Uno
a uno, los miembros de la manada se presentaron en la sala de desayuno. Las
mesas y las sillas habían sido removidas. En su lugar había sillas de descanso.
Junjin no se sentó. Hyesung se unió a él y se veía igual de enojado. Hee vio
como todos los machos se miraban entre sí. Ninguno cedería y se sentaría hasta
que Junjin lo ordenara. Una vez todo el mundo estuvo dentro, Minho cerró la
puerta con un chasquido siniestro.
Para
sorpresa de Hee era él a quien Junjin se dirigió en primer lugar.
—Hee,
por favor explícame con el mayor detalle posible lo que pasó.
El
respiró hondo antes de empezar.
—El
último lobo con el que estaba entrenando me toqueteó —dijo Hee con franqueza.
Siwon
gruñó, incluso Kangin y Hyukjae gruñeron ante sus palabras. Junjin respiró
hondo.
—¿Eso
es lo más detallado que puedes ser?
—Al
principio su mano sólo estaba posada en mi pecho, lo que hubiera pasado por
alto. El factor decisivo fue que él apretó. — se encogió de hombros
incómodamente—. Por lo tanto, no fue un tipo de gesto “ups, mi error” o un
“hola” pasajero, fue más un gesto como “me gustaría una habitación para la
noche, por favor”.
Siwon
se estremecía visiblemente en la esquina mientras trataba de mantener a su lobo
bajo control.
—Siwon,
cálmate —le ordenó Junjin.
Interiormente,
Hee maldijo porque realmente había estado esperando evitar esta parte.
—Cuando
dices marcas… —empezó Hee vagamente.
Antes
de que Junjin pudiera comentar Siwon estaba a su lado, girándolo para
enfrentarlo a él. A pesar de que fue muy amable, su toque fue firme, decidido.
Su
mano, ahora firme, se acercó y le acarició el rostro.
—La
verdad, Heechul. ¿Ese mestizo dejó marcas sobre ti? —Las palabras de Siwon
fueron tan suaves. Hee se dio cuenta que no quería tener esta conversación
delante de todos.
—No
estoy seguro. Realmente no he tenido la oportunidad de comprobar.
—Comprueba
—dijo Siwon simplemente. La mandíbula de Hee se abrió.
—¿Qu-qué,
aquí? ¿Ahora?
Hyesung
se acercó a Hee y tiró de él hacia un lado. Siwon volvió a mirar a todos los
machos de la habitación y gruñó. En un instante todos le dieron la espalda. Él
volvió a mirar a Hee. Hyesung estaba ayudándole a levantar su camiseta. Cuando Hee
se fijó en él, se detuvo de ir más arriba.
Se
aclaró la garganta.
—Lobo,
no te has ganado ningún privilegio especial. Así que a menos que estés
repartiendo Kimchi, no llegarás a ver el show.
En
ese momento sus pensamientos acerca de Heechul estaban lejos de ser
inapropiados, sin importar qué parte viera. Pero él comprendió que no se sentía
cómodo con él viéndolo sin ropa. Así que cedió y se volvió.
Las
otras parejas se acercaron para formar un semicírculo a su alrededor mientras
él esperaba con impaciencia. Casi se giró cuando oyó el jadeo de Donghae.
—Maldita
sea —murmuró Donghae.
Hyesung
miró a su compañero; él estaba gruñendo.
—Tiene
hematomas y marcas de garras.
—Maldita
sea —jadeó Teuk cuando se inclinó alrededor de Hyesung. Zhoumi se tapó la boca
para evitar soltar una palabrota.
Sooyeon
asintió.aww
—Eso
va a estar allí por un tiempo, Hee.
Hee
puso los ojos en blanco mientras observaba a Siwon retorcerse mientras trataba
de evitar mirar.
—Su
lujo de detalles realmente está ayudando a mantener a todos calmados, chicos
—dijo Hee con sarcasmo—. Sólo relájense. No es como si tendré sus marcas en mí
para siempre.
Hee
se dio cuenta del error de sus palabras un segundo después de que salieran de
su boca. El lobo de Siwon consideraría eso como otro lobo marcándolo, reclamándolo.
Hee sabía que no lo había hecho… sólo era un chico pervertido.
Siwon
empujó a todos los jóvenes fuera de su camino y estuvo de pie frente a él más
rápido de lo que Hee pudiera parpadear. Se quedó inmóvil mientras lo miraba a
la cara, sus rasgos oscuros acentuados por la ira. Lo sintió tirar de su camisa
hacia abajo para cubrirla. Hee todavía no podía moverse.
