Después
de que Siwon cerró la puerta, cerró los ojos y tomó una lenta respiración.
Tengo que ponerlo bajo control, se dijo mientras trataba de hacer retroceder a
su lobo. Su compañero iba a hacer que cada hombre de su vecindad muriera.
¿Cuántos
de sus compañeros de manada acababan de presenciar su pequeño truco? Apretó los
ojos con fuerza, sólo para ver los moretones y marcas de garras que empañaban
su piel. Su lobo gruñó. Bueno, eso no era algo en lo que necesitaba pensar.
Finalmente, abrió los ojos y se volvió hacia Teuk.
—Él
no va a dejar esta habitación.
Sin
otra palabra, comenzó a moverse en dirección al ruido que había oído antes. Kangin
estaba tratando de mantener el ritmo y razonar con él al mismo tiempo.
—Beta,
¿no crees que tal vez deberíamos seguir el consejo de Hyukjae y esperar a
nuestro Alfa?
Siwon
no respondió. Cuanto más se acercaba más claro se hacía el ruido. La cabeza de Kangin
se alzó de golpe cuando oyó la voz de Hee.
“Podremos estar bien, y ser
súper sexys, pero suaves jóvenes lobos no somos ni por asomo.”
Siwon
se detuvo en seco. Las imágenes de Heechul y ese baile pasaron por su mente. Kangin
vio los caninos de Siwon descender, sus garras crecer, sus ojos brillar
salvajes. Kangin se movió rápidamente para ponerse frente a su Beta, lo cual
fue probablemente la cosa más estúpida que podía haber hecho.
Kangin
trató de ser contundente.
—Siwon,
detente.
Kangin
miró con horror como una habitación llena de hombres silbaban y gritaban
mientras los jóvenes lobos parte de su manada bailaban, oh, tan sugestivamente,
en una enorme pantalla de tamaño cine.
Junjin
se volvió a Kangin.
—Detén
la reproducción de eso.
Kangin
no esperó a ver qué pasaba. Entró en la habitación, empujando a otros machos
fuera de su camino con el fin de buscar el origen de la secuencia de vídeo.
Siwon
gruñó tan fuerte que la habitación quedó en silencio. Todas las cabezas se
volvieron a ver a medida que el Beta Coreano tomaba todo su poder de Alfa,
drenándolo de sus compañeros de manada.
—¡SIWON!
—rugió Junjin. Bien podría haber estado gritándole a una pared.
Siwon
se abalanzó.
—Agárrenlo
—ordenó Junjin a su manada. Ocho hombres descendieron sobre Siwon mientras él
se lanzaba hacia delante. Los hombres gruñían contra su fuerza bruta. Le estaba
tomando todo el poder a Junjin evitar que Siwon cambiara. Si él cambiaba, la
única manera en que Junjin sería capaz de detenerlo sería cambiar también y
tomarlo en su forma de lobo. Él no quería ni pensar en las consecuencias.
Todos
ellos luchaban mientras Siwon empujaba, cortaba, e incluso mordía para librarse
de sus manos. Junjin observó a Hongki corriendo por el pasillo hacia ellos, Hyesung
y los otros detrás de él. La rebeldía de los americanos estaba contagiando a su
compañero, pensó secamente.
—Manténgalo
quieto —gruñó Hongki mientras levantaba una gran jeringa y agarraba el brazo de
Siwon.
Él
hundió la aguja en su brazo. Ni siquiera se inmutó, si es que se dio cuenta. El
émbolo descendió, empujando el poderoso sedante en su sistema.
Siwon
siguió luchando, estaba a punto de liberarse cuando se desplomó.
Hee
vio como Siwon, luchó contra su manada. No pudo reprimir un grito mientras
observaba, al poderoso y enorme Siwon derrumbarse. Hee salió corriendo y empujó
a varios machos fuera de su camino.
—¡MUÉVANSE!
Hee
colocó suavemente su cabeza en su regazo, colocando dos dedos en su cuello. Dejó
escapar un suspiro ahogado, su pulso era fuerte.
—Tenemos
que moverlo ahora —dijo Hongki con firmeza—. Eso no va a durar mucho tiempo.
—Hee
—la voz de Junjin fue tranquila, gentil—, tienes que dejar que nos lo llevemos.
Hee
miró al hombre que se había convertido en su Alfa.
—¿A
dónde lo llevan? —La voz de Hee era más pequeña de lo que nunca había oído.
—Vamos
a tener que retenerlo hasta que pueda hablar con los Alfas acerca de su
situación única —explicó Junjin rápidamente.
