txt: ¿Por qué no me gusta como suena eso?

Hee sonrió.

Lobo inteligente.

Hee txt: El tejido de cestas es perfectamente seguro.

Siwon txt: Entonces, ¿es toda una clase sólo para chicas y jóvenes?

—Lobo astuto —se burló Hee.

Hee txt: Define toda

Siwon txt: Completa, entera, única, total

Hee txt: Qué lindo

Siwon txt: Responde

Hee txt: Tengo que usar el baño, ya regreso

Siwon txt: ¡Heechul!

Hee ignoró el último texto. No quería mentirle. Él sólo se preocuparía y probablemente rompería algo. Se apoyó contra la pared y se deslizó hasta el suelo. Cerrando sus ojos, se preparó a esperar con los demás para ver cuánto le tomaría a Hongki hasta poder cambiar. Su teléfono vibró varias veces más. No miró los mensajes, pero sabía que serían probablemente en mayúsculas.

Malo Hee, pensó para sí mismo.

Teuk caminó hacia el comedor y directo hacia los brazos de Kangin.

«Eso está mejor» murmuró Kangin en su mente.

«Yo también te extrañé.»

Se acurrucó en su pecho y dejó salir una respiración profunda. Hacerse cargo de todo el drama del plan de Hee y la poción mágica de Hongki lo estaba desgastando.

Aunque, todos ellos estaban un poco menos estresados al descubrir que le tomó a Hongki más de tres horas para cambiar después de beber la mezcla de hierba gatuna. Por lo menos sabían que esa parte del plan funcionaría.

—Espero que no te importe, pero tu padre preguntó si comeríamos con ellos y le dije que sí.

Teuk sonrió ante la mirada preocupada en el guapo rostro de Kangin.

—Eso está bien, hombre lobo.

Mientras salían, Hee pasó por su lado.

—Te veré después en tu habitación, Hee —dijo Teuk con una actitud calmada.

—Está bien, qué te diviertas. —Hee les guiñó un ojo y sonrió a  Kangin—.Oye, sexy. ¿Estás cuidando de mi chico?

Kangin se rió entre dientes.

—Siempre.

—Me refiero de todas las maneras —les lanzó Hee mientras continuaban yéndose—. Sólo en caso de que no lo comprendieras.

—¿Dónde van? —preguntó Donghae sentándose junto a Hee en la mesa.

—Asumo que a comer con Kangta —le dijo Hee—. Pero soy conocido por equivocarme en raras ocasiones. Hay la posibilidad de que ésta sea una de esas.

Donghae entornó los ojos.

—Debe ser agotador ser tú, Heechul Kim.

—Es una gran responsabilidad, sin duda —dijo Hee seriamente—. Es decir, las expectativas harían fracasar al más débil.

—Oh, sin duda.

—Sólo digo, Hae, no es fácil ser verde.

Donghae resopló.

—No eres verde.

Hee descartó su comentario.

—Es todo relativo, chico.

Zhoumi y Sooyeon ingresaron a paso lento, luego Hyukjae. Hongki fue último. Estaban tratando de deshacer su “tiempo juntos”, así no parecía sospechoso. Probablemente no estaba funcionando ya que todos se veían tan culpables como el Profesor Plumb en el Conservatorio con el Candelabro.

Comieron rápidamente, todos deseosos de finalizar los planes para la noche siguiente. Hee estaba listo para tener un tiempo a solas. Usando vagamente la palabra solo: casi estaría con Siwon. Él le había estado mensajeando todo el día, la mayoría de ellos equivalente al gruñido de su nombre. Odiaba dejarlo colgado, pero había tenido que tomar las estúpidas lecciones de natación.

Sí, pensó él. Escuchaste bien. Tenemos lecciones de natación, al igual que mesas de billar. La última cosa que necesitaba era que Siwon lo imaginara inclinado sobre una mesa de billar con un montón de machos sin parejas alrededor de su… lo cual era lo que había sucedido exactamente. Convenientemente dejaría salir un poco de eso esta noche cuando le escribiera.

Antes de que Hee pudiera dejar la mesa, Junjin habló.

—¿Todos recuerdan que esta noche hay otra reunión de manada?

—Mierda —murmuró Hee y fue seguido por varios otros murmurando improperios similares en su pequeña pandilla.

Junjin levantó una ceja.

—¿Planes?

Los ojos de Hee se ensancharon y quedó congelado con la mirada del Alfa. Su cerebro se detuvo, lo único que podía oír era una voz gritando: Redada.

—Ah, um —comenzó Donghae—. Creo que Hee esperaba saltearse esto, con todo lo que ha pasado.

Hee miró a Donghae y quiso que viera la gratitud en sus ojos.

—Bien, supongo que podría decirse que no estás sintiéndote bien —dijo Junjin pensativamente. Miró de vuelta a Donghae—. ¿Estoy en lo cierto en asumir que hay varios otros jóvenes que quieren saltarse esto con Hee?

Donghae asintió.

—Sí, Alfa. Señor.

Hyesung sonrió ante el nerviosismo de Donghae.

—Está bien, entonces. Pero no van a dejar la habitación de Hee. Para nada. —Junjin miró fijamente a cada uno de los chicos.

—Sí, Alfa —dijeron todas al unísono.

Mientras Hee se paraba para irse, captó la mirada de Hyukjae y articuló.

—Nos vemos.

Él dio un asentimiento leve. Hongki también asintió.

Desastre apartado, pensó Hee con un suspiro.