Sapphire Wolf (T3)-13



Donghae y Teuk estaban descansando en su cama. Qué sorpresa.
—Dinos las buenas, Hee. ¿Dónde has estado y por qué tienes esa sonrisa tonta casi dividiendo tu cara en dos? —bromeó Teuk.
—Estoy disfrutando de mi éxito. No arruines mi entusiasmo.
Hee giró en círculo. Donghae se sentó.
—Has estado con Siwon —lo acusó.
—¿Has estado practicando tu trabajo detectivesco, Watson? —preguntó Hee con las cejas levantadas.
—En realidad no. Simplemente no hay nada, ni nadie, que pueda hacer que te veas tan enamorado.
Hee comenzó a desvestirse, sin importarle que tenía compañía. Era el desvergonzado y ellos estaban acostumbrados.
—Siwon me dijo que me quiere y que su lobo me ha reclamado como su compañero —soltó sin ninguna advertencia.
Esta vez fue Teuk quien se sentó bruscamente.
—¿Sólo así? Nada de: “¿Oye, quieres ver una película?” o “¿Estoy pensando que podemos tener una intensa atracción el uno por el otro?” ¿Sólo bam —Teuk golpeó sus manos juntas—, tú eres mi compañero?”
Hee tomó un par de bóxers y una camiseta. Se imaginó que no iba a tomar una ducha hasta que soltara cada detalle a estos dos, no es que él no le había exigido una vez lo mismo a Teuk.
—Creo que ambos simplemente no queremos jugar a ningún juego. Bueno, no de aquellos que vayan a hacernos daño. Saben que todavía lo voy a hacer trabajar, pero al menos sabemos dónde estamos parados.
—¿Y qué más te dijo? —preguntó Donghae con impaciencia.
Hee procedió a repasar —textualmente, podría añadir— la conversación con Siwon. Teuk y Donghae colgaron de cada palabra.
—Así que, ¿te besó? —preguntó Teuk.
—No. —El rostro de Hee decayó—. Puso sus manos en mis caderas y me atrajo hacia él. Y maldita sea, Teuk, podrías haber ayudado a un hermano y prepararme para eso.
Teuk sonrió.
—Es bueno, ¿no?
Hee sonrió con nostalgia.
—Es mejor que comer chocolate Ferrero Rocher y ver a Johnny Depp y Brad Pitt mientras me tomo un baño de burbujas. Lo que, sí, he hecho… todo lo anterior… al mismo tiempo.
Donghae rió.
—Sólo tú pondrías un televisor tan cerca de una bañera.
—Todos tenemos nuestros vicios, Hae —dijo Hee sin arrepentimiento.
—Así que el veredicto es, que básicamente, van a seguir con todo esto de actuar a espaldas de los Alfas. —Indicó Teuk más que preguntar.
—Me encanta un buen escándalo. —Hee sonrió.
—Especialmente cuando estás justo en el medio —añadió Donghae.
—¿No lo sabes ya? —Hee se levantó de la silla que había ocupado mientras recapitulaba su noche—. Oh, una cosa más —añadió distraídamente mientras se dirigía hacia su baño para ducharse—, me dijo que quería su olor sobre mí. Así que va a venir mañana temprano antes del desayuno.
—Cállate —farfulló Teuk.
—¿Y cómo exactamente es que va a lograr eso, Heechul Kim? —El tono maternal de Donghae era agudo. Hee encontraba bastante divertido cuando Donghae se ponía toda protector.
—¿Por qué, Donghae? ¿Cómo te atreves? —Hee puso el más marcado acento sureño que pudo—. ¿Implicas que voy a permitirle a ese lobo poner sus patas sobre mí?
—Oh, cariño, voy a hacer más que implicar —replicó Donghae.
—Entonces, me conoces mejor de lo que pensaba. —Hee le guiñó un ojo.
—¡Heechul! —dijo Donghae indignado—. Pensé que querías esperar.
—Oh relájate, San Hae. Lo único que va a hacer es abrazarme. Caray, yo que pensaba que mi mente era la única que vivía en la canaleta. No me di cuenta que estabas buscando en bienes raíces, Hae.
Teuk se levantó de la cama.
—Está bien. Bueno, no hagas nada que yo haría. —Teuk le guiñó un ojo—. Por supuesto, tengo licencia para…
Esta vez Donghae gritó el nombre de Teuk.
—¿Qué pasa con ustedes dos?
—Tenemos que conseguirte un hombre, Donghae —soltó Hee, mientras cerraba la puerta del baño.
—No necesito un hombre —gruñó Donghae—. Tengo mis manos lo suficientemente llenas con ustedes dos.
—Bueno, tal vez sea hora de que tengas las manos llenas de algo más —le gritó Hee a través de la puerta. Oyeron comenzar el goteo de la ducha.
Teuk se rió.
—Excelente.
Donghae siguió a Teuk fuera de la habitación, y Teuk rió más cuando oyó murmurar a Donghae en voz baja:
—Les voy a mostrar lo que es necesitar a un hombre. Pooor faaavor, ustedes dos necesitan lavar sus bocas con jabón, o mejor aún con blanqueador. No, no, en realidad. Con blanqueador y jabón.