—Una
vez más, Heechul, haces trivial algo que es serio. —Los ojos de Siwon se
estrecharon peligrosamente—. ¿Por qué?
—No
estoy diciendo que lo que hizo estuvo bien, pero podría haberlo manejado. Él
sólo estaba siendo un chico. Vio una oportunidad de conseguir un poco de acción
gratis y la tomó. Soy perfectamente capaz de darle patadas a un macho en las
bolas, B. No necesito que vayas todo colmillos y garras sobre él.
Todos
los chicos en la sala se estremecieron al oír las palabras de Hee excepto Siwon.
Él estaba inamovible en este punto.
—¿Sólo
estaba siendo un chico? ¿Sólo estaba SIENDO UN CHICO? — rugió Siwon—. ¡Él te
tocó! Tenía sus manos sobre ti… Eso no es “siendo sólo un chico”, eso es ser un
imbécil. ¡Un imbécil que tocó lo que es mío!
Hee
debía callarse y cortar sus derrotas, pero dar marcha atrás nunca había sido su
fuerte.
Teuk
observó, fascinado por el argumento subsiguiente frente a él. No creía que
ninguno de ellos realmente se diera cuenta de lo apasionados que eran el uno
por el otro. Sin embargo, no estaba seguro de que fueran a sobrevivir su
apareamiento sin que uno de ellos estrangulara al otro. Las palabras que Hee
estaba escupiendo en el momento estaban sacando seriamente las probabilidades
de supervivencia fuera de su esquina.
—¿Estás
enojado porque él llegó primero, lobo? Porque si ese es el caso me parece
necesario recordarte que tu oportunidad está por venir.
Los
chisporroteos, toses, y maldiciones que recorrieron la habitación fueron
enfatizadas por Donghae sorprendiendo a todos con un:
—¿Qué
DEMONIOS, HEE? Cállate.
Hee
no apartó los ojos de Siwon mientras contestaba lo que era ciertamente
retórico.
—¿Qué?
Sólo estoy recordándole que, en última instancia, yo soy suyo.
—Sí,
bueno, hacer hincapié en que otro lobo tenía sus manos sobre todo tú, sin
contar que eso sucedió delante de tu compañero, no está ayudando realmente
—replicó Donghae.
La
mano de Siwon se alzó mientras apretaba sus ojos cerrados. Se pellizcó el
puente de la nariz, sosteniéndose de un hilo.
—Alfa.
—La palabra era una súplica.
—Parejas
acopladas, por favor lleven a los jóvenes de vuelta a sus habitaciones. El
resto diríjase de nuevo a su habitación.
Todo
el mundo estaba en movimiento excepto Hee y Siwon. Junjin fue el último en
salir de la habitación. Antes de cerrar la puerta se volvió a mirar a Siwon,
quien no apartó la mirada de Hee.
—Entiendo
por qué lo hiciste, Beta. Y puede que debido a que eso dejó marcas en su piel
tú no serás castigado por tu insolencia.
Siwon
observó a Heechul devolverle la mirada sin pestañear. No podía recordar un
momento en su larga vida en el que hubiera estado tan enojado. Empezó a temblar
con la urgencia de cambiar, recordando la mano del lobo en su compañero.
Heechul
dio un paso hacia él, completamente impávido ante su falta de control. Colocó
las manos a ambos lados de su cara y antes de que él se diera cuenta, se puso
de puntillas y presionó sus labios contra los suyos.
Siwon
deseó poder decir que él dudó en considerar las consecuencias de sus acciones,
pero en ese momento nada podría haber calmado su lobo de la manera en que ese
toque íntimo lo hizo. Sus brazos rodearon su pequeña cintura, acercándolo más.
A medida que su cuerpo se encontraba con el suyo, Siwon inclinó la cabeza para
profundizar el beso. Él le oyó gemir y gruñó en respuesta. Cuando sus lenguas
se encontraron casi sonrió.
Hee
no había tratado con vacilación deslizarse en su boca, no su pareja. Él se
lanzó confiadamente, retándolo a responder. Siwon lo sintió estremecerse cuando
lo acercó más, su pecho fuertemente presionado contra él. Eso trajo sus
pensamientos de vuelta a su lesión.
La
posesividad se lanzó hacia delante, confundiendo su cerebro, y su beso se
volvió desesperado. Lo levantó por la cintura y lo presionó contra la pared, ni
una sola vez separando sus labios de los de Heechul.
Hee
le echó los brazos al cuello y se impulsó hacia arriba, luego envolvió sus
piernas alrededor de su cintura. Este valiente movimiento le permitió empujar a
través de la niebla. Él suavizó el beso y después de unos pequeños
persistentes, se echó hacia atrás.
