Donghae
y Teuk estaban descansando en su cama. Qué sorpresa.
—Dinos
las buenas, Hee. ¿Dónde has estado y por qué tienes esa sonrisa tonta casi
dividiendo tu cara en dos? —bromeó Teuk.
—Estoy
disfrutando de mi éxito. No arruines mi entusiasmo.
Hee
giró en círculo. Donghae se sentó.
—Has
estado con Siwon —lo acusó.
—¿Has
estado practicando tu trabajo detectivesco, Watson? —preguntó Hee con las cejas
levantadas.
—En
realidad no. Simplemente no hay nada, ni nadie, que pueda hacer que te veas tan
enamorado.
Hee
comenzó a desvestirse, sin importarle que tenía compañía. Era el desvergonzado
y ellos estaban acostumbrados.
—Siwon
me dijo que me quiere y que su lobo me ha reclamado como su compañero —soltó
sin ninguna advertencia.
Esta
vez fue Teuk quien se sentó bruscamente.
—¿Sólo
así? Nada de: “¿Oye, quieres ver una película?” o “¿Estoy pensando que podemos
tener una intensa atracción el uno por el otro?” ¿Sólo bam —Teuk golpeó sus manos
juntas—, tú eres mi compañero?”
—Creo
que ambos simplemente no queremos jugar a ningún juego. Bueno, no de aquellos
que vayan a hacernos daño. Saben que todavía lo voy a hacer trabajar, pero al
menos sabemos dónde estamos parados.
—¿Y
qué más te dijo? —preguntó Donghae con impaciencia.
Hee
procedió a repasar —textualmente, podría añadir— la conversación con Siwon. Teuk
y Donghae colgaron de cada palabra.
—Así
que, ¿te besó? —preguntó Teuk.
—No.
—El rostro de Hee decayó—. Puso sus manos en mis caderas y me atrajo hacia él.
Y maldita sea, Teuk, podrías haber ayudado a un hermano y prepararme para eso.
Teuk
sonrió.
—Es
bueno, ¿no?
Hee
sonrió con nostalgia.
—Es
mejor que comer chocolate Ferrero Rocher y ver a Johnny Depp y Brad Pitt mientras me tomo un baño de burbujas. Lo
que, sí, he hecho… todo lo anterior… al mismo tiempo.
Donghae
rió.
—Sólo
tú pondrías un televisor tan cerca de una bañera.
—Todos
tenemos nuestros vicios, Hae —dijo Hee sin arrepentimiento.
—Así
que el veredicto es, que básicamente, van a seguir con todo esto de actuar a
espaldas de los Alfas. —Indicó Teuk más que preguntar.
—Me
encanta un buen escándalo. —Hee sonrió.
—Especialmente
cuando estás justo en el medio —añadió Donghae.
—¿No
lo sabes ya? —Hee se levantó de la silla que había ocupado mientras
recapitulaba su noche—. Oh, una cosa más —añadió distraídamente mientras se
dirigía hacia su baño para ducharse—, me dijo que quería su olor sobre mí. Así
que va a venir mañana temprano antes del desayuno.
—Cállate
—farfulló Teuk.
—¿Y
cómo exactamente es que va a lograr eso, Heechul Kim? —El tono maternal de Donghae
era agudo. Hee encontraba bastante divertido cuando Donghae se ponía toda
protector.
—¿Por
qué, Donghae? ¿Cómo te atreves? —Hee puso el más marcado acento sureño que
pudo—. ¿Implicas que voy a permitirle a ese lobo poner sus patas sobre mí?
—Oh,
cariño, voy a hacer más que implicar —replicó Donghae.
—Entonces,
me conoces mejor de lo que pensaba. —Hee le guiñó un ojo.
—¡Heechul!
—dijo Donghae indignado—. Pensé que querías esperar.
—Oh
relájate, San Hae. Lo único que va a hacer es abrazarme. Caray, yo que pensaba
que mi mente era la única que vivía en la canaleta. No me di cuenta que estabas
buscando en bienes raíces, Hae.
Teuk
se levantó de la cama.
—Está
bien. Bueno, no hagas nada que yo haría. —Teuk le guiñó un ojo—. Por supuesto,
tengo licencia para…
Esta
vez Donghae gritó el nombre de Teuk.
