Sapphire Wolf (T3)-15

La sala donde iban a comer era mucho más pequeña que el gran salón donde habían estado la noche anterior, pero era igual de lindo.

Todos tomaron asiento y Teuk se sentó a la izquierda de Hee y Donghae a su derecha. Cuando Teuk notó que Siwon se sentó frente a Hee, no a su lado, miró a Hee, con sus cejas fruncidas. Sus ojos decían claramente: “¿Qué pasa?”

Hee se inclinó y susurró cerca al oído de Teuk.

—Tenemos que mantener las cosas en secreto.

—Entendido.

Junjin y Hyesung pronto llegaron y los otros miembros lentamente entraron. Hee asintió hacia Hongki cuando apareció. Aparentemente llegó tarde anoche después de todo el drama. Hee suponía que él y Siwon iban a tener que ponerle al día con lo que habían dicho anoche.

Minho y Taemin llegaron y le sonrieron a Hee. El les devolvió la sonrisa y observó mientras Anton y Onew reconocían.

Una vez que toda la manada estaba presente, Junjin señaló a que sirvieran la comida. La mayor parte la pasaron en silencio mientras todos se concentraban en comer.

Junjin finalmente se dirigió a ellos.

—Cada uno de ustedes sabe qué debe hacer hoy. Represéntenos bien. — Sus ojos aterrizaron en Siwon y Hee se esforzó por no reírse. Teuk, Donghae, Zhoumi y Sooyeon no lo lograron. Siwon los miró amenazadoramente e inmediatamente se callaron.

—Realmente no entiendo el punto de estas actividades —dijo Zhoumi, añadiendo comillas cuando dijo actividades—. Quiero Decir, vamos, Alfa. Los CF van a estar trabajando en defensa personal con los machos de la manada de China. ¿Qué es eso?

—¿Los CF? —preguntó Junjin antes de abordar su pregunta.

—Sí, como Los Cinco Fabulosos —dijo señalando a Donghae, Hee, Teuk, Sooyeon y a sí mismo.

Siwon, Kangin, Hyukjae e incluso Yunho trataron de esconder su risa tosiendo.

Zhoumi les lanzó una mirada que prometía un castigo si no paraban y cesaban.

Junjin sonrió ante el nombre que le había dado al grupo, y ante la amistad que había crecido. Significaba que había camaradería, lo cual era vital para una manada sana. Él sabía que una manada con parejas intensas llenas de celos insignificantes podía ser destruida fácilmente.

—Zhoumi, tan ridículo y tonto como parece, estas actividades están diseñadas para evitar tener lobos ociosos sin nada en qué concentrarse salvo en vencer la competencia por una pareja. No podemos meterlos a todos en una habitación y darles a los hombres pase libre.

—Hablando de “festival de machos”—bromeó Hee. Donghae y Teuk sonrieron.

—No necesito para nada esa imagen, Hee —le reprendió Donghae, aunque la sonrisa nunca dejó su cara.

—Oh, vamos. Saben que todos lo estaban pensando —se quejó Hee.

Hyukjae le sonrió y guiñó.

—Culpable del delito.

Siwon sacudió su cabeza ante el joven lobo. ¿Yo era así de tonto?, se preguntó, después respondió su propia pregunta. No, definitivamente no.

Junjin continuó, ignorando la charla entre ellos.

—El punto de hoy es que puedan conocer otros machos pero su tiempo también tendrá un buen uso. Todos deben aprender defensa personal y así habremos matados dos pájaros con un solo tiro.

Cuando nadie más refutó, él continuó.

—Si son tan afortunados de encontrar a sus verdaderos compañeros, les pediré que vengan a hablar conmigo y Hyesung inmediatamente. Este escenario es bastante diferente al nuestro, y la pareja deberá probar su estatus de compañeros.

—¿Qué clase de prueba? —preguntó Siwon, con un transfondo de algo muy peligroso en su tono.

—Lo más obvio serían las marcas. —Ante las palabras de Junjin, varios de los machos sin pareja, incluyendo a Hyukjae y Siwon, hablaron.

—No puedes hablar en serio —gruñó Siwon—. ¿Cómo se atreven los Alfas a pedirnos que exhibamos a nuestra pareja como si fuera un pedazo de carne? Y pedir ver lo que debería ser sólo para los ojos de nuestra pareja… eso es cruzar la línea, Alfa.

Hyesung tocó el brazo de su compañero y Junjin le echó un vistazo.

—Tú nunca le habrías permitido que vieran mis marcas.