Siwon
notó lo hermoso que se veía, sus labios rojos e hinchados por su beso, sus ojos
medio cerrados mientras trataba de recuperar el aliento. Lentamente Heechul desenvolvió
sus piernas y bajó al suelo. Él no podía negar la atracción que sentía por su
confianza. No se sonrojó ni se disculpó por haber llegado a ser tan apasionado,
no trató de ocultar el deseo que llenaba sus ojos, y no bajó los brazos para
concederles algo de espacio. Heechul se agarró con fuerza y sonrió
seductoramente.
—Eso
fue delicioso.
Siwon
rió.
—De
todas las cosas que puedes Decir: apasionado, asombroso, increíble,
inigualable, ¿y sales con delicioso?
—Fue
todas esas cosas —estuvo de acuerdo—. Pero ninguna de ellas describe cómo
sabes.
—Heechul.
—Su nombre fue un gemido sacado desde su pecho.
—¿Cómo
lo describirías entonces? —le desafió.
—¿Qué
parte? ¿Tu sabor? ¿La sensación de tus labios sobre los míos? ¿Tener tu cuerpo
presionado tan cerca de mí? ¿Qué quieres que describa, princesa?
—La
mirada en tus ojos dice lo suficiente —respondió con suavidad. Hee dejó caer
los brazos y Siwon inmediatamente se sintió frío y vacío.
—¿Estás
mejor? —preguntó vacilante. Siwon lo pensó por un momento.
—Sí.
Gracias. Simplemente no podía calmar a mi lobo —hizo una pausa—, o a mí mismo.
—¿Así
que estás tranquilo ahora?
—Algo.
—Su sonrisa se desvaneció, reemplazada por una mandíbula apretada y el ceño
fruncido—. Sólo necesito un poco de tiempo contigo. Sólo a ti.
Hee
vio como Siwon permitía que la pared que siempre erigía frente a otras personas
bajara. Lo tomó de la mano y lo llevó hasta uno de los sofás de dos plazas.
Quitándose los zapatos, subió sus piernas en el sofá y se inclinó hacia su
costado mientras sus brazos le rodeaban. Cerró sus ojos y sintió que él
descansaba su mejilla contra su cabello. Hubo un ruido sordo en su pecho
mientras se acurrucaba más cerca.
Siwon
cerró sus ojos mientras sostenía a Heechul. Esto era lo que necesitaba su lobo.
Estaba empezando a darse cuenta de por qué Kangin tocaba a Teuk todo el tiempo.
Era como si no podía no tocarlo. La tranquilidad, comodidad y paz que venía del
contacto de Heechul era una droga. Una droga a la que se estaba haciendo
rápidamente en adicto.
Gustosamente, pensó.
—Quedémonos
aquí por un tiempo, ¿de acuerdo? —le preguntó Hee medio dormido.
—Diez
mil no podrían alejarte de mi lado.
Me estás pidiendo que te permita tomar represalias contra el Beta coreano?
—preguntó Hanheng al lobo que estaba parado frente a él, el mismo lobo que
había agarrado a Hee.
—Sí,
Alfa. El joven no le pertenece. No tenía derecho a atacar.
—Tal
vez no es su pareja, Hangkyu, pero es un compañero de su manada —le recordó Hanheng.
—Aun
así, él todavía podía haberlo manejado de otra manera, no tenía que derramar
sangre.
Hanheng
se quedó callado por un momento mientras consideraba sus opciones. Esta
situación podría realmente trabajar a su favor… si la jugaba muy bien. Se
volvió hacia Hangkyu.
—¿Por
qué no atacar a aquel que le permite a Siwon tales libertades? — El otro lobo
miró hacia él, traicionando su interés. Hanheng continuó—: ¿Por qué no eliminar
al que controla a Siwon?
Dragos
no podía negar que eliminar al más poderoso Alfa del siglo lo atraía.
—¿Cómo
podría eliminarlo? Es demasiado fuerte y está protegido.
Dragos
observó a Hanheng sacar un pequeño frasco de la obviamente cara chaqueta que
estaba usando.
—Dos
gotas de esto en su bebida y, el gran y feroz lobo se derrumba.
Fue
entonces cuando Dragos se dio cuenta de lo que había en el frasco.
—Menispermum
—susurró.
—Conocida
de otro modo como Moonseed —coincidió Hanheng—. Bien hecho. Debes saber,
entonces, que el jugo que sale de esto es mortal.