—¿Qué
pasa con ustedes dos?
—Tenemos
que conseguirte un hombre, Donghae —soltó Hee, mientras cerraba la puerta del
baño.
—No
necesito un hombre —gruñó Donghae—. Tengo mis manos lo suficientemente llenas
con ustedes dos.
—Bueno,
tal vez sea hora de que tengas las manos llenas de algo más —le gritó Hee a
través de la puerta. Oyeron comenzar el goteo de la ducha.
Teuk
se rió.
—Excelente.
Donghae
siguió a Teuk fuera de la habitación, y Teuk rió más cuando oyó murmurar a Donghae
en voz baja:
—Les
voy a mostrar lo que es necesitar a un hombre. Pooor faaavor, ustedes dos
necesitan lavar sus bocas con jabón, o mejor aún con blanqueador. No, no, en
realidad. Con blanqueador y jabón.
Hee
salió del baño, limpio y completamente sin rastros de Siwon, por un golpe en su
puerta. Le dijo a la pequeña parte en él que esperaba que fuera dicho lobo que
se callara.
Abrió
la puerta para encontrarse con Zhoumi y Sooyeon de pie fuera de su puerta.
—Hola,
jovencitos, ¿qué pasa? —preguntó Hee y dio un paso atrás para que pudieran
entrar.
—Espero
que no sea demasiado tarde para pasar —dijo Sooyeon mientras entraban.
—Soy
un ave nocturna, así que no se preocupen.
—Sooyeon
y yo estábamos aburridos —comenzó Zhoumi.
—Traducción
—interrumpió Sooyeon—: Zhoumi está aburrido. Yo estoy siendo arrastrado.
Hee
sonrió.
—Entonces
estábamos pensando, ¿sabes que mañana se supone que debemos ir al gimnasio para
aprender defensa personal de los machos de la manada de China?
—Sí
—dijo Hee, ya interesado en una posible estrategia… oh, cómo amaba las
estrategias.
—Habrá
otro grupo allí también, así que me imagino que probablemente van a presentar a
nuestra manada públicamente. Yo, bueno, nosotros —dijo Zhoumi, mirando a Sooyeon,
quien resopló—, estábamos pensando lo divertido que sería si cuando presentaran
nuestra manada, hiciéramos una especie de porra o baile o algo. Como lo que
hacen ustedes los americanos por sus equipos deportivos.
—Están
con ganas de acabar con la represión del hombre. Cuenten absolutamente conmigo.
—¿Acabar
con qué de quién?
—Es
sólo un dicho, cuando alguien quiere rebelarse contra la autoridad.
Sooyeon
asintió.
—Te
das cuenta que Junjin se molestará por esto, ¿verdad? —preguntó Hee. Zhoumi le
dio una sonrisa muy al estilo de Hee.
—Nunca
nos detuvo antes.
—Excelente. —Sonrió Hee.
—Que
conste que por lo general soy un espectador inocente —añadió Sooyeon, pero
después le dio un guiño a Hee.
—Ajá,
seguro que lo eres. Muy bien, vamos a hacer esto. —Hee hizo una pausa—. Um, ¿en
dónde vamos a hacer esto exactamente?
—En
el gimnasio. Estaba vacío cuando con
Sooyeon y yo lo comprobamos en nuestro
camino hasta aquí —le dijo Zhoumi.
—Muéstrame
el camino.
Los
chicos llegaron al gimnasio sin encontrar a nadie, por lo que estaban agradecidos.
—Así
que Hee, ¿fuiste porrista en la escuela? —preguntó Sooyeon.
—No,
por lo general era uno de las que se burlaban de los porristas. Pero soy
realmente bueno en rimas y canciones, así que voy inventar alguna composición. Zhoumi,
vi tus movimientos en la pista de baile. Tú y Sooyeon armen algunos
movimientos, ¿de acuerdo?
Asintieron
y se pusieron a trabajar.
Una
hora más tarde, Hee había compuesto una porra y Zhoumi había perfeccionado el
baile para que fuera junto con ella.
—Muy
bien, vamos a hacerlo desde el pincipio —dijo Zhoumi.
Cada
uno de ellos se puso en sus lugares designados y en el recuento de Hee,
empezaron.