—¿Encerrarlo?
—Las cejas de Hee casi rozaron la línea de su cabello—.¿Podré verlo?
Junjin
negó con la cabeza.
—No
hasta que hable con los Alfas. Hee, Siwon no puede controlar a su lobo en lo
que a ti se refiere, y estos machos sin pareja no retrocederán, siempre y
cuando parezcas disponible. Tengo que hacer esto para protegerlo de sí mismo,
pero también de ellos.
Hee
finalmente cedió. Se inclinó y lo besó en los labios antes de dejar ir a Siwon.
Vio como nueve personas llevaron al hombre que amaba lejos para ser encerrado
como un criminal. Los ojos de Hee se estrecharon mientras sus labios formaban
una línea recta y firme.
—Teuk
—Donghae dio un codazo a su amigo, y asintió con la cabeza en dirección a Hee—,
mira ese rostro.
—Mierda
—murmuró Teuk mientras observaba los engranajes perversos girar en el cerebro
de Hee.
—Diría
que esto va a sacudir a todos en esta monstruosidad que llaman casa —respondió Donghae
automáticamente.
Ellos
vieron mientras Hee se acercaba a Zhoumi y Sooyeon.
—¿Qué
está tramando? —murmuró Teuk.
—Necesito
que me hagan un favor —le dijo Hee a los dos lobas enérgicamente.
—¿Qué
necesitas, compañero de manada? —preguntó Zhoumi.
—Quiero
saber los nombres de los que planearon esto.
—¿Tienes
un plan? —preguntó Donghae cuando él y Teuk se unieron al grupo.
—Puedes
apostar tu trasero sin pelo a que lo tengo. —Los ojos de Hee casi brillaban.
Sooyeon
miró a Hee con aprensión.
—¿Deberíamos
estar asustados?
—Siempre
y cuando estés parado en este lado de la línea de trato de Heechul Kim, estás a
salvo.
—Debidamente
anotado.
—¿Pueden
averiguarlo? —volvió a preguntar Hee. Sooyeon asintió.
—Creo
que puedo. Hay un macho que ha estado echándome un vistazo. Creo que un poco de
reciprocidad podría recorrer un largo camino.
La
sonrisa de Hee se ensanchó. Estaba empezando a convertirse en un aspecto muy
perturbador.
—Excelente.
Siwon
se sintió atontado cuando despertó. Sacudiendo la cabeza, pasó sus manos por su
rostro.
En
un torrente de locura, los recuerdos lo inundaron y se puso de pie de un salto
con un gruñido. Pero no había nadie que respondiera, sólo cuatro paredes de
piedra. Siwon se acercó a aquella que tenía una puerta. Agarró la perilla y
tiró. Estaba cerrada con llave. Se dio la vuelta, asimilando su entorno.
La
habitación no era grande pero estaba bien amueblada. Una cama con dosel grande
con una edredón verde y elegantes cortinas doradas rodeaban el marco apoyado
contra la pared más alejada. Al otro lado de la cama había dos sillas con
respaldo del mismo tono de verde que el edredón. Por encima de las sillas había
un espejo grande enmarcado en oro antiguo con la cabeza de un lobo tallada en
la cima. No había ventanas en la habitación.
Siwon
gruñó. Una jaula dorada, pensó. El espejo atrajo sus ojos nuevamente.
—¿Por
qué un prisionero necesitaría un espejo? —se preguntó en voz alta. Mientras más
se acercaba, más se permitía usar su vista de lobo. Finalmente, su rostro a tan
sólo unos centímetros del vidrio, se dio cuenta que era un panel de doble
cristal. Alguien lo estaba observando.
Siwon
gruñó y golpeó el vidrio con tanta fuerza que una pequeña grieta se formó donde
su puño hizo impacto.
—Beta,
cálmate.
Siwon
alzó la vista cuando escuchó la voz de su Alfa. Los altavoces en el techo se
hicieron obvios.
—¿Por
qué estoy encerrado, Alfa? —gruñó Siwon.
—No
estás controlando a tu lobo.
—¿Controlar
mi lobo cuando esos mestizos lujuriosos andan detrás de mi compañero? —gruñó Siwon,
interrumpiendo a Junjin.
—No
tienes pruebas visibles de que es tu compañero. Déjame manejar esto, Siwon.
—¿Cómo
encerrarme y evitar que lo proteja, es manejarlo? —se burló Siwon.
La
puerta se abrió de golpe repentinamente y Junjin entró. Siwon sintió el poder
de su Alfa empujándolo a someterse.