Dragos
asintió
—Así
que tu tarea es poner esto en su bebida. He simplificado eso invitando a los
Alfas a cenar conmigo en privado. Cada uno tendrá su propio lugar marcado con
sus nombres. Tú serás uno de los lobos que servirán esa noche y te asegurarás
de que Junjin obtenga la bebida especial. Después podrás ver con satisfacción
cómo el gran Alfa se marchita lentamente. Verás que, a diferencia de la
Kamalah, la Moonseed mata lentamente, hace que la víctima sufra.
Dragos
sonrió ante la idea de poner a uno de los lobos más grandes sobre sus rodillas.
—¿Cuándo
es esta cena?
—En
tres días. Te quiero aquí a las 5:30 p.m.
Hanheng
despidió al lobo. Después envió a un mensaje de su teléfono: “Tengo órdenes
para ti.” Pocos minutos después su contacto de la manada Coreana entró en la
habitación.
—Tengo
un plan armado para la muerte de Junjin. Tu trabajo consistirá en sacar a Hee
en una búsqueda inútil para encontrar el antídoto para la Moonseed. Mientras
ustedes están fuera buscando, de alguna manera Hee caerá en una de esas
inoportunas grietas en la montaña.
—El
antídoto para la Moonseed es la Wolfsbane. —La frente del contacto se frunció—.
Crece por todos lados. ¿Cómo lo llevaré tan lejos?
—Me
aseguraré de destruir toda la Wolfsbane más cercana a la finca, lo cual te
obligará a vagar para buscar más lejos. La realidad es, que en verdad no quiero
la Wolfsbane, pero necesitaré algo de la planta para engañarlos cuando le
administremos el llamado antídoto. Verás, cuando está en su forma líquida son
casi imposibles de distinguir. De hecho, la única persona que yo sé que puede
distinguirlas son los sanadores gitanos. Pero, convenientemente, no hay un
sanador gitano alrededor —explicó Hanheng con una sonrisa de satisfacción.
Observó
mientras su contacto pensaba en el plan, luego asintió.
—De
acuerdo. ¿Cuándo?
—Junjin
será envenenado en tres días. Hee me parece del tipo héroe. Serás capaz de
convencerlo para que vaya contigo, no hay problema.
El
contacto no dijo nada más y se fue.
Hanheng
sonrió. Su plan se estaba armando bastante bien. Era pura suerte que Dragos
haya acudido a él en busca de venganza. Ahora la culpa por el veneno caería
sobre sus hombros. Hanheng se quedaría al margen e incluso sería capaz de
actuar como si estuviera ayudando. En tres días iba a ver el Alfa coreano caer
sobre sus rodillas y, en última instancia, ver su fallecimiento.
Junjin
y Hyesung se sentaron en una pequeña sala de reunión con los otros Alfas y sus parejas,
con excepción de Kangta, quien estaba pasando tiempo con Teuk. Junjin había
sido el que llamó a la reunión, sintiendo que sería mejor tomar las
consecuencias de las acciones de su Beta de frente.
—¿Averiguaste
exactamente lo que provocó a tu Beta? —preguntó Vanness, Alfa de la manada de Taiwan.
—El
lobo que estaba entrenando a Hee estaba tocándolo inapropiadamente.
Aparentemente Siwon vio al lobo tocándolo antes de que Hee pudiera manejarlo
por su cuenta. —Junjin esperó para ver si alguno lo contradecía. Nadie habló
así que continuó—: Como ustedes saben, Siwon es Beta de mi manada. Hee es un
joven sin pareja, haciendo de eso su trabajo protegerlo ya que no tiene ningún
compañero que lo haga.
—Estoy
de acuerdo en que debía protegerlo —habló Matsumoto—. La pregunta es, ¿fue
demasiado lejos?
—No
creo que su condición sin pareja deba decidir la cantidad de defensa que le
está permitida. —Hyesung se dirigió a Matsumoto—. Si alguna pareja vinculada
hubiera sido agarrada con tanta fuerza de modo que los moretones y marcas de
garras se hicieran visibles, su compañero mataría al infractor. No habría
ninguna lucha hasta la sumisión como lo hizo Siwon. El lobo que tocara a una pareja
de esa manera estaría firmando su sentencia de muerte. ¿Nuestras parejas no
vinculadas valen mucho menos?
—No.
No, Hyesung. No quise Decir eso en absoluto. —Matsumoto dio marcha atrás,
claramente incómodo con la imagen que Hyesung pintó.
—Si
no valen menos entonces Siwon fue tolerante. ¿Estás de acuerdo?
Junjin
trató de ocultar la sonrisa que amenazaba con extenderse por su rostro mientras
observaba a su compañero meter a los Alfas en cintura.