—Menea, menea, sacude, sacude,
Sabemos que quieres un poco
de este dulce. Menea, menea, adiós, adiós,
Algunos aún quieren algo
del bol.
Cuidado muchachos, no se acerquen
demasiado,
No es a nuestros Alfas al
que deben temer angustiados. Sucio, sucio, patas, patas,
Saben que quieren romper
las ordenanzas. Doble, doble, perro osado,
Jadeas y gruñes, mientras
miras embobado. Lo sentimos pero no somos tan fáciles, Date la vuelta, si
quieres algo sórdido.
Cáptalo, cáptalo, lo
tienes, lo tienes, Lástima que no puedes
imponerte sobre este. Lobo, lobo, grande, malo,
Recházanos, apártanos y nos
molestaremos. Podremos estar bien, y ser súper sexys,
Pero suaves lobas no somos
ni por asomo. Corre, corre, macho, macho,
Sabemos que quieres algo de
este pedazo. Golpéalo, golpéalo, tócalo, tócalo,
No lo encontraran, si no se
los trazamos.
Les dijimos una vez, ahora
lo decimos de nuevo, No jugamos limpio, y nunca lo haremos.
Gruñido, gruñido, babear,
babear,
Cero cachorros con nosotros,
y nada de berrear. Míranos, míranos, corre, corre,
Trata de atraparnos, si
eres tan torpe. Puedes mirar, tal vez incluso tocar,
Nos comprometemos a no
hacerte mucho daño. Chicos, chicos, no se escapen,
Tenemos más juegos que
queremos jugar.
Desafíos, desafíos, peleas,
peleas, Quién recibirá, mis Ritos de Sangre. Sabemos que cada uno, tiene un
plan,
Atrápanos, atrápanos, si lo
pueden lograr.
Los
chicos estaban jadeando para cuando terminaron. En realidad todos tenían
dificultades para mantener una expresión seria a medida que ejecutaban los
movimientos. Hee se resquebrajó a sí mismo con sus letras.
Mientras
los chicos continuaron practicando, cambiando diferentes movimientos para hacer
que fluyera mejor, fueron totalmente ignorantes de la audiencia fuera de las
puertas del gimnasio. Un par de los machos de la manada China, habían estado de
camino a hacer ejercicio al gimnasio, cuando les escucharon animar. Se pararon
a mirar antes de entrar y se sorprendieron al ver a los jóvenes sin pareja
de la manada Coreana.
—En
realidad, deberíamos irnos —dijo uno de los machos, mientras continuaba
mirando.
—Sí,
deberíamos —respondió su compañero de manada. Se produjo una pausa.
—Ve a buscar algunos de los
otros chicos. Ah, y agarra
mi teléfono. Dejemos esto en
vídeo.
Siwon
yacía en su cama después de tomar una ducha de mala gana. No había querido
lavar el aroma de Heechul de su piel. Pero se consolaba al saber que iba a verlo,
tocarlo de nuevo en la mañana.
Después
de que lo dejara en su habitación, había ido a la sala de entrenamiento y drenó
algo de la adrenalina que fluía por sus venas después de haber estado tan cerca
de Heechul. Tuvo que admitir que se sentía más ligero, más en control, ahora
que habían hablado y puesto todas sus cartas sobre la mesa.
Se
sintió aliviado al oír que Heechul sentía algo tan fuertemente hacia él como él
lo hacía. A veces no estaba seguro. Era tan extraño para él sentirse inseguro y
preocupado de que no le gustara a una pareja. Sonrió para sus adentros.
A
él sí le gustaba. Mucho.
La
cuestión no había cambiado realmente. Todavía iba a tener que lidiar con otros
lobos mostrando interés por Heechul. Pero le hizo sentirse mejor saber que no
estaba interesado en ellos. Que su corazón, era de él.
Pensó
que tal vez debería estar preocupado de que Heechul de hecho encontraría su
verdadero compañero entre las otras manadas, pero a decir verdad,
independientemente de la falta de señales de apareamiento, Siwon apostaría su
vida a que Heechul Kim era su verdadero compañero.