Hee salió del baño, limpio y completamente sin rastros de Siwon, por un golpe en su puerta. Le dijo a la pequeña parte en él que esperaba que fuera dicho lobo que se callara.
Abrió la puerta para encontrarse con Zhoumi y Sooyeon de pie fuera de su puerta.
—Hola, jovencitos, ¿qué pasa? —preguntó Hee y dio un paso atrás para que pudieran entrar.
—Espero que no sea demasiado tarde para pasar —dijo Sooyeon mientras entraban.
—Soy un ave nocturna, así que no se preocupen.
—Sooyeon y yo estábamos aburridos —comenzó Zhoumi.
—Traducción —interrumpió Sooyeon—: Zhoumi está aburrido. Yo estoy siendo arrastrado.
Hee sonrió.
—Entonces estábamos pensando, ¿sabes que mañana se supone que debemos ir al gimnasio para aprender defensa personal de los machos de la manada de China?
—Sí —dijo Hee, ya interesado en una posible estrategia… oh, cómo amaba las estrategias.
—Habrá otro grupo allí también, así que me imagino que probablemente van a presentar a nuestra manada públicamente. Yo, bueno, nosotros —dijo Zhoumi, mirando a Sooyeon, quien resopló—, estábamos pensando lo divertido que sería si cuando presentaran nuestra manada, hiciéramos una especie de porra o baile o algo. Como lo que hacen ustedes los americanos por sus equipos deportivos.
—Están con ganas de acabar con la represión del hombre. Cuenten absolutamente conmigo.
—¿Acabar con qué de quién?
—Es sólo un dicho, cuando alguien quiere rebelarse contra la autoridad.
Sooyeon asintió.
—Te das cuenta que Junjin se molestará por esto, ¿verdad? —preguntó Hee. Zhoumi le dio una sonrisa muy al estilo de Hee.
—Nunca nos detuvo antes.
—Excelente.  —Sonrió Hee.
—Que conste que por lo general soy un espectador inocente —añadió Sooyeon, pero después le dio un guiño a Hee.
—Ajá, seguro que lo eres. Muy bien, vamos a hacer esto. —Hee hizo una pausa—. Um, ¿en dónde vamos a hacer esto exactamente?
—En el gimnasio. Estaba vacío  cuando con Sooyeon     y yo lo comprobamos en nuestro camino hasta aquí —le dijo Zhoumi.
—Muéstrame el camino.
Los chicos llegaron al gimnasio sin encontrar a nadie, por lo que estaban agradecidos.
—Así que Hee, ¿fuiste porrista en la escuela? —preguntó Sooyeon.
—No, por lo general era uno de las que se burlaban de los porristas. Pero soy realmente bueno en rimas y canciones, así que voy inventar alguna composición. Zhoumi, vi tus movimientos en la pista de baile. Tú y Sooyeon armen algunos movimientos, ¿de acuerdo?
Asintieron y se pusieron a trabajar.
Una hora más tarde, Hee había compuesto una porra y Zhoumi había perfeccionado el baile para que fuera junto con ella.
—Muy bien, vamos a hacerlo desde el pincipio —dijo Zhoumi.
Cada uno de ellos se puso en sus lugares designados y en el recuento de Hee, empezaron.
Menea, menea, sacude, sacude,
Sabemos que quieres un poco de este dulce. Menea, menea, adiós, adiós,
Algunos aún quieren algo del bol.