Junjin permaneció en silencio mientras observa los rostros de su manada. Los machos estaban tensos, listos para reaccionar ante la noticia del momento. Incluso los machos con pareja estaban horrorizados ante la idea de alguien viendo las marcas de una mujer. Él respiró profundo. Este encuentro realmente sería una prueba para su liderazgo y la lealtad de su manada.

—No estoy diciendo que esté de acuerdo con ello, tampoco que los obligaré a obedecer. Es por eso que les pedí que vinieran a mí y Hyesung en primer lugar.

—¿Por qué no sólo hacen que uno les diga lo que el otro está pensando? — preguntó Sooyeon.

—Porque aseguran que la pareja puede simplemente planear qué dirán con anticipación, haciéndolo parecer como si tuvieran una conexión mental cuando no es así —explicó Junjin.

Donghae levantó su mano para hablar. Junjin le sonrió amablemente.

—Donghae, ¿tienes una pregunta?

—Um, sí. ¿Por qué alguien pretendería ser un una verdadera pareja?

—Sabes de nuestra longevidad. Has visto hasta que punto llegarían algunos machos por tener una pareja a través de lo que Teuk experimentó. —Junjin se detuvo y Donghae asintió en acuerdo—. Hay parejas que están igual de desesperadas por un compañero. Algunos piensan que si ambos acceden entonces deberían poder estar juntos, sin importar las consecuencias. Lo que no entienden, o no recuerdan porque han estado solos por tanto tiempo, es que nadie en esta tierra, humano o Canis lupis puede llenar el agujero dentro de sí…

…Nadie, sin importar cuánto puedas amarlos, puede darte la otra mitad de tu alma. Y si llega el momento en elegir entre alguien que no es tu verdadero compañero y tu verdadero compañero aparece, no hay nada que te detenga de ir con él. Te alejarás de cualquier vida que hayas construido, niños que hayas engendrado, y la persona con la que te hayas casado sin una mirada hacia atrás…

… Es nuestro trabajo como Alfas proteger a nuestra manada. Como un padre que guía a su niño, así es un Alfa con su manada. Los Alfas que nos han reunido quieren asegurarse de que nadie cometa el error de pensar que pueden encontrar lo que están buscando en alguien que verdaderamente no les pertenece. Es por eso que insisten en una prueba.

La sala quedó en silencio cuando él terminó de hablar. Junjin sabía que entender el por qué no necesariamente lo hacía más fácil de aceptar. Su manada simplemente tendría que confiar en él.

Siwon miró al otro lado de la mesa a Heechul, imaginándolo con sus marcas. Después pensó en otro viéndolas. Simplemente eso no iba a pasar. Él estaría muerto antes de que alguien más viera la espalda de Heechul.

Sintiendo sus ojos en él, Hee levantó la mirada y vio la intensidad de la mirada de Siwon. Supuso que estaba contemplando la idea de él portando sus marcas y la posibilidad de alguien viéndolas. No estaba complemente seguro pero suponía que la respuesta de Siwon era un gran y rotundo: “Cuando el infierno se congele”. Sus ojos estaban brillando, apretaba los dientes.

Había cruzado los brazos sobre su pecho y podía ver sus músculos flexionándose. Sip, bastante seguro que los cerdos tendrían que volar, el infierno se tendría que congelar antes de que otra persona viera sus marcas.

Si alguna vez aparecen, pensó solemnemente.

—Si nadie más tiene algo que Decir… —Junjin esperó. Cuando nadie habló les permitió irse.

Hee se sentó en el gimnasio con el resto de los CF; tenía que admitir que le encantaba la designación de Zhoumi a su pequeño grupo. Minho y Taemin estaban en un lado de la habitación y Anton y Onew estaban en el otro.

Sus ojos recorrían el gimnasio constantemente, esperando a ver si alguno de los lobos se convertiría en un problema.

Hee tenía la sensación de que algunos de los machos apareados tenían ganas de pelear y no les importaría derribar a un lobo o dos. A la derecha estaba sentado otro grupo de mujeres y jovenes sin pareja.

Siwon y Kangin estaban sentados un par de filas detrás de los CF en las gradas, escudriñando a la multitud con la misma concentración. Incluso con los ojos vagando por la habitación, Hee sabía que Siwon era muy consciente de él.

Él sabría si se movía un centímetro de donde estaba sentado ahora. Sabría si su respiración cambiaba en absoluto, o su ritmo cardíaco aumentaba. Sonrió para sus adentros, pensando en lo agradable que era tener a ese por el que había estado suspirando, lo agradable que era haber aceptado lo que hay entre ellos.