Ahí
está, pensó. Estoy admitiéndolo y aceptándolo, mejor que eso, estoy
abrazándolo. Siwon sintió su
lobo bajar la
guardia por primera
vez en meses. Finalmente, el
hombre y el lobo estaban en armonía de nuevo.
Justo
cuando empezaba a cerrar los ojos y quedarse dormido, escuchó golpes en su
puerta. Urgentes, fuertes, no un golpe promedio.
Siwon
estuvo en la puerta de un salto.
Hyukjae
estaba en el otro lado, mirándolo un poco nervioso.
—¿Qué
está pasando, Hyukjae?
—Beta,
son las 11.30. ¿Sabes dónde está tu pareja?
Siwon
podría haber apreciado la pequeña broma, pero Hyukjae se estaba refiriendo a Heechul,
e implicando que no estaba donde lo había dejado.
—Dime.
—La voz de Siwon fue filosa.
Los
ojos de Hyukjae se abrieron y empezó a hablar muy rápido.
—Iba
al gimnasio para hacer ejercicio y cuando llegué allí vi a un grupo de machos
de otras manadas mirando por las ventanas del gimnasio. Oí voces, animadas
voces. Cuando me acerqué lo suficiente para ver… bueno, eran Hee, Zhoumi y Sooyeon.
Siwon
pasó junto a Hyukjae y estaba tratando de no correr. Necesitaba calmarse antes
de llegar allí.
—¿Qué
es lo que exactamente están haciendo? —preguntó mientras Hyukjae trataba de
mantenerse al ritmo con su Beta.
Hyukjae
vaciló, pero la mirada que Siwon le envió le hizo aflojar la lengua.
—Están
haciendo algún tipo de porra y baile —dijo vagamente.
—¿Quiero
saber lo que lleva puesto?
—Probablemente
no.
—Maldita
sea.
Hyukjae
permaneció en silencio el resto del camino.
Siwon
escuchó risitas y voces mientras rodeaba la misma esquina por la que Hyukjae
había pasado sólo unos minutos antes. Caminó directo a ellos, y los lobos se
separaron como el mar rojo.
Todos
miraron sobresaltados a Siwon, esperando a que perdiera el control. En su
lugar, arrebató el teléfono del lobo más cercano, y luego miró a todos con ojos
brillantes.
—Si
han estado grabando esto tienen cinco segundos para borrarlo.
Hubo
repentinos movimientos por todos lados, mientras los botones eran oprimidos en
los teléfonos.
—Si
me entero de que alguno de ustedes no lo ha eliminado y lo muestran a los
demás, los llamaré afuera, los voy a desafiar, y van a perder.
Siwon
se encontró con los ojos de los lobos y cada uno de ellos bajó la mirada
rápidamente.
—¿Queda
claro?
—Sí,
Beta —dijeron al unísono. El poder proveniente de Siwon era crudo y fuerte.
Tomaba, incluso el esfuerzo de los lobos más dominantes, no colapsar bajo este.
—Bien.
Ahora váyanse antes de decidir que no me importa mantener la paz entre nuestras
manadas.
Todos
los lobos se habían casi ido antes de que hubiera terminado de hablar. Lobos
inteligentes, pensó.
Antes
de que Siwon abriera la puerta del gimnasio, miró el teléfono que había tomado
y presionó el botón de reproducción en el vídeo. Los ojos de Siwon se abrieron
cada vez más, por cada palabra, cada movimiento de caderas, cada giro, cada
mirada de incitación que su compañero realizaba. Después de permanecer en
estado de shock por un momento, pulsó el botón borrar y le entregó a Hyukjae el
teléfono.
—Cuando
abra esta puerta, Hyukjae, quiero que acompañes a Sooyeon y a Zhoumi a su
habitación. Permanecerás fuera de su puerta el resto de la noche.
—Sí,
Beta. —Hyukjae obedeció.
Siwon
alcanzó la puerta del gimnasio. Respiró hondo y le dijo a su lobo que se
tranquilizara, pero sabía que sus ojos todavía brillaban.
—Está
bien, esta será la última vez. —Hee jadeaba, había pasado un tiempo desde que
había hecho tanto ejercicio—. Entonces creo que podemos terminar la noche.
—Estoy
bastante seguro de que la noche ha terminado.