Cuidado muchachos, no se acerquen demasiado,
No es a nuestros Alfas al que deben temer angustiados. Sucio, sucio, patas, patas,
Saben que quieren romper las ordenanzas. Doble, doble, perro osado,
Jadeas y gruñes, mientras miras embobado. Lo sentimos pero no somos tan fáciles, Date la vuelta, si quieres algo sórdido.

Cáptalo, cáptalo, lo tienes, lo tienes,  Lástima que no puedes imponerte sobre este. Lobo, lobo, grande, malo,
Recházanos, apártanos y nos molestaremos. Podremos estar bien, y ser súper sexys,
Pero suaves lobas no somos ni por asomo. Corre, corre, macho, macho,
Sabemos que quieres algo de este pedazo. Golpéalo, golpéalo, tócalo, tócalo,
No lo encontraran, si no se los trazamos.

Les dijimos una vez, ahora lo decimos de nuevo, No jugamos limpio, y nunca lo haremos.
Gruñido, gruñido, babear, babear,

Cero cachorros con nosotros, y nada de berrear. Míranos, míranos, corre, corre,
Trata de atraparnos, si eres tan torpe. Puedes mirar, tal vez incluso tocar,
Nos comprometemos a no hacerte mucho daño. Chicos, chicos, no se escapen,
Tenemos más juegos que queremos jugar.

Desafíos, desafíos, peleas, peleas, Quién recibirá, mis Ritos de Sangre. Sabemos que cada uno, tiene un plan,
Atrápanos, atrápanos, si lo pueden lograr.

Los chicos estaban jadeando para cuando terminaron. En realidad todos tenían dificultades para mantener una expresión seria a medida que ejecutaban los movimientos. Hee se resquebrajó a sí mismo con sus letras.
Mientras los chicos continuaron practicando, cambiando diferentes movimientos para hacer que fluyera mejor, fueron totalmente ignorantes de la audiencia fuera de las puertas del gimnasio. Un par de los machos de la manada China, habían estado de camino a hacer ejercicio al gimnasio, cuando les escucharon animar. Se pararon a mirar antes de entrar y se sorprendieron al ver a los jóvenes sin pareja de la manada Coreana.
—En realidad, deberíamos irnos —dijo uno de los machos, mientras continuaba mirando.
—Sí, deberíamos —respondió su compañero de manada. Se produjo una pausa.
—Ve  a buscar algunos  de  los otros chicos.  Ah,  y agarra  mi  teléfono. Dejemos esto en vídeo.