Sooyeon, quien estaba sentado a la izquierda de Hee, le dio un codazo y movió la cabeza en dirección a las puertas.

Ellos vieron como un hombre, un hombre muy grande, entraba en el gimnasio. Se detuvo en el centro y su presencia trajo inmediatamente la habitación al silencio. Hee miró más de cerca y se dio cuenta que era Donghwa. Fue entonces cuando se dio cuenta que él no lo había visto o Kyuhyun desde que llegaron al Encuentro.

Eso es raro, pensó.

—¿Te diste cuenta que Donghwa y Kyuhyun han estado Perdidos en Acción desde que llegamos? —preguntó, inclinándose hacia Teuk.

Teuk asintió.

—No había pensado en ello hasta verlo ahora mismo.

Hee vio como el rostro de Teuk adquirió esa rareza que ponía cuando hablaba con Kangin a través de su vínculo. Pensó: Nota mental: practica usar el vínculo mientras te miras en el espejo. De esa manera podría asegurarse de mantener una expresión normal cuando y si Siwon y él alguna vez llegaran a eso.

—Kangin dice que Junjin los tiene a ambos encargándose de un par de las actividades para ayudar a minimizar el riesgo de Siwon poniéndose en una situación en la que pudiera ofender a las parejas de las otras manadas.

—¿Cómo podría ofenderles? —preguntó Hee.

—Si de plano se niega a participar con una en una actividad en solitario o en grupo, se considera una bofetada en la cara.

Hee asintió mientras se volvía y miraba a quien le ocupaba cada pensamiento. Siwon le miraba, como a menudo lo hacía cuando é lo miraba.

—Bienvenida manada de China—anunció Donghwa—. Mi nombre es Donghwa y soy miembro de la manada Coreana. Estaré liderando las lecciones de hoy. —Luego, dirigiéndose a las gradas, donde los dos grupos se sentaban, apuntó a la derecha—. Damos la bienvenida a las parejas de la manada Taiwanesa.

Todos los chicos aplaudieron con respeto pero sus ojos eran salvajes e impacientes.

—También damos la bienvenida a las parejas de la manada Coreana.

Una vez más los machos aplaudieron.

—Eso habría sido la entrada perfecta —murmuró Zhoumi, haciendo referencia a la porra que había sido evitada completamente por mi Siwon.

Aguafiestas, gruñó Hee interiormente hacia él.

—Hoy los hombres van a enseñar defensa personal y algunos movimientos de combate. Los Alfas sienten que es importante que todos los miembros de la manada sepan cómo defenderse. Aquellos de ustedes que ya han estado entrenando serán emparejados con un instructor avanzado. —Donghwa miró más allá de los CF y señaló de nuevo—. Siwon, por qué no bajas con Zhoumi y nos demuestran algunos de los movimientos que aprenderemos hoy.

A medida que Siwon hizo su camino bajando las gradas, caminó detrás de Hee y los otros chicos. Mientras pasaba a su lado frotó un dedo suavemente en la nuca de su cuello, tan rápido que nadie se percató de ello. Él sonrió.

Te quiero. Hee oyó su voz en su mente y deseó que no fuera sólo un recuerdo.

Fue entonces cuando Hee realmente entendió por qué Donghwa había sido hecho líder. Él sabía que Hee se sentiría menos amenazado si Siwon entrenaba con alguien de su manada. Estaba agradecido por ello, pero sabía que era sólo un breve respiro porque él estaba mayormente avanzado en la lucha.

Siwon sería emparejado con un miembro de otra manada en algún momento, pero definitivamente nunca con Hee mientras tuviera tanta habilidad de defensa personal como la tenía en encestar. Eso sería un gigantesco nada.

Los chicos vieron como Siwon y Zhoumi hicieron algunos impresionantes movimientos de combate y luego demostraron algunos básicos —lo que Hee consideraba “malditamente esquivos”— movimientos. Estos eran movimientos diseñados para desactivar un atacante el tiempo suficiente para ficharlo con seguridad.

Cuando la demostración terminó, Donghwa comenzó a llamar los nombres, anunciando las parejas. Explicó que cada veinte minutos las parejas girarían hacia la derecha para entrenar con un macho diferente.

Genial, pensó Hee. Es citas rápidas a lo Karate Kid.

Oyó ser llamados el nombre de Siwon y el de un joven. Ni siquiera miró para ver quién era. No podía. En lugar de eso empezó a murmurar:

—Te quiero. Te quiero. Te quiero.

Teuk miró a Hee, sacudiendo la cabeza ante las tácticas extrañas de su amigo.