Los
tres jóvenes se congelaron ante el sonido de la voz detrás de ellos.
—Mierda,
mierda, mierda —murmuró Hee para sí mismo.
—Zhoumi,
Sooyeon. —La voz de Siwon no era dura, pero firme. Hablaba en serio—. Hyukjae
los acompañará a su habitación. No la dejen hasta que sea hora para el desayuno
en la mañana.
Ninguno
de los chicos habló mientras caminaban hacia Hyukjae. Zhoumi miró, al pasar a Hee
y pronunció:
—Lo
siento.
Hee
se encogió de hombros, luego respiró hondo, y se volvió para mirar a su Beta.
—Qué
gusto encontrarte aquí —coqueteó.
La
mirada en sus ojos le dijo que eso no iba a funcionar. Una cosa que Hee estaba
aprendiendo rápidamente sobre Siwon, era que sus emociones rara vez lo
controlaban. Con él, de vez en cuando se liberaban de su jaula. Y en momentos
como este, cuando había decidido que tenía razón y que iba a obedecer, nada
podía influir.
—Recuerdo
claramente que te dejé en tu habitación, Heechul.
—Bueno…
no estaba realmente cansado y, Zhoumi y Sooyeon dijeron que querían hacer algo
de ejercicio, por lo que…
—¿Por
qué es que no procuraron una escolta al gimnasio? ¿Por qué exactamente pensaste
que era una buena idea pavonearse en tu pijama sin ningún tipo de protección en
una mansión llena de lobos machos sin pareja? —Siwon dio lentos y medidos pasos
hacia él, mientras hablaba—. Por favor, dime, porque sé que tiene que haber una
razón trascendental para hacer algo tan perturbador y peligroso.
—¿Acabas
de usar la palabra procurar? —preguntó Hee con incredulidad, con la insinuación
de una sonrisa de satisfacción en sus labios.
—Heechul.
—La voz de Siwon fue mortalmente baja.
Hee
inconscientemente dio un paso hacia atrás, ante los ojos brillantes clavados en
él.
—No
es gran cosa, B. Nadie entró mientras estábamos aquí. No veo por qué me estás
fastidiando.
Siwon
rió. No era un buen sonido.
—No
es gran cosa. Claro. Bueno, tal vez puedes explicarme por qué acaba de tener
que correr a veinte lobos lejos de esas puertas. Quienes, por cierto, estaban
grabando tu pequeña actuación en sus celulares. Así que, dime otra vez cómo es
que no es una gran cosa. —Siwon se movía de nuevo hacia él.
Hee
siguió retrocediendo hasta que el dorso de sus piernas golpearon las gradas.
Estuvo a punto de caerse sobre su trasero, pero se sostuvo con una mano.
Irritado con su torpeza y por el ligero temor que sentía por haber sido acosado
por Siwon y su extraña calma, volvió de nuevo a la Hee “no me importa nada”.
Llámenlo un mecanismo de defensa, pero le ayudaba a mantener la calma.
—¿Sólo
veinte? —preguntó ladeando la cadera hacia un lado y apoyando la mano sobre
ella—. Hubiera pensado que el bailecito reuniría a un poco más.
Hizo
todo un espectáculo de parecer pensativo, tocándose la barbilla con el dedo
—
Hmm, tal vez necesitamos un poco más de acción de cadera. Aunque, no creo que
estuviéramos dando lo mejor de nosotros. Definitivamente va a ser mejor cuando
lo hagamos de verdad.
Siwon
gruñó y dio un paso más cerca. Estaban a menos de un pie de distancia. Hee
todavía tenía la mano apoyada en la cadera, pero ahora tenía que inclinarse un
poco hacia atrás para mirar a su casi dolorosamente hermoso rostro.
—No
me gusta ser el que te lo diga, nene, pero no vas a realizar ese pequeño número
para nadie. Nunca.
Los
ojos de Hee se estrecharon.
—Tengo
la sensación de que un día vas a cambiar de opinión acerca de eso. Por cierto,
no creas que llamarme “nene” te ayudará a salirte con la tuya por ser un
dictador, peludo, enfurruñado.
—Mira,
sé que no entienden cómo funcionan los cerebros de los hombres. —En realidad
pareció tímido mientras continuaba—. Tengo más de un siglo de edad y mi cerebro
aún funciona de esa manera. Los hombres no sólo los ven haciendo un baile
caliente.