—Tengo
que estar de acuerdo contigo, Hyesung —intervino Vanness—. No creo que ninguna
acción disciplinaria sea necesaria. Se ha resuelto. Siwon puso al cachorro en
su lugar, y estoy seguro de que éste ha aprendido su lección acerca de lo que
sucede cuando uno toca a una pareja inapropiadamente.
Junjin
se levantó, jalando a Hyesung junto con él.
—Les
agradezco a todos por discutir el asunto. Si hemos terminado… — Dejó colgando
la frase.
—Junjin,
todavía están planeando unirse a nosotros en la cena para los Alfas, ¿cierto?
—preguntó Hanheng mientras Junjin y Hyesung se dirigían a la puerta.
—Sí,
gracias. Asistiremos.
—Entonces,
¿te está gustando la vida en manada, Teuk? —preguntó Boa mientras ella, Teuk, Kangta
y Kangin estaban sentados juntos en una de las muchas salitas en la mansión.
Kangin
tenía su mano sobre el respaldo del sofá en el que él y Teuk estaban sentados.
Movió su mano por debajo de su cabello y sus dedos trazaron las marcas de su
piel… las conocía de memoria. Teuk intentó no temblar ante el toque de su
compañero.
«¿Podrías por favor,
comportarte?» preguntó Teuk, utilizando su vínculo.
«Sólo estoy frotando tu
cuello, amor. No es como si estuviera tocando…»
«Kangin, no te atrevas» amenazó Teuk antes de que él pudiera terminar la frase. No ayudó el
que él se imaginara lo que había estado a punto de Decir. Teuk sólo sabía que
su rostro estaba rojo como un tomate.
«¿Está tomando notas cuando
estás cerca de Hee?» Kangin le envió otra imagen y Teuk
estuvo a punto de saltar y salir de la habitación ante eso. «Si tan sólo pudieras ver la hermosa sombra
roja con la que está brillando tu piel en este momento. Te ves bastante
delicioso.»
—Realmente
he estado disfrutándolo. Estoy aprendiendo mucho sobre la historia de la
manada, la cual me parece muy interesante —respondió Teuk, más secamente de lo
que pretendía. Kangin iba a pagar por su tonto juego.
Teuk
pasó la siguiente hora hablando con su papá y Boa, todo el tiempo tratando
duramente de ignorar las palabras e imágenes de su compañero, unas que harían
incluso a Hee sonrojarse.
«Quiero que sepas que esto
significa la guerra» prometió Teuk mientras se
despedían.
Kangin
se rió entre dientes mientras colocaba su mano en la parte baja de su espalda.
—¿Quieres
ir a ver a Hee? —le preguntó.
—Esa
es probablemente una buena idea. ¿Crees que Siwon le está permitiendo tener
visitantes?
Kangin
se echó a reír.
—¿Estás
diciendo que va a ser un poco sobreprotector ahora?
—No.
—Teuk lo miró por el rabillo del ojo—. Estoy diciendo que va a ser
completamente irracional y tendremos suerte si no lo hace vestir sacos en lugar
de ropa cuando esté en público.
—¿Yo
era tan malo?
—Uhm,
Kangin, no me dejaste salir de tu vista excepto para ocuparme de cosas
personales durante más de un mes. Así que, sí. Fuiste así de malo y algo más. —Teuk
lo golpeó con su hombro.
—Parece
que no éramos los únicos preocupados por él —dijo Kangin mientras se unían a Donghae,
Zhoumi y Sooyeon en la puerta de Hee.
—Hemos
estado tocando por cerca de cinco minutos. O Siwon lo ha amarrado y no contesta
la puerta, o él no está aquí —les dijo Donghae.
—¿Crees
que todavía están en la sala de reuniones? —preguntó Teuk.
—Vale
la pena intentarlo —aportó Zhoumi.
—Apuesto
diez dólares a que se reconciliaron y están besuqueándose — anunció Teuk.
—Tomaré
tu apuesta y le subo cinco. Digo que se reconciliaron pero el besuqueo no estuvo
considerado en el orden del día. —Zhoumi les guiñó un ojo.
—Eres
condenadamente retorcido. —Teuk sonrió—. Hee lo amaría.
Puff...solo faltaba que castigaran a Siwon por defender a Hee....al menos hyesung puso en su lugar a las alfas y dejaron el tema.
ResponderEliminarPobre Hee por tenerlos hematomas...y pobre Siwon por tener que soportar que su compañero fue agredido estando él ahí....al menos esto no paso a más.
Que alfas tan cobardes...y se dicen lideres de sus manadas...si así son los alfas,ni que pensar de los miembros...