—Bueno, si insistes —respondió Teuk—. Aunque, Kangin podría estar un poco celoso.

Hee le disparó el dedo.

—¿Por qué estás murmurando eso? Has pasado de “no es una opción” a “te quiero”. ¿Qué pasa?

Hee miró a Teuk y Donghae, quienes lo miraban inquisitivamente.

—Él me dijo que recuerde, cuando tiene que estar con otros jovenes o mujeress, que me quiere. No puedo mirarlo con otra persona. Me gustaría que no fuera un gran problema pero nunca he estado tan jodido por un chico.

—Él no es cualquier chico —le dijo Teuk.

—Tal vez —dijo Hee suavemente. Donghae golpeó su pierna.

—No hables así. Es obvio que él está loco por ti, como certificablemente. Confía en él, Hee.

Hee asintió y su cabeza se levantó de golpe cuando su nombre fue llamado. Miró hacia la colchoneta que Donghwa había indicado, en donde un tipo alto estaba de pie. Él le sonrió y la mirada en sus ojos le hizo sentir como si estuviera tratando de ver su alma. Le hacía sentir desnudo y vulnerable, y sólo había un lobo con el que él estaba de acuerdo con que le hiciera sentir así.

Empezó a bajar las gradas.

—Esto va a apestar.

Sooyeon le dirigió una sonrisa alentadora.

—Aguanta ahí, latente.

—Gracias, joven lobo. —Hee trató de devolverle la sonrisa, pero no llegó a sus ojos.

Siwon observó mientras Heechul se acercaba al lobo con el que había sido emparejado. Casi gruñó cuando se dio cuenta que era el tipo del que había tomado el teléfono la otra noche. Ese cachorro había estado grabando el baile de los chicos. Apartó los ojos, tratando de poner a su lobo bajo control.

No escapó a su atención que Heechul no lo había mirado ni una sola vez desde que había sido emparejado con la pequeña morena delante de él. La chica sonrió tentativamente y Siwon tuvo que forzar sus labios a levantarse. Por la mirada en su cara no llegaba a ser una sonrisa.

—Vamos a terminar con esto —murmuró mientras daba un paso hacia ella. Ella parecía lista para correr, y mientras Siwon comenzó a llevarla a través de movimientos básicos de defensa personal podía sentirla temblando.

Deseó poder concentrarse lo suficiente como para al menos tratar de tranquilizarla, pero le estaba tomando cada onza de su fuerza de voluntad no levantar a Heechul sobre su hombro y llevárselo para llevar a cabo la Ceremonia de Vinculación.

Sus ojos seguían desviándose hacia él, y cuando Donghwa finalmente anunció que era hora de cambiar, dejó escapar un lento suspiro. Por lo menos Heechul estaba alejándose del lobo que había estado babeando por él anoche. Pero a medida que Siwon vio quién era el siguiente en la fila de Heechul se dio cuenta que casi todos habían estado allí la noche anterior.

Ellos habían visto a su compañero mover sus caderas sugestivamente, cosas moviéndose que sólo conducirían la mente de un hombre en la dirección equivocada. La coqueta mirada de incitación que había estado pegada en su hermoso rostro… Maldita sea, va a ser un largo día, pensó mientras se volvía para enfrentar a la próxima hembra de la que no quería estar cerca.

Con una hora y media en el entrenamiento de autodefensa, Hee estaba sintiéndose un poco alentado. Por fin le había permitido a sus ojos fijarse en Siwon. Cada vez que había estado trabajando con alguien era dolorosamente obvio que estaba tratando de tocarle lo menos posible.

Hee deseó poder Decir lo mismo de los chicos con los que había estado trabajando. Sentía como si estuviera constantemente teniendo que alejarse de un accidental —sí, claro— manoseo o agarre. Sólo se alegraba de que Siwon no lo hubiera visto.

El chico con el que ahora estaba entrenando se dio la vuelta para enseñarle un movimiento que desactivaría a un atacante sujetándolo por detrás. Hee se quedó quieto mientras él envolvía un brazo alrededor de lo que pensaba iba a ser su cuello. El lobo dio un paso más cerca de modo que sus cuerpos se tocaban desde el pecho hasta las pantorrillas.

Pero en lugar de su cuello su brazo se apoyó en su pecho, su mano no del todo bajo su brazo. Para nada bueno.

Hee lo hubiera pasado por alto si el idiota no hubiera apretado. Jadeó en estado de shock e instantáneamente oyó un gruñido en algún lugar más allá de él. Conocía ese gruñido.