Siwon yacía en su cama después de tomar una ducha de mala gana. No había querido lavar el aroma de Heechul de su piel. Pero se consolaba al saber que iba a verlo, tocarlo de nuevo en la mañana.
Después de que lo dejara en su habitación, había ido a la sala de entrenamiento y drenó algo de la adrenalina que fluía por sus venas después de haber estado tan cerca de Heechul. Tuvo que admitir que se sentía más ligero, más en control, ahora que habían hablado y puesto todas sus cartas sobre la mesa.
Se sintió aliviado al oír que Heechul sentía algo tan fuertemente hacia él como él lo hacía. A veces no estaba seguro. Era tan extraño para él sentirse inseguro y preocupado de que no le gustara a una pareja. Sonrió para sus adentros.
A él sí le gustaba. Mucho.
La cuestión no había cambiado realmente. Todavía iba a tener que lidiar con otros lobos mostrando interés por Heechul. Pero le hizo sentirse mejor saber que no estaba interesado en ellos. Que su corazón, era de él.
Pensó que tal vez debería estar preocupado de que Heechul de hecho encontraría su verdadero compañero entre las otras manadas, pero a decir verdad, independientemente de la falta de señales de apareamiento, Siwon apostaría su vida a que Heechul Kim era su verdadero compañero.
Ahí está, pensó. Estoy admitiéndolo y aceptándolo, mejor que eso, estoy abrazándolo. Siwon  sintió  su  lobo  bajar  la  guardia  por  primera  vez  en meses. Finalmente, el hombre y el lobo estaban en armonía de nuevo.
Justo cuando empezaba a cerrar los ojos y quedarse dormido, escuchó golpes en su puerta. Urgentes, fuertes, no un golpe promedio.
Siwon estuvo en la puerta de un salto.
Hyukjae estaba en el otro lado, mirándolo un poco nervioso.
—¿Qué está pasando, Hyukjae?
—Beta, son las 11.30. ¿Sabes dónde está tu pareja?
Siwon podría haber apreciado la pequeña broma, pero Hyukjae se estaba refiriendo a Heechul, e implicando que no estaba donde lo había dejado.
—Dime. —La voz de Siwon fue filosa.
Los ojos de Hyukjae se abrieron y empezó a hablar muy rápido.
—Iba al gimnasio para hacer ejercicio y cuando llegué allí vi a un grupo de machos de otras manadas mirando por las ventanas del gimnasio. Oí voces, animadas voces. Cuando me acerqué lo suficiente para ver… bueno, eran Hee, Zhoumi y Sooyeon.
Siwon pasó junto a Hyukjae y estaba tratando de no correr. Necesitaba calmarse antes de llegar allí.
—¿Qué es lo que exactamente están haciendo? —preguntó mientras Hyukjae trataba de mantenerse al ritmo con su Beta.
Hyukjae vaciló, pero la mirada que Siwon le envió le hizo aflojar la lengua.
—Están haciendo algún tipo de porra y baile —dijo vagamente.
—¿Quiero saber lo que lleva puesto?
—Probablemente no.
—Maldita sea.
Hyukjae permaneció en silencio el resto del camino.
Siwon escuchó risitas y voces mientras rodeaba la misma esquina por la que Hyukjae había pasado sólo unos minutos antes. Caminó directo a ellos, y los lobos se separaron como el mar rojo.
Todos miraron sobresaltados a Siwon, esperando a que perdiera el control. En su lugar, arrebató el teléfono del lobo más cercano, y luego miró a todos con ojos brillantes.
—Si han estado grabando esto tienen cinco segundos para borrarlo.
Hubo repentinos movimientos por todos lados, mientras los botones eran oprimidos en los teléfonos.
—Si me entero de que alguno de ustedes no lo ha eliminado y lo muestran a los demás, los llamaré afuera, los voy a desafiar, y van a perder.
Siwon se encontró con los ojos de los lobos y cada uno de ellos bajó la mirada rápidamente.
—¿Queda claro?
—Sí, Beta —dijeron al unísono. El poder proveniente de Siwon era crudo y fuerte. Tomaba, incluso el esfuerzo de los lobos más dominantes, no colapsar bajo este.
—Bien. Ahora váyanse antes de decidir que no me importa mantener la paz entre nuestras manadas.
Todos los lobos se habían casi ido antes de que hubiera terminado de hablar. Lobos inteligentes, pensó.