—Entiendo
que solo eres mi Beta por decisión, no por falta de fuerza. Tú escogiste esto,
Beta. Te someterás a mí, no me faltarás el respeto. —La voz de Junjin fue
mortal—. Te amo como a un hermano, Siwon. Entiendo que necesites protegerlo,
pero tienes que confiar en mí. No tiene que gustarte, pero obedecerás mis
órdenes.
Siwon
estaba estremeciéndose con ira. Estaba dividido por primera vez en su vida. El
único pensamiento de su lobo era llegar a su compañero, protegerlo, reclamarlo,
atarlo a él. Pero Siwon, el hombre, podía usar la lógica. Finalmente se hundió
hasta ponerse de rodillas y desnudó su cuello. Junjin soltó el aliento que
estaba conteniendo y se acercó a él.
—No
estoy intentando derrotarte, Siwon, estoy intentando protegerte. Eres fuerte,
mi igual, pero dudo que alguno de nosotros pueda encargarse de cuatro Alfas y
sus manadas. Lo cual es lo que pasará si atacas a sus machos por mirar a una pareja de tu manada.
—COMPAÑERO
—gruñó Siwon.
—Para
nosotros, sí, él es tuyo —dijo Junjin con calma—. Para ellos no. Él no lleva tu
aroma en su sangre, no carga con tus marcas o tu mordida, no hay ningún vínculo
mental. Todas esas cosas son fallos en contra de ustedes dos.
—Realiza
la Ceremonia de Vinculación, Junjin. Permíteme completar los Ritos de Sangre.
Entonces todo el mundo verá que Heechul me pertenece.
Junjin
sacudió la cabeza.
—Deja
que hable con los otros Alfas. El día de hoy se han encontrado tres verdaderas
parejas, quizás estén dispuestos a permitirles a ti y a Hee algo de tiempo para
explorar esto sin ningún otro macho en la escena.
—¿Por
qué es incumbencia de ellos? —gruñó Siwon—. ¿Qué tienen que decir respecto a mí
o al destino de Heechul?
—Normalmente,
nada. Pero vinimos a una reunión donde los lobos están buscando específicamente
a sus verdaderas parejas. Los Alfas están buscando los mejores intereses para
sus machos. Si alejas a Hee de los otros machos y él no es tu compañero,
entonces podrías estar condenando a uno de sus hombres a una existencia
sombría. —Siwon empezó a interrumpirlo pero Junjin lo detuvo—. No lo ven como
tu compañero, por lo tanto no te dejarán mantenerlo para ti solo. Es tan simple
como eso. Afirmar que hay un sentimiento entre ustedes no es suficiente para
ellos.
Los
hombros de Siwon se desplomaron con derrota mientras la realidad se hundía.
Entendía ahora por qué su Alfa lo había encerrado. Independientemente de lo que
pensaran los otros Alfas, independientemente de la falta de marcas de
acoplamiento entre él y Heechul, él y su lobo lo habían reclamado.
Ningún
macho Canis lupis emparejado permitiría a otro tocar, mirar, perseguir, o
coquetear con su pareja. Él no podía confiar en ellos. A la vez, la idea de Heechul
allá fuera sin él, como su compañero diría: no es muy bueno.
—¿Qué
hay de Heechul? —le preguntó a Junjin.
—Está
con Hyesung y las otras parejas. Lo protegeremos, Siwon.
—No
quiero que otro lo toque. ¿No puedes evitar que participe en esas estúpidas
actividades? —espetó Siwon la palabra como si fuera lo más repugnante.
—Veré
que puedo hacer —cedió Junjin—. Necesito que consigas controlarte.
Siwon
asintió una vez. No miró a Junjin cuando este se fue.
Luego
de varias respiraciones profundas, Siwon finalmente se puso de pie. Empezó a
pasearse al igual que su lobo se paseaba en su interior, pensando, planeando.
El lobo era astuto y no estaría enjaulado, no lo mantendrían lejos de su
compañero.
Hee
yacía en su cama, mirando fijamente el techo. Estaba inquieto, enojado… No,
pensó, estoy furioso. Enojado no empieza a cubrir lo que siento.
Se
puso de costado, acomodando la almohada unas cien veces, e intentó contar cada
animal que había salido del Arca. Nada ayudó. No podía dormirse, no cuando
sabía que Siwon estaba encerrado.
Junjin
no le diría dónde. Lobo astuto, pensó. Seguro que no se encontraba en algún
calabozo o prisión tosca. Junjin nunca permitiría que uno de los suyos fuera
tratado de esa manera. Pero aun así, los lobos estaban destinados a ser libres,
a correr y vagar. Siwon no manejaría bien el estar enjaulado.