—¿Qué
otra cosa podrían ver? —preguntó Hee, revelando cuán inocente era a pesar de todo
su gran discurso.
—Cuando
bailas así, y los miras como si fueras… ellos, nosotros —se corrigió—, lo vemos
como una invitación.
Hee
no pudo evitar reír de incredulidad.
—Hombre,
realmente están mal de la cabeza si eso es lo que obtienen a partir de un baile
y unas rimas, que en realidad insultan a los machos sin pareja. Lo cual, si
escucharan las palabras, entenderían.
Siwon
le agarró la mano y tiró de él. Envolvió sus brazos a su alrededor e inhaló su
perfume profundamente en sus pulmones.
—Ya
destacas con tu hermoso cabello rubio, piernas largas y ojos impresionantes.
¿Podrías por favor no llamar más la atención sobre ti mismo? — le suplicó.
—Te
faltó uno de mis mejores atributos —comenzó Hee, pero Siwon lo cortó.
—Heechul.
—Su voz era un gruñido.
Hee
se rió.
—Sólo
te dejaste a ti por fuera, lobo.
Siwon
no pudo detener la sonrisa que se extendió por su rostro. Sólo él podía
calmarlo y hacerle olvidar que estaba incluso enfadado.
—Voy
a llevarte de vuelta a tu habitación y quiero que te quedes allí hasta que vaya
por ti en la mañana.
Hee
salió del refugio de sus brazos. Puso los ojos en blanco.
—Bien,
caramba. Siempre limitas mi estilo.
Siwon
lo acompañó de regreso a su habitación. Justo antes de que entrara, lo detuvo
con una mano en su brazo. Se inclinó y la respiración de Hee se aceleró. Rozó
su nariz contra su cuello, haciendo que un escalofrío tensara el cuerpo de Hee.
Se echó hacia atrás y dijo la última cosa que Hee esperaba nunca escuchar.
—Por
mucho que odie que tomes otra ducha ahora que llevas mi olor, sería lo mejor.
Al parecer, tu pequeño baile te puso caliente.
Hee
sonrió con malicia.
—Si
a mí me puso caliente, sin duda te puso…
Siwon
puso un dedo sobre sus labios. Negó con la cabeza, haciéndole saber que sabía
exactamente lo que él había estado a punto de Decir.
—Mantener
tus palabras bajo control se está convirtiendo en un trabajo de tiempo completo
—bromeó. Hee le sacó la lengua en respuesta, con lo que sacó una risa de él—.
Que duermas bien —le dijo mientras se volvía para irse.
Hee
se sonrojó acaloradamente mientras empezaba a abrir la puerta de su habitación,
pero antes de que él estuviera muy lejos, murmuró:
—No
sería un trabajo tan duro, si mi boca estuviera ocupada con otras cosas. —Sabía
que su oído de lobo lo escucharía.
Siwon
no se dio vuelta.
—Espero
ansiosamente poder olfatearte… quiero decir verte en la mañana, Heechul.
Hee
rápidamente cerró la puerta. Sonriendo mientras se inclinaba hacia atrás, dijo
en voz alta:
—De
verdad te estás metiendo con la bestia, Hee. Y si fuera una persona que
apostara, diría que quieres ser mordido. —Se rió sin aliento—. Eso lo resume
todo, Sherlock. —Negó con la cabeza y, una vez más se dirigió a la ducha.
-vuelve y dice que ese fondo no permite hacer una lectura decente-
ResponderEliminarAdgjkjjhhgffddsdg ese Hee~
Jajajajajajjaa esos lobos chinos babeando y Siwonshis con ganas de matarlos!
Jajajajaja
ResponderEliminarQue onda con la porra...
A Hee le gusta jugar con fuego y que ese fuego lo queme.
Ya llegará el día en que el fuego lo consumirá.
El día en que Siwon y Hee hagan sus ritos de sangre y consumen su unión...*0*
No sé si confiar en que todos borraron el video...por un momento pense que les harian algo,con eso que son de la manada china,pero no todos saben del plan así que me trabquilizó...solo un poco...no confio en nadie.