Antes de que Siwon abriera la puerta del gimnasio, miró el teléfono que había tomado y presionó el botón de reproducción en el vídeo. Los ojos de Siwon se abrieron cada vez más, por cada palabra, cada movimiento de caderas, cada giro, cada mirada de incitación que su compañero realizaba. Después de permanecer en estado de shock por un momento, pulsó el botón borrar y le entregó a Hyukjae el teléfono.
—Cuando abra esta puerta, Hyukjae, quiero que acompañes a Sooyeon y a Zhoumi a su habitación. Permanecerás fuera de su puerta el resto de la noche.
—Sí, Beta. —Hyukjae obedeció.
Siwon alcanzó la puerta del gimnasio. Respiró hondo y le dijo a su lobo que se tranquilizara, pero sabía que sus ojos todavía brillaban.
—Está bien, esta será la última vez. —Hee jadeaba, había pasado un tiempo desde que había hecho tanto ejercicio—. Entonces creo que podemos terminar la noche.
—Estoy bastante seguro de que la noche ha terminado.
Los tres jóvenes se congelaron ante el sonido de la voz detrás de ellos.
—Mierda, mierda, mierda —murmuró Hee para sí mismo.
—Zhoumi, Sooyeon. —La voz de Siwon no era dura, pero firme. Hablaba en serio—. Hyukjae los acompañará a su habitación. No la dejen hasta que sea hora para el desayuno en la mañana.
Ninguno de los chicos habló mientras caminaban hacia Hyukjae. Zhoumi miró, al pasar a Hee y pronunció:
—Lo siento.
Hee se encogió de hombros, luego respiró hondo, y se volvió para mirar a su Beta.
—Qué gusto encontrarte aquí —coqueteó.
La mirada en sus ojos le dijo que eso no iba a funcionar. Una cosa que Hee estaba aprendiendo rápidamente sobre Siwon, era que sus emociones rara vez lo controlaban. Con él, de vez en cuando se liberaban de su jaula. Y en momentos como este, cuando había decidido que tenía razón y que iba a obedecer, nada podía influir.
—Recuerdo claramente que te dejé en tu habitación, Heechul.
—Bueno… no estaba realmente cansado y, Zhoumi y Sooyeon dijeron que querían hacer algo de ejercicio, por lo que…
—¿Por qué es que no procuraron una escolta al gimnasio? ¿Por qué exactamente pensaste que era una buena idea pavonearse en tu pijama sin ningún tipo de protección en una mansión llena de lobos machos sin pareja? —Siwon dio lentos y medidos pasos hacia él, mientras hablaba—. Por favor, dime, porque sé que tiene que haber una razón trascendental para hacer algo tan perturbador y peligroso.
—¿Acabas de usar la palabra procurar? —preguntó Hee con incredulidad, con la insinuación de una sonrisa de satisfacción en sus labios.
—Heechul. —La voz de Siwon fue mortalmente baja.
Hee inconscientemente dio un paso hacia atrás, ante los ojos brillantes clavados en él.
—No es gran cosa, B. Nadie entró mientras estábamos aquí. No veo por qué me estás fastidiando.
Siwon rió. No era un buen sonido.
—No es gran cosa. Claro. Bueno, tal vez puedes explicarme por qué acaba de tener que correr a veinte lobos lejos de esas puertas. Quienes, por cierto, estaban grabando tu pequeña actuación en sus celulares. Así que, dime otra vez cómo es que no es una gran cosa. —Siwon se movía de nuevo hacia él.
Hee siguió retrocediendo hasta que el dorso de sus piernas golpearon las gradas. Estuvo a punto de caerse sobre su trasero, pero se sostuvo con una mano. Irritado con su torpeza y por el ligero temor que sentía por haber sido acosado por Siwon y su extraña calma, volvió de nuevo a la Hee “no me importa nada”. Llámenlo un mecanismo de defensa, pero le ayudaba a mantener la calma.
—¿Sólo veinte? —preguntó ladeando la cadera hacia un lado y apoyando la mano sobre ella—. Hubiera pensado que el bailecito reuniría a un poco más.
Hizo todo un espectáculo de parecer pensativo, tocándose la barbilla con el dedo
— Hmm, tal vez necesitamos un poco más de acción de cadera. Aunque, no creo que estuviéramos dando lo mejor de nosotros. Definitivamente va a ser mejor cuando lo hagamos de verdad.
Siwon gruñó y dio un paso más cerca. Estaban a menos de un pie de distancia. Hee todavía tenía la mano apoyada en la cadera, pero ahora tenía que inclinarse un poco hacia atrás para mirar a su casi dolorosamente hermoso rostro.
—No me gusta ser el que te lo diga, nene, pero no vas a realizar ese pequeño número para nadie. Nunca.