Gruñendo
en voz alta, Hee alcanzó su iPhone. Enchufó los auriculares y se los puso en
los oídos. Su sonrisa se amplió cuando pensó en el plan que estaba poniendo en
marcha.
Oh,
sí. Lucharía por Siwon. Qué Dios ayudara a aquellos que se encontraban en el
lado equivocado del campo de batalla.
A
la mañana siguiente, Hee observó a Sooyeon moverse por la sala donde la manada
de China estaba tomando el desayuno. Siguió los movimientos exactos del
progreso de Sooyeon mientras el lobo empezaba una conversación con el macho
interesado.
Hee
se había preguntado por qué un lobo mostraría interés si las marcas de
emparejamiento no aparecían. Su mandíbula cayó al suelo cuando Sooyeon y Zhoumi
le explicaron que en los pasados años, cuando las verdaderas parejas eran
encontradas, a veces tomaba varios días que las marcas aparecieran. Cuando Hee
empezó a replicar sobre ello, Zhoumi agregó rápidamente que nunca tomaba más de
cuatro días. Siwon y Hee habían estado cerca el uno del otro por meses.
Hee
había preguntado luego por qué nadie se había molestado en divulgar ese pequeño
bocado. Zhoumi dijo que Hyesung les había dicho que los Alfas no querían que
los machos fueran excesivamente atrevidos con ninguna pareja, sólo por
atracción, por días con una esperanza de que las marcas aparecieran.
La
respuesta de Hee:
—Quizás
sería mejor castrar a los machos y cortar todas las amenazas y las meadas en lo
arbustos.
Hyukjae
había escuchado y gruñó, luego palideció cuando Hee lo había mirado e hizo un
movimiento de tijeras con los dedos. Mientras lo hacía, cantó la melodía de
Wheels On the Bus: “Las tijeras al lobo van a cortar, cortar, cortar.”
Pero
ahora, Sooyeon estaba hablando con el lobo que le había estado mirando ayer. Él
era apuesto, alto y fuerte, como todos los Capis lupis.
—Hola
—dijo él con una sonrisa taimada.
—Hola
—respondió Sooyeon con su propia sonrisa dulce—. ¿Cuál es tu nombre?
—Jovin.
¿El tuyo?
—Sooyeon.
—El pestañeó—. Entonces, ¿quieres ir a alguna parte?
El
rostro de Jovin se iluminó.
—Seguro.
Mientras
él se ponía de pie y se despedía de sus compañeros de manada, Sooyeon se volvió
hacia los CF y les alzó un pulgar. Ahora a conseguir que él le entregue la
mercancía. Puso los ojos en blanco. Estoy hablando como los americanos ahora,
gimió.
Rápidamente
dominó su expresión cuando Jovin lo tomó de la mano y lo sacó de la sala.
—Entonces,
oh, gran maligno, ¿cuál es tu plan? —le preguntó Donghae a Hee secamente.
Hee
se frotó las manos y sonrió.
—Bueno,
comienza con un strip póker.
—Ahh,
buen Dios. Siempre empieza con un strip póker.
—¿Recuerdas
lo que pasó la última vez que jugaste strip póker? —agregó Teuk.
—Esto
suena bueno —chilló Zhoumi, agachándose en el suelo de la habitación de Hee.
—Oh,
vamos. Eso fue una sola vez. O sea, en serio, uno pierde un pequeño juego de
strip póker…
—Hee,
contigo siempre es “solo fue una vez” —suspiró Donghae.
—Ves,
eso es bueno. Significa que aprendo rápidamente. —Hee se encogió de hombros.
—Increible.
—Teuk lanzó sus manos al aire—. Encuentra una manera de justificar cualquier
cosa.
—¿Quieres
escuchar mi brillante plan o te gustaría enumerar todas mis transgresiones?
—No.
—Donghae fue la que alzó las manos ahora—. Vamos a seguir cavando en esa caja
de pandora y acabaremos encontrando algo peor que el brillante plan que estás
preparando que nos vas a explicar.
Hee
fulminó a Donghae con la mirada.
—Si
terminaste…
—Por
supuesto.
Zhoumi
miró a Teuk.
—¿Siempre
son así?
—Créelo
o no, esto es bueno. Han considerado asesoría, pero creo que están intentando
resolver sus diferencias ellos solos.