El lobo que lo sujetaba apretó dolorosamente y Hee trató de alejarse de él, lo que sólo causó que sintiera como sus garras se clavaban.

Eso va a dejar una marca, pensó.

El gruñido, el gruñido de Siwon, se convirtió en un rugido. Su cabeza se levantó, mientras trataba desesperadamente de salir de las manos toconas del lobo. Vio a Siwon mirándolo, luego a la mano que estaba plantada en su pecho.

Siwon entró en fase, cambió más rápido de lo que jamás había visto a un lobo cambiar, y se lanzó a través de la sala. De repente todo un torbellino en movimiento. Hee fue sacado de los brazos ofensivos del lobo y se encontró en los de Minho.

—Sácalo de aquí ahora —le dijo a Taemin—. Y trae al Alfa. Él es el único que puede hacer cambiar a Siwon.

Taemin asintió y se volvió hacia Onew.

—Ve por Donghae y Teuk. Kangin y los otros chicos van a tener que tratar de sacar a Siwon de encima del idiota.

Hee y Taemin se volvieron al oír cuerpos chocando. Se congelaron. Para su horror, el otro chico había cambiado en un lobo gris moteado y él y Siwon estaban dando vueltas entre sí. Siwon era mucho, mucho más grande, con una piel de color gris brillante y una pata blanca.

Vieron cómo Siwon rugía y chasqueaba hacia al otro lobo, tratando de alcanzarlo. Siwon tuvo su oportunidad cuando el lobo se tambaleó hacia atrás un poco. Aprovechó el error y se lanzó hacia adelante. Sus dientes se hundieron en el cuello del lobo más pequeño y en una sorprendente demostración de fuerza, Siwon levantó al lobo y lo estrelló sobre su costado.

El otro lobo se resistió brevemente antes de someterse. Siwon dio un paso atrás, liberándolo. Si Hee no hubiera estado muerto de miedo, se habría reído cuando él le dio una palmada al otro lobo en la cabeza, dejándolo inconsciente con eficacia.

Siwon levantó la cabeza y aulló, y como si estuvieran fuera de su control, los otros machos de la manada Coreana aullaron con él.

De repente Hee sintió una presión llenar el aire que casi lo llevó a sus rodillas. Los aullidos cesaron. Observó mientras todos los lobos pura sangre se arrodillaron y un muy, muy enojado Junjin retumbó a través de las puertas del gimnasio.

Cuando Hee volvió a mirar a Siwon, pudo verlo luchando bajo el peso del poder de su Alfa. Un par de veces se tambaleó, pero continuó. Bárbaro estúpido. Hee puso los ojos en blanco y cerró el resto de la distancia entre ellos.

Negó con la cabeza.

—¿En qué estabas pensando? —Él le gruñó pero sabía que no era a él—. ¿Quieres que nos separen? Porque eso es lo que van a hacer si no puedes evitar perder la cabeza.

Dejó de hablar cuando Junjin se acercó. Sus ojos brillaban de un azul profundo. Él extendió la mano y alguien puso un par de pantalones de ejercicio en él.

—Cambia de vuelta. —Su voz era baja, pero no menos imponente de lo que hubiera sido un grito. Siwon cambió y Hee se volvió rápidamente. Cuando ya no oyó el roce de la ropa, se dio la vuelta para ver los ojos de Siwon sobre él, no en Junjin.

—¿Estás bien? —le preguntó.

Hee vaciló mientras pensaba en cómo el lobo lo había agarrado, incluso violado. Había sentido  sus  garras  perforando su  piel… decidiendo  que era probablemente mejor para cada persona en la vecindad si no mencionaba ese pequeño  bocado,  mintió…  sólo  un poco.

—Estoy bien.

Junjin se volvió hacia Donghwa.

—Por favor, dales mis disculpas a los Alfas y hazles saber que voy a disciplinar a mi manada en consecuencia. Vamos a despedirnos hasta los acontecimientos de esta noche.

Donghwa asintió.

Junjin miró a los otros miembros de su manada. Uno a uno, bajaron la mirada, dejando al descubierto sus cuellos.

—Manada, reúnanse conmigo en la habitación en la que desayunamos. Ahora.

Sooyeon se acercó a Hee. Donghae y Teuk ya habían aparecido a su lado.

—¿Estás bien? —preguntó Sooyeon.

—No estoy muy seguro de cómo me siento en este momento —admitió

Podía sentir los ojos de Siwon sobre él mientras caminaba detrás de ellos.

—¿Qué pasó, Beta? —preguntó Kangin.

—Ahora no —respondió Siwon  bruscamente.