Los ojos de Hee se estrecharon.
—Tengo la sensación de que un día vas a cambiar de opinión acerca de eso. Por cierto, no creas que llamarme “nene” te ayudará a salirte con la tuya por ser un dictador, peludo, enfurruñado.
—Mira, sé que no entienden cómo funcionan los cerebros de los hombres. —En realidad pareció tímido mientras continuaba—. Tengo más de un siglo de edad y mi cerebro aún funciona de esa manera. Los hombres no sólo los ven haciendo un baile caliente.
—¿Qué otra cosa podrían ver? —preguntó Hee, revelando cuán inocente era a pesar de todo su gran discurso.
—Cuando bailas así, y los miras como si fueras… ellos, nosotros —se corrigió—, lo vemos como una invitación.
Hee no pudo evitar reír de incredulidad.
—Hombre, realmente están mal de la cabeza si eso es lo que obtienen a partir de un baile y unas rimas, que en realidad insultan a los machos sin pareja. Lo cual, si escucharan las palabras, entenderían.
Siwon le agarró la mano y tiró de él. Envolvió sus brazos a su alrededor e inhaló su perfume profundamente en sus pulmones.
—Ya destacas con tu hermoso cabello rubio, piernas largas y ojos impresionantes. ¿Podrías por favor no llamar más la atención sobre ti mismo? — le suplicó.
—Te faltó uno de mis mejores atributos —comenzó Hee, pero Siwon lo cortó.
—Heechul. —Su voz era un gruñido.
Hee se rió.
—Sólo te dejaste a ti por fuera, lobo.
Siwon no pudo detener la sonrisa que se extendió por su rostro. Sólo él podía calmarlo y hacerle olvidar que estaba incluso enfadado.
—Voy a llevarte de vuelta a tu habitación y quiero que te quedes allí hasta que vaya por ti en la mañana.
Hee salió del refugio de sus brazos. Puso los ojos en blanco.
—Bien, caramba. Siempre limitas mi estilo.
Siwon lo acompañó de regreso a su habitación. Justo antes de que entrara, lo detuvo con una mano en su brazo. Se inclinó y la respiración de Hee se aceleró. Rozó su nariz contra su cuello, haciendo que un escalofrío tensara el cuerpo de Hee. Se echó hacia atrás y dijo la última cosa que Hee esperaba nunca escuchar.
—Por mucho que odie que tomes otra ducha ahora que llevas mi olor, sería lo mejor. Al parecer, tu pequeño baile te puso caliente.
Hee sonrió con malicia.
—Si a mí me puso caliente, sin duda te puso…
Siwon puso un dedo sobre sus labios. Negó con la cabeza, haciéndole saber que sabía exactamente lo que él había estado a punto de Decir.
—Mantener tus palabras bajo control se está convirtiendo en un trabajo de tiempo completo —bromeó. Hee le sacó la lengua en respuesta, con lo que sacó una risa de él—. Que duermas bien —le dijo mientras se volvía para irse.
Hee se sonrojó acaloradamente mientras empezaba a abrir la puerta de su habitación, pero antes de que él estuviera muy lejos, murmuró:
—No sería un trabajo tan duro, si mi boca estuviera ocupada con otras cosas. —Sabía que su oído de lobo lo escucharía.
Siwon no se dio vuelta.
—Espero ansiosamente poder olfatearte… quiero decir verte en la mañana, Heechul.
Hee rápidamente cerró la puerta. Sonriendo mientras se inclinaba hacia atrás, dijo en voz alta:
—De verdad te estás metiendo con la bestia, Hee. Y si fuera una persona que apostara, diría que quieres ser mordido. —Se rió sin aliento—. Eso lo resume todo, Sherlock. —Negó con la cabeza y, una vez más se dirigió a la ducha.


2 comentarios:

  1. -vuelve y dice que ese fondo no permite hacer una lectura decente-
    Adgjkjjhhgffddsdg ese Hee~
    Jajajajajajjaa esos lobos chinos babeando y Siwonshis con ganas de matarlos!

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  2. Jajajajaja
    Que onda con la porra...
    A Hee le gusta jugar con fuego y que ese fuego lo queme.
    Ya llegará el día en que el fuego lo consumirá.
    El día en que Siwon y Hee hagan sus ritos de sangre y consumen su unión...*0*
    No sé si confiar en que todos borraron el video...por un momento pense que les harian algo,con eso que son de la manada china,pero no todos saben del plan así que me trabquilizó...solo un poco...no confio en nadie.

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...