—Bien,
pícaros, escuchen. —Hee se puso de pie con las manos en las caderas, el acero
estaba en sus ojos—. Como estaba diciendo, empieza con strip póker. Necesitamos
algo que los mantenga distraídos por un momento. De esa manera, Teuk y Donghae
tendrán bastante tiempo para ir a través de las habitaciones de los lobos.
—Oye, oye. Me perdiste en lo de Teuk y las
habitaciones de los lobos. — Teuk retrocedió.
—Bueno,
si crees que Kangin estará bien con que juegues strip póker con un grupo de
lobos sin pareja, entonces está bien…
—De
acuerdo, buen punto —concedió Teuk.
—Pero,
¿qué se supone que buscaremos en sus habitaciones?
—Ropa
—afirmó Hee—. Todas ellas. No quiero que tengan una pisca de ropa que ponerse.
Ropa de cama, también. Sábanas, toallas, edredones. Que desaparezca todo.
—¿No
serán capaces de simplemente transformarse a sus formas de lobo? No necesitarán
sus ropas —interpuso Zhoumi.
—Ahí
es donde las cosas se ponen complicadas.
—¿Más
complicado que confiscar un montón de ropa de lobos machos y de alguna manera
llevársela sin ser vistos? —preguntó Donghae sarcásticamente.
—Complicado
porque voy a tener que hablar con Hongki. Estoy pensando que si tienen drogas
para someter a los hombres lobos, entonces quizás tengan drogas para prevenir
que se transformen.
Teuk
sonrió.
—Malvado,
retorcido.
—No
quiero que nadie salga lastimado, pero no quiero que piensen que pueden meterse
con lo que es mío y salir impunes. Entonces, aunque pueda parecer leve, van a
estar humillados.
Zhoumi,
quien había estado escuchando atentamente, levantó la mano. Hee lo miró.
—¿Qué
pasa, lobo?
—¿Cómo
sabes que ganarás en el strip póker?
—Hee
nunca pierde —dijo Donghae como si tal cosa. Hee se encogió de hombros.
—Lo
que está intentando decir es que, yo nunca pierdo.
—Bueno
—dijo Teuk lentamente—. Entonces, strip póker y un éxodo masivo de todas las
formas de cubrirse. —Ladeó la cabeza a un costado—. ¿Qué vamos a hacer con
dichas ropas, toallas, etc, etc?
—¿Qué
les parece una fogata? —Hee guiñó un ojo—. El fuego es mi especialidad, después
de todo.
Donghae
volvió a gemir.
—Strip
póker y fuego. ¿Alguna vez aprende?
Hee
empezó a pasearse. Iban a necesitar ayuda. No había manera de que Donghae y Teuk
pudieran conseguir todas las cosas de esas habitaciones ellos solos. Piensa, Hee.
Dios, se supone que eres el maquinador de esta pandilla.
Se
devanó los sesos. Necesitaba a alguien que pudiera moverse por la mansión con
libertad. Alguien a quien no le prestarían atención.
No
había manera de que dejaran a alguna de ellos caminar por los pasillos sin
invitación, pero un macho iría donde le plazca. Bah, era como si estuviéramos
de regreso al siglo dieciocho o algo así.
—Necesitamos
a un amigo —anunció Hee, luego su cabeza se alzó de golpe hacia Teuk—. ¿Estás
dejando escuchar todo esto a tu bola de pelos?
Teuk
sacudió la cabeza negativamente, aunque sabía que tan pronto como Kangin se
enterara iba a estar enfado hasta la médula.
—Bien,
no lo hagas. Sabes que nos encerraría hasta que todo esto haya acabado. —Hee se
golpeteó la barbilla—. ¿Quién sería más sencillo? ¿Hyukjae o Yunho? —pensó en
voz alta.
Hubo
un golpe en la puerta. Hee se acercó y la abrió para ver la dulce sonrisa de Hyukjae.
Iba
a ser Hyukjae.
Necesito golpear a alguien o despellejar a algún lobo, si es de origen chino mejor.
ResponderEliminarQué tiene que pasar para que las benditas marcas de emparejamiento demuestren que el SiChul es real?????
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarO.o
ResponderEliminarPobre Siwonshis!!!
Pero él tiene quien lo vengue(?)
Jajajajahaja esos dos causan problemas como por ocho!
Me encantan!
Arriba el Sichul!!!!
Aaaaah
ResponderEliminarSiwon los hubiera despelejado...ya se los habia advertido y hubo testigos...por qué no lo dejaron
En cambio lo sedan y lo encierran...y los demas quieren solucionarlo....ㄱㄱ
Lo bueno es que a esos lobos les va a ir regular con Hee al mando...que bueno.